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Huellas evolutivas en el tiempo OCTUBRE DE 2010

AUTOR: VÍCTOR HUGO VILLARREAL VILLAGRÁN


LECTURA MODIFICADA POR: MA. ELENA DÁVILA CASTILLO. CCH. PLANTEL NAUCALPAN. 2013.

Se da por hecho que todos los sistemas vivos en el planeta comparten un mismo código genético; es decir, el
lenguaje cifrado en cuatro nucleótidos representados por las iniciales: A, C, G y T (Adenina, Citosina, Guanina y
Timina, respectivamente). Esta universalidad del código genético pone de manifiesto por sí misma la existencia de
un ancestro común, del cual proceden todos los organismos hoy vivos. Sin embargo, si todos los organismos
tienen el mismo origen, ¿cómo explicamos la gran biodiversidad que vemos en nuestro entorno, desde los
microorganismos unicelulares hasta los enormes mamíferos? La respuesta son dos palabras: las mutaciones.

Hipotéticamente hablando, supongamos que, durante la reproducción celular, el contenido genético se hereda de
una generación a la siguiente sin alteración alguna. Si esto hubiera sido la constante desde que apareció la
primera forma de vida, nuestro planeta aún estaría lleno de bacterias anaeróbicas y nada más, pero la realidad
indica algo muy distinto. Si los fenotipos son reflejo de los genotipos; es decir, si las características observables de
los organismos (fenotipo) manifiestan su constitución genética (genotipo), podemos afirmar categóricamente que
los genes han evolucionado continuamente a través de las mutaciones durante millones de años, lo cual
explica la gran diversidad funcional y morfológica de las especies que actualmente existen, incluyendo
al Homo sapiens.

Mutación es un término utilizado para describir eventos cuyo resultado es una alteración en el ADN, que
generalmente ocurre durante el proceso de replicación celular. Por ejemplo, en algunas mutaciones se sustituye
un nucleótido por otro; pueden presentarse adiciones o inserciones de nucleótidos que hacen más larga una
secuencia o, por el contrario, sufrir eliminaciones o pérdidas que las acortan.

Otro mecanismo por el que el ADN puede sufrir mutaciones es la translocación, a partir de la cual un segmento
se desprende de un lugar y se incorpora a otro, ya sea en el mismo cromosoma o en uno distinto. Pero también se
presentan duplicaciones de genes completos y transferencia génica horizontal, procesos a partir de los cuales un
material genético pasa de un individuo a otro o, incluso, de una especie a otra, como sucede con frecuencia en
ciertas bacterias que adquieren resistencia a los antibióticos.

Conviene enfatizar que no todas las mutaciones tienen el mismo impacto en las poblaciones de especies en las que
se presentan. En cuanto a los organismos que se reproducen por vía sexual, es necesario distinguir entre las
mutaciones ocurridas en las células somáticas y las que surgen en las células germinales. En el primer caso, las
mutaciones se pierden cuando el individuo muere, mientras que las mutaciones de una célula germinal o gameto
tienen la posibilidad de heredarse, suponiendo que tal gameto fecunde o sea fecundado para reproducir un nuevo
individuo.

Una mutación heredada tiene a su vez la posibilidad de fijarse, es decir permanecer en una población o de
desaparecer, lo que depende de varios factores; por ejemplo: el carácter nocivo o benéfico de la mutación misma,
las presiones selectivas del medio ambiente que actúan sobre el nuevo rasgo fenotípico adquirido y el tamaño de
la población en la que ocurre la mutación, entre otros. Un caso típico sería la hiperpigmentación melánica de la
piel, la que resultaría benéfica para pobladores del África tropical donde la radiación solar es intensa, pero no así
para los pobladores de las regiones nórdicas de Europa, donde los rayos solares son mínimos y el efecto sería
desfavorable.

http://www.conacyt.mx/comunicacion/revista/247/Articulos/RelojesMoleculares/RelojesMoleculares2.html

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