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Índice y Prólogo del libro por aparecer

Septiembre 2010

GLOBALIZAR SIN EMPOBRECER


Replanteamiento de los TLCs hacia la Soberanía
Agroalimentaria

Manuel Lajo, Ph.D.


INDICE

PROLOGO

PORQUE Y COMO REPLANTEAR LOS TLCs A PARTIR DEL


ANDINO/EEUU

I. RAZONES CONSTITUCIONALES Y ECONOMICAS PARA


REPLANTEAR EL TLC CON EEUU.
II. UN BREVE BALANCE CRÍTICO SOBRE EL CONTENIDO Y LA
FORMA DE LA NEGOCIACIÓN DEL TLC ANDINO/EEUU.
III. SUBSIDIOS AL AGRO Y A LA EXPORTACION EN EEUU Y
OECD, FACTOR DETERMINANTE DE LA COMPETITIVIDAD
GLOBAL ¿PUEDEN OCULTARSE EN
UN TLC?
IV. LA AGRICULTURA Y LA ECONOMIA PERUANA EN LOS
MERCADOS AGRARIOS
SUBSIDIADOS.

PRIMERA PARTE

PRODUCCIÓN Y MERCADOS PERUANOS, REGIONALES Y


MUNDIALES
POBREZA Y NARCOTRAFICO RESULTAN DE UN MODELO DE
GLOBALIZACION DISTORSIONADOR.

SEGUNDA PARTE

¿CONTINUAR CON LA RECETA DEL PAN PARA HOY Y HAMBRE


PARA MAÑANA?
UN CASO TIPICO DE INDUSTRIA, MERCADO Y POLITICA
ECONOMICA BASADOS EN IMPORTAR ALIMENTOS
SUBSIDIADOS Y COMO PODRIA RECONVERTIRSE

TERCERA PARTE

POR TLCs EQUITATIVOS Y EFICIENTES


PROPUESTAS PARA REPLANTEAR Y RENEGOCIAR EL TLC
PERU/EEUU Y SUPERAR LAS DISTORSIONES EN CADA CADENA
AGROALIMENTARIA Y EN TODA LA ECONOMIA

BIBLIOGRAFIA

PROLOGO

POR QUÉ Y CÓMO


REPLANTEAR LOS TLC CON EEUU1
A PARTIR DEL ANDINO

Un objetivo inmediato de este libro (cerrado en Septiembre


2010) es proponer el replanteamiento por mutuo acuerdo del TLC
Perú/EEUU, especialmente de su capítulo agrario con el objeto de
evitar una aplicación que produzca más daños que beneficios en
ambos países.

El TLC, oficialmente llamado APC (Acuerdo de Promoción


Comercial o Trade Promotion Agreement) debería replantearse para
que la implementación del texto pueda hacerse con las rectificaciones
que se requieren y que hasta hoy no se hacen.

Recordemos que el TLC fue negociado entre los Gobiernos de


Bush y del ex Presidente del Perú Toledo desde Mayo 2004 y fue
cerrado en Diciembre 2005 y oficializado por Toledo en Abril 2006
siendo discutiblemente ratificado por el Congreso la noche del 26 al
27 de Junio, un mes antes de que Alan García –quien había ofrecido
revisar línea por línea el tratado antes de aceptarlo- asumiera su
segundo mandato el 28 de Julio 2006. Una vez en el gobierno Alan
García aceptó el texto sin mayor revisión. Pero la nueva mayoría
demócrata en el Congreso de EEUU a partir de Noviembre 2006
obligó a un acuerdo de nueva política comercial para EEUU y en ese
contexto el TLC EEUU/Perú tuvo que ser enmendado en sus capítulos
ambiental y laboral por el gobierno de Alan García. El texto que el
Congreso peruano había ratificado en Junio 2006 - en una decisión
cuestionada constitucionalmente hasta hoy - tuvo que ser modificado
hasta que recién pudo ser ratificado por el Congreso de EEUU en
Diciembre 2007, año y medio después de que lo hiciera la mayoría
del Congreso peruano.

1
Este prólogo fue escrito al final de la investigación y después de seguir durante varios años la
negociación del TLC Andino /EEUU. Aunque basado en este caso creemos que es válido
para todos los TLC porque estudia el sistema de subsidios en EEUU y Unión Europea y
los mercados mundiales agroalimentarios distorsionados por él. Por ello pretende diseñar
una estrategia soberana de renegociación del TLC dentro de una alternativa de corrección y
superación - necesariamente gradual pero firme - de las distorsiones económicas en el centro y
la periferia del sistema mundial en vez de seguir avanzando hacia el despeñadero de mayores
distorsiones, desigualdad, pobreza y violencia.
El objetivo es ambicioso y urgente pero no inviable: a pesar que
los Gobiernos de Toledo y de Bush –estimulados por los intereses de
las grandes corporaciones que impulsan los TLCs2 - lograron que el
Congreso del Perú aprobara el 28 de Junio 2006 sin un debate
riguroso el TLC-APC, no consiguieron su ratificación en el Congreso de
EEUU en Julio 2006 y tampoco -al parecer, ahora con Alan García
como “partner” de Bush en este proyecto- podrían lograrlo en
Noviembre, después de las elecciones del Congreso de EEUU, el día 7
de ese mes.

Por ello el nuevo Gobierno del Presidente Alan García y el nuevo


Parlamento peruanos tendrían el tiempo suficiente (hasta el próximo
año y con otro Congreso en EEUU, de muy probable predominio
demócrata y no republicano) para persuadir a las nuevas mayorías
institucionales de ambos Estados para replantear y rectificar un
TLC que en su actual texto tiene un contenido neto muy
perjudicial para ambos países porque a cambio de hacer
permanente el actual acceso a EEUU sin aranceles de apenas un 10%
de las exportaciones peruanas aumentaría en lugar de disminuir la
inequidad en el comercio; mantendría la expansión distorsionadora
(del agro, la agroindustria alimentaria y textil-confecciones, patentes
y propiedad intelectual, industria farmacéutica y otras actividades
cruciales en la globalización) basada no en genuina eficiencia de
mercado sino en subsidios y monopolios; e incrementaría la pobreza
de la mayoría de la población andina, la emigración por expulsión
económica de amplios sectores indígenas y el narcotráfico en todo el
hemisferio.

No dudamos en afirmar que replantear y rectificar el TLC con


EEUU tendría que ser el desafío principal que debería enfrentar Alan
García en su segundo gobierno (2006-2011) si quisiera rectificar los
gravísimos errores de su primer gobierno (1985-90). Hernando de
Soto, nombrado en Agosto 2006 para que se encargue de hacer que
el TLC “beneficie al 98% y no solo al 2% de las empresas peruanas”
tendrá la oportunidad de demostrar si sus teorías sobre el no
desarrollo del capitalismo en el tercer mundo son o no científicas. Un
indicador en el sentido de un replanteamiento del TLC fue el regreso
en este mismo mes del Perú al G21(Grupo de países que lucha en la
OMC contra los subsidios al agro de los países ricos) del que se le
obligó a salir al iniciarse la negociación del TLC a inicios del
2004.Tampoco sería un obstáculo la supuesta desaceleración de las
exportaciones no tradicionales peruanas de la ATPDEA (confecciones
y agrarias por 1,500 millones de dólares de los 5,200 que se exporta
2
Unas 300 empresas y corporaciones norteamericanas exhortaron públicamente al
Gobierno y Congreso de EEUU recién en Octubre del 2006, a propósito de la visita de Alan
García a Bush en Washington, para tratar el tema. El análisis de las operaciones comerciales
de estas empresas permite verificar nuestra hipótesis de que se trata de negocios cuya
rentabilidad depende del sistema de subsidios a los productos agropecuarios de EEUU.
a EEUU y los 22,000 que se exportará en total ) al finalizar ésta en
diciembre 2006 ya que en el 2002- al producirse un retraso en su
aprobación -se encontró mecanismos de reintegro de aranceles y
prórrogas que podrían repetirse esta vez3.
Los TLC hasta ahora responden a un enfoque a nuestro juicio
equivocado y perjudicial para la economía de ambos países (Perú y
EEUU): debilitan los avances hacia el libre comercio global acordado
en la OMC al ayudar a mantener el sistema de subsidios agrarios en
los países ricos industrializados de la OCDE y a reforzar las
distorsiones estructurales y las prácticas no equitativas de las
grandes corporaciones en mercados y áreas tan críticas como el
sistema agroalimentario y agroindustrial, la propiedad intelectual,
inversiones, salud y compras públicas.

Así, el apresurado “cierre” del TLC que realizó el régimen de


Toledo en Diciembre 2005 y -a nuestro juicio- la ilegal ratificación por
el Congreso peruano en Junio 2006 no deberían ser irreversibles y
más bien podrían inaugurar un período de TLCs de segunda
generación, que resuelvan en vez de profundizar los problemas
estructurales generados por la expansión de una economía central
que se basó en subsidios y monopolios, alejándose del genuino libre
comercio.

En breve, el Perú debería replantear y renegociar el TLC


antes de volver a someterlo a ratificación por los Congresos del Perú
y de EEUU ya que desde el punto de vista económico, social y
geopolítico, los acuerdos del actual texto contradicen abiertamente
los objetivos de EEUU y del Perú -que constan en el propio Preámbulo

3
En lo inmediato tendrá que enfrentar el tinglado montado por el grupo “lobista” muy
activo y bien financiado, pero que solo representa negocios basados en importar de EEUU
productos subsidiados (trigo, algodón, y ahora maíz duro y blanco, soya, cebada, partes de
pollos, etc.) y que pretende esconder su búsqueda de más negocios fáciles tras las
legítimas aspiraciones de los exportadores de textiles y confecciones y de la agro
exportación no tradicional. Estos dos tipos de exportaciones - que aprovechan la rebaja de
aranceles que significa la ATPDEA- y ya sobrepasan los 2,000 millones de dólares (Perú
exportó 27,300 millones en 2007) están compuestos por productos que se basan en
genuinas ventajas comparativas (espárragos, hortalizas, prendas de algodón pima,
etc.).Sería más fácil subsidiarlos (cubriendo los aranceles en caso que EEUU llegara a
reimplantarlos) que aumentar mediante el TLC la ya perjudicial importación masiva desde
EEUU de trigo, maíz, aceites, algodón, arroz, edulcorantes y pollos con subsidios que
sobrepasan el 70% del costo y que son el principal mecanismo que ha empobrecido al
Perú y expulsado del campo millones de campesinos quechuas, aymaras y amazónicos
a producir coca para el narcotráfico o buscar sobrevivencia en las ciudades de la costa.
Una solución aún superior a este subsidio a dos tipos de exportaciones es la propuesta por
CONVEAGRO en Octubre 2006: que el Perú dé a las importaciones provenientes de EEUU
una ATPDEA “recíproca”, es decir que el TLC y especialmente su capítulo agrario se renegocie
para eliminar aranceles a todos los productos agropecuarios y agroindustriales que
importa el Perú desde EEUU siempre que no tengan subsidios.
o Capítulo Uno del TLC acordado4 - y desde el punto de vista jurídico,
la ratificación del 28 de Junio del 2006 por el Congreso
peruano es insalvablemente nula.

El texto que cerró y pretendió ratificar el régimen de Toledo


modifica la Constitución peruana en múltiples aspectos como
soberanía del Estado, inversiones, facultades del Presidente y las del
Poder Judicial peruano en la solución de controversias con empresas
extranjeras. Por ello el Tribunal Constitucional y el nuevo
Congreso deberían declarar nula la Resolución conque el
Congreso lo ratificó de manera atolondrada, por mayoría
simple, violando la Constitución y el Reglamento, que es ley de
la república. Ambas normas exigen mayorías calificadas en
dos legislaturas o mayoría simple más referéndum cuando un
tratado modifica disposiciones constitucionales. Se abre así
para bien del Perú y de EEUU - debido al manejo poco escrupuloso
del lobby pro TLC bajo el régimen de Toledo - un período de
indispensable y profunda renegociación hacia TLCs que impulsen en
lugar de impedir el libre comercio y el desarrollo. Ese es el objetivo
de este libro.

El Perú y los países andinos podemos y debemos ser


protagonistas que nos desarrollemos con el comercio mundial
–como la China y la India actuales - dejando de ser víctimas de la
globalización como desde hace 5 siglos.

Pero en el Perú no existe todavía un Estado nacional que


conduzca exitosamente y con soberanía la globalización del país. Por
eso en la negociación del TLC con EEUU el Gobierno de Toledo actuó
como Caballo de Troya de los grupos más poderosos pero
mercantilistas de EEUU y Perú, perjudicando además los intereses
nacionales de Colombia y Ecuador, Venezuela y Bolivia, de
Sudamérica y de todo el mundo subdesarrollado, periferia del sistema
mundial. La mayoría de la humanidad en el centro y la periferia – lo

4 Los objetivos oficiales del Preámbulo del TLC subrayados son los que el autor demostrará en este libro
que se incumplirán o tendrán resultados inversos: “PROMOVER un desarrollo económico integral con el
objeto de reducir la pobreza y generar oportunidades alternativas a la producción de cultivos de droga,
que sean económicamente sostenibles .CREAR nuevas oportunidades de empleo y mejorar las
condiciones laborales y los niveles de vida en sus respectivos territorios; ESTABLECER reglas claras y
de beneficio mutuo que rijan su intercambio comercial; ASEGURAR un marco jurídico y comercial
previsible para los negocios y las inversiones. EVITAR las distorsiones en su comercio recíproco;
IMPLEMENTAR este Tratado en forma coherente con la protección y conservación del medioambiente,
promover el desarrollo sostenible y fortalecer la cooperación en materia ambiental; CONTRIBUIR a la
integración hemisférica y proveer un impulso hacia el establecimiento del Área de Libre Comercio de las
Américas; DESARROLLAR sus respectivos derechos y obligaciones derivados del Acuerdo de Marrakech
por el que se Establece la Organización Mundial del Comercio, así como los tratados de los cuales ambos
formen parte; y, RECONOCER que Perú es miembro de la Comunidad Andina y que la Decisión 598 de la
Comunidad Andina requiere que cuando los países andinos negocien acuerdos de comercio se preserve
el Ordenamiento Jurídico Andino en las relaciones recíprocas entre los países miembros del Acuerdo de
Cartagena.(Extraído del Texto Oficial publicado en la pág..web del Ministerio de Comercio y Turismo del
Perú )
evidencia el propio fracaso de la Ronda de Doha en Julio 2006 - busca
hoy un genuino libre comercio y mayor soberanía de las
naciones, no mayores distorsiones, ni anexión desventajosa de
países pobres a la economía de EEUU, ni sometimiento a la política
imperial de Gobiernos como el de Bush.

TLCs: Estrategia Contra el Libre Comercio

En Julio del 2006 los actuales conductores de EEUU y algunos


de la Unión Europea se descubren como los grandes enemigos del
genuino libre comercio: contra casi todo el resto de naciones han
llevado al fracaso la Ronda de Doha, tras cinco años de ofrecer
pero no ejecutar un desmontaje - aunque sea mínimo - del sistema
de subsidios agrarios y agroindustriales, principal mecanismo que
ha empobrecido a los países agrarios de la periferia. Como lo
detallamos en la parte III de este libro producto por producto y desde
1978, los subsidios permiten que los granos, oleaginosas y carnes de
los países ricos se vendan en el mercado mundial a precios que a
menudo no llegan al 50% o 30% de su genuino valor. Así, han
destruido estructuralmente la rentabilidad y competitividad
del agro del tercer mundo por décadas. Esta es la verdadera y
mayor causa de la pobreza y el atraso mundial, como lo
demostraremos en la investigación de los precios de los mercados
mundiales, que se adelanta en este libro con la evolución de los
volúmenes en los mercados mundiales de alimentos.

En 2005, los subsidios al agro de los países de la OCDE


significan el 1.10% del PBI y el 46% del Valor de su
Producción Agrícola VPA (385 mil millones de 836 mil).En la
Unión Europea los subsidios absolutos son mayores(139 mil millones
de 313 mil de VPA) que en EEUU (109 mil millones de 232 mil de
VPA, es decir, el 47%) pero –a diferencia de la Unión Europea – aquí
en su mayoría con transferencias fiscales (101 mil y solo 10.3 de
transferencias de consumidores mientras en UE son solo 72.7 mil
millones frente a 67,4 de transferencias de consumidores)5. Esta
composición distinta de los subsidios debe ser investigada en sus
orígenes e implicancias para una solución para el atraso agrario
mundial.

Los TLC impulsados por EEUU son abiertamente una estrategia


contra el genuino libre comercio: a nivel continental, es la respuesta
ante la resistencia y fracaso del plan hemisférico ALCA – impulsado
por Bush-padre desde 1996 pero resistido por Brasil, Venezuela y en
general el MERCOSUR- y a nivel global buscan que la Organización
Mundial de Comercio (OMC) fracase en su objetivo de disminuir y

5 Ver Políticas Agrícolas en Países de la OCDE, 2006 excelentemente resumidas por


Humberto Campodónico en La República.24/09/2006
acabar con el dumping económico mundial que los países
industrializados de la OCDE instalaron desde la segunda postguerra
en el mercado de commodities agroalimentarios. EEUU ha impulsado
los TLC en aquellos países más sometidos a su influencia o poder.

La estrategia de TLCs que debemos superar consistió en


someter a estas pequeñas naciones no a una “apertura al mercado
global de competencia” sino a la integración a la economía de
EEUU, aceptando que todas las distorsiones de esta continúen
y profundicen su traslado 6 al Perú, Colombia y Ecuador (y a
través de ellos al resto de sus socios comerciales). Las principales
distorsiones que intentan ser legalizadas por el TLC (más allá
de como lo han sido parcialmente en la OMC) son7:

• subsidios gigantes (en promedio muy por encima del 50% del
precio al productor) a la producción agraria de EEUU y a su
exportación, que aseguran seguir invadiendo los mercados de
alimentos básicos de la periferia y convirtiendo a la industria
nativa de alimentos y textiles en procesadora (maquila) de
materia prima importada artificialmente barata;
• imposición por largos períodos de nuevos y más prolongados
pagos rentistas por “propiedad intelectual” vendiendo cada vez
más caros los avances tecnológicos y medicinas sin reconocer los
aportes del resto del mundo o apropiándose de ellos;
• protección exagerada de las inversiones de sus empresas
inventando-por ejemplo- el concepto de “expropiación
indirecta” para proteger sus márgenes de ganancia de
monopolio;
• recorte de la soberanía imponiendo arbitraje externo para las
controversias;
• ventajas para acceder al abastecimiento de bienes y servicios del
sector público andino, etc.

Era por ello totalmente previsible el intento desesperado del


pequeño sector mercantilista del Gobierno de Toledo - y de sus
mentores, algunos grupos económicos acostumbrados al manejo
arbitrario del Estado con apoyo externo - de “cerrar” como lo hicieron
el 7 de Diciembre 2005 un texto de acuerdo que rompió el frente
andino y perjudicó la capacidad negociadora de Colombia y Ecuador.

6
Ahora sin protección desde que se ratifique el TLC o con un solo precario y
transitorio calendario de desgravación hasta llevar los aranceles a cero
7 En este trabajo nos concentramos en el tema agrario .Trabajos de balance publicados
después del cierre del TLC como los de OXFAM (2005 y 2006), Alan Fairlie et al (2006) y del
propio Ministerio de Comercio Exterior de EEUU (2006) permiten ratificar nuestros puntos de
vista en el aspecto agrario y extenderlos a los temas de propiedad intelectual, salud pública
y acceso a medicinas, regulación y monitoreo de inversiones extranjeras e integración
regional, que no tratamos aquí.
También era previsible que no se publicara el texto completo
porque se siguió negociando en secreto y hasta dos meses
después algunas “cartas paralelas” al texto, cuya ejecución ha sido
exigida como condición previa a la suscripción del texto por el
Ministro de Comercio peruano el 12 de Abril en Washington8. Era
previsible que el cierre del TLC Colombia –EEUU (no consumado hasta
Agosto al encontrarse diferencias en los textos) haya provocado la
alarma de Bolivia al haberse comprometido Colombia a medidas
como reemplazar su abastecimiento de soya desde Bolivia hacia la
producción subsidiada de EEUU. Era previsible que la no ratificación
por el Gobierno de Ecuador de la concesión a la petrolera
norteamericana Occidental provocara en Mayo la suspensión de las
negociaciones del TLC con Ecuador por parte del Gobierno de
EEUU, apareciendo más nítida la naturaleza de garrote geopolítico del
TLC.

Era previsible que el TLC “andino” se convertiría en la


mayor amenaza del fin de la Comunidad Andina de Naciones -
como se observó al renunciar Venezuela a la CAN a fines de
Abril y anunciarlo transitoriamente Bolivia – y del mayor
retraso de un tratado comercial y de integración entre la CAN
y la Unión Europea (intentado en Mayo 2006 en Viena), a
pesar del penoso papel del Presidente Toledo como
representante de los intereses foráneos en América Latina y el
Caribe.

Era-finalmente – del todo previsible que Toledo y Bush lograran


que en la madrugada del 28 de junio el Congreso peruano “ratificara”
el Acuerdo de Promoción Comercial (conocido como TLC) evitando un
verdadero debate. Es por el conocido grado de dominio de los lobbies
y la menos conocida corrupción estructural del Congreso
peruano que estos intereses casi no encontraran resistencia para
manipular hasta el ridículo el trámite del texto del TLC y en menos de
20 días consiguieran-con un debate plenario superficial en apenas 4
horas hasta las 3.30 a.m. – 79 votos a favor, solo 14 en contra ,6
abstenciones y 20 ausencias. Tras cinco años de “ablandamiento” la
mayoría de los ex representantes –llenos de privilegios ilegales -
habían perdido relación con la ciudadanía que los eligió en el 2001.
Por cierto que la decisión definitoria fue tomada por el viraje
post elecciones de la cúpula del APRA, partido que había ofrecido
durante la campaña electoral discutir “línea por línea” el texto

8
“Lo que Toledo cedió para conseguir que la Secretaria de Comercio de EE.UU., dé luz verde
a la firma administrativa y le permita al entonces casi ex presidente “salir en la foto
histórica” como padrino del acontecimiento, es que sea el país vendedor el que se
certifique a sí mismo sobre la salubridad de sus productos, que es justamente lo que
ningún país acepta para poder tener las manos libres de prohibir aquellas materias que
considere peligrosas”. Raúl Wiener. Murió SENASA: Bienvenidas Vacas Locas. 19 Abril 2006
cerrado por PPK en Diciembre (que fué promovido para firmarlo “sí o
sí “desde el 2004 por Toledo).

Desde el inicio el TLC “andino” respondió más a la estrategia


comercial y geopolítica del Gobierno de Bush que a un esquema
integrador con genuino libre comercio9. Por eso se hizo excluyendo y
perjudicando a Venezuela y Bolivia, cuyo comercio representa más de
1/3 del comercio de la CAN. Al final, con abierta oposición de esos
países y contrariando fallos del Tribunal Andino - como en el caso de
los “datos de prueba” - los Gobiernos de Toledo y Uribe iniciaron
el desmantelamiento de las normas de la CAN que
colisionaban con el texto de TLC que pretenden todavía
imponer.

Era también previsible que los entornos de Toledo y Bush


trataran de imponer –como lo hicieron- entre Abril y Julio 2006
(antes del fin del mandato de Toledo en Julio) con gran despliegue de
gasto publicitario y psico-sociales -aprovechando el aturdimiento y
confusión de las elecciones peruanas del 9 de Abril entre 24 listas y
casi 3000 candidatos- la aprobación de un TLC - a nuestro juicio
irracional - por un Congreso envilecido, deslegitimado y de salida. Es
muy difícil, pero de lograr que ese texto de TLC se imponga
finalmente, solo se profundizarían las principales causas del
atraso, la pobreza y el narcotráfico en el Perú, lo cual
contradice además los objetivos comerciales y de política
antinarcóticos de EEUU, como se demuestra en esta
investigación.

Por ello el mensaje de este libro es terminante: si queremos


evitar para el Perú y los países andinos aún mayores y gigantescos
retrocesos económicos, sociales y políticos causados en la región por
el comercio internacional desleal , ese intento irracional y
antinacional debe ser derrotado en las próximas semanas y meses
mediante la movilización de la sociedad civil y el nuevo gobierno y
Congreso peruanos , accionando el sistema judicial nacional e
internacional de defensa de los derechos humanos y constitucionales
hoy amenazados en extremo por el TLC . Debe iniciarse en el Perú
una estrategia interna de rectificación de la estructura económica y
agroindustrial-alimentaria heredada y si fuera necesario una- aún
más enérgica ante la Organización Mundial de Comercio y otros
9
Entre los mejores seguimientos críticos del TLC peruano desde una perspectiva global (en
artículos del diario La República) están los de Ariela Ruiz Caro (ver su excelente libro de
Junio 2006) y Humberto Campodónico. Este último llega a plantear correctamente (TLC
con EEUU: ¿Arrancarle el Cuero Cabelludo?,17 Sept. 2006) que se excluyan los
productos agrícolas subsidiados del TLC Perú –EEUU hasta que se cumplan los
compromisos de la Ronda de Doha. Sólo como una muestra de la inmensa literatura
sobre los TLC con México y Canadá (TLCAN), con Centroamérica y República .Dominicana
(CAFTA), con Chile y otros citemos el trabajo de Henry Mora Jiménez “101 Razones para
Oponerse al TLC entre Centroamérica y EEUU”. Univ. Nac. Costa Rica, Sept.2004
organismos internacionales- de denuncia y de reclamo de reparación
de los daños que el sistema de subsidios euro-norteamericanos
causaron al conjunto de la economía peruana y andina,

Si logramos frenar el TLC Toledo/Uribe/Bush y después Alan/


Santos/Obama, replantear y renegociar los “Tratados de Libre
Comercio” - impulsados por el actual Gobierno de EEUU - a partir del
andino para que eliminen en lugar de llevar al extremo las actuales
distorsiones en los mercados básicos, la hora de los pueblos del
continente puede al fin haber llegado. Creo que hoy se puede y se
debe iniciar el desmontaje de los mecanismos que han impedido por
décadas el desarrollo de nuestros países (p.e. el refuerzo del
monopolio en patentes, medicinas y propiedad intelectual; la
legalización de la apertura de mercados de alimentos, textiles y otros
bienes y servicios básicos a importaciones con subsidios y dumping; y
la falsa cooperación internacional para combatir pobreza y
narcotráfico sin tocar sus verdaderas causas en el sistema económico
de EEUU y Europa)

I. RAZONES CONSTITUCIONALES Y ECONOMICAS PARA


REPLANTEAR Y RENEGOCIAR EL TLC CON EEUU.

El TLC “andino” con EEUU, que se negoció desde Mayo 2004, se


pretendió “cerrado” desde el 7 de Diciembre 2005, se “sometió” el 7
de Junio del 2006 al Congreso del Perú (para que lo apruebe o
rechace sin poder modificarlo, dentro de un operativo publicitario y
psicosocial muy bien financiado por los grandes importadores de
productos subsidiados en EEUU), que lo “ratificó” sin mayor debate
pocos días después y que actualmente se somete al Congreso de
EEUU, ha sido “ratificado” violando el Reglamento y la Constitución.
El procedimiento a que obliga la Constitución y el Reglamento fue
deliberadamente ignorado por la cúpula del Estado criollo para evitar
un debate real de costo y beneficio porque era insostenible y hubiera
desnudado absurdas e irracionales concesiones del régimen de Toledo
al de Bush. La Resolución es nula por inconstitucional e ilegal. Por lo
tanto el TLC debe ser replanteado desde los puntos de vista jurídico
y económico y renegociado para que sea viable:

a) Desde el punto de vista jurídico.

Hasta ahora (fines de Julio, 2006) la opinión pública, los


agentes económicos más involucrados y hasta los juristas-
especialmente por acción de la Comisión de Constitución del
Congreso que impidió este debate en su seno- no han puesto
atención suficiente sobre los verdaderos alcances jurídicos del TLC.
Con el pretexto de que hasta el 7 de Junio no existió un texto
oficial entregado al Congreso, se actuó como si este fuera un
simple tratado comercial o arancelario que podría regirse por los
Artículos 118º (numerales 11 y 20, que señalan entre las
atribuciones del Presidente de la República las de “celebrar y
ratificar tratados” y “regular las tarifas arancelarias”) y 102º
de la Constitución vigente (numeral 3 que establece entre las
prerrogativas del Congreso la de “aprobar los tratados ,de
conformidad con la Constitución”)10. Si solo esta fuera la
legislación pertinente ya habría un problema: en los TLC la
desgravación arancelaria es solo un cada vez más pequeño
pretexto “técnico” de todo un complejo modelo de
crecimiento impuesto en las 21 mesas de negociación11.

Pero una lectura más detenida del Capítulo sobre


Tratados de la Constitución vigente desde 1993 puede
sorprender a más de uno: es crucial determinar si el actual
TLC que el Gobierno del Perú se esforzó en “cerrar, sí o sí”
con EEUU en Noviembre y Diciembre 2005, altera o no
aspectos constitucionales12.

En efecto, los Arts. 55º al 57º de la Constitución de 1993


establecen que cuando un tratado versa sobre cuatro
materias (DDHH; Soberanía; dominio o integridad del
Estado; Defensa Nacional y Obligaciones financieras del
Estado) y no afecta disposiciones constitucionales, el

10
La opinión de varios constitucionalistas (Power, Quiroga, García Belaúnde) convocados por
el MINCETUR para argumentar su oposición al proyecto de ley que pide someter el TLC a
referéndum se basa en suponer que se trata de un simple acuerdo de eliminación o rebaja de
aranceles. Por ello llegan a calificar de “inconstitucional” someterlo a referéndum. Otros
(Eguiguren) con mayor prudencia sostienen la posibilidad de someter a referéndum una vez
que exista un texto oficial (Véase los informes en la pág.web del Congreso). Cuando lo tengan
descubrirán que la principal discusión debería ser si es el Congreso ante sí mismo o el Tribunal
Constitucional quien debe determinar si el TLC modifica o no la Constitución porque eso
determinará su tratamiento. A mi juicio, tendrá que ir a referéndum o ser aprobado con más de
81 votos en dos legislaturas. Lo increíble es que el MINCETUR pretende que el TLC se
apruebe por mayoría simple, sin referéndum, en una sola legislatura: quieren legalizar algunas
de las causas básicas de la pobreza del Perú como si se tratara de una ley ordinaria.
11
Después de seguir durante 18 meses la negociación del TLC y prever sus impactos es fácil
hacerse una pregunta: ¿puede una cuasi anexión económica e institucional de un pequeño
país a la mayor economía del mundo ser considerada un simple “tratado” comercial o
arancelario?
12
A nuestro juicio ya se pueden percibir muchos de los cambios constitucionales y serán
más cuando ya no se oculte sino se analice el texto del TLC que se pretende “ratificado”.
Autores como E. Pajares o congresistas como Johny Lescano y J. Diez Canseco presentaron
algunos relativos a la pérdida de soberanía, recorte de atribuciones de la justicia peruana y
sobre inversiones ante la Comisión de Constitución y el Pleno sin ser escuchados Otros
evidentes son los referidos al Régimen Económico (Título III) ya que, por ejemplo, aún la
actual Constitución neoliberal impuesta por Fujimori en 1992-1993 tiene que ser forzada
para permitir que se desgrave (disminuir o eliminar aranceles o impuestos a la
importación) productos agropecuarios ultra subsidiados en EEUU (véase las cifras de
subsidios y ayudas internas para cada cultivo en los últimos 18 años en este mismo
capítulo y en la Tercera Parte de nuestro libro).
Congreso debe aprobar previamente y el Presidente ratificar
los tratados.

Pero si el TLC afecta disposiciones constitucionales –y


esa es nuestra opinión sobre el actual texto TLC, respaldada
por múltiples evidencias- el mandato de la Constitución
(Art. 57, 2º Párrafo y Art.206) establece dos caminos
posibles:

i) el primero es que requiere ser aprobado por una


mayoría absoluta del número legal de miembros
del Congreso (61 votos) y someterse a
referéndum.

ii) el otro camino (sin referéndum) lo da el Art.57:


“cuando el tratado afecte disposiciones
constitucionales debe ser aprobado por el mismo
procedimiento que rige la reforma de la
Constitución antes de ser ratificado por el
Presidente de la República”: es decir (Art.206), se
requiere que el Congreso lo apruebe con votación
superior a dos tercios (81 congresistas) en
dos legislaturas ordinarias sucesivas.

El Tribunal Constitucional deberá establecer que el TLC


modificaría dispositivos constitucionales POR LO QUE LA
RATIFICACIÓN DEL 28 DE JUNIO 2006 ES NULA

En conclusión: este TLC, que a nuestro juicio modifica aspectos


constitucionales, solo podría ser válidamente aprobado de dos
formas:

(1) si el Congreso lo aprueba con votación mayor de 81


congresistas como mínimo, en dos legislaturas
ordinarias sucesivas, no requeriría referéndum;
(2) pero si no existe ese gran consenso en la élite o cúpula
política ni en la sociedad civil, requeriría 61 votos para su
aprobación en el Congreso pero tendría que ser ratificado
por una mayoría ciudadana mediante referéndum.

¿Por qué entonces se aceptó que el Congreso anterior ratificara por


mayoría simple el TLC? La principal razón fué la fuerza del lobby
montado para imponerla, pero hay también una razón formal: debido
a su Ley orgánica, el Tribunal Constitucional solo puede pronunciarse
sobre leyes promulgadas y no sobre proyectos. Por ello -aunque lo
planteamos en CONVEAGRO ya desde mediados del 2005- fue
imposible -para quienes nos oponemos a este texto del TLC-
presentar una Demanda ante el TC que obligara a dilucidar el impacto
constitucional del TLC antes de que se discutiera su ratificación o no
en el Congreso.

Como sabemos, el casi total control o influencia que ejercen los


grandes intereses económicos sobre el Ejecutivo, el Congreso y los
medios de comunicación impidieron este debate. Lo razonable
debió haber sido que el propio Congreso se auto impusiera seguir el
procedimiento correcto exigido en la Constitución y no ceder al apuro
de los “ganadores “del TLC que presionaban y presionan para
asegurarse las ventajas que han previsto. La madrugada del 28 de
Junio se “aprobó” en el Congreso el TLC-APC con 79 votos (de
120), es decir, mayoría simple y no la calificada de 2/3 .Hubo 14
votos en contra ,6 abstenciones, 6 ausentes y 12 con licencia (había
2 suspendidos).

Esta resolución-en nuestro criterio- es nula pues aprueba un


tratado que implica modificaciones constitucionales. Por ello el
Tribunal Constitucional - ante una Demanda de Inconstitucionalidad
que presenten al menos 30 Congresistas tendrá que revisar el
contenido del texto suscrito y al verificar los cambios que implica en
la Constitución tendrá que declarar la nulidad de la ratificación por no
haber seguido el procedimiento establecido. Así, el nuevo Congreso
deberá reiniciar el debate. A nuestro juicio, la anulación de la
pretendida ratificación será el inicio de la renegociación ofrecida
incluso por el nuevo presidente Alan García, una vez que el fin del
régimen de Toledo permita que se discuta con rigor el intento de
imponer un texto de TLC absolutamente nocivo para el Perú y para
los EEUU, ya que en vez de erradicar el narcotráfico, lo fortalecería

¿Es posible que el TLC pueda aún ser aprobado sin


recurrir a referéndum?

Por el intento de usar este TLC para elevar a nivel de tratado


internacional la estrategia neoliberal de desarrollo y su modelo
económico, sería deseable un referéndum. Solo se haría innecesario
(es decir se aprobaría con 81 votos en dos legislaturas) si la mayoría
contundente del país se llega a poner de acuerdo. A nuestro juicio
esto solo sería posible si se replantea el TLC para lograr un gran
consenso sobre el cambio de modelo económico hacia uno que
desactive una de las causas centrales de la pobreza y el narcotráfico:
el impacto en la rentabilidad del agro andino del sistema de subsidios
de EEUU y los países de la OCDE. Este cambio hacia un genuino libre
comercio y mercado no es populista ni neoliberal y podría lograr un
amplio consenso a través del debate en el Congreso de dos leyes que
siempre debieron ser previas al TLC:
• una Ley Marco de Negociaciones Comerciales
13
Internacionales que establezca de manera transparente y
precisa (como lo hace la Ley de EEUU que autorizó los TLC )
los objetivos y criterios a los que deben sujetarse los TLC y
Acuerdos de Complementación Económica , en vez de tratar
como en estos dos años de imponer mediante publicidad una
casi total discrecionalidad de los “negociadores” y
• una Ley de Desarrollo Constitucional sobre cómo enfrentar el
Dumping y Subsidios en el Mercado Mundial. Esta ley es
urgente –y fue ofrecida por el Congreso desde 1997- ante
los graves vacíos no cubiertos hasta ahora en la
Constitución, como el referido al Art.63, sobre la
indispensable respuesta del Estado frente al gigantesco
dumping y subsidios en países como EEUU. Si se toma en
cuenta que el Perú comercia formalmente con EEUU (año
2004-2006, sin considerar el narcotráfico) más del 20% de
sus importaciones y 30% de sus exportaciones y que los
subsidios al agro estadounidense constituyen el 50% del
valor de su producción puede percibirse la urgencia de
establecer instrumentos aún más eficaces que los aranceles
y las franjas de precios para evitar que continúe el
estancamiento.
Solo un consenso así logrado podría asegurar que el TLC
replanteado se apruebe por dos tercios de los Congresistas
en dos legislaturas sucesivas.

b) Desde el punto de vista económico.

Se trata de iniciar con este tratado el


proceso de reconversión del comercio, la industria y la agricultura
desde un sistema distorsionado y distorsionante (basado en
subsidios y dumping), dominante en el mundo desde EEUU y
Europa y Japón, hacia uno basado en el verdadero libre
comercio, como lo proclama -por lo menos en teoría- la OMC. A
ello se refiere la mayor parte de este libro.

13
De manera insensata se ha obstaculizado y postergado hasta ahora en el Congreso el
debate en el Pleno de siete Proyectos de Ley ya dictaminados y en Agenda desde
Noviembre 2004 (Nº. 9515, 10577,11555, 11648, 11821, 11845 y 11906), que intentan
que se promulgue una Ley de negociaciones comerciales, tratados de libre comercio y
acuerdos de comercio exterior.

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