Haga lo que hay que hacer

Jorge N. Segura
2002-5597

Análisis

En la actualidad las empresas deben enfrentar constantemente el cambiante

y dinámico mercado y realidad económica. Estos retos pueden llevar a la
empresa a realizar cambios drásticos, que la mayoría de veces pueden ser
mal manejados y sacar a la empresa de competencia. Los líderes de las
empresas en apoyo de los gerentes deben mantenerse en alerta a los
cambios del mercado y a las necesidades de los clientes. Estos deben atar
las metas financieras que han de cumplirse con las realidades externas y las
actividades internas, incluyendo el desarrollo de tácticas y estrategias
operativas y desarrollo de personal.

Los lideres y directivos de empresas deben empezar primero afrontando los

paradigmas empresariales y estar alerta cuando se necesita cambiar el
modelo de negocios de la empresa, esta es una difícil tarea.

Hay diferentes comportamientos que hace que los líderes se desconecten de

la realidad y lo cual hace muy difícil enfrenta los cambios, estos incluye
atender las filtraciones de la información, ser selectivos para oír, tener ideas
ilusorias, tener miedo, sufrir una sobrecarga emocional y tener expectativas
irreales de los mercados de capital.

El libro establece un modelo para ver la empresa como se encuentra en el

presente y su proyección en el futuro, para ejecutar los cambios
correctamente y en el momento adecuado. El primer paso del modelo
empresarial consiste en descomponer de manera lógica el negocio en todos
sus elementos, desde su mercado, pasando por su estado de ingresos, hasta
los programas de desarrollo de sus líderes. Todos ellos se agrupan en los
tres componentes del modelo. El primero es el entorno en el cual vive la
empresa. El segundo incluye las metas financieras. El tercero incluye las
actividades: la estrategia, las actividades operativas, la selección del
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personal, el desarrollo de los empleados y la estructura y los procesos de

organización. La interacción es el proceso mediante el cual se armonizan los
tres componentes, se repite el análisis cada vez que se agrega información y
se estudia la manera de cómo van cambiando las relaciones entre ellos.

Las empresas constantemente tienen que enfrentarse a fuerzas externas

favorables y no favorables. Establecer un plan de acción para afrontar estas
situaciones externas depende de las características particulares del entorno
empresarial, las metas financieras y las actividades internas de la empresa.

Elegir plan correcto se llega mediante un análisis punto por punto del
modelo empresarial actual de la empresa. No todos los modelos
empresariales necesitan una reestructuración completa es por ello que los
lideres deben entenderla conexión entre en desempeño y las realidades
externas y las actividades internas, y tener la habilidad de identificar con
precisión los elementos del negocio que necesitan atención.

Los mercados sufren momentos de crisis en los cuales se deben tomar

acciones drásticas y establecer un modelo empresarial diferente al que la
compañía ha estado utilizando, aunque este sea el que le haya dado
resultados por años.

En primer lugar en tiempos de crisis es indispensable comprender el entorno

tal como es y cómo puede llegar a ser en vez de mirar hacia atrás. En
segundo lugar es necesario refrescar a fondo las necesidades de nuestros
clientes antes de decidir cuál es el camino por seguir. En tercer lugar es
necesario evaluar la organización para reconocer si el personal existente
cuenta con el talento y la actitud necesaria para poner en marcha los
cambios necesarios. En cuarto lugar es necesario medir rigurosamente el
progreso, manteniéndose alerta a cualquier señal que indique que la
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compañía se esté alejando del camino elegido. Por último es necesario por
encima de todo afrontar la crisis sin ideas preconcebidas.

Por último, el compromiso del cambio no solamente es de los directivos de

las empresas, sino también de los empleados. Una vez hagamos participes
las personas que trabajan con nosotros ellos se sentirán comprometidos en
la misma medida que le demos la oportunidad de involucrase en el
procesos. Los directivos deben estar pendientes de todos los cambios que
están sucediendo y hacer partícipes al personal de la organización en la
aplicación de un plan de acción y un modelo empresarial acorde al entorno y
la situación de la empresa.