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C. G. June Obpra Compera VoLuMEn 16 LA PRACTICA DE LA PSICOTERAPIA Contribuciones al problema de Ia psicoterapia y ala psicologia de la transferencia CG. G. June Traduccién de Jorge Navarro Pérez EDITORIAL TROTTA Li edleton deena obra ae realizado con Is ord de Pro Hest undacign ssa paren altars, y de Erbengemeisuchaft C.G. Jung. Gan Gustav Juno Osea ‘Courts Epicion pe Enugu GALA (GFunxcton 0. Jono) © EocronAal TROTTA, S.A, 2008 Franc, 9g. #8008 MADD Chow, fomonaornorza © warren venao, 1995 © Jones Navnano PERE, Pata LA TADUCEION, 2006 1 Enno Grudn Saribaln, Hta LA MERODUCEION ‘NA tteON eepoxs. 2008 sn com ino iti) TSN 84 864-81-5 Golumen 1, einen care au. Msg snenoot urnston rawdsoez CsA, SL CONTENIDO Introduccion a la edicion espafiola: Enrique Galan Santamaria... OX 1. PROLOGO DEL AUTOR wn ‘ 3 PRIMERA PARTE PROBLEMAS GENERALES DE LA PSICOTERAPIA 1, CoNSIDERACIONES DE FRINCINO ACERCA DE LA PSICOTERAPIA PRACTICA wr 7 TM, £Que is PsiCoTERANA? 25 TV. ALGUNOS ASPECTOS DE LA FSICOTERAPIA MODERN, 3 \V. METAS DE LA TSICOTERATI 4 VI, Los PROBLEMAS DE LA PSICOTERAMA MODERNA un ” VIL. PsicoreRama Y COSMOVIION: ” VII Mepic ¥ PSICOTERAPA.. eee 7 1X, LA BSICOTERAMA EN LA ACTUALIDAD 97 X, CUESTIONES FUNDAMENTALES DE LA PSICOTERAMA 413 SEGUNDA PARTE: PROBLEMAS ESPECIALES DE LA PSICOTERAPIA “XI. BL VALOR TERAPEUTICO DE LA ABREAGCION mnnmmsonnnises 229 vn XL, La APLICABLUDAD PRACTICA DEL ANALISS DE Los SUENOS XIIL La ISICOLOGIA DE LA TRANSFERENCIA. Prologo Introduccign : La serie de figuras del Rosaritum philosophoram como iis: sracién de los fenémenos transferenciales 1. La fuente mercurial. 2. Bley y la reina 3. La verdad desnuda 4. La inmersion en el bafio 5. La coniunctio.. 6. La muerte wnsononrn 7. Bl ascenso del alma « &. La punifcacién 9. El retorno del alma . 10. El nuevo nacimiente Fpilogo APENDICES GGlosaro de sominas latinos ygrigoe Bibigrfie Irdice onomistica. Indice de obras citadas. Indice de materias.. 139 153 158 162. 193 193 199 23 227 232 243 250 23s 263 284 301 305 309 321 325 327 INTRODUCCION A LA EDICION ESPANOLA, Enrique Galan Santamaria Como es sabido, la primera edicién de la Obra completa de Cat! Gustav Jung es su versién inglesa, Collected Works, iniciada en 1953, de la cual se publicarfan diez. de sus veinte voliimenes en vida de Jungt. La edicién alemana, Gesammelte Werke, que co- mienza su andadura en 1958, se inaugura precisamente con este volumen, La prdctica de la psicoterapia. El posible motivo de dicha eleccién nos lo brinda el mismo Jung cuando en el Prélogo a esta misceldnea de textos referidos a la psicoterapia recuerda al lector que su «contribucién al conocimiento del alma se basa en la experiencia préctica con el ser humano. En efecto, el esfuerto médico por comprender psicolégicamente las dolencias animicas es lo que me ha conducido en mis mis de cincuenta aos de préctica de la psicoterapia a todos mis conocimientos y conclusio- nes posteriores y lo que me ha llevado a examinar y modificar mis ideas a la luz de la experiencia inmediatay*, Es pues la consulta profesional origen y destino de todas las investigaciones que Jung se veria obligado a realizar, en claro contraste con uns opinign ‘muy difundida que haria de él més bien un te6rico y un psicélogo filos6fico que estudiaria asuntos muy alejados de Ja préctica cli ca. Muy al contrario, tales estudios permiten objetivar los fené- menos psiquicos —emociones y representaciones ante hechos y personas— y su marco histérico en le propia consulta. ‘Aunque obviamente menudean las referencias a la psicotera- 1, Los volimenespubiados en CW por ao y ineso: 1953 (12 ¥7), 1954 (36 1717), 1956 (5, 1957 (1, 1988 (12, 1960 (8 y 3) 1961 2b slog, pb ENRIQUE GALAN SANTAMARIA pia a lo largo de toda la obra de C. G. Jung, con mayor frecuencia y densidad en sus escritos clinicos, psicoanaliticos y psiquidtricos, los textos aqui recopilados se centran especificamente en el con- texto, las condiciones y dinémica de la psicoterapia tal como él la entiende, Su arco temporal cubre treinta afios, desde 1921, cuan- do dicta su conferencia «El valor terapéutico de la abreaccién», hasta 1951, afio en el que publica en la revista Dialéctica «Cues. tiones fundamentales de la psicoterapiay, Treinta afios de conso- lidaci6n de una obra fandamentada entonces en la teorfa de lo inconsciente colectivo (1912) y la tipologia psicol6gica (1921), y que posteriormente complementaria con la descripcién del pro- ceso de individuacién (1928) y la nocién de si-mismo (1929), cuya articulacién de contrarios hacia un centro deseribir4 Jung en paralelo con la alquimia a partic de la década de 1930. La inves- tigacién sobre el aspecto transpersonal del si-mismo le conduce a la hipétesis de Ia sincronicidad, aludida en 1930 —«En memoria de Richard Wilhelm»'— y presentada en 1952*, Si bien los escri tos que componen este volumen revelan esa progresiva profundi- zaci6n de la obra junguiana en lo referido al mbito clinico, tam- bién expresan la permanencia de su concepcién de los aspectos centrales del acto psicoterapéutico, proceso dialéctico que tiene por objetivo «la autonomia moral del pacientes, como sefiala Jung en 1913 a su corresponsal Lof.5 En su mayoria, los textos de este volumen son conferencias y ‘ponencias preparadas con ocasién de Congresos y Asambleas pro- fesionales, como la Sociedad Médica General de Psicoterapia, la Asamblea de Psicoterapeutas Suizos o la Sociedad de Medicina de ‘irich, como comprobara el lector en los capftulos correspon- dientes. El escrito més importante y extenso de este volumen es La psicologia de la transferencia, publicado originalmente en 1946 como preludio de su obra magna Mysteriumt coniunctionis, que verfa la uz diez aftos més tarde. Histéricamente, Jung es uno de los pioneros de la psicotera~ pia, pues como se verd en Io que viene a continuacién, esta préc- tice médica es una respuesta a los callejones sin salida en que se fue encontrando progresivamente la psiquiatria en su primer siglo de existencia y se consolida precisamente en la época en la que Jung inicia su vida profesional. INTRODUCCION A LA EDICION ESPANOLA Constitucién de la psicoterapia 1a primera mencién del término «psicoterapian se encuentra en el rexto de W. Cooper Dendy, «Psychotherapeia, or the remedial influence of mind», aparecido en el tercer niimero del Joursal of Psychological Medicine and Mental Pathology de 1853, para ser retomado casi veinte afios después como psychotherapeutics por D.H. Tuke en su obra de 1872 sobre los ejemplos de la inflaencia de Is mente sobre el cuerpo, y fijado su significado actual dieci rnueve afios més tarde en Ia obra de H. Bernheim, Hiypnotisme, suggestion, psychothérapie, que marca el inicio de su uso comén cenla literatura médica, Podemos situar asf el nacimiento explicito de Ia psicoterapia moderna en el iltimo tercio del siglo x1 en tierras inglesas, de donde irradiacfa al continente para desatro- Tlarse en los paises de habla francesa y alemana hasta sufrit un salto cualitativo en la Viena de Freud. ‘Rastrear el origen de la psicoterapia nos lleva, sin embargo, mucho més alld. Como curacién basada en los aspectos mentales, la psicoterapia forma parte del chamanismo y de toda préctica médica posterior. En cuanto explicita «medicina del alma», es tan antigua como la filosofia helenistica, cuyas cuatro esouelas princi- pales —estoicismo, epicureismo, escepticismo y cinismo— se pre- sentan como tal. Su primera aparicién en la esfera médica euro- pea se debe 2 Paracelso en el siglo xvi. Mostrar su poder dos siglos més tarde con Mesmer y su smagnetismo animal». Aunque ‘este fondo precientifico es fundamental y serd operante como trasfondo de toda psicoterapia, s6lo dentro de una psiquiatria ya Constituida podré encontrar exta psicoterapia cl camino que ha seguido hasta hoy. ‘Ast pues, s6lo retrocederemos hasta la formacién de la psi- quiatcfa como especialidad médica un siglo antes con el concepto de «neurosis» de W. Cullen, que hace operativa médicamente la vvaga «enfermedad nerviosa> que venia estudiéndose en Ia man- chesteriana Inglaterra de'la segunda mitad de siglo xvm y que cambiarfa en gran parte la nocién galénica de las alteraciones psf- quicas, dominante hasta entonces. Sera Pinel quien siguiendo a Cullen inauguraré, en el marco de una medicina anatomopatolégica, la perspectiva médica de la ocura —su monografia sobre la mania marca el inicio oficial de Ia psiquiatria en 1800— y la puesta a punto de un «tratamiento moral», basado en la gentileza de trato con el paciente, represién de sus conductas desordenadas y destrucciGn de sus ideas patol6- gicas mediante el trabajo, la reeducacién y la autodisciplina, El “I QNRIQUE GALAN EANTAMARIA lugar donde se llevard a cabo dicho tratamiento ¢s el asilo, que permite el aislamiento del paciente de su entorno familiar, ocu- pando el médico, contra la anterior preeminencia de los reli s0s, el papel dominance, con una conducta teatral y autoritaria para enfrentar la insania del loco, asf como la observaciSn de las conductas mérbidas, que da lugar a una progresiva delimitacién de s{ntomas y rasgos que pueden ser agrupados en categorias nosol6gicas. La idea de un tratamiento moral encontraré entre los médicos romdnticos alemanes une teorizaciOn que integra las ideas cristia- ‘nas —catélica y protestantes—, el mesmerismo, el vitalismo y la filosofta de la naturaleza en el paradigma de Pinel. En este caldo de cultivo surge la idea del «tratamiento psiquico» (J. Ch. Reil en 1803), que no puede ir més alla del tratamiento moral y su inten- to finalmente confesional y autoritario de sacar al loco de su error. Asf, al optimismo ilustrado que liberé al loco de sus grilletes le siguié el pesimismo por la cronificacién que experimentaban los Pacientes en los asilos, triste realidad que aliment6 2 partir de 1850 la idea de la «degeneracién hereditaria». La respuesta fue doble: por un lado se intensifica la concepeién somaticista y su Programa de investigaciOn neurolégica universitaria que llega hasta hoy, y por otto sc redescubre el magnetismo mesmerista y el fenémeno de sonambulismo. Comienza la psiquiaeria dindmica, Son los autores en lengua francesa quienes profundizarén en la problematica de la hipnosis, privilegiando el paradigma fisiolo patolégico sobre el anatomoclinico y centrando Ia atencién sobre los fenémenos de sugesti6n inducidos por el médicn. A partir de entonces la psicoterapia se ofrece como el tratamiento indicado para las neurosis —histeria, hipocondria, psicastenia y neuraste- ria— mediante sugestiOn o hipnosis y persuasion. EI punto de inflexién viene marcado por la obra de Freud, ue utiliza ex un principio la electrorerapia y la hipnosis antes de ofrecer una técnica basada en el didlogo con el paciente, el psi- coandlisis. Presentado en un principio como técnica psicotera- péutica que a través de la asociacion libre y el anélisis onitico pretendfa sacar a la luz los contenidos psiquicos inconscientes originados por la represiGn de los deseos sexuales infantiles, dio crigen a la psicologfa profunds o psicologia de lo inconsciente. Freud concepruali26 médicamente el concepto psicolégico y filo~ séfico de inconsciente, ofrecié una dindmica psiquica herbartiana de fandamento afectivo, estableci6 una topografia psiquica e hizo de la histeria una enfermedad de origen infantil y etiologia sexual. El joven psiquiatra Jung, alentado por su diregor en la clinica xm INTRODUCCION A LA EDICION ESPAROLA Burgohlzli, E. Bleuler, encontrar en Freud el camino a seguir para tratar las enfermedades mentales’. La transferencia os el alfa y omega del psicoandlisso* Este leitmotiv aparece varias veces en los textos de Jung. La cita que da titulo a este epigeafe esta tomada de «El valor terapéutico de la abreaccién», el escrito mis temprano de esta selecci6n, pero también puede leerse en su libro péstumo editado por A. Jaffe, Recuerdos, suerios, pensamientos, y en La psicologia de la transfe- rencia: «En mi primer encuentro personal con Freud en 1907, twas estar hablando durante varias horas, se produjo una paus De repente, Freud me pregunt6: “&Y usted, qué piensa de la trans- ferencia?”. Le contesté, completamente convencido, que la trans- ferencia es el alfa y omega del método analitico. Freud dijo: “En- tonces usted ha comprendido lo fundamental”? ‘Antes de presentar la concepci6n jungwiana de ta transferencia conviene conocer en términos generales sus planteamientos acer- cade la psicorerapia, que en sus notas esenciales permianece cons- tante a lo largo de su obra. Para calibrar hasta qué punto es €50 cierto, podemos partir de su cortespondencia con Loy", manteni- da durante el primer trimestre de 1913, donde puede leerse que «tras la maraia desconcertante y engafiosa de las fantasias ncuréti- cas se encuentra un conflicto que puede calificarse de moral, de ahf que «la verdadera solucién del conflicto es s6lo de cardcter interno, pues consiste en llevar al paciente a otra actitud»" Para ello, «mi Gnica regla del oficio es considerar el psicoandlisis como tuna conversacién completamente normal y razonable, evitando asimismo cualquier apariencia de conjuro médicor'®, pues «el ob- jetivo es educar al paciente de tal modo que cure por sf mismo y por su propia determinacién, [segtin] los principios del tratemien- to analitico, que quiere evitat cualquier violencia y dejar que todo 2. intact nin apt de les 194 Ch comb us apnoea dee pod 7 Be to inde ene er mies pla copcden se vou. ose 16. See ap 22 1s nas Se 12 Bid ete 1h nds § exe ENRIQUE GALAN SANTAHARIA salga del propio paciente>", en «el camino hacia la libertad que el médico debiera indicar a su enfermoo', Respecto a la transferencia, Jung responde a su corresponsal, director médico del Sanatorio L’Abri, de Montreux-Territet, que ‘ees también actualmente el problema central del andlisiso™. La transferencia toca a la erelacién del paciente con la autoridads"” y «ha de valoratse muy diferentemente segin cl tipo de casos», pues eno es un mero transfetir fantasfas erético-infantiles (..) sino lun proceso de empatia y adaptacidny por el cual «la libido del paciente se apodera de la personalidad del médico en forma de expectativa, esperanza, interés, confianza, amistad y amor», De ahi que Jung sefiale que eno trabajamos con la “transferencia hacia ‘el médico” sino contra ella y a pesar de ella. Por eso precisamente contamos no con la fe del enfermo, sino con su critican*, Eso exige al médico una determinada actitud, bastante més humilde, y acriesgada, que la del autoritario médico que impartia su strata miento morals, fuera el teatral psicoterapeuta sugestivo o el pater nal psicoterapeuta persuasivo, eso si, sin olvidar que «el médico actta, nolens volens, mediante su personalidad, esto es, sugestiva mente», En consecuencia, surge la necesidad del «andlisis didac- ico», por el cual el médico «se someta primero a un proceso ana- Ittico, pues su personalidad es uno de los factores de curacién», Baste este condensado digest para percbir las notas principa- les de la psicoterapia junguiana: el conflicto es fundamentalmente moral y no una enfermedad en sentido estricto, Ia relacion tera- éutica debe ser lo mas simétrica posible y dirigida al acrecenta- miento de la libertad y autonomfa moral del paciente, conside- rando Ja transferencia segiin el modelo de la relacién infantil, sinmediatez humana més allé de los meros valores sexuales»™, Frente a cualquier idea de superioridad por parte del analista, Jung seBiala, como volverd a hacerlo innumerables veces, que ”. La razén estriba en el cardcter de los neurosis, «més un fené- meno psicosocial que una enfermedad sensu estrictori (...) La neurosis nos obliga a ampliar el concepto de “enfermedad” més allé de la nocidn denn cuerpo trastornado en sus funciones y a ver en la persona nenrética un sistema social de relacién que ha enfecmado»", En la consulta aparece «toda la problemética de nuestra época, todas las cuestionesfilos6ficas y religiosas de nues- tos dias», y slos psicoterapeutas deberiamos ser propiamente fildsofos o médicos filos6ficos, o incluso ya lo somos sin querer Feconocerlon". Ast, ese wespecialista por excelencia que es el psicoterapeuta se ve obligado a una perspectiva universal que obliga a stener en cuenta puntos de vista de las ciencias del espi- INTRODUCCION A LA EDICION ESPAROLA rita —pedagogfa y filosofta— (...) un saber psiquiétrico profun- do {y...] conocimiento simbélico —psicologia primitiva, mitolo- sias y religiones»*'. De ese modo, «proviniendo de la ciencia na- tural, nuestra psicoterapia traslada su método emnpirico objetivo @ Ja fenomenologia del espiritu. Aunque se quede en un intento, este paso tiene un significado enormen*, La psicoterapia considerada cientifica surge para tratar las do- lencias animicas. Estas dolencias, sean neurosis o psicosis funcio- nales (no orgénicas), suponen un desequilibrio entre Is conscien- cia y lo inconsciente de quien las padece. El objetivo de la psicoterapia es pues facilitar al paciente el diélogo entre su cons- ciencia y su inconsciente de tal modo que el conflicto moral que hay en Ia base de tales trastornos pueda encararse con la nueva actitud resultante de contar conscientemente con los contenidos inconscientes. De ese modo, la psicoterapia no se fija la meta de strasladar al paciente a un’estado imposible de felicidad, sino posibilitarle la solide y Ia paciencia filosofica para soportar el dolore, lo que supone atender al «desarrollo y maduracién de la personalidad individual»* con el objetivo lejano de «la realiza- ‘i6n total del ser humano completo, Ja individuacin», Jung considera que el andlisis ¢s un procedimiento dialéctico, una «actitud que evita todos los métodosm** y cuya regla suprema reza que ela individualidad del enfermo tiene la misma dignidad y ‘el mismo derecho a la vida que la individualidad dei médico, (..) ‘quien debe abandonar todo su instrumental de métodos y teoriae ¥ confiar en que su personalidad sea lo suficientemente sélida para servic al paciente de orientacién». En ese sentido, lo funda- mental es que el paciente cuente lo antes posible con los instru mentos para su propia comprensi6n de los contenidos incons- cientes. El principal de ellos es la ximaginacién activa», basada en que «la configuracién material de la imagen obliga a observarla con detenimiento en todas su partes, gracias a lo cual la imagen puede desplegar por completo su efecto» , y asi el paciente «ya no depende de sus suefios ni del saber de su médicowt, «aprende a caminar por sf mismo en vez de pegarse al médico»®. a1 548 42. $191 48. 5185. 4% $29 45. 5352, 46. 6. ¢ su, § 108 $26. ENRIQUE GALAN SANTAMARIA, Jung diferencia entre psicoterapia «menor», donde valen la sugestin, un buen consejo o una explicacién somera, y una psi- ‘oterapia «mayor», que pone en juego la personalidad total tanto del analista como del analizando, mas allé de la consciencia de ambos. Es la temitica de la transferencia, «the crucial experience de todo andlisis mas 0 menos completo» La transferencia es el intento del paciente de establecer un ‘apport psfquico con el médico. El paciente necesita esta relacion para superar la disociaciéno*, Una «relacién de confianza de la ‘que depende en iltima instancia el éxito de la terapia. El paciente puede lleger a conquistar su propia seguridad interior s6lo a par- tir de la seguridad en su relacién con la persona del médico», Dar una idea de la complejidad de esta relacién es el objetivo de La psicologéa de la transferencia, «an mero intento al que no atribuyo en absoluto un significado definitivo, [con...] la esperan- za de que al lector no se le ocurra pensar que el curso descrito es cl esquema de lo que suele suceder»". Publicado en 1946, estaba listo desde 1943 y, como se ha dicho, es el primer paso en a investigaciOn que culminaria en Mysterium coniunctionis. En su introduccién, Jung presenta la transferencia fundamen- tada en el arquetipo de la coniunctio, sea cristiana (Cristo y su Iglesia) o pagana (hierogamia), sin olvidar la propia combinacién uimica que transforma a los elementos en juego. En la prictica clinica, se trata de la compleja relacién, con frecuente fenomeno- loge exética, entre los aspectos conscientes ¢ inconscientes de analista y analizando, en un cvaternio matrimonial, pues ahi se mueve la «libido de parentesco», el incesto: eunién de lo homogé- neo [que...] simboliza la unién con el propio ser, la individua-

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