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Política

La política de la Unión Europea se perfila de manera esencialmente distinta a la propia de otras entidades gobernativas,
debido a la naturaleza única de la propia Unión. Es premisa fundamental para comprenderla ser consciente de la base
histórica, jurídica y política en que se fundamenta esta peculiar entidad. Dado que la Unión no es en caso alguno un
Estado soberano,1 según los parámetros del Derecho internacional o de la filosofía política contemporánea, no pueden
tampoco asimilarse los factores que determinan el ejercicio del poder comunitario, ni los mecanismos a través de los
cuales éste se despliega, ni los vectores en los que se conforma y encauza, ni los agentes que lo detentan o lo aplican.
La Unión Europea es una comunidad política de Derecho que se gobierna en régimen de democracia representativa2 y
se constituye jurídicamente en organización internacional sujeto de Derecho y con personalidad jurídica propia distinta a
la de los Estados que la componen. Sus poderes y competencias se encuentran delimitadas en los Tratados que ayudan
jurídicamente y que conforman su constitución material,3 y se ejercen por medio de un método comunitario de gestión.
El sistema de gobierno por el que se rige la Unión y que ordena y enmarca el ejercicio legal de sus poderes y
competencias es indudablemente de tipo comunitario, pero sus
particularidades y el avanzado grado de desarrollo que ha experimentado
en la historia de esta especial organización política que es la Unión
Europea lo hacen especialmente complejo y sofisticado. La Unión ha
venido desarrollando desde sus orígenes un sistema político y jurídico, el
comunitario europeo, que es único en el mundo.5 Este sistema se
conduce por mecanismos y procedimiento de funcionamiento interno
complejos que han sido objeto de una delicada evolución histórica, hasta
conformar en la actualidad un sistema inédito de gobierno transnacional
difícilmente homologable. Conviviendo e integrando tensiones y
elementos supranacionales con otros más próximos al método
intergubernamental clásico de relaciones internacionales, la Unión los ha
venido incorporando a un entramado jurídico-político fuertemente institucional y estructurado al servicio de una
dinámica de integración regional muy acentuada. La dinámica hacia un federalismo multinacional es acusada en la Unión
Europea, pero muy discutida e igualmente contrastada en la práctica por el intergubernamentalismo dominante en
ciertas áreas de su política.

ECONOMÍA
El crecimiento de la economía en Europa se verá ralentizado en 2017 por la influencia de factores adversos. Tan solo se
espera un modesto desarrollo de la zona euro y de la Unión Europea, ya que a pesar de las mejoras recientes observadas
en el mercado laboral y en el aumento del consumo privado, se prevén obstáculos al crecimiento y un debilitamiento de
los factores favorables.
El principal motor de crecimiento de aquí a 2018 seguirá siendo el
consumo privado, además de las expectativas de crecimiento del empleo
y el ligero aumento de los salarios. A estos factores se une la esperada
reducción del déficit presupuestario global de la zona euro, una política
fiscal no restrictiva y el aumento de las inversiones.
Obstáculos para el crecimiento de la economía
Todas estas circunstancias positivas darían un gran impulso a la economía
si no fuera por los elementos adversos, los cuales hacen que la progresión
se ralentice y disminuya. Así, la incertidumbre política, la lentitud del
crecimiento fuera de la Unión Europea y la debilidad del comercio mundial son los factores que lastran las perspectivas
de crecimiento.
Todo esto, sumado a los malos resultados económicos de los últimos años y la imposibilidad de contar con el apoyo de
factores externos, como la depreciación de la moneda o la caída de los precios del petróleo, ponen en riesgo las
posibilidades de progreso.blog-economia-ue

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