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BLOQUE 1 – La primavera de los pueblos - MARX “La lucha de clases en Francia de 1848

a 1850”

I - LA DERROTA DE JUNIO DE 1848.

De febrero a junio de 1848.

La aristocracia se dividía en dos, la financiera y la Industrial. Bajo Luis Felipe ascendió una
fracción de la burguesía francesa: los banqueros. La aristocracia financiera se encontraba en el
poder, mientras que la industrial era parte de la oposición y tenía minoría en las cámaras. La
pequeña burguesía y la clase campesina eran descartadas del poder político.

La fracción burguesa que se encontraba en el poder tenía interés en cargar de deudas al Estado.
El déficit del Estado era el blanco de sus especulaciones y su fuente de enriquecimiento. Tomar
un nuevo empréstito daba la ocasión de estafar al Estado, mantenido al borde de la bancarrota.
En los últimos años de Luis Felipe, los gastos ascendieron a más del doble de los de la época de
Napoleón, el fraude se repetía en las contratas de obras públicas. Asimismo, la clase dominante
explotaba la construcción de ferrocarriles, y las cámaras hacían que el Estado soportara las
cargas principales. La monarquía de julio no era otra cosa que una compañía por acciones
creada para explotar la riqueza nacional francesa. La aristocracia hacía las leyes, dirigía la
administración pública, disponía del poder y gobernaba manejando la prensa. Es la
reencarnación del lumpenproletariado en las alturas de la sociedad burguesa.

Por otro lado, la burguesía veía peligrar sus intereses, la pequeña burguesía se sentía
indignada, la fantasía popular se sublevaba. En panfletos se denunciaba la dominación de la
aristocracia financiera.

El estallido y descontento general se vio acelerado por dos acontecimientos mundiales de


carácter económico: 1) la plaga de patatas y las malas cosechas del 45 y 46. 2) la crisis del
comercio y la industria en Inglaterra. La epidemia económica hizo insoportable la hegemonía
de la aristocracia financiera. Se desató una campaña de agitación de la burguesía opositora
para lograr una reforma electoral para conseguir la mayoría. Una de las consecuencias de la
crisis industrial fue lanzar al mercado interior gran parte de fabricantes, ya que no se podían
hacer negocios en el exterior. Los grandes establecimientos arruinaban a los pequeños
tenderos y abarroteros.

La monarquía de Julio tuvo que ceder el puesto al Gobierno provisional, encumbrado en las
barricadas de febrero: su composición eran diversos partidos, un compromiso entre las clases.
Su gran mayoría eran representantes de la burguesía. De la pequeña burguesía: Ledru-Rollin y
Flocon. La burguesía republicana representada por la gente del National. La clase obrera
representada por Louis Blanc y Albert. Lamartine no personificaba a ningún interés real, sino
que era la misma revolución de febrero. Lamartine les negaba a los combatientes de las
barricadas a proclamar la República, diciendo que sólo la mayoría de los franceses podían
proclamarla. Los cargos de los ministerios fueron repartidos entre los burgueses antes de que
fuera proclamada la Rep. Pero los obreros estaban dispuestos a reanudar la lucha. El
proletariado se lanza como partido, enfrentado a la burguesía. La República de Febrero tendría
que completar la dominación de la burguesía, atrayendo bajo su órbita a todas las clases
poseedoras. Los representantes del proletariado quedaban desterrados en un ministerio de la
impotencia: Ministerio especial de trabajo.

El desarrollo del proletariado industrial se halla condicionado por el desarrollo de la burguesía


industrial. En Francia la burguesía industrial volcada al mercado interno no había alcanzado su
desarrollo, por este motivo no era posible una revolución proletaria. La potencialidad del
obrero se encontraba en París, fuera de París, primaban los campesinos y pequeño burgueses.
Era natural que el proletariado quisiera imponer junto a la burguesía su interés revolucionario.
Los obreros no podían tocar un pelo del orden burgués.

Lamartine bautizó al Gobierno provisional (GP) diciendo que venía a acabar con el
malentendido existente entre las clases. El proletariado se abandonó a esta idea de fraternidad
sin antagonismos de clase. El GP desautorizó el terror sangriento de la primera República,
aboliendo la pena de muerte para delitos políticos, de dejó la libertad de prensa. La Republica
no tenía ningún enemigo nacional. Louis Blanc arbitraba los conflictos de salarios entre
obreros y patrones.

Quedaron quebrados los créditos público y privado. El viejo Estado había desaparecido y la
revolución se había hecho contra la aristocracia financiera, la cual tenía su poder en los Bancos.
El Banco entonces procuró desacreditar a la República convirtiéndose un fenómeno general de
supresión de crédito, afectando a fábricas y comerciantes. Los capitalistas retiraron el dinero
de las bóvedas del Banco de Francia. El GP podía empujar al banco a la quiebra y podía así
barrer del suelo a la aristocracia financiera. En lugar de eso, el GP impuso el curso forzoso de
billetes al banco. Además creó un nuevo impuesto para tributar al campesinado, el impuesto
de los 45 céntimos, según Marx, el campesinado se posiciona como el sujeto de la
contrarrevolución.

El Estado debía declararse en quiebra. Al reconocer las letras de cambio libradas contra el
Estado por la vieja sociedad burguesa, el GP cayó en manos de esta. Tuvo que afianzar
relaciones burguesas para hacer frente a las obligaciones que tenía que cumplir. El crédito se
convirtió en condición de vida y las concesiones al proletariado debían romperse.

No podían enfrentar a la Guardia Nacional. Por eso crearon Guardias Móviles con el
lumpenproletariado, gente aparte del proletariado industrial. El GP les pagaba una soldada, los
compraba, y les dio un uniforme. De esa forma se enfrentaba al proletariado parisino con un
ejército de jóvenes extraídos de su propio seno. Por otro lado, el GP decidió reclutar un ejército
obrero industrial en los Talleres Nacionales, pero se equivocaba acerca de esto, lo que había
creado era un ejército para la revuelta. El GP lanzó el rumor de que los TN eran invención de
Louis Blanc, estos TN fueron blancos del malestar de pequeños burgueses. Ante el inminente
choque entre estos, los puestos decisivos y las capas medias estaban a manos de la burguesía.

Hacer que el gobierno volviera al camino de la revolución era un interés del proletariado. Pero
el 16 de marzo la Guardia Nacional organizó una manifestación contra el GP: “abajo Ledru-
Rollin” era la consigna. Pero ante el rumor lanzado por el GP de que Louis Blanc preparaba
proclamar un gobierno comunista, la Guardia Nacional reaccionó en apoyo del GP.

El 4 de mayo se reunió la Asamblea Nacional (AN), elegida por sufragio universal y directo. Las
elecciones sacaron a la luz al pueblo real, a los representantes de las diversas clases. La
República data de esta fecha, no representa un arma contra la burguesía, sino su reconstitución
política: la República burguesa. Eliminó a los representantes del proletariado, rechazó la
propuesta de crear un ministerio especial de Trabajo.

En los TN el salario por días se convirtió en salario a destajo. No le quedaba otra a los obreros
que lanzarse a la lucha. El 22 de junio contestaron con una insurreccion que fue la primera
batalla entre dos grandes clases en que se divide la sociedad moderna. La lucha ventilaba el
mantenimiento o la destrucción del orden burgués. Tuvieron en jaque al ejército, a la Guardia
Móvil y a la Guardia Nacional. La burguesía se vengó con inaudita brutalidad del miedo que
había padecido organizando una matanza de mil prisioneros. El régimen burgués tenía que
convertirse en el terrorismo burgués, las capas medias de la burguesía no tenían más remedio
que unirse cada vez más al proletariado.

La insurrección de junio elevó en todos los países del continente la arrogancia de la burguesía y
la llevó a aliarse con la monarquía feudal en contra del pueblo. Reveló la derrota a las potencias
despóticas de Europa el secreto de que tenía que mantener la paz exterior para librar la guerra
civil al interior.

La nueva revolución francesa se verá obligada a salirse del terreno nacional para conquistar el
terreno europeo, el único que puede ventilarse la revolución social del S XIX.

II – EL 13 DE JUNIO DE 1849

De junio de 1848 al 13 de junio de 1849

Con la derrota de junio, también se quebró la influencia de la pequeña burguesía (republicanos


democráticos), representado por Ledru-Rollin, en la Asamblea Nacional Constituyente (ANC)
por el partido de la Montaña. Estos que habían conspirado contra el proletariado, pelearon
junto a ellos en las jornadas de junio.

Orleanistas y legitimistas se hallaban desde el primer momento en minoría en la ANC, Antes de


las jornadas de junio sólo se atrevían a reaccionar bajo la máscara del republicanismo. La
victoria de junio hizo que toda Francia burguesa aclamara a Cavaignac como su salvador.

La ANC nombró una Comisión investigadora sobre los sucesos de junio y sobre la participación
de partidos socialista y democrático en esas jornadas, el objetivo era eliminar a los insurrectos
de junio. Se derogó la ley que limitaba a 10 hs. La jornada de trabajo, se restablece la prisión
por deudas y quienes no supieran leer no podían formar parte del jurado. En el intento por
restituir viejas garantías y las relaciones burguesas, se tropezaron con una resistencia. Los
pequeños burgueses de París habían luchado contra la barricada para restablecer la circulación
que lleva de la calle a la tienda. Aplaudieron la derrota de junio pero se encontraron con sus
deudas vencidas y la tienda arruinada. Se habían entregado a sus acreedores, reclamaron una
prórroga del término de vencimiento, pero fue denegado. La quiebra en masa repercutió el
comercio burgués, y aumentaba el déficit del Estado. Cavaignac y la AN decidieron recurrir a
otro empréstito, doblegándose al yugo de la aristocracia financiera.

Los Guardias Móviles fueron recibidos con homenajes, esta preferencia enfurecía al ejército.

La dictadura de Cavaignac estableció la monarquía electiva (4 años), antes de comenzar a


elaborar la Constitución se decreta el estado de sitio. Esta constitución vendría a sancionar la
victoria de la vieja sociedad sobre la revolución. Impuso el impuesto progresivo, una medida
burguesa. La contradicción más importante de esta Constitución consiste en que pone en
posesión del poder político mediante el sufragio universal a las clases cuya esclavitud social
pretende perpetuar: campesinado, proletariado y peque burguesía. Y sustrae garantías
políticas de este poder a la clase cuyo poder social sanciona, es decir, a la burguesía. A los
republicanos burgueses no les importaban estas contradicciones. El presidente sería la
prolongación de Cavaignac y la Asamblea Legislativa la continuación de la ANC.

Sin embargo, el 10 de diciembre de 1848 fue el día de la insurrección de los campesinos


franceses. Se incorporan al movimiento revolucionario como “un anacronismo necio y genial”.
Se trata de un golpe al gobierno existente: Luis Napoleón gana las elecciones frente a
Cavaignac, que fue derrotado. Napoleón había prometido quitarles los impuestos. Para la
pequeña burguesía, Napoleón era el deudor imponiéndose al acreedor. Era la monarquía en
vez de la República, la dinastía de Orleáns asomaba la cabeza. El ejército votaba a Napoleón
contra la Guardia Móvil, en favor de la guerra.

Pequeña burguesía y proletariado votaron en bloque contra Cavaignac, arrancando la decisión


final de manos de la Constituyente, sin embargo, la parte más progresiva de ambas clases
presentó candidatos propios. Napoleón era el nombre colectivo de todos los partidos coligados
contra la República.

Además de una Montaña, Francia poseía un Napoleón, ambas caricaturas inertes de las grandes
realidades cuyos nombres ostentaban. El 20 de diciembre abandonó su cargo Cavaignac, y la
ANC proclamó a Napoleón presidente de la República. Antes de abandonar su función,
Cavaignac rechazó la amnistía para los insurrectos de junio.

El primer ministro, Barrot. Un orleanista fue designado jede del ejército en los Alpes. Un
legitimista en el alto mando de la Guardia Nacional.

Bonaparte significaba el fin de los impuestos para los campesinos pero su ministerio propuso
mantener el impuesto a la sal, el cual había decretado abolir el GP. Entonces con esto pierde u
carácter revolucionario. Se esfuma el napoleón de la insurrección campesina. Hubo un
desacuerdo de la ANC sobre el impuesto a la sal, esto confirmó la decisión de acabar con la
Asamblea Constituyente. Luis Bonaparte era la República burguesa ya constituida, y se parecía
a una monarquía restaurada.
El 29 de enero se enfrentaron la Asamblea Nacional de la República en gestación y el
presidente de la República ya gestada. La Constituyente intentó derribar al ministerio Barrot,
pero no fue posible. No le quedaba otra posibilidad que la insurrección, las fuerzas de combate
de la Guardia Nacional la Guardia Móvil y los centros del proletariado revolucionario, los
clubes. Bonaparte ordenó la disolución de la Guardia Móvil. Se intentó prohibir a los clubes,
Ledru-Rollin pidió procesar al gobierno por violar la constitución.

Si a la Constituyente se la empujaba a la insurrección en contra del presidente, no le quedaba


otra al gobierno que hacer un golpe de Estado contra la ANC, ya que no podía disolverla. La
ANC era la madre de la Constitución y esta del presidente. El golpe de Estado anulaba su título
republicano. La revuelta habría permitido, con pretexto del bienestar público, disolver a la
Asamblea Constituyente.

La Asamblea sufría de una parálisis porque no contaba con el número necesario de votos para
tomar acuerdos. La comedia había terminado Quedaba por arreglar el asunto de las relaciones
entre la República constituida y la revolución europea, su política exterior. Figuraba en la
orden del día el asalto del ejército francés a Roma, y se iba a acusar al presidente de violar la
Constitución. (Expedición a Roma: la intención de Cavaignac era tomar bajo su protección al
papa y con esto ganar a los curas, para luego ganar a los campesinos. Los fines eran
propagandísticos. Contenía la intervención de Francia en favor del papa. Bonaparte necesitaba
conservar al papa para conservar a los campesinos).

La República burguesa no podía ser otra cosa que la dominación perfeccionada de la clase
burguesa. Los monárquicos conservan la forma republicana de gobierno confesando que sólo
pueden convivir bajo este formato y aplazar la restauración por tiempo indefinido. El
mantenimiento de las condiciones de vida sobre las que descansa el poder del partido del
orden: propiedad, familia, religión y orden. Frente a esta coalición burguesa
contrarrevolucionaria se aliaron sectores de la pequeña burguesía y la clase campesina,
formaron el partido socialdemocrático, es decir, el partido rojo.

Una parte de los campesinos y de las provincias había sido ganada por el espíritu
revolucionario. Se sentía desengañado de Napoleón y el partido rojo brindaba contenido:
abolición de la usura, devolución de lo pagado a los legitimistas. El ejército se sentía contagiado
por la fiebre revolucionaria, estos habían votado a Bonaparte y este les entregó una derrota. Se
coligaron todos estos detrás de la Montaña, eran la verdad revolucionaria. En Junio de 1849 el
partido del Orden había triunfado.

III – CONSECUENCIAS DEL 13 DE JUNIO DE 1849

Del 13 de junio de 1849 al 10 de marzo de 1850

Con la Asamblea Nacional Legislativa se había dado cima a la República constitucional. La


República francesa se convertía en patrimonio de los monárquicos. La República francesa se
convertía en patrimonio de los partidos monárquicos, la coalición europea de las potencias
contrarrevolucionarias emprendía una cruzada contra los últimos refugios de las revoluciones
de marzo.

El ataque a Roma fue un ataque a la Constitución, que prometía respetar la libertad de otros
pueblos. Ledru-Rollin llama a la Constitución a comparecer como testigo contra Bonaparte. La
misma Constitución llama a la insurrección en su ayuda, al recabar en la protección de todo
ciudadano.

El 11 de junio la Montaña intenta una insurrección parlamentaria, se trataba de que la mayoría


de la Asamblea intimidada ante un nuevo levantamiento popular, rompiera en las personas de
Bonaparte y sus ministros su propio poder y el significado de su propia elección.

La efervescencia del pueblo había alcanzado en París un nivel peligroso. Si la Montaña lograba
poner en pie la insurrección, caería en sus manos el timón del Estado. Después de la votación
recaída en la Asamblea se celebró una reunión con miembros de la Montaña y delegados de las
sociedades obreras secretas, estos últimos deseaban lanzarse a la calle esa noche pero fue
rechazada la propuesta. La Montaña consideraba peligrosos tanto a sus aliados como a sus
enemigos. Los delegados proletarios obligaron a la Montaña a comprometerse y salirse de la
lucha parlamentaria.

Con los votos en contra, la Montaña vio abatirse su fuerza, estaba decidida a hacer respetar la
Constitución por todos los medios, excepto por la fuerza de las armas. Los periódicos
socialistas llamaron a “levantarse” a la Guardia Nacional, al ejército, y por último al pueblo. Esta
proclama constitucional de la Montaña respondió el 13 de junio una llamada manifestación
pacífica de pequeños burgueses, mezclados con algunos miembros de las secciones obreras
secretas. Luego los obligaron a dispersarse de manera violenta.

El 13 de junio de 1849 fue la insurrección de la pequeña burguesía democrática, Ledru-Rollin


esperaba legiones de la Guardia Nacional pero la misma artillería parisina impidió al pueblo
levantar barricadas. En Lyon se produjo un conflicto duro y sangriento. Este episodio del 13 de
junio marca el fin al primer período de existencia de la República constitucional. De aquí en
adelante la Asamblea Nacional no era más que el Comité de Salud Pública del partido del
Orden. La Montaña quedó diezmada, y se disolvieron la artillería de París y algunas legiones de
la Guardia Nacional, arrebatando a la peque burguesía democrática su fuerza armada. Por
todas partes se disolvieron las guardias nacionales sospechosas de republicanismo. Matanzas y
deportaciones se sucedieron, las fuerzas represivas actuaron contra el proletariado y contra las
clases medias. Las leyes represivas agarrotaban a la prensa, anulaban el derecho de asociación
y absorbieron toda la actividad legislativa de la Asamblea Nacional durante los meses de junio,
julio y agosto.

La contrarrevolución se había apoderado de Hungría, Italia, de Alemania y ya creían ver la


Restauración a las mismas puertas de Francia. Thiers calificó la Constitución como un sucio
pedazo de papel.
Las elecciones complementarias del 8 de julio en París, realizadas bajo el estado de sitio y la
abstención electoral de parte del proletariado, la toma de Roma por el ejército francés y el
terrorismo monárquico añadieron nuevas victorias a la de junio.

A mediados de agosto, los monárquicos decretaron la suspensión de dos meses de las sesiones
de la Asamblea Nacional. La suspensión de sesiones de la Asamblea Legislativa pone fin al
segundo período de existencia de la República constitucional a su periodo de zafiedad
monárquica.

Las sociedades secretas fueron creciendo a medida que se hacían imposibles los clubes
públicos. Las asociaciones obreras de industria se volvieron otros medios de enlace del
proletariado.

Luis Bonaparte intentaba hacer una revisión inmediata de la Constitución. Este intento fracasó
al tropezar con los mismos instrumentos que habrían de hacerla posible: los consejos
departamentales. La voz de Francia, que además era la de Francia burguesa, había hablado y se
pronunció en contra de la revisión. La ANL (Legislativa) se volvió a reunir a comienzos de
octubre. Su fisionomía había cambiado, se situó dentro de los límites de la constitución.
Orleanistas y legitimistas gruñían contra los manejos de los bonapartistas, y a su vez, este
gruñía contra la Asamblea Nacional que veía con buenos ojos la conspiración de los dos
partidos.

Fould fue colocado en el ministerio de Hacienda, lo que representa la entrega de la riqueza


nacional francesa a la Bolsa, la administración del erario público por la Bolsa y en interés suyo.
Se restaura la aristocracia financiera. Desde el primer momento de su existencia, la República,
lejos de derrocar a la aristocracia financiera, lo que hizo fue afianzarla. Las concesiones que se
le hicieron eran como el destino fatal, al que sus autores se sometían, sin querer provocarlo.

El Estado tiene que seguir uno de dos caminos para hacer frente al aumento de deudas:

1. Restringir sus gastos, simplificar el aparato de gobierno y gobernar lo menos posible,


dar el menor empleo a la menor cantidad de gente posible. Este camino no podía
seguirlo el partido del Orden. No se podía reducir la gendarmería cuando se estaban
atacando a las personas y la propiedad.
2. Consiste en eludir las deudas y lograr un equilibrio transitorio del presupuesto público
por medio de impuestos extraordinarios arrojados sobre las clases más ricas. Pero el
partido del orden no iba a sacrificar su propia riqueza.

Por lo tanto, sin una transformación del Estado francés no era posible transformar a fondo el
presupuesto público de Francia. Este presupuesto del Estado llevaba consigo la deuda pública,
la que además llevaba el régimen de especulación con la deuda pública, de los acreedores del
Estado, los banqueros, los lobos de la Bolsa. Sólo una facción del partido del Orden, la de los
fabricantes, estaba directamente interesada en derrocar a la aristocracia financiera. En
Francia, impera la agricultura (a diferencia de Inglaterra), por esta razón los industriales no
dominaban la burguesía de Francia, no podían hacer valer sus intereses frente a los otros
sectores y no pueden ser cabeza del movimiento. En Febrero, no supieron comprender su
lugar.

El sistema seguía siendo el mismo: aumento de las deudas y ocultación del déficit y se ponían
de manifiesto las viejas especulaciones bursátiles. La restauración oficial de la aristocracia
financiera tenía que colocar de nuevo al pueblo francés ante un 24 de febrero.

La Constituyente, había abolido el impuesto al vino para el año de gracia de 1850.La supresión
de impuestos no facilitaba el pago de las nuevas deudas. Un vocero de la restauración se
pronunció en contra, diciendo que los impuestos son el corazón del gobierno y atacarlos son el
ataque de los anarquistas contra los guardianes del orden. Los impuestos son la quinta
divinidad, según el jefe de los jesuitas, Montalembert. Diez días antes de que se pusiera fin al
impuesto al vino, lo vuelven a reimplantar nuevamente desde la Asamblea Legislativa. El odio
popular hacia este impuesto tiene sentido ya que reducía el consumo, provoca intoxicación de
las clases trabajadoras ya que prima la venta de vinos adulterados, incapacita a los obreros
urbanos para pagar el vino. Los campesinos además estaban sujetos a un sistema de
endeudamiento o gravamen de hipotecas sobre la tierra misma. El aumento de población hace
que se deba parcelar y dividir más la tierra, disminuyendo su fertilidad y aumentando su
precio. La carga de los impuestos, sumado a todos estos otros aspectos, pesan sobre los
campesinos.

Sólo la caída del capital podrá hacer que suba el campesino, sólo un gobierno anticapitalista,
proletario, podrá acabar con su miseria económica. La república constitucional es la dictadura
de sus explotadores coligados. La República roja es la dictadura de sus aliados. Campesinos,
pequeñoburgueses y clase media en general, poco a poco era empujados a situarse junto al
proletariado, en abierto antagonismo frente a la República oficial y tratados por ella como
enemigos. Rebelión contra la dictadura de la burguesía, este es el carácter común del llamado
partido de la democracia social, del partido de la República Roja. Este partido tiene diversos
intereses. Desde el liberalismo burgués hasta el terrorismo revolucionario.

Se opone el socialismo doctrinario (utopía, ideas o fantasías) con el socialismo revolucionario,


es la declaración permanente de la revolución, la dictadura de clase del proletariado como
punto de transición hacia la abolición de las diferencias de clase en general, Blanqui.

Una revuelta en París habría permitido al gobierno decretar el estado de sitio en la capital y en
los departamentos y gobernar así las elecciones. Entonces en los primeros días de febrero de
1850 provocó al pueblo, echando por tierra a los árboles de la libertad, Pero el pueblo no hizo
caso a las provocaciones, sólo servían para irritar aún más al pueblo.

Las elecciones del 10 de marzo de 1850 eran la revocación de junio de 1848, los asesinos y
deportadores de los insurrectos volvían pero con la cabeza baja, detrás de los deportados. La
cabeza de la liga era ahora el proletariado. Tres candidatos, uno un insurrecto de junio, luego
un socialista doctrinario y un representante del partido burgués republicano. Napoleón había
sido derrotado, el 10 de marzo era una revolución. La República constitucional entra en su fase
de disolución. El Partido del Orden retoma sus lugares comunes, llama a la represión pero la
resistencia se ha centuplicado. Se planteaba el problema de que también habría que reprimir al
principal elemento de represión: el ejército.

La burguesía, al rechazar el sufragio universal, confiesa sin recato su intención de afianzarse en


contra de la voluntad del pueblo. Al atacar al sufragio da un pretexto universal a la nueva
revolución, toda revolución necesita apoyarse en un pretexto. La República sólo tuvo un
mérito, el de ser el invernadero en que creció la revolución.

IV- LA ABOLICIÓN DEL SUFRAGIO UNIVERSAL, EN 1850

A partir de 1849 y 1850 las industrias de París funcionaron en pleno rendimiento. Las tasas de
importación ascendieron y también las exportaciones. Hubo un aumento de las reservas de oro
por lo cual no se depreciaron los billetes de banco. Esto fundamenta la afirmación que hace
Marx cuando dice que la revolución, lejos de derrocar a la aristocracia financiera, vino a
fortalecerla aún más.

A pesar de la prosperidad industrial y comercial, la masa de la población, los 25 millones de


campesinos pasan por una gran depresión. Las buenas cosechas hicieron descender los precios
de trigo y los campesinos, llenos de deudas, eran devorados por la usura.

La victoria lograda el 10 de marzo por el pueblo en unión de la pequeña burguesía, fue anulada
por él mismo, al provocar nuevas elecciones del 28 de abril. Vidal salió elegido en dos distritos.
La victoria del 10 de marzo fue perdiendo su carácter decisivo, el sentido revolucionario de
esta fecha no era otro que la rehabilitación de la insurrección de junio, quedó anulado con la
candidatura de Eugenio Sue, el socialista-fantaseador sentimental-pequeño burgués (¡!). la
nueva victoria electoral de abril enorgulleció a la Montaña, su ambición era que Ledru-Rollin
fuera presidente.

La propuesta de abolir el sufragio salió de la misma Asamblea. El 8 de mayo se presentó el


proyecto a la Cámara. La Montaña pidió que fuese rechazado el proyecto en bloque. El 31 de
mayo fue aprobada la ley. La ley electoral fue acompañada por una ley de prensa, esta gravaba
fiscalmente todas las publicaciones y disponía que todos los artículos se publicaran con la
firma del autor. De esta forma se retira de escena el partido revolucionario y democrático.

Bonaparte defiende el título de su poder común, la República. Mientras se encontraban


suspendidas las sesiones de la Asamblea Nacional, se reunieron las diputaciones
parlamentales. La mayoría de estas representaciones se pronunció en favor de una revisión
más o menos condicionada de la Constitución. Es decir, en pro de una restauración
monárquica. La facción bonapartista interpretó en seguida este deseo de revisión en el sentido
de que se prorrogara el mandato presidencial de Bonaparte.

El Partido del Orden, en su lucha contra el pueblo, se ve obligado a acrecentar constantemente


las atribuciones del poder ejecutivo. En la medida que fortalece su poder, fortalece también los
medios de lucha de las pretensiones dinásticas de Bonaparte y fortalece las posibilidades para
hacer fracasar la solución constitucional. La solución constitucional pone en tela de juicio al
statu quo político y con eso lanzarse a la guerra civil. El burgués ve amenazado el sistema que
lo sostiene. La única solución es aplazar la solución.

Bonaparte tendrá que resignarse a aceptar la prórroga de poderes como simple delegación de
manos de la Asamblea Nacional. De ese modo se dará largas a la solución, se mantendrá en pie
el statu quo, una parte del partido del orden se verá debilitada y agotará la represión contra el
enemigo común, contra la masa de la nación, hasta que las condiciones económicas alcancen de
nuevo el grado de desarrollo necesario para que una nueva explosión haga volar por los aires a
todos estos partidos en discordia, con su República constitucional.

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