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dominio de la cuestión, por lo que tanto aquellos que quieran
ganar masa muscular, f uerza y peso corporal, así como los que
deseen deshacerse de tejido adiposo sin perder tamaño y
f uerza, pueden contar con su ay uda para lograr sus objetiv os.
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CARACTERÍSTICAS DEL ENTRENAMIENTO
ESPECÍFICO
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caracterizado por la aproximación, la contradicción, la
equiv ocación y la ev asión, es lógico que una generación entera
de f ísicoculturistas (incluy endo algunos de los grandes
campeones), se v ea conf undida.
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entre 50 y 60 series por cada grupo muscular.
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se ref iere; y si el ef ecto acumulativ o tiene lugar, entonces a
may or cantidad de ejercicio, obv iamente corresponde un may or
tamaño muscular. Es decir, más es mejor.
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muscular son los mismos en cada indiv iduo; entonces, el
estímulo requerido para inducir esos cambios bioquímicos,
también son los mismos en cada indiv iduo. Mucha gente se
desorienta en un punto crucial de todo lo escrito; me ref iero
concretamente a quienes niegan la teoría del entrenamiento de
alta intensidad como guía de sus esf uerzos. Este es en
def initiv a, un punto que debe ser totalmente comprendido si
deseamos saber cómo pensar de manera lógica acerca del tema
del ejercicio. Y este punto se ref iere al signif icado preciso del
principio de la intensidad, y el papel que juega dentro del
ejercicio como una ciencia.
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todos y cada uno de los actos f isiológicos que suceden en el
cuerpo humano son exactamente iguales para toda nuestra
especie; es decir, para mí, para mis amigos, mis v ecinos y para
ustedes mismos. Como dije anteriormente, si no f uera de este
modo, si cada órgano, o célula de cada persona f uncionara de
una f orma específ ica y particular para un indiv iduo en especial,
la medicina como tal, no podría existir; no se podrían practicar
cirugías o recetar medicamentos. Porque simplemente, cada
uno de nosotros necesitaría un médico específ ico que nos
estudiara.
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específ ico de resistencia. Esto es así, porque durante el
ejercicio aeróbico, el cuerpo sintetiza los sustratos de energía a
partir de la presencia del oxígeno. Esta capacidad del cuerpo es
altamente ef iciente; bajo estas condiciones, por cada molécula
de glucosa se obtienen treinta y seis unidades de ATP; de
hecho, aeróbico signif ica con oxígeno. Y ahora, la parte
importante, el ejercicio aeróbico se def ine apropiadamente como
una activ idad de baja intensidad y larga duración.
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sustenta el hecho de que la activ idad de alta intensidad y corta
duración, es responsable directa de construir grandes músculos
son los sprinters. Cualquiera que hay a v isto alguno de los
Juegos Olímpicos y tenga un cierto interés en el
f ísicoculturismo, habrá quedado impresionado por el desarrollo
muscular que poseen estos atletas en todo su cuerpo,
suf icientemente grande, probablemente, como para competir en
un campeonato de f ísicoculturismo; y cumpliendo un buen
papel. Y, además, teniendo en cuenta que sus ampliamente
musculadas piernas, pantorrillas, dorsales, trapecios, brazos y
el resto de sus cuerpos no son el resultado directo del
entrenamiento con pesos. Y no creo que los sprinters deseen
desarrollar un gran tamaño muscular en su cuerpo superior,
porque hipotéticamente estarían transportando un peso adicional
innecesario. Los músculos espectaculares que presentan, son el
resultado de un tipo de activ idad que queda ejemplif icada de la
mejor manera, como ejercicio anaeróbico de alta intensidad; el
sprint de 100 metros, donde cada paso representa un esf uerzo
máximo. Implicando un 100 % de intensidad, obv iamente en un
período muy brev e, no más de diez segundos.
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af ecta directamente.
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ramas son opuestas y deben tomarse de tal manera. Si se
trabaja de manera aeróbica, donde el stress es muy bajo, se
puede ejercitar tres o más v eces a la semana por una hora o
más, cuando el objetiv o es incrementar la resistencia, que es la
capacidad de hacer más y más trabajo. Cosa que no es
apropiada para la activ idad opuesta, el ejercicio anaeróbico;
donde el stress es inf initamente may or. Para probar que el
stress producido por el ejercicio anaeróbico es extremadamente
may or al producido por el aeróbico, recuerden como se sienten
ustedes luego de caminar por una hora en una cinta de carreras,
después proy éctenlo a cómo se sentirían luego de ejecutar
esf uerzos máximos realizando sentadillas por el mismo tiempo.
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primariamente en términos de intensidad, entonces la intensidad
es el elemento f undamental. Notarán ustedes, que más y más
escritores del campo del deporte y el f ísicoculturismo, utilizan el
término más f recuentemente; pero nadie, Excepto Arthur Jones,
Mike Mentzer, José Viñas Buenache y y o, lo utilizan de la
manera y en el contexto apropiados.
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Cuando se entienda que el niv el de esf uerzo, o intensidad,
es baja, entonces también sabremos que la demanda sobre la
reserv a de recursos es baja; y, lógicamente, una may or
cantidad de activ idad puede ser tolerada en términos de
v olumen y f recuencia. Cuando es claro que la intensidad del
esf uerzo es muy alta, como es en el entrenamiento con pesos
hasta el punto de f allo muscular momentáneo, entonces, por
supuesto, sabremos que la demanda es muy alta; y el v olumen
y la f recuencia deben disminuir.
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ADAPTACIÓN AL STRESS
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Durante todos los días de nuestra v ida, estamos
sometidos a tensiones de distinto niv el. La exposición al
estímulo emocional, a una inv asión v iral, al f río o al calor, y al
esf uerzo f ísico; son todas demandas a la que nos enf rentamos
v oluntaria o inv oluntariamente. El Dr. Hans Sely e, inv estigador
especializado en este tema, cuy o trabajo contribuy ó de manera
notable a comprender la f isiología de la adaptación, denominó a
este tipo de tensiones con el nombre clínico de stress. En sus
propias palabras:
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nuestro cuerpo, debemos someterlo a un tipo de tensión
determinada.
1) Alarma.
2) Resistencia.
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3) Agotamiento.
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Entonces, como podemos v er con toda claridad, es el
S.A.G. el que permite la homeostasis a pesar del disturbio
prov ocado por el stress. Aunque algo de esto puede sonar muy
técnico y un poco dif ícil de comprender, analizar nuestra propia
experiencia puede ay udarnos a hacerlo más comprensible.
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Durante el estado de alarma el cuerpo gana tiempo para el
desarrollo y mov ilización de un f enómeno específ ico de
adaptación en la región directamente af ectada. En este caso el
cuerpo mov iliza sus reserv as de melanina, o pigmento de la
piel, en prev ención de f uturas exposiciones a los intensos ray os
ultrav ioleta emitidos por el sol. Si las exposiciones se repiten, la
adaptación se muev e a la segunda instancia, el estado de
resistencia. Y es durante esta etapa cuando la sobre-
compensación tiene lugar, con la f ormación del bronceado. La
energía implicada en el proceso de la adaptación, o energía de
la adaptación, como Sely e la denomina, es estrictamente
limitada. Y si prolongamos nuestra exposición bajo los intensos
ray os del sol, inmediatamente ingresaremos en el tercer estado
del S.A.G., el agotamiento.
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lo tanto, el stress aplicado debe ser intenso, pero la exposición
a tal stress deberá inev itablemente, ser brev e e inf recuente. De
manera de no sobre-utilizar las reserv as de energía de la
adaptación, las cuales sirv en para abastecer el proceso de
sobre-compensación.
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un período de entrenamiento de "introducción", el cual está
cuidadosamente designado para imponer un muy bajo niv el de
stress sobre el cuerpo de un f ísicoculturista en preparación para
una activ idad mucho más intensa.
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la condición existente debería durar por lo menos una semana,
el principiante debe realizar la siguiente rutina, cada día por
cinco días consecutiv os:
2- Remo 1 serie, 10
repeticiones.
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def ensiv as del cuerpo", permitiendo el paso hacia el estado de
resistencia. Aunque un cierto niv el de dolor es inev itable como
parte de la reacción de alarma, como y a dije, prov ocar un dolor
paralizante no es necesario. Pero si el dolor persiste después de
cinco días con este programa, descansen durante el f in de
semana; y continúen luego el lunes, miércoles y v iernes. Esta
v ez, sin embargo, ejecuten dos series de cada ejercicio. La
primera debe ser ejecutada con el mismo peso utilizado en la
primera semana. La segunda serie, en cambio, se ejecutará con
un 10 % más de peso; sin v ariar el número de las repeticiones.
Aún con un peso may or, deberíamos alcanzar las diez
repeticiones pero, por supuesto, un esf uerzo ligeramente may or
será necesario. La may or intensidad del esf uerzo requerida
durante la segunda serie elev ará el niv el del stress, y prov ocará
una may or adaptación. Como Sely e af irma, ..."ningún
organismo v iv iente puede mantenerse en el estado de alarma".
Y si el agente productor de stress no es tan intenso de modo
que "continuas exposiciones a él no sean incompatibles con la
v ida", la reacción de alarma será necesariamente seguida por la
segunda f ase de la adaptación, el estado de resistencia.
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2) Estado de resistencia. Como dije en repetidas
oportunidades, tengan en mente que, aunque el estado de
stress puede ser inducido por un div erso número de agentes, la
f orma f inal que tome será siempre específ ica. Esto no es sólo
así para algunos indiv iduos, sino para todos los seres humanos.
Los f actores que llev an a una respuesta de adaptación son
exactamente los mismos en todos nosotros. Por lo tanto,
aunque es cierto que algunos pueden alcanzar grandes
benef icios de cierto programa en comparación con otros; todos
y cada uno de nosotros nos "adaptamos y resistimos" (en este
caso construy endo músculos grandes y f uertes) en
proporción a la intensidad del stress. Más aún, todos los
seres humanos contamos solamente con una reserv a limitada
de energía local de adaptación la cual es lentamente
reabastecida por las reserv as prof undas durante el descanso.
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esperan años para desarrollar sus músculos aún
moderadamente.
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suf icientemente brev es y espaciados como para permitir un
reabastecimiento completo, y, con ello, una adaptación en la
f orma del crecimiento del tamaño muscular y la f uerza. Lo
primero que debe hacer el cuerpo después de un entrenamiento
es reponer las reserv as locales de energía de la adaptación. Y
este f enómeno tendrá lugar si el entrenamiento no f ue muy
prolongado como para utilizar demasiados recursos de la
reserv a, y si tomamos un período de descanso suf iciente como
para permitir una reposición completa. Si esto ocurre, entonces
el cuerpo por lo menos, compensará la situación de stress. Si el
entrenamiento f ue suf icientemente intenso como para estimular
una respuesta de adaptación, y a la v ez, no f ue muy
prolongado, el cuerpo se sobre-compensará produciendo el
crecimiento.
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para reponer sus reserv as de energía por completo; reserv as
que serán indispensables al reiniciar el entrenamiento con un
niv el de intensidad mucho may or.
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sobre-entrenamiento hasta el punto de la muerte, debemos
conocer suf iciente acerca de la adaptación, como para saber
que nuestra habilidad de sobrellev ar los ef ectos exhaustiv os de
un entrenamiento es limitada. Y si deseamos alcanzar un
progreso óptimo, el entrenamiento tendrá que ser intenso, brev e
e inf recuente.
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Se han preguntado alguna v ez cuál es la razón de que un
instructor de gimnasia aeróbica posea músculos de tamaño
normal. O por qué razón, aquellas personas que desean
aumentar su tamaño muscular, necesariamente tiene que
"lev antar" pesos; en v ez de realizar cualquier otro tipo de
activ idad f ísica. Porque los músculos para crecer, deben
trabajar en un niv el que esté por encima de sus activ idades
habituales; produciendo contracciones intensas. Y por ahora, la
única manera de lograrlo es lev antando pesos; y con ello
obligamos a los músculos a contraerse contra una resistencia
que supera su capacidad momentánea, induciendo así su
crecimiento. Entonces, "lev antar pesos", es para el
f ísicoculturista un medio y no un f in. Así es, el objetiv o primario
del f ísicoculturista es desarrollar al máximo su potencial
muscular. Pero, para lograrlo; hacia dónde debe dirigir sus
esf uerzos en el gimnasio.
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Como nadie, incluidos los grandes campeones, conocen
cuánta cantidad de músculo pueden desarrollar, esta
consideración tiene muy poca relev ancia a la hora de f ormular
un programa de entrenamiento para el f ísicoculturismo, porque
podría af ectar la motiv ación de un practicante. Lo que sí es
relev ante, es el hecho de que todos, sin importar nuestra
capacidad genética, podemos mejorar nuestra condición f ísica
existente. Con el programa de entrenamiento apropiado, v amos
a progresar cada uno de los entrenamientos; desde el mismo
principio del programa hasta alcanzar el límite máximo permitido
por nuestra genética indiv idual. Los f ísicoculturistas que utilizan
los sistemas conv encionales de alto v olumen de entrenamiento,
tienen una pobre expectativ a como resultado de sus esf uerzos;
y simplemente son incrédulos en lo ref erente a este último
punto.
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En la may oría de los casos, los f ísicoculturistas realizan
un entrenamiento de f uerza de intensidad moderada (utilizando
ejercicios con peso) guiados por un principio de entrenamiento
de resistencia; es decir, más es mejor. Adicionalmente, se
embarcan también en largas sesiones de ejercicio aeróbico,
trabajando de cuatro a seis días a la semana. Pero como el
cuerpo posee una limitada capacidad de adaptación, en el mejor
de los casos, obtienen resultados ambiguos; una muy pequeña
cantidad de tamaño y f uerza junto a cierta cantidad de
resistencia. El resultado f inal, es que se desperdician años
intentando desarrollar un f ísico que podrían construir en una
f racción del tiempo realmente empleado; por supuesto, si
hubieran entrenado apropiadamente.
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incrementar la capacidad de soportar grandes v olúmenes de
trabajo, tendremos que entrenar entonces de una manera
específ ica: aeróbicamente, con un niv el de intensidad bajo a
moderado, empleando f recuentemente un gran v olumen de
series. Si, por el contrario, nuestro objetiv o es incrementar el
tamaño muscular y la f uerza, también tendremos que entrenar
de una manera específ ica: anaeróbicamente, con gran
intensidad, ejecutando un mínimo número de series
inf recuentemente.
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tamaño muscular y la f uerza están relacionados.
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Amigos, la f uerza aparente, o demostrable de un indiv iduo,
no tiene relación con el esf uerzo real generado por los músculos
en ejercicio. Porque la f uerza demostrable v aría según las
condiciones anatómicas particulares de cada indiv iduo; como la
ef iciencia neuromuscular, densidad de las f ibras, longitud de los
huesos, inserciones tendinosas y ef icacia de las palancas. Un
indiv iduo con huesos cortos y gran ef iciencia neuromuscular,
podrá utilizar pesos más pesados que otro indiv iduo con huesos
más largos. Sin importar el tamaño muscular. Pero tanto el
indiv iduo más pequeño como el más grande, tendrán que
v olv erse más f uertes si desean que sus músculos crezcan. Es
un error pretender comparar nuestra propia f uerza con la de los
demás; la única persona con la cual podemos hacer
comparaciones correctas es con nosotros mismos.
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puede esperar, signif ica tan solo 41 gramos por día; ciertamente
es una cantidad muy pequeña para ser registrada a trav és del
peso corporal. Por lo tanto, no debemos esperar grandes
cambios en el peso corporal diariamente, o aún semanalmente.
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es brev e e inf recuente, entonces obtendremos un incremento
continuo en el niv el de f uerza; y a sea logrando más repeticiones
con un mismo peso, o logrando la misma cantidad de
repeticiones con más peso, o una combinación de ambas, como
resultado de cada entrenamiento indiv idual. Y mientras el
incremento de la f uerza se mantenga, el incremento del tamaño
muscular está garantizado. Sin embargo, como el incremento del
tamaño muscular depende casi exclusiv amente del aumento de
la f uerza, una v ez que los incrementos continuos en el niv el de
f uerza se hay an detenido, el crecimiento muscular se detendrá
poco tiempo después.
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LA INTENSIDAD: EL PUNTO CLAVE
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normales. Habiendo observ ado entrenar a una cantidad
innumerable de f ísicoculturistas y atletas de f uerza,
concluiremos con toda seguridad que debe existir algo en el
entrenamiento en sí mismo, algún elemento, o v ariable, que
puede ser aislada e identif icada como responsable de prov ocar
la estimulación del crecimiento muscular.
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relacionado directamente con la cantidad de ejercicio; si así
f uera, los que mejores resultados conseguirían serían los
atletas que realizan la may or cantidad posible de ejercicio.
Aunque la noción de que más es mejor es atractiv a por su
sencillez, no f unciona en absoluto; por lo menos en lo que se
ref iere al entrenamiento productiv o para el f ísicoculturismo.
Pero v eamos por un momento, la lógica implícita en esta idea.
Más es mejor, signif ica exactamente eso, más es mejor. Si 20
series producen un resultado satisf actorio, 40 series deberían
ser mejor, resultando en el doble de progreso que el alcanzado
con 20 series; 80, 120, 240 y así sucesiv amente, producirían
entonces el más grande incremento del tamaño muscular. Así
están las cosas, y así están ustedes, sumergidos en la singular
e inf antil noción de que "más es mejor". Esto es erróneo,
incorrecto, ilógico y contraproducente. Veámoslo de la siguiente
manera, cualquier persona embarcada en un programa de
ejercicio o entrenamiento atlético, está obligado a ejecutar una
cierta cantidad de trabajo. Si la cantidad o v olumen del
entrenamiento, f uera la clav e, y el responsable de estimular la
producción del crecimiento, entonces quienes realizan la may or
cantidad de ejercicio, como los corredores de maratón, deberían
poseer el may or tamaño muscular.
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Pero ahora que contamos con elementos de juicio para
saber concretamente lo que no hay que hacer, y teniendo en
cuenta que nuestro criterio posee un horizonte bastante más
amplio que la v isión limitada de los científ icos y entrenadores
promedio especializados en el f ísicoculturismo; hacia dónde
v amos entonces a dirigir nuestra mirada, con el objetiv o en
mente de descubrir el f actor en el ejercicio responsable de
estimular el crecimiento. Como queda claro, def initiv amente, no
es la cantidad de entrenamiento, por lo tanto, nos queda un
f actor por analizar: la intensidad del entrenamiento.
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como proceder con cada repetición sucesiv a, donde cada una
será progresiv amente más dif ícil de completar; requiriendo cada
una, un esf uerzo may or que la anterior. Hasta que, f inalmente,
alcanzamos la última repetición posible, en este caso, la
décima, la cual requiere un esf uerzo máximo. En este punto, la
respiración estará en el niv el más alto, estaremos
completamente agitados y será dif ícil completar esta repetición
f inal. Porque es la única en toda la serie que requiere un 100 %
de intensidad.
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solamente una muy pequeña cantidad de esta reserv a para ser
utilizada antes de llegar al agotamiento, éste se protegerá a sí
mismo de los f uturos "asaltos" a los que se v ea sometido,
aumentando su habilidad existente mediante la construcción
compensatoria de un may or tamaño muscular.
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intensidad? ¿Cómo medirlo? Sencillamente no podemos medirlo;
y, por lo tanto, no sabremos como utilizar este porcentaje.
Porque solamente se puede medir a la intensidad en sus dos
extremos; el 0 % cuando nos encontramos en reposo, y el 100
% cuando generamos un esf uerzo máximo.
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ejemplo, cómo podría un científ ico especializado en ejercicio
pensar con claridad acerca de la teoría del entrenamiento sin
haber comprendido en primer lugar el concepto de intensidad.
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series por parte corporal y seis entrenamientos por semana;
Jones, pensando que esto resultaría en sobre-entrenamiento, se
limitó a responder con una prescripción lineal y univ ersal con
una v ersión propia de v olumen y f recuencia: 12 a 20 series por
entrenamiento y no más de tres entrenamientos semanales.
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"Roberto, no te gustaría mucho que tu anestesiólogo te
iny ectara una may or cantidad de compuesto químico que
debería serv ir para dormirte y no sentir el dolor de la cirugía,
poniendo en peligro tu v ida con esta práctica. El mismo principio
debe serv irte como guía si quieres orientarte hacia un
entrenamiento v erdaderamente científ ico". Me dijo Mike.
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VOLUMEN Y FRECUENCIA
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alcanzarlo. Lo que nos llev a a tomar la siguiente actitud:
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La reserva de recursos bioquímicos de la capacidad
de recuperación, es estrictamente limitada. Y la única forma
lógica de utilizar un recurso que nos es limitado, es de la
manera más económica posible.
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El hecho puntual de que la capacidad de recuperación es
estrictamente limitada, nos llev a a una conclusión lógica; el
f actor v olumen, o número de series ejecutadas, y a sea una o
cien, es un f actor negativ o. Negativ o en todo el amplio sentido
de la palabra. En otros términos, la extensión por la cual
entrenamos, ejecutando un número de series, es negativ o
porque con cada serie que completamos se produce una
prof unda incidencia en la capacidad de recuperación. Por cada
serie realizada, más y más de la limitada reserv a de recursos
bioquímicos del cuerpo es utilizada en un intento por
recuperarse, o compensarse, para superar los ef ectos
exhaustiv os del entrenamiento; dejando así una menor cantidad
disponible para la sobre-compensación en la f orma de
crecimiento muscular.
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crecimiento muscular no puede producirse sin el estímulo
prev io; un estímulo que plantee la "necesidad" de un may or
tamaño muscular. Y ese estímulo es precisamente el
entrenamiento; y para tener un entrenamiento, debemos
ejecutar por lo menos una serie. ¿Ven ahora lo importante que
es tener en cuenta el hecho de que la capacidad de
recuperación es limitada?
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Si la ejecución de 12 series no produce resultados
satisf actorios; es decir, el incremento de la f uerza y el tamaño
muscular. ¿Hacia dónde iremos entonces? Hacia arriba para
ejecutar 13 series, o hacia abajo para ejecutar 11. No tenemos
ninguna razón f undamental para saber hacia dónde dirigirnos.
Por lo tanto, para saber concretamente la cantidad de series que
debemos completar, debemos ejecutar el menor número posible;
es decir, una serie. Si la ejecución de una serie, no produce los
resultados que esperamos; entonces sí, tenemos una razón
lógica y f undamental para hacer un cambio. Pero en este caso,
sólo hay un lugar a donde ir, hacia arriba. Así, ejecutaremos una
segunda serie. Aunque en realidad; puede marcar una
dif erencia, o ser un error, ejecutar la segunda serie.
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negativ a.
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Bueno, si encuentra usted una razón válida y fundamental
para ejecutar una segunda serie, pues bien, así lo
haremos. Lógicamente, Roberto, si encontramos una razón que
nos impulse a la ejecución de la segunda serie, también
encontraremos una razón para ejecutar una tercera serie, una
cuarta serie, y así sucesiv amente".
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La may oría de los f ísicoculturistas, aún hoy, trabajan
sobre la noción de que su propósito es ir al gimnasio y v er
cuantas series pueden ejecutar, cuanto pueden resistir. Y éste
es el camino equiv ocado. Tengan en mente que nuestro
propósito en el gimnasio, es hacer inteligentemente aquello que
la naturaleza requiere para disparar, o estimular, la puesta en
marcha del mecanismo f isiológico del crecimiento; entonces,
f inalizado el entrenamiento, v uelv an a casa, descansen y
crezcan.
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Tendrán la respuesta en el ejemplo siguiente:
Inmediatamente f inalizado el entrenamiento, no nos sentimos
igual que antes de entrenar. No, estamos agotados. Sumado a
la experiencia personal de sentirnos f atigados, también estamos
agotados en el sentido técnico; porque una considerable porción
de nuestra capacidad de recuperación ha sido utilizada para
abastecer el trabajo.
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producto de que los f ísicoculturistas no comprenden que el
ejercicio, sumado al ef ecto localizado sobre el músculo
trabajado directamente, también produce un ef ecto general en
todo el cuerpo. Es necesario descansar el tiempo suf iciente
entre cada sesión de entrenamiento para permitir la recuperación
localizada, lo que sucede relativ amente rápido; y la recuperación
general, lo que llev a un tiempo considerablemente may or.
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ENFRENTANDO EL SOBRE-ENTRENAMIENTO
Luego continuó:
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ejercicio productiv o para el f ísicoculturismo es la intensidad. Un
f ísicoculturista saludable y bien acondicionado, es capaz de
generar el 100 % de su habilidad muscular momentáneamente
posible prácticamente todo el tiempo. Pero es solamente en la
última repetición de una serie llev ada hasta el punto de f allo
muscular momentáneo, donde uno se v e f orzado a generar el
100 % de su habilidad momentánea. Este esf uerzo máximo, es
el f actor singular más importante responsable de inducir el
crecimiento muscular por encima de los niv eles normales en los
seres humanos.
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La imposición de un stress de entrenamiento de alta
intensidad hasta un punto muy def inido, producirá una
respuesta de adaptación positiv a. Pero todo ejercicio llev ado por
encima de ese punto prov ocará una incidencia innecesaria sobre
la limitada reserv a de recursos bioquímicos de la capacidad de
recuperación; recursos que podrían ser utilizados de manera
más productiv a en el proceso de crecimiento.
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Una de las razones principales por la cual los
f ísicoculturistas sobre-entrenan, es porque no pueden reconocer
que no todos los tipos de activ idades f ísicas imponen la misma
demanda sobre el cuerpo. La magnitud de la demanda impuesta
sobre la limitada reserv a de recursos por parte del
entrenamiento de alta intensidad, es literalmente enorme. Y no
se puede comparar con la demanda impuesta por ninguna otra
activ idad f ísica; de hecho, el entrenamiento de alta intensidad
es la suma de todos los tipos de ejercicio. Razón por la cual
debemos ser muy cuidadosos de no ejecutar ni siquiera una
serie de más por entrenamiento, o una may or cantidad de
sesiones de entrenamiento que la cantidad precisa, o mínima,
requerida para la estimulación de un incremento óptimo. Cuanto
menor es la cantidad de recursos bioquímicos que se utilizan en
el entrenamiento, tanto may or es la disponibilidad de dichos
recursos para producir el aumento del tamaño muscular.
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El entrenamiento maratónico tradicional, de 12 a 20 series
ejercitándose seis días a la semana, no es la respuesta a
nuestras inquietudes. Esta v ariedad no sólo es baja en
intensidad en la may oría de los casos (y en aquellos casos
donde la intensidad es suf icientemente alta la situación es peor)
como para estimular algún incremento signif icativ o; sino que
también produce una incidencia exagerada en la capacidad de
recuperación. Y en conjunto con el poco tiempo de descanso
entre sesiones, interrumpe completamente el proceso de
recuperación, al igual que la producción de un posible
crecimiento.
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sobre la capacidad de recuperación se incrementan, y con ello,
la posibilidad de sobre-entrenamiento. Se estima que, desde el
momento en que un indiv iduo comienza a entrenar, contiene un
potencial para incrementar su f uerza actual entre un 300 ó 400
%, mientras que su capacidad para tolerar el stress producido
por el ejercicio se incrementa solamente en un 50 %. Esto
aclara puntualmente, que cuando el progreso se detiene, o
comenzamos a notar una disminución, aunque sea mínima de la
f uerza, en v ez de incrementar el v olumen y la f recuencia,
debemos disminuirlos.
67
EL ENTRENAMIENTO ADECUADO Y LA
SUPERPOSICIÓN
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y af irmar; debes ejecutar dos series totales por
entrenamiento una vez cada 63 horas y 25 minutos,
entrenar un solo minuto antes, o ejecutar una sola serie de
más, impedirá tu progreso como físicoculturista".
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en otros. Porque el miércoles, 120 horas después del
entrenamiento anterior, se habrán completado solamente
cuarenta unidades bioquímicas de crecimiento de cien posibles.
Es el juev es el día que debe entrenar; 144 horas después de su
última sesión. Y v erá que puede completar 3, 4 ó 5 repeticiones
más en cada ejercicio, además de agregar de cinco a diez kilos.
Porque para el juev es, las cien unidades bioquímicas del
proceso de crecimiento se habrán completado.
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aparecer signos de estancamiento. Sobre todo en los grupos
musculares pequeños. Esto llamaba mucho mi atención, y
también la de Mike. ¿A qué se debía esta situación? Teniendo en
cuenta que si la teoría de la intensidad es correcta, el progreso
debe ser continuo y signif icativ o de un entrenamiento a otro,
hasta alcanzar el máximo permitido por los límites de la
genética. Acaso f allaba algo, o en def initiv a las af irmaciones de
los pregoneros del entrenamiento tradicional eran ciertas, y
cualquier f orma de entrenamiento podía ser correcta o errónea
según de quien se trate.
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esta habilidad. De la misma manera que existen v ariaciones en
la altura da cada persona, en el color de la piel, o en el niv el de
inteligencia, también existen dif erencias indiv iduales respecto a
la capacidad de recuperación. Por eso hay quienes tardan un
tiempo may or en recuperarse de un entrenamiento intenso. Pero
no sólo existe esta v ariable indiv idual, porque la tolerancia
disminuirá con el tiempo, y a que unos músculos cada v ez más
grandes y f uertes producirán una demanda may or sobre la
limitada reserv a de recursos bioquímicos.
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noción de Jones en este caso específ ico, no es acertada. Y f ue
precisamente Mentzer quien rompió con esta noción,
comentándome:
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alrededor de la cuarta semana. Nunca sucedía al rev és, es
decir, una mejoría permanente en los músculos del torso, y el
estancamiento en las piernas.
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EVITANDO LOS PUNTOS DE ESTANCAMIENTO
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El incremento inmediato que ev idencia un indiv iduo tanto
en f uerza como en el tamaño, es un claro indicativ o de que el
entrenamiento es lo suf icientemente intenso como para
estimular una respuesta de adaptación en primer lugar; y en
segundo lugar, que el balance entre el v olumen y la f recuencia
es el correcto como para permitir que dicha respuesta se
manif ieste. Lógicamente, signif ica que el balance actual
existente entre ambos f actores, v olumen y f recuencia, deja a la
capacidad de recuperación con una cantidad de recursos
bioquímicos suf icientes para cumplir con los dos procesos;
recuperación y crecimiento. Pero cuando comenzamos a percibir
la disminución del ritmo de progreso, signif ica que el balance
actual comienza a ser excesiv o en ambas áreas. Entonces,
estamos en realidad, prov ocando una incidencia mucho may or
en la reserv a de recursos. Que y a no cuenta con una cantidad
suf iciente como para hacer f rente a la demanda que se le está
imponiendo. Antiguamente, dejaba que el progreso se detuv iera
por completo; para luego proponer al alumno una semana
completa de descanso. Después de la cual, reasumíamos el
programa de entrenamiento, con un v olumen y f recuencia
menor al anterior.
76
caso de una rutina de alta intensidad; además, inserto uno, dos
o más días de descanso adicional entre sesiones. Y esto último
debería ser una práctica constante cada v einte a treinta días
aproximadamente; los días de descanso adicional, harán que la
capacidad de recuperación se reponga con una may or ef iciencia
cada v ez. Y así, el progreso será continuo todo el tiempo.
77
gimnasio con un entrenamiento duro pero brev e; ahora tendrás
que permitirle al cuerpo un tiempo suf iciente de recuperación
para que pueda producir el crecimiento por sí mismo. lo que
ocurre pura y exclusiv amente durante el descanso, y no
durante el entrenamiento".
78
ejercicio que produce una enorme demanda a la capacidad de
recuperación, por otro que no produzca un stress tan elev ado.
Así, el peso muerto puede ser reemplazado periódicamente por
encogimientos de hombros o bien, por algún tipo de remo.
79
CAPÍTULO II.
80
LA RUTINA PRINCIPAL I
81
importantes como podían haber sido. La precisión que manejaba
en aquel momento, era relativ a o aproximada. Como
consecuencia, mis alumnos conseguían un buen resultado por
un período aproximado de cuatro a cinco meses. Pasado aquel
tiempo, los problemas comenzaban a manif estarse.
82
haciendo lo correcto. Sin embargo, ni más ni menos es mejor;
sino que la cantidad precisa o exacta de ejercicio es lo mejor.
83
3- Pullov er con mancuerna, o Nautilus, en superserie
con...
2- Press de hombros.
84
1- Extensión de piernas, en súper serie con...
85
absoluto control, demorando unos tres segundos para la parte
positiv a del mov imiento, pausa de al menos un segundo en el
punto de máxima contracción; y descender f inalmente el peso
entre tres y cuatro segundos. Excepto en el caso del peso
muerto, donde el mov imiento debe ejecutarse algo más rápido.
86
niv el normal, alcanzando una estimulación ef icaz. Pero para ello,
no debe haber descanso alguno entre los ejercicios que
componen una súper serie. Un músculo agotado recupera el 50
% de su f uerza inicial pasados los tres segundos de concluida
una serie. Sin embargo, para aquellos que no están
acostumbrados a este tipo de esf uerzo, puede ser muy dif ícil
pasar de un ejercicio a otro sin descanso alguno. En este caso,
les aconsejo descansar unos treinta segundos entre cada
ejercicio de la súper serie. Hasta que con el correr del tiempo la
resistencia "anaeróbica" se v uelv a más ef iciente, y así podrán
disminuir paulatinamente el tiempo de descanso entre ejercicios,
hasta llegar a cero segundos de una súper serie real.
87
compuestos. Al llegar al tope de las repeticiones en cualquier
ejercicio, se incrementará la resistencia entre 2,5 y 5 Kg. para el
entrenamiento siguiente.
88
Personalmente, no puedo sin embargo, prescribir un
modelo de calentamiento para todos; pues hay quienes
necesitan pasar un tiempo relativ amente prolongado antes de
sentirse preparados para hacer esf uerzos intensos. Y hay
quienes no necesitan tanto. Pero en la may oría de los casos,
una sola serie de altas repeticiones con una resistencia liv iana
para el primer grupo muscular en ser ejercitado será suf iciente.
En un entrenamiento tan brev e como es el caso de una rutina
de alta intensidad, un calentamiento prolongado será perjudicial;
porque se malgastarán recursos bioquímicos que serían mejor
empleados en el abastecimiento del entrenamiento mismo, lo
que plantea un exceso de entrenamiento. De hecho, las
repeticiones prev ias a la del 100 % de intensidad, cumplen con
la f unción de calentar, o preparar al músculo para el esf uerzo
máximo.
89
9) Consumir una dieta balanceada cubriendo las
necesidades calóricas de mantenimiento. Más el agregado de
300 a 500 calorías para abastecer el proceso de crecimiento y
su costo metabólico.
90
f emorales reciben un estímulo más que suf iciente de todos los
ejercicios de piernas, e incluso del peso muerto. Y los
antebrazos, quedarán suf icientemente entrenados con los
ejercicios de espalda.
91
incidencia excesiv a sobre la capacidad de recuperación.
Entonces, debemos detener def initiv amente la ejecución de
esta rutina (¿Para qué continuar con algo que no nos produce
benef icios?). Tomar luego dos semanas completas de
descanso; en este lapso, las reserv as de recursos bioquímicos
se habrán recuperado por completo. Después, al retomar el
entrenamiento, se tomará la precaución de resumir aún más la
rutina eliminando los ejercicios de aislación. Poniendo todo el
esf uerzo en los ejercicios compuestos.
92
LA RUTINA PRINCIPAL II
Entrenamiento I:
93
Entrenamiento II:
94
PUNTOS A TENER EN CUENTA II
95
los músculos de la parte inf erior del cuerpo; aunque también,
pero en menor grado, estimula el crecimiento de los músculos
del torso. El tirón con agarre cerrado y palmas supinadas, tiene
como objetiv o principal el trabajo de los dorsales; pero también
inv olucra al deltoide posterior, y es el mejor ejercicio para los
bíceps. En cualquier ejercicio de curl, los bíceps son trabajados
alrededor de un solo eje articular, el codo. En el ejercicio de tirón
en cambio, son trabajados desde dos articulaciones, el codo y
el hombro. De esta manera el trabajo del bíceps es más
unif orme. Los f ondos entre paralelas o en máquina, af ectarán a
los pectorales, deltoide anterior y tríceps.
96
cual se anotarán los pesos utilizados, las repeticiones y el
tiempo de entrenamiento. esto nos serv irá para hacer
comparaciones en el progreso alcanzado. La rutina debe
completarse en el menor tiempo posible, pero impidiendo que
degenere en una carrera contra el reloj.
97
HIPER-TRAINING Y PAUSA-DESCANSO
98
f allo), impone un niv el de stress sobre nuestro cuerpo que
causa una adaptación en la f orma de un may or tamaño y
f uerza. A medida que nos adaptamos a un cierto niv el de
intensidad de entrenamiento, el incremento del niv el de
intensidad es un requisito para continuar estimulando el proceso
de adaptación. El cuerpo se protege a sí mismo y a la reserv a
de recursos utilizados mediante el desarrollo de una "barrera
protectora". Sin embargo, una v ez que esta barrera protectora
se ha desarrollado hasta el punto en el cual el stress particular
no signif ique una amenaza para los recursos, el desarrollo se
detendrá; el cuerpo se encuentra ahora adecuadamente
def endido. Entonces, para qué v a a construir y mantener una
barrera def ensiv a que le es innecesaria.
99
Pero a medida que el indiv iduo progresa hacia un estado
más av anzado de desarrollo, la f órmula se v uelv e más
compleja por la presencia creciente de los f actores f isiológicos
propios de la adaptación. Específ icamente, los sub-sistemas de
recuperación del cuerpo se v uelv en menos ef icientes en el
enf rentamiento de las demandas impuestas por contracciones
muy intensas producidas por músculos más grandes y f uertes.
Un brazo de 50 centímetros que se contrae en f orma máxima,
obv iamente impone una demanda mucho may or a la reserv a de
recursos bioquímicos, de la que puede imponer un brazo de 30
centímetros contray éndose con la may or f uerza e intensidad
posible. Como es lógico, una masa muscular may or trabajando
a la máxima intensidad, utiliza una may or cantidad de
combustible y oxígeno; y produce también una may or cantidad
de material de desecho. Por lo tanto, el f ísicoculturista llegará a
un punto en el cual a pesar del entrenamiento intenso, no podrá
adquirir más tamaño. Y esto no será producido por haber
alcanzado la cima en el incremento del niv el de f uerza inicial,
sino que en realidad, se ha adaptado completamente a la
técnica de entrenamiento que v enía siguiendo; por ejemplo, pre-
agotamiento.
100
"Las contracciones musculares pueden volverse tan
intensas, que el flujo de sangre hacia el músculo disminuye. Así
es, la falta de tiempo suficiente entre contracciones, no le
permite al sistema vascular abastecer al músculo antes de la
siguiente contracción. El flujo de sangre hacia los músculos en
ejercicio, no disminuye para altas intensidades de trabajo,
cuando la duración de la contracción es lo suficientemente corta
y la duración de la relajación es lo suficientemente larga".
101
La última repetición es muy especial, es dif erente de cada
una de las otras repeticiones de la serie; porque es la única que
requiere del 100 % de intensidad de esf uerzo para completarse.
Algo pasa en el sistema f isiológico durante la ejecución de la
última repetición, algo que es responsable de encender la
maquinaria del crecimiento en la célula muscular. Y teniendo en
cuenta que esta última repetición, la que necesita un 100 % de
intensidad de esf uerzo para completarse, es la única
responsable de estimular el crecimiento; qué pasaría si
eliminamos el resto de las repeticiones de la serie para
concentrarnos en el esf uerzo máximo. Mike Mentzer me
comentó:
102
antes de completar otra repetición de esf uerzo máximo. Y así
se debe proceder con las siguientes repeticiones de la serie,
cada una requiriendo un esf uerzo máximo seguido por una
pausa-descanso y una ligera reducción del peso hasta que
cuatro repeticiones sean completadas.
103
con otro esf uerzo máximo seguido de otra pausa-descanso de
diez segundos. Después de la segunda repetición, otros diez
segundos de descanso permitirán prepararse para la tercera
repetición. Pero a esta altura, la f uerza habrá disminuido, y
tendremos que disminuir el peso en un 20 %, o pedirle al
compañero de entrenamiento que aplique la f uerza "justa" que
nos permita completarla. La tercera repetición debe seguirse de
una pausa de quince segundos porque la f atiga será inev itable,
y un tiempo may or se necesitará para reponerse. Cuatro
repeticiones ejecutadas en este estilo son suf icientes para una
buena estimulación del crecimiento, notarán que el rostro del
atleta, para esa altura de la serie, tendrá una expresión propia
de un esf uerzo exhaustiv o, junto con un alto grado de f atiga.
104
máximo esf uerzo, luego una repetición negativ a de máximo
esf uerzo; y continuar con la repetición siguiente sin descansar.
Para hacer un buen uso de esta técnica, el peso elegido debe
permitir al igual que en la pausa-descanso, la ejecución de una
sola repetición. Para comenzar, el compañero de entrenamiento
debe llev ar el peso hasta el punto de máxima contracción; y
allí, transf erirnos el peso. Luego, descenderemos el peso bajo
control en una repetición negativ a "normal"; alcanzado el punto
de máxima extensión, lev antaremos el peso con un esf uerzo
máximo; cosa que, lógicamente, nos demorará v arios
segundos. Una v ez llegados al punto de máxima contracción,
punto desde el cual habíamos partido, descenderemos el peso
enf atizando la parte negativ a del mov imiento; después de eso,
tomaremos los diez segundos de descanso. Entonces
estaremos completando "una repetición y media". Y
procederemos a completar otras tres repeticiones, exactamente
de la misma manera que en la pausa-descanso.
105
¿Son éstas las mejores técnicas para conseguir grandes
incrementos tanto en f uerza como en tamaño? Si podemos
comprender que el 100 % de intensidad de esf uerzo es el f actor
responsable de estimular el proceso de crecimiento, entonces
es lógico que una serie completa enteramente compuesta de
esf uerzos máximos producirá un may or estímulo.
106
ENTRENAMIENTO ESTÁTICO-NEGATIVO
107
para superar la f ricción interna. Por lo tanto, la contracción
concéntrica es igual a la f uerza positiv a menos la f ricción
interna. Lo que hace que la contracción concéntrica o positiv a
sea más débil.
108
y el remanente de fuerza negativa es 120".
109
Arthur Jones y Mike Mentzer, pero solamente se limitan a
desacreditarlos o ridiculizarlos. Sin detenerse ni siquiera por un
instante, a ef ectuar un concienzudo análisis de todo lo
expuesto. Para poder comprender totalmente el f enómeno de la
contracción estática-negativ a, v oy a dar una explicación
aclaratoria.
110
Este cálculo en particular, se ref iere más bien a la cantidad
de carga aplicada a los músculos durante una repetición
estática, sin precisar con exactitud la magnitud del costo
metabólico. Pero el tema del costo metabólico es importante,
porque está directamente relacionado con el f enómeno de la
incidencia. Como dije anteriormente, el grado de estimulación
para el crecimiento es directamente proporcional al grado de
incidencia sobre la habilidad f uncional. Cuanto más alto es el
costo metabólico de un ejercicio, más alta es la incidencia
producida en la habilidad f uncional. Entonces, como la habilidad
estática y negativ a producen un may or niv el de f uerza, son
capaces de producir un alto costo metabólico. Por lo tanto, son
capaces de producir también, un may or estímulo para el
crecimiento.
111
recuperarse. Además, si es realizado f recuentemente (como es
la práctica usual con cualquier técnica de entrenamiento en el
f ísicoculturismo) resultará en atrof ia muscular; por ejemplo, la
pérdida de tamaño y f uerza. Arthur Jones puntualiza que,
ejercitándose en la f orma usual (positiv a y negativ a), llev aría
entre diez y quince series reducir la f uerza positiv a hasta un
niv el de cero. El ejercicio negativ o, en cambio, puede producir el
mismo niv el de f atiga con sólo una serie. ¿Por qué?
Jones responde:
112
Bajo ningún punto de v ista debe integrarse el
entrenamiento estático-negativ o al entrenamiento de alto
v olumen normalmente practicado por los f ísicoculturistas, pues
lo lamentarán muchísimo. Debido al alto grado de stress y
costo metabólico prov ocado por esta técnica. Cuando se
ejecuta una serie de estilo normal, la resistencia utilizada está
limitada por la débil f uerza positiv a. Entonces, para la ejecución
de una serie estática-negativ a (que consiste de una sola
repetición) el peso de la resistencia debe ser entre un 20 y un
30 % más alto. Esta técnica debe utilizarse sólo en ejercicios
que inv olucren un solo eje articular, y siempre en una máquina;
porque una máquina prov ee resistencia ef ectiv a en el punto de
máxima contracción. Solamente en los ejercicios para dorsales,
pueden utilizarse ejercicios que inv olucren más de una
articulación. Los mejores ejercicios para el empleo de una serie
estático-negativ a son:
113
transf erirá el peso cuidadosamente, y donde nosotros lo
retendremos todo lo posible. Con el correr de los segundos, el
músculo comenzará a f atigarse; entonces, la resistencia
comenzará a "caer" por su propio peso. En ese momento,
intentaremos impedir que es peso descienda a gran v elocidad
oponiendo resistencia en sentido contrario. Esto hará que la
f ase negativ a de la repetición sea un esf uerzo máximo.
114
REPETICIONES NEGATIVAS Y FORZADAS
115
espalda en el segundo, nuev amente piernas en el tercero y
f inalmente hombros y brazos en el cuarto día de entrenamiento.
Llev ando cada serie hasta el punto de f allo muscular
momentáneo, y completando solamente una serie de cada
ejercicio. ¿Comprendiste? Le pregunté. ¡Por supuesto! Me
contestó conv encido. Después de eso, acordamos en que
pasadas dos semanas me llamaría telef ónicamente para
ev aluar los resultados de su primer ciclo.
"El día lunes entrené las piernas; llevando cada serie hasta
el punto de fallo muscular momentáneo; completando cuatro
series de sentadilla, cuatro de prensa y cuatro de extensiones
de cuadriceps. Luego entrené femorales y pantorrillas. El martes
trabajé el pecho y la espalda, y el miércoles hombros y brazos; el
jueves descansé y el viernes retomé el ciclo. Y no me dio ningún
resultado".
116
Durante las repeticiones f orzadas, la gran may oría de
quienes asisten al indiv iduo que se está ejercitando, "ay udan
demasiado", remov iendo prácticamente la may oría del peso de
la resistencia; lo que por supuesto, anula el ef ecto de esta
técnica. La repetición f orzada no se realiza con el objeto de
permitir que un indiv iduo complete alguna repetición más en la
serie, sino que debe ser un v ehículo para "f orzar" al indiv iduo a
ejecutar otro esf uerzo del 100 % de intensidad, una v ez
alcanzado el punto de f allo muscular momentáneo. Permitiendo
una más prof unda estimulación del crecimiento.
117
A medida que las repeticiones progresen, la resistencia
comenzará a tomar v elocidad. Y y a no podremos detenerla en
ningún punto del recorrido, y mucho menos inv ertir la dirección
del mov imiento; porque tanto la f uerza estática como la positiv a
se habrán agotado. La serie concluirá cuando la resistencia
descienda en tres segundos. Bajo ninguna circunstancia, se
debe alcanzar el punto de f allo muscular momentáneo en una
serie negativ a; porque al incrementarse la v elocidad de la
resistencia, la f uerza de grav edad hará de f actor multiplicador,
produciendo lesiones de importancia.
118
CONSEJOS ÚTILES PARA EL EMPLEO DE LAS
DISTINTAS TÉCNICAS
119
Por ejemplo; las repeticiones f orzadas y /o las negativ as,
serán empleadas cada segundo o tercer entrenamiento; y en un
solo ejercicio. Por supuesto, en cada entrenamiento
emplearemos las repeticiones f orzadas o negativ as en
dif erentes ejercicios. El mismo protocolo debemos seguir con el
empleo de pausa-descanso e hipertraining. Aunque en este
caso, si nos sentimos un día particularmente f uertes y plenos
de energía, podemos emplear estas técnicas en todos los
ejercicios que componen el entrenamiento en particular.
120
CONSEJOS PARA LOS ECTOMORFOS Y OTROS
DEPORTISTAS
121
contiene un escaso tamaño muscular inicial, huesos largos y
f inos, poco tejido graso, suelen ser muy delgados, altos y de
músculos muy f inos también; su carácter es normalmente
nerv ioso, y tienen una gran dif icultad para aumentar de peso.
122
tendremos que exponernos al stress producido por los ray os
ultrav ioleta de alta intensidad emitidos por el sol durante el
v erano. Este es un principio inv ariable aplicable a todos los
seres humanos. Sin embargo, la tolerancia para resistir el
impacto de la exposición a los ray os ultrav ioleta de alta
intensidad, v aría de un indiv iduo a otro; según v aría el color de
la piel. Teniendo en un extremo los indiv iduos con pieles muy
blancas, como es el caso del tipo nórdico; y en el otro extremo
los indiv iduos de raza negra. Y todo el mundo en el medio.
Aquellos con un tono más blanco de piel, poseen una tolerancia
muy baja al stress producido por los ray os ultrav ioleta; y, en el
extremo opuesto, quienes poseen un tono más oscuro tienen
una tolerancia mucho may or. Trazando una línea paralela
comparativ a, los ectomorf os, son los "albinos" en lo que se
ref iere a la tolerancia para enf rentar el stress del entrenamiento
intenso. Por lo tanto, no recibirán ningún benef icio de las rutinas
anteriormente expuestas. Y si desean obtener una mejoría de
su estado f ísico actual; una mejoría que les permita alcanzar el
v erdadero límite de su genética indiv idual tan particular. Deben
reducir al mínimo absoluto el v olumen y la f recuencia de los
entrenamientos; hasta tal punto, que una nuev a reducción los
conduciría a una cantidad de entrenamiento cero.
123
Entrenamiento III: Peso muerto doblando las rodillas.
124
PUNTOS A TENER EN CUENTA III
125
entrenamiento de alta intensidad es tan alto, que no puede
compararse con ningún otro tipo de activ idad. Y, lógicamente, a
medida que nuestros músculos se v uelv en más grandes y más
f uertes, el stress producido se incrementa hasta alcanzar el
punto crítico que constituy e el sobre-entrenamiento. Por este
motiv o, la rutina expuesta más arriba no sólo será benef iciosa
para quienes cuentan con una pobre capacidad de recuperación,
sino que también lo será para los f ísicoculturistas muy
av anzados. Y por av anzados, no me estoy ref iriendo a quienes
han alcanzado un alto niv el competitiv o, sino a quienes están al
borde mismo de su límite genético indiv idual. A quienes y a, las
rutinas I y II no les producen el más mínimo resultado; no
deben conf undirse, la f alta de resultados no es porque están
sub-entrenados (entrenando poco), que por lo general, es la
creencia más común. Muy por el contrario, en realidad están
sobre-entrenando; sí, los incrementos en f uerza y tamaño
logrados con las dos primeras rutinas prov ocarán tarde o
temprano, una demanda tan alta sobre la reserv a de recursos,
que el cuerpo no tendrá tiempo de cumplir con todas las
reacciones bioquímicas antes del entrenamiento siguiente. Y si
cometen el error de continuar con la misma rutina, el estado
f inal de sobre-entrenamiento se agrav ará.
126
deportistas.
127
entrenado en ambas áreas.
128
v ez de incrementar su habilidad f uncional hasta el máximo niv el
posible, se estará interrumpiendo el circuito bioquímico que
debería culminar en el v erdadero incremento de los niv eles de
f uerza. Teniendo en cuenta todas estas características tan
particulares de los deportistas de primer niv el, la rutina expuesta
más arriba, es la mejor f orma de aprov echar el entrenamiento
con pesos.
129
rotación compuesta es tan grande, que notarán que un ejercicio
que en primera instancia está diseñado para trabajar una
estructura muscular en particular, af ecta sensiblemente a las
estructuras de su alrededor. Es el caso de los f ondos entre
paralelas; que además de los tríceps, af ecta los pectorales y
deltoides. En esta situación, una serie adicional para los
pectorales o deltoides, sólo puede ser perjudicial; porque su
crecimiento ha sido estimulado y a por la ejecución de la serie de
f ondos hasta el punto de f allo muscular momentáneo. Y la serie
adicional. simplemente gastará recursos bioquímicos que serían
mucho mejor aprov echados en la producción del crecimiento.
130
cambiarán su aspecto general. Finalmente, el resto de los
deportistas, necesitan el aumento generalizado de su habilidad
f uncional en la f orma del incremento de la f uerza y el tamaño
de los músculos; sin importar mucho su aspecto.
131
CAPÍTULO III.
ORGANIZANDO LA COMPETICIÓN.
132
133
ACTIVANDO LA ENERGÍA METABÓLICA
134
observ an a medida que la preparación progresa.
135
alimentos acompañada de una mayor actividad durante el
día, y una menor cantidad de sueño durante la noche.
Produce un incremento en la energía. La combinación de
una pérdida moderada en el tiempo de sueño y la dieta,
produce el estado de alerta e hiperactividad de una
pequeña dosis de anfetaminas provocando un efecto
antidepresivo. Esta respuesta de energía parte del cerebro
para asegurar la supervivencia".
136
DISPARANDO EL METABOLISMO
137
metabólica, esta situación tan particular, f acilita la f ormación del
estado f ísico de competición mediante el incremento en la
pérdida de grasa y el crecimiento muscular. Muchos asumirán
una situación opuesta, que el incremento en el ritmo de la
activ idad energética sólo puede prov ocarnos una reacción
adv ersa, como es una pérdida de tejido muscular; pero a lo
sumo, no se incrementará el tamaño muscular. Sin embargo,
éste no es el caso, un may or ritmo de activ idad energética no
nos destruirá; porque el organismo se adaptará por sí mismo, y
aunque aumente el ritmo posible de desgaste, aumentará mucho
más el ritmo de reparación.
138
para aquello que es consumido durante el proceso de
adaptación, para indicar que es algo completamente
diferente de la energía calórica que recibimos del
metabolismo de los alimentos..."
139
cantidad de músculo a la v ez que pierde grasa, no manif estando
cambios en el peso corporal, porque estará "quitando" energía
de la grasa para permitir la adaptación, o desarrollo del músculo.
140
literalmente increíble. Lo más asombroso, sin embargo, f ue que
las 6.000 calorías de ingesta diaria de Casey, no eran
suf icientes para acumular los 28,63 kilos de músculo ganado.
Entonces, supuestamente la energía f ue "quitada" de la grasa
para construir músculo, lo cual seguramente ocurrió dada la gran
pérdida de grasa con una dieta alta en calorías.
141
Este incremento de la energía, es en parte, explicado por "la
necesidad de proteger el cerebro", como el Dr. Mandell sugiere,
y también por el estado de cetosis, que inf luy e en los
resultados, aumentando la v elocidad del ritmo cardíaco,
disminuy endo el apetito, y aumentando las sensaciones. La
reducción en la ingesta diaria, en conjunto con una cantidad
suf iciente de f ibra presente en la dieta, incrementará el tiempo
de tránsito, es decir, el ritmo en el cual los alimentos pasan a
trav és de los intestinos. Esto, tendrá def initiv amente un ef ecto
en el metabolismo. Una excreción altamente ef iciente f acilitará
también, la eliminación del exceso de agua de los tejidos. Para
el f ísicoculturista de competición, el niv el de agua es crucial.
Comidas pequeñas y una menor cantidad en la ingesta calórica
aumentarán la v elocidad de eliminación, con lo cual el exceso
de agua no será un gran problema.
142
podremos consumir una cantidad may or de carbohidratos y
permanecer aún en el estado constante de pérdida de grasa.
143
tiempo. Porque si bien las reserv as locales, o superf iciales, de
energía son repuestas con relativ a rapidez; las reserv as
prof undas, que son las que estamos utilizando en este caso, no.
Estas reserv as están destinadas en primer lugar, a reponer las
reserv as superf iciales; y, en segundo lugar, a socorrer al cuerpo
en un caso especial de emergencia con el objeto primario de
sobrev iv ir. Y si bien podemos utilizar una pequeña porción de
dichas reserv as, con el objetiv o de crear una situación especial
que agudice la activ idad metabólica que nos ay ude a alcanzar la
condición f ísica de competición; esta situación no puede
mantenerse por un período indef inido. Las ocho semanas
prev ias a la competición, creo que son suf icientes para alcanzar
el pico de ef iciencia metabólica, sin utilizar de manera excesiv a
las reserv as de recursos bioquímicos prof undas del cuerpo.
Pasada la jornada de competición, será necesario tomar entre
dos y tres semanas completas de descanso, de modo de
permitirle al cuerpo el total reabastecimiento de sus reserv as
tanto prof undas como superf iciales; y una nuev a regulación
alcanzando un niv el de activ idad metabólica normal.
144
LA ÚLTIMA ETAPA DE LA PREPARACIÓN
145
meses e incluso años, y no en hora tras hora, o de un momento
a otro. Es v erdad que los cambios más dramáticos en nuestra
apariencia que resultan del entrenamiento f ísico y la dieta,
suceden en períodos relativ amente prolongados. Una ganancia
apreciable en tamaño muscular toma v arios meses. Una
ganancia de diez kilos de músculo lograda en un año, implica
una ganancia de 2,76 gramos diarios de músculo. Cantidad
insuf iciente para ser percibida v isualmente cada día. La pérdida
de grasa y la def inición también llev an su tiempo, aunque en
este aspecto, los cambios son más notables diariamente, sobre
todo al aproximarnos al 0 % de grasa corporal. Un indiv iduo
cuy o peso corporal es de 130 kilos con un 30 % de grasa sobre
su cuerpo, en otras palabras, portando unos 39 kilos de grasa,
no aparentará haber logrado un gran cambio habiendo perdido
unos 20 kilos de tejido graso. Pero una v ez que pierda 30 kilos
de grasa y a medida que se acerque a los 100 kilos, cada medio
kilo de grasa que pierda resultará en un cambio más apreciable
en su apariencia. Pero nuev amente, estamos hablando de
cambios que requieren días.
146
un f ísicoculturista se encuentra o no en una condición
impecable el día de la competición. La ignorancia de estos
f actores, o un simple descuido, puede hacer la dif erencia entre
ganar o perder. Son los días, horas y minutos anteriores a la
competición a lo que me ref iero.
147
carbohidratos, tendrá un aspecto más "lleno", denso,
v ascularizado y f ácil de congestionar. Aparentemente, esta
situación se podría manipular en nuestro benef icio.
148
almacenamiento del glucógeno, también se incrementará el agua
retenida por el cuerpo. Entonces, en la f ase de descarga, se
pierden entre dos y cuatro kilos de peso corporal; y en la f ase
de recarga, se recuperan de cuatro a seis kilos. La nuev a
cantidad de agua retenida por la recuperación del glucógeno, no
supone ningún problema si se encuentra dentro del músculo.
149
f av orecerá la entrada de agua en las células musculares. Así,
los músculos se v erán v oluminosos por el reabastecimiento de
glucógeno, y completamente def inidos porque no habrá agua
f uera de las células. En apariencia, y v isto en el papel; la
manipulación del glucógeno-agua y sodio-potasio-agua, parece
ser la f orma más adecuada de proceder. Pero, ¿sirv e
realmente?
150
positiv o; y más o menos el mismo para todos; y a que las
dif erencias estarían planteadas por la cantidad de masa
muscular relativ a del indiv iduo, lo que hace v ariar la cantidad de
glucógeno acumulado, la cantidad de agua retenida y su
distribución. El estado de stress producido por la competición,
que af ecta las f unciones hormonales, etc.. Todo esto hay que
tenerlo en cuenta, porque af ecta de f orma singular a cada
indiv iduo. Entonces, se v uelv e muy complicado calcular
v alores bioquímicos exactos, en un cuerpo inf luenciado por
tantas v ariables. Además, si el cambio en la relación v olumen-
def inición es dramático pasado el período de descarga y
recarga, v aldría la pena intentarlo. Pero arriesgarse a una
manipulación bioquímica que produce resultados inciertos, me
parece por lo menos, arriesgada.
151
intentaremos mantener el peso alcanzado con una mínima
oscilación hasta el momento del campeonato. Es ridículo llegar
al día del campeonato bajo la presión de una dieta aún estricta.
Alcanzar la condición ideal una semana o diez días antes de la
f echa estipulada, permitirá manejar mucho mejor cualquier
ajuste necesario.
152
medida que el campeonato av anza. El esf uerzo producido por
las poses reglamentarias durante la preselección, el calor de las
luces, los nerv ios y demás circunstancias, hacen que el
f ísicoculturista transpire y elimine toda el agua existente bajo la
piel; como consecuencia, su f ísico aparece con una calidad
superlativ a de un instante al siguiente. Entonces, inducir la
transpiración puede ser benef icioso en lo ref erente a la
apariencia f inal; tomando por ejemplo, baños sauna y de sol,
por supuesto. Sin embargo, debemos ser cuidadosos en no
excedernos en este aspecto; porque al transpirar también
perderemos importantes minerales y electrolitos. Perder agua en
exceso, puede también perjudicar la apariencia. El tejido
muscular, está compuesto en casi un 70 % de agua, y la sangre
que puede ser "bombeada" dentro del músculo para conseguir
una congestión adecuada, también está compuesta por agua en
su may or parte. Demasiada transpiración puede disminuir el
v olumen de sangre así como el tamaño muscular, aunque sólo
momentáneamente.
153
4) Limitar el consumo de sal y de agua. Adicionalmente
a la transpiración inducida, limitar el consumo de agua y sal por
dos o tres días antes del campeonato, incrementará la
def inición. Una parte de sodio, retiene 180 partes de agua en el
cuerpo. Habrá que eliminar los alimentos que lo contengan
v arios días antes de competir, pero limitar el consumo de agua
solamente los dos días anteriores a la competencia. Y noten
que digo "limitar", no "eliminar" el consumo de agua. Recuerden
nuev amente, que la cantidad de agua alojada en los músculos
así como el v olumen de la sangre circulante, determinan el
tamaño muscular y su habilidad de congestión. Si nos
encontramos particularmente "f of os", debemos reducir la
ingesta de agua en dos tercios. Luego, al "secarnos" tomaremos
un tercio de la cantidad normal. A medida que la preselección se
aproxima, incrementaremos ligeramente la ingesta de agua, para
prev enir la deshidratación como producto del calor de la
competición; esto no trae ningún peligro de "borrarse" antes de
salir a escena, y a que la transpiración nos mantendrá
"cortados".
154
circulante. Esto desinf lará los músculos, reducirá la capacidad
de congestión y la v ascularidad. El potasio perdido resultará en
debilidad, f atiga y calambres. En def initiv a, resultará en un
desbalance de electrolitos que requerirá v arios días en
restablecerse.
155
v erdaderamente baja en carbohidratos, experimenta un
dramático descenso del peso corporal. Pérdidas de entre cuatro
y cinco kilos, son muy comunes en la primera semana. Sin
embargo, tales pérdidas son producidas por la eliminación del
agua retenida, y no por la pérdida de grasa. Además, la may or
parte prov endrá de los músculos, porque al utilizar todo el
glucógeno almacenado para producir energía ante la ausencia de
carbohidratos, las moléculas de agua que estaban "sujetas" al
glucógeno son expulsadas del músculo; y, por supuesto, del
cuerpo.
156
almacenamiento de glucógeno en nuestros músculos, cualquier
exceso puede causar una "f uga" del agua hacia los espacios
subcutáneos y hacer que nos v eamos "f of os".
157
CAPÍTULO IV.
158
LA NUTRICIÓN Y EL CRECIMIENTO MUSCULAR
159
Una v ez comprendido que, aún en el mejor de los casos, el
crecimiento es imperceptible en una base diaria, seremos
menos propensos a cometer errores dietéticos irracionales.
160
necesidades nutricionales específ icas cada día. En este caso,
el concepto crucial es la "necesidad". Mike Mentzer comenta:
161
La may oría de los f ísicoculturistas están
sobrealimentados, como ev idencia el niv el de adiposidad que
contienen f uera de la temporada de competiciones, y aún sin
lograr grandes progresos como producto de sus entrenamientos.
Lo que muestra concretamente que el problema que tienen no
está relacionado con la nutrición, sino con el entrenamiento. El
error conceptual más común y repetido, es que el éxito de un
programa de f ísicoculturismo, está compuesto en un 75 % por
la nutrición y un 25 % por el entrenamiento. Lo cual signif ica
que no importa lo que hagamos en el gimnasio, si entrenamos
bien o mal, o si no entrenamos en absoluto, mientras
consumamos grandes cantidades de nutrientes, creceremos de
cualquier manera.
162
sostenidas por una teoría. La nutrición, como debe ser aplicada
al f ísicoculturismo, es realmente muy simple. El principio más
importante, es que debemos esf orzarnos por consumir una dieta
balanceada, que nos prov ea de todos los elementos
nutricionales necesarios para mantenernos saludables, más el
adicional para permitir el crecimiento muscular estimulado por el
entrenamiento.
Así es, el crecimiento debe ser primero estimulado
mediante un apropiado entrenamiento de alta intensidad; luego
consumir la cantidad suf iciente de nutrientes como para
mantener la masa existente, más un extra que permita la
producción de crecimiento de un entrenamiento a otro.
Crecimiento que lógicamente, es imperceptible. Entonces, el
f actor más importante en la producción del crecimiento
muscular, es el entrenamiento; porque es el que estimula la
producción del crecimiento en sí. La nutrición en cambio,
aunque es importante, es el f actor secundario. Porque el
crecimiento muscular no se producirá sin el entrenamiento
apropiado; sin importar la cantidad, o la calidad, de los
nutrientes consumidos.
163
LA NUTRICIÓN, LA FICCIÓN Y LA REALIDAD
164
mantener estable una masa de 70 kilos. Entonces, si un
indiv iduo de 70 kilos de peso, puede mantener su masa,
abastecer todas las f unciones biológicas de su cuerpo, y,
además, sus activ idades consumiendo 2.200 calorías diárias;
¿cómo es posible que necesite consumir 4.800 calorías de más
para producir solamente 27.8 gramos diarios de músculo?
165
Por todas las razones expuestas, el primer paso que
debemos tomar, es av eriguar el niv el calórico de mantenimiento.
Luego, sumarle a ello la cantidad suf iciente de calorías para
abastecer el crecimiento muscular estimulado por el
entrenamiento. Para ello, anotaremos en un papel todos los
alimentos que consumimos durante el día, por cinco días
consecutiv os. Al f inal de cada día, sumaremos ay udándonos
con una tabla de calorías, el total de calorías ingeridas.
166
ALIMENTANDO EL CRECIMIENTO MUSCULAR
167
sólo para cubrir el niv el calórico de mantenimiento.
Consecuentemente, se está produciendo una adaptación
cualitativ a/ f uerza. O el incremento de la habilidad f uncional.
Pero al no recibir suf iciente "materia prima" por medio de la
alimentación, el cuerpo no dispone una cantidad suf iciente de
"material" para construir un incremento cuantitativ o/ músculo.
168
suf iciente para construir tejido muscular adicional y su costo
metabólico. Así, una v ez conocida la cantidad de calorías
necesarias para el mantenimiento de la masa actual, se
sumarán unas 600 calorías. Por ejemplo:
169
f acilite la utilización de la grasa como combustible. Y estando
en conocimiento del número de calorías suf icientes para el
mantenimiento, debemos restarle a esa cantidad unas 600
calorías; por ejemplo:
170
Así, cada cinco o seis días de restricción calórica, tendremos
que incrementar la cantidad de calorías ingeridas por unas 48
horas. Entonces, si los primeros cinco días estamos
consumiendo 2.000 calorías, los días seis y siete
consumiremos 2.200 calorías. Del día ocho al once, 2.100. Los
días doce y trece, 2.300. Del día catorce al diecisiete, 1.900. Y
así sucesiv amente.
171
LA ALIMENTACIÓN BALANCEADA
Proteínas: 25 %
Grasas: 15 %
172
Carbohidratos: 60 %
1) Cereales y granos:
173
un alto porcentaje de celulosa, y constituy en las llamadas f ibras
dietéticas. La celulosa no es atacada completamente por las
enzimas digestiv as, lo que f av orece los mov imientos
peristálticos del intestino y la ev acuación de los deshechos a
trav és de las heces. El 20 % restante de los carbohidratos será
aportado por v egetales ricos en f ibras.
174
LOS NUTRIENTES ESENCIALES
175
cantidad de proteína necesita un f ísicoculturista para alimentar
el crecimiento de la masa muscular.
Las inv estigaciones llev adas a cabo por los científ icos de
la Organización Mundial de la Salud, indican que la cantidad de
proteína que necesita una persona para mantenerse saludable,
es de 0,5 gramos por kilo de peso corporal. Obv iamente, no
para un f ísicoculturista; como todos sabemos, los
f ísicoculturistas poseen músculos enormes y además, sus
entrenamientos son agotadores. ¿Verdad? Pero los
requerimientos de proteína, así como los de cualquier otro
nutriente, se miden sobre la base del peso corporal. Y no
importa el tamaño muscular, o lo duro que sea el entrenamiento.
176
Proteínas: 25 % 325 calorías 81,25 gramos.
177
resultado de sus estudios indican que la cantidad necesaria de
proteína que debe consumir un f ísicoculturista, es de 2.2
gramos por kilo de peso corporal. El consumo por encima de
esa cantidad, no produce mejorías adicionales. Recordemos, sin
embargo, que f undamentalmente es imposible obligar al cuerpo
a que asimile una may or cantidad de un nutriente específ ico,
con el simple hecho de consumir una cantidad may or a la
estrictamente necesaria. Todo exceso en la ingestión de
proteína, no será aprov echado por el cuerpo como materia
prima para la construcción de tejido adicional. La proteína
contiene calorías y su consumo en exceso no es eliminado
como en el caso del agua, sino que será acumulado como
energía de reserv a. Resultando en el incremento de la grasa
corporal.
178
100 gramos de músculo), y es el combustible primario que
utiliza el cuerpo para trabajar.
179
bajo indica la utilización de ácidos grasos como f uente de
energía, mientras que un coef iciente alto indica que se están
utilizando los carbohidratos como f uente exclusiv a de energía.
Un coef iciente de v alor intermedio, supone la utilización de
ambas sustancias como energía. Los carbohidratos, cuando
están disponibles, son la f uente de energía pref erida por el
cuerpo.
180
óptimo de glucógeno, sólo una mínima parte de la energía
producida prov iene de la proteína. Obv iamente, los
f ísicoculturistas desean que los aminoácidos sean utilizados
para incrementar el tejido muscular, y no como energía. Los
carbohidratos tienen un ef ecto preserv ador de la proteína, lo
que signif ica que si hay suf icientes carbohidratos disponibles en
el cuerpo, éstos serán utilizados como f uente de energía, y no
la proteína. No importa la cantidad de calorías que estemos
consumiendo, el 60 % debe prov enir de los carbohidratos.
181
PALABRAS FINALES
182
no es estático sino dinámico. Y f luy e en una constante f ase de
adaptación a lo largo de toda la v ida. Mucho más aún en el caso
del f ísicoculturista, donde tanto las adaptaciones superf iciales
como las prof undas suceden de un instante a otro, como
consecuencia de la imposición del stress del entrenamiento. Por
tal razón, la preocupación de los mismos, debe girar en torno a
la utilización de técnicas cada v ez más complejas para poder
paliar los ef ectos inev itables de la adaptación f isiológica suf rida
por el cuerpo bajo tales condiciones. Los sistemas de
entrenamiento conv encional, no son la respuesta a los
requerimientos de los que desean poseer una calidad f ísica
mejor. Solamente conducen al sobre-entrenamiento.
A la memoria de mi amigo,
Mike Mentzer
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