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TEMOR A LA OSCURIDAD

1 – Apaga la luz voluntariamente

Las personas que sufren de nictofobia suelen estar cansadas y somnolientas. Esto se debe a que el
sueño es mucho más reparador si se duerme a oscuras. Incluso la luz tenue impide conciliar un
sueño profundo. El problema es que este cansancio puede acentuar la sensación de miedo.

Las personas con miedo a la oscuridad pueden empezar a reducir la luz paulatinamente a la hora
de dormir. Al hacerlo poco a poco, a lo largo de varios días, es más fácil acostumbrarse y hacerse a
la idea, mientras se trabaja en el resto de estrategias. El simple hecho de conseguir un descanso
más reparador y la consecuente mejora del estado de ánimo y aumento de energía ayudan a
motivarse para dormir cada vez con menos luz.

2 – Busca un momento de relax para estar a oscuras durante el día

El día también puede brindar la oportunidad de estar a oscuras. Busca un momento relajado y
voluntariamente quédate en una habitación a oscuras. Pon música relajante e intenta pensar en
algo positivo.

La ventaja de esta fórmula es que puedes controlar el tiempo que pasas a oscuras y que, al
terminar, puedes disfrutar de la luz natural, que es muy reconfortante y estimulante. Pero
recuerda que debe ser una opción personal y que debes aumentar el tiempo poco a poco a
medida que te vayas sintiendo más seguro.

3 – Desafía tus propios miedos

El miedo a la oscuridad no es el miedo a la falta de luz, sino a los pensamientos que ocupan tu
mente. Descubre cuáles son esos pensamientos, los verdaderos miedos, y enfréntate a ellos. Si
todo pasa en tu imaginación puedes tomar el control y derrotar esa amenaza. No te sientas
avergonzado y desafía esos pensamientos.

Niña iluminando con una farola la oscuridad

4 – Controla tu cuerpo

La imaginación puede estimular el miedo, pero necesita a tu cuerpo para confabularse con las
fantasías de tu mente para que ese temor se apodere de ti. Por lo tanto, aunque no consigas
controlar tus pensamientos sí que puedes controlar tu cuerpo.

Una forma de controlar el cuerpo es dejar de respirar y moverse durante unos segundos. Esto es lo
que hacemos inconscientemente cuando queremos alejarnos de una situación incómoda sin que
nos vean.

Pasados unos segundos, evita el jadeo habitual que sigue a estas situaciones y controla tu
respiración expirando fuerte el aire, como en un suspiro. Esto estimula el corazón y te devuelve a
la realidad. Además, esta forma de respirar exhalando despacio y fuerte el aire relaja.
Respirar lentamente, concentrándote en inhalar y exhalar despacio y con control también te
ayudará a controlar los ataques de pánico y el miedo a la oscuridad, y te ayudará a adentrarte en
las zonas oscuras controladamente.

5 – Cambia tu concepto de “oscuridad”

A medida que vayas aprendiendo a sentirte relajado en ambientes oscuros, a controlar tus
impulsos en ausencia de luz y a dormir con menos luminosidad podrás ir cambiando tu concepto
de oscuridad como algo beneficioso para ti. La oscuridad pasará de ser una zona de negatividad a
convertirse en una oportunidad para descansar y relajarse.

“Aún una vida feliz no es factible sin una medida de oscuridad, y la palabra felicidad perdería su
sentido si no estuviera balanceada con la tristeza. Es mucho mejor tomar las cosas como vienen,
con paciencia y ecuanimidad”.

-Carl Jung-
1. Juegos para vencer el miedo a la
oscuridad
El juego ayuda al niño a superar su miedo a la oscuridad

La mejor manera de llegar a los niños es a través del juego. Se pueden plantear
juegos clásicos que impliquen vendarse los ojos, como la gallinita ciega, ponerle la cola
al burro, reventar una piñata, etc. Estas actividades permiten a los pequeños interactuar con
el mundo sin utilizar la vista.

También se pueden hacer juegos en la semipenumbra, como sombras chinescas. Y en la


penumbra se pueden contar cuentos o hacer juegos como reconocer objetos a través del
tacto.

El juego es también la base de un programa para tratar el miedo a la oscuridad diseñado por
la Universidad de Murcia y la Universidad Miguel Hernández de Elche. Este programa consiste
en una serie de juegos en los que el niño se enfrenta a situaciones crecientes de oscuridad.
Permite que, de manera gradual, comprenda que no hay ningún problema por estar sin luz.

2. Dejar encendida alguna luz tenue


No es malo dejar alguna luz encendida, pero tiene que ser muy tenue. Lo recomendable es
que casi no ilumine pero que sí deje algo de claridad en la habitación. Puede ser una lámpara
o bien apliques que se colocan en la pared.

3. No encender la luz como solución


Dejar una luz tenue no implica que los adultos enciendan la luz principal de la habitación del
niño cuando se ponga a llorar. Si el pequeño se despierta asustado en mitad de la noche
y llora o llama a los mayores, hay que tranquilizarle sin encender las luces.

La luz encendida alimentará el problema, pues ratificará la idea de que la oscuridad da miedo
y que, por el contrario, la luz lo quita.

El niño se serenará con la compañía del adulto y con sus palabras. Solo cuando esté calmado
será momento de encender alguna lámpara.
4. Establecer rutinas relajantes
Las rutinas que contribuyen al buen dormir de los niños también ayudan a
reducir los temores nocturnos

Las rutinas relajan al pequeño y contribuyen al buen dormir del niño, y también ayudan a
reducir los temores nocturnos.

Si se transmite que ir a la cama y apagar la luz es parte de una cadena de acciones (que
comienza con un baño y sigue con un biberón o un vaso de leche y un cuento), será mucho
más fácil que concilie el sueño y evitará que sea asaltado por los temores.

Existen otros elementos que pueden formar parte de esas rutinas. Muchos niños se relajan y
se sienten confiados si duermen con un peluche. Otro consejo es arropar al pequeño en la
cama, darle un beso de buenas noches e, incluso, contarle lo que harán juntos al día
siguiente. Los relatos también le dan tranquilidad.

5. Mostrar que la casa es segura


El niño suele identificar los lugares que le producen miedo. Tal vez crea que allí se oculta una
persona, un animal o algún ser extraño (el habitual monstruo imaginario).

Entonces, hay que ir con él para comprobar que allí no hay nada. Los lugares más comunes
que generan este efecto son el espacio debajo de la cama, el interior del armario y los
huecos detrás de las puertas.

No conviene repasar estos espacios como si se tratara de una inspección. Es mejor encontrar
cualquier otro pretexto: buscar algo que no se encuentra, hacer una limpieza, jugar al tesoro
escondido... Esta actividad permite comprobar que no hay nadie. Y si utiliza un juego, el sitio
quedará asociado con sensaciones positivas.

6. Evitar las cosas que acrecienten el


miedo
Si un niño manifiesta signos de temor a la oscuridad, será importante evitar que vea
películas y programas de televisión de miedo o que escuche historias que pudieran
asustarlo.
Tampoco, por supuesto, habrá que burlarse de su temor o menospreciarlo. No conviene
tampoco forzarle a hacer algo que no quiera en la oscuridad -por más que sea con el
supuesto fin de vencer sus miedos-, ni amenazarlo con el posible castigo de encerrarlo a
oscuras en su habitación.

Por el contrario, hay que felicitarle por sus gestos de valentía. Esta demostración de afecto
le impulsará para superar su miedo a la oscuridad.

ETIQUETAS:

bebé, consejos, miedo, miedos infantiles, niños, oscuridad


Técnicas de relajación para superar el temor.
Publicado el 31/10/2010| 8 comentarios

Como decíamos anteriormente, el temor es nuestro peor enemigo, ya que impide que tomemos acción
para salir adelante con nuestros proyectos, por lo que es muy importante aprender a superarlo, y aunque
nunca lo erradiquemos de nuestras vidas, porque en su lado positivo es un mecanismo de defensa que
nos hace aprender a no cometer los mismos errores, la parte negativa es muy dañina y nos mantiene en
un estado de paralización.
Entonces hoy vamos a ver algunas tecnicas de relajacion para superar el temor, y para esto debemos
aprender primero que nada, que es el temor.
El temor al que nos referimos es una energía negativa, es una baja vibración es precisamente lo contrario
al amor.

En realidad se dice que el ser humano solo puede sentir dos cosas… amor o temor, y que de ellas se
derivan todos los otros sentimientos… lo cierto es que si tu vibras en amor, te sentiras absolutamente
relajada, feliz, segura, y todas las sensaciones positivas que te puedas imaginar.

Cuando sientes temor, estás a la defensiva, insegura, tensa y todas las sensaciones negativas que se
deriven de esto.

Entonces deducimos que lo único que tenemos que aprender es a vibrar en amor para superar todos los
obstáculos.

Veamos un párrafo del libro de Miguel Ruiz, La Maestria del Amor, para que comprendas mejor estos
dos extremos.
“El amor es siempre amable. El miedo es siempre rudo. Con el miedo nos llenamos de obligaciones, de
expectativas, perdemos el respeto, evitamos la responsabilidad y sentimos lástima. ¿Cómo podemos
sentirnos bien cuando el miedo nos hace sufrir tanto? Nos sentimos víctimas por todo, enfadados o
tristes, celosos o traicionados.
El enfado no es otra cosa que el miedo cubierto con una máscara. La tristeza también es el miedo
cubierto con una máscara. Y los celos son miedo cubierto con una máscara. Y con todas esas emociones
que provienen del miedo, y que nos causan sufrimiento, únicamente somos capaces de fingir la
amabilidad. No somos amables porque no nos sentimos bien, y tampoco somos felices. Si estás en el
camino del amor, no tienes obligaciones, no tienes expectativas. No sientes lástima de ti mismo ni de tu
pareja. Todo te va bien y esa es la razón por la que siempre hay una sonrisa dibujada en tu rostro. Te
sientes bien contigo mismo, y como eres feliz, eres amable. El amor siempre es amable y esa amabilidad
te convierte en una persona generosa y te abre todas las puertas. El amor es generoso. El miedo es
egoísta; sólo se ocupa de uno mismo. El egoísmo cierra todas las puertas.
El amor es incondicional. El miedo está lleno de condiciones. En el camino del miedo, te amo si
permites que te controle, si eres bueno conmigo, si te ajustas a la imagen que he creado de ti. Construyo
una imagen de cómo deberías ser, y dado que no eres y nunca serás como esa imagen, té juzgo por esa
razón y te declaro culpable. En muchas ocasiones, incluso llego a sentirme avergonzado de ti porque no
eres lo que yo quiero que seas. Si no te ajustas a la imagen que yo he creado, me avergüenzas, me
enfureces, no tengo la menor paciencia contigo. Sólo finjo ser amable. En el camino del amor no hay
ningún «si»; no hay condiciones. Te amo sin que hayan razones ni justificaciones de por medio. Te amo
tal como eres y eres libre de ser tú mismo. Si no me gusta tu forma de ser, entonces será mejor que
busque a alguien que sea como a mí me guste. No tenemos el derecho de cambiar a nadie y nadie tiene el
derecho de cambiarnos a nosotros. Si cambiamos será porque nosotros queremos cambiar, porque no
queremos seguir sufriendo.
La mayoría de la gente vive su vida entera en el camino del miedo. Aguanta una relación porque siente
que tiene que hacerlo. Mantiene una relación con todas esas expectativas respecto a su pareja y respecto
a sí misma. Y el origen de todo ese drama y ese sufrimiento está en que utilizamos los canales de
comunicación que ya existían antes de nuestro nacimiento. La gente juzga y se convierte en víctima,
explica chismes de los demás, critica con sus amigos en el bar. Consigue que los miembros de una
familia se odien los unos a los otros. Acumula veneno emocional y lo esparce entre sus hijos. «Mira lo
que me hizo tu padre. No seas como él. Todos los hombres son iguales; todas las mujeres son iguales.»
Esto es lo que hacemos con las personas a las que tanto queremos: con nuestros propios hijos, con
nuestros amigos, con nuestras parejas.
En el camino del miedo tenemos tantas condiciones, expectativas y obligaciones que inventamos muchas
reglas a fin de protegernos contra el dolor emocional, cuando, lo cierto es que no debería existir ninguna
regla. Estas reglas perjudican la calidad de los canales de comunicación entre nosotros, porque, cuando
tenemos miedo, mentimos. Si tu expectativa es que tengo que ser de una manera determinada, entonces
yo me siento obligado a ser de ese modo, aunque en realidad no soy lo que tú quieres que sea. Entonces,
el día que soy sincero y me muestro tal como soy, te sientes herido, te enfadas, así que te miento porque
temo tu juicio. Tengo miedo de que vayas a censurarme, a declararme culpable y a castigarme. Y
después, cada vez que te acuerdas de ese error, me castigas sin cesar por él.
En el camino del amor existe la justicia. Si cometes un error solamente pagas una vez por él, y si
realmente te amas a ti mismo, aprendes de ese error. En el camino del miedo no existe la justicia. Te
obligas a pagar miles de veces por el mismo error. Haces que tu pareja o tu amigo pague mil veces por el
mismo error, lo que provoca un gran sentimiento de injusticia y abre muchas heridas emocionales.
Después, por supuesto, te preparas para fracasar. Los seres humanos hacen dramas de todo, incluso de
las cosas sencillas y pequeñas. Pero si vemos esas desdichas en las relaciones normales del infierno es
porque las parejas están en el camino del miedo.”

Luego de este análisis, podemos comprender por que es tan importante aprender a vivir el amor, a ser el
amor, a sentir solo amor, pero parece que no es tan fácil hacerlo como decirlo… en realidad nos han
programado para sentir temor.

Como haremos para borrar esos programas y salir del temor?

Quiero proponerles una sencilla técnicade relajacion para superar el temor que a mi me ha dado muy
buen resultado en los momentos en que me he sentido afijida por algo…
Agradecer.
Solo eso… la mejor técnica para superar el temor es sentir gratitud hacia la vida y todo lo que nos
proporciona… el expresarlo solamente nos llena de un sentimiento de quietud… de paz, que no es otra
cosa que amor.
Cuando sintamos que el temor nos invade, que nos sentimos atacados, acorralados, perturbados por algo,
pensemos en algo bueno que tengamos en nuestra vida, algo muy apreciado, y demos gracias por ello…
sintamos este agradecimiento desde el fondo de nuestro corazón, envolvamonos en una nube de
gratitud… verás como la quietud vuelve a ti, y como el temor se retira… esto es mágico, es algo
maravilloso, para comprenderlo mejor, imagina que estas en un cuarto oscuro y sientes miedo…
entonces, prendes la luz, y la oscuridad y el temor se disipan… así de real es el cambio, igual que de la
oscuridad a la luz… del temor al amor. Es instantáneo.
Repite calmadamente, gracias, Dios, universo, como quieras llamarlo por mi (hijo, padre, esposo, o lo
que sea que tu aprecies mucho y que genuinamente sientas gratitud por tenerlo a tu lado)

Sigue repitiendo… gracias, gracias, gracias… respira profundo y llenate de gratitud…

Solo te pido que hagas la prueba sinceramente… y veras como cambias del temor al amor…sin darte
cuenta ni esforzarte, simplemente el temor, la duda desaparecen.

Luego que hagas este ejercicio, y obtengas los resultados que te describo, veremos otras formas de hacer
esto, para que en cualquier momento puedas elevar tuas vibraciones hasta transformarte en amor real y
verdadero.

Hazlo por favor y cuéntame tu experiencia… compartela, para que ayude a alguien como tu a superar
esta parálisis que nos impide avanzar en plenitud.

Nos vemos pronto, un abrazo en la luz.


Namasté.
Parte 1
Prepararse para ir a dormir

1
Tranquilízate antes de irte a dormir. Una forma de superar el miedo a la oscuridad
consiste en relajarse antes de irse a dormir. Tendrás que apagar todos los aparatos
eléctricos al menos media hora antes de acostarte, además de evitar la cafeína después
del mediodía y practicar alguna actividad agradable y relajante, ya sea leer durante un
rato o escuchar algo de música suave. Al tratar de mantenerte en un estado mental lo
más relajado posible, te resultará más fácil aliviar la ansiedad que sientes cuando la luz
está apagada.[1]

 Prueba a meditar durante 10 minutos. Siéntate y concéntrate en inspirar y espirar


profundamente, dirigiendo la respiración hacia distintas partes del cuerpo que deberás ir
relajando de una en una. Piensa solo en tu cuerpo y en tu respiración, desterrando
cualquier tipo de pensamiento inquietante de tu mente.
 Busca una rutina que funcione para ti. Puede tratarse simplemente de beber manzanilla,
escuchar música clásica o acurrucarte con tu gato.
 Evita hacer cualquier cosa que te haga sentirte más asustado o nervioso, como ver la
noticias por la noche o algún programa violento en la televisión. También debes evitar
cualquier cosa que pueda estresarte y causarte preocupación por la noche, como hacer
los deberes a última hora o mantener una conversación seria antes de irte a dormir.
2.

2
Ve prescindiendo de la luz progresivamente. No tienes que apagar todas las luces a la
vez para superar el miedo a la oscuridad de forma drástica. Primero, debes concienciarte
de que dormir a oscuras permite un sueño más profundo y relajado que hacerlo con la luz
encendida. Utiliza esta idea como punto de partida para atreverte a dormir a oscuras. Si
duermes con todas las luces encendidas debido a tu miedo, puedes empezar atenuando
la luz un poco antes de irte a la cama, o incluso apagando algunas luces si te despiertas
en mitad de la noche. De esta forma, poco a poco irás acostumbrándote a dormir a
oscuras.
 Puedes fijarte una meta, como dormir solo con una luz de noche, o dejando la luz
encendida en el pasillo o en la habitación de al lado.
3.

3
Enfréntate a tus miedos. Cuando te metas en la cama por la noche, pregúntate a ti
mismo de qué tienes miedo. Si crees que hay alguien en el armario, bajo la cama, o
incluso escondido detrás de una silla en la esquina de la habitación, levántate y
comprueba si hay algo. Demuéstrate a ti mismo que no hay absolutamente nada que ver y
nada de lo que preocuparse. Si lo haces, te sentirás orgulloso de ti mismo por enfrentarte
a tus miedos y te dormirás más tranquilo.

 Si te despiertas con miedo en mitad de la noche, repítete que cuanto antes compruebes si
hay algo, antes empezarás a sentirte mejor. No te pases la noche preocupado por algo
que no sabes.
4.

4
Deja alguna luz suave encendida si lo necesitas. No te sientas avergonzado por utilizar
una luz de noche o una lámpara de luz tenue en la esquina de tu habitación. Si esto te
ayuda a evitar tus miedos y a estar más tranquilo, no deberías sentirte obligado a
prescindir de cualquier tipo de luz para superar tu problema. Además, tener una luz de
noche en el pasillo o una luz encendida en la habitación de al lado puede resultarte muy
útil cuando tengas que levantarte en mitad de la noche para ir al baño.

 Mucha gente duerme con alguna luz encendida, y no hay por qué pensar que no podrás
vencer tu miedo a la oscuridad hasta que no duermas totalmente a oscuras.
5.

5
Haz de tu habitación un sitio más acogedor. Otra forma de enfrentarte a tus miedos
consiste en asegurarte de que la habitación resulte acogedora, y te invite a quedarte
dormido a gusto. Mantenla limpia y ordenada para que tengas menos miedo de que
pueda haber algo escondido debajo de una pila de ropa o dentro de un armario
desordenado. Intenta rodearte de colores cálidos y vivos para que haya una atmósfera
más tranquila y positiva. No llenes la habitación de muebles o de recuerdos si no quieres
sentirte sofocado dentro. Si te esfuerzas para crear un ambiente más positivo, te resultará
más fácil sentirte seguro en tu habitación.

 Cuelga fotografías que te hagan sentirte seguro y cómodo. Si cuelgas imágenes oscuras,
misteriosas o inquietantes, puede que al verlas te sientas más asustado aunque no te des
cuenta.
 Transformando tu habitación en un lugar más acogedor, además, te apetecerá pasar más
tiempo en ella. La meta es sentirse seguro y feliz en la habitación, en lugar de asustado.
6.

6
Aprende a dormir solo. Si te da miedo la oscuridad, probablemente prefieras dormir en
la cama de tus padres, de tus hermanos, o incluso con tu perro. Sin embargo, si
realmente quieres superar este miedo, tendrás que aprender a ver tu cama como el lugar
más seguro en el que puedas estar sin necesidad de compañía. Si estás acostumbrado a
dormir con tus padres o con tus hermanos, haz el esfuerzo de pasar únicamente la mitad
de la noche con ellos e ir durmiendo cada vez más tiempo solo.

 Si tienes un perro o un gato, tu mascota puede ser una estupenda fuente de confort, y
tenerla en la cama contigo puede ayudarte a disminuir tu miedo. Sin embargo, no puedes
pasar toda la vida dependiendo de su compañía para dormir bien. Tener a tu mascota
durmiendo al pie de la cama o en la misma habitación debería ser suficiente.
Parte 2
Normaliza tu perspectiva
1.

1
Cambia tus ideas acerca de la oscuridad. Una de las razones por las que puede que
temas a la oscuridad es que la percibes como algo maligno, terrible, inquietantemente
misterioso, caótico o cualquier otra cosa negativa. Sin embargo, si quieres empezar a
tolerar la oscuridad, tendrás que esforzarte para asociarla a conceptos positivos. Puedes
considerar la oscuridad como algo relajante, puro o incluso agradable y cálido como una
manta gruesa de terciopelo. Esfuérzate para cambiar tu percepción de la oscuridad, y
pronto serás capaz de aceptarla como algo natural.

 Escribe todas las cosas que asocies a la oscuridad. Por muy estúpido que pueda sonar,
debes tacharlas o romper la hoja de papel. Después, escribe otras asociaciones más
positivas. Si te parece demasiado cursi esta idea, puedes decirlas bien alto en lugar de
escribirlas.
2.

2
Piensa en tu cama como un lugar seguro. Las personas que temen a la oscuridad
suelen tener miedo de sus camas, porque las ven como lugares que les hacen
vulnerables a las amenazas. Si quieres cambiar tu perspectiva sobre la oscuridad, tendrás
que pensar en la cama como una fuente de comodidad y protección. Considérala un lugar
en el que desees estar, no como algo que temes. Utiliza mantas suaves y pasa tiempo en
la cama, haciendo cosas que te inciten a querer dormir ahí por la noche.

 Pasa más tiempo leyendo y sintiéndote a gusto en tu cama. Esto te ayudará a sentirte
feliz de estar ahí por la noche.
3.
3
No te avergüences de tu miedo. Muchos adultos reconocen tener miedo a la oscuridad.
No importa la edad que tengas; no tienes que sentirte avergonzado de tus miedos, todo el
mundo teme a algo, y debes estar orgulloso de ti mismo por ser honesto y abierto al
hablar de los tuyos. Debes sentirte orgulloso de ti mismo por admitir que tienes miedo a
algo y que quieres tomar medidas para superarlo. De hecho, cierto estudio ha demostrado
que hasta un 40% de los adultos admite tener algún tipo de miedo a la oscuridad.[2]

 Cuanto más abierto seas con tus sentimientos, antes serás capaz de superarlos.
4.

4
Habla con otra gente de ello. Hablar abiertamente con otras personas sobre tu miedo
puede ayudarte sentirte más seguro y cómodo a la hora de superarlo. Además, hablando
sobre ello tal vez descubras que otras personas comparten tu mismo miedo y que incluso
puedes aconsejarles para sobrellevarlo, en lugar de guardarte todos tus sentimientos para
ti mismo.

 Tus amigos pueden apoyarte para enfrentarte a tu miedo, y no tendrás que temer que te
juzguen si verdaderamente son tus amigos.
5.

5
Consigue ayuda si la necesitas. La verdad es que no siempre es posible superar por
completo un miedo, aunque puedes tomar medidas para sobrellevarlo. Sin embargo, si te
sientes totalmente dominado y limitado porque el miedo a la oscuridad te quita el sueño y
no eres capaz de soportarlo, puede que sea hora de buscar ayuda profesional para hablar
de tu ansiedad y de sus consecuencias. Recuerda que nunca debes sentir vergüenza por
pedir ayuda.[3]

 Puedes hablar con tu médico sobre tu miedo y ver si realmente es algo que te domina; es
posible que te recomiende algún medicamento o que te indique la mejor manera de
proceder para superarlo. También podrás llegar a la raíz del problema causante de otras
ansiedades que puedan estar potenciando tu miedo.
Parte 3
Ayudar a tu hijo a superar su miedo a la oscuridad
1.

1
No le sigas el juego con sus miedos. SI quieres ayudar a que tu hijo supere el miedo a
la oscuridad, tendrás que demostrarle que no hay cosas como monstruos bajo la cama u
hombres peligrosos en el armario. No le sigas la corriente y digas: "Deja que me asegure
de que no hay monstruos en el armario esta noche". Lo que debes hacer es dejarle claro
que es imposible que haya monstruo alguno en el armario. Esto le ayudará a entender
que su miedo es irracional.[4]

 Si le sigues el juego con sus miedos, tu hijo pensará que realmente hay posibilidades de
que haya un monstruo o un hombre malo escondido en la oscuridad alguna noche. Tal
vez pienses que esto puede ayudarle a tu hijo a corto plazo, pero a la larga solo reforzará
sus miedos.
 No puedes estar siempre ahí para mirar debajo de la cama por tu hijo; lo que tienes que
hacer es hacerle comprender que no tiene sentido comprobarlo, bajo ningún concepto.
2.

2
Asegúrate de que tu hijo siga una rutina relajante antes de dormir. Otra forma de
ayudar a tu hijo a superar el miedo a la oscuridad consiste en asegurarse de que la rutina
que siga antes de acostarse sea relajante y agradable. Asegúrate de que dedique un rato
a leer antes de irse a la cama, evita darle refrescos o dulces por la noche y ten cuidado de
que no vea nada preocupante en las noticias o algún programa nocturno que pueda dirigir
su imaginación hacia el lugar erróneo. Cuanto más relajados estén tus niños antes de irse
a la cama, menos ansiedad sentirán al quedarse a oscuras.[5]

 Ayuda a tus niños a darse un baño caliente o habla con ellos sobre temas tranquilos en
lugar de comentar cosas que puedan alterarlos.
 Si tienes un gatito, pasa algo de tiempo acariciando a tu mascota favorita con tu hijo para
que se tranquilice.
 Esfuérzate para suavizar tu voz y hablar con menos énfasis. Ralentiza tu ritmo en general
por la noche para que tu hijo se tranquilice antes de dormir. Empieza a atenuar las luces.
3.

3
Habla con tu hijo sobre el miedo. Asegúrate de escuchar a tu hijo y de comprender lo
que realmente le asusta; puede que se trate de un miedo a la oscuridad en general, o de
miedo a que haya un intruso, por ejemplo. Cuanto más sepas sobre lo que le asusta a tu
hijo, más fácil te resultará lidiar con el problema. Además, el niño se sentirá mejor
después de hablar contigo sobre el problema.[6]

 Asegúrate de que el niño no se avergüence de su miedo. Cuando tu hijo esté hablando,


déjale claro como el agua que no hay nada de lo que tenga que avergonzarse, y que
todos tenemos nuestros propios miedos.
4.

4
Refuerza la sensación de seguridad y comodidad de tu hijo. Asegúrate de que tu hijo
se sienta seguro y cómodo no solo antes de irse a dormir, sino durante todo el día.
Aunque no puedas estar siempre ahí para proteger a tu hijo las 24 horas del día, puedes
hacer un esfuerzo para ayudarle a sentirse mejor. Repítele cuánto le quieres, dile que
estás ahí para lo que le haga falta, y déjale claro que en casa estará a salvo de cualquier
amenaza. Esto puede ayudarle a superar su miedo a la oscuridad.[7]

 Deja que tenga objetos seguros en su cama y en la habitación. Si tu hijo quiere su manta
favorita o encender una luz de noche, permíteselo. No pienses que debes dejarlo en la
oscuridad total y sin su manta para que se enfrente a sus miedos.[8]
5.

5
Hazle ver a tu hijo que la cama es un lugar seguro. El niño debe ver su cama como un
lugar seguro y cómodo, no como algo que les cause ansiedad. Léele libros a tu hijo en la
cama, y asegúrate de que le ayude a hacer asociaciones positivas mientras te escucha.
Simplemente, intenta no pasar mucho tiempo en la cama con él, para que pueda sentirse
tan cómodo y seguro como le sea posible. Aunque es natural que quieras protegerlo, es
más importante que le ofrezcas las herramientas necesarias para sentirse seguro por sí
mismo a la larga.[9]

 No le permitas dormir contigo. Aunque tal vez pienses que dejando que tu hijo duerma
contigo le ayudarás a sentirse mejor, solo le aportarás alivio pasajero. Anima a tu hijo a
dormir solo en su cama, ya que tarde o temprano tendrá que acostumbrarse a hacerlo.
6.

6
Busca ayuda si es necesario. A veces, solo puedes ayudar a tu hijo a superar su miedo
a la oscuridad hasta cierto punto. Si el niño moja la cama con frecuencia, se despierta de
sus pesadillas gritando o muestra crisis más graves de ansiedad y otros miedos
recurrentes en la vida cotidiana, puede que acudir a un médico te ayude a localizar y a
tratar la causa subyacente del problema. No te limites a asumir que tu hijo crecerá y lo
superará; esfuérzate para facilitarle la ayuda que necesita.[10]

 Si crees que se trata de un problema serio, ten en cuenta que cuanto más tiempo lo dejes
pasar, más difícil será conseguir que tu hijo lo supere.

Consejos
 Dormir con una mascota te ayudará a sentirte seguro. Si escucha o siente algo,
especialmente cuando se trate de una amenaza, tu mascota te lo hará saber.

 Si sientes miedo, habla con un amigo o con un familiar justo antes de irte a la cama o
cuando empieces a sufrir ansiedad. A veces, hablar con alguien sobre tus miedos es
bastante útil.

 Lee. Lee hasta que no puedas mantenerte despierto y tu cerebro se sienta demasiado
cansado como para temer a la oscuridad.

 Si sientes miedo, intenta pensar en cosas divertidas que hayan pasado durante el día o
durante la semana.
 Enciende un reproductor de sonido o el aire acondicionado; de esta forma no escucharás
los sonidos inquietantes.

 Puedes dormir con un montón de peluches.

 Piensa en cómo reaccionarían otras personas en tu situación. Si otros pueden lidiar con
este problema mejor que tú, sigue su ejemplo.

 Recuerda que a veces la ansiedad es útil y necesaria para sobrevivir. Tu miedo puede ser
lo único que te mantenga a salvo en muchas ocasiones.

 Sigue un diario sobre tus miedos. Si quieres, puedes compartir tu diario con tu familia para
que puedan ayudarte y apoyarte.

 Si escuchas un ruido, sal a comprobar de dónde proviene o, si estás demasiado asustado,


pídele a un amigo que vaya a tu casa.

 ¿Recuerdas esos antifaces que se usan en el spa? Prueba a comprarte uno y ponértelo
para dormir; puede parecer incómodo al principio, pero te acabarás acostumbrando a él.
Te ayudará a no percibir sombras ni otros movimientos inofensivos a tu alrededor.

 Antes de irte a dormir, sonríe y habla con tu familia sobre cómo ha ido el día. A veces, son
los problemas transcurridos durante el día lo que realmente nos asusta.

 Cuando sientas miedo, prueba a visualizar cosas divertidas que te hayan pasado en la
vida, o algo que hayas visto o leído, como la imagen de alguien que se choca contra una
puerta de cristal, mira a su alrededor y vuelve a chocarse antes de que se abra.

 Recuerda: la habitación es exactamente igual a oscuras o con luz, así que no tienes nada
que temer. ¡Es solo tu imaginación!

 Pon música durante un rato; te ayudará a relajarte y a pensar en otras cosas.

Advertencias
 Si eliges una lámpara de lava de noche, recuerda que suele proyectar sombras extrañas
en la pared.

 Si necesitas algo de visibilidad, no enciendas todas y cada una de las luces de la casa; es
un gasto innecesario y excesivo.

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