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Transparencia Internacional la define como “El abuso de poder para beneficio propio”. El Banco
Mundial, como “el abuso de un puesto público para ganancia privada”. El Banco Internacional de
Desarrollo la define como “actos realizados por funcionarios que usan su posición con fines
propios, o bien lo hacen a pedido de otros, a fin de obtener beneficios para sí o para terceros”
A pesar de no existir una única definición, todas ellas abarcan tres elementos comunes: abuso de
poder, beneficio, menoscabo de un bien público. Por lo tanto se puede decir que corrupción es la
acción u omisión de un funcionario público en beneficio de sí mismo o de un tercero.
TIPOS PENALES
Dicha figura se halla prevista en el marco del Art. 265 del C.P., por el cual se reprime al
“…funcionario público que, directamente, por persona interpuesta o por acto simulado, se
interesare en miras de un beneficio propio o de un tercero, en cualquier contrato u
operación en que intervenga en razón de su cargo.”
Como ejemplo de ello, se puede citar el caso de un funcionario que se interesare (a través de
testaferros, por ej.) en la licitación de un contrato de obra pública a cargo del ente al que
perteneciere.
CAPITULO IV
Art. 248.- Será reprimido con prisión de un mes a dos años e inhabilitación especial por
doble de tiempo, el funcionario público que dictare resoluciones u órdenes contrarias a las
constituciones o leyes nacionales o provinciales o ejecutare las órdenes o resoluciones de
esa clase existentes o no ejecutare las leyes cuyo cumplimiento le incumbiere .
Objeto de la acción: En el contenido del acto que se dicta o ejecuta se encuentra la primera
circunstancia que caracteriza la ilicitud de esas conductas. La resolución o la orden en cuestión
deben ser contrarias a las constituciones o leyes, nacionales o provinciales. Por resolución se
entiende cualquier disposición, ya tenga carácter general o particular, emanada de la autoridad
pública que cree, extinga o modifique derechos, facultades, obligaciones o cargas de terceros o del
Estado. Una orden se considera la disposición de un acto que deba ser realizado por terceros
sobre ellos mismos o por funcionarios sobre terceros, que puede o no reconocer una resolución
anterior
Se ha sostenido que este delito requiere ser cometido maliciosamente, es decir a sabiendas de la
contrariedad del acto o la omisión con la Constitución o la ley. Otros autores no aceptan que la
figura requiera malicia.
MODALIDAD OMISIVA :En este caso sólo podrá ser autor de esta figura el funcionario público
dentro de cuya función se encuentra la aplicación de la ley que menciona el texto legal 176.
Claramente, el tipo se refiere al funcionario a quien le incumbe el cumplimiento de la ley que no
ha sido aplicada.
CAPITULO VI
INTRODUCCIÓN
Los delitos que se estudiarán en este Capítulo reprimen algunos de los actos de corrupción
que pueden cometer los funcionarios en el ejercicio de la función pública. El tema de la corrupción
estatal se ha vuelto primordial en las sociedades de fines del siglo XX y comienzos del XXI. La
preocupación se nota no sólo por la gran proliferación de disposiciones legales relativas a la
materia -tanto en el ámbito nacional como internacional- sino también por los amplios espacios
que ocupan en los medios masivos de comunicación las noticias relacionadas con actos de esta
naturaleza. En lo que hace a las normas internacionales, reviste especial importancia para nuestra
región la Convención Interamericana contra la Corrupción, adoptada el 29 de marzo de 1996 en
Caracas, Venezuela, en el marco de la "Conferencia Especializada sobre el Proyecto de Convención
lnteramericana contra la Corrupción", realizada por la Organización de los Estados Americanos. La
Convención fue aprobada por nuestro país mediante la ley 24.759 325, y entró en vigencia -según
lo estipulado por el art. XXV de la CICC- el 7 de noviembre de 1997. En dicho instrumento, los
Estados Parte se comprometen a combatir la corrupción en todas sus formas, realizando los
esfuerzos que resulten necesarios para prevenir, detectar, sancionar y erradicar la corrupción en el
ejercicio de las funciones públicas. Asimismo, se califican como actos de corrupción una serie de
conductas que, en su gran mayoría, se encuentran tipificadas en nuestro ordenamiento legal
vigente, sobre todo desde la sanción de la ley 25.188 de ética en el ejercicio de la función pú- blica
326. La importancia que se ha asignado a la lucha contra la corrupción estatal es de tal entidad
que el constituyente de 1994 creyó necesario tipificar las conductas corruptas de los funcionarios
en la propia Constitución Nacional. En efecto, desde la última reforma, el art 36 establece que " ...
Atentará asimismo contra el sistema democrático quien incurriere en grave delito doloso contra el
Estado que conlleve enriquecimiento, quedando inhabilitado por el tiempo que las leyes
determinen para ocupar cargos o empleos públicos ... ".
Cohecho
Allí, se reprime al “…funcionario público que por sí o por persona interpuesta, recibiere
dinero o cualquier otra dádiva o aceptare una promesa directa o indirecta, para hacer, retardar o
dejar de hacer algo relativo a sus funciones”.
Acción típica: Son dos las acciones típicas que se encuentran contempladas en la presente
figura penal. Por un lado, nos hallamos ante la de “recibir dinero o cualquier otra dádiva” y, por el
otro, la de “aceptar una promesa siempre con un fin determinado”. Cabe señalar, que nos
encontramos ante un acuerdo que consiste en un acto de entrega de un precio, por parte de un
tercero, a un funcionario, o en una promesa que se efectúa al mismo funcionario a fin de que lleve
adelante una omisión funcional u actividad relativa a sus funciones específicas. ¿Qué se entiende
por “recibir dinero”? Recibe dinero quién entra en su tenencia, para lo cual resulta indispensable
que se efectúe una traslación física del mismo de una mano a otra. Por “Dádiva” se entiende un
objeto que se transfiere al autor del hecho, por parte del dador. Un ejemplo seria cuando un
agente policial solicitare una suma de dinero a fin de evitar labrar una infracción de tránsito. Pena:
Reclusión o prisión de uno a seis años e inhabilitación especial perpetua
Cohecho agravado
Allí, se reprime al “….magistrado del Poder Judicial o del Ministerio Público que por sí o por
persona interpuesta, recibiere dinero, cualquier dádiva o aceptare una promesa directa o indirecta
para emitir, dictar, retardar u omitir dictar una resolución, fallo o dictamen, en asuntos sometidos
a su competencia.”
Acción típica: Las conductas y demás circunstancias en esta figura resultan equivalentes a
las previstas en la figura del Art. 256 CP., en lo atinente al cohecho pasivo, es decir persona
interpuesta, promesa, dádiva, etc. son conceptos ya analizados y enteramente aplicables en la
especie. El acuerdo verbal deberá referirse a una resolución o a un fallo que deba dictar el
magistrado o el integrante del Ministerio Público en alguna causa sometida a su estudio. Es decir,
el juez debe tener jurisdicción y poseer competencia a tal fin. La Ley 25.188 agregó como sujetos
activos del delito a los fiscales y defensores públicos. Pena: Prisión o reclusión de cuatro a doce
años e inhabilitación especial perpetua
Tráfico de influencia
Contemplado en el Art. 256 bis C.P. (agregado por la Ley 25.188). Allí se reprime al que
“…por sí o por persona interpuesta solicitare o recibiere dinero o cualquier otra dádiva o aceptare
una promesa directa o indirecta, para hacer valer indebidamente su influencia ante un funcionario
público, a fin de que éste haga, retarde o deje de hacer algo relativo a sus funciones.”
Acción típica: La misma consiste en “influir”, lo cual puede entenderse como sugerir,
inclinar o invitar por parte de una persona sobre otra a fin de alterar el proceso motivador de ésta.
En cuanto a los conceptos de dádiva, promesa, etc. nos remitimos a lo oportunamente indicado al
momento de analizar la figura del cohecho pasivo. Un ejemplo típico podría consistir en el caso en
que un empresario ejerciere su influencia ante un inspector de obras a fin de que este dé el visto
bueno del estado de la construcción de un amigo del primero. Existe una modalidad agravada de
este delito, contemplada en el segundo párrafo del Art. 256 bis, consistente en dirigir tal conducta
delictiva a fin de hacer valer tal influencia respecto de un magistrado del Poder Judicial o miembro
del Ministerio Público. Por lo demás, comparte en un todo las características antes señaladas
atinentes al Tráfico de influencias en su modalidad básica.
Pena: Reclusión o prisión de uno a seis años e inhabilitación especial perpetua para ejercer
la función pública.
Art. 256. - Será reprimido con reclusión o prisión de uno a seis años e inhabilitación
especial perpetua, el funcionario público que por sí o por persona interpuesta, recibiere dinero o
cualquier otra dádiva o aceptare una promesa directa o indirecta, para hacer, retardar o dejar de
hacer algo relativo a sus funciones.
Acción típica: La figura en análisis es de las que requieren la actuación de otro autor (ca
delincuencia necesaria), pues el sujeto activo no puede recibir o aceptar si no hay algl!ien que dé,
ofrezca o prometa algo. La norma castiga al funcionario que recibe o acepta, ya sea directamente
o por personas interpuestas, dinero, dádivas de cualquier tipo, o bien la promesa de ellas, a fin de
hacer, retardar o dejar de hacer algo relativo a sus funciones. Las acciones típicas, entonces, son
dos: recibir dinero o cualquier otra dádiva y aceptar una promesa
CAPITULO VII
Sujeto activo: Se exige una doble condición en relación con el sujeto alcanzado por la descripción
típica. Debe tratarse de un funcionario público que, además, se encuentre en una especial
situación funcional derivada de su carácter de administrador de los bienes a los que se refiere la
figura. Es administrador quien está facultado administrativamente para aplicar los bienes a las
finalidades legalmente determinadas.
CAPITULO VIII
Esta disposición será aplicable a los árbitros, amigables componedores, peritos, contadores,
tutores, curadores, albaceas, síndicos y liquidadores, con respecto a las funciones cumplidas en el
carácter de tales.
1. CONSIDERACIONES SOBRE EL BIEN JURíDICO PROTEGIDO: Como sucede en todas las figuras del
Capítulo se tutela el normal y correcto funcionamiento de la administración pública. Sin embargo,
lo que caracteriza la ilicitud que contiene este delito no es una efectiva afectación al buen
funcionamiento de la administración pública. Es un delito de peligro, representado por el hecho de
que los órganos administrativos actúan de modo parcial, insertando intereses particulares en la
función que desempeñan, lo cual a su vez daña la imagen y el prestigio de la administración
pública. A estos dos intereses (imparcialidad/prestigio) se refiere cuando se afirma que lo que se
tutela es el fiel y debido desempeño de las funciones de la administración en sentido amplio, de
manera que la actuación de los órganos no sólo sea plenamente imparcial sino que se encuentre a
cubierto de toda sospecha de parcialidad
A su vez, esta figura contiene un especial elemento subjetivo definido como la finalidad de
obtener un beneficio propio o de un tercero
Ver también: defraudación en perjuicio de la administración pública (art. 174, inc. 5°)