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Política y Educación
Política y Educación
Política: se comprende como la acción que se realiza desde el estado. La palabra política
proviene del griego “polis” que era la ciudad estado de los griegos. Hacer política es decir
sobre el destino de la sociedad en la que vivimos, sobre todo lo que nos afecta en común.
Política es:
Educación: es una practica social. Es una relación social que se establece en una institución
llamada escuela: la escuela misma es una realidad social. La escuela es u medio que la sociedad
utiliza para que sus estudiantes se incorporen activamente al quehacer social. En el origen de
la escuela esta una acción del Estado, la escuela es un servicio público, es una creación, tal cual
la tenemos hay del Estado.
- Política educativa: las realizaciones concretas de la acción del estado u orientadas por el
Estado.
- Normativos:
Constitución nacional y constituciones provinciales: contiene los principios
generales y criterios de organización del sistema educativo.
Leyes nacionales y provinciales: reglamentan el ejercicio de los principios y
establece las estructuras y funciones del sistema.
Los decretos nacionales y provinciales. Establecen las disposiciones para la
ejecución de normas anteriores.
- De orientación
Programas de gobiernos para periodos determinados
Documentos sobre temas de ejecución
Discursos programáticos
De ejecución
Una buena política educativa es aquella que puede demostrar coherencia en todos estos
aspectos que la componen.
Aspectos
Son los ideales o criterios que orientan toda la acción del estado en educación y que permiten
la interpretación y evaluación global de as realizaciones. Sus fuentes son las teorías o
doctrinas, los principios o criterios, las grandes finalidades, que sustenta desde su política
global del Estado o Gobierno de turno.
Los encontramos en las políticas educativas, trazados como principios pedagógicos. Deben ser
coherentes con los que formulan otras áreas del Estado. Deben manifestar la coherencia del
proyecto político global. Son globales, de orientación general, de largo plazo. Garantizan la
direccionalidad del proyecto.
Las estrategias:
Son complementarias de los objetivos, es la elección de los grandes caminos, los modos de
acción para que se consigan los objetivos políticos. Son grandes ideas metodológicas que
apuntan al “como”.
Son ideas de como actuar, para ello se tiene que tener identificado los factores, recursos y
relaciones del proceso educativo.
Factores:
- Curriculares:
Diseño curricular
Materiales para la enseñanza
Procedimientos didácticos
- Estructurales y Funcionales
Estructura del sistema
Organización y administración de la escuela
- Recursos
Personal docente
Recursos físicos
Recursos financieros
- Relaciones
Entidades gubernamentales
Entidades sociales
Actividades productivas y de servicio
Las estrategias deben ser globales, es decir, afectar a todo el sistema educativo.
Deben ser integradas a las demás áreas del gobierno, lo que implica coherencia política.
Las estrategias orientan la acción, son el nexo entre los objetivos de la política y el plan que
van a ejecutar.
Planificación
Es necesario que existan formas concretas de llevar a la práctica las políticas educativas. La
planificación selecciona programas y proyectos que apoyaran la realización de las estrategias,
estos contienen las metas a seguir; los planes y las etapas y los recursos. Deben ser
seleccionados de acuerdo a la necesidad o realidad causal.
No es el producto de una evolución paulatina de las instituciones creadas por los españoles.
Para los organizadores del Estado argentino de mediados del siglo XIX la sociedad americana
representaba, bajo los términos sarmientinos, la barbarie.
El proyecto nacional concebido por Alberdi, de la generación de 1937, consideraba que el mal
de América residía en la falta de habitantes. Su designio fue crear Europa en Sud América a
través del fomento de la inmigración europea.
La educación constituía un factor esencial para la ejecución del proyecto Nacional si concebido
y ejecutado.
A tal fin, se configuro un nuevo sistema educativo, cuyas partes se articularon para cumplir
determinados objetivos y funciones.
Es, tal cual existe en la actualidad, con pocas modificaciones, el sistema estructurado en el
siglo pasado a los propósitos del programa político económico y social concebidos y
dependientes de las pautas que arribaban de las naciones europeas hegemónicas.
Tuvieron por finalidad satisfacer las demandas del modelo político y socioeconómico elegido,
sumada a la convicción predominante de la época de que la educación es el agente
fundamental para el cambio social.
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BASES LEGALES DELSISTEMA EDUCATIVO
Los estados nacionales instituyen los sistemas educativos como medio para extender y
generalizar el acceso de la población a la educación, y de ese modo facilitar su propia
legitimación y la configuración de determinados modelos hegemónicos (Popkewitz, 1991)
Las leyes, decretos y otras normas formales definen fines y principios, y regulan las
posibilidades y limitaciones de las distintas instituciones y agentes educativos.
La Ley de Educación Común de Bs. As. (1875) y el Congreso Pedagógico (1882) fueron los
antecedentes inmediatos de la primera Ley de Educación Común.
La Ley 1420, en 1884, y primera Ley de Educación Común, fue la herramienta política que
orientó la temprana expansión del sistema educativo argentino sobre los principios de
enseñanza universal, obligatoria, integral, gradual, laica y gratuita, constituyendo una
instancia de administración central: el Consejo Nacional de Educación.
En 1884, bajo la presidencia de Julio A. Roca se promulgó la Ley 1420 de educación común,
gratuita y obligatoria. La ley de Educación Común 1420 fue la piedra basal del sistema
educativo nacional. Se aprobó el 8 de julio de 1884, el objetivo de formar un espíritu
hegemónico nacional. Logró la sanción de la ley 1420, bajo presidencia de Roca, en cuyo
gobierno ejerció como Superintendente General de Escuelas del Consejo Nacional de
Educación.
Sarmiento proponía la importancia de la educación pública por dos motivos, por un lado,
para eliminar el “salvajismo” de los habitantes de la ahora República Argentina. Cuando
esto no fue posible por la vía de la educación quedaba la fuerza, como bien aconsejaba a
Mitre en una esquela “…no trate de economizar sangre de gaucho. Éste es un abono que
es preciso hacer útil al país. La sangre es lo único que tienen de humano esos salvajes”; el
otro móvil era nacionalizar a los hijos de los trabajadores inmigrantes, que no fueron los
que la oligarquía esperaba –los europeos capitalistas del norte–, en pos de facilitar la
gobernabilidad. Es decir, volverlos dócilmente gobernables formando “buenos
ciudadanos”. Sarmiento además fue el ideólogo de las Escuelas Normales, encargadas de
formar maestros, cuya gran mayoría eran mujeres. Sarmiento era un acérrimo enemigo de
la educación superior para sectores que no fueran de la oligarquía, con lo cual continuó
con el proyecto comenzado por Mitre: formar cuadros políticos de la oligarquía que
lleguen a la Universidad, forjar ciudadanos dóciles y alejar a las grandes masas de la
educación superior.
En 1905, el Congreso Nacional aprobó la ley Láinez (en virtud del senador Manuel Laínez), la
cual facilitó la extensión de la aplicación de la Ley 1420 en el ámbito escolar. El gobierno
federal comenzó a fundar escuelas primarias en todas las provincias, con el propósito de
extender la educación pública, laica y gratuita a todo el territorio nacional, apostando a la
educación como medio de progreso y pacificación social, en una Argentina donde existía
mucho analfabetismo, descontento social, gran cantidad de inmigrantes e ideas socialistas y
anarquistas que atentaban contra el orden conservador y liberal imperante. El objetivo era
crear escuelas elementales primarias mixtas y rurales en aquellas provincias que lo pidieran
(escuelas fiscales o escuelas Laínez).
El contexto histórico era violento. El movimiento obrero hacía sentir sus demandas contra las
políticas liberales que beneficiaban a los grandes capitales y contra el fraude electoral, en este
caso liderado por la Unión Cívica Radical. Esto es reprimido por el gobierno de Quintana, pero
la tensión social crece, e incluso el presidente sufre un atentado fallido por parte de un
militante anarquista.
Ante estos hechos, el liberal modernista Manuel Láinez intenta democratizar el sistema.
Sostiene que el crecimiento del país y su orden dependen de la inversión educativa para lograr
educar en la unión nacional, con identidad patriótica, para detener el movimiento socialista y
anarquista a través de la alfabetización y no de la violencia. También se incluye la capacitación
docente, todo con fondos nacionales.
La ley pronto hizo sentir sus efectos. De 28.152 alumnos que se registraban en 1906, se pasó a
contar con 325.000, treinta años más tarde. En 1906 se fundaron 438 escuelas Láinez, un 11 %
del total de las escuelas. La población colaboró donando terrenos y levantando paredes. Hacia
1930 el 30 % de las escuelas estaban bajo la órbita nacional, mostrando mucho mayor calidad
educativa que la que brindaban las escuelas provinciales.
La Revolución del 4 de junio de 1943 que derrocara al gobierno constitucional del Presidente
Castillo, promovía el retorno a lo que ellos consideraban “nacional”; para lograr este objetivo,
el Poder Ejecutivo hará uso de los decretos ley, los cuales tendrán la finalidad de reconstruir la
identidad nacional herida de muerte por los sucesivos gobiernos del Siglo XX que la debilitaron
hasta obligar que militares que juraron defender la Constitución Nacional y el gobierno del
pueblo por ella establecido, se vieran forzados a alzarse contra un gobierno democrático en
defensa, según ellos, de su sagrado juramento. De esta manera, se impone la enseñanza
religiosa en las escuelas públicas a través del Decreto ley 18.411 que deroga a la Ley 1420,
correlato del ideario constitucional democrático instaurado en nuestro país en 1853.
El 4 de junio de 1943 se produjo el golpe de Estado que Arturo Rawson derrocó el gobierno
del presidente Ramón Castillo. Las nuevas autoridades dispusieron la disolución del Congreso
de la Nación. En ese marco se dictó, el 13 de diciembre de 1943, el decreto N° 18.411. Sus
fundamentos principales contienen un razonamiento concatenado destinado a avalar, según el
criterio de turno, el respeto irrestricto por la Constitución Nacional.
La vigencia de esta nueva concepción se extendió hasta 1954, año en que el entonces
presidente Perón derogó la controvertida ley ante su nueva postura de abierto conflicto con la
Iglesia Católica.
Las ayudas estatales a la educación privada comenzaron a darse, por ley nacional, en 1947, por
iniciativa del primer gobierno de Juan Domingo Perón. La idea era subsidiar a los colegios que
se instalaran en las zonas en las que el Estado no tenía escuelas. Con el correr de las décadas,
los fondos no solamente fueron en ascenso, sino que además comenzaron a alimentar las
cuentas de colegios con cuotas altas y de barrios de poder adquisitivo elevado.
Objetivos: Aunar en una propuesta pedagógica la educación del espíritu, la instrucción para el
trabajo, la vinculación con la realidad circundante y la formación del hombre para la Nación.
Educación Técnica Gratuita para todo obrero que viviera de su trabajo. Profesores debían
acreditar sus competencias por medio de un título. Los 3 niveles tenían becas proporcionadas
por las empresas en forma obligatoria.
Objetivos: Enseñanza técnica como único camino de ascenso para sectores obreros.
Mejorar el nivel de vida de los obreros para que sus hijos puedan estudiar postergando su
ingreso al mercado laboral.
Jerarquizar la disciplina.
Crear escuelas técnicas para socializar a los niños sin vocación intelectual (promoción de
sectores hasta entonces postergados).
Se crean misiones mono-técnicas, para que los alumnos de zonas rurales aprendan artes y
oficios como zapatería, carpintería , albañilería, herrería y mecánica.
Se crean en el país 298 escuelas fábricas y las escuelas hogares y escuelas granjas, que
intensifican la enseñanza agrícola ganadera.
Se duplica el sueldo de los maestros y se establece una bonificación para aquellos que
enseñan en lugares alejados e inhóspitos.
1958 estatuto del Docente. Ley 14473. durante la gestión del ministro de Educación y Justicia
doctor Luis R. Mac Kay
Significó un avance en las reivindicaciones laborales del sector ya que estableció una serie de
normas que garantizaban el ingreso y el ascenso en la carrera docente pero que, al mismo
tiempo, sentó bases legales que dificultaron en los años posteriores intentos diferentes de
actualizar las estructuras educativas.
Si en el gobierno del Dr. Frondizi hubo una cuestión particularmente difícil esa fue la sanción
de la ley 14.557 de libertad de enseñanza el 30 de septiembre de 1958. Hasta fines de 1955 las
universidades estaban sujetas a un régimen legal que las hacía extremadamente dependientes
del Poder Ejecutivo nacional3 no rigiendo ninguna autonomía universitaria. Legal y
efectivamente todas las universidades eran estatales. El gobierno provisional encabezado por
el general Aramburu, en diciembre de 1955, derogó aquella legislación y repuso prácticamente
la llamada ley Avellaneda (1.597) del siglo XIX, que les permitía a las universidades dictar sus
propios estatutos y regular su funcionamiento (incluyendo la manera de designar profesores,
etc.)
También procedió a intervenir todas las universidades nacionales (seis entonces: Córdoba,
Buenos Aires, El Litoral, La Plata, Tucumán y Cuyo) y llamó a concurso para la provisión de
todas las cátedras. A su vez, el art. 28 del decreto universitario 6.403/55 preceptuaba que “La
iniciativa privada puede crear universidades libres que estarán capacitadas para expedir
diplomas y títulos habilitantes siempre que se sometan a las condiciones expuestas por una
reglamentación que se dictará.” A raíz de abrirse la posibilidad de crear universidades privadas,
aunque después de la reglamentación y no antes (el gobierno provisional nunca dictó la
reglamentación del art. 28) se iniciaron fuertes discusiones que en 1956 determinaron tomas
de facultades y colegios y en 1958 desembocaron en las confrontaciones callejeras entre la
“laica” y la “libre” y en la final sanción de la ley 14.557 en septiembre de 1958.
Desde la etapa de organización nacional, los distintos gobiernos tuvieron entre sus propósitos
la creación de una ley de educación que permitiera el ordenamiento orgánico del sistema
educativo argentino.
Las bases legales del sistema educativo están constituidas por las disposiciones específicas que
contienen que contiene la Constitución Nacional y por las normas dictadas por el gobierno
federal y por los gobiernos provinciales y la Ciudad de Bs As.
La década del ’90 marca una etapa de intensa producción de nuevas bases para el campo de la
educación
Habrá un Ministerio Nacional sin escuelas dejando todos los niveles en manos de las
provincias y con la recomendación de municipalización y,
la gestión del presidente Menem iniciada en 1989 puso en marcha un conjunto de políticas
que produjeron una redefinición del alcance de la intervención estatal. Se apuntó, de este
modo y entre otros aspectos, a limitar la injerencia del Estado nacional en el campo económico
y a trasladar a los gobiernos provinciales las responsabilidades en la prestación de los servicios
sociales básicos. En el marco de estas políticas globales de reforma del Estado, a principios de
los años noventa y a través de la sanción de la Ley N° 24.049 se puso en marcha un proceso de
descentralización educativa que implicó la transferencia a las provincias y la Ciudad de Buenos
Aires de los servicios educativos que aún administraba y gestionaba en forma directa el Estado
nacional a través del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación y el Consejo Nacional de
Educación Técnica (CONET).
La ley establece que la estructura del sistema educativo estará integrada por cinco ciclos, dos
de los cuales serán obligatorios: el de Educación Inicial, constituído por el jardín de infantes
(niños/as de 3 a 5 años) a partir de los 5 años de edad y la Educación General Básica, a partir
de los 6 años de edad, con una duración de 9 años.
Por otra parte el ciclo Polimodal incorporará la alternancia entre la institución escolar y las
empresas, aportando en este sentido al proceso de formación profesional.
La Ley Federal de Educación argentina expresa que el Estado deberá fijar los lineamientos de la
política educativa. Algunos de estos principios son: el fortalecimiento de la identidad nacional,
la igualdad de oportunidades, la equidad de los servicios educativos, la educación concebida
como proceso permanente, la erradicación del analfabetismo, el apoyo y estímulo de los
programas alternativos de educación, la participación de la familia, la comunidad, asociaciones
docentes u organizaciones sociales, y otros.
La Constitución Nacional argentina, en su artículo 5, establece que "cada provincia dictará para
sí una Constitución bajo el sistema representativo y republicano, de acuerdo con los principios,
derechos y garantías de la Constitución Nacional, y que asegure... la educación primaria...".
El artículo 14 establece que todos los habitantes gozan de los siguientes derechos conforme a
las leyes que reglamenten su ejercicio, a saber: "...de enseñar y aprender...".
Por último, el artículo 67 establece como atribución del Congreso Nacional el "proveer lo
conducente a la prosperidad del país, al adelanto y bienestar de las provincias, y al progreso de
la ilustración, dictando planes de instrucción general y universitaria...".
En Abril de 1993, se sancionó la Ley Federal de Educación (24.195), cuya aplicación producirá
cambios profundos en todas nuestras escuelas.
EDUCACIÓN INICIAL: Jardín de Infantes (3 a 5 años de edad), siendo obligatorio el último año.
Incluye el Jardín Maternal (menores de 3 años).
EDUCACIÓN SUPERIOR: Profesional y académica de grado, cuya duración será determinada por
las diversas instituciones.
EDUCACIÓN CUATERNARIA
El Sistema Educativo también comprende otros regímenes especiales que no pudieran ser
satisfechos por la estructura básica, tales como Educación Especial, Educación de Adultos y
Educación Artística.
El Consejo Federal de Cultura y Educación está integrado por los ministros de Educación de
todas las jurisdicciones y presidido por el Ministro de Cultura y Educación de la Nación.
Con la Ley se inicia un inédito proceso de decisiones concertadas entre el Poder Ejecutivo
Central y las provincias. En este proceso, el Consejo federal de Cultura y Educación se
constituye en el ámbito prioritario de concertación de la política educativa nacional, de
preservación de la integridad del sistema y de consolidación de la Identidad cultural de la
Nación.
Meta Global: que para el primer año del nuevo siglo esté funcionando en su totalidad la nueva
estructura del Sistema Educativo Nacional.
se dictó en 1885 la primera ley universitaria, conocida como la Ley Avellaneda, que les
permitiría preservarse del poder político de manera crítica e independiente y en sus antípodas
servir a los intereses corporativos académicos y políticos que se gestan en el ámbito de las
organizaciones. No obstante, cabe destacar que la designación final de los docentes
concursados recaía en el Poder Ejecutivo sobre la base de ternas que elevaba la institución
universitaria. Como tampoco fue articulado de ninguna de la leyes posteriores. En la práctica
las universidades gozaron hasta los años 1990 con nivel de autonomía acotada, incluso en los
períodos de gobierno democráticos o de democracia restringida. Nos referimos tanto a las
cuestiones académicas (sometimiento de los planes de estudio a la aprobación ministerial) y
presentación de los requerimientos presupuestarios desagregados –incluido el tamaño de los
planteles docentes- al Ministerio de Economía. Hacia finales de los años 1980 con el auge de la
vuelta a la democracia en la región y las universidades en politizada efervescencia hubo un
reclamo de atribuciones que luego devino en su definición y normalización. Sin embargo el
capítulo 2 del título IV de la LES superó ampliamente lo que hasta ese momento se entendía
por autonomía cuando describe en específico sus atribuciones, potestades y límites. Ese
concepto de soberanía que subyace en la autonomía -“no hay ningún orden jurídico superior
por encima o la facultad de autonormarse sin limitaciones”- no había alcanzado la expresión
que en el artículo 29 de la LES se describieron a modo de ejemplo y sin que ello fuera taxativo,
abriendo el camino de lo permitido de lo que no está expresamente prohibido.
Autonomía para
Dictar y reformar sus estatutos, los que serán comunicados al Ministerio de Cultura y
Educación a los fines establecidos en el artículo 34 de la presente ley
Definir sus órganos de gobierno, establecer sus funciones, decidir su integración y
elegir sus autoridades de acuerdo a lo que establezcan los estatutos y lo que prescribe
la presente ley; (…)
Crear carreras universitarias de grado y de posgrado;
Otorgar grados académicos y títulos habilitantes conforme a las condiciones que se
establecen en la presente ley
Establecer el régimen de admisión, permanencia y promoción de los estudiantes, así
como el régimen de equivalencias;
También establece, la misma norma, que debe garantizarse la autonomía universitaria. Esto
significa que las Universidades Nacionales pueden dictarse sus propios estatutos, elegir sus
autoridades, crear carreras y planes de estudios, establecer sus contenidos, y expedir títulos de
validez oficial. En cuanto a su funcionamiento económico, sostiene la constitución que tienen
“autarquía”, es decir que son personas jurídicas que ejercen por si mismas la titularidad de sus
derechos y obligaciones patrimoniales, siendo obligación del Estado Nacional proveerlas de los
recursos materiales necesarios para llevar adelante su actividad.
Respecto a modalidades educativas particulares, el mismo inciso 19 del artículo 75 establece
que corresponde al Congreso proveer lo conducente a la formación profesional de los
trabajadores. Es decir que le da a esta modalidad, jerarquía constitucional.
La reforma de 1994 constitucionalizó los llamados derechos de tercera generación. De primera
generación son aquellos derechos civiles y políticos que oponen los individuos frente al Estado,
al más puro estilo de la concepción liberal originaria. Derechos sociales son aquellos que
conquistaron los grupos subalternos de la sociedad capitalista, frente a la clase burguesa
dominante, como los derechos del trabajo y la seguridad social. En tanto que la tercera
generación refiere a aquellos conflictos que afectan al conjunto social universal, como el
consumo masivo, la globalización comunicacional y el ambiente. Como son derechos del
colectivo, pueden ser reclamados por cualquier persona, en condición de su pertenencia a la
sociedad. En el aspecto educativo de estos derechos la constitución fija, en su artículo 41 que
las autoridades deben promover la educación para ambiental, y en el artículo 42 que debe
proveer una educación para el consumo.
Por último, como el texto constitucional se reivindica como contraria a todo genocidio, repone
el status jurídico humanitario de los pueblos indígenas, y dentro de esta revalorización,
preceptúa su derecho a una educación “intercultural y bilingüe” (Art. 75 inc. 17).
Ley 26 206