Introducción

La demanda de productos agrícolas menos tóxicos y más saludables asciende a medida que el el
consumidor atiende las necesidades de protección al medio ambiente así como el manejo
adecuado de la nutrición en favor de la salud colectiva. Los fertilizantes orgánicos por tanto se
han vuelto un de las mejores opciones en insumos agrícolas para garantizar productos de
calidad, saludables y amigable con el medio ambiente. Estos biosinsumos mantienen la
microbiota natural del suelo, fortalecen a los cultivos haciéndolos más resistentes a plagas de
manera natural, y acompañan el desarrollo dinámico y favorable de los cultivos.

La nutrición de la planta incide directamente en la calidad de sus frutos, mientras que a medida
que crecen los cultivos el suelo va perdiendo nutrimentos que necesariamente debe recuperar.
La fertilización orgánica permite aporta beneficios tanto a la tierra como a las especies
sembradas en etapas iniciales de desarrollo y mitiga posibles problemas posteriores sin agregar
toxicidad.