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Meridional (1753-1754)
Universidad Federal de Mato Grosso
(Brasil)
Que todos los días, en las horas de ciones precisas sobre las tierras de su 5
Tratado pelo qual os Ministros
descanso, se reúnan y compilen las vecino para, llegada la hora, poder tomar Plenipotenciários de S. S. M. M. Fidelíssima e
mencionadas noticias de los dos dia- decisiones estratégicas. Ésta es una cues- Catholica ajustarão, e determinarão as
rios que se han de remitir a las dos tión que no puede perderse de vista Instrucções, que havião de servir de governo
Cortes, firmadas y certificadas por los cuando se analiza el Diario. aos Comissários das duas Coroas na
dos Comisarios Astrónomos y Geógra- Demarcação dos limites respectivos na
fos de ambas naciones5. América meridional, em execução do Tratado
II. Las Terceras Partidas de Limites, assignado em Madrid a 17 de
Analizando comparativamente las de límites Janeiro de 1751. En Collecção de notícias...,
distintas versiones de este documento, 1841; Aqui, Instrucciones 1751
se observa que apenas existen peque- Igual que las otras comisiones demarca- (passim; traducido del portugués al español).
ñas diferencias entre ellas, sin que esto doras destinadas a la América a media- 6
Sabemos que en el siglo xviii no se utilizaban
comprometa su contenido. En el Diario dos del siglo xviii, también ésta, que re- las palabras «cartografía» y «cartógrafo»,
no caben las discordancias, cada palabra corrió el río Paraguay, se compone de mucho menos el verbo cartografiar, ya que, tal
y cada línea fue escrita de común acuer- una partida portuguesa y otra española. como informa Martín Merás (s/d, p. 13) «la
do por los comisarios de los dos impe- Al mando estaban los primeros «comisa- palabra cartografía es un neologismo puesto
rios ibéricos. Da, pues, la impresión de rios subalternos», en este caso, el espa- en circulación por el estudioso portugués
que los demarcadores realizaron el re- ñol Manuel Antonio de Flores y el portu- Manuel Francisco de Barros e Souza, vizconde
conocimiento de la frontera de forma gués José Custódio de Sá e Faria. En sus de Santarém, en la segunda mitad del siglo
armoniosa, a tal punto que, al final, los equipos, cada una traía un cosmógrafo, xix, para referirse al estudio de los mapas
astrónomos y los geógrafos sellaron el responsable por los trabajos de astrono- antiguos. El significado de la palabra se ha
documento con sus firmas. mía y cartografía6, un alférez al mando ampliado desde entonces, pues incluye
Esto, sin embargo, no significa que de la tropa de soldados, un capellán para también el arte y la ciencia de construir mapas
los equipos tuviesen una relación de to- los remedios espirituales y un cirujano contemporáneos». La empleamos aquí para
tal confianza y complicidad. Si bien el para las enfermedades del cuerpo. A és- facilitar la construcción y comprensión del
trabajo realizado por las Terceras Parti- tos se sumaba, tanto en la parte portu- texto.
das se desenvolvió en buenos términos, guesa como en la española, un gran con- 7
La tropa española estaba compuesta por:
la relación amigable era tan solo proto- tingente de hombres compuesto por Manuel Antonio de Flores, capitán de fragata
colar, y pertenecía al ámbito de las apa- soldados indios, negros de servicio, pilo- de la Real Armada, Primer Comisario;
riencias. Enemigos seculares, España y tos y demás trabajadores7. El encuentro Athanasio Varanda, teniente de fragata de la
Portugal aprovecharon esta extraordina- de estos equipos tuvo lugar en la isla Real Armada, Segundo Comisario y
ria oportunidad para conseguir impor- Martín García –en la desembocadura del cosmógrafo; Alonso Pacheco, alférez de navío
tantes informaciones sobre las tierras río de la Plata– en mayo de 1753. Fue allí de la Real Armada, cosmógrafo; Manuel de la
que pertenecían al adversario. Y en que Sá e Faria y Antonio de Flores reci- Quintana, teniente de infantería; José Quiroga,
cuanto viajaban, unos y otros efectiva- bieron, de manos de los Comisarios Prin- de la Compañía de Jesús, capellán, y Pedro
mente utilizaron los más modernos ins- cipales, las Instrucciones que orientarían García, cirujano del ejército. Llevaban además
trumentos de medición para la recípro- todos los pasos del largo viaje fluvial8. Se 40 soldados para la guarnición de la tropa. La
ca inspección. trata de un compendio normativo que partida portuguesa estaba compuesta por:
Tanto es así, que Gomes Freire de An- complementaba y elucidaba las indica- José Custódio de Sá e Faria, sargento mayor
drade y el Marqués de Valdelirios habían ciones del tratado de 1750, detallando de infantería con práctica de ingeniero, Primer
recibido instrucciones secretas sobre las cuestiones prácticas. Junto con éstas, Comisario; el doctor Miguel Ciera,
cómo proceder para obtener informacio- cada comisario recibió también una co- cosmógrafo; Gregório de Moraes e Castro
nes sigilosas, no obstante esto significase pia del mapa de la región que debía de- Pimentel, Segundo Comisario, capitán de
un incumplimiento de lo que establecía marcar, el Mapa de las Cortes, de 1751. infantería y ayudante de orden del Primer
el propio tratado de límites. Estos comi- Este documento cartográfico había sido Comisario; João Bento Pinthon, ayudante de
sarios, a su vez, transmitían a los jefes de mandado hacer por el representante de infantería con práctica de ingeniero y
cada Partida, en el caso de las Terceras Portugal en las negociaciones, Alexandre cosmógrafo; Manuel da Silva, teniente de
Partidas, a José Custódio de Sá e Faria y de Gusmão, con el fin de orientar las dis- infantería y Tercer Comisario; Antonio Alvez
a Manuel Antonio de Flores, las normas, cusiones sobre la línea divisoria. Machado, capellán, y José Poliani, cirujano.
igualmente secretas, indicando lo que Y ya el 2 de junio la expedición se en- Por su parte, los portugueses viajaban con 62
debía ser observado y cómo crear sub- cuentra en marcha. Nuestros viajeros su- soldados y 47 marineros, éstos para el
terfugios para obtener más datos sobre ben por el río de la Plata, de ahí al Para- servicio de las canoas.
el territorio vecino. El hecho es que du- ná, para después llegar a las aguas del 8
Instrucções que nós os Commissarios
rante toda la jornada, portugueses y es- Paraguay. El trabajo de reconocimiento Principaes de S. M. F. e de S. M. C. Gomes
pañoles se espiaban recíprocamente. de la frontera propiamente tan sólo se Freire de Andrade, e Marques de Val de Lírios
Bajo la apariencia de estar realizando ob- iniciaría cuando las Terceras Partidas lle- temos acordado, e firmado para governo dos
servaciones para poner fin a un serio gasen al río Corrientes y a través de él Commissarios da terceira Partida de
problema de frontera, los representantes alcanzasen el Igurei, conforme lo dis- demarcação, o Sargento Mor Engenheiro José
de los dos imperios reunieron informa- puesto en aquellas Instrucciones de Custodio de Sá e Faria e D. Manuel Antonio
9
de Flores Tenente Coronel, e Capitão da 1753. Pero como esto no fue posible, la carga y los instrumentos de las inju-
Fragata Real Armada para que se executem puesto que las informaciones de gabine- rias del tiempo, y a los remeros de los
como aqui se prescrevem. Ilha Martins te no pudieron ser confirmadas in loco, rigores del sol. Las más pequeñas, más
Garcia, 30/05/1753. Passim: Instrucciones, Sá e Faria y Antonio de Flores redactaron ligeras, eran utilizadas para la pesca y
1753. En Collecção de notícias..., 1841. y firmaron el «Instrumento de declaração para rápidas incursiones de reconoci-
9
Instrumento de declaração sobre se não sobre se não achar noticia do rio Co- miento.
achar noticias do rio Correntes, que devia rrientes». En él, explicando la necesidad Cuando había viento de popa, las ca-
servir de principio ao lanço de demarcação de adelantar las diligencias –conside- noas navegaban a vela. A falta de éste, se
que cabe sobre o rio Paraguay. Firmado por rando que debían atravesar la Laguna de navegaba a remo y, cuando el río lo exi-
Sá e Faria y Manuel de Flores, en el río los Xarayes antes de que las aguas trans- gía, a sirga, sirviéndose de la fuerza de
Paraguay, a 11/11/1753. En Colecção de bordasen– resolvieron: «[…] de común los indios remeros. Sin lugar a dudas, las
notícias..., 1841. En los documentos, este acuerdo comenzar a demarcar del tró- canoas eran el locus de la demarcación;
Instrumento se encuentra únicamente en las pico para arriba, porque el propio tra- constituían el lugar de trabajo y de vida
versiones en portugués del Diario. tado dice que se localiza al norte del de esta empresa. Los viajeros pasaban la
10
La afirmación se refiere al viaje de Trópico de Capricornio; y al sur del río mayor parte del día en su interior. Y era
demarcación; hasta llegar a Asunción, los Tepoci, de acuerdo con el mapa que fue también en ellas que se llevaba todo lo
portugueses utilizaron falúas, pero debido a entregado a los primeros comisarios; que era necesario para el viaje, desde los
su inadecuación en las aguas platinas, en el para después, cuando vayamos demar- modernísimos instrumentos de observa-
corto plazo estas embarcaciones fueron cando el territorio intermedio entre los ción y medición, hasta los alimentos,
sustituidas por canoas apropiadas para la ríos Paraguay y Paraná, unir la men- tales como el charqui y la harina, ade-
región. cionada demarcación con su primer más de las boticas de los cirujanos y los
punto, vale decir, el comienzo del men- altares portátiles para que los religiosos
cionado río Paraguay, bajando por el celebrasen misa. Cuatro canoas, las de
antes mencionado Corrientes o por otro porte mediano, estaban destinadas a la
que corresponda»9. carga principal: los cuatro bloques de
mármol labrado, traídos de Lisboa, que
serían montados en la desembocadura
III. El viaje del río Jaurú, formando el marco monu-
mental que definiría de forma visible los
Habiendo tomado esta decisión, inicia- límites.
ron el viaje de demarcación el 11 de no- La jornada coincidía con la temporada
viembre de 1753. Ésta fue una gran jor- de la crecida de las aguas, cuando las co-
nada fluvial que duró tres largos meses, rrientes comienzan a subir; consecuente-
hasta que los expedicionarios alcanzaron mente, el aumento de volumen de los
la boca del río Jaurú el 9 de febrero del ríos –considerando que viajaban río arri-
año siguiente, cumpliendo con éxito la ba– exigió un gran esfuerzo de los expe-
misión que les había sido encomendada. dicionarios. Lluvias, truenos y relámpagos
En total, contando con la primera etapa, eran compañeros constantes, obligándo-
fueron ocho meses de viaje continuo. los a detenerse jornadas enteras. Y con
Durante este tiempo, los dos equipos las lluvias llegaban las enfermedades y los
enfrentaron el desafío de reconocer y infernales mosquitos. Así pues, el tiempo
cartografiar un mundo que les resultaba era precioso y no se podía desperdiciar.
totalmente extraño. Y esto los colocaba frente a dilemas sin
Todo el viaje fue realizado por las solución: si por un lado los trabajos exi-
aguas del Paraguay, o de sus tributarios, gían rapidez, por otro, las condiciones
utilizando siempre embarcaciones de atmosféricas, las enfermedades y los in-
tecnología indígena: las canoas10. Éstas, sectos imponían un ritmo más lento.
sin embargo, fueron adaptadas a las exi- Como elementos de esta ecuación deben
gencias del trayecto y a las necesidades considerarse, además, la estructura y ta-
que debían satisfacer. Había canoas gran- maño de la expedición, así como la incer-
des, medianas y pequeñas. Las primeras, teza del camino.
de mayor tamaño y casi siempre llama- La línea de la frontera había sido tra-
das de balsas, estaban armadas con dos zada de forma abstracta y era justamente
piezas de artillería, los pedreros, y po- por eso por lo que las expediciones de-
seían un mástil al centro, en el que se marcadoras fueron enviadas a América.
sustentaba una vela redonda. En sus bor- Se viajaba, pues, sin informaciones segu-
des llevaban también puntales de quitar, ras sobre cuáles eran los caminos que se
y poner, que en casos de necesidad sus- deberían seguir. Es cierto que existían
tentaban toldos de cuero para proteger los mapas de los misioneros jesuitas,
pero en aquella época incluso estos reli- Cuiabá y había trabajado como piloto de
giosos poco sabían sobre cómo navegar las Canoas, que hacen el Comercio de
por el curso superior del río Paraguay11. San Pablo, Cuyaba, y Matogroso. Era,
También es efectivo que los comisarios pues, un fugitivo que, como tantos otros,
habían recibido una copia del Mapa de había entrado en territorio español para
Demarcación –el Mapa de las Cortes–, huir de la justicia. Pero, dadas las cir-
en el que la línea roja indicaba los límites cunstancias, poco importaba su pasado;
y el camino a ser reconocido. Pero esto fue acogido por el comisario portugués y
apenas servía de ayuda. Durante el trans- asumió la función de práctico en aquella
curso del viaje, los expedicionarios fue- Partida14.
ron constatando los numerosos errores Remediado el problema, la tropa se
contenidos en esta carta12. puso en marcha. Los desplazamientos
Cada verificación que se hacía me- eran difíciles; la escuadrilla de canoas na-
diante los instrumentos de medición po- vegaba contra la corriente subiendo por
nía en evidencia los errores de aquella las abundantes aguas del Paraguay. Se
carta. Por ejemplo, al llegar a la boca del encontraban en el Pantanal, una región
río Jaurú, donde colocaron el marco de fluvial-lacustre, entrecortada por cente-
límites, los demarcadores observaron: «Y nas de cursos de agua de pequeño y me-
aunque hallemos que por nuestras ob- diano tamaño, con numerosas bahías y
servaciones de Latitud que la boca del lagunas. Una y otra vez ocurrían peque-
Jaurú está en mayor que aquella en ños accidentes, barcos que encallaban en
que se ve colocado en el Mapa de la De- bancos de arena o que raspaban en las
marcación que nos dieron los Señores piedras, derivando todo en peligros y en
Comisarios Principales[,] no puede ser- más demoras.
vir de embarazo porque este mismo Siempre debemos tener en cuenta
error hemos hallado en todos los para- que se trata de un arduo viaje de traba-
jes conocidos como bocas de Ríos y Pue- jo, que exigía enorme resistencia de los
blos y más siendo evidente que por estos participantes. Regularmente las jornadas
sitios no anda quien tenga la Inteligen- se iniciaban hacia las cinco de la mañana
cia suficiente para este genero de labo- y se extendían hasta la puesta del sol, es
res»13. Por lo que se desprende de la decir, hasta aproximadamente las siete
documentación, de hecho, estos demar- de la tarde. Era entonces cuando se bus- 11
Para la cartografía jesuita, consultar Furlong
cadores dispusieron de poquísima infor- caba un puerto para pasar la noche. (1936) y (1946). Para la representación
mación segura sobre los lugares por Existían otras paradas indispensables, cartográfica de la región del Pantanal,
donde deberían circular, lo que hizo del para que se realizasen las mediciones y, v. Costa (1999). Debe tenerse en cuenta,
viaje una gran aventura. siendo día de guardar, para que los ca- también, que los españoles contaban en su
Al iniciar su recorrido, los expedicio- pellanes celebrasen la misa; pero todo Tercera Partida con la presencia de José
narios imaginaban que podrían encon- dependía de las condiciones climáticas, Quiroga. Este jesuita viajaba en calidad de
trar datos sobre los caminos a seguir en de modo que muchas veces el mal tiem- capellán, y no se puede olvidar que era uno
los archivos de Asunción. ¡Craso error! po contribuía a que se impusiese un rit- de los más competentes matemáticos y
En esa ciudad ni siquiera consiguieron mo muy lento. cartógrafos. Pero el propio mapa que Quiroga
contratar un práctico que los guiase has- Lo más importante en este viaje eran publicó en 1749 también pone en evidencia
ta la boca del Jaurú: «[…] después de ex- las mediciones (fig. 1). Había que regis- que los propios jesuitas no conocían el curso
quisitas diligencias [anotaron en el Dia- trar la latitud y la longitud, consultar sis- superior del río Paraguay.
rio], no se hallo en toda Provincia temáticamente termómetros y baróme- 12
Los errores contenidos en el Mapa de las
quien hubiese echo esta navegación, ni tros, en fin, las tareas esenciales para Cortes han sido analizados por varios autores.
noticia de que español alguno de los componer mapas precisos. Estas tareas Para Cortesão (2001) se trata de
que los mas viejos carecieron diese ra- debían realizarse dos veces al día. Y ade- deformaciones puestas intencionalmente por
zón de lo que se solicitaba[;] solo se en- más, era necesario realizar continuamen- los portugueses, a modo de un artificio para
contró un viejo que ejerció aquí el em- te levantamientos topográficos y carto- sus negociadores. Carneiro de Mendonça
pleo de Maestre de Campo[,] el cual en gráficos, y dibujar mapas, quehaceres que (1985), por su parte, disiente de Cortesão.
persecución de los Indios enemigos se sólo podían ser ejecutados a la luz del Esta cuestión fue tratada más recientemente
alejó lo mas hasta la boca del Río Em- día, imponiendo siempre viajes diurnos. por Clemente Ferreira (2007).
botetei» [hoy río Miranda]. Y aun antes de dormir –como vimos–, los 13
Diario 1753-1754, Conclusión de la
Pero fue poco lo que este hombre comisarios debían escribir el diario. Demarcación, enero 1754; subrayados de la
pudo ayudar: estaba sumamente cadu- Así, poco a poco, avanzaban. El 11 de autora.
co, y enfermo, además de ciego. Para su diciembre registraron el paso por la gran 14
Todas las referencias a esa cuestión fueron
suerte, consiguieron localizar un portu- desembocadura del Taquarí; dos días tomadas de la Introducción del Diario,
gués que había vivido un tiempo en después vieron al río Paraguay dividir su septiembre de 1753.
subterfugios para alejarlos, según regis- char lazos ni buscaba ayuda para el viaje;
traron en el Diario el 13 de noviembre lo que pretendían era convencer a los
de 1753: «[...] el Comandante de Su Ma- mbayá para que les vendiesen algunas
jestad Católica le dio una carta [al in- vacas de su bello rebaño.
dio] para que llevase al gobernador de La tropa demarcadora ya llevaba días
la Asunción por despacharlo». de viaje, alimentándose de charqui y, de
Con los Guaikurú y los Guaná la rela- vez en cuando, de alguna pieza de caza o
ción fue distinta. Los mbayá-guaikurú de pescado; así, ciertamente, al ver el ga-
son indios oriundos del Chaco, que ha- nado suelto, pensaron en la posibilidad
bían aprendido a dominar el caballo in- de conseguir algunas reses que les pro-
troducido por los españoles. Ya ecues- porcionasen un buen pedazo de carne
tres, en el siglo xvi se trasladaron a la fresca para enriquecer su dieta. Los in-
cuenca hidrográfica del Alto Río Para- dios, a su vez, no veían con buenos ojos
guay, llegando a dominar la región. Ahí una expedición de esa envergadura, bien
se apropian del ganado bovino abando- pertrechada de hombres y armas, aden-
nado por los misioneros jesuitas de Ita- trándose en su territorio; menos aún los
tim, cuando estos religiosos huyeron de complacería ver que sus dos grandes
los bandeirantes paulistas. En su compa- enemigos –portugueses y españoles–
ñía vivían los txané-guaná, un pueblo aparecían ahí reunidos en la ejecución de
agricultor y de índole menos guerrera. una empresa común. Así pues, el apetito
Estos dos grupos habían establecido una que despertaban las vacas en el paladar
alianza en la que los guaná –a cambio de de los viajeros bien podría ser transfor-
protección– dividían sus cosechas, cerá- mado en una excelente oportunidad para
micas y tejidos con los mbayá. llevar a cabo un ataque bien pensado.
El encuentro de los demarcadores Y fue efectivamente así cómo actua-
con estas dos naciones tuvo lugar a fina- ron los indios. Aceptaron la transacción
les de noviembre de 1753, cuando los y pasaron a afinar los detalles del nego-
viajeros avistaron algunos caballos e in- cio. Ése fue el momento que los Guaikurú
dios ecuestres en ambas márgenes del aprovecharon para acabar con la vida
río Paraguay, en la región próxima al mo- de un marinero de la Partida española,
rro Pan de Azúcar. El Diario demuestra desencadenando una situación de abier-
que los peninsulares ya conocían algunas ta beligerancia.
de las costumbres de estos indios, en Según se desprende del Diario, los
particular que los guaikurú vivían asocia- mbayá armaron una emboscada, para lo
dos a grupos guaná, pues el 21 de no- que contaron con la ayuda de los paya-
viembre registraron: «[...] Vimos en la guá. Los demarcadores dedujeron que
playa mazorcas secas de Maíz, y algo- había una alianza entre ellos [payaguá y
donales. Se sabe por varias noticias que guaikurú] «para destruir las Partidas,
estos Bayas [mbayá-guikurú] son 3 tolde- así por tierra como por río [...]». Llega-
rías, y dos de los Guanás, sus aliados[:] do ese punto, los Primeros Comisarios
éstos sirven de labrar la tierra en don- ordenaron, de común acuerdo, «que se
de siembran Maíz, calabazas y otras haga todo el mal posible a los indios
semillas[:] plantan algodón y tabaco y que se vean como enemigos declara-
los otros crían bacas, caballos y ovejas dos» [Diario, 23 de noviembre de 1753
y hacen la guerra a los Indios sus ene- (ambas citas); subrayado de la autora].
migos y de los Guaná que confinan con Y esto fue llevado a la práctica rápida-
estas dos naciones y que viven en el in- mente. Ya al día siguiente, cuando los
terior del chaco, por lo cual dicen que mbayá y los demarcadores se vuelven a
se sirven de los Guaná como si se hubie- encontrar, estos dispararon «matando
ran sometidos a ellos por pusilánimes e un indio y hiriendo dos, que según la
incapaces defenderse de sus enemigos. posición en que estaban juzgamos por
Estas 5 tolderías están situadas por am- imposible que escapasen» (Ídem, 24 de
bos lados del Río y cogen algunas leguas noviembre de 1753). En el tercer día de
a lo largo de el [...]». la contienda se les presentó otro grupo
A diferencia del comportamiento que que identificaron como guaná; éstos
habían tenido con los payaguá, ahora es «gritaban diciendo paz. Pero para los
la propia comisión de límites la que pro- expedicionarios todo aquello era enga-
cura establecer contacto. Pero la tentati- ño de ellos para hacer otra infamia
va de aproximación no aspiraba a estre- como la pasada y nosotros procurába-
mos volverles la paga con otro tanto» bemos entender que los «ataques» te-
(Ídem, 25 de noviembre de 1753). nían, pues, una connotación estratégica.
Una vez que consiguieron vencer el Eran los artificios militares utilizados por
bloqueo indígena por la fuerza de las ar- los indios contra la presencia de la expe-
mas, la comisión de límites olvida las va- dición invasora. De hecho, los guaikurú,
cas y sigue su camino río arriba por el payaguá y guaná no estaban atacando,
Paraguay. sino defendiendo sus vidas y su territo-
Es interesante observar, sin embargo, rio de los pretendidos nuevos dueños.
que en toda la documentación sobre La cuestión adquiere incluso otro ca-
este viaje existe una constante preocupa- riz si tenemos en cuenta el principio del
ción con la presencia de los indios, siem- uti possidetis que los peninsulares esta-
pre mencionados como un factor de pe- ban aplicando. Basado en ese presupues-
ligro. Esto está patente ya en el artículo to, las tolderías, las plantaciones y los
1.o de las Instrucciones que los comisa- rebaños indígenas que los demarcadores
rios Freire de Andrade y el Marqués de vieron y registraron en su Diario consti-
Valdelirios habían pasado a los jefes de tuían señales inequívocas de que aque-
las Terceras Partidas, con ocasión del en- llos territorios estaban efectivamente
cuentro en la isla Martín García, en mayo ocupados. Pero tratándose de «bárbaros»
de 1753. Considerando que «los natura- indígenas, esas señales no tenían el mis-
les de este país no permiten, por sus cos- mo significado; el uti possidetis era váli-
tumbres, y genio, ser gobernados con do únicamente para los nuevos poblado-
las reglas», ponen en evidencia que en res europeos. De este modo, declarando
«caso de guerra con los indios bárba- como enemigos a los indios que defen-
ros», los europeos podían aplicar la pena dían su territorio y su existencia, los co-
de muerte. Y así lo hicieron en el conflic- misarios ordenan que «se les haga todo
to con los guaikurú y los guaná, abrién- el mal posible». Así lo hicieron y, una vez
dose camino para que la expedición pu- más, se configuraba una «guerra justa»,
diese realizar su trabajo. como había sido la práctica de los con-
A fin de cuentas, para los demarcado- quistadores en todos los tiempos.
res se trataba de «bárbaros». Y los regis-
tros que dejaron los expedicionarios re-
flejan esa imagen de los payaguá, guaikurú V. Vistas de paisaje como
y guaná como «bárbaros», tal como existía construcción cartográfica
desde el siglo xvi.
Verificamos, además, que si bien el ar- Por lo que se ha visto, la comisión demar-
tículo 25.o de las Instrucciones de 1751 cadora de hecho procuraba reconocer y
orienta a los «comisarios, geógrafos y apropiarse del territorio fronterizo. Con
demás personas inteligentes» para que este objetivo, además de imponerse mili-
observen las «cualidades naturales del tarmente sobre los señores de la tierra,
país, los habitantes y sus costumbres» es decir, los indios, también se apropia-
(Instrucciones, 1751), en el Diario no se ban simbólicamente de la geografía, ha-
encuentra ningún registro en ese senti- ciendo uso de sus modernos instrumen-
do. Estos viajeros, algunos de ellos edu- tos científicos, con los que reducían los
cados bajo las luces de la Ilustración eu- lugares a proporciones que permitiesen
ropea, no manifiestan ningún indicio de una lectura a la distancia, mediante el po-
curiosidad o preocupación por conocer deroso instrumento que eran y continúan
y registrar los rasgos culturales de aque- siendo los mapas. Cabe recordar aquí
llos pueblos. Los indios sólo ganaron que «[...] La causa principal del poder
protagonismo en su relato cuando fue- de los mapas radica en que, gracias al
ron capaces de interferir en el buen re- mecanismo reductor de la escala que
sultado de la expedición. introducen, permiten la representación
Debemos tener en cuenta, no obstan- gráfica de realidades espaciales que el
te, que eran precisamente las tierras ha- hombre no podría percibir sin su ayu-
bitadas por payaguá, guaikurú y guaná da. Es esa capacidad la que hace posi-
las que españoles y portugueses intenta- ble que sean utilizados como instru-
ban reconocer, viéndolas como suyas; mentos para conocer el espacio real y,
era ahí que se proponían demarcar las en cierto modo, como medio para susti-
fronteras de las potencias coloniales ibé- tuir o reemplazar a éste.» [Fundación
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