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madera

La madera, debido a su disponibilidad, su coste relativamente bajo, su facilidad de uso


y su durabilidad, si se la mantiene adecuadamente, continúa siendo un material impor-
tante en el campo de la ingeniería civil. La madera se utiliza ampliamente en edificios,
puentes, obras públicas, suelos, techos, armazones y soportales. En las aplicaciones de ingeniería
civil se emplea la madera natural y productos de madera manufacturados, como tableros de
madera laminada, contrachapados y tableros de aglomerado. Para poder usar la madera de forma
eficiente, es importante conocer sus propiedades básicas y sus limitaciones.

La madera es un producto natural y renovable que se obtiene de los árboles. Desde el


punto de vista biológico, un árbol es una planta leñosa capaz de alcanzar una altura de al
menos 6 m (20 pies), que normalmente tiene un único tronco autosoportado, carece de
ramas en los 1,5 m (4 pies) situados por encima del suelo y tiene una copa bien definida.
Los árboles se clasifican como endógenos o exógenos, según su tipo de crecimiento.
Los árboles endógenos, como el bambú, crecen con fibras entrelazadas. La madera de
este tipo de árbol no suele utilizarse en aplicaciones de ingeniería dentro del mundo oc-
cidental. Los árboles exógenos, por su parte, crecen desde el centro hacia afuera me-
diante la adición de capas concéntricas de madera alrededor del núcleo central.
Los árboles se clasifican en sentido amplio en caducifolios y coniferas. En general,
la madera de conifera es más blanda, menos densa y más fácil de cortar que la de los árboles
caducifolios o frondosos. Sin embargo, existen excepciones como la madera de
balsa, una madera enormemente blanda y ligera.

Generalmente, los árboles caducifolios pierden sus hojas al final de cada estación de
crecimiento. En Estados Unidos, la producción comercial de madera de frondosas provie-
ne de 40 especies de árboles distintas. La madera de frondosas suele emplearse para mue-
bles y revestimientos decorativos, debido al agradable patrón de sus vetas. El coste de las
frondosas limita sus aplicaciones en el terreno de la construcción.
Las coniferas, también denominadas perennes, tienen hojas ahusadas y normalmen-
te no las pierden al final de la estación de crecimiento. Las coniferas crecen de manera
continua a través de la copa, lo que da lugar a un tronco uniforme y a unas característi-
cas homogéneas (Panshin y De Zeeuw, 1980). La producción de la madera de coniferas
en Estados Unidos procede de unas 20 especies individuales de coniferas, y su madera
se emplea ampliamente en el campo de la construcción. Las coniferas crecen en grandes
bosques, lo que permite obtener la madera de forma económica. Maduran rápidamente,
lo que las convierte en un recurso renovable. La Tabla 10.1 muestra ejemplos de espe-
cies de coniferas y frondosas de Estados Unidos (USDA-FS, 1999).

Estructura de la madera
La madera tiene una estructura distintiva que afecta a su uso como material de cons-
trucción. Los ingenieros civiles y de la construcción deben comprender la forma en que
crece el árbol y la naturaleza anisotrópica de la madera, con el fin de poder diseñar y
construir adecuadamente estructuras de madera.

Anillos de crecimiento
Las capas concéntricas del tronco de los árboles exógenos se denominan anillos anua-
les, como se muestra en la Figura 10.3a. La madera producida en una estación de cre-
cimiento forma un único anillo de crecimiento. Cada anillo anual está compuesto de
madera temprana, que se produce por el rápido crecimiento experimentado durante la
primavera, y de madera tardía, que corresponde al crecimiento que tiene lugar duran-
te el verano. La madera tardía está compuesta por células densas, oscuras y de paredes
gruesas, produciendo así una estructura más fuerte que la de la madera temprana,
como se muestra en la Figura 10.3b. Las partes predominantes del tronco del árbol in-
cluyen la corteza, el cambium, la madera y la médula, como se ilustra en la Figura
10.4. La corteza es la cubierta exterior del árbol y tiene una capa externa y otra inter-
na. La capa externa está muerta y tiene un aspecto suberoso, así como una gran varia-
bilidad de espesor, dependiendo de la especie y de la edad del árbol. La capa interna
de la corteza es la capa de crecimiento de la misma, pero no forma parte de la madera
del árbol. El cambium es una fina capa de células situada entre la madera y la corteza
y es ahí donde tiene lugar todo el crecimiento de la madera.
La sección de la madera del árbol está compuesta por la albura y el duramen. La al-
bura funciona como almacén para los almidones y como conducto para el transporte de
la savia. Generalmente, las especies con un crecimiento más rápido tienen una albura
más gruesa. En su estado natural, la albura no resiste mucho cuando se la expone a con-
diciones que favorecen la descomposición. El duramen no es una parte viva del árbol.
Está compuesto por células que se han visto alteradas física y químicamente por depó-
sitos minerales. El duramen proporciona la resistencia estructural del árbol. Puesto que
el duramen no contiene savia, resiste de manera natural a la descomposición.
La médula es el núcleo central del árbol. Su tamaño varía en las distintas especies,
pudiéndose ser prácticamente indistinguible o tener un gran tamaño y ser perfecta-
mente aparente. El color va de negro a blanquecino, dependiendo de la especie de árbol
y de la región en la que se halle. La estructura de la médula puede ser sólida, porosa,
con cámaras o hueca.

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