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SALUD
PUBLICA
VOLUMEN.26
NÚMERO 6. NOVIEMBRE-DICIEMBRE DE 1984

DE MEXICO

Análisis de la Ley General de Salud

Lic. JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ FERNÁNDEZ'

Lrc, SALOMÓN DÍAZ ALFARO"

González Fernández J A Y Díaz Alfaro S: Análisis de la Ley General de Salud. Salud Pública Mex.
26:524-536,1984

Resumen: Se analizan detalladamente los puntos más
importantes de la Ley General de Salud, con especial
énfasis en la protección integral a todos los ciudadanos.
La Ley General de Salud se inspira en, y favorece el
concepto de que la salud es el estado de bienestar flsico,
mental y social que propicia el desarrollo integral del
individuo y de la sociedad; por eso, la salud no s610
constituye un valor biológico, sino un bien social y cultu-
ral que corresponde realizar al Estado, a la sociedad y al
individuo, mediante las acciones pertinentes y adecuadas.

E n el último siglo los bruscos cambios so-

ciales experimentados en países de distin-
tas latitudes han trastocado profundamente las
concepciones económicas, políticas y filosófi-
cas del estado moderno. La ciencia jurídica,
particularmente el derecho constitucional, ha
sido aunque no en todos los países, muy sensi-
ble a los nuevos cambios. Si bien, países como
Estados Unidos de Norteamérica, Gran Breta-
ña y Francia hicieron con motivo de las luchas
sociales que experimentaron importantes
aportaciones acerca de los derechos del hom-
bre que sirvieron de inspiración al constitucio-
nalismo liberal, otros, como México en 1917 y
Alemania en 1919, iniciaron un nuevo rnovi-
• Oficial Mayor de la Secretaria de Salubridad y
Asistencia.
.... Director General de Asuntos Jurídicos, Secretaría
de Salubridad y Asistencia.
miento constitucional que ha influido en la
concepción del nuevo estado: el estado social
de derecho. En efecto, la Constitución de Que-
rétaro de 1917 perfiló a México como líder del
constitucionalismo social. Con ella, el concep-
to clásico de "constitución" se transformó,
generando una nueva doctrina constitucional.
Los derechos del hombre del campo y del obre-
ro, junto con otros derechos sociales plasma-
dos por la nueva constitución, significaron un
fuerte acicate para los estudiosos del orden
constitucional mexicano.
El derecho a la protección de la salud, que
tradicionalmente fue concebido como un dere-
cho natural por excelencia, ha tenido gran aco-
gida en las constituciones de varios países, Es-
paña, Grecia, Francia y Portugal entre otros,
contribuyendo también a la generacin de la
nueva doctrina constitucional.
Si bien el texto original de la Constitución de

524 SALUD PÚBLICA DE MÉXlC'O

Análisis de la Ley General de Salud
1917 aludía a algunas cuestiones relacionadas
con la salud, unas como parte de la tutela
obrera y otras como facultad del Congreso
para legislar en materia de salubridad gene-
ral, posteriormente se incorporaron al texto
constitucional otros preceptos que significaron
aportaciones importantes en la definición del
nuevo derecho a la protección de la salud.
En efecto, en 1971 se adicionó la fracción
XVI del artículo 73 para ampliar la competen-
cia del Consejo de Salubridad General en ma-
teria de contaminación ambiental y de este
modo procurar mejores condiciones que pro-
piciaran la salud humana. En este mismo senti-
do se adicionó, en 1976, el artículo 27 para que
se previeran medidas conducentes a preservar-
los elementos naturales del territorio nacional.
Posteriormente, en 1980, el artículo 40. fue
también adicionado para establecer la obliga-
ción de los padres de preservar el derecho de
los menores a la satisfacción de sus necesidades
ya su salud física y mental, previéndose que la
Ley determinaría los apoyos conducentes a la
protección de aquéllos, a cargo de las institu-
ciones públicas.
A pesar de los innegable avances logrados
por algunas instituciones públicas para pro-
porcionar servicios de salud de mejor calidad,
una buena parte de la población ha venido
siendo rezagada de dichos servicios, principal-
mente quienes no obtienen los beneficios de la
seguridad social.
El 3 de febrero de 1983 se pu blicó en el
Diario Oficial de la Federación la adición al
artículo 40. constitucional donde se consagró
la referida garantía social. Del nuevo párrafo
adicionado se pueden desprender los siguientes
elementos:
A) El derecho de toda persona a la protec-
ción de su salud;
B) La necesidad de definir en la Ley Regla-
mentaria las bases y modalidades para el acce-
so a los servicios de salud;
C) La concurrencia entre la Federación y
los Estados en materia de salubridad general;
La Ley General de Salud, publicada en el
Diario Oficial de la Federación de 7 de febrero
de 1984 significa el cumplimiento del mandato
del constituyente permanente para desarrollar,
en la Ley, el nuevo derecho. Asimismo, la refe-
rida Ley reglamenta, además del tercer párrafo
NOVIEMBRE-DICIEMBRE 19X4
del artículo 40. a los párrafos segundo y quinto
relativos a la planificación familiar y a la pro-
tección de los menores, respectivamente.
La Ley General de Salud, por otra parte, se
suma a la cada vez más rica legislación social
mexicana y constituye un avance importante
en la sistematización de la legislación sanitaria
nacional.
REGULACION DEL DERECHO A LA PROTECCION
DE LA SALUD
La Ley, recogiendo la concepción de la Or-
ganización Mundial de la Salud, se sustenta en
la idea de que la salud es el estado de bienestar
físico, mental y social que propicia el desarro-
llo integral del individuo y de la sociedad; por
eso, la salud no sólo constituye un valor bioló-
gico, sino un bien social y cultural que corres-
ponde al Estado, a la sociedad y al individuo
participar en las acciones que la hagan posible.
Si la salud es un bien de interés público, el
Estado deber ser el principal responsable para
garantizarla a todos los habitantes de la na-
ción, propiciando las condiciones para el des-
arrollo armónico de todas las facultades del ser
humano. Sin embargo, esta responsabilidad no
podría prosperar sin la concurrencia de la so-
ciedad en su conjunto y de los individuos inte-
resados. Para lograr esta corresponsabilidad el
Estado debe realizar las acciones que hagan
posible, por un lado, la participación de los
diversos sectores de la sociedad en la presta-
ción de los servicios de salud y, por otro, hacer
renovados esfuerzos por garantizarlos.
El propósito principal del derecho a la pro-
tección de la salud es que todos los habitantes
gocen de prestaciones básicas de salud de la
misma calidad, efícacia y oportunidad. Por su
caracter social protege valores y bienes que
exceden al individuo, pero que sí conciernen a
la sociedad en general. Implica, por otra parte,
concebir los derechos subjetivos más en su fun-
ción social que en el arbitrio de la posibilidad
de cada persona. Se encuentra imbuido de una
nueva concepción del hombre y de la sociedad
que se inspira no en la igualdad de las personas
como punto de partida para la vida social, sino
en la elinación de las desigualdades que entre
ellas existen. Su reconocimiento constitucional
implica el compromiso del Estado por alcanzar
525

los objetivos de una sociedad más igualitaria
en la cual se espera que, no obstante la escasez
de recursos económicos, aquellos con los que
se cuente sean plenamente utilizados y equita-
tivamente distribuidos para satisfacer las de-
mandas de la población y del desarrollo nacio-
nal.
Para darle efectividad al derecho a la protec-
ción de la salud, la Ley establece las normas
básicas de integración y funcionamiento del
Sistema Nacional de Salud, como el mecanis-
mo por excelencia que corresponsabilice a to-
dos los sectores sociales en el cumplimiento del
mencionado derecho.
Asimismo, el Sistema Nacional de Salud
constituye, en el ámbito de los servicios de
salud, la decisión del Estado por conducir el
desarrollo del país a través de la planeación
democrática. En efecto, como resultado de la
reforma al artículo 26 de la Constitución Polí-
tica de los Estados Unidos Mexicanos, que
instituyó el Sistema de Planeación Democráti-
ca del Desarrollo Nacional, el Estado Mexica-
no ha adoptado, entre otras, una serie de medi-
das políticas, económicas y legislativas que tie-
nen como propósito empujar el desarrollo del
país en todos sus ór~nes mediante acciones
sistemáticamente diseñadas que respondan a
las necesidades reales de México.
Dentro de los esfuerzos legislativos que en
materia de planeación se han emprendido des-
taca de manera importante la Ley de Planea-
ción publicada el 5 de enero de 1983. Uno de
los propósitos de esta leyes el de establecer las
normas y principios básicos conforme. a los
cuales se llevará al cabo la planeación nacio-
nal de desarrollo y encausar, en función de
ésta, las actividades de la administración públi-
ca federal. Asimismo, esta ley da al Plan Nacio-
nal de Desarrollo el carácter de instrumento
básico para la ordenación racional y sistemáti-
ca de las acciones que con base en el ejercicio de
las atribuciones del Ejecutivo Federal en mate-
ria de regulación y promoción de la actividad
económica, social, política y cultural, tienen
como propósito un desarrollo nacional equili-
brado. En cumplimiento de la referida Ley, el
Gobierno Federal expidió el 30 de mayo de
1983, el Plan Nacional de Desarrollo en el que
en materia de salud se establecieron los propó-
sitos y estrategias fundamentales para dar efec-
526
González Fernández J A y Díaz Alfaro S
tividad al derecho a la protección de la salud.
Entre estas estrategias se previene la integra-
ción y consolidación del Sistema Nacional de
Salud.
La Ley General de Salud establece que el
Sistema Nacional de Salud se integra por de-
pendencias y entidades de la administración
pública, tanto federal como local, y por las
personas físicas y morales de los sectores social
y privado que presten servicios de salud, así
como por los mecanismos de coordinación de
acciones. Como puede advertirse, se contem-
pla la integración de todo tipo de servicios de
salud para responder a uno de los objetivos
fundamentales del sistema: lograr una verda-
dera racionalización y óptimo funcionamiento
de los mismos, en el marco de una planeación
integral. El mencionado sistema no es un fin,
sino un mecanismo a través del cual la Ley
pretende articular la acción del Estado con los
demás sectores sociales para darle efectividad
al derecho social ya mencionado.
El Sistema Nacional de Salud pretende ase-
gurar la compatibilidad de los programas insti-
tucionales para formular el Programa Secto-
rial de Salud y garantizar la expansión de la
capacidad instalada, del equipamiento y de la
formación de recursos humanos para la salud,
entre otros aspectos.
La Ley, para garantizar el eficaz funciona-
miento del Sistema Nacional de Salud, confiere
al Ejecutivo Federal a través de la Secretaría de
Salubridad y Asistencia, la atribución de coor-
dinar políticas, programas y acciones que en
materia de salud se realicen. En este sentido
corresponde a dicha dependencia propiciar
que las instituciones de salud que atienden a la
población abierta y las de seguridad social,
sumen esfuerzos para la formulación del pro-
grama sectorial aludido, el cual sirva de refe-
rencia y recoja y encauce los planteamientos de
los respectivos programas institucionales. A
través de la integración funcional o programá-
tica de las dependencias y entidades públicas
que prestan servicios de salud, se persigue am-
pliar la cobertura de los servicios a toda la
población y aumentar y unificar la calidad de
los mismos.
Como ya se mencionó en la exposición de
motivos de la reforma constitucional, "la in-
negable vinculación que existe entre el mejora-
SALUD PÚBLICA DE MÉXICO
Análisis de la Ley General de Salud
miento de la salud, el bienestar de la población,
la distribución del ingreso, el empleo, el disfru-
te del tiempo libre, el incremento de la produc-
tividad y de la producción, es uno de los retos a
los que se enfrentan las sociedades que buscan
ser cada vez más igualitarias". A través del
Sistema Nacional de Salud, el Estado pretende
afrontar con decisión este reto.
DESCENTRALlZACJON DE LOS SERVICIOS
DE SALUD
A pesar de que el siglo pasado la materia de
.salubridad general estuvo descentralizada a
las entidades federativas, e incluso a los muni-
cipios, pues fueron los servicios sanitarios los
que se vinculaban naturalmente a la vida de las
comunidades estatales, a partir de 1908 se
inició un proceso centralizador que hizo que la
Federación concentrara buen número de atri-
buciones en esta materia. En efecto, fue en ese
año cuando la Constitución confirió al Con-
greso de la Unión la facultad para legislar en
materia de salubridad general de la República,
sin que el texto constitucional ni el legal distin-
guiera qué aspectos constituían la "Salubridad
General de la República". Los Códigos Sanita-
rios que regularon la salud pública desde aque-
lla fecha no sólo fueron omisos a este respecto,
sino que introdujeron criterios que impedían
hacer un deslinde entre lo que competía a la
Federación y lo que concemía a los Estados.
La tendencia centralizadora de las faculta-
des en materia de salubridad general conges-
tionó a tal grado a los poderes centrales, que se
valvieron menos capaces para atender las cada
vez más serias necesidades sanitarias.
Por lo anterior, no sólo era necesario dete-
ner el creciente fenómeno centralista, sino dic-
tar medidas decisivas que revirtieran el proce-
so. De esta suerte, la descentralización de la
vida nacional constituye la definición política
más importante para avanzar hacia la descen-
tralización y, por ende, hacia el fortalecimiento
del Estado Federal Mexicano. La descentrali-
zación está vinculada a las aspiraciones demo-
cráticas del hombre en tanto supone una fuerza
contraria a la centralización y constituye una
estrategia política tendiente a democratizar la
vida social, a agilizar los procesos económicos
y a lograr mayor eficiencia en la prestación de
los servicios públicos. En sentido estricto, im-
NOVIEMBRE·[)ICIEMBRE 19X4
plica una redistribución de la competencia ad-
ministrativa, comprensiva de la transferencia
de facultades, programas y recursos, tendien-
tes a obtener un desarrollo nacional más equili-
brado. La descentralización de los servicios de
salud se prevee como un proceso sistemático
impulsado por la voluntad política de fomen-
tar la responsabilidad compartida y solidaria
entre el poder federal y los poderes locales y
sujeto, en cuanto a su ritmo, a las necesidades
nacionales y las posibilidades de las entidades
federativas para asumir el control de los servi-
cios destinados a la población de sus respecti-
vas jurisdicciones territoriales. Contempla
también etapas intermedias de delegación y
desconcentración, que generen condiciones fa-
vorables a la descentralización propiamente
dicha y contribuyan a la adopción de actitudes
propicias a los objetivos enunciados.
El proceso descentralizador de los servicios
de salud tiene su fundamento en el texto del
párrafo tercero del artículo 40. constitucional
que establece la concurrencia de la Federación
y de las entidades federativas en materia de
salubridad general, reforzando los principios
democráticos y federalistas contenidos en
otras disposiciones de la misma Constitución.
Por otra parte, el Decreto Presidencial del 30
de agosto de 1983 establece las bases para el
programa de descentralización de los servicios
de salud de la Secretaría de Salubridad y Asis-
tencia y robustece la prestación de los servi-
cios de salud que se otorgan en las entidades
federativas a través de los Servicios Coordina-
dos de Salud Pública en los Estados.
La descentralización de los servicios de sa-
lud es uno de los aspectos más significativos de
la Ley General de Salud, ya que a través del
reparto de competencias que hace en el artículo
13 propicia una efectiva corresponsabilidad
entre la Federación y las entidades federativas.
De acuerdo con la distribución de compe-
tencias que hace dicha ley las materias de
salubridad general se pueden dividir en dos
grandes grupos: aquellas que organiza, opera y
vigila directamente la Federación a través de la
Secretaría de Salubridad y Asistencia, yaque-
llas que organizan, operan, supervisan y eva-
lúan los gobiernos de las entidades federativas,
de conformidad con las normas técnicas que
expida la Secretaría de Salubridad y Asisten-
527

cia. Las primeras son, por su naturaleza, de la
competencia exclusiva de la Federación, la
cual puede coordinarse con las entidades fede-
rativas para su operación y vigilancia; pues de
acuerdo con la Fracción X del Artículo 115
constitucional aquélla puede convenir con los
estados la asunción, por parte de éstos, del
ejercicio de sus funciones. Las segundas son de
competencia concurrente, ya que respecto de
las mismas la Federación, a través de la
Secretaría de Salubridad y Asistencia, dicta las
normas técnicas y los gobiernos de las entida-
des federativas operan los servicios.
Hay que hacer notar que la sola mención de
la distribución de competencias entre la Fede-
ración y las entidades federativas en materia de
salubridad general lleva a la conclusión de que
existen otras materias que son del ámbito de la
salubridad local, tales como el control sanita-
rio de mercados, rastros e ingeniería sanitaria.
La salubridad local no la regula la Ley General
de Salud, pues corresponde a las legislaturas
locales regularla.
Por otra parte, la competencia para legislar
en materia de salubridad general, cuya regula-
ción se contiene en la Ley General de Salud,
corresponde al Congreso de la Unión; aunque
respecto de las materias de salubridad general
concurrentes las legislaturas locales también
pueden, en lo que a su ámbito concierne, legis-
lar sobre ellas.
La Ley establece las bases para el desarrollo
del proceso de descentralización de los servi-
cios de salud y prevee también los mecanismos
a través de los cuales se pondrá en marcha los
acuerdos de coordinación que se suscriban en-
tre la Federación y las entidades federativas en
el marco del Convenio Unico de Desarrollo.
Las modalidades específicas se establecerán,
en cada caso, en estos intrumentos; los que se
irán adecuando oportunamente de conformi-
dad con los resultados de la práctica del ejerci-
cio coordinado de acciones en materia de salu-
bridad general.
Conviene enfatizar que a través de la concu-
rrencia en materia de salubridad general se
impulsa, de manera destacada, la descentrali-
zación de la vida nacional. En efecto, las enti-
dades federativas tendrán importante partici-
pación en la salubridad general especialmente
en el control sanitario de innumerables estable-
528
González Fernández J A Y Díaz Alfaro S
cimientos y giros comerciales, lo que por un
lado les representará ingresos adicionales por
los servicios de autorización que presten, y por
otro se les corresponsabilizará en el efectivo
control y prestación de los servicios.
PRESTACION DE LOS SERVICIOS DE SALUD
La prestación de los servicios de salud se
regula por primera vez en un ordenamiento
legal. Al efecto, es pertinente destacar que que-
dan sujetos a la regulación de la Ley todos los
servicios de salud que se proporcionan en el
país, cualquiera que sea el carácter de los pres-
tadores, sin perjuicio de los ordenamientos le-
gales quer rigen la organización y funciona-
miento de las instituciones de salud respec-
tivas.
Por lo que a las modalidades de acceso se
refiere, la Ley establece previsiones y princi-
pios generales que deberán regir la prestación
de los servicios. Destacan el efecto los princi-
pios de universidad y gratuidad fundados en
las condiciones económicas de los usuarios.
Estos criterios confirman el carácter social del
derecho a la protección de la salud, pues bus-
can que quienes carezcan de recursos econó-
micos tengan mejores posibilidades de acceder
a los servicios de salud.
Como se mencionó, las condiciones que pro-
picien mejores posibilidades de salud concier-
nen a todos los miembros de la sociedad, por
ello es que la Ley considera a los usuarios de los
servicios de salud sujetos activos en la operación
de los mismos y previene, además, la participa-
ción de la comunidad a través de diversas mo-
dalidades que, con carácter ejemplificativo, se
enuncian.
Para delimitar el contenido concreto del de-
recho a la protección de la salud la Ley enume-
ra los que se consideran servicios básicos de
salud, es decir, aquellos que resultan impres-
cindibles para hacer efectiva la garantía social
consagrada constitucionalmente. Estos servi-
cios básicos comprenden, entre otras activida-
des, las de atención médica, salud pública, asis-
tencia social y disponibilidad de medicamentos
y otros insumas esenciales para la salud.
Estrechamente vinculados a los servicios bá-
sicos de salud y a la necesidad de racionalizar la
SALUD PÚBLICA DE MÉXI('O
Análisis de la Ley General de Salud
utilización de los recursos disponibles en bene-
ficio de toda la población, la Ley instituye el
Cuadro Básico de Insumos del Sector Salud y
faculta a la Secretaría de Salubridad y Asisten-
cia para determinar la lista de medicamentos
esenciales respecto de los cuales el poder públi-
co adoptará medidas en materia de abasteci-
miento y precios. Si bien el referido Cuadro
Básico había sido instituido mediante acuerdo
presidencial, publicado en el Diario Oficial de
la Federación del9 de junio de 1983, al consa-
grarse en la Ley se reitera su obligatoriedad
incluyéndose una base jurídica que permitirá
garantizar su cumplimiento.
El fundamento legal para garantizar el dere-
cho a la protección de la salud se completa con
el tratamiento especial de las acciones que se
consideran prioritarias en materia de salud.
Estas son las que se refieren a la atención ma-
terno infantil, la planificación familiar y la
salud mental. Se distinguen y califican estos
aspectos teniendo en cuenta esencialmente la
realidad nacional y los problemas en los que es
necesario concentrar esfuerzos para aspirar a
un desarrollo nacional más equilibrado.
Resulta importante mencionar que con el
propósito de ofrecer mayores elementos para
que los usuarios de los servicios de salud dis-
fruten efectivamente de los mismos, la Ley
establece que las autoridades sanitarias com-
petentes definirán procedimientos de orienta-
ción y asesoría a los usuarios, así como meca-
nismos que les permitan hacer valer sus quejas,
reclamaciones y sugerencias respecto a la pres-
tación de los servicios de salud.
ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS A LA
PRESTACION DE SERVICIOS DE SALUD
La Ley aborda lo que podría llamarse accio-
nes complementarias de carácter general, tales
corno la formación de recursos humanos para
la salud y la información e investigación para
la salud.
La falta de vinculación que ha existido entre
las instituciones de salud empleadoras de los
profesionales de la salud y las instituciones que
los forman, ha generado graves problemas que
han preocupado a las autoridades involucra-
das. Desempleo, deficiente distribución de re-
cursos humanos y ausencia de un perfil profe-
NOVIEMBRE·[)ICIEMBRE 19X4
sional adecuado son, entre otros, los proble-
mas más destacados a este respecto. Por ello,
en materia de recursos humanos para la salud
destaca el establecimiento de bases para la co-
ordinación eficaz entre las instituciones educa-
tivas y las de salud, las que de acuerdo con las
atribuciones que les confiere la Ley Orgánica
de la Administración Pública Federal, concu-
rren en la formación, capacitación yactualiza-
ción del personal. En el caso de las institucio-
nes de educación superior, autónomas por
Ley, la Ley General de Salud respeta la auto-
nomía universitaria que consagra la fracción
VIII del artículo 30. constitucional.
Por lo que concierne al régimen jurídico del
ejercicio profesional de las disciplinas relacio-
nadas con la salud, la Ley, al igual que el
Código Sanitario de los Estados Unidos Mexi-
canos, remite a las disposiciones constitucio-
nales y legales aplicables entre las que destacan
el artículo 50. constitucional y su Ley Regla-
mentaria.
Por otra parte, la Ley, en materia de registro
profesional, pretende corregir una deficiencia
de carácter administrativo que ha propiciado
desperdicio de recursos y ha tenido escasa utili-
dad. Se trata del registro de títulos, diplomas y
certificados que hasta la fecha viene realizando
la Secretaría de Salubridad y Asistencia, con
independencia del que llevan a cabo las autori-
dades educativas en su ámbito de competencia.
Siguiendo los criterios de simplificación de trá-
mites administrativos, inscritos en el proceso
de modernización administrativa que el actual
régimen de gobierno lleva al cabo, la Ley elimi-
na el registro que la Secretaría de Salubridad y
Asistencia viene haciendo de los documentos
académicos mencionados para que sólo sean
las autoridades educativas las que lo realicen.
Al efecto, se establecen los mecanismos de co-
ordinación necesarios para que el flujo de in-
formación entre estas últimas autoridades y las
sanitarias facilite el control del ejercicio profe-
sional.
Al igual que en el caso de la formación de
recursos humanos para la salud la investiga-
ción que en esta materia se realice en las institu-
ciones educativas debe, en el concierto del Sis-
tema Nacional de Salud, vincularse estrecha-
mente con los programas prioritarios que al
efecto las instituciones de salud lleven a cabo.
529

Es importante mencionar que la Ley Gene-
ral de Salud, tomando en cuenta lo que dispone
la fracción VIII del artículo 38 de la Ley Orgá-
nica de la Administración Pública Federal, que
confiere a la Secretaría de Educación Pública
la facultad para orientar en coordinación con
otras dependencias del Gobierno Federal yen-
tidades competentes el desarrollo de la investi-
gación científica y tecnológíca, precísa las
competencias de la mencionada dependencia y
de la Secretaría de Salubridad y Asistencia,
tratándose de investigación para la salud. En
efecto, la Ley General de Salud dispone que "la
Secretaría de Educación Pública, en coordina-
ción con la Secretaría de Salubridad y Asisten-
cia y con la participación que corresponda al
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología,
orientará el desarrollo de la investigación cien-
tífica y tecnológica destinada a la salud".
En materia de investigación destaca también
la creación de las comisiones de investigación,
de ética, para el caso en que la investigación se
realice en seres humanos, y la de bioseguridad.
Estas comisiones son de nueva incorporación
en el ordenamiento legal, pues el Código Sani-
tario no contempla ninguna previsión al res-
pecto. Por lo que se refiere particularmente a la
investigación en seres humanos, la Ley estable-
ce los derechos mínimos del paciente sujeto a
investigación tendientes a garantizar su inte-
gridad física y moral, así como la responsabili-
dad de los profesionales que la realizan.
La información para la salud representa un
elemento imprescindible para planear sólida-
mente una política nacional de salud, por lo
que la Ley le da particular relevancia al ubicar-
la en un título exclusivo (el sexto).
Si bien la Ley de Información Estadística y
Geográfica confiere a la Secretaría de Progra-
mación y Presupuesto atribuciones para orga-
nizar y coordinar los Sistemas Nacionales Es-
tadísticos y de Información Geográfica, la Ley
General de Salud, sin descuidar lo que dispone
aquella ley, facultad a la Secretaría de Salubri-
dad y Asistencia para integrar conforme a los
criterios que fije la Secretaría de Programación
y Presupuesto la ínformación en salud y con-
formar el Sistema Nacional de Información en
Salud. Desde luego, la información que capte
la primera de las citadas dependencias deberá
ser concentrada en la Secretaría de programa-
530
González Fernández J A Y Diuz Alfare S
ción y Presupuesto, a fin de que se incorpore al
Sistema Nacional Estadístico. De esta suerte la
Ley General de Salud actualiza disposiciones
rezagadas del Código Sanitario y precisa las
competencias de las mencionadas Secretarías
de Estado.
PROMOCION DE LA SALUD
Las acciones que el Estado está obligado a
emprender para garantizar la salud de la po-
blación no sólo deben estar orientadas a curar
las enfermedades, sino a crear actitudes y con-
ductas que eviten la generación de las mismas.
Por ello la Ley da a la promoción de la salud un
lugar relevante, pues las disposiciones que al
efecto incorpora tienen por objeto, como ex-
presamente lo señala, "crear, conservar y me-
jorar las condiciones deseables de salud para
toda la población y propiciar en el individuo
las actitudes, valores y conductas adecuadas
para motivar su participación en beneficio de
la salud individual y colectiva".
La educación para la salud, la nutrición, el
control de los efectos nocivos del ambiente en
la salud y la salud ocupacional, son los cuatro
grandes campos que la Ley define para avanzar
hacia el objetivo mencionado. A través de la
educación para la salud se pretende fomentar
en la población actitudes y conductas que la
preserven de las enfermedades y la hagan partí-
cipe en la creación de mejores condiciones de
salud. En virtud de que en los términos de la
Ley Orgánica de la Administración Pública
Federal corresponde a la Secretaría de Educa-
ción Pública organizar y regular la enseñanza,
la Ley General de Salud dispone la coordina-
ción entre esta dependencia y la Secretaría de
Salubridad y Asistencia, así como con las enti-
dades federativas, para desarrollar programas
de educación para la salud. En materia de nu-
trición también la Ley establece la concurren-
cia de la Secretaría de Salubridad y Asistencia
y de las entidades federativas para desarrollar
los correspondientes programas.
Es importante destacar que el Gobierno Fe-
deral ha emprendido vigorosas medidas ten-
dientes a afrontar los graves problemas deriva-
dos de la desnutrición. La Comisión Nacíonal
de la Alimentación, como órgano de coordina-
ción y definición de políticas, estrategias yac-
SALUD PÚBLICA DE MÉXICO
Análisis de la Ley General de Salud
ciones en materia de alimentación y nutrición,
creada por acuerdo presidencial publicado en
el Diario Oficial de la Federación de fecha 17
de octubre de 1983, representa una importante
medida para avanzar en este sentido. En lo
interno, la Secretaría de Salubridad y Asisten-
cia ha creado el 9 de noviembre de 1983 el
Comité de Nutrición como órgano de estudio,
integración y coordinación en esta materia,
con la finalidad de apoyar la eficaz participa-
ción de dicha dependencia en la Comisión Na-
cional de la Alimentación. Para darle mayor
efectividad a la competencia de la Secretaría de
Salubridad y Asistencia en las acciones relacio-
nadas con la nutrición, la Ley General de Salud
faculta a la Secretaría de Salubridad y Asisten-
cia para participar permanentemente en los
programas de alimentación del Gobierno Fe-
deral.
El control sanitario de los efectos del am-
biente en la salud tiene un cuidadoso desarro-
llo, pues delimita las competencias de las Se-
cretarías de Salubridad y Asistencia y de Des-
arrollo Urbano y Ecología en los términos de
las reformas a la Ley Orgánica de la Adminis-
tración Pública Federal, publicadas en el Dia-
rio Oficial de la Federación el 29 de diciembre
de 1982. En este sentido, sólo compete a la
autoridad sanitaria establecer las normas y re-
alizar las actividades concernientes a proteger
la salud humana ante los riesgos y daños origi-
nados por las condiciones del ambiente. En
cambio, es competencia de la Secretaría de
Desarrollo Urbano y Ecología la formulación
y conducción de la política de saneamiento
ambiental, coordinándose con la Secretaría de
Salubridad y Asistencia sólo en los casos en
que se afecte la salud humana.
La salud ocupacional es una materia en la
que concurren, de conformidad con la legisla-
ción sanitaria y laboral aplicables, tanto la
Secretaría de Salubridad y Asistencia como la
del Trabajo y Prevención Social. La Ley intro-
duce disposiciones que evitarán en el futuro
dudas al respecto, pues da a la Secretaría de
Salubridad y Asistencia competencia para dic-
tar normas conducentes a proteger la salud de
quienes desempeñan trabajos o actividades co-
merciales, industriales, profesionales O de otra
índole. Cuando esta trabajo, aclara la Ley, esté
regido por el apartado "A" del artículo 123
NOVIEMBRE-DICIEMBRE 19H4
constitucional, la autoridad sanitaria se coor-
dinará con la laboral para la expediciór! de las
referidas normas. De esta suerte, será necesa-
rio idear mecanismos efectivos de coordina-
ción para garantizar la salud de quienes, por
motivos de su trabajo, están expuestos a con-
traer enfermedades.
PREVENCION V CONTROL DE ENFERMEDADES
Y ACCIDENTES
Por lo que concierne al control y prevención
de enfermedades transmisibles y no transmisi-
bles la Ley, con un criterio científico más avan-
zado, reagrupa a las enfermedades transmisi-
bles y precisa los criterios para su prevención y
tratamiento. Por otra parte, recoge en esta ma-
teria varias de las disposiciones contenidas en
el Código Sanitario Federal.
La definición de las competencias de las Se-
cretarías del Trabajo y Previsión Social y de
Salubridad y Asistencia en lo que concierne a
la prevención y control de accidentes también
queda garantizada en la Ley, pues sin perjuicio
de lo que al efecto dispongan lasleyeslaborales y
de seguridad social, se confiere a la Secretaría
de Salubridad y Asistencia la competencia pa-
ra intervenir en la prevención y control de
enfermedades y accidentes.
ASISTENCIA SOCIAL, PREVENCION
DE LA INVALIDEZ Y REHABILlTACION
DE LOS INVALlDOS
La asistencia social es una expresión natural
de solidaridad humana que se manifiesta, pri-
mero, en el seno familiar, y después, en la
sociedad. La asistencia también tiene sus mani-
festaciones en el ámbito del Estado, aunque
tradicionalmente su acción se caracterizó por
una actitud paternalista o caritativa, es decir,
acciones graciosas que no representaban nin-
guna obligación para el Estado.
La concepción paternalista de la asistencia
social ha experimentado en un estado social
de derecho comprometido a aminorar las desi-
gualdades sociales, radicales cambios que han
convertido al poder público por virtud de la
cada vez más rica legislación social, en el prin-
cipal obligado a garantizar prestaciones asis-
tenciales. La Ley General de Salud es una clara
muestra de dicha transformación, pues por pri-
531

mera vez una ley aborda expresamente la mate-
ria asistencial previniendo acciones específi-
cas al respecto y los mecanismos para llevarlas
al cabo. Es verdad que algunos ordenamientos
legales contemplan ciertas disposiciones de
hondo contenido asistencial, pero no tratan a
la asistencia social como materia que merezca
un desarrollo que comprometa al Estado a
emprender medidas que favorezcan a los des-
validos. Tal es el caso del Código Civil para el
Distrito Federal, que contiene una disposición
(artículo 545) que ordena que los incapacita-
dos indigentes que no puedan ser alimentados
y educados, lo serán a costa de las rentas públi-
cas del Distrito Federal. A pesar de ser esta una
previsión que no está encaminada a regular la
asistencia social, el mencionado Código Civil
está imbuido de una filosofia social que, por el
carácter del ordenamiento, resulta poco co-
mún, pues en su exposición de motivos se esgri-
mieron ideas avanzadas que pugnaban por la
igualdad de las condiciones sociales.
La Ley General de Salud, que por su natura-
leza busca alcanzar una sociedad más equitati-
va, define los compromisos del Estado en ma-
teria asistencial, los que se resumen en las acti-
vidades básicas que al efecto deberán
emprenderse para garantizar la protección so-
cial de los menores desamparados, de los se-
nescentes y de quienes padezcan carencias
socioeconómicas.
La prevención de la invalidez y la rehabilita-
ción de los inválidos también han merecido un
tratamiento significativo en la Ley, pues se
pretende garantizar una protección efectiva a
quienes se encuentran, por virtud de alguna
afección fisiológica, somática o psicológica, en
desventaja para lograr su desarrollo integral.
La Ley dispone que la operación, bajo la nor-
ma técnica de la Secretaría de Salubridad y
Asistencia, de los servicios asistenciales y los
relativos a la prevención de la invalidez y reha-
bilitación de los inválidos, estará a cargo de un
organismo dependiente del Gobierno Federal,
a fin de garantizar la efectiva prestación de
dichos servicios y la uniformidad de las accio-
nes que sobre esta materia se lleven al cabo.
Si bien la Ley General de Salud sólo estable-
ce .las normas básicas que habrán de regir la
materia asistencial, como lo expresa la exposi-
ción de motivos formulada por el Ejecutivo
532
González Fernández J A Y Díaz Alfare S
Federal, constituyen el marco de referencia
para la posible expedición de una legislación
especial en esta materia, pues dentro de un
estado social de derecho, acciones como las
asistenciales merecen la mayor atención por
parte del poder público.
ACCION EXTRAORDINARIA EN MATERIA
DE SALUBRIDAD GENERAL
La competencia del Congreso de la Unión
para legislar en materia sanitaria fue introduci-
da en la Constitución de 1908, lo que permitió
centralizar en el Gobierno Federal la acción
sanitaria. La Constitución de 1917 reiteró la
mencionada facultad y adicionó a la fracción
XVI del artículo 73 las cuatro bases que regu-
lan la mencionada acción y el funcionamiento
del Consejo de Salubridad General. La segun-
da de las citadas bases, que constituye el funda-
mento constitucional de la acción extraordi-
naria en materia de salubridad general, señala
que "En caso de epidemias de carácter grave o
peligro de invasión de enfermedades exóticas
en el país, el Departamento de Salubridad ten-
drá obligación de dictar inmediatamente las
medidas preventivas indispensables, a reserva
de ser después sancionadas por el Presidente de
la República". Las epidemias que en aquellos
años azotaban a la población del país fueron la
mejor justificación para dotar de facultades
extraordinarias a la mencionada dependencia
federal, a fin de que le permitiera adoptar y
ejecutar las medidas más indispensables para
hacer frente a las enfermedades que se padecían.
Los códigos sanitarios expedidos durante
la vigencia de la actual Constitución han regu-
lado la acción extraordinaria con base en el
fundamento constitucional indicado. En el ca-
so de la Ley General de Salud, su artículo 101
previene, además de los que venían regulando
los códigos anteriores, un supuesto bajo el cual
procede la acción extraordinaria: el relativo a
situaciones de urgencia o catástrofes que afec-
ten al país. La adición obedece a la necesidad
de que la autoridad sanitaria cuente con facul-
tades suficientes que le permitan adoptar medi-
das urgentes que hagan frente a los problemas
sanitarios originados por situaciones excepcio-
nales.
Cabe advertir que en la ejecución de la ac-
SALUD PÚBLICA DE MÉXICO
Análisis de la Ley General de Salud
ción extraordinaria la autoridad sanitaria debe
cuidar escrupulosamente el respeto de las ga-
rantías individuales y, si la situación que se va a
afrontar es de tal manera delicada y grave que
haga necesaria la suspensión de alguna o algu-
nas de dichas garantías, invariablemente debe-
rá acatarse el artículo 29 Constitucional; es
decir, la suspensión tendrá que hacerse por el
Presidente de la República previo acuerdo de
los titulares de las Secretarías y Departamen-
tos de Estado y de la Procuraduría General de
la República y con aprobación del Congreso de
la Unión y, en recesos de éste, de la Comisión
Permanente.
PROGRAMA CONTRA LAS ADICCIONES
La Ley aborda en un título especial, el déci-
mo primero, lo concerniente a las diversas for-
mas de adicción que afectan seriamente la sa-
lud individual y social y que se derivan del
alcoholismo, el tabaquismo y la farmacode-
pendencia. Por primera vez se trata en forma
sistemática la acción sanitaria contra dichas
adicciones, consideradas como un problema
de salud con características propias. Es de sin-
gular importancia la creación del Consejo Na-
cional Antialcohólico, respecto del cual se pre-
vé se constituya en la instancia que, junto con
el Consejo de Salubridad General y en el marco
del Sistema Nacional de Salud, coadyuve en la
prevención de las adicciones y en el control de
los efectos sociales e individuales que causen.
Como se recordará, el Consejo de Salubridad
General, autoridad sanitaria que depende di-
rectamente del Presidente de la República, tie-
ne facultades constitucionales para dictar me-
didas contra el alcoholismo.
Hay que hacer notar que a pesar de que la
Constitución desde 1917 le otorgó competen-
cia a la Federación para combatir el alcoholis-
mo (Secretaría de Salubridad y Asistencia,
Consejo de Salubridad General) y, con base en
el último párrafo del artículo 117 Constitucio-
nal, a los Estados, no ha habido programas
nacionales que articulen sistemáticamente ac-
ciones contra esta adicción.
CONTROL SANITARIO DE PRODUCTOS
Y SERVICIOS
La Ley General de Salud en su título déci-
NOVIEMBRE-DICIEMBRE 19X4
mo segundo ha recogido una de las materias
que tradicionalmente ha regulado la legisla-
ción sanitaria y que se refiere al control sanita-
rio de productos, servicios y actividades que
tienen relación con la salud humana y que, en
consecuencia, deben estar sujetos a la acción
permanente de la autoridad sanitaria. En ma-
teria de control sanitario de alimentos, bebidas
medicamentos y otros productos vinculados a
la salud, la Ley reordena y sistematiza las dis-
posiciones relativas contenidas en el Código
Sanitario. Asimismo, se procura no sólo no
aumentar el número de requisitos y controles
sino sistematizarlos de manera tal que se facili-
te su cumplimiento, tanto por los particulares
como por la autoridad sanitaria.
El control sanitario de los productos y servi-
cios a que se refiere la Ley se reserva exclusiva-
mente a la Federación, a través de la Secretaría
de Salubridad y Asistencia. Una innovación
fundamental que es excepción a lo antes mani-
festado, consiste en descentralizar a los esta-
dos el control sanitario de establecimientos
que expendan o suministren al público alimen-
tos y bebidas no alcohólicas y alcohólicas. La
nueva disposición que al respecto establece la
Ley permitirá un control sanitario efectivo de
dichos establecimientos, pues el ejercicio de la
facultad que al respecto se había reservado a la
Federación era materialmente imposible, toda
vez que el elevado número de los mismos y su
dispersión en todo el territorio nacional repre-
sentaban los principales factores que imposibi-
litaban dicho ejercicio.
Uno de los aspectos sobresalientes en mate-
ria de control de bebidas alcohólicas es el rela-
tivo a la leyenda que deberán ostentar los enva-
ses de dichas bebidas: "el abuso de este produc-
to es nocivo para la salud". Es indudable que
este imperativo legal está inspirado en el pro-
pósito del poder público para coadyuvar a que
la población tome conciencia de los graves
peligros que para la salud implica el abuso en el
consumo de tales bebidas. Asimismo, está fun-
dado en estudios científicos que han demostra-
do los estragos que el alcohol causa al organis-
mo humano.
Acciones similares establece la Ley respecto
al control sanitario del tabaco, en relación con
el cual se le confiere a la autoridad sanitaria
facultades que le permitirán coadyuvar de rna-
533

nera importante en el combate contra el taba-
quismo.
Por lo que concieroe al control sanitario de
la publicidad de productos, servicios y activi-
dades vinculadas con la salud, regulando en el
título décimo tercero de la Ley, a pesar de
que no es un aspecto novedoso de ésta, pues
tradicionalmente los códigos sanitarios, aun-
que de manera dispersa, lo han venido regulan-
do, sí se avanza en la uniformidad y sistemati-
zación de los criterios y principios que al efecto
son aplicables, facilitando a la autoridad sani-
taria y a los particulares la correcta observan-
cia de los mismos. Resalta la preocupación de
la Ley por tutelar, con el control sanitario de la
publicidad, valores sociales e individuales co-
mo son la propia salud y la igualdad de las
personas (artículos 306 y 307).
Ca be hacer notar que actualmente no existe
un ordenamiento que agrupe íntegramente las
disposiciones relativas a la publicidad, pues
éstas se encuentran dispersas en leyes y regla-
mentos de muy variada naturaleza, tales como
la Ley Federal de la Radio y la Televisión, la
Ley Federal de Protección al Consumidor, el
propio Código Sanitario y el Reglamento de
Publicidad para Alimentos, Bebidas y Medica-
mentos.
En lo relativo a la disposición de órganos,
tejidos y cadáveres de seres humanos, la Ley
sujeta a estas actividades a un estricto control
sanitario, sobreguardando los intereses de los
disponentes primarios y secundarios, concep-
tos éstos que son una innovación en la Ley.
Para certificar científicamente la pérdida de la
vida, la Ley recogió los avances que la ciencia
ha aportado al respecto, a fin de garantizar que
los trasplantes de órganos y tejidos se realicen
con apego a los criterios científicos a que alu-
den los artículos 317 y 318.
PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS
Es importante destacar también el trata-
miento que la Ley hace de los aspectos relati-
vos a los procedimientos y punitivos de la acti-
vidad sanitaria, es decir, lo concerniente a las
a las autorizaciones y certificados, vigilancia
sanitaria, medidas de seguridad, sanciones y
delitos. Las autorizaciones y certificados re-
presentan los actos administrativos por exce-
534
González Fernández J A Y Díaz Alfaro S
lencia mediante los cuales la autoridad sanita-
ria, previo el cumplimiento de los requisitos
administrativos correspondientes, remueve un
obstáculo de carácter formal para que los par-
ticulares realicen una serie de actividades que
inciden en la salud humana y que son legítimas.
La Ley racionaliza, respecto del Código Sani-
tario que se deroga, el régimen legal de las
autorizaciones y certificados, pues establece en
disposiciones específicas las hipótesis bajo las
cuales procede el otorgamiento de licencias,
permisos y registros sanitarios, ofreciendo a
los particulares más facilidades para cumplir
mejor con los requisitos sanitarios que en cada
caso deben observar.
La Ley ha cambiado el concepto de cancela-
ción de autorizaciones sanitarias por el de re-
novación, concepto éste último que se acerca
más a la teoría que del acto administrativo se
ha producido. Esta es una de las materias en las
que la Ley hace aportaciones relevantes en lo
que a la simplificación de procedimientos ad-
ministrativos se refiere, pues allana el procedi-
miento que al efecto debe observarse y salva-
guarda las garantías constitucionales de
audiencia y de legalidad que todo procedi-
miento debe acatar.
Considerando que la vigilancia sanitaria tra-
dicionalmente ha significado un acto de moles-
tia para los particulares, la Ley también ha
cuidado que aquélla se ciña a las garantías
antes aludidas y los particulares tengan mayor
participación en las visitas de inspección sani-
taria. Por otro lado, la Ley también hace rele-
vantes aportaciones en los siguientes aspectos:
las sanciones administrativas se adecúan a los
nuevos puestos que contempla la ley y, en
materia de multas, se recoge el criterio de la
moderna técnica legislativa de sustituir sumas
fijas por cálculos con base al salario mínimo
general diario. Con relación a los procedimien-
tos para aplicar medidas de seguridad y sancio-
nes, se sujeta su definición, observancia e ins-
trucción a principios jurídicos y administrati-
vos de carácter general.
En materia de recursos administrativos se
aplican los criterios de simplificación y moder-
nización, reduciéndolos a un sólo recurso. Los
supuestos de delitos se adecúan a la regulación
de las materias de salubridad general y las
multas correspondientes se definen tomando
SALUD PÚBLICA DE MÉXICO
Análisis de la Ley General de Salud
como base los mismos principios aplicados en
el caso de sanciones administrativas. Ca be ad-
vertir que los tipos delictivos previstos en la
Ley no riñen en ninguna forma con los delitos
previstos en el Código Penal vigente.
Es pertinente hacer mención específica a los
principios jurídicos y administrativos a que
alude el párrafo anterior respecto de la defini-
ción, observancia e introducción de los proce-
dimientos que la Ley General de Salud estable-
ce. Dichos principios son los siguientes: legali-
dad, imparcialidad, eficacia, economía,
probidad, participación, publicidad, coordina-
ción, eficiencia, jerarquía y buena fe. Como se
aprecia, la Ley no sólo cuidó que los procedi-
mientos administrativos se ciñeran a principios
estrictamente jurídicos, como el de legalidad,
sino que atendió a criterios de equidad como lo
es el de imparcialidad, a reglas concernientes al
buen desempeño de los servidores públicos co-
mo son los principios de eficacia, probidad,
eficiencia y buena fe; a normas de administra-
ción de justicia como el principio de economía,
a criterios democráticos como el principio de
participación, y a normas que tienden a racio-
nalizar la administración pública como son los
principios de coordinación y de jerarquía. La
innovación que a este respecto hace la Ley
contribuirá, entre otras cosas, a que la admi-
nistración sanitaria se ajuste a principios eleva-
dos al rango de Ley que permitan dar al dere-
cho a la protección de la salud una efectividad
creciente.
Como ya también se señaló, los recursos
administrativos se simplifican y se reducen a
uno sólo. En efecto, el Código Sanitario de los
Estados Unidos Mexicanos de 1973 regulaba
tres recursos: el de inconformidad. el de revi-
sión yel de reconsideración. El primero procedía
en contra de resoluciones que imponían san-
ciones administrativas por la comisión de una
o varias faltas o con motivo de la aplicación de
medidas de seguridad; el segundo; decía el Có-
digo Sanitario, procedía en "los demás casos".
Cuando el segundo de los recursos menciona-
dos se hacía valer en contra de resoluciones
dictadas en única instancia por el Titular de la
Secretaría, el recurso se denominaba de recon-
sideración.
Como puede advertirse, el Código Sanitario
obligaba a que los particulares plantearan sus
NOVIEMBRE·DIClEMBRE 19.4
recursos administrativos con toda precisión, so
pena de perderlos, complicando al mismo
tiempo el curso del trámite de los mismos. En
cambio, la Ley General de Salud reguló sola-
mente un recurso, el de inconformidad, alla-
nando el trámite correspondiente; permitiendo
con ello una mejor justicia administrativa. Las
reglas a las que la Ley sujeta el trámite de dicho
recurso se apegan y son congruentes con los
principios ya aludidos. Por último, en los artí-
culos transitorios de la Ley, se previene la dero-
gación del Código Sanitario de 1973; es decir,
'quedan derogadas las disposiciones que con-
forme a la Ley General de Salud son materia de
salubridad general y sólo continuarán en vigor,
en tanto se expidan las leyes locales de salud
correspondientes, aquellos artículos del Códi-
go Sanitario que regulan materias que confor-
me a la nueva Le.y son materias de salubridad
local. La anterior previsión es particularmente
importante en virtud de que evita un vacío
legal que necesariamente se produciría si so
abrogara inmediatamente dicho Código Sani-
tario. Significa que este ordenamiento en lo
futuro sí quedaría abrogado, es decir, la abro-
gación se perfeccionaría en el momento en que
se expidan todas las leyes locales de salud.
Para evitar dudas como hasta ahora se han
generado sobre la aplicación de ciertos ordena-
mientos sanitarios, en los transitorios de la Ley
también se dispone la abrogación expresa de la
Ley de Coordinación y Cooperación de Servi-
cios Sanitarios en la República, publicada el25
de agosto de 1934, así como otros ordenamien-
tos de dudosa vigencia.
Conviene reiterar que tanto la reforma cons-
titucional que consagró la garantía social del
derecho a la protección de la salud, como la
nueva Ley General de Salud, constituyen la
piedra angular sobre la cual se edificará la
moderna legislación sanitaria.
Las nuevas y crecientes necesidades del pue-
blo de México en materia de servicios de salud,
exigían ya una actitud clara y firme del poder
público. Por ello, la referida garantía social y la
nueva Ley General de Salud constituyen una
respuesta a dicha exigencia, pues el Estado, el
estado social de derecho, no podría emprender
ninguna acción en esta materia so pena de caer
en la incertidumbre y aún en la demagogia, sin
contar con el sustento constitucional y legal
535

que afiance y encauce sus programas de salud.
Sin embargo, para perfeccionar la nueva le-
gislación de salud será apremiante, en el ámbi-
to federal, expedir los reglamentos correspon-
dientes que ayuden a la completa observancia
de la Ley. En esta tarea el Ejecutivo Federal
deberá hacer un gran esfuerzo por racionalizar
la reglamentación de salud y ofrecer a los go-
bernados los instrumentos administrativos que
les permitan cumplir los requisitos que de
acuerdo con sus actividades les corresponde
cumplir. Por otra parte, es importante señalar
que en la reglamentación federal que se haga
deberán observarse principios básicos de técni-
ca legislativa, tales como los siguientes:
1. Usar la abrogación de ordenamientos
preferentemente a la derogación, cuando la
cesación de vigencia abarque extensamente a
los mismos;
11. Respetar el principio de reserva de la Ley
a efecto de que los ordenamientos reglamenta-
rios no invadan la esfera que corresponda a las
leyes;
111. Observar los principios de coordina-
ción y congruencia legislativas, correlacionan-
González Fernández J A YDiaz Alraro S: Analysis o/rAe General Law About HeaJth. Salud Pública
Méx. 26: 524-5!6,
Summary: The most important poims ofthe General Law
Abaut Health, with special emphasis 00 integral pro-
tection Ior all the individuals, is carefully analyzed. The
General Law About Health is founded on, and enhances
the concept that health is the physical, mental and social
536
González Fernández J A Y Díaz Alfara S
do los proyectos con los ordenamientos en
vigor con el propósito de prevenir conflictos de
aplicación;
IV. Su redacción deberá ser clara, sencilla y
breve;
V. Deberán preferirse los términos técnicos
precisos, unívocos, a los generales y múltiples.
Finalmente y para lograr la completa inte-
gración y consolidación del Sistema Nacional
de Salud, se requerirá que las entidades federa-
tivas realicen reformas constitucionales con el
propósito de incorporar en sus respectivas
constituciones la nueva garantía social y dar
pie a la expedición de leyes estatales de salud,
reglamentos sanitarios, bandos de policía y
buen gobierno en materia de salud y otras
disposiciones administrativas que completen
la legislación sanitaria local. Asimismo y para
ensanchar las posibilidades de la descentraliza-
ción de los servicios de salud, será necesario
que el Ejecutivo Federal y las entidades federa-
tivas celebren los correspondientes acuerdos
de coordinación sobre las materias que la pro-
pia Ley General de Salud autoriza.
t 984.
wellbeing, which promotes the integral development 01"
(he individual and society; thus, health is not only a
biological value, bUI a social and cultural good as well; and
the State, society and the individual must obtain it,
through the adequate, fruitful actions.
SALUD PÚBLICA DE MÉXICO