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03/03/2014

El Embargo de Cuba: Time to Go- Becker


El embargo de Estados Unidos contra Cuba comenzó en 1960, un año después de que Fidel
Castro convirtiera esta isla hacia el comunismo. Se extendió a los alimentos y medicinas en
1962, el mismo año que el enfrentamiento con Rusia sobre la instalación de misiles allí. El
embargo ha impedido que las empresas estadounidenses hagan negocios con Cuba y
desalentó el turismo hacia Cuba. El gobierno estadounidense también intentó con bastante
poco éxito evitar que otros países comerciaran con Cuba.
En general, los embargos económicos son indeseables porque interfieren con el libre comercio
entre países. Sin embargo, podría presentarse un caso de embargo contra Cuba. Castro no
solo permitió que se instalaran misiles rusos en Cuba, a solo 90 millas de Florida, sino que
también estaba tratando activamente de interferir en otros países mediante el envío de tropas y
los llamados asesores. El objetivo del embargo era imponer dificultades económicas a Cuba
que obligarían a Castro a abandonar estas acciones internacionales, y posiblemente incluso a
derrocar a su gobierno y al final del comunismo en Cuba. Castro detuvo su aventura
internacional, pero él y el comunismo permanecieron firmemente atrincherados durante
décadas.
La economía cubana lo ha hecho mal y ha quedado rezagada con respecto a las economías de
muchos países comparables. Por ejemplo, en 1959, el ingreso cubano per cápita era superior
al de Taiwán, otra isla cercana a una superpotencia hostil. Las dos principales exportaciones
de Cuba eran azúcar y tabaco, mientras que las de Taiwan eran azúcar y arroz. En ese
momento, Taiwan comenzó su transición hacia un sistema de mercado privado y una economía
global, mientras que Cuba abolió la propiedad privada y el gobierno se hizo cargo de la
economía con la planificación central y la organización central. Desde entonces, la economía
de Cuba se ha quedado muy atrás de la de Taiwán, ya que Taiwán se ha aprovechado de los
mercados mundiales para crecer a un ritmo notable, mientras que Cuba ha arrastrado con un
crecimiento muy lento. El ingreso per cápita de Cuba es un quinto o menos que el de
Taiwán. El azúcar y el tabaco siguen siendo exportaciones importantes de Cuba, mientras que
Taiwan se ha desplazado hacia bienes electrónicos e industriales complejos. Fidel Castro era
un líder carismático que hipnotizó al público con su oratoria, pero fracasó por completo al
entregar los bienes al pueblo cubano.
El débil desempeño económico de Cuba se debe en parte al embargo, dado que Estados
Unidos sería un socio comercial natural importante para Cuba, como lo es para otros países
caribeños cercanos y para México y otros países centroamericanos. Sin embargo, el
comunismo mismo es la causa principal de su pobre desempeño económico. Se puede decir
esto con total confianza dado que el comunismo ha fracasado por completo como sistema
económico en todos los países donde se ha intentado.
Basta con mirar la diferencia entre las economías de Corea del Sur y del Norte para un claro
experimento natural sobre las desventajas de un sistema económico sin propiedad privada y
dirección central de la economía. Antes de la Guerra de Corea, la parte atrasada de la
economía coreana estaba en el sur y la parte industrial avanzada estaba en el norte. Ahora los
papeles se han revertido radicalmente, ya que el Sur y su sistema empresarial privado están
muy adelantados económicamente (y en otras dimensiones también) del Norte.
En la última década, con Fidel Castro enfermo y su hermano Raúl asumiendo el liderazgo, el
gobierno cubano ha comenzado a darse cuenta de lo que el pueblo cubano aprendió hace
mucho tiempo, de que el comunismo es responsable de la gran mayoría de su debilidad
económica. A pesar de la oposición de los partidarios de la línea dura, Cuba está permitiendo
empresas privadas de muy pequeña escala en el comercio minorista y otros sectores, y las
casas pueden comprarse y venderse de manera limitada. Estos están a solo unos pasos de
distancia del comunismo, pero ponen a Cuba en una pendiente resbaladiza hacia una
economía más basada en el mercado que será difícil de revertir.
El libre comercio es un principio que los Estados Unidos deberían seguir, excepto en
circunstancias extraordinarias. Cuba bajo Fidel, especialmente en sus primeros días, puede
haber proporcionado suficientes de estas circunstancias para justificar el embargo. Como Cuba
ya no representa una amenaza importante para los intereses estadounidenses, no tiene sentido
seguir castigando al pueblo cubano con un embargo al comercio, ni dar excusas a sus líderes
por el mal desempeño de la economía cubana.
Es hora de poner fin al embargo sobre la exportación e importación de bienes y servicios entre
los Estados Unidos y Cuba. El pueblo cubano se beneficiará casi de inmediato. Este puede ser
el momento en que tal movimiento ejerza una presión adicional sobre el gobierno cubano para
que termine su fallido experimento con el comunismo.

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