Stanislavski fija una posición innovadora acerca de la importancia de la acción en

la creación del personaje, en una época (Siglo XIX) en que el teatro era
acartonado y mecanizado. Sus enseñanzas son punto de partida para que otros
escritores, amplíen sus investigaciones sobre la materia, adentrándose aún más
en el aspecto psicologico, tema muy relevante, si se tiene en cuenta que en la
interpretación el actor tiene la necesidad de ahondar y adentrarse en los
sentimientos (psique) del personaje, y entregar a este las experiencias vividas,
para humanizar lo mayormente posible al personaje. Es así, como ofrece gran
importancia a aspectos psicológicos, desarrollando una serie de mecanismos
sicológicos que el actor debe tener en cuenta para que su nivel de creación
artística funcione cabalidad.