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Los presupuestos de
la responsabilidad
(continuación) y sus
eximentes
5. Antijuricidad en el
cumplimiento
obligacional
5.1. El incumplimiento obligacional
5.1.1. Definición
El incumplimiento obligacional está relacionado íntimamente con lo enseñado
en la materia obligaciones. Por ello, conviene repasar algunos aspectos y
conceptos de esa materia.
Vale aquí recordar que, una vez nacida la obligación, el deudor tendrá la
necesidad de cumplir espontánea y voluntariamente con la prestación que
haya comprometido, satisfaciendo el interés del acreedor. Sin embargo, puede
suceder que el deudor incumpla con la obligación comprometida, debiendo en
consecuencia soportar las consecuencias económicas negativas que ello
implicará.
1
El incumplimiento lesiona la defensa de la seguridad jurídica y la celeridad del
tráfico jurídico. Es más, a mayor objetivación de las bases de la
responsabilidad civil por incumplimiento obligacional, mayor es la protección
que le otorgamos a los valores señalados.
Conforme los arts. 724 y 730 del CCC, la obligación impone al deudor el deber
jurídico de cumplir con la prestación a su cargo, satisfaciendo el interés del
acreedor; de lo contrario, ante incumplimiento, éste tendrá todas las
herramientas que le brinda el ordenamiento jurídico. El cumplimiento supone
la ejecución de la prestación fiel, exacta y puntual por parte del deudor, el
desinterés del acreedor y la extinción de la obligación; de lo contrario,
ingresamos a la esfera del incumplimiento obligacional.
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cosa (obligación de dar) imputable al deudor; la imposibilidad jurídica por la
exclusión del comercio de la cosa; la desaparición del interés del acreedor
podría darse en casos obvios, como ante el incumplimiento de la obligación de
un remisero de llevar al acreedor al aeropuerto para tomar un vuelo. En este
último ejemplo, está claro que, pasada esa oportunidad sin haberse
registrado el cumplimiento del deudor, el acreedor pierde todo interés en el
cumplimiento tardío de dicha obligación.
3
5.1.4. El cumplimiento defectuoso
Se trata de otro supuesto del incumplimiento relativo. En este caso, la
prestación no reúne los requisitos de acuerdo al plan de conducta futura en
relación al sujeto, el objeto o el lugar. Se configura cuando el deudor no ajusta
su comportamiento solutorio al plan prestacional adeudado. Es decir, la
prestación cumplida no reúne los requisitos de carácter objetivo o subjetivo de
acuerdo a los presupuestos o condiciones comprometidos por el deudor para
satisfacer el interés del acreedor. Por ejemplo, cumple con la prestación
principal –dinero-, pero no con la accesoria –intereses-; cumple parcialmente
con la prestación; la entrega en un lugar distinto; entrega una cosa distinta.
Esta inadecuación entre lo ejecutado y lo comprometido puede estar
relacionada con los sujetos, el objeto, el lugar o el tiempo de cumplimiento de
la prestación. Tal como en los ejemplos, esta situación puede darse cuando el
deudor omite ejecutar de manera adecuada la prestación principal, omite
cumplimentar la prestación accesoria, cuando debe cumplir una serie de
prestaciones singulares y sólo satisface algunas de ellas, o cuando el deudor
ejecuta la prestación conforme a lo pactado pero causa un daño al acreedor.
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b) Aceptar otro producto o prestación de servicio equivalente;
c) Rescindir el contrato con derecho a la restitución de lo
pagado, sin perjuicio de los efectos producidos, considerando la
integridad del contrato.
Todo ello sin perjuicio de las acciones de daños y perjuicios que
correspondan.2
2 Art. 10 bis. Ley 24240 – Defensa del consumidor. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
3 Art. 17. Ley 24240 – Defensa del consumidor. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
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5.1.7. Incumplimiento temporal. La mora del deudor.
Remisión
Sin perjuicio de remitir a lo estudiado en Derecho Privado II (Obligaciones),
brevemente, podemos decir que la mora está regulada en el Código en los arts.
886 a 888, en el Libro Tercero, Título I, dentro del Capítulo 4: “Pago”.
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Como se explicaba en el régimen del Código derogado, había supuestos, como
por ejemplo en el contrato de depósito o comodato, en los cuales la obligación
de conservar una cosa implicaba una obligación de seguridad que coincidía
con la obligación principal; ante su incumplimiento, se aplicaban las normas
que regulaban el incumplimiento contractual específico. En este caso no
será necesario acudir a la noción de obligación de seguridad en el sentido y
alcance ahora señalado.
Orígenes y fundamento
Los primeros precedentes de esta figura tienen conexión con el derecho francés
de comienzos del siglo XX, en el cual imperaba la existencia de un doble
régimen de responsabilidad (obligacional y aquiliano), tal como en nuestro
ordenamiento jurídico.
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Como explicamos antes, la obligación tácita de seguridad cumplió una
importante función, en el Código Civil derogado, como instrumento para
objetivar la responsabilidad del deudor por los daños causados al acreedor con
motivo de la ejecución del contrato. Sin embargo, como dice Sebastián Picasso,
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casinos, bingos, locales bailables, jardines de infantes, centros
comerciales, etc.). Quedan fuera, casi exclusivamente, los
contratos celebrados con profesionales liberales, en la medida
en que se encuentran excluidos del régimen de la ley 24240 (art.
2 de la ley citada). (2014,152).
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siguientes, es decir, a la responsabilidad por riesgo o vicio de las
cosas. De todos modos, en la medida en que el transporte
configure un contrato de consumo —lo que ocurrirá en la gran
mayoría de los supuestos- regirá la obligación de seguridad
prevista por los arts. 5 y concs. de la ley 24240. (2014,152).
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Definición
11
6. La relación de
causalidad
6.1. Relación de causalidad
4 Llambias, JJ. (s.f.), "El derecho no es una física de las acciones humanas", LL 107-1018.
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para producir ese resultado, se la eleva a categoría de causa jurídica
generadora del daño. De ese modo, podemos decir que una causa es una
condición, pero calificada como idónea para generar el detrimento.
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6.1.3. Causalidad y culpabilidad
Tabla 1: Culpabilidad y Causalidad
Causalidad Culpabilidad
- Se orienta a determinar si las - Tiende a dilucidar si se puede formular un
consecuencias dañosas de un hecho reproche subjetivo en el comportamiento
pueden ser atribuidas materialmente a antijurídico del autor material del hecho.
la conducta de un sujeto, lo cual
determina la autoría del daño.
-Se asienta en la noción de previsibilidad,
valorada en concreto desde el punto de
-Se determina previamente al juicio de vista interior del sujeto y atendiendo al
culpabilidad. comportamiento exteriorizado frente al
hecho producido.
-Se asienta en la noción de
previsibilidad, valorada en abstracto, -La previsibilidad agravada es extraña a la
con prescindencia de lo sucedido en el culpabilidad.
caso concreto, ex post facto, y de
acuerdo a lo que sucede conforme el
curso normal y ordinario de las cosas.
5 Art. 1725 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
14
provocar el resultado dañoso. En concreto, podemos referirnos a cuatro teorías
que han sido receptadas en el derecho privado.
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El CCC sigue los criterios más consolidados sobre el principio de la causalidad
adecuada y la extensión y simplificación de la responsabilidad a las
consecuencias inmediatas y mediatas.
Reza el art. 1726: "Relación causal. Son reparables las consecuencias dañosas
que tienen nexo adecuado de causalidad con el hecho productor del daño.
Excepto disposición legal en contrario, se indemnizan las consecuencias
inmediatas y las mediatas previsibles"6.
Y el art. 17277:
6 Art. 1726 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
7 Dicen los fundamentos del anteproyecto elaborado por la comisión redactora: “En cuanto a la
relación causal se ha seguido el Art. 1557 del Proyecto de 1992, que ha mantenido la
clasificación de las consecuencias que existía en el Código Civil según la reforma de la ley
17711. Tanto en el ámbito contractual como extracontractual es necesario hacer precisiones
sobre la causalidad a nivel de autoría, así como en la extensión del daño resarcible, para lo cual
este sistema ha demostrado su eficacia en el derecho argentino” (Lorenzetti, Highton de Nolasco
& Kemelmajer de Carlucci, 2012, http://goo.gl/K8bpzE ).
8 Art. 1727 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
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paciente muere en un hospital y se intenta determinar la causa de su
muerte. Una de ellas podría ser que el médico anestesista realizó una mala
praxis (por ejemplo, que suministró una dosis excesiva de anestesia), y otra,
que en el nosocomio adquirió una infección intrahospitalaria. Si bien ambas
causas concurren, quizás una sola es la causante de la muerte del paciente,
excluyendo la relevancia causal de la otra.
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perjuicio de ello, habrá situaciones en las cuales el ordenamiento jurídico no
sólo espera la no causación del daño, sino que pone en cabeza de ciertas
personas físicas o jurídicas la obligación de evitar el daño, pudiendo
generarse responsabilidad en caso de que el agente no evitase el daño.
Por ejemplo, en cuestiones ambientales, reviste gran importancia la
prevención del mismo, y es un ámbito en el cual pueden prosperar normas
que obliguen a determinadas personas a tomar medidas para evitar la
causación del daño, y la responsabilidad civil subsidiaria en caso de no
cumplimiento.
9Art. 1710 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
10Art. 1711 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
18
prudencia y pleno conocimiento de las cosas, mayor es la diligencia exigible al
agente y la valoración de la previsibilidad de las consecuencias"11, en
congruencia con la directiva de ejercer los derechos de buena fe (arts. 9, 10 y
11 del Título Preliminar, Cap. 3). En definitiva, el deber general de acción u
omisión se centra en evitar o impedir el daño futuro, hacer cesar el daño actual,
disminuir la magnitud y disminuir la extensión de las consecuencias del daño
que comenzó a producirse. La magnitud del daño se relaciona con el aspecto
cualitativo (la entidad o medida del perjuicio) y la extensión al tiempo o a su
prolongación, por lo que se advierte que la tutela comprende todas las etapas y
supuestos posibles de evitación de la dañosidad (Galdós, 2012).
Así lo dispone el art. 1726. "Relación causal. Son reparables las consecuencias
dañosas que tienen nexo adecuado de causalidad con el hecho productor del
daño. Excepto disposición legal en contrario, se indemnizan las consecuencias
inmediatas y las mediatas previsibles"12.
Argentina.
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b) Responsabilidades reflejas. La responsabilidad por el hecho de terceros
es el caso establecido en la Sección 6ª "Responsabilidad por el hecho de
terceros" (arts. 1753 a 1756 del CCC). Se engloban las hipótesis de
responsabilidad civil por el hecho de otros: por el actuar de
subordinados, hijos, delegados en el ejercicio de la responsabilidad
parental, tutelados, curados y personas internadas. Para la
responsabilidad refleja, se utiliza de ejemplo la responsabilidad de los
padres por los daños causados por sus hijos menores de edad (art.
1754 del CCC); se considera que ellos son los autores mediatos del daño
causado por los últimos. En consecuencia, se considera que la causa
inmediata es la acción del menor, mientras que la causa mediata es la
negligencia en la vigilancia por parte de los progenitores. El juicio de
relación de causalidad opera del siguiente modo: en primer lugar, se
debe determinar si efectivamente fue el menor quien causó el daño;
una vez determinado este extremo, la relación de causalidad adecuada
entre la acción u omisión culpable de los padres y el acto ilícito
cometido por el menor es presumida, salvo que se pruebe lo contrario.
20
son los ocupantes y que los dueños deben responder de manera
solidaria con aquéllos. Esa presunción se extingue si el determinado
autor prueba que no participó en la producción del daño” (Tanzi, Silvia y
Casazza, 2015).
21
6.2.1. Clasificación de las consecuencias
Nuestro Código Civil y Comercial –en forma similar al Código derogado-
clasifica las consecuencias de los hechos en inmediatas, mediatas y
causales.
Consecuencias inmediatas
Consecuencias mediatas
22
HIV del paciente y la consecuencia mediata el contagio –a s u vez- de la esposa
del paciente por vía sexual (suponiendo contacto sexual entre ambos esposos).
Se trata de dos consecuencias diferentes que tienen adecuada relación de
causalidad entre el hecho (transfusión de sangre) y el daño a las víctimas, con
una diferencia causal en las consecuencias: el HIV del esposo es una
consecuencia inmediata de la transfusión, el HIV de la esposa es una
consecuencia mediata. Estas consecuencias son imputables al autor del
hecho cuando las hubiere podido prever o cuando, empleando debida
atención, hubiera podido evitarlas. Dicha previsibilidad debe ser apreciada
en abstracto.
Consecuencias casuales
Consecuencias remotas
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tanto a la responsabilidad extracontractual como a la derivada del
incumplimiento de obligaciones.
24
son los contratos, a diferencia de la redacción original del Código
Civil, que la establecía “para los daños e intereses de las
obligaciones que no tienen por objeto sumas de dinero” (Título
III, artículo 520). Ello generó litigios sobre el grado de extensión
de esta limitación, que ahora es restringido sólo a los contratos.
b) Esta es una regla que se aplica cuando las partes negocian el
precio y, para fijarlo, necesitan conocer los riesgos que asumen;
cuanto mayor información y seguridad exista en ese momento,
menor será el precio, con claro beneficio para el conjunto de la
sociedad. c) Se hace excepción al caso en que exista dolo, como
es tradición. d) No se aplica a los contratos de consumo.
(Lorenzetti, Highton de Nolasco & Kemelmajer de Carlucci, 2012,
http://goo.gl/K8bpzE ).
Podemos decir que el art. 1726 del CCC declara resarcibles las consecuencias
inmediatas y las mediatas previsibles, lo cual es aplicable tanto a la
responsabilidad extracontractual como a la derivada del incumplimiento de
obligaciones.
25
6.2.4. Distinción entre el valor de la prestación y los
mayores daños
Conforme venimos viendo, el incumplimiento de una obligación no sólo da
lugar a la reparación del daño causado, sino que también genera el derecho del
acreedor a exigir la ejecución forzada de lo debido, conforme el art. 730 del CC.
Son dos supuestos diferenciables con presupuestos distintos. Para lograr la
ejecución forzada, basta al acreedor con alegar el incumplimiento, sin que nada
tengan que ver los elementos o presupuestos de la responsabilidad civil
(existencia de un daño, relación de causalidad, factor de atribución y
antijuridicidad). Conforme el art. 894 del CCC, la prueba del pago está a cargo
de quien lo invoca, que generalmente y por regla es el deudor, salvo en el
supuesto de las obligaciones de no hacer, cuestiones ya analizadas en la
materia obligaciones.
26
embargo, la doctrina se encuentra dividida acerca de la
naturaleza jurídica de esos conceptos; mientras que algunos
entienden que en ese caso tanto el valor de la prestación
como los mayores daños forman una única suma que tiene el
carácter de indemnización (tesis de la unidad), otros
entienden que el valor de la prestación no es un daño, sino
un sucedáneo de la obligación original, que subsiste pero con
una modificación en su objeto (que se traslada entonces a la
aestimatio rei), con lo cual el pago del mencionado valor se
regiría por las reglas del cumplimiento forzado, y no de la
responsabilidad (tesis de la autonomía). En cambio —siempre
de acuerdo a esta última postura-, la obligación de resarcir
los mayores daños nace a partir del incumplimiento, y
requiere para su configuración de la reunión de todos los
elementos de la responsabilidad civil, entre los que se
encuentra, naturalmente, la prueba del daño (23).
27
títulos al momento en que debe hacerse la devolución"; el
art. 1653 faculta al donatario a liberarse del cumplimiento de
los cargos "restituyendo la cosa donada, o su valor si ello es
imposible", y, finalmente, el art. 1747 dispone que "el
resarcimiento del daño moratorio es acumulable al del daño
compensatorio, o al valor de la prestación...", con lo que
diferencia expresamente ambos conceptos.
28
régimen diferenciado para el reclamo del valor de la prestación, que se rige por
las normas del cumplimiento forzado y el de los mayores daños sufridos. No es
necesario probar haber sufrido un perjuicio para pedir el valor de la prestación,
pero sí cuando el reclamo recae sobre daños adicionales, como el lucro
cesante, el daño emergente o el daño extrapatrimonial, conforme el texto del
art. 1744 del CCC.
Sin perjuicio de lo expuesto, el art. 1736 debe ser interpretado a la luz del art.
1735, que establece una atribución a favor de los jueces, quienes pueden
efectuar una modificación en las reglas de la carga de la prueba.
29
litigantes ofrecer y producir los elementos de convicción que
hagan a su defensa.15
30
aplicarse, prioritariamente, a la prueba sobre la relación causal,
en tanto asunto previo a la indagación de cualquier factor de
atribución, subjetivo u objetivo. El art. 1735 se inserta a
continuación del 1734, que regula la prueba sobre factores de
atribución y las eximentes, y pretende correlacionarse
únicamente con esta disposición (“No obstante…”). No obstante,
insistimos, también la demostración causal (art. 1736) puede, y
con frecuencia debe, subordinarse a cargas dinámicas, pues
constituye inexorable antecedente de la culpa u otros factores
para atribuir responsabilidad. En su virtud, no compartimos el
criterio interpretativo de que el Código acota la aplicación de
cargas dinámicas sólo a la prueba del factor de atribución.
Aunque esa haya sido la intención legislativa, la causalidad no
queda fuera del dinamismo probatorio; máxime en tantas
hipótesis donde es idéntica la prueba tendiente a evidenciar que
alguien fue autor de un daño y culpable y, por eso, la
acreditación de culpabilidad con frecuencia absorbe una
conclusión afirmativa sobre causalidad. (Zavala de González &
González Zavala, 2015, p. 341).
6.3.1. Remisión
Conforme venimos analizando, el daño cuya reparación se pretende debe estar
en relación causal adecuada con el hecho de la persona o de la cosa a las cuales
se atribuye su producción. Es necesaria la existencia de ese nexo de causalidad,
pues de otro modo se estaría atribuyendo a una persona el daño causado por
otro o por la cosa de otro; la "conexión causal" apunta al enlace material entre
un hecho antecedente y un hecho consecuente, la falta de ese nexo puede
provenir de la conducta de la propia víctima, de terceros, o bien del caso
fortuito. En este entendimiento aparecen las llamadas eximentes de
responsabilidad civil, que pueden identificarse como aquellas circunstancias
que operan enervando la relación de causalidad y que pueden aminorar o
eximir la responsabilidad por daño al sindicado como responsable.
31
El hecho del damnificado es regulado en el art. 1729, que establece que
Argentina.
18 Art. 1731 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
32
7. Factor de atribución
7. 1. El factor de atribución
7.1.2. Clasificación
Los factores de atribución pueden ser clasificados en subjetivos u objetivos.
Entre los primeros están la culpa y el dolo, mientras que los más relevantes de
la segunda categoría son el riesgo creado, la garantía, el deber calificado de
seguridad y la equidad.
33
Lo expresado nos llevaría a limitar los alcances de la responsabilidad
objetiva, reduciendo la extensión y los límites del resarcimiento.
En el CCC, los factores de atribución son dos: subjetivos y objetivos (art. 1721),
tal como establecía la norma derogada.
En relación a los subjetivos, los enumera diciendo que son la culpa y el dolo
(art. 1724), y luego explica:
Argentina.
34
contrario”21; “Responsabilidad objetiva. Cuando de las circunstancias de la
obligación, o de lo convenido por las partes, surge que el deudor debe obtener
un resultado determinado, su responsabilidad es objetiva”22.
Argentina.
23 Art. 1721 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
35
7.1.5. La cuestión procesal. i) Prueba del factor de
atribución. ii) Facultades judiciales
Respecto de la prueba del factor de atribución, dice el art. 1734: “Prueba de los
factores de atribución y de las eximentes. Excepto disposición legal, la carga de
la prueba de los factores de atribución y de las circunstancias eximentes
corresponde a quien los alega”24.
Sin perjuicio de lo expuesto, el art. 1734 debe ser interpretado a la luz del art.
1735, que, como ya se ha dicho, establece una atribución a favor de los jueces,
quienes pueden efectuar una modificación en las reglas de la carga de la
prueba (ver punto 6.2.5).
Derecho comparado
7.2.1. Definición
En el Código Civil derogado, los factores de atribución subjetivos son el dolo
(art. 521, 1067, 1072 y concs.) y la culpa (art. 512, 1067, 1109 y concs.).
Ambos suponen que el agente sea autor material del ilícito
extracontractual (aquiliano) o del incumplimiento obligacional, y la causa
inteligente y libre de ese comportamiento.
36
La culpa consiste en la omisión de la diligencia debida según la
naturaleza de la obligación y las circunstancias de las personas,
el tiempo y el lugar. Comprende la imprudencia, la negligencia y
la impericia en el arte o profesión. El dolo se configura por la
producción de un daño de manera intencional o con manifiesta
indiferencia por los intereses ajenos.25
37
en la responsabilidad de los integrantes del consejo de
administración de las fundaciones (art. 211);
para el autor del dolo esencial o incidental en la celebración de
actos jurídicos (arts. 271, 272, 273, 274, 275);
para el autor de los daños en los actos de fuerza o intimidación
en los actos jurídicos (art. 278);
en caso de simulación (art. 337);
para la responsabilidad de los directivos de las asociaciones
civiles (art. 177);
en el mandato, en caso de responsabilidad por inexistencia o
exceso en la representación (art. 376) y en la elección del
sustituto (art. 377);
en la indemnización de daños del codeudor solidario, salvo dolo
(art. 838);
el tutor por los daños causado al tutelado (art. 118);
el tutor frente al tutelado por culpa o dolo en la administración
(art. 129) o por la falta de rendición de cuentas (art. 134);
38
1) el acto de quien, al momento de realizarlo, está privado de razón;
Por otra parte, el error o ignorancia de hecho que recae sobre el hecho
principal que constituye el acto ilícito (art. 265 y subsiguientes) y el error
provocado (dolo) no permiten la configuración de la intención del agente, con
lo cual también obstaculizan la imputabilidad de primer grado (art.271 y ss.). La
intención supone la aptitud para comprender el acto concreto que se realiza.
39
(extracontractual). Sin embargo, existen algunas diferencias. Ello ocurre en el
factor de atribución (Picasso, 2014). Dice el autor citado
40
objetiva"26. Por lo demás, dicha clasificación se encuentra
implícita en el art. 774, que en materia de obligaciones de hacer
distingue los casos en los cuales se ha prometido realizar cierta
actividad con la diligencia apropiada, independientemente de su
éxito, de aquellos otros en los que se debe procurar al acreedor
un resultado concreto (que puede variar en su extensión).
También para distinguir la locación de obra de la de servicios se
vuelve sobre esa idea, cuando se establece que, en la duda, debe
entenderse que hay un contrato de servicios cuando la
obligación de hacer consiste en realizar cierta actividad
independiente de su eficacia, y de obra cuando se promete un
resultado eficaz (art. 1252). Finalmente, el mismo distingo
reaparece en el art. 1768, que dispone que la responsabilidad
del profesional liberal es subjetiva, salvo que se haya
comprometido un resultado concreto.
En otras palabras, cuando lo debido sea un resultado se
aplica el art. 1723, razón por la cual el incumplimiento —y la
consiguiente responsabilidad del deudor- se configuran por su
sola falta de obtención. Cuando, en cambio, el plan prestacional
consista en una conducta diligente jugará el art. 1724 y la
configuración del incumplimiento —y de la responsabilidad del
obligado- requerirá de la presencia de culpa del solvens.
(Picasso, 2014, p. 154).
41
un golpe de puño a otro, podrá ser subjetivo27; pero si el daño es efectuado
mediante la utilización de una cosa riesgosa, como por ejemplo un automóvil,
el factor de atribución será objetivo (arts. 1769 y 1757)28.
7.3. La culpa
27 El art. 1749 establece la responsabilidad del agente dañoso que incumple una obligación u
ocasiona un daño injustificado por acción u omisión antijurídica.
En esta norma se engloban a los arts. 1109 y 1074 del Código Civil derogado, que establecían la
responsabilidad civil extracontractual por culpa o negligencia en la acción y omisión,
respectivamente, y a los arts. 519 y siguientes, que enmarcan la responsabilidad civil contractual,
siguiendo la línea del nuevo CCC, que unifica casi todas las consecuencias de ambos regímenes
de responsabilidad civil. Veremos el estudio de esta figura en la unidad XI,
28 En este caso, la responsabilidad extracontractual será objetiva. Veremos la responsabilidad
Nación Argentina.
30 Art. 1724 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
42
En ese sentido, corresponde definir a la culpa como la omisión de la diligencia
que exija la naturaleza de la obligación y que corresponda a las circunstancias
de las personas, del tiempo y del lugar.
43
7.3.2. Unidad y pluralidad de culpa: a) culpa civil y
penal; b) culpa contractual y extracontractual
Durante décadas se ha discutido acerca de la culpa, si la misma constituye un
concepto unitario o si, por el contrario, se puede hablar de una culpa penal y
una culpa civil, y dentro de esta última, de una culpa contractual y de otra
extracontractual.
La culpa es un concepto unitario que es idéntico en el derecho civil y en el Derecho
Penal (Pizarro & Vallespinos, 2014). Respecto de la culpa contractual o
extracontractual, actualmente no es discutible que la ella constituye una noción
idéntica. Si durante la vigencia del Código Civil derogado esta afirmación se sostenía
en la única definición de culpa, en el art. 512, la actual unificación de los sistemas de
responsabilidad civil desecha cualquier tipo de discusión al respecto, concluyendo que
no existe diferencia entre ambas31.
31 Para ampliar sobre este aspecto, ver Pizarro & Vallespinos, 2014, p. 167-168.
44
c) La culpa levísima tomaba en consideración la conducta que hubiera
seguido, en el caso concreto, un diligentísimo padre de familia.
Lo mismo ocurre con nuestra actual norma, pues el art. 1724 no recepta tal
teoría.
Cabe agregar que el nuevo Código sigue el concepto de culpa del Código de
Vélez, prescindiendo de la división de las culpas. No obstante ello, se mantiene
la referencia a la culpa grave respecto de la acusación calumniosa, art. 1771, y
en los arts. 1819 y 1867 sobre títulos valores.
45
conforme a la naturaleza de la obligación y a las circunstancias concretas de
persona, tiempo y lugar.
32 Art. 902 – Código Civil de la Nación. Derogado por ley 26994. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
33 Art. 1725 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
46
conducta no se toma en cuenta la condición especial, o la
facultad intelectual de una persona determinada, a no ser en los
contratos que suponen una confianza especial entre las partes.
En estos casos se estimará el grado de responsabilidad por la
condición especial del agente. (Lorenzetti, Highton de Nolasco &
Kemelmajer de Carlucci, 2012, http://goo.gl/K8bpzE ).
34 Art. 732 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
47
de la misma debemos distinguir según se trate del ámbito contractual
(obligacional) o extracontractual (aquiliana).
48
deberá demostrar, para liberarse, la ruptura del nexo causal. Ello es así,
ya que esta responsabilidad es objetiva y no subjetiva.
49
7.4. El dolo
Se exponía que –conforme el Código de Vélez- las aserciones del dolo eran:
35Art. 931 – Código Civil de la Nación. Derogado por ley 26994. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
50
incumplimiento doloso, sino que la misma es la idéntica inejecución
deliberada que configura el dolo en el incumplimiento obligacional.
a) La influencia derivada del art. 9º respecto del principio de buena fe, que
es elevado a principio general del derecho. El citado principio se
introduce metodológicamente en la parte introductoria del Código,
dentro del ejercicio de los derechos, con lo cual cobra relevancia, dado
que constituye una cláusula general aplicable al ejercicio de cualquier
derecho o situación jurídica. La norma expresa que "Los derechos deben
ser ejercidos de buena fe"36; cuando ello se conculca o ignora, el
ejercicio es de mala fe. El dolo es contrario a la buena fe. Reiterando,
ello alcanza a todo derecho o situación jurídica, a los deberes jurídicos
que impongan una actuación determinada u omisión. Acorde a ello es la
norma del art. 729 del CCC (Puig, 2015).
f) La acción preventiva del daño puede aplicarse al dolo, arts. 1710 y 1711.
51
g) Se clarifica la actuación de los auxiliares en la ejecución de la obligación,
art. 732.
Reza el artículo 9°: “Principio de buena fe. Los derechos deben ser ejercidos de
buena fe”37. Y el artículo 729: “Buena fe. Deudor y acreedor deben obrar con
cuidado, previsión y según las exigencias de la buena fe”38. Con lo cual ambas
normas vienen a completar la idea de “buena fe” e implican una pauta
integradora para la interpretación del dolo en la responsabilidad civil.
52
La parte final del art. 1724 dice: "El dolo se configura por la producción de un
daño de manera intencional o con manifiesta indiferencia por los intereses
ajenos"39.40
Para indemnizar el daño, se deberá demostrar que se conculque, por medio del
dolo, el derecho, acto o situación jurídica, por acción u omisión, y acreditar el
resultado dañoso.
Para ambas acepciones, las consecuencias son las mismas, ya que responderán
por las inmediatas y mediatas previsibles.
Como explica Mazzinghi: “Es que, cuando una persona exhibe un descuido
gravísimo y evidente, que revela un desinterés absoluto por la situación del
otro, es razonable que se califique su conducta como dolosa” (2012,
goo.gl/5eGBbE ).
39Art. 1724 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
40 Como se explicara supra, el nuevo Código prescinde del capítulo "De los delitos" contenido en
el sistema de Vélez, eliminado la norma del art. 1072 del Código derogado. Ello se refleja en una
simplificación de las normas referidas tanto al factor de atribución subjetivo y al daño, que llevará
a la doctrina a un detenido análisis.
41 Art. 1724 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
42 Art. 1724 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
53
El dolo es definido como “la intención de causar el daño” con “manifiesta
indiferencia por los intereses ajenos”. De allí que sostenga Vázquez Ferreyra,
(2015), que en el Código de Vélez, el dolo eventual era asimilable a la culpa,
mientras que en el nuevo ordenamiento, el dolo eventual es equiparable lisa y
llanamente al dolo.
7.4.4. Efectos
Existen supuestos en los cuales el daño sólo resulta jurídicamente resarcible en
tanto y en cuanto el autor del evento haya actuado con dolo. En estos casos, el
dolo funciona como criterio de expansión del área resarcible, como sucede en
arts. 521 y 905 del Código de Vélez, o cuando, lisa y llanamente, el dolo se
convierte en un verdadero criterio de selección del daño, abriendo la puerta a
la tutela en casos en que, de no haber mediado dolo, no hubiera sido viable tal
protección (art. 1728).
54
fundamento de equidad y en función del patrimonio del deudor, la
situación personal de la víctima y las circunstancias de hecho del art.
1742. En este caso, la indemnización es plena (art. 1740).
El art. 1726 del nuevo Código establece que “son reparables las consecuencias
dañosas que tienen nexo adecuado de causalidad con el hecho productor del
daño. Excepto disposición legal en contrario, se indemnizan las consecuencias
inmediatas y las mediatas previsibles”43. Se introduce así el factor previsibilidad
para éstas últimas, que no estaba en el texto del art. 901 del Código de Vélez,
respecto de las consecuencias mediatas.44
natural y ordinario de las cosas, y mediatas las consecuencias que resultan solamente de la
conexión de un hecho con un acontecimiento distinto. “Las consecuencias mediatas que no
pueden preverse se llaman «consecuencia casuales»" (art. 1727 – Código Civil y Comercial de la
Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina).
55
celebración o nacimiento del contrato; en tanto, cuando existe dolo del deudor,
se extiende la reparación hasta las consecuencias previsibles al tiempo del
incumplimiento.
Si bien la norma refiere al dolo del deudor, resulta aplicable al dolo del
acreedor, de acuerdo a lo convenido contractualmente, con respaldo en el art.
1716.
7.4.5. Prueba
El dolo no se presume; por el contrario, el mismo debe ser alegado y
probado. Dicha tarea corresponde a quien invoca su existencia. Se aplican en
esta temática los principios generales, admitiéndose inclusive la prueba
indiciaria o de presunciones, lo cual es cosa distinta a decir que el dolo se
presume.
56
7.4.8. Dispensa del dolo. Remisión
Son nulas las cláusulas que anticipadamente dispensen al deudor de la
responsabilidad por el incumplimiento de la obligación (art. 1743 CCC), ya que
esto atenta contra la naturaleza misma del concepto de obligación. Asimismo,
ello estaría reñido con el principio de buena fe, con la moral y las buenas
costumbres.
Sin embargo, nada obstaría a que, una vez producido el incumplimiento doloso,
el acreedor pueda renunciar a los derechos resarcitorios que derivan del
mismo. Nos remitimos a la bibliografía obligatoria46 y a lo analizado en el
apartado 8.4.
57
7.5.2. Clasificación
El CCC, en el Capítulo I –dedicado a la responsabilidad civil- contempla la
responsabilidad objetiva, con la doctrina (Galdos, 2012) podemos efectuar la
siguiente distinción de supuestos:
58
en el transporte de cosas, el transportista se exime probando la causa
ajena en caso de pérdida o deterioro de las cosas transportadas y del
equipaje del pasajero, salvo los objetos de valor extraordinarios y los
efectos que el pasajero lleva consigo (arts. 1286 y 1293);
59
atribución que rige es objetivo y es una contrapartida del riesgo
creado.
60
7.5.4. La seguridad y la garantía. Proyecto de 1998 y
Código Civil y Comercial
Cierta doctrina considera que la garantía constituye un factor de atribución
objetivo autónomo. Dentro de este esquema, se suelen mencionar, en el
ámbito extracontractual, la responsabilidad del principal por el hecho del
dependiente (art. 1753 del CCC) y la obligación de seguridad, incluida con
carácter general y accesorio, de manera tácita, en ciertos contratos, para
preservar a las personas y a su propiedad contra los daños que puedan
ocasionarse al momento de ejecutarlo (v. g., contrato de espectáculos
deportivos, contratos médicos, etc.). Esta obligación de garantía se encuentra
presente en todos los contratos de consumo, sin importar aquí la idea del
contrato en sí misma. Lo que importa para la norma es la protección del
consumidor. Conforme lo cual, la responsabilidad será de tipo objetiva, sea que
el daño tenga o no origen en un contrato.
48Art. 907 – Código Civil de la Nación. Derogado por ley 26994. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
61
de equidad, teniendo en cuenta la importancia del patrimonio del autor
del hecho y la situación personal de la víctima”49.
Según en el art. 1750 del CCC, se determina que el agente dañoso responde por
"equidad" si el daño fue causado por un "acto involuntario" (conf. art. 260 del
CCC) y se reenvía al art. 1742, que establece las características a tener en
cuenta por el juzgador para fijar la indemnización.
El art. 1750 del CCC, por reenvío al art. 1742, prevé en forma similar a lo
preceptuado en el art. 907 del Código Civil derogado para los daños causados
por actos involuntarios, en el que se faculta al juez a disponer un resarcimiento
a favor del damnificado, fundado en razones de equidad; la indemnización
debe tener como base, para su fijación, el patrimonio del autor del hecho, la
situación personal de la víctima y las circunstancias del hecho, es decir que el
juzgador deberá balancear ambos patrimonios, el del agente dañoso y el del
damnificado, y, al sopesar ambos, si el del deudor del daño causado
involuntariamente lo amerita, podrá trasladar a la víctima una parte para cubrir
al menos parcialmente el perjuicio sufrido, cumpliendo así con la meta
equitativa de la norma en los arts. 1742 y 1750 del CCC.
49Art. 907 – Código Civil de la Nación. Derogado por ley 26994. Honorable Congreso de la
Nación Argentina.
62
años) y la situación personal del damnificado. Esta reparación puede o no ser
plena e integral.
Argentina.
52 Art. 10 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
63
En relación al punto, Pizarro y Vallespinos sostienen que el abuso del
derecho no es un factor autónomo de atribución, sino una modalidad de
antijuridicidad. En consecuencia, y según sea el tipo de trasgresión el factor
de atribución podrá ser objetivo o subjetivo, dependiendo las circunstancias
del caso (Pizarro & Vallespinos, 2014)
64
7.5.8. Otros posibles factores objetivos de atribución
(igualdad ante las cargas públicas, seguridad social, el
riesgo de empresa, el crédito especial a la seguridad,
etc.)
Conforme el código derogado, algunos autores admiten la presencia de otros
factores de atribución subjetivos:
65
7.5.9. Eximentes en materia de responsabilidad
objetiva. Remisión
Conforme venimos analizando, el daño cuya reparación se pretende debe estar
fundado en un factor de atribución, sea objetivo o subjetivo. Sin embargo,
pueden existir obstáculos a la configuración de este presupuesto. Aquí
aparecen las llamadas eximentes de responsabilidad civil, que pueden
identificarse como aquellas circunstancias que operan enervando el factor de
atribución y que pueden aminorar o eximir la responsabilidad por daño al
sindicado como responsable. En la unidad 8 analizaremos con detenimiento
cada uno de los supuestos de las eximentes en el caso de la responsabilidad
fundada en un factor objetivo de atribución.
66
La respuesta la otorga el art. 1723: “Responsabilidad objetiva. Cuando de las
circunstancias de la obligación, o de lo convenido por las partes, surge que el
deudor debe obtener un resultado determinado, su responsabilidad es
objetiva”56.
67
se encuentra Osti) advirtieron la relevancia del distingo. Sin embargo, fue
Demogue quien hizo evidente la necesidad de distinguir entre las obligaciones
de medio y de resultados. En efecto, fue el primero en emplear con sentido
definido estas expresiones.
68
corresponderá al deudor la acreditación de la no culpa, es decir de su actuación
diligente.
69
8. Eximentes
8.1. De las eximentes en general
8.1.2. Clasificación
Según el efecto que producen, encontramos eximentes vinculadas con la
antijuridicidad, con el factor de atribución y con la relación de causalidad.
Pasemos a analizar quién carga con la prueba de cada categoría y sus
particularidades.
Así como existe una regla, debemos decir que el legislador estableció las
facultades judiciales como excepción. En efecto, establece el art. 1735 del CCC
que, no obstante la regla expuesta, el juez puede distribuir la carga de la
prueba de la culpa o de haber actuado con la diligencia debida, ponderando
70
cuál de las partes se halla en mejor situación para aportarla. Si el juez lo
considera pertinente, durante el proceso debe comunicar a las partes que
aplicará este criterio, de modo de permitir a los litigantes ofrecer y producir los
elementos de convicción que hagan a su defensa.
Esta regla puede resultar rígida en algunos casos en los que existen dificultades
para el acceso a los medios de prueba o para la presentación de la misma, y es
por eso que se habilita una corrección para mitigar estos efectos. En particular,
con relación a la prueba de la culpa o de haber actuado con la diligencia debida,
el juez puede ponderar cuál de las partes se halla en mejor situación para
aportarla. Existe entonces una regla general legal que adjudica la carga
probatoria a quien invoca el factor de atribución o la eximente.
8.2.1. Definición
Las causas de justificación enervan la antijuridicidad 61 de la conducta
y, bajo ciertas circunstancias, pueden actuar como eximentes de la
responsabilidad (v. g., legítima defensa) o justificar una reparación de
equidad no plena o integral (v. g., estado de necesidad). Entre ellas
encontramos el ejercicio regular de un derecho, el cumplimiento de una
obligación legal, el estado de necesidad, la legítima defensa y el consentimiento
del damnificado.
71
merecido mayor atención –y regulación- por parte del derecho penal. En el art.
34 del Código Penal se encuentra una enumeración de estas causales.
72
Quien voluntariamente se expone a una situación de peligro
para salvar la persona o los bienes de otro tiene derecho, en
caso de resultar dañado, a ser indemnizado por quien creó la
situación de peligro, o por el beneficiado por el acto de
abnegación. En este último caso, la reparación procede
únicamente en la medida del enriquecimiento por él obtenido.64
a) legítima defensa;
b) estado de necesidad;
8.2.2. Clasificación
Ejercicio regular de un derecho
El primer párrafo del artículo 10 del CCC establece que “El ejercicio regular de
un derecho propio o el cumplimiento de una obligación legal no puede
constituir como ilícito ningún acto”66. Idéntico es el texto del art. 1071 del
Código derogado.
Argentina.
66 Art. 10 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
73
consecuencia, en principio, la causación de un daño a un tercero, en esas
circunstancias, no sería indemnizable.
Estado de necesidad
En el inc. “c” del art. 1718 se hace referencia al estado de necesidad que se
configura cuando se causa un mal menor para evitar un mal mayor, según la
clásica definición. El inciso contempla la posibilidad de que el juez conceda una
indemnización de equidad.
74
Respecto de la resarcibilidad del daño causado en estas circunstancias, la
doctrina también se encuentra dividida. La mayoría de los autores consideran
que, si el autor del hecho no generó el peligro, no le corresponde
responsabilidad civil, salvo disposición legal en contrario. Pizarro y Vallespinos,
por el contrario, consideran que la responsabilidad no queda excluida y
propician una interpretación amplia del art. 907 del derogado CC. De tal modo,
los jueces tendrían facultad de otorgar un resarcimiento de equidad teniendo
en cuenta la importancia del patrimonio del autor del hecho, el
enriquecimiento experimentado y la situación del damnificado.
Legítima defensa
Como ya dijimos, la actual norma del CCC la regula expresamente como causa
de justificación y exime de responsabilidad a quien causa un daño:
Argentina.
75
d) El medio utilizado para impedir o rechazar la acción debe ser razonable.
Hay que advertir que, en ciertos casos, la ley autoriza a las personas mayores
de edad a dar el consentimiento en determinadas situaciones. En el sentido
expuesto por ejemplo, tenemos la ley 26529 de derechos del paciente. Esta ley
reguló de manera detallada cuestiones de suma importancia, como el
consentimiento informado del paciente y las relativas a las historias clínicas,
temas cruciales para el análisis de la responsabilidad civil de los profesionales
de la medicina. Conforme lo cual, será de aplicación dicha norma en lo atinente
a la responsabilidad profesional de los médicos.
76
caracterizada por la diferencia estructural de información (generalmente esto
ocurre en los contratos médicos. Por otro lado, este consentimiento no debe
ser fruto de una cláusula abusiva. En el mismo sentido que el apartado anterior,
se trata de una norma protectoria. En los casos de contratación con disparidad
sustancial entre las partes; cuanto mayor sea la desigualdad de facto entre los
sujetos de la relación, menor será la restricción tolerable del derecho
fundamental de la parte "débil" Este requisito deberá interpretarse en
concordancia con los arts. 988, 1117, 1118, 1119, 1120, 1121 y 1122 del nuevo
código, referidos a cláusulas abusivas.
Asunción de riesgo
77
caso, ella pueda calificarse como un hecho del damnificado que
interrumpe total o parcialmente el nexo causal.70
8.2.3. Efectos
Las causas de justificación enervan la antijuridicidad de la conducta
y, bajo ciertas circunstancias, pueden actuar como eximentes de la
responsabilidad (v. g., legítima defensa) o justificar una reparación de equidad
no plena o integral (v. g., estado de necesidad). Las causas de justificación
obstan a la antijuridicidad de la conducta.
78
que obstan el discernimiento (arts. 260 y 261 del CCC), salvo lo dispuesto por el
art. 1750 del CCC.
79
o parcial, del daño sufrido por dolo del deudor o de las personas
por las cuales debe responder.71
80
Un ejemplo son las cláusulas abusivas que menciona la LDC. En
otros casos el abuso del derecho, deberá ser juzgado por las
reglas de este código. El código tiene algunos ejemplos de
cláusulas prohibidas o abusivas que se tienen por no escritas, a
saber: daños por muerte o daños corporales en el transporte de
personas, art. 1292; en el contrato de caja de seguridad, es
inválida la cláusula que exime de responsabilidad al prestador,
pero es válida la de limitación hasta un monto máximo sólo si el
usuario es debidamente informado y el límite no importa una
desnaturalización de las obligaciones del prestador; en el
contrato de hotelería, es inválida la cláusula que limita o excluye
la responsabilidad del hotelero, con excepción de los arts. 1372 y
1373; las cláusulas que limitan la obligación de saneamiento, se
tiene por no convenidas si el enajenante conoció, o debió
conocer el peligro de evicción, o la existencia de vicios o si el
enajenante actúa profesionalmente en la actividad a la que
corresponde la enajenación, a menos que el adquirente también
se desempeñe profesionalmente en esa actividad.
3. Dispensa del dolo y de la culpa de los dependientes La
dispensa anticipada del dolo no es ninguna novedad. Si se
pudiera dispensar el dolo, la obligación se convertiría en
potestativa.
La novedad es que se prohíbe expresamente la dispensa del
dolo del dependiente. La razón no es difícil de entender. Si se
permitiera la dispensa del dependiente, sería muy fácil evadir la
prohibición legal. El patrón contrataría dependientes insolventes
a quienes ordenaría no cumplir. También a contrario sensu debe
interpretarse que la dispensa de la culpa, sea propia o del
dependiente, está permitida, siempre que se cumplan los demás
requisitos.72
81
La necesaria relación causal que debe existir entre la conducta y el daño puede
verse suprimida o aminorada en sus efectos por la presencia de factores
externos. En el primer caso hablamos de interrupción del nexo causal, mientras
que en el segundo nos encontramos frente a una concausa. En el caso de
interrupción del nexo de causalidad, el sindicado como responsable se verá
eximido de responsabilidad civil, ya que él no habrá sido el autor del mismo. En
el supuesto de la concausalidad, ésta aminorará la responsabilidad civil del
sindicado como responsable, ya que el daño no será causado solamente por el
actuar del mismo, sino por la concurrencia de su actuar con otro factor
(concausa). En efecto, la ausencia total o parcial de relación de causalidad
generará la ausencia total o parcial de responsabilidad civil.
Argentina.
75 Art. 1731 – Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
82
8.4.2. El hecho o culpa de la víctima: régimen del Código
Civil de Vélez Sarsfield
La conducta de la víctima puede afectar la responsabilidad del sindicado
como responsable excluyéndola o aminorándola. Esto es así ya que no es
razonable que responda este último cuando el damnificado es autor material
del daño o de parte del mismo.
Los requisitos para que opere esta eximente son los siguientes: a) incidencia
causal; b) el hecho y no la culpa de la victima; c) hecho no imputable al agente.
83
c) Prescindir del requisito de la adecuada, el hecho de la víctima actúa
culpabilidad de la conducta del como nexo causal, desvirtuando el
damnificado es contrario a la evolución presupuesto de autoría total o
del derecho de la responsabilidad civil, parcialmente, según el caso.
que se orienta a proteger a la víctima.
c) El centro de la cuestión debe ser
d) Hay quienes, apegados a la emplazado en la relación de causalidad. Si
interpretación gramatical de la norma, el hecho es de la víctima (sea con culpa o
consideran que, si no hay culpa de la no), no puede atribuírsele a otra persona.
víctima, sí hay responsabilidad civil del
responsable de sus actos (v. g., padre, d) Es buena la intención de proteger a la
tutor o curador). víctima, pero ello no debe implicar atribuir
las consecuencias del daño a quien no es su
e) En estos casos, quienes participan autor.
de esta teoría consideran que hay
liberación del sindicado como
responsable, pero no por culpa por
hecho de la víctima, sino por caso
fortuito
84
hecho no sea imputable al agente. Pero con la actual redacción del art. 1729 se
descarta toda discusión al respecto, pues se alude al hecho del damnificado y
no de su culpa, salvo que la ley o la voluntad de las partes dispongan lo
contrario.
85
interpretada restrictivamente y en todos los casos sería imprescindible
el consentimiento informado y documentado.
86
b) Concurrencia del hecho de la víctima con la culpa probada o
presumida del lesionante. Puede haber supuestos en los cuales el
daño derive de dos causas que actúan concurrentemente: la culpa del
demandado y el hecho propio de la víctima. En estos supuestos se
distribuirán entre ambos las consecuencias dañosas, soportando cada
uno de ellos una carga en función a la incidencia causal que hubieran
aportado a la producción del daño (v. g., cincuenta por ciento cada uno,
treinta por ciento y setenta por ciento, etc.).
87
8.4.4. Hecho de un tercero según el Código Civil y
Comercial
El nexo causal se interrumpe en forma total o parcial cuando se demuestra que
el daño obedece al hecho de un tercero extraño por el cual el agente no
debe responder. En dicho caso, la atribución material del menoscabo se
realiza respecto del tercero.
Conforme la norma, el hecho de tercero constituye una causa ajena por la cual
el agente no debe responder.
El tercero por quien no se debe responder debe ser una persona distinta
del responsable presunto (demandado) y de la víctima. Puede ser una persona
física o jurídica, de carácter público o privado. Sin embargo, no cualquier hecho
de un tercero es apto para eximir al sindicado como responsable. El tercero
debe ser un tercero por el cual no se deba responder. Esto es importante
aclararlo, ya que la ley, en diversos supuestos, impone a una persona responder
por el hecho de un tercero (v. g., responsabilidad por el hecho del
dependiente).
b) Los daños producidor por ciertas personas que, sin llegar a ser
dependientes, tienen contacto con la cosa por voluntad expresa o
presunta del dueño o guardián.
88
e) Aquellas personas por las que legalmente se debe responder (v. g., los
menores de edad respecto de los padres).
89
1. Doctrina que niega toda relevancia frente a la víctima al hecho
concausal de un tercero en la responsabilidad por riesgo creado. La
doctrina mayoritaria considera que el dueño, guardián y el tercero
deberían responder solidariamente frente al damnificado y luego
ejercitar las acciones de regreso. Esta solución surgiría por aplicación
analógica del art. 1109 del CC.
Nación Argentina.
90
sobre la obligación; por consiguiente, la definición del art. 1730 del Código Civil
y Comercial se aplica también a la fuerza mayor.
a) Imprevisible.
b) Inevitable.
c) Actual.
e) Sobrevenido.
91
8.4.6. La imposibilidad de cumplimiento
Los contratos, al igual que las obligaciones que emergen de ellos, nacen para
ser cumplidos. Sin embargo, puede ocurrir que la obligación sea imposible.
92
de cumplimiento, el deudor es responsable en los siguientes
casos:
a) si ha asumido el cumplimiento aunque ocurra un caso
fortuito o una imposibilidad;
b) si de una disposición legal resulta que no se libera por caso
fortuito o por imposibilidad de cumplimiento;
c) si está en mora, a no ser que ésta sea indiferente para la
producción del caso fortuito o de la imposibilidad de
cumplimiento;
d) si el caso fortuito o la imposibilidad de cumplimiento
sobrevienen por su culpa;
e) si el caso fortuito y, en su caso, la imposibilidad de
cumplimiento que de él resulta, constituyen una contingencia
propia del riesgo de la cosa o la actividad;
f) si está obligado a restituir como consecuencia de un hecho
ilícito.83
93
Referencias
Calvo Costa, C. (2015). Daño resarcible. Su concepción a la luz del Código Civil y
Comercial. RCyS. 2015-IV, 81.
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con legislación vigente. Exégesis de los fundamentos de la Comisión Redactores y las
modificaciones del PEN. Buenos Aires: Astrea.
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94
Picasso, S. (2014). La unificación de la responsabilidad contractual y extracontractual
en el Código Civil y Comercial de la Nación. Especial Nuevo Código Civil y Comercial
2014. Noviembre, 151.
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Código Civil. Semanario Jurídico. 2015, no. 1995, p. 341-348.
95