La recaudación tributaria de un país puede clasificarse en tres grupos:
Impuestos directos: estos impuestos gravan las rentas, riqueza y patrimonio. Tienen la característica que dentro de la legislación se puede identificar a la persona o entidad que paga el impuesto; de allí nace llamarles directos.
Impuestos indirectos: estos impuestos gravan el consumo o la distribución
de productos o servicios. Teóricamente son los más eficientes de recaudar debido a que es el vendedor o distribuidor el que recauda y cobra el impuesto a la persona o entidad que compra los bienes o servicios.
Otros impuestos o ingresos: dentro de estos ingresos se puede mencionar
los beneficios generados de empresas estatales, concesiones o derechos de usufructo y otros ingresos como multas o cobros por trámites con el estado. Para el caso de Guatemala los impuestos directos e indirectos representan en promedio el 96.801% de los ingresos tributarios para el periodo 2000 al 2010. Ante esto, se dará principal importancia la evolución y análisis de los impuestos directos e indirectos. De los impuestos directos que existen en el país se puede mencionar: Impuesto Sobre la Renta (ISR) Impuesto sobre Productos Financieros. Impuesto de Solidaridad (antiguo IETAAP). Impuesto Único Sobre Inmuebles (IUSI). Impuesto de Timbres Fiscales y Papel Sellado Especial para Protocolos. En cuanto a los impuestos indirectos se tienen principalmente: Impuesto al Valor Agregado (IVA). Derechos Arancelarios de Importación (DAI). Impuesto sobre la Distribución de Bebidas Alcohólicas Destiladas, Cervezas y Otras Bebidas Fermentadas. Impuesto Específico sobre la Distribución de Bebidas Gaseosas Isotónicas Deportivas, Jugos y Néctares, Yogures, Preparaciones Concentradas o en Polvo para la Elaboración de Bebidas y Agua Natural Envasada. Impuesto Específico a la Distribución del Cemento. Impuesto de Tabacos y sus Productos. Impuesto a la Distribución de Petróleo Crudo y Derivados del Petróleo. Impuesto sobre Circulación de Vehículos.