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Intertextualidad: acepeiones del término y tipos Por intertextualidad se entiende en general, las relaciones que se establecen entre un texto y otro u otros, del mismo autor o de varios autores, pudiendo 0 no coincidir en la misma época o perteneciendo o no al mismo género literario. El término intertextualidad esté estrechamente vinculado con lo que se ha entendido en Ia historia literaria como estudio de fuentes 0 de "influencias". Esa idea del estudio de fuentes ¢ influencias queda superada por la perspectiva de la intertextualidad pues ésta nos offece una visién més amplia del texto ya que se parte de la idea de que todo texto es consecuencia de otros anteriores. El ejemplo que siempre se utiliza por emblemético es el Quijote, ya que éste no hubiera podido escribirse si no hubicra habido libros de caballerfa con anterioridad. EI origen del término intertextualidad lo encontramos en la teorfa de Mijail Bajtin, autor del postformalismo ruso de los afios 30 del siglo XX, Este utiliza, al estudiar la novela de Fedor Dostoievski y de Frangois Rabelais, el término “polifonia textual”, ara expresar que en la narrativa de estos autores ademds de la propia voz se introducen otras voces a modo de recreacién de lenguajes ajenos. Segin el citado critico, la conciencia es fundamentalmente dialégica, y la idea no empieza a tomar consistencia sino cuando establece relaciones diald; s con ideas ajenas. Pero fue Julia Kristeva quiena acuiié el término intertextualidad a fines de la década de los 60. Para esta autora "todo texto es la absorcién o transformacién de otro texto", Por su parte, Michel Riffaterre considera la intertextualidad como la porcepei6n por parte del lector de, is ue 1a proceden, Por otra parte Lucien Diillenbach propone establecer la diferencia entre una intertextualidad general o entre varios autores, una intertextualidad restringida entre los textos de un solo autor, y una intertextualidad autérquica de_una texto consigo mismo. Conceptos afines serian la diseminacién y cl injerto del feconstructor Jacques Derrida, la architextualidad y la /. transtextualidad de Gérard Genette, la influencia de Harold Bloom, etcétera. Por otra parte, pronto se ha visto la utilidad y pertinencia de la aplicacién del concepto a otros dominios semisticos, en primera instancia a la semiética estética y mis tarde a toda la semiética de la comunicacién de masas. De entre todas las corrientes es muy relevante la que propone Cesare Segre, quien denomina interdiscursividad, a la relacién de un texto titeratio, 0 que utiliza el lenguaje humano de la palabra, con otros lenguajes humanos de naturaleza artistica, ya que no s6lo hay textos - y por lo tanto intertextos- escritos, sino que en el contexto més amplio de la semiologia existe también transtextualidad y la textualidad se hace coextensiva a toda la trama comunicativa humana. Het Gérard Genette en su obra Palimpsestos. La literatura en segundo grado, de 1982, la intertextualidad es una modalidad de algo més extenso denominado transtextualidad, y se trata de Una relacién de copresencia entre dos 0 més textos.... Su forma més explicita y Titeral es la cita (con comillas, con 0 sin referencia precisa)... El plagio, que es una copia no declarada pero literal... La alusién, es decir, un enunciado cuya plena comprensién supone la percepeién de su relacién con otro enunciado al que remite necesariamente tal 0 cual de sus inflexiones, no perceptible de otro modo El coneepto es en si muy amplio y en esa misma obra reconoce varios tipos de intertextualidad, de manera que puede establecerse Ia siguiente clasificacién: © 1. Intratextualidad, o relacién de un texto con otros escritos por el mismo autor * 2. Extratextualidad, o relacién de un texto con otros no eseritos por el mismo autor. * 3, Interdiscursividad, segiin Cesare Segre, o intermedialidad, segin Heintich F. Plett, es una relacién semioldgica entre un texto literario y otras artes (pintura, miisica, cine, cancién etoétera). + 4, Metatextualidad es la relacién critica que tiene un texto con otro, © 5, Paratextualidad es, segtin Genette, la relacién de un texto con otros textos de su perferia textual: ttulos, subtitulos, capftulos desechados, pr6logos, ultilogos, presentaciones... 6. Architextualidad Ja relacién genérica o género literario: la que relaciona textos en funcién de sus caracteristicas comunes en géneros literarios, subgéneros y clases de textos. 7. Hipertextualidad, segtin Genette "toda relacién que une un texto B (que Hamaré hipertexto) a un texto anterior A (que lamaré hipotexto) en el que se inserta de una manera que no es la del comentario”, 8. Hipotextualidad, inversamente, segtin Genette, "toda relacién que une un texto A (que Ilamard hipotexto) a un texto posterior B en el que se inserta de un modo que no es el comentario". BIBLIOGRAFIA Mijail Bajtin, (1986): Problemas de la poética de Dostoievski. México: F.C.B. Mijail Bajtin, (1989): Teoria y estética de la novela . Madrid: Taurus. Roland Barthes (1980): Mitologias. México: Siglo XXI [1957 y 1970] Roland Barthes (1988): "La muerte del autor" (1968) y "De la obra al texto" (1971), en Bl susurro del lenguaje. Mas allé de la palabra y de la escritura, Barcelona: Paidés, pags. 65-71 y 73-82. Jacques Derrida, (1975): La diseminacién, Madrid: Fundamentos [1972]. Umberto Eco (1968): Apocalipticos e integrados. Barcelona: Lumen (12', 1999) [1964]. Umberto Eco (1981): Lector in fabula. Barcelona: Lumen [1979]. Umberto Eco (1989): La estructura ausente. Barcelona: Lumen [1968]. Umberto Eco (2002): Sobre literatura. Barcelona: R que R [2002]. Gérard Genette (1989): Palimpsestos. La literatura en segundo grado. Madrid: Taurus, [1982]. Julia Kristeva (1978): Semiética 1 y 2. Madrid: Fundamentos [1969]. ‘Yuri M. Lotman (1978): Estructura del texto artistico. Madsid: Istmo. Yuri M. Lotman y Escuela de Tartu (1979): Semidtica de la cultura, Madrid: Cétedra, Heinrich F. Plett (ed.) (1991): Intertextuality. Berlin-Nueva York: Walter de Gruyter. Francisco Quintana Docio (1990): "Intertextualidad genética y lectura palimpséstica" Castilla 15, pags.169-182. © Michael Riffaterre (1983): Sémiotique de la poésie. Paris: Seuil. © Tzvetan Todorov (1981): Mikhail Bakhtine: le principe dialogique. Paris: Seuil. Tena TD | Los intercambios literarios internacionales (Pichois, Claude, Rousseau, André-M-, La literatura comparada, Madrid, Gredos, 1967) Por su antiguedad y por el nimero de sus publicaciones el estudio de fos intercambios literarios internacionales conserva actualmente un lugar destacado. Por éLha de pasar la iniciacién de Jos comparatistas. Pero los indiscutibles resultados obtenidos en este campo no deben ocultar toda oscura complejidad que envuelve algunos problemas fundamentales. Se pueden agrupar bajo el titulo de “Intercambios literarios intemacionales” por una parte, los vectores que transportan de nacién a nacién ideas y géneros literarios, temas e imagenes, obras enteras o fragmentarias; por otra parte, los objetos mismos que las naciones truecan entre ellas. Pero para ofrecer obras ¢ ideas a los extranjeros es preciso primero comprenderse. 1. El conocimiento de las lenguas Esta cuestién fundamental es una de las peor dilucidadas. Tratarla bien exige una serie de sondeos y monografias. Los sondeos han de abarcar el conjunto de la poblacién y en particular las clases de donde suelen surgir los escritores; han de tener en cuenta los programas escolares, los preceptores extranjeros (se ha dicho que la difusion de Ja lengua francesa estaba en deuda con las institutrices reclutadas durante dos siglos por las familias de la aristocracia y la burguesia del mundo entero), la presencia de extranjeros eel pais... Los escritores de monografias se preguntaran qué conocimiento del inglés 0 del aleman han tenido un escritor ¢ un grupo de escritores. Pero no hay que fiarse de las apariencias: Proust ha podido traducir a Ruskin sin poseer mas que rudimentos de inglés. Las condiciones cambian de pais a pais; ni franceses ni ingleses han recibido el-don de lenguas pero han obligado a Europa y lego al: mundo a hablar francés primero y luego inglés. La Europa francesa es una realidad de los siglos XVIII y XIX, por lo menos al nivel de las clases elevadas. El mundo inglés es una realidad del siglo XX. Rusia y Alemania poseen una plasticidad lingiiistica mucho mayor; sus idiomas aceptan voces extranjeras. Las minorias lingitisticas son generalmente las que conocen. mayor niimero de lenguas. Y asi holandeses y escandinavos no pueden prescindir del inglés y el aleman. Los polacos, divididos entre el ruso y el aleman, estan apegados al francés y al latin. En Africa se han constituido dos bloques, uno angléfono y otro francéfono. Desde luego las lenguas vehiculares tiene tendencia a transformarse o, por el contrario, a inmovilizarse en boca de quienes las usan, Para poner remedio a fa confsién de lenguas, algunos ingenios tan generosos como quiméricos inyentaron idiomas universales (esperanto). Sin embargo amén de que esos idiomas no han sido ilustrados por ninguna obra brillante, estin sujetos como el latin, a diferencias de promunciacién que provocan su fragmnetacién en dialectos. El “basic English” o el chino reducido constituyen vehiculos més eficaces. Desprovistos de recursos literarios son pricticos instrumentos de comunicacién . Y pese a esfuerzos laudables el latin no podra recuperar su lugar. Es preciso pues decidirse a aprender las lenguas de aquellos cuyas literaturas deseamos conocer, lo que en la actualidad resulta sin duda mucho més accesible que en épocas pasadas. 2. Los hombres y sus testimonios. 2.1. Los viajeros Del siglo XVI al XIX, época aurea de los viajes, es facil encontrar por los caminos de Europa no solo picatos empujados por el hambre sino a gentes movidas por el afin de aprender y contemplar las maravillas de la Antiguedad. Roma es la tierra prometida de los humanistas y escritores, pintores y escultores viajan a Italia. En la buena sociedad inglesa se considera que éducacién de un joven culmina en el gran viaje que para el siglo XVIII consiste en recorrer durante meses Francia, Suiza e Italia, mas raramente Espaifa y Portugal. Italia’ ejercia sobre Inglaterra un verdadero embryjo. El mismo atractivo ejerce sobre los alemanes o nérdicos. Y asi Goethe descubre en Italia las virtudes del clasicismo y Werner los encantos del catolicismo. Y un francés independiente Stendhal quiere ser llamado “Milanese”. En el siglo XVII] Paris capital de Europa atrae también a Jos extranjeros. Los salones se enorgullecen de varios exéticos huéspedes. Algunos se instalan para vivir. Grimm, Galiani, Otros recooren ciudades y campifias. Tampoco los franceses son caseros y viajan por Europa. En el siglo XIX se amplia el radio de accién. Custine describe sobre el z oa terreno a Rusia, pais que recorre Balzac; Tolstoi visita Paris. Andersen viaja por toda Europa. Delacroix llega hasta Marruecos. Se visita Espafia: Chateaubriand, Merimée, Gautier, Victor Hugo, W. Irving, G. Borrow., Y Venecia tiende a suplantar a Roma, después de las visitas de Musset, Wagner y en espera de Mann, Los siglos XVII y XIX conocieron un tipo particular de viajero: rico y excéntrico que en todos los lados se sentia como en casa. Entonces uno se trasladaba de pais a pais sin ser victima de pejigueras burocraticas, policiacas y aduaneras. Y¥ uno se quedaba donde le antojaba sin necesidad de presentar un contrato de trabajo. En el siglo XX los barcos, los aviones cubren el planeta con redes cada vez mds apretadas y provocan esta desengafiada constatacién de Paul Morand Rien que la terre. Junto a los que viajaban por su gusto o su instruccién hay que citar a los viajeros a la fuerza: guerreros de las cruzadas 0 en otras guerras, victimas de las mismas 0 de la Inquisicién, desterrados por causa del religién, estudiados por Menéndez y Pelayo en su Historia de Jos heterodoxos espafioles, exiliados politicos, estudiados por Gregorio Marafién en Espafioles fixera de Espafia (1963). Habria que mencionar por ejemplo a los jesuitas expulsos de Espaiia en tiempos de Carlos HI. Este hecho representé para la Espafia del siglo XVIII un bajén en su nivel cientifico y un enriquecimiento para Italia, incluso en el cultivo precoz de los estudios de literatura comparada. 2.2. La influencia de los viajes Estos viajes han producido una literatura abundante y asi el viaje se vuelve un género literario muy bien atestiguado en la época romantica y en tiempos recientes. No menos abundante y hasta superabundante es la bibliografia dedicada a estos viajeros. El descubrimiento. de América y del Extremo Oriente por aventureros, comerciantes y misioneros propone temas esenciales a la literatura occidental; de la America del Norte nos vino el tema del buen salvaje. La conquista de América nos ha traido epopeyas, memorias, acusaciones e incluso utopias realizadas, gracias por ejemplo a los jesuitas del Paraguay. Con el Oriente cercano y Jejano las 3 Bak rey relaciones de Occidente son mucho mas antiguas: baste recordar la expedicién de Alejandro, las cruzadas, la ruta de la seda, el mito del Preste Juan, el viaje de Marco Polo, la ida de San Francisco Javier a la India. Por otra parte la indiferencia hacia Oriente pronto cesaria y-ello tiene su origen en los sucesivos viajes que hacia alla realizan los europeos. ‘También en el capitulo de los viajes, habria que citar a quienes los realizaron a los reinos de la quimera: Uitopia de T. More, Luna.e Imperios del Sol de Cyrano de Bergerac, Ciudad del sol de Campanella... suefios de armonia y justicia o contrapuntos irénicos a la imperfeccién terrestre 2.3. El papel de las colectividades La accién que ejercen hombres solitarios puede ser considerable; la de los hombres,en grupo, mas fuerte todavia, ya que, agrupados, extienden su atraccién ¢ irradiacion a grandes distancias. En primer lugar hay que citar a paises enteros que hacen el oficio de encrucijadas. As{, Holanda, emporio de Europa, acarrea hacia Alemania el barroco italiano; Suiza es el intermediario por el que Alemania influye sobre Francia. Lyon es el corredor natural del comercio entre Italia y Francia durante el Renacimiento. Cabe mencionar el papel de la universidades que,-en la época de su especializacién (medicina en Salerno, derecho en Bolonia) convidaban a los estudiantes a dar vueltas por Europa. Recordemos el Colegio Espaiiol de Bolonia, fundado en el siglo XIV por el cardenal don Gil de Albornoz. A fines del siglo XVIII y a comienzos del XIX el Colegio de Francia atrae a quienes quieren estudiar las lenguas orientales. La Alemania de la filosofia y de la historia atrac a muchos y asi, Ia filosofia alemana ejerce en Espafia un gran influjo debido a la estancia de Julién Sanz del Rio y a su conocimiento de las ideas de Krause. Desde la Edad. Media y hasta el siglo XVII se erigieron colegios para extaranjeros en la Montagne de Saite-Geneviéve 0 a orillas del Sena: colegio de los irlandeses, de los Escoceses, de las Cuatro Naciones. De tiempos de Felipe II datan en Espaiia los seminarios y colegios para ingleses ¢ irlandeses catdlicos perseguidos en sus Islas. Los talleres y las oficinas de los impresores, libreros y editores (antes del siglo XIX es dificil distinguirlos) constituyen otros centros de atraccién. Voltaire y yoo Rousseau encuentran editores en Holanda. Mas recientemente, las librerias y los gabinetes de lectura han provocado muchos encuentros,en la calle del Odedn, entre las dos guerras, en casa de Adrienne Monnier 0 ents su vecina Sylvia Beach, podian discutir Gide, Claudel y Aragon con James Joyce y con todos los americanos de Paris, ya fuesen poetas como Ezra Pound 0 novelistas como Hemingway. No se deben olvidar las bibliSecas piblicas y las colecciones particulares, sobre todo cuando las primeras organizan colecciones que los catélogos perpetian: los de la Biblioteca Nacional de Paris asi como el Catalogo de la Exposicién de Bibliografia Hispanistica (Biblioteca Nacional, Madrid, 1957) que hace la resefia del hispanismo en el mundo desde el siglo XIX. Las academias son a veces iitiles encruzijadas. Las de Italia para los ingenios de los siglos XVIy XVIL La de Berlin, bajo Federico Il, tiene tanto prestigio como la Academia Francesa. No debemos olvidar los teatros, las éperas, las salas de concierto: La Fenice de Venecia, la Scala de Milan, el San Carlo de Napoles, el Mozarteum de Salzburgo, el teatro wagneriano de Bayreuth, los ballets Bolchoi de Moscu, el Covent Garden de Londres, el Concertgebouw de Amsterdam, sea que reciban la visita de extranjeros, sea que ellos envien sus compaiiias ¢ instrumentistas. A este respecto recuérdense las representaciones dadas en Paris por comediantes ingleses a principios del siglo XIX, y el entusisamo excepcional con que fueron acogidos los ballets rusos de Sergio de Diaghilew por los contempordneos de Jean Cocteau y de Picasso. A su vez la larga estancia de Louis Jouvet y de su compaiiia en América del Sur durante Ja iltima guerra, los desplazamientos de la Comédie Francaise ... En la Alemania del siglo XVII fueron las compaiiias teatrales inglesas las que dieron a conocer a Shakespeare. Pero la paima por la calidad y la profundidad de la infleuencia se ha de reservar a los salones cosmopolitas. En primer lugar al de Mme. De Stael en Coppet, cuyo esplendor irradié por toda Europa. También el de Julie Bondeli, en Berna, de quien Rousseau dijo que tenia la raz6n de un hombre y el espiriut de una mujer. La literatura y las mundanidades se aiman en ciertas cortes principescas: en Se 10 Weimar, a donde se va para contemplar al sefior consejero von Goethe. Y después de la primera guerra mundial en casa de algunos mecenas como en Viena, Berthe Zuckerkandel, o en Weimar, el conde Kessler. Con un espiritu exento de cualquier esnobismo mundano pero si literario, algunos grupos de escritores contribuyeron a propagar el conocimiento de autores extranjeros; el Cenaculo se entusiasmé por el romancero espatiol, el grupo de Bloomsbury, por la novela musa. Estas reuniones han hecho famosos a muchos cafés como los de Saint-Germain-des-Prés, en Paris. 3. Los instrumentes 3.1. La literatura impresa Segin va. desarrollandose la civilizacién de lo impreso, una serie de instrumentos vienen a abolir las dist cias y sirven de eficazes intermediatios: obras en leguas extranjeras, traducciones, adaptaciones, antologias, revistas y periédicos El acceso mas seguro a las literaturas extranjeras se logra frecuentandolas enfu lengua original. A este propésito hay que decir que en el siglo XIX los madrilefios podian abastecerse de libros franceses en casa de Monier cuyo nombre cita Merimée. El francés Monier fue librero y depositario en Madrid de la Revue de Deux Mondes. A través de él, Merimée proporcion6 libros franceses a la condesa de Montijo en 1845 y fue él quicn acogié en 1846 a Dumas en Madrid. Mesonero Romanos cita en 1844, lalibreria de Monier, ‘La Fontana de Oro, en la Carrera de San Jeronimo. La importacién de libros planteaba problemas de transporte y de aduanas de manera que los editores franceses en el siglo XIX pensaron en hacer imprimir libros extranjeros y asi hacen con obras de Walter Scott y otros novelistas ingleses que fueron publicados en Paris por la firma Baudry. También se lanzé una coleccin de clasicos alemanes: Por otra parte la imitacién fraudulenta durante la primera mitad del siglo XIX inundé el mercado internacional de libros en francés. De igual modo en el siglo de oro espaftol Lisboa es un centro de edicién fraudulenta. Por otra parle y por motivos diversos algunas obras importantes 0 aparecieron en su pais natal. James Joyce publica en Paris el Ulises. En algiin caso extremo una traduecién puede preceder a la edicién en lengua original. 6 2 3.2, Traducciones y adaptaciones Las traducciones son el medio mas ficil y mas frecuente de acceder a las obras. Las traducciones directas, es decir, las realizadas directamente del original son las-que presentan mayores garantias, pero no pueden rivalizar con él. No obstante hay excepciones. Ciertas traducciones, obras maestras en su propia lengua, han pasado a ser obras maestras en otra lengua. Asi ocurrid con el teatro de Shakespeare y su versin de! A.W. Schlegel y L. Tieck. Lo mismo sucedié con Las Mil y una noches adaptadas por Galland al gusto clasico. La calidad de las traducciones crece en razén de la misma calidad de los traductores. Los grandes escritores se interesaron en el siglo XVI por esa labor de traslado para enriquecer la lengua. Pero cuando esos motivos desaparecen, cuando solo la afinidad acerca a espiritus hermanos en lenguas diferentes, entonces nacen las més de las traducciones que enriquecen a la lengua receptora: Esquilo se afrencesa gracias a Claudel; Shakespeare por obra de Gide. Sin embargo el mayor eseritor o el que se cree serlo no siempre resulta el mejor traductor y atin menos cl as exacto. El escritor genial transpone y se apropia a quien traduce. Mas modesto, el traductor de oficio sirve con més cuidado a su modelo, Uno quisiera aprovecharse para cada obra maestra de los esfuerzos de ambos. La traduceién puide ser directa y resultar de la colaboracién de un buen conocedor de la lengua extranjera y un excelente escritor que se limita a adivinarla. El texto original se va encauzando asi hacia su transposicién mediante una version literal, comentada palabra por palabra. El procedimiento ya lo aplicaron en el siglo XII los traductores de la Escuela de Toledo: la versién literal al castellano de un texto drabe o hebreo venia luego puesta en latin por otro letrado El estudio de una traduccién se plantea interrogantes sobre quién era el traductor y cémo tradujo y ese estudio pertenece a la historia de la literatura receptora. Ello nos explica la eleccién del texto y también el valor y Ia orientacion de la traduccién. Respecto a las traducciones francesas de Shakespere se suele decir: “Con Voltaire un mundo se acaba, con Letourneur, un mundo comienza”. Las traducciones francesas de la época clisica tuvieron muy en cuenta los principios clésicos y ello sin duda desvirtuaba los originales. Pero hoy el acento se ha desplazado: se tomaba muy en consideracién el genio de la lengua francesa y el gusto del piiblico; ahora nos interesa lo que de singular y exético tiene el texto extranjero. Seria necesario mencionar las ideas de Ortega y Gasset y su preferencia por la literalidad, en Miseria y esplendor de la traduccién y Gracia y desgracia de la lengua francesa , en Obras Completas, 1958. En cuanto a las adaptaciones son frecuentes en el teatro; a veces salen a relucir obras maestras como por ejemplo Dialognes de cammelites, de Bernanos, basada en una novela de Gertrud von Le Fort. Las traducciones indirectas son las hechas a partir de una version intermedia. Enel siglo XVII el francés sirvié asi de intermediario entre el inglés por una parte, y ell italiano, el espafiol y el portugués, por otra, La difusién de Shakespeare fue obra de Francia. A este propésito y como ejemplo fae en las traducciones francesas donde Nietzsche descubrié las novelas de Dostoievski. Ahora bien como los franceses prefieren “les belles infidéles”ya se adivinara qué aspecto debe presentar el resultado. En el siglo XIX el inglés y el aleman disputan ese papel al francés. Quinet para traducir las Ideas sobre Ia filosofia de la historia de Herder recurre al ingiés. Y otros franceses para conocer la literatura alemana recurrieron a los ingleses y en paticular a Carlyle. En el siglo XX el inglés sigue siendo un vehiculo muy itil para el conocimiento y traduccion de textos escritos en chino o en las lenguas de la India. También ocurre que las lenguas de minoria sirven de trasmisoras entre grandes grupos lingitisticos: Ja literatura servio-croata sirvié de enlace entre el mundo roménico y el eslavo. No olvidemos que en la Edad Media el eslabén mds importante entre el mundo cristiano y el Islam fue Espafia, tanto en la época de los traductores de Toledo en el siglo XII como en la centuria siguiente bajo el arzobispo Raimundo y luego con Alfonso X el Sabio También convendria recordar que la coleccién de cuentos, anécdotas y fibulas mas lefda, traducida ¢ imitada en la Edad Media es la Disciplina Clericalis del aragonés Pedro Alfonso. Jo 3.3. Obras de iniciacién Nunca alabaremos bastante a los que se han esforzado por dar a conocer literaturas y autores extranjeros. Por su importancia. destacaremos Lettres philosophiques (Voltaire, 1734) De Allemagne (Mme. De Stael, 1814) quien, por cierto, reveld a los ojos deslumbrados de los franceses los tesoros intelectuales acumulados por los germanos. .Por otra parte los esfuerzos de estos “vulgarizadores” deben apreciarse como los de los traductores teniendo en cuenta su personalidad, los habitos mentales de la época, Ni la intencién de Voltaire con sus Lettres philosophiques (1734) ni la de Mme. De Stae! son desinteresadas: ambos lanzan contra una Francia tiranizada la imagen de vecinos mas felices, Las Antologias completan el efecto de estas obras. Y los comparatistas no deben descuidar estas obras escolares ni las destinadas al gran piblico. También son muy ttiles las colecciones creadas por algunos editores. Finalmente tos ensayos llaman la atencién de un vaste piblico sobre los escritores extranjeros. Villanueva, Dario, “Literatura Comparada y Teoria de la literatura”, en Curso de Teoria de la literatura, Madrid, Taurus, 1994 Introduccion {. &, Eliot en un ensayo titulado The Sacred Wood (1920), afirmaba que es falso contraponer la originalidad de cada escritor, su talento con la tradicién en la que se inserta, Fue esa una idea de los roménticos: tanto mas original se es cuanto mas se rompa con la tradicién. Segin Eliot las cosas son al revés: ta originalidad de un eseritor brilla mas a medida que se le enmarca en la tradiciGn, porque respetando lo que viene de ella, pero aportindole nuevos matices, es como el escritor se vuelve original. Para Eliot Ja literatura es una realidad que no tiene fronteras espaciales ni temporales. El poeta no escribe solo para la generacién de sus coeténeos, ningun poeta, mi artista del arte, encuentra su completa significacién en si mismo sino que ésta se revela por comparacién y contraste. Esta afirmacién podria hacemos caer en el relativismo pero no es asi en absoluto. Veamos. Segin el mismo Eliot existe un orden ideal constituido por todas las obras producidas que se modifica parcialmente con la aparicién de un nuevo texto literario de valor. El pasado influye en el presente de la literatura, pero también sucede lo contratio; si esto es asi en cuanto a la dimensién temporal, qué decir de la espacial: desde los cldsicos grecolatinos hasta los escritos contemporéneos han estado contribuyendo a cada creacién singular. Los eseritos literarios resultan en la actualidad de cuatro disciplinas: Ia poética 0 » teoria de la literatura, la critica literaria, 1a historia literaria y la literatura comparada. Fin los 150 afios uiltimos ha predominado la historia de la literatura, a pesar de que fue una disciplina nueva, fruto del Romanticismo y relacionada con el concepto de nacién. Se rompia asi con un sistema de constantes que habian pervivido desde el mundo grecolatino. La literatura escrita en las distintas lenguas Hamadas vulgares se consideraba parte de un conjunto mucho mas amplio, en el que todo se ponia en funcién de las invariantes o constante universales. Pero lo cierto es que el romanticismo y el fruto de éste, el nacionalismo literario, fue también ademés de frend, ua gran elemento impulsor para la literatura comparada. Por lo tanto, la historia literaria como disciplina impuls6 una concepeién literaria en Ja que existia un continuum literario que estaba fundado en la poética y en la retorica. Existia un literatura que cobraba diversas manifestaciones en cddigos lingtiisticos diferentes, pero habia una tradicién supranacional originaria de Grecia, Roma, y el Cristianismo. ] Romanticismo, al reivindicar la libertad creativa para defender Ja originalidad, se acereé a lo patticular, a la expresin de lo genuino de cada pueblo. Se restituird la continuidad a partir de los particulares literarios de cada una de las lenguas en su manifestacion artistica, puestos en comin y comparados para percibir en ellos 1 15 semejanzas y divergencias. Asi se produce la paradoja de que el nacionalismo cimente e} internacionalismo. Set : En ef nacimiento de la literatura comparada influye un paradigma cientifico predominante desde principios de siglo XIX en varios ambitos: surge Ia anatomia comparada, la mitologia comparada, incluso un curso de literatura y pintura comparada (Sobry, 1810) Origenes Los fundadores surgieron en Francia con figuras como Villemain, el cual entre 1828 y 1840. explica, escribe y publica cursos de literatura francesa en los que establece comparaciones con otras literaturasy emplea el término “Littérature comparée”. Afirma de este estudio que es una “filosofia de la critica”. En 1830, Ampére reitera que de la historia comparativa de las artes y la literatura debe surgir la filosofia de la literatura y de las artes. Esa filosofia de la critica y esa filosofia de Ja literatura y de las artes equivale a nuestra teorfa de Ia literatura y apunta a la continuacién de lo que habia hecho Aristételes en su Poética: la formulacién de los principios bésicos que fundamentan Ja literatura. A partir de mediados del siglo XIX la literatura comparada comienza a extenderse. En 1866 Possnett publica en Londres el primer manual, Comparative Literature. Pot esos mismo afios, en Francia y Centroeuropa, se explica la disciplina, Habria que citar a Revue des deux mondes. Pero ser el siglo XX cuando la literatura comparada se consolide. Después de la primera guerra mundial, tras el tratado de Versalles, surge el convencimiento de que es necesario el mutuo conocimiento de los pueblos para curar las heridas producidas y proliferan los estudios de literatura comparada. La segunda gran guerra represents una detencién en los estudios, ademas, la politica de bloques y a llamada guerra fiia no fue favorable a los estudios comparatistas, si bien Ig disciplina fue reconocida por la Unesco en el afio 1976. A patit de Ja caida del muro de Berlin y de otros acontecimientos iltimos y proximos, es evidente que hay que ahondar en el reconocimiento de fas raices culturales de Europa, No obstante siempre existirén fuerzas en contra y en este momento el mayor peligro es el denominado multiculturalismo, que ha cobrado en EEUU gran fuerza desde hace 20 afios y va més allé de la antropologia cultural que lo vio nacer. Desde tal perspectiva se propone una aplicacién a lo fiterario de modelos tomados del imperialismo y de la colonizacién; asi la cultura occidental adquiere un sesgo de instrumento opresor, eurocéntrico, sobre otras culturas a las que impuso un canon de valores literarios, elitista y clasista; se deduce que una literatura denominada clasica va acompafiada de un aparato de poder que expulsa a las manifestaciones locales. En algunas universidades norteamericanas, en las que la presin de Jas minorias esta 2 16 influyendo en los claustros, se esti abogando incluso por la eliminacién de las literaturas europeas. Este fenémeno e ideologfa puede Hegar a destruir el concepto de cultura como una continuidad en la transmisi6n de obras estéticas que han iluminado la tayectoria de nuestra civilizacién desde los clésicos hasta la actualidad, La literatura comparada ‘ puede contribuir a frenar esa oleada que se esti extendiendo desde planteamientos como Jos comentados pues abre el espectto a manifestaciones mas allé de una sola Tengua, de una sola comunidad y de una sola época. Fuentes Sefialamos algunas fuentes - Anuarios titulados Yearbook of General and Comparative Literature, Chapel Hill, entre 1952-y 1960 - Bibliographie générale de littérature comparée, a partir de 1921 - Revue de Littérature Comparée, fundada en 192 por Baldensperger y Paul Hazard Definicién En cuanto al término, existe un problema inicial con el propio enunciado que la denomina; en general hay que reconocer que el término venia dado por los precedentes de las otras ciencias comparadas propuestas a comienzos del siglo XIX. La acufiacién francesa “littératture comparée” ha sido aprovechada por la mayoria de las lenguas romiinicas. En inglés se rechaza el adjetivo pasivo y se sustituye por otro que indica accién positiva: “Comparative literature”, En realidad, la denominacion mas exacta seria “Ciencia de la literatura comparada”, “Ciencia comparativa de la literatura” o “Estudios literarios comparativos”. En cuanto a la definicién, Claudio Guillén propone que por literatura comparada “se suele entender cierta tendencia o rama de la investigacién literaria que se ocupa del estudio sistemitico de conjuntos supranacionales” (1985). Harry Remak en 1961 afirmé que “es la comparacién de una literatura con otra u otras y la comparacién de Ia literatura con otras esferas de la expresién humana”. Lo que define a un comparatista, segin Claudio Guillen es “la conciencia de unas tensiones entre Io local y lo universal, entre lo particular y lo general”, sin consagrarse a uno de los dos extremos de esta solidaridad. Relaciones con las otras artes La insistencia de Remak en que el comparatismo debe atender a las relaciones entre lo literario y Io artistico, filos6fico, cultural o ideolégico, resulta muy positiva. El tratado de Lessing titulado Laocoonte o sobre los limites entre la pintura y la literatura 17 4 (1766) es, en cierto modo, un antecedente de los estudios de literatura comparada, puesto que propone que pintura y literatura mantienen unas relaciones que deben ser enfocadas desde la misma tradicisn temética pero con la especificidad del sistema de signos que cada uno de estos érdenes artisticos aleanza. Todo ello baséndose en la mala lectura, la confusion que se hizo sobre el principio de Horacio “Ut pictura poesis” Fue un discfpulo del gran historiador del arte Henrich Wolfflin, Oskar Walzel, quien en una conferencia en 1917, acuiié la expresién que mejor revela esta modalidad comparatistica: “Ia iluminacién reciproca de las artes”, formula que se ha acompafiado con la de los “talentos dobles” (Miguel Angel, Blake, Hoffmann...) No cabe duda de que en la Semidtica entendida como teoria general de los signos, puede buscar el comparatista los instrumentos metodolégicos y la_precisién conceptual que precisa. Nos encontramos en primer lugar con Jas comparaciones tematoldgicas, pero interesan también las investigaciones referentes a formas y a estructuras, por ejemplo: homologia de formas de composicién musical (sonata, fuga, contrapunto) y formas literarias. La relacion con el cine es uno de los campos més interesantes. iteratura general y literatura universal Las dos nociones estin en relacién con literatura comparada. La literatura universal procede de Goethe, quien en 1827 hablé de la fundacién de una Weltliteratur general. Pero una literatura universal, suma de todas las literaturas nacionales es una quimera; se reduce a un compendio de obras maestras de numerosas lenguas. También se puede identificar literatura universal con os grandes clisicos; ese planteamiento ha dado lugar al debate sobre el canon literario y su constitucién. Paul van Thiegen (1920) propuso el término literatura general; en su coneepeién fiteraria, los aportes analiticos deben ser sometidos a tres procesos de sintesis: el primero, tiene lugar en el ambito preciso de cada historia de la literatura; el segundo, corresponde a {a literatura comparada “francesa”, es decir, el estudio de las relaciones de dos literaturas, y el tercero, seria el de esa literatura general dedicada al estudio de os hechos comunes a varias literaturas para dar una visién de conjunto de los mismos desde una perspectiva més abstracta, 18 5 La crisis de la literatura comparada La inestabilidad entre lo propiamente histérico y lo teérico precipité a la literatura comparada a una crisis. El conflicto lo planteé René Wellek, en el afio 1958, en un trabajo titulado “The Crisis of Comparative Literamre”. Segdn Wellek, la precariedad en la evolucién de fa literatura comparada, que para entonces ya contaba con un siglo de desarrollo, radicaba en la inexistencia de un objeto diferenciado de estudio y de una metodologia especifica para ella. Rechazaba la divisién de Van Thiegem entre Titeratura general y comparada, pues pensaba que ambas era una y la misma disciplina. Era necesario pues una reorientacién profunda de la disciplina; la literatura comparada debia entrar en colaboracién con la teorfa, la critica y la historia literatia. El objeto de interés literario para los comparatistas ha de ser fa obra de arte literario en si misma, y para ello han de enfrentar el problema de la literatura, el problema principal de la estética, de la naturaleza del arte y de la literatura, América bien podria ser, segiin Wellek, la tierra de promision de esa nueva literatura comparada. Se consideraba la apropiacién indebida de Ia literatura comparada por Ja escuela francesa, contra la que iban las denuncias de Wellek. Y, precisamente, vendré desde Francia el apoyo més decidido para la reorientacién de Ja literatura comparada; su autor fue una figura de gran relevancia intelectual, René Ftiemble, quien, en 1963, publicé “Compatison n’est pas raison. La crise de la litérature comparée”. Para Iitiemble la literatura comparada era més que una disciplina literaria, para convertirse en una afirmacién politica de universalismo y apertura historia e intelectual, Para un comparatista de la generacién de Baldensperger el conocimiento del alemin, inglés, espafiol, francés e italiano era suficiente. Ya no le parece asi a Etiemble, pues Ia ignorancia absoluta del japonés y el uso se le figuran inaceptables. No rechaza sin embrago el papel primordial que las, traducciones han de tener en su proyecto. de un nuevo comparatismo més ecuménico. Pero esta igualmente claro en su propuesta su distanciamiento de la escuela francesa y su interés por todo fo referente a aspectos estéticos, a una estilistica comparada, a un andlisis comparativo de los simbolos, que conducirfa a una verdadera poética comparada. Direcciones de Ia literatura comparada Hemos visto ya cémo desde sus mismos inicios decimonénicos Ia literatura comparada, en el marco de los estudios literarios, apunta inicialmente en la direceién de la historia, pero ya lleva en germen una proyeccién a la teotia que, con el tiempo, ard lugar a dos orientaciones para esta disciplina, que se suelen conectar con dos Ambitos geogréficos: la escuela francesa y Ja escuela norteamericana. A la primera se le atribuye un énfasis histérico, a la segunda, tedrico. La primera atiende a las relaciones directas 0 causales entre obras y autores, a la circulacién de escuelas, éneros, tendencias, estilos o motivos. Ejemplo de estos trabajos serfan “Gothe en 19 6 France‘, de Baldensperger (1904), “Goethe en Angleterre” de Camé (1920), “Floracio en Espaiia” de Marcelino Menéndez y Pelayo. Estos estudios comparatistas aportan datos de enorme interés para comprender que la literatura nunca esta cerrada en el Ambito de una expresién lingiifstica singular, sino que hay una especie de comunicacién constante en todas ellas, Esto, ademas, no es un hecho modemo, sino que siempre ha sido asi, a lo largo de la historia. Sin embargo, para otros, es insuficiente esa vision del comparatismo literario. Se ha hecho una caricatura de ella al afirmar que, en definitiva, lo que estos comparatistas estudian es la importacién y la exportacién, el comercio exterior entre las literaturas. Frente a ello, la otra orientacién atiende a las convergencias, sin necesidad de buscar relaciones causales, algo que desde antigno los estudiosos de la literatura percibieron y justificaron. Se trata del fenémeno de la poligénesis, es decir, gpor qué en lugares distintos se producen expresiones literarias concomitantes, sin que tengamos constancia ni seamos capaces de descubrir una relacién de dependencia entre lo uno y lo otro? Este fenémeno siempre ha existido y tiene probablemente mayor interés que las influencias factuales, Jo que no significa que éstas deban ser desdefiadas y desatendidas por los ‘comparatistas, pucs necesitamos las Hines de fuerza que vertebran una amplia comunidad cultural en cuanto a las relaciones de intercambio literario se refiere. El nuevo paradigma En los itimos aftos,ha emergido con fuerza el nuevo paradigma de Ia literatura comparada, Se trata de un intento por abandonar la relacién genética causal para justificar cualquier prospeccién compartiste y de atenerse a lo dado, a los hechos en si. Siempre que en dos literaturas distintas, 0 en una literatura y otro orden artistico, ya sea plistico o musical, sin que haya mediado una relacién de dependencia de una de las partes hacia la otra, aparezca un mismo fenémeno, siempre asomaré un elemento teérico fundamental, es decir, una invariante de la literatura. La inmediata consecuencia de esto es la vinculacién de la literatura comparada con la teoria literaria, 'Y asi, el comparatismo puede corregir los excesos ahistoricistas de algunas de las escuelas tedricasy éstas pueden paliar la endeblez de la metodologia del comperatismo. Desde 1970 se puede percibir este nuevo clima de renovacisn del comparatismo que lo aproxima a la teoria. Incluso algunos estudiosos consideran que la teoria literaria encuentra una base empirica éptima en la literatura comparada. En este sentido, destaca A. Marino, quien en Comparatisme et théorie de la littérature (1988) profesa una concepcién semejante a la de T.S.Fliot: Ia literatura implica una dimensién universal, mas que supra-nacional. Un teorfa literaria se construye con elementos generales que denominamos invariantes, pero éstos son tanto més significativos y vélidos cuando aparecen en literaturas que no han estado en contacto intenso y habitual. Asi o ha destacado también Dario Villanueva en su obra El polen de las ideas (1991). 20 7 La clave de la otra visién de la literatura comparada no tiene por qué excluir radicalmente la primera, la positivista, pero le permite dejar de servir de maner exclusiva a la historia literaria y prestar unos servicios imprescindibles a la teoria de [a literatura. Porque ésta, cuando no cuenta con el contraste empirico que la literatura comparada le proporeiona, se transforma en una especie de metafisica literaria en la que los universales lo dominan y Jo velan todo, cuando lo que importa més son los particulares literarios, y cuantos mds, mejor, para, a través de ellos, fundamentar s6lidamente el edificio de un poética renovada. Metodologia Se suele achacar a la literatura comparada de una cierta indefinicin metodol6giea y reclamar de ella algunas concreciones a este respecto que a veces lo comparatistas no estin dispuestos a dar. Manfred Schmeling (Teoria y praxis de la literatura comparada, 1984) ba prestado atencién al probélma metodolégico y propone cinco tipos o estrategias diferentes de comparacién. 1) La primera posibilidad es la monocasual que se basa en una relacién directa genética, entre dos o ms miembros de la comparacién. Se trata del tipo caracteristico de la Iamada escuela francesa, fundada por Baldensperger y liderada por Van Tieghem. 2) Un segundo tipo de comparacién se da cuando, existiendo una relacién de hecho entre dos obras de diferentes literaturas, se les afiade una dimensién extraliterarig. fundada en el proceso histérico en el que se insertan los miembros de la comparacién; con ello se da un paso mas en el esquema metodolégico, al insertar Ia coincidencia de dos literaturas en movimientos més amplios de indole social, econémica, politica 0 ideologica. Se da también importancia al sujeto receptor. 3) Cuando entre obra y obra comparadas se introduce otro elemento, al que se le concede mds importancia que a las relaciones de hecho indicativas de una efectiva influencia o imitacién, surge un tercer tipo de comparatismo basado en {a analogia de contextos. Se trata de una inversién de los factores actuantes en el tipo anterior. Alli, después de comprobada la existencia de una relacién objetiva de dependencia entre dos obras de diferentes literaturas, se iluminaba esa expresién de “afinidades electivas” desde una cosmovisién compartida entre ambos autores. Ahora esa cosmovisién justifica por ella misma la proximidad entre dos obras que no se deban nada la una al otra, sino que obedecen precisamente a aquel referente comin. 4) El cuarto tipo del que trata Schmeling es el que vincula de forma més clara la literatura comparada con Ja teoria de la literatura, pues se refiere a una practica en la que desde un punto de vista ahistérico, predominantemente formal, se confrontan los textos para percibir en su estilo, composicién y otros aspectos discursivos, semejanzas y divergencias significativas. 21 8 5) Bl quinto tipo que propone el autor no es otra cosa que la critica literaria comparada, segin la cual se pondrian en paralelo los diversos métodos de anilisis y estudio de la obra literaria a lo largo de la historia ‘También Adrian Marino (1988) ha mostrado interés por el fundamento metodologico de una literatura comparada innovadora. Considera que el vasto campo de estudio que las influencias y las relaciones literarias ofrecen a fos comparatistas conecta con la modema metodologia de la estética de la recepcién y los andlisis de la intertextualidad, pero que existe igualmente la posibilidad de articular una metodologia propia para la literatura comparada en su nuevo paradigma. Sus protocolos de actuacién estén basados en la Jecturas simulténeas, , el balanceo entre la induccién y la deduccién, entre el andlisis y Ja sintesis. Las tipologias serin de gran ayuda asi como los modelos y Jas estructuras. Marino reclama para la nueva literatura comparada un tipo de descripcién fundamentalmente esencialista, frente a las descripeiones superficiales y morfoldgicas. El andlisis de las analogias y similitudes se hard sin forzar el hallazgo de relaciones genéticas, como una prueba privilegiada de Ia existencia de verdaderas invariantes teéricas. En vez de la comparacién positivista, lo que propone Marino es una verdadera comparacién ahistérica, teérica, razonante. 22 Claudio Guillén, en Entre lo uno y lo diverso, describe cinco categorias supranacionales como punto de partida para realizar un estudio de tipo comparativo, que son: el estudio de las relaciones literarias internacionales, el de los periodos literarios, el de los géneros literarios, el de los temas literarios y el de las formas literarias. Se trata en realidad de cinco clases distintas de andlisis comparativo en el que cada uno de ellos podria formar un bloque de investigacion individual y completo. Asi, dentro de las relaciones literarias se deben estudiar fundamentalmente las conexiones, ecos, paralelismos y posi les deudas que se pueden manifestar entre dos 0 mas autores y literaturas, asi como cuestiones de tecepcién. El estudio de la historiografia literaria es muy significative porque una de las mayores dificultades con las que se encuentra el comparatista es la homoger ‘acion. El estudio de los géneros es también une de los mas relevantes, pues en la ficcién contempordnea tienden a perder la identidad tradicional. El estudio de los temas ¢s uno de los més dificiles de clasificar dentro de la Kteratura comparada,pero quiza sea el mds comparativo en cuanto a su naturaleza pues la literatura a Jo largo de los siglos se nuire de temas universales que se van repitiend. variando las formas o los motivos pero invitando a la comparacién. Por dltimo el analisis de los procedimientos formales o el andlisis del momento en. que se afslan ¢ identifican las formas, también representa una rama bastante titi! para la literatura comparada. A pesar de que fa orientacién metodolégica de Guillén ha sido el tinico infento basta la fecha de aportar una sistematizacién de las diferentes perspectivas que se pueden adoptar para hacer literatura comparada, su punto de vista es tradicional. Sila disciplina de hoy tiende precisamente hacia una globalizacién tanto de culturas como reas de trabajo pero a la vez intenta evitar lo que supondria la defensa de un internacionalismo totalizador, entonces la literatura comparada debe comprenderse dentro de un marco mas abierto de estudios eomparados. 23 10 Conclusién Segin D. Villanueva, la literatura comparada es indesligable del panorama de la ciencia literaria cuatripartita que tiene como objeto la literatura: una vez que los textos estén ahi, lo primero es analizarlos y valorarlos, tarea que emprende la critica literaria; luego se perciben las concomitancias no superficiales y entonces surge la teorfa con las leyes; cuando se inyecta en una cultura determinada un cierto sentido histérico y también cuando se construyen las unidades politicas, aparece la historia literaria, Y por iltimo, surge Ja literatura comparada, Lo que la literatura comparada viene a aportar es la ratificacién de las conclusiones que las otras tres ramas de la ciencia literaria nos proporcionan. La teorfa literaria se consolida cuando sus propuestas de invariantes o leyes generales se objetivan en literaturas de varias lenguas: Ja historia literaria de un determinado pais cobra su auténtico perfil cuando la ponemos en relacién con otras literaturas de lenguas distintas y lo mismo ocurre con Ja critica literaria, que no puede afinar sus instrumentos de andlisis si no cuenta el critio con un panorama de amplitud que solo Ia literatura comparads le puede servir. 24 TEMA 4. Las corrientes de interpretaci6n literaria a partir de la modernidad Sobre el texto de Burguera, MLL. (ed.) Textos eldisicos de Teoria de la literatura, Madrid, Céitedra, 2004 A partir del tema dedicado al Romanticismo: realizar un resumen del panorama de las cotrientes te6rivo-literarias incidiendo en: El romanticismo, el formalismo y el postformalismo, el New Criticism, el estructuralismo, Ja estilistica (solo la critica idealista) , la estética de la recepcién y la deconstruccién 25

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