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EL PAPEL DE LA DIRECCIÓN DE RECURSOS HUMANOS EN LA GENERACIÓN DE

CAPITAL

Introducción.

Los sistemas de recursos humanos pueden contribuir a la generación de ventajas


competitivas sostenidas, facilitando el desarrollo de competencias que son
específicas de la empresa, producen complejas relaciones sociales, están
embebidas en la historia y la cultura de la empresa, y generan un conocimiento
organizacional.

Objetivos.

1. Enfatizar en la dirección de recursos humanos como estrategia para el


desarrollo de capacidades organizativas
2. Poner de manifiesto líneas para el análisis de la dirección de personas en la
organización
3. Mostrar direcciones de análisis del recurso humano en una organización
4. Caracterizar a la dirección de recursos humanos como el instrumento de
desarrollo de competencias diferenciadoras que añaden ventaja
competitiva.

La dirección de recursos humanos puede ejercer una notable influencia en el


desarrollo de capacidades organizativas1 y, como consecuencia, en los resultados
empresariales. Dicha influencia puede ser positiva, facilitando el desarrollo de
dichas capacidades, o negativa, inhibiéndolo. El énfasis en el capital humano ha
permitido entender el papel de la dirección de recursos humanos en el desarrollo
de ventajas competitivas, entendiéndose los recursos humanos ya no únicamente
como un recurso cuyo coste hay que minimizar, sino como activos de clara
naturaleza estratégica.

                                                             
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 Las capacidades organizativas pueden ser de cuatro tipos: directivas, orientadas a la obtención de recursos, 
de transformación y orientadas al cliente. 

 
En este sentido es importante hacer notar que las ganancias obtenidas por una
empresa pueden deberse no exclusivamente a la posesión de los mejores
recursos humanos, sino a que estos recursos se han utilizado mejor que en las
empresas de la competencia, mediante el diseño de políticas correctas de
recursos humanos. Además, el éxito que proviene de la dirección efectiva de las
personas no es visible o transparente.

La consideración estratégica del papel a desempeñar por la dirección de los


recursos humanos no sólo se ha manifestado en el tratamiento que desde el punto
de vista de la investigación se le ha dado al tema, sino que también se ha visto
reflejado en la práctica empresarial reciente. Así, actualmente, la mayoría de las
grandes empresas cuentan con un departamento de recursos humanos que
desarrolla no sólo tareas de tipo administrativo sino también de carácter
estratégico. Es necesario considerar la actividad del departamento de recursos
humanos como una parte de la estrategia empresarial y no como un simple plan
funcional.

El responsable de recursos humanos debe tener una visión más global y estar
integrado en las decisiones directivas de alto nivel, colaborando en el diseño de
las líneas estratégicas del negocio así como en el diseño organizativo. El director
de recursos humanos puede añadir valor al negocio para lo cual deberá:

• Entender el contexto del negocio y las estrategias competitivas planteadas


• Identificar las funciones de recursos humanos más apropiadas para
alcanzar los objetivos estratégicos
• Facilitar a la organización la implantación de procesos de cambio de forma
efectiva

El análisis de la dirección de recursos humanos debería centrarse en dos ideas


fundamentales:

1. El análisis de las características del capital humano desarrollado en la


empresa en función de su capacidad para sustentar ventajas competitivas y

 
2. El análisis de las prácticas propias de recursos humanos más adecuadas a
la estrategia de la empresa, que conduzcan a la creación de competencias
distintivas.

Análisis de las características del capital humano desarrollado en la


empresa.

Para que el capital humano desarrollado por los trabajadores de la empresa


pueda considerarse un activo intangible válido para sustentar la ventaja
competitiva a largo plazo debe cumplir una serie de características que aseguren,
tanto la sostenibilidad de la misma a lo largo del tiempo, como la capacidad de
apropiación de las ganancias generadas por dicha ventaja.

En la figura se representan los atributos que los recursos humanos cumplen y por
los que son capaces de representar mayores rentas para la empresa. Se trata de
un modelo general de evaluación de recursos que tiene aplicación para el análisis
del capital humano. Tal como se observa en la figura, un recurso podrá ser fuente
de ventaja competitiva cuando sea un recurso de alto valor para la empresa, por lo
cual además deben darse dos condiciones: la escasez y la singularidad del
recurso.

La medición del valor aportado por los recursos humanos es uno de los principales
problemas que se plantea en la perspectiva de recursos y capacidades, ya que
ésta no es capaz de medir adecuadamente el capital humano y obliga a recurrir a
aproximaciones, como ciertas inversiones realizadas en el activo humano que se
constituyen en indicadores de carácter parcial y limitado.

Si se trata de valorar el capital humano a través de los resultados individuales en


el trabajo, la experiencia y/o la cualificación de la persona, no tendremos más que
una aproximación al potencial de la misma. A pesar de esto, existe un acuerdo en
admitir que el valor que el capital humano aporta a la empresa permite generar
ventajas competitivas que son un factor relevante para la actividad que la
empresa desarrolla.

 
La escasez o disponibilidad limitada es la primera condición que debe darse para
que un recurso sea valioso, y es evidente que el personal altamente cualificado
para los puestos clave es un activo de difícil consecución. Además, para que los
recursos humanos sean valiosos debe existir cierta homogeneidad en la demanda
y oferta de trabajo, de manera que en el mercado sea posible encontrar personas
con diferentes capacidades. La superior capacidad en la consecución de rentas de
una empresa puede venir explicada por la posesión de una plantilla con un nivel
de eficiencia superior al de sus competidores.

Para que la ventaja competitiva sea sostenible en el tiempo, los recursos humanos
deben cumplir otras cuatro características que se añaden a las anteriores. Se trata
de la durabilidad, no tener sustitutos y no ser transferible. Aquellos recursos o
capacidades que satisfagan dichas características se etiquetarán como “recursos
estratégicos.”

Respecto a la durabilidad es necesario que los recursos y capacidades sobre los


que se base la ventaja competitiva no se deprecien con el paso de tiempo. Así,
mientras que los recursos materiales tienden a depreciarse con el tiempo, los
intangibles pueden comportarse de manera diversa, y concretamente, los
conocimientos y habilidades de los empleados se incrementan cuando son
utilizados habitualmente y se adquiere cuando práctica y experiencia.

Al no tener sustitutos, es necesario que estos recursos no sean superados por


innovaciones, de tal menera que es importante desarrollar las habilidades de las
personas de forma que las innovaciones tecnológicas difícilmente puedan actuar
como sustitutivas.

Por otro lado, el capital humano y las capacidades por él generadas serán más
difíciles de imitar o reproducir en la medida en que se formen a partir de
condiciones históricas únicas y propias de la empresa. También resultará más
difícil cuanta mayor ambigüedad causal presente y mayor sea el componente de
complejidad social. Una plantilla de personal cualificada, integrada y con un
adecuado ajuste a la cultura de la empresa es un activo muy difícil de imitar.

 
En el caso de los recursos humanos los mecanismos de aislamiento legal a la
imitación son menos susceptibles de utilización, excepto en aquellos casos en que
los conocimientos generados se conviertan en organizativos, así como aquellas
situaciones en que puedan ser protegidos por una patente o cualquier otra fórmula
de propiedad industrial.

En términos generales se puede afirmar que cuando una competencia se


caracteriza por incorporar complejidad social, es idiosincrática (propia de un grupo
de personas o de una cultura organizacional) o genera ambigüedad causal (puede
hacerse de diferentes maneras), se trata de un recurso muy difícil de imitar.

Por último, dado que no podemos ostentar derechos de propiedad sobre los
recursos humanos de la empresa la posibilidad de evitar su transferibilidad en el
mercado se ha de conseguir mediante mecanismos de aislamiento específicos.
Los conocimientos, relaciones habilidades individuales son fácilmente transferibles
a otras empresas si éstas los captan a través de ofertas de trabajo atractivas pero,
en principio, la transferibilidad del capital humano no resulta fácil de realizar
debido a que no todo el mundo presenta la misma capacidad de adaptarse a
diferentes entornos y tecnologías, de manera que aquellos que crean valor en un
contexto determinado pueden fallar en otro. Por tanto, la especificidad de los
conocimientos y habilidades dificulta la movilidad del factor humano.

Así mismo, en la medida en que la ventaja competitiva se base en capacidades


colectivas, su transferibilidad se hará más difícil que si se basa en capacidades
individuales. De esta manera, la complementariedad de los miembros de la
plantilla actúa como mecanismo de aislamiento, ya que dificulta la transferencia, a
la vez que la imitación dado que el conocimiento de los empleados tendrá valor en
el interior de la organización en la medida en que interactúe con las rutinas y
conocimientos del resto.

 
El papel de la dirección del recurso humano en la creación de
competencias distintivas.

La rentabilidad superior obtenida por las grandes compañías se ha atribuido a sus


capacidades únicas para dirigir a las personas y ganar ventaja competitiva. Por el
contrario, si los sistemas de recursos humanos inhiben la desmovilización de
nuevas competencias y/o destruyen las existentes, podría contribuir a la
vulnerabilidad de la organización.

Mientras que tradicionalmente, la dirección de recursos humanos cumplía el papel


de comunicar la visión estratégica de la dirección a los empleados y facilitar la
comprensión e interpretación de dicha visión; según el enfoque de recursos y
capacidades, la dirección de personas puede jugar un papel clave en la
articulación de la visión estratégica, en la formulación de capital organizativo y en
la alienación de la empresa con el entorno.

Así, la dirección de recursos humanos tiene un papel fundamental a la hora de:

1. Sintetizar información sobre los conocimientos específicos de la empresa,


las relaciones, las habilidades y valores de los empleados. Dicha
información resulta de vital importancia para atraer y mantener los recursos
humanos con ventajas superiores a las de los competidores y de esa forma
mantener la ventaja competitiva. Se trata de realizar un inventario de los
recursos y capacidades desarrolladas a partir de los recursos humanos de
la empresa, con la intención de analizar las fortalezas y debilidades de la
misma en esta área.

2. Contribuir al desarrollo y utilización de aquellas competencias que


constituyan elementos útiles para aprovechar las oportunidades del entorno
y paliar las amenazas. Para ello la dirección de recursos humanos deberá
movilizar los recursos mediante contratación, elaboración de mercados
laborales internos eficientes y formando capital humano específico.

 
En este sentido, en los procesos de selección lo ideal será buscar personas
con características que se ajusten a las necesidades de la estrategia.
Además, se puede contratar personal con bajo nivel y formarle con la
práctica de la empresa de manera que genere capital humano específico,
aumentando así el coste de cambio para el trabajador (disminución de la
rotación externa). Dicha formación debe referirse no sólo al proceso formal
sino también al fomento del aprendizaje en el lugar del trabajo, el
conocimiento desarrollado al aplicarlo a problemas específicos embebidos
en las rutinas del día a día.

Mediante la organización del trabajo se puede reforzar el comportamiento


de los empleados en la dirección deseada según las competencias exigidas
por el entorno y la estrategia. Se debe organizar la empresa de forma que
sea capaz de explotar dichos recursos y capacidades. Para ello habrá que
desarrollar recursos complementarios (sistemas de control o sistemas de
información) que, aunque por sí solos no son capaces de generar ventaja
competitiva, en combinación con otros resultan fundamentales para
determinar la habilidad de la empresa para explotar la ventaja competitiva.

3. Contribuir al mantenimiento de dichos recursos y capacidades valiosos en


la empresa, mediante el desarrollo de los adecuados sistemas de
motivación financiera y no financiera.

Así, el enfatizar los trabajos idiosincráticos e interdependientes, la resolución


participativa de los problemas o cierto tipo de compensaciones, se están creando
barreras de aislamiento a los recursos humanos generando su especificidad. Esto
es importante si tenemos en cuenta que no basta con desarrollar recursos y
capacidades que creen la ventaja competitiva, sino que además es necesario
mantener dicha ventaja en el tiempo para asegurar el proceso de apropiación de
ganancias.

 
En la figura se presenta el papel que cada una de las funciones propias del área
de recursos humanos pueden desempeñar a la hora de potenciar las
características necesarias para que el capital humano se constituya en fuente de
ventaja competitiva sostenible.

Al diseñar los procesos propios de la dirección de recursos humanos habrá que


tener en cuenta que, al perseguir con los mismos la creación de activos
intangibles, no podrán esperarse resultados inmediatos (sino a largo plazo), y que
el intento deberá ser persistente. Sin embargo, la ventaja competitiva obtenida a
través de estas prácticas será duradera y difícil de imitar.

Asimismo, es fundamental aceptar que difícilmente una práctica o política aislada


de recursos humanos conducirá al éxito empresarial, sino que aquellas empresas
consideradas como efectivas para alcanzar el éxito a través de la forma en que
dirigen a las personas, presentan prácticas interrelacionadas.

Así, un sistema de recursos humanos embebido en la organización es difícil de


imitar porque resulta complejo identificar los mecanismos precisos mediante los
que las prácticas de recursos humanos interactúan para crear valor. Aunque dicha
ambigüedad causal pudiera eliminarse, la imitación no sería exitosa en la medida
en que las políticas de recursos humanos se van desarrollando a lo largo del
tiempo de forma programada, es decir, es necesario disponer de cierto tiempo
para poder implantarlas con éxito.

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