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@jlaplaza®

70 recetas de salsas fáciles

Autor:

Eva Cornejo Coba para El Monstruo de las Recetas.

Diseño y maquetación:

Eva Cornejo Coba para El Monstruo de las Recetas.

Créditos fotográficos:

Eva Cornejo Coba, a excepción de los siguientes:

Guacamole (picante). © JJAVA / Fotolia


Muhammara (picante). © sugar0607 / Fotolia
Tapenade. © M studio / Fotolia
Gribiche. © Monkey Business / Fotolia
Skordalia. © tolism / Fotolia
Romesco (picante). © nito / Fotolia
César. © smuay / Fotolia
Puttanesca. © aliengel / Fotolia
Pesto. © Liv Friis-larsen / Fotolia
Boloñesa. © katrinshine / Fotolia
Amatriciana (picante). © Massimiliano Gallo / Fotolia
Carbonara. © al62 / Fotolia
Vongole (picante). © larcobasso / Fotolia
Arrabbiata (picante). © kwasny221 / Fotolia
Caruso. © Arkady Chubykin / Fotolia
Americana. © Vladimir Voronin / Fotolia
Escabeche. © pedrolieb / Fotolia
Vizcaina. © Comugnero Silvana / Fotolia
Salsa beurre blanc. © graphlight/ Fotolia
Agliata. © blende40 / Fotolia
Ajada o Allada. © Sergio Martínez / Fotolia
Salsa rosa. © Comugnero Silvana / Fotolia
Holandesa. © koss13 / Fotolia
Salsa Belga (picante). © grthirteen / Fotolia
Cazadora. © sil007 / Fotolia
Masala (picante). © fudio / Fotolia
Salsa de arándanos. © JoannaTkaczuk / Fotolia
Gremolata. © ld1976 / Fotolia
Piri-piri (picante). © aetb / Fotolia
Española. © azurita / Fotolia
Salsa de pimienta verde. © Quade / Fotolia
S. Al vino tinto. © seksanwangjaisuk / Fotolia
Salsa roquefort. © Ramon Grosso / Fotolia
S. Rábano picante. © HandmadePictures / Fotolia
Chimichurri (picante). © Brent Hofacker / Fotolia
Salsa Bulgogi (picante). © Lucky Dragon / Fotolia
Velouté. © seiler / Fotolia
All i Oli. © Alexander Demyanenko / Fotolia
Brava (picante). © alejandro dans / Fotolia
Tártara. © Adriana Nikolova / Fotolia
Bechamel. © Marzia Giacobbe / Fotolia
Mornay. © tinadefortunata / Fotolia
Salsa de yogur. © PhotoSG / Fotolia
Guasacaca. © Africa Studio / Fotolia
Harissa (picante). © neillangan / Fotolia
Salsa de chocolate. © cobraphoto / Fotolia
Salsa de café. © amnarj2006 / Fotolia
Sabayón. © Mich ael Gray/ Fotolia
Slump. © Visionsi / Fotolia
Crema inglesa. © Pictures news / Fotolia
Coulis de mango. © ChantalS / Fotolia
Dulce de leche. © beto_chagas / Fotolia

Copyright © 2015 por El Monstruo de las Recetas (Eva Cornejo


Coba).

Reservados todos los derechos. Ninguna parte de este libro


(incluyendo textos e imágenes) puede ser reproducida, almacenada
en un sistema de recuperación o transmitida de cualquier forma o por
cualquier medio, mecánico, electrónico, fotocopia, grabación, o de otra
forma, sin el permiso por escrito del editor, en este caso el mismo que el
autor, Eva Cornejo Coba.
Contenido

Agradecimientos

Para picar

Hummus de garbanzos
Salsiki o Tzatziki
Guacamole (picante)
Mutabal o Baba Ganaouh
Haydari (picante)
Meshwiya (picante)
Muhammara (picante)
Tapenade

Salsas para verduras

Gribiche
Mojo picón (picante)
Skordalia
Romesco (picante)
César
Vinagreta de miel
Vinagreta de mostaza
Vinagreta de fresas
Salsas para pastas

Puttanesca
Pesto
Boloñesa
Amatriciana (picante)
Carbonara
Vongole (picante)
Arrabbiata (picante)
Napolitana
Aurora
Caruso

Salsas para pescados

Americana o Armoricana
Escabeche
Vizcaína
Beurre Blanc
Salsa Verde
Agliata
Ajada o Allada
Salmoriglio
Salsa rosa o cóctel
Holandesa
Salsa belga para mejillones (picante)

Salsas para carnes


Cazadora
Chutney de mango (picante)
Masala (picante)
Salsa de arándanos
Gremolata
Piri-Piri portuguesa (picante)
Española
Salsa de pimienta
Salsa de vino tinto
Salsa Roquefort
Salsa de rábano picante
Chimichurri (picante)
Barbacoa BBQ (picante)
Bulgogi (picante)
Salsa de almendras

Salsas Varias

Mayonesa o Mahonesa
Alioli o Ajo Aceite
Brava (picante)
Tártara
Bechamel
Mornay
Salsa de yogur
Guasacaca
Harissa (picante)
Salsa agridulce china
Velouté
Salsas para postres

Salsa de chocolate
Salsa de café
Sabayón de naranja
Slump de frutos rojos
Crema inglesa
Coulis de mango
Dulce de leche

Anexos

Cómo hacer un fondo o caldo casero


Equivalencias de medidas en la cocina

¿Quién es El Monstruo de las Recetas?


Gracias
Tener un blog de cocina no es una tarea fácil, ya que además de
cocinar y escribir, hay que mantener una parte técnica, atender a las
redes sociales y siempre estar al tanto de la actualidad para seguir
innovando.

El Monstruo de las Recetas comenzó siendo un recetario personal que


tener a mano desde cualquier lugar gracias a internet. Nunca pensé
que fuera a tener el alcance que está teniendo y, mucho menos, que
algún día pudiera escribir un libro.

Por este motivo, me gustaría dar las gracias a todas las personas que,
cada día, me animan a seguir con el blog.

En primer lugar a mi madre y amigos por estar a mi lado siempre


apoyándome.

Y por supuesto, a todos mis seguidores y usuarios que me leen o que


en determinada ocasión han cocinado alguna de mis recetas en su
casa, lo cual, me llena de entusiasmo y motivación para seguir.

¡Muchas gracias a todos!

Eva Cornejo Coba (El Monstruo de las Recetas).


Preparación:
En el caso de que tengamos garbanzos crudos (sin cocer), los
garbanzos se tienen que poner a remojo el día anterior y se cuecen
posteriormente hasta que estén blandos.

Una vez cocidos, los ponemos en la batidora, con aceite de oliva, el


zumo de medio limón, el ajo pelado, comino, pimentón, salpimentamos y
lo batimos todo bien.

Para que no quede excesivamente espeso le podemos incorporar un


poco de caldo de cocer los garbanzos o el líquido que contiene el tarro
donde estaban los garbanzos. Debe quedar bastante espeso, más que
una crema.

Cuando ya lo tengamos, lo servimos en un plato y le ponemos por


encima un chorrito de aceite de oliva y el pimentón, que puede ser
dulce o picante.

Notas / Usos:
* Esta receta puedes encontrarla en mi blog: Hummus de garbanzos.

Se sirve acompañado de pan de pita o también con verduras crudas,


como zanahoria o apio.

La receta original se elabora con tahini (pasta de sésamo), bastaría


con agregarle 2 cucharadas de tahini al batir. Si no encontramos el
tahini, podemos ponerle 2 cucharadas de semillas de sésamo. Yo suelo
hacerlo sin sésamo, tal cual he escrito la receta, ya que el resultado
sigue siendo espectacular.
Preparación:
Pelamos los pepinos y los rallamos. Depositamos la ralladura en un
colador y la dejamos escurrir para extraer el mayor jugo posible.
Cuanto menos jugo contenga el pepino, más espeso nos saldrá el
tzatziki.

Con el diente de ajo tenemos que conseguir una pasta. La forma


tradicional sería machacarlo con un mortero, aunque también podemos
hacerlo de una manera más rápida, aplastándolo con el mango del
cuchillo y luego lo picamos muy fino.

Presionamos la pulpa rallada del pepino antes de retirarla del colador,


para exprimir el jugo que quede.

Ponemos todos los ingredientes en un recipiente, mezclamos e


incorporados unas gotas de zumo de limón si lo vemos conveniente.

Notas / Usos:
* Esta receta puedes encontrarla en mi blog: Tzatziki o Salsiki, salsa
griega de yogur y pepino.

Se trata de una receta muy refrescante para los días de calor. Se sirve
para picar, acompañada de pan árabe o zanahoria cruda, como
entrante o guarnición.

Utilizando un yogur griego natural, obtendrás una salsa más


consistente y cremosa.
Se suele combinar con eneldo, hierbabuena o menta fresca.
Particularmente, me gusta del toque que le aporta el eneldo, pero es
cuestión de gustos.
Preparación:
Pelamos el tomate, retiramos las semillas y lo picamos. Picamos también
la cebolleta y el medio chile.

Abrimos los aguacates por la mitad con la ayuda de un cuchillo,


retiramos los huesos y sacamos la carne.

Colocamos la carne de los aguacates troceada, la cebolleta picada y el


chile en un mortero y machacamos hasta conseguir una pasta.

Pasamos la pasta de aguacate a un recipiente y agregamos los trozos


de tomate, cilantro fresco picado si queremos, una pizca de sal y
mezclamos.

Aliñamos con un chorro de zumo de lima o limón en su defecto.

Notas / Usos:
Podemos servir esta receta mejicana como aperitivo o acompañando
papas asadas, pollo, huevos y tortillas.
Preparación:
Para preparar el Mutabal o Baba Ganaouh, tenemos que cocinar la
berenjena antes de triturarla. Lo podemos hacer de tres formas:
horneándolas durante unos 30 minutos, asándolas en la parrilla, o
bien, podemos cocinarlas en el microondas durante unos 10 o 12
minutos. En cualquiera de los tres casos, lavaremos las berenjenas,
retiraremos los tallos con un cuchillo, las partiremos por la mitad y les
haremos unos cortes paralelos cruzados con el cuchillo en la pulpa,
formando rombos. Estos cortes ayudaran a las berenjenas a cocinarse
mejor y evitarán que se queden crudas en el interior.

Una vez cocinadas, con la ayuda de una cuchara, sacamos la pulpa y


eliminamos la piel. Dejamos enfriar a temperatura ambiente, antes de
seguir con la receta.

En un recipiente para batidora, colocamos las berenjenas, añadimos el


resto de los ingredientes y batimos hasta conseguir una crema
homogénea. Con respecto a los ajos, probaremos primero agregando
sólo un diente de ajo. Si nos gusta con más ajo, añadiremos un diente
más y volvemos a batir.

Servir con un chorrito de aceite de oliva por encima, además del que ya
lleva en la mezcla, después de emplatar.

Notas / Usos:
* Esta receta puedes encontrarla en mi blog: Mutabal o Baba Ganaouh
(puré de berenjenas).
Se trata de una receta procedente de oriente medio, muy similar al
hummus de garbanzos, pero elaborada con berenjena.

Si os es muy difícil conseguir Tahini, también podemos suprimirlo de la


receta y el resultado seguirá siendo bastante bueno.
Notas / Usos:
* Esta receta puedes encontrarla en mi blog: Meshwiya, relish picante.
Receta de Túnez

Con este relish o salsa procedente de Túnez, podemos condimentar


cordero u otras carnes a la parrilla, aunque sobre una tostada como
aperitivo también es estupendo.

Podemos elaborar la pasta harissa nosotros mismos, o bien sustituirla


por guindillas frescas o cayenas, que agregaremos en la sartén junto
al tomate y el pimiento, y posteriormente retiraremos de la salsa. En el
apartado "Salsas Varias" de este libro explico como hacer una
pasta Harissa.
Preparación:
Pelamos y picamos menudos los dientes de ajo. Limpiamos la pimienta
o guindilla de pepitas y la picamos también.

Añadimos los ajos a un mortero y los machacamos hasta que se quede


una pasta en el fondo.

Agregamos las pimientas o guindillas picadas, el comino en grano, el


pimentón y 2 cucharaditas de aceite de oliva. Seguimos machacando
con el mortero hasta que todo quede uniforme.

Incorporamos el vinagre mientras removemos. Seguidamente,


añadimos poco a poco mientras removemos, las 5 cucharaditas de
aceite de oliva restantes.

Llegado a este punto, si observamos que la salsa está muy espesa,


podemos agregar un poco de agua para hacerla más líquida y
suavizarla.

Notas / Usos:
* Esta receta puedes encontrarla en mi blog:

La receta tradicional de mojo picón canario es la que acabo de


explicar, elaborada con mortero. También podemos elaborar la receta
con batidora, triturando los ingredientes por el mismo orden.

Existen también otras versiones donde se le añade pan o pimiento


rojo.
Se usa para acompañar las famosas “ papas arrugás” de Canarias y
también para carnes.
Preparación:
Lavamos las patatas, para quitarles la suciedad que puedan tener y las
ponemos a hervir en una cacerola. Comprobaremos que ya están
tiernas por dentro pinchándolas con un tenedor.

Escurrimos las patatas y las dejamos enfriar un poco. Desechamos la


piel y las partimos en trozos grandes.

Con la ayuda de un tenedor, machacamos las patatas haciéndolas un


puré. Añadimos el vinagre, el aceite y sal al gusto y seguimos
machacando con el tenedor.

Los ajos podemos picarlos muy finos, o bien, machacarlos con un


mortero. Una vez picados o machacados, los añadimos al puré junto a
las almendras molidas y mezclamos bien todo.

Notas / Usos:
Se trata de una salsa griega de un sabor parecido al ali-oli. Se suele
servir junto frituras de pescado, berenjena o calabacín.
verduras asadas, carnes blancas y pescados.
Preparación:
Introducimos todos los ingredientes excepto el aceite en un recipiente
de batidora. Emulsionamos el huevo junto al resto de los ingredientes
batiendo con la batidora, manteniéndola pegada al fondo del
recipiente.

Seguidamente y sin dejar de batir, vamos añadiendo un hilo de aceite


de oliva hasta conseguir una salsa de textura algo más fluida que una
mayonesa.

Notas / Usos:
Comúnmente, esta salsa es usada como aliño de la Ensalada César.
Aunque también podemos usarla en otras ensaladas, bocadillos y
patatas asadas.

Los ingredientes de una Ensalada César son: Lechuga romana, trozos


de pan tostado, queso parmesano e incluso unos trozos de pollo
cocinado.

El inventor de esta ensalada fue César Cardini, dándole el nombre a la


receta.
q
ingredientes en un recipiente en mezclar con una cucharilla.

Podemos hacer más cantidad si queremos siempre que sea en la misma


proporción.

Notas / Usos:
Podemos aplicarla en ensaladas, productos lácteos o verduras asadas.
El vinagre puede ser de vino blanco, tinto o balsámico.
q , g g
ingredientes en un recipiente y mezclamos con la ayuda de una
cucharilla.

Notas / Usos:
Combina muy bien con ensaladas, verduras asadas y pasta fría.
Retiramos los tallos de las fresas y las troceamos. Colocamos las fresas
en un cazo con 2 cucharadas de agua y el azúcar. Salteamos a fuego
lento hasta que las fresas comiencen a estar blandas, unos 5 minutos.

Pasamos las fresas salteadas al recipiente de la batidora junto al resto


de ingredientes de la vinagreta. Batimos hasta obtener una salsa
uniforme más bien líquida.

Dejamos enfriar antes de utilizar.

Notas / Usos:
Podemos usarla en ensaladas, verduras a la plancha o como
acompañamiento de quesos.
Preparación:
Trituramos con la batidora la albahaca, los dientes de ajo pelados y los
piñones hasta conseguir una pasta.

Añadimos la mitad del aceite batimos para dar cremosidad. Luego,


vamos agregando el resto del aceite en forma de hilo mientras batimos.

Agregamos el queso, lo mezclamos con la ayuda de una cuchara y


salamos al gusto.

Incorporamos la salsa a la pasta cocida y servimos.

Notas / Usos:
Salsa originaria de la Luguria (Italia). La palabra "pesto" viene del
genovés "pestare" que significa machacar con un mortero.
Tradicionalmente esta salsa se hace con la ayuda de un mortero,
aunque con la batidora también podemos conseguir buenos
resultados.

Gramos de pasta por persona: 100 gr.


Preparación:
Picamos la cebolla, la zanahoria y el apio en cubos pequeños.

En una cacerola grande, añadimos aceite de oliva hasta cubrir el fondo


y calentamos a fuego medio. Agregamos la cebolla y la dejamos pochar
unos 5 minutos. Incorporamos entonces el apio y la zanahoria,
seguimos cocinando a fuego medio con tapadera.

Cuando las verduras estén casi tiernas, añadimos la carne picada.


Removemos hasta que la carne cambie de color por completo. Vertemos
el vino tinto, removemos y seguimos cocinando sin tapadera hasta que
el vino se haya evaporado.

Incorporamos el tomate triturado junto a una pizca de sal y pimienta


molida. Podemos también agregar una cucharadita de azúcar para
corregir la acidez del tomate. Dejamos cocinar un mínimo de 30
minutos, sin tapadera y removiendo de vez en cuando.

Notas / Usos:
Muy popular en las comarcas cercanas a Bolonia (Italia). Allí es
conocida por "ragù" como deformación del francés "ragoût".

Además de su uso como salsa para pastas o como relleno de lasañas y


canelones, también suele acompañarse para servir polentas y ñoquis.

Gramos de pasta por persona: 100 gr.


Preparación:
Pelamos los tomates, retiramos las semillas y los cortamos en cubos
pequeños. Cortamos en cubos también la panceta. Retiramos las
semillas de la guindilla y la troceamos.

Calentamos una sartén con un poco de aceite de oliva a fuego medio.


Doramos la panceta en la sartén y añadimos la guindilla junto al vino
blanco.

Cuando el vino se haya evaporado, agregamos el tomate y


salpimentamos al gusto. Podemos también añadir una cucharadita de
azúcar para corregir la acidez del tomate. Cocinamos 20 minutos.

Incorporamos la pasta ya cocina en la sartén, mezclamos con la salsa y


añadimos el queso rallado.

Notas / Usos:
El nombre de esta salsa italiana deriva de una pequeña ciudad
llamada Amatrice. Tradicionalmente se sirve únicamente acompañando
los espaguetis, aunque podemos aplicarla en otras pastas.

Gramos de pasta por persona: 100 gr.


Troceamos la panceta en cubos pequeños o como más nos guste.

Calentamos una sartén con un poco de aceite de oliva y añadimos la


panceta troceada. Removemos mientras cocinamos hasta que esté
dorada y la reservamos para más tarde.

En un recipiente añadimos las 4 yemas de huevo y un huevo entero.


Batimos, agregamos el queso rallado y seguimos batiendo hasta
integrar. Si la salsa queda muy espera, podemos incorporar unas
cucharadas de agua caliente de donde hayamos cocido la pasta.
Añadimos una pizca de pimienta molida, incorporamos la panceta que
teníamos reservada y mezclamos. Podemos poner también una pizca
de sal, aunque con cuidado, ya que la panceta es bastante salada.

Mezclamos enseguida con la pasta cocida que prefiramos y servimos.

Notas / Usos:
La pasta a la carbonara es originaria Roma (Italia). Por lo general se
sirve con espaguetis, aunque también podemos cocinar esta salsa con
otras pastas.

Gramos de pasta por persona: 100 gr.


Preparación:
Antes de comenzar a cocinar, podremos las almejas en remojo para
que suelten la arena unas horas, cambiándoles el agua un par de
veces.

Picamos el ajo y troceamos la guindilla, retirando las semillas.

Vertemos aceite en una sartén hasta cubrir el fondo y la ponemos a


calentar a fuego medio. Añadimos el ajo picado junto a la guindilla y
cocinamos hasta que el se dore un poco. Agregamos las almejas bien
escurridas, el vino blanco, un poco de perejil fresco picado y una pizca
de sal. Cocinamos a fuego vivo hasta que se abran todas las almejas.

La salsa ya estría lista, sólo nos queda mezclarla con la pasta ya


cocida. Generalmente se acompaña de espaguetis.

Notas / Usos:
La receta original sería esta, típica de Nápoles ( talia), aunque también
existen versiones con tomate. Bastaría añadir un tomate maduro
troceado antes de agregar las almejas y el vino a la sartén,
cocinándolo unos 10 minutos.

Gramos de pasta por persona: 100 gr.


Preparación:
Pelamos y picamos los dientes de ajo. Retiramos las semillas de los
chiles y los picamos también. Pelamos los tomates, los picamos y
picamos el perejil.

Calentamos una sartén con el aceite de oliva a fuego medio. Añadimos


el ajo junto a los chiles picados y salteamos durante 1 minuto.

Agregamos los tomates picados y cocinamos unos 15 minutos.

Añadimos perejil picado o albahaca en la salsa y podemos poner una


pizca de sal si lo vemos conveniente. Por último, añadimos la pasta,
mezclamos y servimos.

Notas / Usos:
Gramos de pasta por persona: 100 gr.
Preparación:
Calentamos una sartén a fuego lento con un par de cucharadas de
aceite y vertemos el tomate natural triturado con una pizca de sal.
Cocinamos unos 15 minutos hasta conseguir una salsa de tomate frito.

Lo siguiente es preparar una bechamel. Derretimos la mantequilla a


fuego lento en una sartén. Añadimos la harina, la doramos ligeramente
y vamos añadiendo la leche templada poco a poco y sin dejar de
remover. Salpimentamos y agregamos una pizca de nuez moscada.

Incorporamos el tomate frito anteriormente en la salsa bechamel y


mezclamos a fuego lento. Nuestra salsa aurora ya está lista.

Notas / Usos:
Esta salsa francesa es una derivación de la bechamel. Le otorgaron su
nombre debido a que su color recuerda a los tonos anaranjados
anteriores a la salida del sol. Además su uso en pastas cocidas y al
horno, también es muy apropiada en pescados y carnes hervidas. Se
consume siempre caliente, ya que cuando se enfría tiende a cuajarse
muy rápido.

Gramos de pasta por persona: 100 gr.


Preparación:
Lavamos y laminamos los champiñones y troceamos el jamón cocido.

Calentamos las cucharadas de aceite o derretimos la mantequilla en


una sartén a fuego suave. Agregamos los champiñones y cocinamos
hasta que estén dorados.

Incorporamos la harina en la sartén y removemos durante 5 minutos.


Agregamos la leche, la crema de leche y el extracto de carne.
Seguimos removiendo mientras cocinamos hasta que la salsa se
espese y tome una consistencia cremosa.

Finalmente, añadimos el jamón troceado y el queso rallado.


Removemos unos minutos más y lista para servirla con la pasta que más
nos guste.

Notas / Usos:
Los usos más comunes de esta salsa de origen urugayo son para
acompañar pastas rellenas, ñoquis y tallarines

Gramos de pasta por persona: 100 gr.


Si hacemos salsa de este modo, al finalizar tenemos que triturarlo todo
y colarlo para evitar que la salsa contenga algún resto de pescado.

Podemos usarla en casi cualquier plato de pescado o marisco.


Preparación:
Podemos picar los dientes de ajo o usarlos enteros, con la cáscara y un
poco aplastados con el mango del cuchillo para que suelten su sabor.

En una cacerola o sartén calentamos a fuego lento el aceite de oliva


con los ajos. Cuando los ajos comiencen a dorarse, añadimos el laurel
y el pimentón dulce. Removemos unos segundos y agregamos el
vinagre y el vino blancos. Dejamos cocer unos 20 minutos a fuego
lento.

Por otro lado cocinaremos el pescado o carne que deseemos y lo


herviremos junto al escabeche unos minutos en una cacerola. También
podemos cubrir con el escabeche directamente el pescado o la carne
(todos los elementos deberán estar calientes).

Dejamos enfriar a temperatura de ambiente antes de consumir o


conservar en la nevera.

Notas / Usos:
Los escabeches son una forma muy práctica de dar sabor y a la vez
conservar pescados. No sólo nos servirá para condimentar pescados
azules y mariscos, si no que también podemos escabechar carnes de
caza.

Bien cerradas, las conservas en escabeche pueden aguantar meses


en buen estado en el frigorífico.
Preparación:
Antes de comenzar, tenemos que hidratar los pimientos choriceros.
Para ello, los dejaremos en remojo durante 1 hora en abundante agua
templada. Posteriormente, los cortamos por la mitad, retiramos las
semillas y los tallos, sacamos la carne con la ayuda de una cuchara y
desechamos la piel.

Cortamos las cebollas en juliana y laminamos los ajos. Tostamos las


rebanadas de pan y los desmigamos para usarlo más tarde.

Ponemos un poco de aceite de oliva en un cacerola, calentamos a


fuego medio y añadimos los ajos. Damos unas vueltas y agregamos la
cebolla. Cocinamos a fuego lento con tapadera hasta que la cebolla
esté tierna.

Incorporamos a la cacerola la carne de los pimientos choriceros y un


vaso de agua. Cocemos 15 minutos y añadimos el pan tostado en los
últimos minutos. Si el pan absorbe demasiado líquido, podemos añadir
un poco más de agua para corregirlo.

Tan sólo nos queda machacar los ingredientes de la salsa con la


ayuda de un mortero y pasarla por un colador.

Notas / Usos:
Es la salsa que tradicionalmente acompaña el bacalao a la vizcaína,
aunque además de pescados, podemos utilizarla en carnes o
verduras.
Preparación:
Picamos la cebolla muy finalmente y la introducimos en una cacerola
junto al vino blanco y el vinagre. Cocemos hasta que el líquido haya
reducido casi por completo, quedando sólo unas cucharadas.

Bajamos el fuego al mínimo y vamos agregando la mantequilla poco a


poco con una cuchara, mientras batimos con unas varillas para
emulsinar la mantiquilla, hasta conseguir una salsa suave, ligera y de
un color pálido.

Retiramos del fuego, salpimentamos al gusto y condimentamos con


algunas hiervas aromáticas si queremos, como estragón, perifollo o
eneldo. Servir inmediatamente para consumirla caliente.

Notas / Usos:
Es una salsa clásica francesa, de origen en la Bretaña. Se trata de una
salsa suave, similar a la holandesa, que podemos utilizar para
acompañar mariscos, pescados al vapor, pescados a la plancha y
verduras.

Del mismo modo, podemos hacer una salsa Beurre Rouge,


sustituyendo el vinagre y el vino blancos por tintos.
Preparación:
Pelamos y cortamos muy pequeño los ajos y la cebolla. Ponemos el
aceite de oliva en una cacerola y calentamos a fuego lento. Añadimos
los ajos y la cebolla que habíamos picado y cocinamos hasta que se
vuelvan tiernos.

Incorporamos la harina y cocinamos un minuto sin dejar de remover.

Agregamos el vino blanco y vertemos en la cacerola el caldo de


pescado o el agua poco a poco, previamente templado (un rato corto
en el microondas será suficiente). Añadimos una pizca de sal al gusto
junto al perejil, damos unas vueltas y dejaremos espesar un poco antes
de incorporar el pescado que queramos.

Notas / Usos:
* Esta receta puedes encontrarla en mi blog, acompañando a unos
filetes de merluza: Merluza en salsa verde.

Es una salsa muy popular en la cocina vasca. Podemos cocinar en ella


multitud de pescados y mariscos.
Preparación:
Prensamos los dientes de ajo pelados con ña ayuda de un mortero,
cascamos y troceamos las nueces y tostamos ligeramente el pan.

Colocamos el pan tostado hecho trozos en un plato hondo y vertemos


el caldo de ave hasta que el pan se empape.

Colocamos el pan en el recipiente de la batidora junto al resto de los


ingredientes, excepto el aceite y trituramos todo con la batidora. Vamos
añadiendo el aceite en forma de hilo fino mientras seguimos batiendo y
listo.

Notas / Usos:
Es una salsa típica de Bosa ( talia). Podemos usarla tanto en pescados
como en pastas.
Calentamos el aceite en una sartén y doramos los ajos laminados en el
aceite caliente.

Retiramos la sartén del fuego y esperamos que se enfríe un poco el


aceite. Agredamos el pimentón dulce, mezclamos y dejamos reposar
para que el pimentón se vaya hacia el fondo.

Notas / Usos:
Esta salsa es muy popular en Galicia, ideal para saltear pescado
cocido y verduras.

También puede hacerse con miga de pan y un poco de vinagre, o bien,


con el ajo crudo machacado en vez de cocinado, mezclandolo con el
aceite caliente, el pimentón y un poco de vinagre.
Preparación:
Prensamos el diente de ajo pelado con un mortero hasta conseguir
una pasta.

Añadimos el diente de ajo prensado a un bol, junto al zumo de limón, el


orégano, el perejil y salpimentamos al gusto.

Batimos con una varillas durante 1 minuto y vamos agregando el aceite


de oliva en forma de hilo fino mientras seguimos batiendo.

Notas / Usos:
Se trata de una salsa de origen siciliano. La podemos utilizar para
acompañar carnes a la parrilla, pescados y mariscos.
Si queremos usar mayonesa hecha en casa, para unos 200 gr. de
mayonesa necesitamos, un huevo y 200 ml. de aceite de oliva. En el
apartado "Salsas Varias", explico como hacer una Mayonesa casera.

El procedimiento para la salsa rosa es muy sencillo, mezclamos todos


los ingredientes junto a la mayonesa y enfriamos en el frigorífico antes
de servir.

Notas / Usos:
Los usos más comunes son para acompañar mariscos, huevos y
bocadillos.
Separamos las yemas de las claras de los huevos y las batimos.
Derretimos la mantequilla y esperemos a que se temple para poder
usarla.

Añadimos las yemas batidas al recipiente de la batidora e


incorporamos la sal, la pimienta y el zumo de limón. Batimos un poco
primero y vamos incorporando un hilo de mantequilla derretida,
mientras seguimos batiendo, hasta verterla por completo. Batimos
medio minuto más y listo.

El resultado es una salsa de textura espumosa, más líquida que una


mayonesa.

Notas / Usos:
A pesar de su nombre, es de origen francés, tratándose de una de las
salsas madre de la cocina francesa. Se trata de una salsa muy delicada
por contener yemas de huevo crudo y se recomienda consumir lo más
inmediato posible. No refrigerar y mantenerla templada hasta servir.

Podemos utilizarla como acompañamiento de pescados, mariscos y


carnes. Los famosos Huevos Benedict están cubiertos por esta salsa.
Preparación:
Picamos las cebolletas muy finas y picamos el perejil.

Derretimos la mantequilla en una sartén a fuego suave y agregamos la


cebolleta picada junto a la pimienta cayena. Rehogamos hasta que la
cebolleta este blanda.

Añadimos la nata líquida, el perejil y salamos al gusto. Cocinamos 3


minutos más y la salsa belga estará lista.

Sólo nos faltaría añadir los mejillones a la sartén y cocinarlos en la


salsa hasta que se abran.

Notas / Usos:
Está salsa es muy común acompañarla de mejillones, aunque también
se puede utilizar con otros moluscos marinos o pescados en general.
Si nos sobra salsa, podemos guardarla en un frasco de cristal y
conservarla en la nevera durante bastante tiempo. Esta salsa puede
aguantar meses en la nevera y sin necesidad de envasarla al vacío.
También podemos doblar las cantidades para tenerla en conserva,
para cuando queramos usarla.
,
pollo, cerdo o verduras.
Preparación:
En un cazo añadimos todos los ingredientes excepto la ralladura de
naranja. Colocamos el caso en el fuego y hervimos a fuego medio
hasta que los arándanos se deshagan, unos 10 minutos.

Retiramos del fuego, agregamos la ralladura de naranja y dejamos


enfriar.

Notas / Usos:
Tradicionalmente es usada para condimentar el pavo asado, aunque
también podemos utilizarla con cualquier otra carne de ave.
Picamos el perejil y el diente de ajo muy menudos y rallamos la piel de
los 2 limones, ya que usaremos la piel rallada.

Colocamos todos los ingredientes en un recipiente. Los machacamos


con un mortero para que los ingredientes suelten su jugo y se liguen.

Notas / Usos:
La gremolata es una salsa o aderezo procedente de talia, ideal para
carnes rojas, aunque también podemos aplicarla en pescados y carne
de ave. 3 cucharadas por plato serán suficientes.
Preparación:
Lavamos y cortamos las verduras en trozos pequeños.

En una cacerola, calentamos el aceite de oliva a fuego lento y


añadimos las verduras. Cocinamos con tapadera hasta que estén
tiernas. Mientras tanto, calentamos el caldo de carne por otro lado.

Retiramos la tapa y agregamos la harina. Removemos y cocinamos


hasta que la harina adquiera un color tostado. Vamos incorporando en
caldo de carne caliente poco a poco mientras removemos.

Una vez incorporado todo el caldo, añadimos una pizca de sal y


seguimos cocinando hasta que la salsa adquiera un cierto espesor.

Notas / Usos:
Es una salsa madre que proviene de la cocina francesa, ideal para
todo tipos de carnes.
Preparación:
Machacamos los granos de pimienta en un mortero y picamos muy finos
los dientes de ajo y la cebolla.

Calentamos el aceite de oliva en una sartén a fuego lento y agregamos


la cebolla. Cuando esté un poco dorada, agregamos el ajo y
cocinamos un minuto más.

Incorporamos los granos de pimienta, la nata líquida, el perejil y un


poco de sal. Cocinamos un par de minutos más y listo. Si queremos una
salsa fina y suave, podemos triturar la salsa con la batidora una vez
cocinada.

Notas / Usos:
Es una salsa que nos puede servir para acompañar todo tipo de
carnes, asadas, fritas, a la plancha, etc.

Podemos sustituir el aceite de oliva por los jugos de la carne que


hayamos cocinado, frita o asada.
Calentamos el aceite en una cacerola a fuego lento. Añadimos la
harina y cocinamos durante un minuto, sin dejar de remover para evitar
que se formen grumos.

Incorporamos el vino a la cacerola y subimos un poco el fuego.


Seguimos cocinando sin dejar de remover hasta que la mezcla espese
y el alcohol se haya evaporado. Para saberlo, probaremos la salsa
para comprobar que el sabor a alcohol se ha reducido.

Añadimos el caldo, templado mejor, poco a poco mientras removemos y


dejamos que la salsa espese antes de retirarla del fuego
definitivamente. El resultado final es una salsa cremosa, no muy
espesa.

Salpimentamos la salsa inmediatamente después de retirarla del fuego.

Notas / Usos:
Podemos sustituir el aceite de oliva por los jugos de una bandeja de
carne asada.

Podemos añadir especias en la salsa junto a la sal y la pimienta. El ajo,


el pimentón y el romero combinan muy bien con esta salsa.

Con una salsa de vino tinto daremos sabor a cualquier plato de carne,
incluso verduras.
Calentamos el aceite de oliva en una sartén a fuego lento. Agregamos
el queso roquefort troceado y lo fundimos mientras removemos.

Añadimos la leche evaporada, mezclamos y cocinamos hasta que los


ingredientes queden bien integrados. Pondremos un pizca de nuez
moscada para finalizar.

Dependiendo del espesor que queramos, podemos cocinar más o


menos tiempo la salsa. También podemos incorporar un poco de caldo
de ave si queremos que tenga una consistencia más líquida.

Notas / Usos:
He usado leche evaporada por su bajo contenido en grasa, ya que el
roquefort es un queso bastante graso, aunque también podemos usar
nata líquida para cocinar.

La salsa roquefort es usada en su mayoría para carnes, pero también


podemos utilizarla como acompañamiento para algunos pescados,
como el salmón, y pastas.
Pelamos el rábano picante y lo rallamos hasta conseguir unas 4
cucharadas de rábano tallado.

Colocamos el rábano en un cuenco junto al vinagre y el azúcar.


Mezclamos bien hasta que el azúcar se disuelva.

Incorporamos la nata y una pizca de sal. Batimos con una varillas o una
batidora eléctrica hasta que la salsa adopte una textura cremosa.
Podemos corregir de sabor añadiendo un poco más de rábano rallado
si la mezcla nos parece poco intensa.

Reposaremos la salsa 2 horas en la nevera antes de servir.

Notas / Usos:
La salsa de rábano picante o Horseradish es ideal para acompañar
carnes asadas, verduras o pescados fritos o al horno.
Preparación:
Retiramos el tallo y las semillas pimiento picante y aplastamos los ajos
previamente. Picamos muy finamente el perejil, el orégano, los dientes
de ajo, los cebollinos y el pimiento picante.

Mezclamos todos los ingredientes en un recipiente y nuestra salsa


chimichurri estará lista.

Notas / Usos:
Es un aderezo típico en Argentina, Paraguay y Uruguay. Es usado
generalmente en carnes a la brasa, asadas o también para marinar
pescados y aves.

Podemos conservarlo en el frigorífico, pero es aconsejable consumirlo


antes de un par de días.
Existen otras versiones para hacer salsa barbacoa casera, elaboradas
con salsa de tomate frito y salsa worcestershire. Sin embargo, he
optado por ésta, sin salsa worcestershire, obteniendo un sabor muy
acertado y enriquecido con el sabor de las especias.
Preparación:
En una sartén con un poco de aceite tostamos las almendras, el pan y
los ajos pelados y chafados.

Introducimos los ajos, las almendras y el pan fritos, en un recipiente


para batidora e incorporamos un vaso de caldo de carne (o agua).
Dejamos que el pan empape un poco de caldo y trituramos con la
batidora.

Seguidamente, vertemos el contenido del recipiente de la batidora en


una cacerola y añadimos el resto del caldo, el vino blanco, el azafrán o
colorante, sal y pimienta. Cocinamos a fuego lento hasta que la salsa
se espese.

Notas / Usos:
* Esta receta puedes encontrarla en mi blog, acompañando a unas
albóndigas: Albóndigas en salsa de almendras.
Añadimos el huevo cascado a temperatura de ambiente en el
recipiente de la batidora.

Introducimos la batidora apagada en el recipiente y la llevamos al


fondo. Activamos la batidora y batimos un poco sin moverla.
Incorporamos el aceite, poco a poco para que no se corte, mientras
seguimos batiendo. Cuando hayamos vertido todo el aceite,
agregamos una pizca de sal, el zumo de limón y mezclamos bien.

Notas / Variantes:
Es de usos variados. Podemos acompañar con una mayonesa carnes,
pescados, mariscos, hortalizas, patatas fritas, bocadillos, etc.

Es importante que todos los ingredientes estén a la misma temperatura


para evitar que la mayonesa se corte. Si quieres saber más al respecto,
échale un vistazo a las técnicas de cocina para evitar y arreglar una
mayonesa cortada que se encuentran en mi blog.
Pelamos y abrimos los dientes de ajo y retiramos los centros, para que
no repita.

Ponemos los dientes de ajo en el mortero junto a una pizca de sal y


unas gotas de zumo de limón. Machacamos con el mortero hasta
conseguir una pasta.

Sólo nos queda incorporar el aceite muy poco a poco y con paciencia:
Vertemos un hilo de aceite y ligamos con la ayuda del mortero.
Volvemos a agregar un poco más aceite y volvemos a ligar, repitiendo el
procedimiento hasta completar todo el aceite.

Notas / Usos:
El alioli es una receta catalana que se ha extendido por toda la costa
mediterránea española. Su nombre en catalán es "all-i-oli", que
significa "ajo y aceite".

Es una salsa muy flexible ya que combina con multitud de platos, como
pescados, carnes, patatas fritas, hortalizas, bocadillos, arroces, etc.
Preparación:
Si queremos usar mayonesa hecha en casa, para unos 200 gr. de
mayonesa necesitamos, un huevo y 200 ml. de aceite de oliva. En este
mismo apartado de "Salsas Varias", explico como hacer
una mayonesa casera.

Picamos muy fino la cebolla, los pepinillos, las alcaparras y las hojas de
perejil fresco.

Colocamos la mayonesa en un recipiente, añadimos todos los


ingredientes y mezclamos bien.

Dejamos reposar en la nevara 1 hora como mínimo, para que los


ingredientes se integren.

Notas / Usos:
El nombre de esta salsa tiene su origen en las tribus tártaras de
Mongolia, aunque el término "tártaro" vienes del francés que significa
"crudo".

Podemos también agregar aceitunas y/o rábano. Los usos son muy
variados, pudiéndola aplicar en carnes, pescados, mariscos,
bocadillos, ensaladas, etc.
Antes de comenzar, calentaremos un poco la leche para utilizarla
templada.

Derretimos la mantequilla en una sartén a fuego lento o calentamos el


aceite. Añadimos la harina y cocinamos sin dejar de remover hasta que
la harina tome un color rubio.

Añadimos la mitad de una taza de la leche templada y removemos hasta


que se espese un poco. Seguiremos vertiendo las mismas cantidades
de leche cada vez que observemos que la salsa se espesa, hasta
terminarla. Es importante que no dejemos de remover ni un momento
hasta que la bechamel esté lista. Removeremos suave y
constantemente para evitar la formación de grumos.

Notas / Usos:
Es una salsa madre que proviene de la cocina francesa.

La podemos utilizar en gratinados de pasta, croquetas, verduras,


huevos o para enriquecer algunos platos de sopas y cremas.
Dependiendo del uso que le demos, la cocinaremos más espesa o más
líquida. Si la queremos más espesa, sencillamente hay que añadirle
más harina. Esta receta de bechamel es ideal para pasta y gratinados.
Justo en la receta anterior explico como preparar una bechamel. La
cantidad de bechamel resultante de la receta anterior es la perfecta
para las cantidades que doy en esta.

Por separado, batimos las yemas de los huevos con la nata en un bol.
Una vez lista la bechamel, incorporamos el contenido del bol a la
sartén y cocinamos 1 minuto sin dejar de remover.

Retiramos la sartén del fuego e incorporamos el queso rallado, que


puede ser emmenthal, gruyére, cheddar, gorgonzola, parmesano...
incluso se podrían mezclar.

Notas / Usos:
Los usos de esta salsa son muy similares a la salsa bechamel.
Preparación:
Troceamos el ajo y picamos el perejil fresco.

Añadimos todos los ingredientes al recipiente de la batidora junto a


una pizca de sal y pimienta molida. Batimos hasta conseguir una salsa
de consistencia intermedia, ni muy espesa ni muy líquida. Si la
queremos más espesa y cremosa, podemos sustituir el yogur por un
yogur griego natural.

Notas / Usos:
Podemos servirla como acompañamiento de diferentes platos. Combina
muy bien con ensaladas, verduras, falafel, kebab, cordero, etc.
Preparación:
Ponemos en una cacerola el vinagre, el azúcar, la salsa de soja y el
ketchup. Mezclamos bien y calentamos a fuego medio.

Disolvemos el almidón de maíz o maizena en el agua templada y


agregamos la mezcla a la cacerola junto al resto.

Cocinamos hasta se espese la salsa, sin dejar de remover para evitar


que se formen grumos.

Cuando la salsa esté lista, la retiramos del fuego y dejamos que se


enfríe antes de consumir.

Notas / Usos:
Es todo un clásico en los restaurantes de cocina oriental, ideal para
acompañar rollitos de primavera, carnes, pescados, arroz, verduras,
etc.

* Esta receta puedes encontrarla en mi blog: Salsa agridulce china.


En una cacerola derretimos la mantequilla a fuego lento.
Añadimos la harina y la tostamos ligeramente, tiene que
quedarnos de un color rubio.

Agregamos la mitad del caldo poco a poco a la cacerola


mientras removemos y seguiremos removiendo hasta que
espese. Incorporamos lo que nos queda de caldo en dos veces,
poco a poco y sin dejar de remover. Ponemos sal al gusto y
cocinamos 10 minutos.

Notas / Usos:
Podemos usar el caldo de cualquier sabor. Es una salsa que
nos va a servir tanto para pescados, carnes o verduras,
dependiendo del caldo que hayamos elegido utilizar.

Podemos añadir más harina si queremos un resultado más


espeso. Se puede sustituir esta salsa por una bechamel en
alguna receta, para aquellos que sean alérgicos o intolerantes a
la lactosa.

Esta salsa de origen francés y es una salsa madre, es decir,


podemos incorpar otros ingredientes para hacer infinidad de
variantes.
Partimos el chocolate en trozos pequeños con la ayuda de un cuchillo.

Ponemos a calentar el agua y el azúcar en una cacerola a fuego lento.


Removemos y cocemos hasta que el azúcar se haya disuelto. Subimos
un poco el fuego y lo hacemos hervir durante 1 minuto.

Retiramos la cacerola del fuego y reposamos el sirope durante 1


minuto. Añadimos el chocolate a la cacerola y mezclamos bien. Cuando
el chocolate comience a fundirse, agregamos la mantequilla y seguimos
removiendo con frecuencia.

El resultado final es una salsa de chocolate suave y brillante. Si se han


quedado algunos trozos de chocolate sin fundir, colocaremos la
cacerola nuevamente a fuego lento. Tendremos cuidado de no
sobrecalentar el chocolate en exceso ya que podría adquirir una
textura terrosa.

Notas / Usos:
Es una salsa ideal para helados, profiteroles, postres de chocolate y
peras escalfadas.

Es recomendable usar un chocolate negro de un 70% de cacao como


mínimo.
Calentamos el agua y el azúcar en una cacerola a fuego lento.
Removemos hasta que el azúcar se haya disuelto.

Subimos el fuego para que el agua con azúcar rompa a hervir.


Seguidamente, bajamos el fuego y agregamos los granos de café y el
zumo de limón. Hervimos a fuego suave durante 5 minutos.

Retiramos la cacerola del fuego y dejamos reposar la salsa 5 minutos.


Ayudándonos de una cuchara o espumadera, retiramos los granos de
café y la servimos fría o caliente.

Notas / Usos:
Es una salsa muy apropiada para servirla junto a helados y tartas,
vertiéndola por encima o alrededor.
En un cuenco grande de vidrio que sea resistente al calor, ponemos el
zumo de naranja y añadimos el resto de los ingredientes.

Por otro lado, hervimos un poco de agua en una cacerola que sea
profunda. Colocamos el cuenco de vidrio sobre la cacerola,
asegurándonos que el cuenco no toque el agua hirviendo del fondo
de la cacerola.

Con los ingredientes al baño maría, batimos con unas varillas o con
una batidora eléctrica durante 5 minutos aproximadamente. El
resultado final es una salsa ligera y espumosa. Sabremos que está lista
cuando la batidora deje un hilo fino al levantarla de la mezcla.

Podemos usarla tanto fría como caliente. Si la vamos a servir caliente,


retiramos del fuego y servimos inmediatamente. En caso de servirla fría,
tendremos que seguir batiendo tras retirarla del fuego varios minutos
más hasta que se temple y dejarla reposar unos 10 minutos más.

Notas / Usos:
Es fantástica para acompañar pasteles, tartas, frutas, bizcochos o
servida como un postre en vasos con galletas.

Como licor con sabor a naranja podemos usar Cointreau, Grand


Marnier u otros que nos gusten. Si queremos hacer el sabayón más
cremoso, agregaremos 150 ml. de nata ligeramente montada.
Limpiamos los frutos rojos y retiramos los tallos.

Colocamos las frutas en una cacerola junto al azúcar y un poco de


agua. Cocinamos a fuego lento 5 minutos sin dejar de remover hasta
que la fruta se vuelva blanda.

Retiramos del fuego y servimos caliente acompañando al postre que


hayamos elegido.

Notas / Usos:
Ideal para yogures, helados, bizcochos y crepes calientes.

Se le puede añadir un chorrito de licor de naranja o nata para


enriquecer aún más su sabor.
Cortamos la vaina de vainilla a lo largo y la ponemos junto a la leche y
la nata a calentar a fuego lento en una cacerola. Cuando las leche
rompa a hervir, retiramos la cacerola del fuego y dejamos reposar 15
minutos. Abrimos la vaina de vainilla, raspamos la carne del interior con
un cuchillo y la mezclamos en la cacerola.

Batimos las yemas de huevo con el azúcar en un bol grande con unas
varillas hasta que se espesen y tomen un color más pálido. Añadimos
las yemas batidas a la cacerola y cocemos a fuego medio unos 5 o 10
minutos, removiendo con constancia.

La salsa estará lista cuando forme una capa fina y espumosa en el


dorso de la cuchara con la que estamos removiendo. En ese momento,
retiraremos del fuego y serviremos caliente.

Notas / Usos:
Podemos utilizarla en postres calientes y pasteles de frutas.

Si queremos hacer una crema inglesa de otro sabor, bastará con


sustituir la vaina de vainilla por el ingrediente que queramos
(chocolate, café...).
Pelamos y hacemos trozos pequeños el mango.

Ponemos el agua, el zumo de limón y el azúcar en una cacerola y


calentamos a fuego lento hasta que el azúcar se haya disuelto.

Incorporamos el mango en la cacerola y cocemos a fuego lento hasta


que el mango este bastante blando.

Retiramos del fuego y dejamos enfriar la mezcla. Una vez fría, la


pasamos por un colador chino para conseguir una salsa homogénea.

Notas / Usos:
El coulis de mango es genial para acompañar postres de chocolate por
el contraste de sabores.
Colocamos un paño de cocina doblado en el fondo de la olla.
Retiramos la etiqueta de la lata e introducimos la lata cerrada en la olla
de pie sobre el paño. Vertemos agua en la olla hasta asegurarnos de
que la lata quede cubierta por completo.

Llevamos el agua a ebullición y hervimos con tapadera. Una vez cocida


le leche condensada, pasamos la lata a otra olla o recipiente con agua
fría y la dejamos templar antes de abrir.

Estos son los tiempos de cocción dependiendo de la densidad y el uso


que queramos dar al dulce de leche:

Para una textura ligera dejaremos cocer la lata en el agua 1 hora.


Ideal para servirlo con yogur o ensaladas de frutas.

Para una textura de densidad media dejaremos cocer la lata en el


agua 2 horas. En este caso podemos usar el dulce de leche para untar
pan, crepes, o lo que queramos.

Para una textura densa dejaremos cocer la lata en el agua 3 horas.


Perfecta para utilizarla en relleno de postres, como galletas u otros
dulces.
Cómo hacer un fondo o caldo casero
En algunas de las recetas de este libro, sobre todo en las salsas que
proceden de la cocina francesa, se hace uso de un roux (harina +
mantequilla o aceite) sumado a un componente líquido, como puede
ser un caldo o leche en el caso de la bechamel.

De este modo se elaboran muchas salsas básicas en la cocina,


pudiendo crear otras más complejas a partir de la primera. Por este
motivo, me gustaría explicar cómo hacer un caldo o fondo casero, por si
queremos prepararlos nosotros mismos, ya que es muy frecuente
emplearlos en las composiciones de este tipo de salsas.

En algunos casos la cocción del caldo puede llevar horas, por lo tanto
es recomendable preparar grandes cantidades de caldo para
congelarlo posteriormente. Así siempre tendremos a mano nuestro
caldo casero siempre que queramos usarlo. En el frigorífico tienen una
vida de 2-3 días y en el congelador de 2-3 meses.

Existen 3 tipos de caldos fundamentales: el caldo de pescado o fumet,


el fondo blanco (caldo de ave) y el fondo oscuro (caldo de carne), los
cuales describo a continuación.

Caldo de pescado o fumet


Ingredientes por cada 5 litros de agua:

» 1 kilo de espinas. Por lo general se usan de pescado blanco,


aunque si queremos un sabor de un pescado concreto para una
receta, usaremos los restos de ese pescado o marisco.
» 300 gr. de hortalizas troceadas. Por ejemplo, zanahorias,
puerros, apio y cebolla.
» Condimentos. Por ejemplo, pimienta en grano, laurel, perejil y
eneldo en rama.

» También vamos a necesitar una cacerola grande y alta, tipo


marmita.

Preparación:

Colocamos la cacerola en el fuego con todos los ingredientes dentro.


Conforme empiece a calentarse el agua observaremos que se va a
formar una espuma en la superficie. Esta espuma hay que ir retirándola
conforme vaya apareciendo con la ayuda de una espumadera, ya que
podría estropearnos el resultado final.

Cuando rompa a hervir, cocemos 30 minutos y apagamos el fuego.

Sólo nos queda clarificar el fumet. Lo haremos vertiendo el caldo a


través de un paño de algodón colocado sobre un colador, para evitar
que ningún resto se cuele en el resultado final.

Fondo blanco
Ingredientes por cada 5 litros de agua:

» 1 kilo de huesos troceados de carne de ave, por lo general pollo


o pavo.
» 300 gr. de hortalizas troceadas. Por ejemplo, zanahorias,
puerros, apio y cebolla.
» Condimentos. Por ejemplo, pimienta en grano, laurel, perejil en
rama, tomillo, romero y albahaca.
» También vamos a necesitar una cacerola grande y alta, tipo
marmita.

Preparación:

Al igual que en el caldo de pescado, ponemos todos los ingredientes


directamente dentro de la cacerola y los calentamos en el fuego. Vamos
retirando toda la espuma que se vaya formando en la superficie con la
ayuda de una espumadera y esperamos a que rompa a hervir.

El tiempo de cocción esta vez es de 2 horas aproximadamente. Una vez


pasado este tiempo, dejamos templar el caldo y lo clarificamos.
Colocamos un paño fino de algodón sobre un colador y vertemos el
caldo, eliminando así cualquier impureza que pueda contener nuestro
fondo blanco.

Fondo oscuro
Ingredientes por cada 5 litros de agua:

» 1 kilo de huesos troceados de carne de ternera o cordero,


dependiendo de qué caldo queramos hacer.
» 600 gr. de hortalizas troceadas. Por ejemplo, zanahorias,
puerros, apio, cebolla y tomates.
» Condimentos. Por ejemplo, pimienta en grano, laurel, perejil en
rama, tomillo, romero y albahaca.
» 1/2 litro de vino tinto.

» También vamos a necesitar una cacerola grande y alta, tipo


marmita.
Preparación:

La elaboración de este caldo es más larga y nos llevará a realizar


algunos pasos más que en los anteriores.

En primer lugar, colocaremos los huesos junto a las hortalizas


troceadas en pedazos grandes, en una bandeja metálica para horno.
Usaremos sólo la mitad de las hortalizas (300 gr.), la otra mitad nos las
reservamos para rejuvenecer el caldo posteriormente. Horneamos
hasta que todo quede bien tostado. El tiempo variará según la cantidad
de ingredientes.

Introducimos los huesos y las hortalizas tostadas en la cacerola con al


agua y la colocamos al fuego. Colocamos también al fuego la bandeja
metálica donde habíamos asado los huesos y añadimos el vino tinto.
Rascaremos la bandeja con una espátula de vez en cuando, para que
la grasa pegada se desprenda y se mezcle con el vino. Dejamos
cocinar el vino hasta que se reduzca a la mitad y lo agregamos a la
cacerola donde se encuentran los huesos.

Iremos quitando la espuma que pueda formarse en la superficie y


dejamos cocer el fondo unas 9 horas. También añadiremos agua de
vez en cuando. Transcurrido ese tiempo, agregaremos los 300 gr.
restantes de hortalizas que nos habíamos reservado acompañadas de
los condimentos y cocemos una hora más.

Como paso final, sólo nos queda filtrar el caldo de la misma forma que
los anteriores, a través de un colador con un paño fino de algodón
colocado por encima.
Equivalencias de medidas en la cocina

Ingredientes líquidos (equivalencias en ml.):


1 taza - 250 ml.
1 vaso de agua - 200 ml.
1 taza de té o café - 150 ml.
1 tazón de cereales - 350 ml. o 500 ml.
1 vaso de vino - 100 ml.
1 copa de licor - 40 - 50 ml.
1 cuchara - 15 ml.
1 cucharilla - 5 ml.

Ingredientes secos (equivalencias taza - cuchara -


cucharilla):
1 taza - 16 cucharas - 48 cucharillas
2/3 taza - 10 cucharas - 32 cucharillas
1/3 taza - 5 cucharas - 16 cucharillas

Equivalencia de tazas a gramos (ingredientes):


1 taza de pan rallado - 125 gr.
1 taza de queso rallado -125 gr.
1 taza de cuscús - 200 gr.
1 taza de sémola - 170 gr.
1 taza de arroz crudo - 220 gr.
1 taza de arroz cocido - 175 gr.
1 taza de harina común, azúcar glasé o nevazucar - 110 gr.
1 taza de harina de repostería - 95 gr.
1 taza de maizena - 110 gr.
1 taza de azúcar granulada blanca - 225 gr.
1 taza de azúcar moreno o moscabada - 200 gr.
1 taza de miel o melaza - 340 gr.
1 taza de mantequilla o margarina - 225 gr.
1 taza de cacao en polvo - 125 gr.
1 taza de copos de avena - 105 gr.
1 taza de almendras enteras - 155 gr.
1 taza de almendras laminadas o fileteadas - 80 gr.
1 taza de almendras picadas o troceadas - 200 gr.
1 taza de almendras en polvo - 115gr.
1 taza de avellanas enteras- 130 gr.
1 taza de cacahuetes - 150 gr.
1 taza de nueces troceadas - 100 gr.
1 taza de nueces molida - 80 gr.
1 taza de coco en copos o escamas - 75 gr.
1 taza de coco rallado - 100 gr.
1 taza de sal - 225 gr.
1 taza de aceite - 224 gr.
1 taza de sirope - 322 gr.
1 taza de leche - 245 gr.
1 taza de leche condensada - 306 gr.
1 taza de yogur - 245 gr.
1 taza de pasas - 68 gr.
1 taza de agua - 236 gr.
1 taza de agua hirviendo - 210 gr.
1 taza de vino - 150 gr.

Temperatura (equivalencia grados Centígrados a


Fahrenheit):
250 Cº - 482 Fº
225 Cº - 437 Fº
220 Cº - 428 Fº
215 Cº - 419 Fº
210 Cº - 410 Fº
200 Cº - 392 Fº
190 Cº - 374 Fº
180 Cº - 356 Fº
170 Cº - 338 Fº
165 Cº - 329 Fº
160 Cº - 320 Fº
150 Cº - 302 Fº
140 Cº - 284 Fº
130 Cº - 266 Fº

Onzas, libras, kilos y gramos:


1 Libra - 453,6 gramos.
1 Onza - 38,35 gramos.
1 Pinta - 16 Onzas - 450 / 480 gramos.
1 kilo - 2 2 libras.
1 libra - 16 onzas.
1 gramo - 0.0353 onzas.
siempre intento cocinar de todo un poco, para tener un recetario más
completo.

Otro de los propósitos de haber creado este blog, es animar a las


personas que piensan que la cocina es algo difícil, ya que es un
concepto erróneo. Yo nunca estudié hostelería, tengo una cocina
normal y dos manos como cualquiera. Existen muchísimas recetas muy
sencillas y saludables, así que comer bien es sinónimo de fácil.

De momento, soy la única encargada de sacar El Monstruo de las


Recetas adelante. Gestiono las redes sociales, escribo los contenidos
del blog, realizo las fotografías y por supuesto, he creado y mantengo
el diseño del blog y el SEO.

También adoro la fotografía, y aunque he de confesar que no soy una


experta, disfruto mucho con ella y el hecho de tener que fotografiar
comida para el blog, ha sido todo un reto para mi, que me ha ayudado
a mejorar y aprender.

Espero que disfrutes tanto como yo de mis recetas. Si has quedado


satisfecho, puedes seguirme en:

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