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No Es Un Montón de Células
No Es Un Montón de Células
No es sólo un montón de células, como mucha gente las llama, esas células más
pequeñas que un centímetro, van a tener sentimientos.
El feto tiene un entorno acústico rico en sonidos. Puede oír la voz, los sonidos de
digestión y latidos del corazón de la madre. La voz materna es el sonido más intenso y
prominente, lo que sucede es que cada vez que hablamos, nuestro diafragma se
mueve y el feto siente esto, por eso se crea una relación muy intima entre el feto y la
madre.
Un feto de tan sólo 10 semanas puede responder a cualquier parte en su cuerpo que le
sea tocada. Al ocurrir esto, el feto aumenta el ritmo cardiaco y tiene movimientos. Un
poco más tarde el feto empieza a tocarse a sí mismo, especialmente en la cara, como
si tratara de conocerse.
El feto también saborea, el sentido del gusto empieza a aparecer a partir del tercer
mes, pero casi no puede diferenciar el sabor de las cosas debido a lo salado del liquido
amniótico. Sin embargo, el feto puede abrir su boca y tragar pequeñas cantidades del
liquido amniótico. Un medico condujo un experimento en donde introdujo sacarina al
interior del útero y encontró que el feto inmediatamente empezó a tragar grandes
cantidades del fluido.
Dentro del útero de la madre hay otra vida que es difícil ver, pero si te acercas no oirás
un conjunto de células, oirás el corazoncito de alguien, latiendo con fuerza para
empezar una vida. La vida de otro ser humano como tú.