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Universidad de Los Andes.

Núcleo Universitario ¨Rafael Rangel¨


Departamento de ciencias pedagógicas
Pampanito, Edo; Trujillo.

Análisis conductual aplicado.


(ACA).

Profe: Simon Niño. Bachiller:

Torres V. Raymar C.
C.I:20767519

Noviembre, 2017
Índice.

Introducción 1
Desarrollo 2-9
Conclusión 10
Bibliografía 11
Introducción.

El análisis conductual aplicado (ABA por sus siglas en Inglés) surgió como
un enfoque terapéutico basado en la utilización de los principios del aprendizaje y
la conducta descubiertos por medio del análisis experimental de la conducta
(Fisher, Groff & Roane, 2012). Aplicación sistemática de modificaciones del medio
ambiente para producir mejorías socialmente significativas del comportamiento.

Son prácticas experimentales basadas en los principios empíricos que rigen


la conducta y tienen como objetivo promover el cambio a través de sistemas de
intervención psicológicas para mejorar el comportamiento de las personas de
forma que desarrollen sus potencialidades y las oportunidades disponibles en su
medio, optimicen su ambiente y adopten actitudes, valoraciones y conductas útiles
para adaptarse al entorno.
Aplicación de técnicas de modificación de la conducta.

Según Martin y Pear (2007, p.7) “La modificación de conducta implica la


aplicación sistemática de los principios y las técnicas de aprendizaje para evaluar
y mejorar los comportamientos encubiertos y manifiestos de las personas y facilitar
así un funcionamiento favorable”.

La modificación de conducta, a pesar de iniciarse durante la década de


1950, su mayor aplicación tuvo lugar desde mediado de 1970 hasta los primeros
años de 1980. Específicamente, se modifica el comportamiento considerando
cuáles son los antecedentes y consecuentes de una conducta. Un antecedente es
el estímulo o situación que suscita una respuesta. Un consecuente es la
¨contingencia¨; o consecuencia positiva o negativa que esa respuesta produce.
Una consecuencia positiva (por ejemplo, un elogio por ser generoso) sirve de
reforzador, pues incrementa un comportamiento deseable. Una consecuencia
negativa o estímulo aversivo (por ejemplo, ante una agresión, una tarjeta amarilla
o roja en el fútbol), sirve de castigo, favoreciendo la extinción de esa.

Análisis conductual aplicado (ACA).

El análisis conductual es un abordaje científico para el estudio de la


conducta. Como características principales pueden mencionarse que es
interaccionar, ya que su estudio se refiere a las relaciones conducta-ambiente;
analítico, porque busca identificar relaciones funcionales entre eventos
conductuales y eventos ambientales; experimental, pues trata de demostrar que
eventos son responsables por la ocurrencia o no-ocurrencia de la conducta
mediante la manipulación de variables; y pragmático porque consta de
investigación básica y aplicada, y se propone como objetivo que la comprensión
permita la predicción y el control de los eventos (Capilla et. al., 1989).

Es una disciplina que se dedica a entender y mejorar la conducta humana.


El objetivo del A.C.A. está definido como el cambio de conductas de importancia
social, para ello se aplica el método científico. Además debe demostrarse la
relación entre la mejora de esas conductas y los procedimientos empleados para
ello (Cooper, Heron. Heward, 1987, p.2).

García Coto (2001b) considera que hay varios aspectos que distinguen al
ACA como disciplina: (1) es un modelo de investigación, ya que los terapeutas son
en sí investigadores que hacen análisis rigurosos de lo que una persona hace y de
los sucesos que gobiernan su hacer, y su trabajo es sometido constantemente a
control, verificación y contrastación; (2) la conducta es el foco primario, pues en
los análisis de la conducta los terapeutas no se consideran variables como
personalidad, sentimientos, cogniciones y actitudes, aunque sí se acepta que
luego de una intervención en la conducta tal vez el sujeto cambie en sus
sentimientos y cogniciones; (3) la importancia del condicionamiento, dado que las
contingencias favorables para una determinada conducta convertirán a ésta en un
operante siempre dispuesto a la hora de buscar dicha consecuencia; (4) el
tratamiento directo de los problemas de conducta, pues los terapeutas se
concentran en los sucesos ambientales que generan y mantienen conductas,
registrando las conductas foco y los sucesos que preceden y siguen a las
respuestas durante varios días (línea de base) antes de iniciar cualquier
tratamiento.

Origen del ACA.

Las investigaciones y experimentos relacionados al análisis de la conducta


comienzan a principios de 1920 con precursores importantes como Thorndike,
Pavlov, Watson y Skinner; y hacia 1950 se comienzan a aplicar los postulados del
conductismo y los principios del aprendizaje a los problemas de conducta
humanos, destacándose las producciones de Skinner, Dollar y Miller, Wolpe y
Ferster entre otros. En la década de 1970, con el surgimiento de las teorías
cognitivas muchos terapeutas conductuales pasan a trabajar desde el marco
cognitivo, desestimando las variables ambientales y enfatizando el procesamiento
de la información. Por su parte, los trabajos con ABA mantienen la tradición
operante y se desarrollan utilizando los principios del aprendizaje aplicados al
desarrollo de conductas específicas y la evaluación de los cambios producidos,
ocupándose de problemas relacionados especialmente con la educación y con
intervenciones terapéuticas en conductas problemáticas tales como las
autoagresiones presentes en los trastornos severos, fobias, drogadicción,
desórdenes alimenticios y problemas sociales como la criminalidad (Baron, 1997).

Baer, Wolf y Risley (1968) expresan que el método para estudiar y


modificar conductas de importancia social debe ser el método científico, de este
modo plantean las siguientes ideas (extractado de Cooper, Heron y Heward,1987):

- Todos los fenómenos naturales están determinados por una causa que los
antecede, estableciéndose una relación funcional entre la causa y el fenómeno.

- El estudio científico requiere de observaciones científicas, basadas en


descripciones completas y en cuantificaciones precisas.

- Es posible llegar a conclusiones validas en relación a ciertos fenómenos


mediante la manipulación experimental de ciertas variables.

En base a lo anterior manifiestan que el A.C.A. y que todo estudio que se sustente
en esta disciplina debe reunir las siguientes características (extractado de Cooper,
Heron y Heward, 1987):

- El A.C.A. es aplicado; se preocupa de problemas que tienen una validez social y


una aplicación práctica.

- El A.C.A. es conductual; se preocupa de conductas medibles directa o


indirectamente. Reconoce que lo que hoy no se puede medir probablemente en el
futuro si se pueda.

- El A.C.A. es analítico; descompone un fenómeno en sus partes integrantes y


demuestra la existencia de relaciones funcionales entre ellas.

- Es tecnológico; sus estudios tienen un nivel de especificidad suficiente para que


un investigador independiente (entrenado en A.C.A.) pueda reproducirlos.
Independiente de si obtiene los mismos resultados o no.
- Es conceptualmente sistemático; explica fenómenos nuevos en base a
fenómenos previamente establecidos.

- El A.C.A. es efectivo, es decir logra mejoras en comportamientos socialmente


válidos.

- Los cambios conductuales logrados se generalizan, se mantienen en el tiempo y


en distintos contextos.

El A.C.A. considera que existen dos principios básicos en la modificación de


la conducta; el Reforzamiento (positivo y negativo) y el Castigo (positivo y
negativo) , estos principios describen la relación funcional entre la conducta y el
ambiente. De estos dos principios se desprenden múltiples procedimientos o
técnicas de modificación de conducta, estos procedimientos son el método de
operacionalizar y poner en práctica los principios de la modificación de conducta
(Cooper, Heron y Heward, 1987, p.25).

Técnicas y métodos utilizados

El análisis conductual aplicado, como sucede con el condicionamiento


operante en general, se basa en gran medida en el concepto del refuerzo, que se
define como el fortalecimiento de una respuesta determinada a causa de que su
ejecución comporta consecuencias positivas (o, dicho de forma más correcta,
apetitivas) para quien la lleva a cabo.

En este marco son fundamentales tanto la retirada de reforzadores


contingentes a conductas no deseadas, a lo cual se denomina “extinción”, como la
aplicación de reforzadores nuevos tras la realización de los comportamientos que
se pretende consolidar. Es preferible que el reforzamiento sea inmediato, pero
más allá de esto lo mejor es individualizarlo.

Otro componente clave del análisis conductual aplicado es el alto grado de


estructuración de los procedimientos. Esto permite llevar a cabo una evaluación
sistemática de los progresos en el tratamiento o en el entrenamiento, y resulta
especialmente importante para las personas autistas por su característica
necesidad de estructuración ambiental.

Algunas de las técnicas psicológicas más habituales en el análisis


conductual aplicado son el modelado (aprendizaje por observación e imitación), el
moldeamiento (perfeccionamiento progresivo de una respuesta), el
encadenamiento (división de conductas complejas en segmentos) y el
reforzamiento diferencial de conductas incompatibles con las que se busca
eliminar.

Aplicaciones de esta disciplina

Como hemos mencionado previamente, los procedimientos más


característicos del análisis conductual aplicado son los que se relacionan con el
autismo, el síndrome de Asperger y otros trastornos generalizados del desarrollo.
Los aspectos clave de estos trastornos son los déficits en la comunicación, en la
interacción social y en la variedad del repertorio conductual.

En estos casos el análisis conductual aplicado tiene una amplia variedad de


utilidades, como el desarrollo y el perfeccionamiento del lenguaje hablado y de
otras destrezas procedimentales; por ejemplo, es habitual que los niños con estos
trastornos tengan dificultades para aprender habilidades básicas de auto cuidado.

Desde un punto de vista clínico el análisis conductual aplicado se puede utilizar


en prácticamente cualquier tipo de problema, dado que se trata de un marco de
intervención muy general. No obstante, puede resultar especialmente útil para la
consolidación de comportamientos alternativos a los que caractericen la patología
concreta del cliente.

Más allá de la educación y la psicología clínica, otros campos en los que se


utiliza el análisis conductual aplicado incluyen la promoción de la salud y del
ejercicio físico, las intervenciones médicas, la seguridad laboral, el manejo de las
demencias y el entrenamiento y cuidado de animales no humanos.
Conclusión.

El análisis conductual aplicado se ha utilizado para el tratamiento de personas con


capacidades cognitivas limitadas, problemas reforzados inadecuadamente que
mantienen conductas des adaptativas (dolor crónico, problemas de pareja,
ansiedad) o modificación de ambientes sociales entre otros.

Una de las mayores críticas que se han realizado a esta orientación es la


reducción de las conductas a tratar. Puesto que está obviando ciertas conductas
no observables como las emocionales o las cognitivas.
Bibliografía.

Matos, M. & Mustaca A. (2005) Análisis comportamental aplicado (ACA) y


trastornos generalizados del desarrollo (TGD): su evaluación en Argentina. Revista
Interdisciplinaria, 22, 59-76

Guerra, C., Plaza, H. (2001). Diseño, implementación y evaluación de un


programa de tratamiento conductual para el Síndrome de Asperger. Tesis de título
profesional y licenciatura no publicada. Universidad del Mar, Valparaíso, Chile.

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