Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DEFINICIÓN
“Conjunto de principios y técnicas que permiten expresarnos con claridad,
facilidad y sin temores ante un público, con la intención de transmitir un
determinado mensaje”
CLASIFICACIÓN DE LA ORATORIA
b) Enseñar
Comprende la acción de transmitir conocimientos a través de la palabra
hablada, de manera formal (en centros de enseñanza) o informal (en el
hogar, la calle, etc.)
c) Conmover
Comprende el provocar, por medio de la palabra, determinados
sentimientos, pasiones y emociones en el espíritu de las personas.
d) Agradar
Es crear belleza con la palabra hablada, producir en el alma ajena un
sentimiento de placer con fines determinados.
LA PERSONALIDAD DEL ORADOR
La confianza y seguridad personal del
orador es un estado psicológico producto de
su competencia, conocimientos y
habilidades, lo que le permite enfrentarse a
situaciones adversas y salir airoso de ellas.
EL MIEDO ORATORIO
El gran enemigo del orador es el miedo al
público, que paraliza la lengua, seca la boca y
la garganta y produce transpiración, engendra
movimientos torpes, traba la voz y nubla la mente. El origen suele estar en la falta
de confianza y seguridad personal o de preparación académica.
Para conseguir esa actitud mental, es preciso motivarse a uno mismo con
palabras positivas y reconfortantes. Esas palabras, repetidas y asumidas, nos
harán convencernos de que todo es posible. Lo único que necesitamos es
decisión, valor y perseverancia.
2. La respiración
Para la oratoria, una respiración diafragmática es la más aconsejada, ya
que permite inspirar más aire y utilizar el diafragma al momento de hablar.
Este tipo de respiración permite hablar con claridad y facilidad, sin peligro
de quedar afónico.
3. La articulación y la fonación
La articulación es la pronunciación clara y distinta de las palabras. La mala
pronunciación de consonantes o vocales, o una pronunciación a medias,
dan como resultado una mala expresión oral.
4. La impostación de la voz
Impostar la voz significa fijar la voz en las cuerdas vocales para emitir el
sonido sin vacilación ni temblor. Es hablar sin esfuerzo y con naturalidad. La
impostación de la voz suele estar a cargo de médicos foniatras, profesores
de canto y otros especialistas.
OTRAS CARACTERÍSTICAS DE LA ELOCUENCIA
1.- La velocidad
Es la rapidez del discurso y varía según la personalidad del orador, las
emociones o ideas que expresa, etc. Se recomienda que al dirigirse a un
público numeroso la velocidad sea menor que si nos dirigimos a un público
pequeño.
También al exponer razonamientos difíciles, debe ser lenta, mientras que las
ideas sencillas se pueden transmitir con mayor rapidez.
1.- El público
Es una reunión de personas que participan de una misma afición, aunque
conservan su propia personalidad y su espíritu crítico, y que concurren a un
determinado lugar para asistir a una conferencia, un espectáculo, etc.
El público puede variar en el número de integrantes y en su actitud psicológica,
ya que podemos encontrarnos con personas remisas, indiferentes, contrarias,
escépticas, etc.
1º Cualidades físicas.
Tienen que ver con la apariencia personal. Esto no significa que el orador deba
ser una persona hermosa sino que debe cumplir con una serie de pautas para
resaltar su personalidad y que constituya una estética armoniosa ante de los
demás. Para ello debe cuidar el aseo personal y el vestido, mantener una
actitud mental positiva y gozar de buena salud física y psíquica.
2º Cualidades intelectuales.
Están relacionadas con la facultad para conocer, comprender y razonar. Estas
cualidades son: la memoria, la imaginación, la sensibilidad y la iniciativa.
3º Cualidades morales.
Son el conjunto de normas de comportamiento que debe cumplir el orador para
que exista una conexión entre lo que predica y lo que hace. Algunas de estas
cualidades son: la honradez, la puntualidad, la sinceridad, la congruencia y la
lealtad.
TÉCNICAS CORRECTAS DE PRESENTACIÓN EN PÚBLICO
Uno de los problemas con los que se suele enfrentar el orador es el saber cómo
desplazarse hasta el escenario, dónde ubicarse, cómo empezar y cómo concluir
su exposición. A continuación daremos unas pautas a seguir en cada uno de estos
momentos:
1º Tránsito inicial.-
Es el que se recorre desde su ubicación inicial hasta situarse en el escenario.
En el momento de ser anunciado, debemos levantarnos de nuestro asiento y
caminar con naturalidad hacia el escenario, con el cuerpo erguido y una
sonrisa agradable, demostrando confianza y seguridad personal. Las miradas
estarán fijas en nosotros pero no debemos bajar la mirada y debemos
repetirnos palabras de ánimo que activen nuestra mentalidad positiva.
2º Ubicación en el escenario.-
El lugar correcto para situarnos en el escenario es el centro de éste, a no ser
que haya alguien a espaldas del orador. En ese caso nos situaremos a un
costado de forma que no demos la espalda a nadie.
Si hay instalado un atril, nos situaremos detrás de él y con las manos sobre la
parte superior. Si hay un pedestal con micrófono, detrás de él, con el micrófono
a la altura de los labios, a dos dedos de distancia, con el cuerpo erguido y sin
sujetarlo.
Si existe una pizarra o pantalla, la ubicación será al lado izquierdo de ésta,
teniendo cuidado de no dar la espalda al público.
3º Esperar el silencio.-
No debemos comenzar la intervención hasta que no se produzca el silencio
absoluto. Una vez se produce, esperar entre tres y cinco segundos y
comenzar. Estos segundos nos servirán además para observar a nuestro
público y tratar de detectar cuál es su actitud hacia nosotros.
4º Saludo.-
Consta de dos partes: identificación y complementación. En la primera parte
del saludo se identifica a las personas presentes y se les nombra por su grado
si es necesario (siguiendo un orden jerárquico). En la complementación se
añade “buenos días”, “buenas tardes” o “buenas noches”.
Si son muchas las personas que asisten, haremos un solo saludo general.
A continuación es bueno añadir unas palabras de agrado o reconocimiento al
público en general (Ej.: es para mí un honor dirigirme a ustedes…)
5º Discurso.-
Para la elaboración del discurso, debemos tener en cuenta lo siguiente:
El tiempo asignado; no son recomendables los discursos largos.
El público al que va dirigido, para adoptar un léxico que se adapte a su nivel
cultural.
Practicarlo previamente ante amigos o familiares.
Usar anécdotas, comparaciones, humor,…
La acción oratoria está integrada por las expresiones gestual, manual y corporal.
Todas ellas constituyen lo que llamamos “comunicación no verbal”.
En este tema el autor nos habla que todos los hombres tenemos en mayor o
menor grado la facultad de persuadir, y sin embargo, no todos somos elocuentes.
Se llama elocuente a la persona que al hablar tiene la facultad de deleitar y
persuadir usando la palabra elegante, eficaz y persuasiva. Indudablemente hay
personas que nacieron con el don, pero no lograron desarrollarlo porque les faltó
cultivar esa cualidad al estudiar las reglas de oratoria. No es un buen orador el que
teniendo dotes naturales maravillosas no sabe aplicar las reglas de oratoria, son
buenas esas dotes pero perfeccionadas con el estudio de la retórica son mejores.
Un buen orador es el hombre naturalmente elocuente que ha perfeccionado esas
dotes con el estudio y el ejercicio. Es conveniente tratar acerca de las cualidades
que son útiles y necesarias en el desempeño de tan privilegiada actividad.
Una regla muy valiosa para practicar la oratoria, es pronunciar un trozo literario
compuesto por uno mismo. También es muy práctico proponerse un plan sencillo
acerca de un tema; se divide en tres puntos o más, se desarrolla cada uno de ellos
y se unen del otro, para concluir con una proposición que ha de ser la tesis del
discurso; este trabajo es parecido al de la investigación.
CUALIDADES MORALES
De las cualidades que mejor cuadran al orador, está la probidad. Hombre probo no
solo el que goza buena fama, sino que además no tiene maldad de que lo acusen
es un hombre íntegro. Marco Fabio Quintilliano en su obra Instituciones Oratorias
sienta como base de la oratoria formar al hombre probo y hacerlo diestro en el arte
de hablar.
VIRTUDES DE LA VOLUNTAD
Entre éstas se destaca la prudencia, que en la disposición y el ánimo resuelto con
que se debe de actuar para resolver con rectitud los casos más difíciles. Las
virtudes intelectuales por si solas, no hacen al hombre moralmente bueno, a
excepción de la prudencia.
CUALIDADES INTELECTUALES
El orador ha de poseer una inteligencia clara y penetrante para ahondar en los
asuntos trascendentales; su agudeza de ingenio le permite ver en visión
panorámica todos los aspectos de un tema para poder desarrollarlos en toda su
amplitud para que cuantas veces se le solicite la aclaración de una duda pueda
hacerlo con erudición y clarividencia. Ayuda mucho al orador tener imaginación
para encarar con imágenes sensibles ideas totalmente abstractas; es pintar con
pinceladas magistrales conceptos espirituales propio de un maestro, lo cual no es
fácil, pues requiere una destreza intelectual extraordinaria, capacidad de retención
para recordad todos los datos que son necesarios para exponer con fluidez un
tema.
CUALIDADES FISICAS
No basta ser elocuente para persuadir, ni las cualidades morales son suficientes
para convencer; a veces la buena presentación es de un gran valor como
complemento en el aspecto integral del orador. El orador ha de estar dotado de un
timbre de voz sonora, lo cual produce un buen efecto. Los oradores que declaman
tendrán siempre atento a su auditorio.
ORATORIA SAGRADA
Es la que usan los ministros de la iglesia católica, según el mandato que recibió la
iglesia de Jesucristo su fundador.
El orador sagrado o predicador pretende convencer para convertir a la fe en Cristo
a los que aún no están bautizados, para lograr su objetivo apoya su discurso en la
Biblia, en el testimonio de los santos padres de la iglesia, el orador sagrado
también está versado en teología, filosofía, historia de la iglesia y otras materias.
Por su estructura, la oratoria sagrada recibe el nombre de: homilía, sermones
dogmáticos, sermones morales, discursos apologéticos.
ORATORIA ACADEMICA
Tiene por objeto la exposición de temas de calidad; exige en el orador un lenguaje
académico. El discurso académico se distingue por la ordenación exacta de las
ideas, pureza en los vocablos, elegancia y armonía en las frases. En este estilo se
observan rigurosamente las normas clásicas. Esta oratoria se divide en dos
clases: Oratoria literaria y oratoria científica.
ORATORIA SOCIAL
Hay momentos solemnes en la vida en que se requiere que alguien tome la
palabra para sellar con un discurso un acontecimiento que será histórico.
UBICACIÓN Y ASUNTO
En la vida social es muy frecuente la improvisación; suele acontecer que en
cualquier momento alguien debe “tomar la palabra” y nadie está preparado para
pronunciar un discurso, y la persona idónea en estos casos es el profesional,
doctor, licenciado, profesor o arquitecto; éstas son las personas a las que
generalmente se les “pone en la mira”, si alguna otra persona ya está advertida
porque ha sido seleccionada, no hay dificultad, debe haberse preparado. Todos
estos detalles pueden servir al orador de “estribo” para empezar con palabras
introductorias que pueden ser:
De agradecimiento a los maestros por haber volcado sus conocimientos en las
mentes juveniles.
De elogio la instituto, universidad o colegio, por haber sido los canales que
vertieron ese caudal de ciencia y cultura en los alumnos egresados.
De felicitación a los graduados porque después de muchas horas de estudio e
investigación científica o tecnológica en bibliotecas o laboratorios, horas de
esmero, entrega y esfuerzo, etc. Puede cerrarse el discurso con una recopilación
de todas estas ideas con alguna recomendación, deseándoles augurios de éxito.
De felicitación a los padres de los graduados, para quienes van las mejores
alabanzas porque con su apoyo moral y económico, sabías orientaciones y
consejos, supieron motivar a sus hijos para que lograran la gran satisfacción de
verlos graduados.
Muy distintas son las circunstancias que rodean cualquier acontecimiento
memorable; distinto debe ser por consiguiente el discurso, aunque la estructura
sea la misma. Distinta será la forma y el fondo si la reunión no es de graduación,
sino de inauguración de una empresa, una fábrica, un negocio, un comercio, una
boda, unos quince años, un onomástico o un nombramiento para un cargo de
funcionario.
EL ORADOR Y SU AUDITORIO
Fácil es predecir que habrá un verdadero triunfo, si hay una relación cordial entre
orador y auditorio,, como la que con frecuencia se va entre arista y espectador. El
comunicador vierte su caudal de cultura sobre el auditorio que lo admira. El artista
vierte su caudal artístico sobre su público que lo aplaude. La diferencia entre
orador y artista está en que mientras el artista divierte, el orador instruye. Dice un
autor que hay un gran desacierto al dedicar muchas horas para preparar un
discurso y no preocuparse por el auditorio.
Cuando el comunicador tenga que presentar una tesis, el discurso servirá para
confirmar su teoría. Si el objetivo es calmar los ánimos excitados en un ambiente
hostil entre partidos divergentes, hay conflictos intergremiales o el tema es de
opiniones disparadas, el asunto se complica, entonces el orador tendrá que ser
neutral.
Hablar de comunicación de altura implica saber escoger el tema; una vez que el
expositor ha escogido el tema deberá elaborar un esquema en el que fije los
distintos puntos que piensa desarrollar. Nada tan práctico, de consecuencias
laudables y aconsejables a todo aquel que se dedique al arte de la comunicación y
desee obtener buenos resultados que elaborar un esquema.
Un esquema es una guía que ayuda mucho a centrar ideas y seguir un camino
seguro para no perderse; es una rúa que conduce al objetivo propuesto sin
equivocación.
El tema debe responder a las interrogaciones que y como o pensar que y pensar
como; pues el que es el asunto o idea que piensa desarrollar en la disertación; el
como es el camino que llevara el asunto, es el proceso en el desarrollo. Si el que
es un asunto nuevo, el expositor ha de presentar la novedad con expresiones que
indiquen lo novedoso del tema. La novedad envuelta en frases de misterio suele
causar mayor impresión y atrae la atención. Si la exposición a que se refiere el
tema es discutible, el expositor habrá de proponer las tendencias divergentes,
aduciendo pruebas en apoyo de la opinión que defiende. Si hay prejuicios acerca
del tema, es preferible, como dice el dicho, “tomar al toro por los cuernos”, es
decir, cuando el comunicador tiene la seguridad de que podrá desbaratar
infundios.
Hay temas que por su estructura ofrecen grados de dificultad y en su enunciación
requiere un determinado modo de exponerse; por la manera de presentarse se
adivina cual es la postura del expositor. Es importante que el expositor cuide de no
apartare de la ruta y conservar siempre la línea, pues una desviación puede
hacerlo rodar.
Una de las cualidades del orador es su estilo; lo que se dijo al hablar de los estilos
en general, tratándose del orador tiene su aplicación especial.
Se han elaborado diversas definiciones del estilo, lo que quiere decir que hay
diferentes maneras de concebir la idea. Existen distintos modos de expresar
palabras y por lo mismo, otros estilos, y esto es cierto, pues comparados el estilo
de escribir de Miguel de Unamuno se notará que es muy distinto al de Octavio
Paz; así como no se puede confundir el estilo de León Felipe con el de Pablo
Neruda.
Los estilos de los oradores también son diferentes. El grado académico del
comunicador, el auditorio, el tema y el grado de cultura del auditorio determinan su
estilo. Entre los estilos de los oradores se pueden enumerar los siguientes:
telegráfico, lacónico, concreto, romántico y poético.