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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA

PLATA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

Psicodiagnóstico

Trabajo de articulación teórico-


práctica: Cuadros Psicosomáticos

Docente a cargo: María Laura López Falcón

Alumnos: Bernasconi Lucila (92092/0)


Blanco Magalí (92980/5)
Ferraresi Lucía
Leonart Romina
Palmieri Lucía (95214/4)
Scarpelli Virginia (92049/6)

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El presente trabajo consiste en la articulación teórico-práctico del cuadro
psicosomático con el caso Dolores. La misma es una mujer de 36 años que en
distintos momentos de su vida padeció diversas enfermedades psicosomáticas,
actualmente artritis reumatoidea. Para abordar el caso, tomamos las lecturas de
diferentes autores para así entender a que nos referimos cuando hablamos de un
cuadro psicosomático. Nos parece pertinente comenzar desde las configuraciones
evolutivas comunes de estos cuadros, que Liberman presenta en sus
teorizaciones.

Las configuraciones evolutivas comunes de los pacientes psicosomáticos, suelen


partir de una distorsión de base, que desde el nacimiento, los padres sitúan al hijo
que nace con la misión de satisfacer las aspiraciones narcisistas de ellos mismos;
por ser padres que han estado expuestos a intensas exigencias de adaptación,
frente a las que fracasaron.

Liberman plantea que son padres persecutoriamente presentes, aunque


desconectados, abandonantes y carentes de empatía en el plano afectivo, lo cual
obstaculiza el desarrollo del sentimiento de autonomía y la confianza en la propia
actividad para imponerse al mundo. En el caso Dolores se puede observar cuando
ella expresa “mis padres fueron muy sobreprotectores. Del colegio a casa” así
como también menciona su miedo a ahogar a sus hijos del modo que su madre lo
hizo con ella. Por otro lado en la entrevista también menciona que no se creía
capaz de hacer nada sola.

Son parejas que se basan en una interacción de roles fijos, rígida y diferenciados,
tanto entre ellos, como con el contacto con los hijos. Es la madre quien asume el
manejo y la educación de ellos, mientras que el padre, lejano, solo se incluye en el
vínculo indirectamente; es inoperante en tanto apéndice de la madre, fracasa en
su función, es carente de peso y fuerza ya que no se incluye en el grupo familiar
como otro diferenciado, capaz de tomar decisiones sobre conflictos emocionales.
Esto se aprecia en Dolores, cuando plantea que gracias a la terapia “me acerqué a
mi papá, mi mamá quiere abarcar todo”. Posteriormente también menciona que al
papá lo tenía “borrado”.

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Siguiendo lo que Liberman presenta en relación a las configuraciones vivenciales,
diferencia dos tipos de vínculos maternos: “madre que rebota”, un tipo de
desconexión afectiva, que impide alojar las ansiedades del hijo. La madre deja sin
contención sus emociones, rebotando sus identificaciones proyectivas. Por otro
lado despliega el modelo de “madre metebombas”, presenta la misma incapacidad
para recibir las identificaciones proyectivas del bebe, pero sobrecarga al hijo con
sus propias proyecciones violentas, por lo que implica mayor patología.
Deducimos, por lo ya mencionado acerca de lo dicho por Dolores, que su madre
reflejaría este último modelo.

Otro de los aspectos a destacar, que sigue en línea con la incapacidad familiar
para contener los problemas emocionales, se relaciona con la búsqueda de
soluciones prácticas que los padres encuentran frente a situaciones de ansiedad
de sus hijos. Refiere a maniobras, actos concretos y rápida toma de decisiones,
por ejemplo asocian el llanto a situaciones corporales concretas como hambre, o
dolor. De este modo se sientan las bases para la vida adulta en la intolerancia
para aceptar los propios conflictos, ansiedades y temores. Son personas que
carecen de registros fóbicos y de angustia señal, y por ende se incluyen en
situaciones nuevas, sin conectarse con los estados de ánimos que estos cambios
generan en ellos.

Son pacientes que evolutivamente presentan un tipo de “acomodación” acelerada


a la realidad externa y desapegada de la realidad psíquica, que da origen al “self
ambiental sobreadaptado”. Es por medio del órgano que enferma que intentan
recuperar la unidad psicosomática rota. La pobreza de registros corporales y
afectivos se expresa a nivel del pensamiento en restricción creativa y escasa
originalidad, lo cual se traduce en falta de desarrollo del mundo de la imaginación.

No se desarrollaron los factores disposicionales que también constituyen las


configuraciones evolutivas que desarrolló el autor.

Liberman plantea que, en el paciente psicosomático, el proceso de simbolización


presenta un fracaso específico en su desarrollo, del que surgen estructuras

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simbólicas perturbadas a las que define como “símbolo-fachada” debido a la
organización mental, aparentemente madura, que presentan. Su funcionamiento
mental mantiene formalmente las cualidades inherentes al logro de símbolos, con
cualidades de representatividad abstracta. Sin embargo, presentan escindidos
sistemas relacionales primarios, asentados en equiparaciones y ecuaciones
simbólicas que no lograron transformaciones evolutivas.

El proceso de mentalización se construye gracias a que las representaciones de


cosas, a través del proceso simbólico, se van organizando progresivamente en
representaciones palabras, permitiendo el acceso a la fantasía, la producción
onírica o los procesos de reflexión interna. Si se dan fallas o insuficiencias en la
adquisición de representaciones de palabras ligadas con valores afectivos, se
corre el riesgo de que la vida somática aparezca de una manera patológica. La
carga de las emociones mal vehiculizada, poco elaborada, o integrada por las
funciones mentales, compromete rápidamente por la vía corporal.

Podríamos pensar entonces, en el cuadro psicosomático, en un déficit en el


proceso de simbolización, donde los síntomas se reducen a signos, es decir, no
expresan relaciones de significado con otras representaciones psíquicas, sino que
presentan un acontecer que no remite a otra cosa, por lo tanto, no hay sentido a
develar, ya que las formaciones de sentido dadas a través de la actividad del
preconsciente han quedado fuera de circuito.

La función del preconsciente es ligar la representación de cosa con la de palabra y


los afectos concomitantes, ligadura que es esencial para la movilización mental. Si
no fuera por la mediación del preconsciente, los procesos inconscientes quedarían
excluidos. Es por lo tanto un verdadero taller donde se plasman las
escenificaciones y se generan los procesos de mentalización.

Destacamos entonces, tomando a Marty, al preconsciente como un punto central


en la economía psicosomática, en tanto cede del trabajo de simbolización. Su
perspectiva se encuentra dentro del modelo del déficit, por la patología del

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preconsciente, determinando carencia de vida fantasmática, vida operatoria y
desorganización somática.

En las enfermedades psicosomáticas, los conflictos a nivel del sistema nervioso


neurovegetativo pasan a convertirse en el medio de expresión privilegiado
haciendo que toda un área de la personalidad de estos pacientes se exprese con
el código visceral.

Para dar cuenta de la distinción entre el cuadro psicosomático y la hipocondría,


tenemos en cuenta que, la hipocondría es caracterizada como una estructuración
bizarra de la imagen corporal donde el paciente realiza una interpretación delirante
a partir de la percepción de sensaciones cenestésicas normales. La incapacidad
de interpretación adecuada de las sensaciones cenestésicas da lugar a una
búsqueda permanente de fuentes externas de información, explicación y
organización del funcionamiento corporal. Así es como, mientras el hipocondriaco
tiene una actitud híper vigilante y da interpretaciones delirantes a un
funcionamiento corporal normal, el paciente psicosomático no logra registrar las
sensaciones cenestésicas normales ni anormales.

En cuanto a la diferencia entre los síntomas en una histeria de conversión y en el


cuadro psicosomático, vemos que, en la en la histeria de conversión, se presenta
la trasposición de un conflicto psíquico y de una tentativa de resolverlo en
síntomas somáticos que tienen un significado simbólico: expresan en el cuerpo
representaciones reprimidas. En cambio, el síntoma somático esta desprovisto de
sentido, está localizado anatómicamente y no se debe a la interpretación de lo
reprimido. Se presenta como un signo debido a este déficit de simbolización que
vemos en el concepto de mentalización.

Los síntomas conversivos dan cuenta de trastornos transitorios en áreas


corporales reídas por el sistema nervioso central en los que el cuerpo no enferma,.
Estos conllevan beneficios secundarios en el medio familiar dado que se expresan
con un estilo dramático, con el que logran comprometer afectivamente a los
demás y hacerlos actuar.
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Subyace en estos caso una disociación cuerpo-mente pero distinta de la rígida
disociación de enfermedad psicosomática. A diferencia de este cuadro, en la
conversión el problema está centrado en la represión y la vuelta de lo reprimido
disfrazado en el síntoma. Este síntoma por lo general contiene un trozo de la
historia personal del sujeto que se puede ubicar en un lugar y tiempo definido

Por otro lado, la trama emocional ubicada en el cuerpo corresponde siempre a


situaciones triangulares edípicas y la elección del área corporal donde el síntoma
se asienta corresponde a zonas que tuvieron relevancia en la fantasía de
vinculación genital prohibida con el objeto. Vemos entonces que este síntoma
supone un aparato psíquico con capacidad simbólica, mientras que, en el trastorno
psicosomático, en el órgano enfermo esta contenido un vínculo tiranizante con
objetos parciales que el yo nunca llego a simbolizar.

Liberman postula que los enfermos psicosomáticos manifiestan una


Sobreadaptación a la realidad ambiental, en desmedro de sus necesidades y
posibilidades emocionales y corporales. Son personalidades con un “self
ambiental sobreadaptado”, y un “self corporal sojuzgado y repudiado”. Privilegian
en exceso el ajuste a la realidad exterior, el rendimiento y el cumplimiento de
exigencias, unido a una ausencia de conexión con los mensajes emanados del
interior emocional y corporal. El principio de realidad estaría no solo divorciado del
principio de placer, sino en abierto enfrentamiento. Dentro de esta constelación
mental, el síntoma somático toma el valor de una denuncia del grado de
postergación a la que el cuerpo ha sido y es sometido, y a la vez es un intento de
recuperación de la unidad psicosomática a través de la emergencia del cuerpo que
se hace presente con su sufrimiento y sus requerimientos.

Dentro de esta sobreadaptación se observa una preocupación por no parecer


cansados y dar una impresión de bienestar, a pesar de las condiciones del cuerpo.

Liberman señala además que la sobreadaptación hace que el paciente


experimente una sensación de bienestar por su eficacia, en la que se basan
sentimientos latentes de autoidealización, no registrando que los síntomas cumple
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una función de alarma corporal. Son sujetos que consideran que ser exigidos es
sinónimos de ser valoradas.

¿Cómo se plasma la sobreadaptación en el resto de la batería?

En Dolores vemos que su discurso en general aparece sobreadaptado, desde el


principio de la entrevista vemos que la relación que tiene con la entrevistadora
denota su preocupación por el bienestar de la misma, ya que le ofrece sentarse a
la mesa para que este mas cómoda para escribir, pese a que, por su estado, le es
más cómodo el sillón. Asimismo hay una gran necesidad de responder lo que la
entrevistadora necesita para su trabajo, expresando: “no sé cómo tiene que ser tu
trabajo.” Una recurrencia con esto aparece en la necesidad de estudiar algo
(maestra jardinera) que le permita casarse pronto y no perjudica su vida marital,
en lugar de estudiar medicina que es lo que le gustaba.

Podríamos pensar que Dolores manifiesta una sobreadaptacion a la realidad


ambiental que se hace afectiva en forma disociada de sus necesidades y
posibilidades emocionales y corporales. Retomando lo que plantea Liberman,
sobre que se privilegia en exceso el ajuste a la realidad exterior, tomamos de la
entrevista que expresa “soy tranquila, soy paciente, me cuesta reaccionar”,
“prefiero callarme para no entrar en discusión”, “cuando me enojo prefiero callarme
y no hablar antes de pelearme”. Observamos que se amolda a lo que el otro
quiere escuchar, habla sobre lo que se supone que se espera de ella.

Otra característica de las personas psicosomáticas es el enojo frente a su


enfermedad, ya que esto lo limita ante su deseo de querer cumplir con todo. Se
puede pensar cuando ella por ejemplo dice “Lo que me molesta es el tema de las
enfermedades. El resto de mi vida no tengo tantos conflictos. Este segundo brote
me da mucha bronca. No tenía situaciones conflictivas, después de muchos años
era una época tranquila. Me agarró mal parada.” También podemos pensarlo
cuando ella comenta que, a pesar de sus enfermedades y su separación, insistía
en seguir trabajando aunque esto implica un gran esfuerzo, que desestima.

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En cuanto al Rorschach podríamos relacionarlo con la gran cantidad de
respuestas populares lo cual hace alusión al querer aferrarse al consenso social,
lo que el otro espera, así como también se puede observar en el elevado
porcentaje de F+%.

Ahora bien, podríamos pensar que, al verse obstaculizado este ideal de cumplir
con lo que se autoimpone debido a la enfermedad, se presente una falla en esta
sobreadaptacion.

Siguiendo en la entrevista, se observan recurrencias de ausencia de


manifestaciones de angustia, referidas a situaciones conflictivas de su vida, ya que
logra relatarlas con profundidad y facilidad de manera continua a pesar de la
complejidad y carga afectiva que implican. Esto podría derivarse de una alteración
de la ligazón entre la representación y el afecto. De acuerdo con Liberman estos
pacientes suelen ser muy sensibles, pero piensan poco acerca de lo que sienten,
pueden llegar a expresarse con cierta objetividad siempre y cuando se refieran a
situaciones concretas y objetivas.

Tomamos por otro lado, para pensar las características del cuadro psicosomático,
los desarrollos de Pierre Marty. Él describe cierto tipo de depresión, asociada al
pensamiento operatorio como depresiones sin objeto, ni autoacusación, ni siquiera
culpabilidad conscientes, donde el sentimiento de desvalorización personal y de
herida narcisista se orienta electivamente hacia la esfera somática. Se denomina
depresión esencial, ya que constituye la esencia misma de la depresión:
disminución del tono libidinal, sin contrapartida económica alguna.

Este tipo de depresión, se produce cuando sucesos traumáticos desorganizan


algunas funciones psíquicas desbordando sus capacidades de elaboración. Se
asocia a desorganizaciones pulsionales progresivas y a la posibilidad de desarrollo
de enfermedades graves.

El pensamiento operatorio, ligado a la depresión esencial, constituye una etapa de


relativa cronicidad, una disposición frágil, u estado inestable que se instala en el

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curso de una desorganización progresiva. Se caracteriza por ser excesivamente
pragmático y detallista, centrándose en acontecimientos presentes y cotidianos
con una capacidad limitada de fantasía. Las actividades fantasmáticas y oníricas
permiten integrar las tensiones pulsionales y de este modo protegen la salud física
individual; el pensamiento operatorio, que pone en evidencia la carencia funcional
de estas actividades va naturalmente a la par de las perturbaciones somáticas.

Entonces, este tipo de pensamiento se aferra a cosas y no a conceptos


abstractos, sugiere la precariedad de la conexión de las palabras que aparece
conservada solamente para describir los hechos, y mediatizar las relaciones, así
como también da cuenta de la existencia de un proceso de investidura de nivel
arcaico.

Se trata entonces de un tipo particular de pensamiento que no está cargado de lo


simbólico sino que remite a la acción. Observamos discursos que remiten a las
acciones que realizan, la realidad tangible, observable.

En Dolores vemos que en general, el lenguaje es concreto, no expresa en su


relato ni fantasías, ni deseo de lo que quiso o querría hacer, o de lo que siente.
Correlaciona sus brotes de artritis de manera mecánica con diferentes hechos, (ya
sea el nacimiento de la hermana, de su segundo hijo, la separación con su marido
y la enfermedad del padre) pero parece no asumirlos subjetivamente puesto que
refiere esos descubrimientos a sus años de análisis, no preguntándose el porqué.
Esto lo constatamos nuevamente cuando plantea que salvo su enfermedad no
tiene otros conflictos, lo cual queda claro que no tiene respuestas, preguntas, ni
representación alguna en cuanto el lugar que ocupan esos hechos que se
desencadenan los brotes.

Por otro lado, vemos en relación al pensamiento operatorio que, al hablar de la


madre dice que “había momentos que iba a visitarla y me sentía asfixiada, una
sensación física”. Así como también, en otro momento expresa “fue doloroso
hacer terapia. Fue como un parto que es doloroso pero te quedan satisfacciones”.
Estos términos “asfixia”, “parto”, no tienen valor metafórico, no se trata de un
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significante que remite metafóricamente a otro, sino que remiten directamente a la
sensación física que sintió en ese momento, dado a la falencias del proceso de
mentalización.

¿Cómo se observa el pensamiento operatorio en el resto de la batería?

Estas situaciones movilizantes, podríamos pensarlas también desde el concepto


de alexitimia, que indica que grandes montos de afecto no han podido tramitarse,
ponerse en palabra, haciendo su aparición en el cuerpo.

Sifneos (principal exponente de la escuela psicosomática de Boston)


conceptualiza la Alexitimia, como un constructo hipotético derivado de
observaciones clínicas en las que encuentra la incapacidad de identificar
sentimientos y describirlos a través del lenguaje, así como también la pobreza
imaginativa y la incapacidad de diferencias las emociones de sensaciones
corporales. El termino Alexitimia significa entonces ausencia de verbalización de
afectos o sentimientos.

Describe dos tipos de alexitimia según cuales sean las bases etiológicas. La
alexitimia primaria tiene como origen causal déficits neurobiológicos, como
alteraciones en conexiones de las regiones límbicas y neocorticales, o un déficit
en la transmisión inter hemisférica. Se manifiesta a través de un déficit de
sentimientos y no de emociones, ya que cuando los dos sistemas no están
conectados, un estímulo en el núcleo de la amígdala provocara emociones que en
ausencia de aportes de la imaginación o del pensamiento así como de la
utilización del lenguaje, no generaran sentimientos y encontraran otras vías de
expresión bajo la forma de circuito autónomo y/o endócrino.

La alexitimia secundaria en cambio, no tiene origen neurológico, sino que los


factores etiológicos pueden ser por una experiencia traumática sufrida en la etapa
pre-verbal que puede provocar una incapacidad para expresar emociones por
medio del lenguaje. También puede darse por una característica cultural o grupal,
es decir, debido a cierto perfil que una sociedad determinada espera del sujeto.

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La alexitimia no constituye un cuadro nosográfico como la neurosis, no existe
neurosis alexitimia, ni psicosis alexitimica, sino que es una entidad clínica que
puede coexistir con otros rasgos psicológicos y organizaciones psíquicas
particulares.

Lo advertimos en el HTP en el dibujo de la persona, la cabeza desconectada y la


ausencia del cuello en tanto símbolo de vía de paso entre un cuerpo cargado de
impulsos y las funciones cerebrales racionalizadoras, integradoras y sublimadas.
Además, en la entrevista vemos que su lenguaje para expresar emociones es muy
precario y limitado en el sentido de que los afectos aparecen como “bronca”, “me
cuesta” o descriptos a partir de sensaciones físicas como ya mencionamos.

El mecanismo de defensa predominante en Dolores, propia del cuadro


psicosomático, es la escisión psique-soma. En el órgano enfermo esta contenido
un vínculo tiranizante con los objetos parciales que el yo nunca llego a simbolizar,
a diferencia de la represión, por lo cual es emergente de un vínculo
sadomasoquista entre el objeto tirano y los aspectos sufrientes del yo, que han
sido precozmente escindidos del mundo mental. El órgano enfermo, en el que se
ubican las relaciones objetales inconscientes altera sus funciones y su estructura
en distintas patologías.

En la entrevista esta escisión se podría observar en su facilidad para relatar las


situaciones conflictivas de su vida, sobre todo las que se vinculaban a su cuerpo
con cierta distancia afectiva. En cuanto a sus expresiones, el enojo de dolores
frente a su cuerpo enfermo al cual considera como fuente de limitaciones.
Además, como ya mencionamos anteriormente, enumera diferentes
padecimientos que ha sufrido a lo largo de su vida sin establecer lazos
significativos con acontecimientos vitales que podrían haber funcionado como
causa. En las técnicas graficas el detalle más significativo en relación a la escisión
psique-soma y al lugar que ocupa el cuerpo para Dolores, lo podríamos ubicar en
el antagonismo entre una figura humana sin cuello y otra con un cuello destacado,
que, como ya dijimos, puede considerarse como el vínculo entre el control

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intelectual y los impulsos del ello, pero, además, y a nivel más manifiesto, es la
zona que separa la mente del cuerpo. Por otro lado, en el Rorschach, el índice de
angustia elevado es el indicador que más da cuenta de las situación corporal de
dolores, en tanto, como plantea Lunazzi, este índice alude a un cuerpo incompleto,
enfermo, al cuerpo de la sangre, del dolor y del daño, de la mutilación, de la
enfermedad del órgano o el investimento de la erogeneidad toxica.

Teniendo en cuenta los criterios de diferenciación clínica, propuestos por Kernberg


intentaremos arribar a un diagnostico estructural del caso Dolores, a partir del
reconocimiento de convergencias y recurrencias.

PRUEBA DE REALIDAD

En la entrevista se aprecia la adecuación en la congruencia observada entre lo


demandado por el entrevistador, por medio de diferentes preguntas e
intervenciones y lo devuelto por Dolores. A lo largo de su relato se evidencia una
correcta ubicación en el tiempo y el espacio, sin presentar fallas del tipo
alucinatoria o delirantes. Esto también se puede ver en el Bender donde los
gráficos que realiza son pertinentes para responder a las consignas e
instrucciones del entrevistador, por lo cual presenta adecuación, sin embargo al
pensar la secuencia de las figuras podemos notar cierta rigidez, ya que las figuras
se organizan al margen de la hoja, una debajo de la otra lo que alude a cierto
apoyo en lo externo.

En cuanto a la precisión formal de los gráficos en general encontramos que en


Dolores hay una buena representación diferenciada e integrada de las partes y las
relaciones entre ellos, aunque es destacable la ausencia de algunas partes, en los
dibujos de las figuras humanas, por ejemplo las pupilas, las manos, y, en la
persona del HTP, el pie izquierdo. Sobre esto último hacemos hincapié al
relacionarlo con su problema de salud en las piernas, además, en ambas
personas se puede observar que el pie izquierdo es de un tamaño mayor al
derecho, y tiende a dibujar las piernas largas en relación al torso. Todo esto nos
lleva a pensar e indicadores de conflicto en dicha área. Esto se coteja en la

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entrevista cuando plantea, refiriéndose a sus enfermedades “todas fueron de no
poder caminar. Cuando aparece alguien o un conflicto”, “me agarro mal parada”.

También vemos una adecuación a la consigna en el desiderativo, pudiendo hacer


diferentes elecciones. Sin embargo en las catexias negativas observamos una
desorganización donde no puede dar una respuesta referida al reino vegetal, y en
su lugar da respuestas de sentimientos (odio) y de contenido abstracto
(enfermedad) y proporcionando en las racionalizaciones comentarios de carácter
autoreferencial. Esto indicaría pérdida de la distancia emocional y debilidad yoica.
Respecto a la cualidad de pensamiento se observa una desconexión entre el
símbolo elegido y lo racionalizado, como por ejemplo en la primer catexia positiva
cuando responde “una perrita porque tiene vida, puede dar cariño, puede estar
con la gente”, no son características exclusivas de ese animal. Con estos
indicadores podríamos pensar en cierta falla en el sentido de realidad.

Relacionar con omisiones en el gráfico y fallas en R (F-)

En el Rorschach se observa el mantenimiento de la conciencia de interpretación al


no presentar fenómenos como autoreferencias, lógica autística u otras fallas. Lo
cual significa que el sujeto es capaz de concebir la realidad de la situación como
una tarea interpretativa.

En el conjunto de las formulas F% (50%), F% ext. (62,5%) F+% (88,8%) F+%ext.


(85%) vemos, cuantitativamente, que se encuentran dentro de lo esperable, salvo
por la F% ext ya que lo esperable es entre 80 y 90%. Todas ellas dan cuenta del
ejercicio de procesos cognitivos razonables, donde F% y F+% reflejan el
funcionamiento de estos procesos en situaciones puramente intelectuales, en el
cual Dolores obtiene valores adecuados. En cambio las fórmulas F% ext y
F+%ext. muestran cómo se desempeñan estos mecanismos en situaciones de
contenido afectivo más comprometidas, lo cual observando la disminución de la
F% ext. permite apreciar en Dolores las dificultades para manejar las situaciones
de fuerte carga afectiva.

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Dolores da un 35% de respuestas populares, siendo el porcentaje esperado entre
un 25 y 40%, lo cual podría ser indicador de capacidades de reconocimiento y
capacitación en la realidad externa convencional. Pero si tenemos en cuenta que
el índice de realidad esperado oscila entre 5 y 7 puntos, y que Dolores ha obtenido
solo 4 puntos podríamos pensar que no hay realmente una efectividad para
compartir el consenso cultural, es decir si bien lo reconoce, no es propio del
sujeto. Esto se corresponde con el bajo porcentaje obtenido en la formula
FK+F+Fc%: 5% significativamente menor a lo esperado (50-75%) el cual es un
indicador de control intelectual, enriquecido por capacidades que implican
recursos de conexión con el mundo interno y externo.

Asimismo, la formula vivencial M:C, presenta un puntaje de 2:1 resultando una


formula coartiva ya que sus valores oscila entre 1 y 2, lo cual podría expresar
trastornos específicos del vínculo con el mundo externo, lo cual queda
corroborado y reforzado en los resultados de la formula (FM + m): (Fc+c+C´).

Se aprecia entonces, la presencia de trastornos en el vínculo con el mundo


externo, no solo en las fórmulas vivenciales mencionadas, sino también en la
ausencia en los gráficos de aquellos elementos que se utilizan como herramientas
para el contacto con el mundo externo (pupilas y manos).

En cuanto a la relación y sentido de realidad en el eje de las localizaciones se


puede observar una distribución cercana a la esperada, excediéndose solo en un
10% en el porcentaje de respuestas globales, y una ausencia de respuestas de
detalle pequeño usual que indicaría una dificultad para analizar los sectores más
precisos. Respecto al eje de los contenidos se destaca el porcentaje aumentado
de los contenidos vitales (80%), en desmedro de los contenidos amortiguadores
(15%). Vemos entonces una vulnerabilidad defensiva, ya que una organización
defensiva saludable incluye suficiente capacidad y energía de investimiento
libidinal (vitales 70%) y suficientes recursos de disociación, sublimación o zonas
libres de conflicto (amortiguadores 30%). También se observa el índice de
estereotipia del pensamiento A% superando el valor esperable que oscila entre el

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30 y 50%, cuando en Dolores es del 65%, lo cual muestra el grado de rigidez
perceptual y cognitivo.

En el eje de los determinantes se ve una disminución de las respuestas M, que se


puede vincular con la cantidad de componentes disponibles de orden ideacional
para entender una situación y darle sentido humano.

Con respecto a la cualidad de pensamiento observamos la presencia de


fenómenos especiales conocidos como “desórdenes formales del pensamiento”,
como la combinación fabulada (NO. Revisar definición) la cual implica que el
sujeto percibe diferentes partes de la lámina como una Gestalt generalmente bien
vista por separado, pero las relaciona incorrectamente. Como por ejemplo en la
lámina V cuando dice “un tipo de insecto pero con patas, eso es lo distinto. Como
que la cabeza y las patas sería un lobo, pero con alas”. También observamos una
respuesta confabulada en la lámina IX cuando dice “me dio la impresión de
animales por las paletas. Pensé en animales que tenían paletas”. Estas se dan
cuando el sujeto parte de un sector de la lámina interpretando allí algo que puede
no estar bien visto y generaliza un sector más amplio, proyectando en él un
contenido que está mal visto.

Esto nos permite pensar que la prueba de realidad propiamente dicha, si tenemos
en cuenta lo ya descripto sobre la adecuación a la consigna ubicación espacio
temporal y ausencia de fenómenos alucinatorios o delirantes, se encontraría
conservada. Sin embargo el sentido de realidad se vería afectado, ya que si bien
tanto en el desiderativo como en el Rorschach responde sin originalidad dando en
forma predominante respuestas de tipo clisés o populares, lo cual podría
interpretarse como una buena adaptación a la realidad y participación del
consenso cultural, esta adaptación es en realidad superficial, forzosa. Se ve
desmentida por el bajo índice de realidad donde vemos que el paciente reconoce
las pautas de conducta socialmente correctas y aprobadas, pero se somete a ellas
sin apropiarse. El bajo número de respuestas M refuerza esta idea en tanto implica
una dificultad para entender y darle un sentido a la situación.

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En cuanto al pensamiento y juicio se puede apreciar en general que su
pensamiento está organizado en torno al proceso secundario, teniendo en cuenta
la adecuación a la consigna, los tiempos de reacción en el desiderativo, el alto
porcentaje de respuestas de forma en el Rorschach que se asocian a capacidad
de demora y control racional. Pero la presencia de fenómenos especiales en
Rorschach y el escaso tiempo de reacción en el desiderativo frete a la pregunta
que induce el reino vegetal, da cuenta de la irrupción de un funcionamiento
psíquico del tipo primario, que se busca dominar con mucho esfuerzo.

Se debe trabajar en la integración del material para mejorar en la comprensión del


caso.

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INTEGRACION DE LA IDENTIDAD Y RELACIONES OBJETALES

En cuanto a las técnicas gráficas, en general sus producciones muestran un logro


sintético e integrado, sin embargo, vemos omisiones significativas, como las
pupilas y las manos, que podrían dar cuenta de zonas de conflicto en la
integración de la identidad y los vínculos, teniendo en cuenta que son elementos
de contacto con el mundo exterior.

También observamos que en la persona del HTP omite el cuello, mientras que, en
el test de las dos personas, hace cuellos largos, así como también se evidencia la
desproporción entre la cabeza y el cuerpo, lo cual podría indicar áreas conflictivas
referidas a la relación entre el control mental y afectivo, tanto en los vínculos como
en la imagen de sí misma. Esto se ve reforzado con el dibujo del árbol, donde, al
representar la autoimagen mas inconsciente, vemos una desconexión entre el el
tronco, la copa y las ramas como líneas independientes. También lo vemos en el
trazo, el cual, si bien es continuo, en las figuras humanas, específicamente en las
piernas, vemos un lazo más entrecortado, lo cual también nos indicaría un
conflicto en relación al contacto con el mundo exterior.

En cuanto a la integración de la identidad en el Rorschach, observamos, por un


lado, la presencia de solo dos respuestas de M en H, lo cual refleja una pobre
integración de identificaciones en una representación de sí mismo y un mundo
interno escaso en identidades humanas sublimadas. Igualmente observamos que
FM+m es mucho mayor que las respuestas de M (6,5:2), lo cual indicaría una
organización de identidad precariamente estable amenazada por requerimientos
pulsionales no resueltos que limitan seriamente su creatividad.

La relación H:A (2:8), al ser el contenido animal mayor al contenido humano,


pensamos en un mundo interno poblado por dimensiones más bien primarias y
regresivas.

En esta línea también observamos que en la entrevista, por un lado, afirma que le
cuesta expresar sus enojos frente a otros, viendo así esta dificultad en lo afectivo.
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Y, por otro lado, plantea que antes de hacer terapia creía que no era capaz de
hacer nada sola y que, gracias a la misma, dio un “vuelco de 360°”, lo cual nos
lleva a pensar en ciertas imágenes contrapuestas que ha construido sobre si
misma.

Rescatamos en la entrevista la presencia de vínculos que podrían caracterizarse


como simbióticos, por ejemplo al plantear que cuando se separó sintió que se le
vino el mundo abajo, o al plantear, en su actual pareja el temor a que la abandone
por sus enfermedades. Además, en el desiderativo observamos en las
racionalizaciones, actitudes contradictorias propias de este tipo de vínculos, así
como también, en el Rorschach la relación entre el aumento de las respuestas
populares en detrimento del índice de realidad bajo (7 populares, frente a un
índice de realidad de 4).

Por otro lado, la historia que narra en el test de las dos personas relata sobre su
pareja Héctor, haciendo énfasis en que es lo que deseo toda la vida como pareja,
sentir que la quieren, que la protejan, la cuiden y necesitan, lo que nos remite a
pensar nuevamente en esta característica de vínculos simbióticos.

También vemos la presencia de imágenes de los otros “completamente buenas” y


“completamente malas”, lo cual podemos pensarlo cuando, al comparar su ex
pareja con la actual, señala aspectos muy peyorativizados de uno y muy
idealizados del otro, por ejemplo cuando afirma que “mi pareja me hizo muy bien
encontrarlo. Es muy compañero. Te acompaña, te entiende. Con el papá de los
chicos nunca tuve eso”.

Esto lo vemos también en el desiderativo, en la excesiva distancia de las


elecciones, las cuales oscila entre vínculos idealizados y peligrosos, lo cual
muestra dificultades en la integración de la identidad. Vemos que, en las catexias
positivas, cuando en las catexias positivas racionaliza sus elecciones “una perrita”,
“un libro”, destaca la posibilidad de dar cariño, de estar con la gente, poder
comunicar, que, justamente son sentimientos que idealiza y que en la entrevista

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manifestó como carentes. Asimismo, en las catexias negativas, acerca de las
respuestas de víbora, cigarrillo, resalta el temor a producir un mal al otro.

En cuanto al ex marido, podríamos pensar que los sentimientos hostiles hacia este
son desplazados hacia el vínculo con su hijo ya que lo veía “físicamente” idéntico
al padre, lo cual nos permite inferir una frágil diferenciación en la representación
objetal que tiene de las personas, lo cual también puede pensarse al decir que
“todo lo que no me podía pelear con mi mama, me peleaba con ella”. Concluimos
entonces que a lo largo de las descripciones de sus vínculos, no encontramos
integradas las características positivas y negativas de un mismo objeto, lo que nos
hace pensar en relaciones objetales parciales.

Podemos ver, en relación a esto, que en las técnicas graficas se presenta cierta
asimetría en algunas partes, como brazos y piernas entre sí, como así también
una desproporción de la longitud de las piernas en relación al tronco, lo cual nos
indica una falta de estabilidad y armonía de la identidad, y, nuevamente en
relaciones parciales.

En el Rorschach, para ver la representación de relaciones objetales, tomamos en


primer término la relación M:FM (2:5) y M:FM+m (2:6,5) indican la gran presión
que ejercen las relaciones objetales más inmaduras, regresivas y los deseos de
gratificaciones ideales sobre las capacidades adultas de vinculaciones conscientes
y sublimadas. Reforzamos esto al pensar en el elevado índice de estereotipia
(65%), lo cual conlleva la rigidización y empobrecimiento vincular.

Pensamos entonces que Dolores presenta un concepto pobremente integrado del


sí mismo y de los otros, lo que es propio de una identidad difusa. En cuanto a las
relaciones objetales concluimos que predominan vínculos de carácter simbiótico y
relaciones objetales parciales. Esta presencia de vínculos parciales lo
observamos, en la presencia de imágenes de objetos “completamente buenos” por
un lado, y “completamente malos” por el otro, principalmente en su discurso en la
entrevista y en el desiderativo ya descripto. En este apartado, salvo en 2 párrafos,
no se evidencia el establecimiento de recurrencias y convergencias.

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OPERACIONES DEFENSIVAS

Respecto a este criterio observamos que en el discurso de Dolores predomina la


idealización de algunos aspectos y la devaluación de ciertos objetos,
manifestándose una escisión entre los aspectos positivos y negativos tanto de los
otros como de ella misma. Esto también podemos visualizarlo en la idealización
extrema de las catexias positivas y la devaluación persecutoria y destructiva de lo
peyorizado en el desiderativo, lo cual indica cierta falla defensiva. Asimismo en la
secuencia de las elecciones, vemos una tendencia al deterioro donde la
racionalización de las elecciones comienza a debilitarse, se da una disminución de
la consciencia de interpretación, dando argumentos cada vez más pobres y con
comentarios autorreferenciales. No existe entonces una fluidez entre lo idealizado
y lo peyorativo, sino más bien hay una rigidez defensiva.

En relación a esto la presencia de desórdenes en la organización del pensamiento


en el Rorschach tales como: confabulación, combinación fabulada y diminutivo
(NO. Es defensivo), son representantes del proceso primario del pensamiento y
ponen de manifiesto esta organización primitiva, regulada por el mecanismo de
escisión.

En cuanto a las técnicas gráficas observamos que si bien hay una representación
adecuada, buena Gestalt, síntesis y discriminación de las partes, presenta
indicadores que mostrarían fallas en la organización defensiva, los cuales recurren
y convergen a lo largo del proceso psicodiagnóstico. Las omisiones de partes
importantes en los gráficos podrían reflejar la escisión como mecanismo
defensivo, al igual que la desproporción en los gráficos de las personas, tanto en
el HTP como en las 2 personas, en pies, brazos y las piernas en relación al tronco.
Así como también la simetría y la rigidez. Por otro lado, la ausencia del cuello en la
persona del HTP y la llamativa diferencia con los cuellos de las dos personas, es
significativo si tenemos en cuenta que es un sector que conecta la mente con el
cuerpo, y nos habla del control racional de los impulsos. M< Fm + m

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En el árbol del HTP, se presentan ciertas desconexiones entre la copa, el tronco y
las ramas, formando líneas independientes, lo cual nos conduce a pensar
nuevamente en el mecanismo psíquico defensivo de la escisión.

La descripción que hace Dolores de las personas cercanas muestra un aspecto


peculiar. Habla de su madre como la responsable de su sufrimiento y parece
ocurrir lo mismo con su ex marido, del cual no tiene un buen concepto y hace
extremas comparaciones con su actual pareja. Esto aludiría a un mecanismo de
omnipotencia y desvalorización, mecanismos primitivos que también representan
manifestaciones del empleo defensivo de las introyecciones e identificaciones
primitivas, donde se observan objetos idealizados en determinados momentos,
totalmente buenos, como protección contra los objetos totalmente malos
persecutorios. (Elecciones desiderativas?)

En Rorschach observamos que las fórmulas F% (50%) y F+%ext (85%) presentan


resultados esperables, lo cual podría estar demostrando que si bien las defensas
que utiliza son de bajo nivel, hay ciertos recursos adaptativos que le dan
resultados (?). Cualitativamente observamos un alto número de formas ordinarias
y determinantes de calidad formal negativa, nos informa sobre un funcionamiento
rígido, convencional, un empobrecimiento conceptual, y en algunos casos, el
colapso del sentido de realidad y falla defensiva. Además podrían dar cuenta de la
intrusión de fantasías y deseos inconscientes no elaborados en la organización
defensiva. (catexias -)

Por último tenemos en cuenta la fórmula que T. Alcock ha propuesto, observamos


en Dolores un 80% de los contenidos vitales y un 15% de los amortiguadores,
siendo lo esperable 70% y 30% respectivamente. Esto demuestra que los
contenidos libidinales no han pasado por un efectivo tamizado, no han sido
debilitados de su carga afectiva, dando cuenta de zonas no defendidas y libres de
intercambios conflictivos fuertes, manifestando una vulnerabilidad defensiva. La
presencia de un 5% de contenidos perturbadores se relaciona con una fuerte
carga afectiva, que en este caso al ser Sangre implica una representación

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personal asociada a un daño corporal, lo cual es característico del cuadro
psicosomático.

Concluimos entonces que en Dolores predominan operaciones defensivas


primarias y de bajo nivel, la escisión y mecanismos relacionados como la
idealización primitiva y la omnipotencia y desvalorización.

DIAGNOSTICO ESTRUCTURAL

Arribamos a partir del análisis de los criterios de diferenciación clínica en las


distintas técnicas, por un lado que, si bien la prueba de realidad se haya
conservada, el sentido de realidad se encuentra alterado. Además, distintos
elementos dan cuenta de un predominio del proceso primario del pensamiento, y
operaciones defensivas primarias que tienen a la base la escisión y sus
mecanismos relacionados como la idealización primitiva, la omnipotencia y
desvalorización. Por otro lado arribamos a una identidad difusa, la cual refiere al
concepto pobremente integrado del sí mismo y otros significativos, propia de la
estructura Bordeline.

El análisis estructural muestra un adecuado reconocimiento de indicadores, que


en algunos pasajes se presentan de manera integrada y en otros no.

En cuanto al análisis del cuadro se muestra incompleto al faltar el desarrollo


concerniente al punto 1 de la guía.

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