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1. Introducción
Se ha considerado de interés preparar este artículo, el mismo que da una visión general de la
situación actual en que se encuentra a nivel mundial la problemática relacionada con el
fenómeno de estallidos de rocas. La toma de conocimiento de todos los aspectos que se
presentan, será de importancia para los ingenieros que se encuentran frente a este nuevo reto que
plantea la ejecución de excavaciones rocosas subterráneas, particularmente asociadas a las
operaciones mineras. Las experiencias habidas y las prácticas desarrolladas como producto de
las nuevas concepciones que se vienen introduciendo en la ingeniería minera moderna deben ser
aprovechadas, adecuándolas a nuestro medio, solo así podremos llevar operaciones mineras con
bases de mayor racionalidad.
2. Consideraciones previas
Antes de tratar los diferentes aspectos asociados a los estallidos de rocas, es necesario
considerar brevemente algunos de los procesos mecánicos que ocurren cuando la roca es
excavada durante el minado subterráneo. Antes del minado, el material a ser excavado ejerce un
conjunto de fuerzas de sostenimiento natural a la roca circundante y cuando se produce la
excavación se eliminan estas fuerzas de sostenimiento, es decir, el proceso de minado es
estáticamente equivalente a la introducción de un conjunto de fuerzas sobre las superficies de la
excavación, igual en magnitud pero en sentido opuesto a aquellas que actuaban originalmente.
La acción de estas fuerzas inducidas por el minado imponen perturbaciones mecánicas en el
medio rocoso: ocurren desplazamientos en la roca circundante, hacia el vacío minado; se
producen nuevos estados de esfuerzos y desplazamientos en las áreas remanentes de mineral, los
pilares y en otras excavaciones adyacentes, como consecuencia de los esfuerzos inducidos por el
minado y del estado inicial de esfuerzos en la masa rocosa; y finalmente, las fuerzas
superficiales inducidas actúan produciendo desplazamientos superficiales inducidos, lo cual
resulta en un incremento de la energía de deformación de la masa rocosa, esta energía de
deformación es almacenada localmente en las zonas donde hay un aumento de la concentración
de esfuerzos.
Los procesos de minado van generando una estructura rocosa, que consta de vacíos y de
elementos de sostenimiento naturales y/o artificiales, esta estructura rocosa va evolucionando
conforme avanza la explotación de la mina, la cual debe ser guiada por un diseño apropiado del
esquema y secuencia de minado para minimizar las perturbaciones mecánicas del medio rocoso.
El objetivo final en el diseño de una estructura minera será controlar los desplazamientos de la
roca dentro y alrededor de las excavaciones rocosas. Los desplazamientos elásticos alrededor
de excavaciones rocosas son típicamente pequeños; los desplazamientos importantes desde el
punto de vista de sus consecuencias en la práctica de la ingeniería involucran procesos como el
fracturamiento de la roca intacta, los deslizamientos a través de discontinuidades estructurales
como fallas geológicas, la deflección excesiva de las rocas del techo y del piso, o la falla
inestable en el sistema, este último proceso es expresado físicamente como una liberación súbita
de la energía potencial almacenada y cambios significativos en la configuración del equilibrio
de la estructura minera. Estos modos potenciales de respuesta de la masa rocosa a las
actividades de minado, definen algunos de los componentes de la metodología que intenta
proveer una base para el diseño geomecánico de una excavación rocosa.
(*) Ing. de Minas, Consultor Geomecánico, Prof. FIGMM – UNI y EAP de Ingenieros de Minas de la UNMSM
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El término estallidos de roca ha sido usado de un modo general para describir la falla de la roca,
variando esta en magnitud desde la expulsión de pequeños fragmentos de roca de la superficie
de pilares o paredes de las excavaciones mineras hasta el colapso súbito de áreas que cubren
varios cientos de metros medidos a lo largo del rumbo de las vetas, por varios cientos de metros
en profundidad. El efecto sísmico producido por este fenómeno cubre un amplio rango, el
movimiento de la masa rocosa producido por un pequeño estallido es solo detectable con equipo
micro-sísmico, mientras que la disturbancia sísmica que puede producir un gran estallido puede
ser registrado con sismogramas a cientos de kilómetros. Un ejemplo de este último caso fue el
estallido de roca ocurrido el 27 de Noviembre de 1962 en Glen Oreshoot (Kolar-India), que
dañó un área aproximada de la mina de 450 m en profundidad y 300 m en rumbo de la veta. Así
mismo causó daños a las edificaciones situadas en superficie en un radio de 2-3 Km y el evento
sísmico fue registrado en una estación sismográfica situada a 760 Km de distancia (1.5)* (*
Fuente de información).
Los estallidos de rocas que se experimentan más frecuentemente y que causan los mayores
problemas de ingeniería ocurren en los tajeos, produciéndose roturas de unos cientos de kilos a
varios miles de toneladas o más de roca con violencia explosiva. Los estallidos más pequeños
ocurren en aberturas de dimensiones limitadas tales como túneles, galerías o piques, mientras
que los estallidos mas grandes ocurren en áreas extensivamente minadas. Adicionalmente,
ocurren estallidos en zonas no trabajadas o abandonadas de una mina. Si bien los estallidos en
áreas remotas no crean peligro al personal y equipos, sin embargo ellos pueden afectar la
estabilidad general de la estructura de la mina.
En Witwatersrand
Los estallidos de rocas fueron inicialmente observados desde el cambio del Siglo XIX al siglo
XX. Con el incremento de la escala de minado y la profundización de las minas en décadas
subsecuentes (actualmente las profundidades varían desde 1000 m hasta mas de 3000 m) el
peligro de los estallidos progresivamente ha sido mayor, lo cual obligó al gobierno de Sudáfrica
a conformar comités de investigación en la materia hasta en 3 oportunidades (1915, 1924 y
1964). Hasta finales de la década de 1940 los ingenieros mineros que operaban las minas
usaron su ingenio para combatir este problema, utilizando la aproximación ingenieril
tradicional: observación, experiencia y razonamiento, seguido por la práctica de prueba y error.
Esta etapa corresponde a un primer período de los esfuerzos realizados para combatir los
estallidos de rocas; se llegó a comprender aquí que los intentos puramente prácticos para
resolver el problema de los estallidos de rocas fueron inadecuados.
Llegó entonces a ser evidente que era necesario revisar investigaciones científicas para obtener
un entendimiento tanto cualitativo como cuantitativo del problema, iniciándose así el segundo
periodo de la lucha contra los estallidos de rocas. Luego en Sudáfrica, hace casi 50 años se
inició un programa de investigaciones a cargo del Consejo para la Investigación Científica e
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Industrial (CSIR) de dicho país, con el propósito específico de realizar trabajos tendientes a la
solución del problema de estallidos.
Si bien es cierto que ha habido considerables progresos, pero aún no se ha hallado una solución
completa y los esfuerzos muestran que aún no hay signos de abatimiento completo. Todos estos
años de investigación nos indican que el programa desarrollado es único en su género en la
relativamente breve historia de la mecánica de rocas.
La fase moderna de la minería se inició en 1880 y los problemas del control del terreno y
estallidos de rocas asociados con roca dura, han estado presentes en esta zona desde los
principios del siglo XX. Ellos han ocurrido a diferentes profundidades y bajo diferentes
condiciones de minado.
Los problemas llegaron a ser serios cuando se alcanzaron mayores profundidades (hasta más de
3200 m), causando pérdidas de vidas humanas, daños y pérdidas de piques, accesos de personal,
excavaciones de transporte, instalaciones de bombeo, de ventilación, etc. Asimismo valiosas
reservas de mineral se perdieron para siempre. Al igual que en Sudáfrica, el gobierno de la
India conformó comités especiales en 1926 y 1955 para estudiar el problema. Recién desde
1955 se iniciaron investigaciones sistemáticas; hasta 1972 tuvieron la colaboración de la
Universidad de Newcastle (Inglaterra). De todas estas investigaciones realizadas en los últimos
años, ha sido posible obtener información útil sobre los diferentes aspectos que caracterizan a
los estallidos, lo cual ha ayudado a adoptar medidas de alivio a los problemas causados por los
mismos.
En Canadá
El primer estallido ocurrió en 1932 en las minas Lake Shore y Wright Hargreaves que
alcanzaron las profundidades mayores (hasta 2600 m debajo de la superficie). Las
profundidades promedio de las minas de esta área varían desde 750 hasta 2000 m
aproximadamente. Con el progreso del minado de esta área, los estallidos de roca crecieron
significativamente, lo cual indujo a que técnicos canadienses visitaran en 1942 los campos
auríferos de Kolar (India), a fin de recibir entrenamiento en este problema para enfrentar los
suyos. Desde esa época continúan hasta hoy las investigaciones sobre la materia; como
producto de las mismas se han adoptado medidas para el alivio de los riesgos de estallidos de
rocas.
En Zambia-Zaire
La frecuencia y magnitud de los estallidos de roca, han creado problemas especiales en algunas
situaciones de minado metalífero en roca dura. Los estallidos de roca sin embargo no son
problemas únicos en roca dura, algunas operaciones mineras de carbón han experimentado
también problemas de estallidos de roca, siendo en ciertos casos este fenómeno de mayor
complejidad que el experimentado en roca dura. Al respecto se han llevado a cabo
investigaciones detalladas sobre la materia en países como Inglaterra, Checoslovaquia,
Alemania Federal, Rusia y otros.
Esta mina tiene actualmente 1300 m de profundidad y la roca es competente. Las primeras
noticias sobre la ocurrencia de estallidos se remontan a la segunda mitad de la década del 70’.
Entre finales de la década del 80’ y principios de la década del 90’ hubo aumento en la
frecuencia y severidad de la ocurrencia de estallidos. Las áreas críticas fueron las ubicada entre
los Nvs. 1200 y 1500 y entre los Nvs. 2300 y 3000, principalmente en las excavaciones
asociadas a las Vetas M, N, O, P y 256P, en las cuales se utilizó mayormente el método de
minado shrinkage. No obstante que los estallidos fueron relativamente pequeños, comparados
con los que ocurren en Sudáfrica por ejemplo, sin embargo causó varios accidentes fatales y
daños a la infraestructura de la mina, lo cual obligó a realizar investigaciones de mecánica de
rocas para su prevención y control. En la actualidad ha disminuido notoriamente tanto la
frecuencia como la severidad de ocurrencia de estallidos
Mediante una evaluación de los programas de investigación efectuados durante los pasados 50,
años en los diferentes países señalados y en base al trabajo de Salamon (1.2), se puede separar
en cuatro fases los esfuerzos que se vienen realizando en la lucha contra los estallidos de rocas:
Según se puede deducir de la información que se tiene disponible sobre los problemas de
estallidos de rocas, este fenómeno ha sido hasta el momento uno de los temas más ampliamente
estudiados e investigados, pero solucionado parcialmente. Ha sido de gran utilidad en estos
estudios e investigaciones la aplicación de los principios de la ingeniería mecánica y un
conocimiento del comportamiento mecánico de la roca, lo cual constituye la disciplina de
“mecánica de rocas”. La historia de la lucha por combatir los riesgos de los estallidos de rocas
ha demostrado que la mecánica de rocas no solamente puede ser de uso práctico, sino que es una
herramienta esencial para la moderna ingeniería minera, consecuentemente, sus principios y
técnicas deben ser del dominio de los profesionales dedicados a la ingeniería minera.
Durante esta fase se desarrollan procedimientos prácticos para implementar los hallazgos de la
etapa inicial. Esencialmente hay dos aproximaciones para el manejo del problema: la
aproximación “estratégica” y la aproximación “táctica”. El objetivo de la primera, es disminuir
la probabilidad de encontrar situaciones propensas a los estallidos durante el minado, y de la
segunda, es asegurar que los efectos destructivos de los estallidos sean minimizados.
Esta fase esta en actual progreso y será vigorosa en los años futuros. Ha habido grandes
problemas para introducir en la mentalidad del personal de las minas la aplicación de los nuevos
principios y medidas de control de la estabilidad en general. Una de las primeras tareas al
respecto es la comunicación y entrenamiento del personal de los diferentes niveles de la
empresa minera, a través de la organización de eventos de capacitación para que puedan adquirir
estos nuevos conceptos en la operación de la mina. Los progresos habidos hasta el momento
han sido gratificantes como se podrá apreciar más adelante.
Si queremos adoptar decisiones efectivas, con una base informada, para prevenir, controlar o
predecir los estallidos de rocas, es necesario entender el origen de este fenómeno, recurriendo a
modelos teóricos y trabajos experimentales concernientes al mecanismo de su ocurrencia.
Una explicación del origen de los estallidos de rocas, es que ellos son liberaciones inestables de
energía potencial de la roca circundante a las excavaciones. Otra explicación es que los cambios
producidos por el minado simplemente activan eventos sísmicos que se derivan principalmente
de la energía de deformación producida por las diferencias geológicas en el estado de esfuerzos.
Es decir, al llegar a un cierto valor la energía acumulada en la roca (la cual rebasa la resistencia
de la misma), esta produce el fenómeno del estallido. Se sabe que esta energía acumulada es
directamente proporcional a los esfuerzos e inversamente proporcional al módulo de elasticidad
de la roca.
Intentamos en adelante dar una explicación cualitativa de esta materia, en base a los extensos
trabajos que han desarrollado básicamente M.D.G. Salamon (1.2), N.G.W. Cook (1.1.) y E.T.
Brown (2.4).
Investigaciones más recientes han hecho que sea convincente la proposición de que no hay
diferencias fundamentales entre los sismos naturales y los eventos sísmicos relacionados al
minado. Hace dos décadas que ha quedado establecido que los ambientes sísmicos son debidos
a las concentraciones de esfuerzos inducidos por el minado y que las fuerzas tectónicas juegan
un rol fundamental, ya que en este medio, en muchas instancias, el minado actúa como un
mecanismo activador de eventos sísmicos.
La base física de los estallidos de rocas ha sido definida por Cook como “la rotura o falla
incontrolada de la roca asociada con una liberación violenta de energía”, los cuales causan
daños a las labores subterráneas y por inferencia al personal y/o equipos. En este contexto y
relacionado a los eventos sísmicos, los estallidos de roca constituyen un subconjunto de un
rango amplio de eventos sísmicos que pueden ocurrir dentro del macizo rocoso como
consecuencia de las actividades de minado. El minado da lugar a una actividad sísmica, que
varía desde eventos microsísmicos, tan pequeños como 10-5J (Joules), a temblores tan grandes
como 109J. Para propósitos del problema que abordamos, una ocurrencia violenta o súbita que
irradia una cantidad de energía cinética no menor de 104J, sería considerada como un evento
sísmico que podrá causar daños a las labores mineras. Los estallidos de rocas se incrementan
con la magnitud de la energía liberada.
Una región de una masa rocosa puede estar al borde del equilibrio inestable por las siguientes
causas: presencia de una discontinuidad geológica pre-existente; los esfuerzos cambiantes que
conducen a la falla súbita de un volumen de roca; y, cuando algún sistema de soporte natural y/o
artificial se aproxima al estado en el cual su colapso inestable es inminente. Algunos esfuerzos
inducidos deben afectar la región en cuestión y la magnitud de estos cambios de esfuerzos,
aunque pequeños, deben ser lo suficientes para activar la inestabilidad. Los cambios de
esfuerzos súbitos de amplitud medible, deben tener lugar en el emplazamiento de la
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De lo señalado precedentemente, los estallidos de rocas por definición son aquellos eventos
sísmicos que ponen en riesgo la integridad física de los hombres y/o dañan las labores y/o
equipos mineros.
En este contexto, los siguientes factores juegan un rol principal en determinar si un evento
sísmico llegará o no a ser estallido:
Es más probable que un evento sísmico tenga efectos dañinos si su contenido de energía es más
alto y si éste ocurre cerca a una abertura minera. Es más dificultoso cuantificar la influencia de
los estados de esfuerzos, de la calidad de la roca y la efectividad del sostenimiento. Por otro
lado, si el estado de esfuerzos es favorable, si la roca circundante presenta condiciones
favorables y si el sostenimiento es adecuado, es menos probable que el evento sísmico tenga
efectos nocivos y que se registre como un estallido.
La mitigación de los riesgos asociados con los estallidos de rocas puede lograrse, buscando:
Algunas de estas acciones listadas son más importantes que otras. Los sistemas de sostenimiento
adecuados ayudan a sobrellevar el problema, independiente de cualquier otra acción que podría
llevarse simultáneamente, para lo cual es necesario establecer ciertos criterios básicos. Estos
criterios obviamente están directamente influenciados por el control de la “concentración de
esfuerzos” alrededor de las excavaciones.
Aquellos tiempos fueron exitantes en el desarrollo de la minería, desde que fue la primera
ocasión en la historia que existió evidencia de que el comportamiento de la masa rocosa, en una
región geológica particular, se podía predecir cuantitativamente. Actualmente se siguen
desarrollando herramientas y métodos de cálculo con la ayuda de programas de cómputo, los
cuales vienen dando resultados exitosos en la mitigación de los riesgos de estallidos de rocas.
Todos estos métodos están basados en la hipótesis de que la sismicidad de una región disminuye
si se reduce la magnitud de la tasa real de liberación de energía. Las consecuencias prácticas de
esta hipótesis afortunadamente concuerdan con aquella que recomienda mantener tan bajo como
sea posible la concentración de esfuerzos. En buena cuenta, se puede controlar la liberación de
energía controlando la concentración de esfuerzos.
Antes de tratar sobre las medidas de prevención de los riesgos de estallidos de rocas, es
necesario establecer como resultado de los diferentes aspectos señalados precedentemente, los
posibles factores que influyen en la ocurrencia de este fenómeno. Debemos advertir sin
embargo, que estos factores no pueden generalizarse, cada caso particular tiene sus propias
peculiaridades, donde cada factor tiene un diferente grado de influencia o significancia en la
frecuencia y severidad de los estallidos de rocas.
Según esta concepción claramente podemos agrupar los factores que influyen en la ocurrencia
de los estallidos en 2 partes:
- El medio geológico.
- Las propiedades de comportamiento mecánico de ese medio geológico; y,
- El campo de esfuerzos original.
La forma en que se han agrupado estos factores concuerda perfectamente con la metodología
que se suele utilizar actualmente en el diseño o dimensionamiento geomecánico de
excavaciones o estructuras rocosas, el cual considera los tres tipos de modelos: el geológico, el
geomecánico y el matemático (5). En el modelo geológico se trata de definir o caracterizar el
medio rocoso lo más fielmente posible. El modelo geomecánico permite cuantificar los
diferentes parámetros del comportamiento mecánico del medio rocoso. El modelo matemático
brinda las herramientas necesarias para integrar toda la información disponible de los dos
modelos anteriores, a fin de obtener una visión de los modos posibles de comportamiento o
respuesta del medio rocoso involucrado en un problema particular.
En primer lugar nos referiremos al material rocoso. Generalmente están asociados con la
ocurrencia de estallidos, rocas que cualitativamente son descritas como duras, fuertes y frágiles.
La fragilidad y otras características relacionadas a los estallidos de rocas pueden ser más
cercanamente identificadas con la petromineralogía. Las rocas ígneas y metamórficas son
generalmente más propensas a los estallidos que las sedimentarias. En términos de composición
mineral, las rocas más silíceas y aquellas que contienen otros minerales duros son más
propensas a los estallidos, mientras que por ejemplo los carbonatos y otros minerales sueltos no
lo son. La medida de los cristales parece ser otro de los factores que influyen en la ocurrencia
de rocas, la progresión de granos gruesos a finos, luego a cristalinos y a vidriosos o amorfos
hace que la roca tienda a ser más propensa a los estallidos.
Consideramos ahora la masa rocosa, al respecto debemos señalar que la extensión y grado de
disturbancia geológica crea las condiciones necesarias para la ocurrencia de los estallidos de
rocas. Aquí es necesario considerar la influencia tanto de los rasgos estructurales principales o
mayores como de los menores, especialmente los primeros causan anomalías en los esfuerzos.
- La presencia de diques, que por lo general tienen alta rigidez, por estar constituidos por
rocas competentes no alteradas, pueden desarrollar altos esfuerzos y ser suceptibles a la
ocurrencia de los estallidos de rocas en sus proximidades.
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En su artículo sobre estallidos de roca en los campos auríferos de Kolar (India), Krishna Murthy
(1.5) reporta la aparente influencia del agua subterránea sobre la incidencia de estallidos;
sugiere que, como es común con muchos otros fenómenos que involucran el debilitamiento
aparente en presencia de presiones de agua, el efecto del agua podría ser explicado en términos
de principios bien establecidos de esfuerzos efectivos.
La literatura disponible sobre estos aspectos, indica que mayormente se han realizado
investigaciones sobre las propiedades de deformación y resistencia del material rocoso. Así, se
ha establecido que generalmente los estallidos ocurren en rocas que tienen resistencias
compresivas en el rango de 100 a 400 MPa, las rocas con menores resistencias compresivas son
menos propensas a este fenómeno.
Por otro lado, las carácterísticas de deformabilidad también influyen en la ocurrencia de los
estallidos de rocas. Las rocas con módulos de elasticidad de 40 a 100 GPa son propensas a
estallidos y cuanto más elásticas sean esta propensidad aumenta, por el contrario, la propensidad
disminuye cuando las rocas tienden a un comportamiento no elástico.
No se reportan datos precisos sobre parámetros adicionales del comportamiento del material
rocoso, como la resistencia al corte y otros. Asimismo no se reportan parámetros de
comportamiento mecánico del macizo rocoso y de las discontinuidades estructurales. Al
respecto, se debe señalar que el actual desarrollo tecnológico de la mecánica de rocas permite
tener un conocimiento adecuado de todos estos parámetros, los cuales forman parte del modelo
geomecánico señalado en el numeral 5.
Es un hecho muy conocido que hay una correlación lineal positiva de la frecuencia y severidad
de los estallidos con el incremento de la profundidad debajo de la superficie del terreno.
La causa de este fenómeno se atribuye al efecto gravitatorio de la carga litostática, lo cual crea
esfuerzos in-situ altos. Sin embargo, este no es el único factor de influencia en la ocurrencia de
los estallidos, puesto que por un lado también se han registrado estos fenómenos en minas
consideradas no profundas.
Por otro lado, no ha habido ninguna ocurrencia de estallidos en minas de mayor profundidad
(más de 3200 m aproximadamente), que aquellas en las cuales ocurren estallidos.
Es necesario entonces incluir aquí la influencia de posibles esfuerzos tectónicos residuales, que
podrían cambiar sustancialmente la naturaleza y magnitud de los esfuerzos in-situ.
Estos aspectos, principalmente los esfuerzos inducidos por el minado, han sido tratados
reiteradamente en lo precedente de este capítulo.
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Las configuraciones geométricas que presentan las excavaciones mineras, es decir las formas,
tamaños y orientaciones de las mismas, o lo que es lo mismo, la estructura que presenta la mina,
asimismo el desarrollo progresivo o evolución de esta estructura como consecuencia del avance
de la exploración de la mina, resulta en un cambio o redistribución de los esfuerzos pre-
existentes, creando zonas de mayor o menor concentración de esfuerzos.
En las zonas de altas concentraciones de esfuerzos inducidos por el minado, ocurren una serie
de mecanismos complejos, entre los cuales el almacenamiento de la energía de deformación, lo
cual constituye una fuente de energía sísmica que puede generar un estallido de rocas.
Algunos de los aspectos que contribuyen a generar zonas de alta concentración de esfuerzos
son:
- El ancho de los tajeos: el incremento del ancho de los tajeos está asociado con el
incremento de la ocurrencia de estallidos de rocas.
A fin de tener una base de información, consideramos de interés señalar las medidas de
prevención de estallidos que se practican en los principales lugares del mundo en los cuales se
da este fenómeno.
Por los problemas que tienen y los grandes desarrollos logrados comenzaremos con Sudáfrica,
luego, teniendo a este país como modelo seguiremos con los otros países, haciendo hincapié en
las coincidencias, discrepancias o tendencias en las medidas que adoptan para la prevención de
este fenómeno.
En Sudáfrica
La práctica de la defensa contra los estallidos de rocas esta basada en la aplicación combinada
de estos tres conceptos: soporte efectivo de los frentes de avance, adecuados diseños de los
esquemas de minado y el control del volumen de convergencia.
- La introducción de diferentes formas de relleno en los tajeos, por un lado, para reducir
el ancho que puede ser tomado por la convergencia, disminuyendo de esta manera tanto
el volumen de convergencia final como los desplazamientos inducidos en cada etapa de
minado; por otro lado, la masa rocosa debe hacer algún trabajo sobre el relleno para
compactarla, proceso este que consume alguna energía; como resultado, la energía es
reducida, de otro modo ésta podría haber estado disponible para contribuir a la relación
de incrementos de la energía de deformación por área.
Sin embargo, estas medidas no son suficientes para eliminar los eventos sísmicos, hay necesidad
de implementar medidas adicionales conocidas como medidas tácticas, estas involucran:
* La entibación hidráulica de fluencia rápida ideada por Cook (1.2) para soportar
aún cargas de shock, es decir lograr el equilibrio estático y dinámico.
* El enmaderado tradicional ha sido reemplazado por miembros de concreto
prefabricados dentro de las estructuras de madera para aumentar la rigidez del
sostenimiento.
* La combinación de redondos de madera introducidos en tubos de acero para
mejorar la resistencia de los puntales y al mismo tiempo incorporar facilidades
para una fluencia controlada.
problemas mayores. Pero por supuesto los estallidos de rocas también ponen en peligro
a túneles, piques y otras excavaciones de servicio, luego sus ubicaciones y
sostenimiento requieren considerable atención. En este sentido:
* En túneles, la madera y el acero han sido reemplazados por los pernos de roca o
cables de anclaje, combinados con mallas y enlazados (lo que se denomina el
cocido); este sostenimiento controla muy bien los estallidos aunque estos sean
muy grandes.
Es importante señalar que todos estos sistemas de sostenimiento son instalados antes que los
esfuerzos inducidos pongan en peligro la estabilidad de la excavación, es decir tan pronto
después de ejecutada la excavación, puesto que su efectividad es grandemente reducida si ya ha
tomado lugar el deterioro del túnel o excavación que se trate.
En la India
La escuela hindú es similar a la sudafricana, aunque ellos dan mayor importancia al “cierre de
las paredes de los tajeos”, es decir, al control del volumen de convergencia. Las medidas que se
adoptan para combatir los estallidos de rocas también son similares. Citaremos el ejemplo de la
mina Champion Reef (1.5), en la cual como en otras minas hindúes, se utilizaba como parte del
relleno de tajeos una especie de paquetes formados por bloques de granito procedente de
canteras. Los problemas que habían con los estallidos de rocas, hizo que se estableciera como
absolutamente necesario cambiar el sistema de minado, a uno en el cual se tendría un mejor
control de la masa rocosa, para esto se adoptaron las siguientes medidas:
En base a los principios básicos establecidos en el numeral (6) para la mitigación de los riesgos
de estallidos de rocas, en estos países adoptan las siguientes medidas:
- Uso de relleno de roca cerca al frente de avance, para limitar el cierre (convergencia).
En estos países ha sido de interés investigar si áreas rígidas (de comportamiento elástico)
pueden ser aflojadas (llevadas a comportamiento no elástico), lo cual podría permitir que la
energía sea disipada de una manera pacífica más que de una manera violenta. Se postuló que el
aflojamiento podría ser logrado por el uso de técnicas de desforzamiento, las cuales consisten en
la perforación y voladura de taladros con un diseño adecuado, a fin de modificar el grado o
modelo de fracturamiento del macizo rocoso, este hecho causaría su “aflojamiento”. El material
alojado sería capaz de fluir desarrollando un “amortiguamiento” entre el frente de avance y la
zona altamente esforzada. Sucesivas voladuras de desforzamiento servirían para desarrollar una
fluencia progresiva y mantener el amortiguamiento conforme el frente avanzara.
Especialmente en Canadá (4), esta técnica ha sido utilizada los últimos 35 años con aparente
éxito, en base a la identificación de áreas de alta rigidez (o módulo) y su aflojamiento, de tal
modo que la disipación de energía a lo largo de los planos de fractura pueda proceder
pacíficamente. La literatura señala (1.7) que en USA, la experiencia ha indicado que cuanto
mas severa sea la voladura, es menor la probabilidad de ocurrencia de daños por estallidos de
rocas, incluso, se considera también como técnica de desforzamiento el encendido simultáneo
de los disparos de las voladuras de producción. Especialmente en USA, el Bureau of Mines ha
realizado investigaciones detalladas con apoyo instrumental en torno a esta técnica del
desforzamiento.
La conclusión ha sido que se requieren estudios posteriores, con instrumentación más extensiva
para obtener mayor información sobre este fenómeno.
En Zambia-Zaire
Con los principios básicos establecidos en el numeral (6), las medidas que adoptan son similares
a las de Sudáfrica. La tendencia para adoptar estas medidas es la aplicación de la predicción de
la concentración de esfuerzos en la masa rocosa involucrada en la estructura de las minas. De
este modo, jerarquizando alternativas ensayadas con modelos de análisis basados en técnicas
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Aunque las características del fenómeno de los estallidos de rocas en minas de carbón tienen
algunas peculiaridades distintas al que ocurre en roca dura, sin embargo, los principios básicos
señalados en el numeral (6) tienen validez; asimismo, las medidas que se adoptan para aliviar
los riesgos de los estallidos están dentro del mismo esquema que los que se adoptan para roca
dura. Así, se consideran: la adecuación de los métodos de minado, el planeamiento de
esquemas de minado, y los adecuados dimensionamientos de los pilares. Para el planeamiento
de los esquemas de minado, consideran cuidadosamente las condiciones geológicas de la mina y
sus implicancias sobre el plan de minado, campo de esfuerzos y grado de protección. Así,
cuando se prevén riesgos de estallidos conforme el minado progrese, los principales accesos son
ubicados en áreas liberadas de esfuerzos, los cuales ofrecen mayor protección, ya que los
accesos en áreas sólidas son más vulnerables a tales riesgos. También consideran importante las
secuencias de avance en la extracción, evitando remanentes y trabajos en áreas vulnerables. Se
debe señalar que estas medidas en su mayoría son correspondientes a minas de carbón que
trabajan utilizando el método de frentes largos.
Resumiendo, según lo señalado, las alternativas que tenemos disponibles sobre las medidas de
prevención de los estallidos de rocas son:
* Relleno creado por rotura artificial progresiva de las cajas y/o techos de los
tajeos, aprovechando el principio del factor de esponjamiento.
* Relleno creado por la falla del techo, por el mismo principio anterior.
* Relleno con material rocoso procedente de otras fuentes.
* Relleno con relaves y/o arenas (convencionales o cementados)
* Combinación de los anteriores, etc.
El objetivo a largo plazo de las estrategias de manejo de los estallidos es proveer esquemas de
minado que permitan operar la mina con seguridad y beneficio económico. Para el logro de este
objetivo es esencial la aplicación de la ingeniería en mecánica de rocas, en el planeamiento a
largo plazo de la mina, en el seguimiento integral del mismo y en la toma de decisiones a corto
plazo, cuando a causa de factores geológicos u otros factores, exista la necesidad de desviarse
del sistema estándar de minado.
Los objetivos principales a corto plazo de las estrategias de manejo de los estallidos son operar
y controlar la mina con seguridad y economía, de tal manera que se logre y mantenga al máximo
la producción planeada.
A causa del importante rol que juega la mecánica de rocas, en las minas donde ocurren
problemas debido a la ocurrencia de estallidos de rocas, se han establecido departamentos de
mecánica de rocas (1.2, 1.3, 4). Las actividades de estos departamentos necesitan ser conducidos
en un medio ambiente organizacional que permita la integración de conceptos, de la
información y de las actividades requeridas por la gerencia o superintendencia, los ingenieros de
planeamiento, los geólogos y los ingenieros en mecánica de rocas. En este esquema hay una
interacción entre los grupos técnicos involucrados en la ingeniería minera: en primer lugar, la
mutua dependencia de cada grupo funcional sobre la información suministrada por los otros; en
segundo lugar, son los ingenieros de planeamiento de mina quienes finalmente transforman las
contribuciones técnicas individuales en planes de trabajo en programas de producción y
estimados de costos para su implementación subsecuente.
Aquí solo estableceremos las contribuciones de la mecánica de rocas, la cual esta relacionada
básicamente a tres aspectos:
3. Al diseño de sistemas de extracción, los cuales están relacionados con los detalles de la
configuración de los tajeos, esto involucra: establecer la dirección preferencial de
retirada, asegurar la estabilidad de puntos de carguío, galerías de transporte, echaderos
de mineral, etc.; anticipar la ocurrencia de problemas de inestabilidad en las zonas de
extracción debido a la densidad de las aberturas o a la disturbancia geológica; y,
finalmente apoyar en el diseño de la voladura primaria.
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Lógicamente estos departamentos de mecánica de rocas deberán contar con los recursos
humanos y materiales necesarios. Tratándose de problemas de estallidos de rocas y aún no
habiendo hasta la fecha una solución total a este problema, es recomendable que estos
departamentos de las empresas mantengan estrecha relación con los centros de investigación
asociados con la aplicación de mecánica de rocas a la minería. En algunas minas sudafricanas,
el departamento de mecánica de rocas también a cargo del manejo y organización de las redes
sísmicas en todo el ámbito de la mina, en otras minas no, tienen sus propios departamentos de
monitoreo sísmico.
El monitoreo sísmico permite detectar y ubicar los focos de los eventos sísmicos mediante la
instalación de redes sísmicas o microsísmicas. A partir de los registros de estos eventos
sísmicos pueden establecerse las características de su distribución espacial en ubicación y
magnitud, lo cual está correlacionado a la ocurrencia de estallidos. El uso del monitoreo sísmico
tri-dimensional, en base a la instalación de geófonos, se ha esparcido ampliamente desde que
N.G.W. Cook (2) lo utilizó por primera vez para sus estudios de estallidos de rocas a inicios de
la década del 60’. Ahora, este constituye una herramienta rutinaria en la mayoría de las minas
que tienen problemas asociados a este fenómeno.
En una mina donde se den ocurrencias de estallidos de rocas el esfuerzo principal sería el
correctivo, o sea, las acciones estarían dirigidas hacia la reducción de la frecuencia y severidad
de la ocurrencia de este fenómeno, para lo cual se adoptarían las medidas de prevención
señaladas en el numeral (8).
Por otro lado, utilizando las técnicas sísmicas y microsísmicas, muchos investigadores han
dedicado esfuerzos en el intento de buscar métodos de predicción, sin embargo los resultados no
son muy alentadores, por lo que hasta el momento resulta más productivo dirigir esfuerzos hacia
la reducción de la frecuencia y severidad de los estallidos.
Sobre la utilización de las técnicas de desforzamiento, estudios sísmicos detallados han indicado
que no hay irradiación adicional de energía como resultado de su aplicación o de la voladura
convencional, aparte del provocado por los explosivos. Los nuevos conceptos de estabilidad y
cambios de esfuerzos podrían incentivar la atención a voladuras que podrían “provocar” eventos
sísmicos bajo condiciones controladas.
Según afirma Salamon (1.2), quizá el reto más grande para la física del estado sólido de hoy en
día es el modelaje del comportamiento del medio con respecto al aflojamiento y a la
deformación. Sobre este problema se esta concentrando bastante atención, presumiblemente
alguna solución emergerá si es que los esfuerzos sobre el particular son sostenidos.
Existen otros aspectos que podrían incluirse aquí, pero los señalados son suficientes para
mostrar la magnitud del problema y el derrotero que podrían seguir los investigadores, para
atacar el problema de los estallidos de rocas.
1.2 Rockburst hazard and the fight for its alleviation on South African gold mines.
M.D.G. SALAMON – South Africa.
1.5 Rock mechanics studies on the problems of ground control and rockburst in the
Kolar Gold Fields.
R. KRISHNA MURTHY AND P.D. GUPTA – India.
1.6 Rockbursts at Macassa mine and the Kirkland Lake mining area.
JOHN F. COOK AND DON BRUCE – Canadá.
3. Rockburst, Bumps, and Gas Outbursts – Cap. 19 – Rock Mechanics and the design of
structures in rock – Obert L. & Duvall W. – 1967.
4. Rock Mechanics for Underground Mining – Brady B.H.G. & Brown E.T, 1985.