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El suelo puede ser cohesivo o granular.

El suelo cohesivo contiene pequeñas partículas y


suficiente arcilla para que el suelo se adhiera a si mismo. Cuando el suelo es más cohesivo,
es porque tiene mayor cantidad de arcilla, y presenta menos probabilidades de que se
produzca un derrumbe. Los suelos granulares están formados por partículas gruesas como la
arena o la grava. Este tipo de suelo no se adhiere a si mismo. Cuando el suelo es menos
cohesivo, se necesita llevar adelante mayores medidas para prevenir un derrumbe. OSHA
utiliza un sistema de medición llamado "fuerza de compresión" para clasificar cada tipo de
suelo. Que es la cantidad de presión necesaria para que el suelo colapse. Este valor se
presenta usualmente en unidades de toneladas por pie cuadrado.
Los suelos pueden clasificarse como Tipo A, Tipo B o Tipo C. El suelo Tipo A es el suelo más
estable para excavar. El suelo Tipo C es el menos estable. Es importante recordar que una
zanja puede atravesar más de un tipo de suelo.
El suelo Tipo A es cohesivo, y tiene una alta fuerza de compresión (1.5 toneladas por pie
cuadrado o más). Dentro de los suelos Tipo A encontramos la arcilla, la arcilla limosa, la arcilla
arenosa y el suelo franco arcilloso. Un suelo no puede clasificarse como Tipo A si presenta
fisuras, si ha sido intervenido anteriormente, si presenta filtraciones de agua, o si está sujeto a
vibraciones causadas por tránsito pesado o martinetes.
Como puede ver, el suelo Tipo A medirá al menos 1.5 toneladas por pie cuadrado. Recuerde,
sin embargo, que no podrá clasificar el suelo como Tipo A si la obra de excavación no cumple
con todas las condiciones de la evaluación visual (si es granular, si se encuentra cerca de
fuentes de vibración, o existen señales que indiquen que el suelo ha sido intervenido
previamente, hay filtraciones de agua o el suelo presenta fisuras.) Para el Suelo Tipo B, la
lectura será entre 0.5 y 1.5 toneladas por pie cuadrado. La medición del suelo Tipo C es igual
o menor que 0.5 toneladas por pie cuadrado.
SHA clasifica los suelos en tres grupos principales: Tipo A, Tipo B, y Tipo C. El suelo Tipo A
es el más estable y el Tipo C es el menos estable. Para determinar el tipo de suelo en una
obra de construcción, existen varias pruebas que puede realizar una persona competente.
Después de realizar una evaluación visual, se puede usar la prueba de plasticidad para
determinar si el suelo es cohesivo o granular. Para los suelos cohesivos, las pruebas de
penetración del pulgar o el penetrómetro de bolsillo ayudan a determinar la fuerza de
comprensión. Determinar el tipo de suelo en una obra ayudará a una persona competente a
determinar cuáles son los métodos de inclinación, acumulación y anclaje necesarios para
prevenir los derrumbes y preservar la seguridad de los trabajadores.

Bibliografía: Clasificacion del Suelo | La Transcripcion | Occupational Safety and Health


Administration. (2018). Osha.gov. Retrieved 2 February 2018, desde:
https://www.osha.gov/dts/vtools/construction/soil_testing_fnl_spa_web_transcript.html

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