Está en la página 1de 7

Encontramos las ruinas de una

Nadie sabía quién había ciudad olvidada que no aparecía


encendido el fuego, pero vimos en ningún mapa. Ahora solo era
una columna de humo desde la un laberinto de cimientos
distancia. carbonizados. Kriek,
La Garra Invernal había encaramado a hombros de
empujado a nuestra tribu hacia Boarin, insistía en que la ciudad
el norte, donde la tierra era tan una vez se llamó Dulcehogar.
severa que incluso nuestra Oscuras nubes al este
comandante Olgavanna tiritó destellaban con rayos y vientos
durante la primera noche. que apestaban a pelaje mojado
Nuestra manada y a una dulce decadencia.
de elnuks murió en la segunda Nuestros exploradores no
noche. Al menos teníamos regresaron. Todos sabíamos lo
comida para la tercera. que eso significaba, pero
Pero incluso ese festín quedó en ninguno queríamos pronunciar
nuestros recuerdos al escalar la la palabra "Ursine" en voz alta.
montaña sin cima. Kriek, el Sin Ascendimos hasta llegar al
Piernas, la llamaba "la media borde de un inmenso cráter. Y
montaña del viejo Ornn". entonces Kriek vio el fuego. Fue
Nuestro chamán había perdido extraño, porque Kriek no solo
la cabeza, pero Olgavanna nos no tenía piernas, también era
ordenó llevar al loco a cuestas. ciego.
Él la había convencido de que la En el centro de la cuenca estaba
clave de nuestra supervivencia el origen del fuego que se
se encontraba en el origen de elevaba hacia el cielo.
ese misterioso humo. Los Olgavanna concluyó que, al
demás pensábamos que nos menos, los escarpados muros
dirigíamos hacia nuestra del cráter nos resguardarían del
condena. viento arrasador, así que
Las laderas de la media descendimos hacia lo que
montaña eran un paisaje probablemente sería nuestra
distorsionado de roca negra. tumba. El ardiente terreno
resultaba difícil de atravesar, Al poco escuchamos cómo sus
pero detenernos significaba rugidos de batalla crecían al
aceptar nuestro fin. mismo ritmo que el clamor de
Entonces vimos la caldera. La sus pasos. Podíamos oler su
estructura abovedada era la hedor. Cientos descendían por
única que parecía esculpida a los acantilados, como sombras
mano. Tenía la forma de una retorciéndose por las laderas de
cabeza de un gran carnero, con basalto. Con nuestras camillas
matas de gramíneas en las hicimos lanzas, y afilamos
juntas de las delicadas losas. En nuestros cuchillos de trinchar
la boca del carnero había una en el pedernal. A nuestros
llama tan brillante que ancianos y heridos les
podíamos encontrarla con los administramos el Rito de
ojos cerrados. Cordera y el resto bailamos con
Nos apiñamos alrededor de su Lobo. Todo habría terminado a
calidez mientras Olgavanna la mañana siguiente.
exponía los planes para nuestra Nadie vio quién avivó el fuego,
última batalla. Era mejor morir pero ardía con tanta intensidad
de pie que temblando que tuvimos que apartarnos.
acurrucados en el frío. La Entonces la caldera habló con
mayoría éramos granjeros, una voz parecida a troncos
constructores o reparadores, y crepitando.
pocos tenían habilidades de —Volibear está cerca —dijo—
combate como las otras tribus. . Poneos a salvo ya.
Nos preocupábamos por —No hay lugar donde ponerse a
nuestros ancianos, por los salvo —respondió Olgavanna al
enfermos y por los niños. Ahora fuego de la forja. No sabíamos
estábamos lejos del auxilio de ante quién nos
los de Avarosa, pero las guerras encontrábamos—. Los
solo ansían sangre y huesos. enemigos nos pisan los talones.
Solo tendríamos una Los Ursine nos flanquean.
oportunidad ante la Garra —Los Ursine... —La forja
Invernal. Si los Ursine atacaban comenzó a arder con más fuerza
primero, nuestra defensa sería al oír estas palabras—. Alguien
terriblemente insuficiente. La los detendrá. El resto de
atroz legión de abominaciones problemas son cosa vuestra.
osunas nos aplastaría. Las gramíneas prendieron en
llamas. Las losas se volvieron
rojo incandescente por los y pelaje; la lava que chorreaba
bordes y después por el centro. por su barbilla se endureció
El humo chisporroteaba de hasta formar una barba
entre las grietas. Algunos se trenzada. Sus ojos eran como
deshicieron de su ropa para brasas resplandecientes. En una
hacer frente a la temperatura. mano sostenía un martillo, en la
Otros se desmayaron. La otra levantaba un yunque con la
siguiente ola de calor abrasador misma facilidad.
nos hizo arrodillarnos en busca Nos apilamos tras nuestra
de aire. comandante. Olgavanna agarró
—¡Creía que nunca vería este a Fellswaig, su hacha de Hielo
día! —dijo Kriek con lágrimas Puro, y se acercó a Ornn.
de felicidad. —Si los Ursine son tus
Las rocas empezaron a gotear enemigos, lucharemos a tu lado
como si fueran de cera. La —dijo ella. Entonces, con un
mampostería comenzó a fluir gesto impropio de una
hacia la base de la estructura. comandante hija del hielo, se
La bóveda de la forja se derretía arrodilló y colocó su arma a los
hacia dentro, arrastrando el pies de Ornn. El Hielo Puro
resto del armazón hasta crear de Fellswaig se derritió,
un estanque de lava. revelando una simple hacha de
Un destello de luz naranja nos hierro y bronce.
cegó, dibujando brevemente Nunca había visto Hielo Puro
una silueta humanoide. derritiéndose. Ni yo, ni nadie.
Después un géiser de llamas Pensamos que lo sensato era
brotó a borbotones y las gotas arrodillarnos junto a
de roca fundida que caían se Olgavanna.
endurecían bajo nuestros pies. Ornn gruñó.
Donde antes estaba la forja —Levantaos. Arrodillarse es
ahora había una bestia morir. —Alzó la vista hacia la
descomunal cuya forma estaba tormenta que acechaba desde lo
borrosa por las oleadas de calor. alto—. Yo me encargaré de los
Ahí estaba, la leyenda olvidada Ursine. No me sigáis.
de la que siempre nos había Marchó lentamente hacia la
hablado Kriek: el viejo Ornn, horda que avanzaba a una
tan alto como tres abetos. El velocidad salvaje. Podíamos ver
anciano maestro de la forja su fuego reflejado en sus
adquirió rápidamente su forma
enormes ojos. Boarin elevó aún alzaban chocando con los
más al chamán en sus hombros. nubarrones y lanzando rayos a
—El viejo Ornn balancea su través de la niebla. Un silencio
martillo, moldea valles de siniestro se apoderó del mundo
montañas —tarareó el loco sin cuando el mismísimo Rugir del
piernas. Trueno llegó al campo de
Observamos en silencio cómo la batalla. Podíamos ver su
criatura se enfrentaba sola a los reveladora forma: lanzas,
Ursine. Con un rugido, golpeó espadas y colmillos atravesaban
su martillo contra el suelo y su piel. Con él llegaron más
abrió una fisura que llegaba relámpagos.
hasta el ejército que avanzaba, Y se rio.
deteniéndose a poca distancia La respuesta del estruendo del
de su vanguardia. Ríos de lava y cuerno nos hizo temblar. Los
azufre salían a chorros hasta el negros acantilados sangraban
cielo y sobre los guerreros lava, ríos de fuego fluían por las
osunos caían llamas laderas precipitándose en forma
endurecidas. de ola hacia la cuenca del valle.
Fuese Ornn lo que fuese, Los rayos apuñalaban los lomos
luchaba con la sangre ardiente de los acantilados, cauterizando
de la tierra. las heridas de las rocas, y una
Tras los Ursine, enormes trozos densa y corrosiva niebla
de desechos se abrían paso por envolvía todo el cráter. Solo
el suelo, impidiendo su retirada. vimos relámpagos azules y
Ornn cargó y los aplastó con su blancos, con diabólicas
martillo. Aun así, atacaron con explosiones carmesí filtrándose
la ferocidad de diez berserkers a través del espeso vapor. El
cada uno. calor del suelo abrasaba las
Pero supimos que Ornn alcanzó suelas de nuestras botas.
a su retaguardia al escuchar una Entonces vimos la ola de fuego
explosión ensordecedora. Los adquiriendo la forma de un
desechos de los muros se enorme carnero saliendo en
hicieron añicos y los Ursine estampida. Ornn cargó contra la
volaban por los aires trazando bestia, atrapando a la criatura a
arcos de carne y pelaje en la que había llamado Volibear
llamas. entre su hombro y el carnero de
El cielo se oscureció por la lava.
ceniza. Columnas de humo se
La fuerza de la explosión nos El pelo de Olgavanna se había
derribó a todos. El chamán sin chamuscado y su musculosa
piernas salió despedido de los espalda estaba ardiendo. Su
hombros de Boarin sin parar de hacha, antaño de Hielo Puro, se
reírse. quedó en bronce y hierro, tan
Esperamos toda la noche a que desnuda como nosotros. Ella
nos alcanzase el gran parecía más fuerte que nunca.
cataclismo, pero nunca llegó. Nuestra sangre hervía. Nuestros
Solo escuchábamos los rugidos estómagos rugían. Estábamos
del oso y el hosco bramido del heridos, desnudos y expuestos.
carnero. Nos cubrimos el pecho con
ceniza dibujando un martillo y,
Cuando la cortina de humo en nuestros rostros, unos
desapareció entrada la mañana, cuernos de carnero.
vimos que las laderas de Cantamos y coreamos en
nuestro alrededor estaban memoria de la noche anterior
cubiertas de escombros que con las palabras del viejo loco
siseaban, y de columnas Kriek.
sobrenaturales de basalto Sabíamos quién había
comprimido que emanaban del encendido el fuego. Y la Garra
suelo. Invernal también lo sabría.
Cuando nos dimos cuenta de lo
que teníamos delante,
retrocedimos despavoridos. Los
Ursine estaban congelados, sus
rostros petrificados como
máscaras de agonía.
No había señales de Ornn ni de
Volibear. Tampoco teníamos
tiempo de mirar. Los cuernos
de caza de la Garra Invernal
anunciaban su llegada.
Recogimos nuestras armas y
resistimos. Lo que quedaba de
nuestra ropa eran girones
achicharrados, pero nuestra piel
ya no sentía el frío.
con estas reliquias se han
En un sierto mundo de percatado de su desconcertante
fantasias existía Ornn, es el alta calidad. Algunos afirman
semidiós de Freljord de la forja que Ornn creó el escudo de
y la artesanía. Trabaja en la Braum hace miles de años, ya
soledad de una enorme forja que sigue tan robusto como el
esculpida en las cavernas de día en que se terminó. Sin
lava bajo el volcán de embargo, no se puede saber a
Dulcehogar. En ella modela ciencia cierta, ya que nadie es
objetos de calidad sin igual y capaz de encontrar al Dios de la
depura menas en burbujeantes Forja para preguntárselo.
calderos de roca fundida. Antaño, el nombre de Ornn iba
Cuando otras deidades (sobre de boca en boca por las tierras
todo Volibear) merodean por la que un día se conocerían como
tierra y se entrometen en Freljord. En cambio, el lento
asuntos de mortales, Ornn se paso del tiempo y sus enemigos
ofrece para poner a estos seres han extirpado casi todas sus
impetuosos en su sitio, ya sea leyendas de la historia. Ahora,
con su fiel martillo o con la solo conoce alguna de sus
furia de las mismísimas proezas el puñado de tribus
montañas. capaz de trazar su linaje hasta la
Ornn valora la privacidad, la olvidada cultura de herreros,
soledad y la concentración más arquitectos y maestros
que la mayoría de los de su cerveceros. Se trata de los
especie. Bajo el volcán Sangreardiente, un pueblo
durmiente con cicatrices de antiguo de aprendices que
erupciones antiguas, Ornn viajaban por todo el mundo y se
trabaja día y noche forjando lo congregaban en las laderas de
que le place en cada momento. Dulcehogar para seguir el
Los resultados son ejemplo de Ornn.
herramientas de valor Pese a esta forma de veneración
incalculable destinadas a imitativa, Ornn nunca se
legendarias hazañas. Los pocos consideró su patrón. Cuando le
afortunados que se han topado mostraban su trabajo, Ornn
solo asentía cortante o fruncía culpa, se retiró a la soledad de
el ceño, y aun así los su fundición y se sumió en su
Sangreardiente lo aceptaban y trabajo durante un siglo.
se centraban en pulir sus obras. Ahora presiente que el mundo
Como resultado, creaban las está al borde de una nueva era.
mejores herramientas, Algunos de sus hermanos han
diseñaban las estructuras más tomado forma física una vez
robustas y elaboraban las pintas más y sus cultos de seguidores
más sabrosas del mundo. Ornn crecen impacientes y
aprobaba en secreto la beligerantes. Freljord está
perseverancia de los dividido y sin líder; antiguos
Sangreardiente, y el hecho de horrores acechan desde las
que siempre intentaran sombras esperando la
mejorar. oportunidad de atacar. Se
Pero en una catastrófica noche, acerca un gran cambio.
cuando Ornn se enfrentó a su Para las guerras que se
hermano Volibear en la cima de avecinan y para las secuelas de
la montaña por motivos que estas, Ornn sabe que Freljord (y
ningún mortal podría el resto de Runaterra)
comprender, todo lo que habían necesitará un buen herrero.
logrado quedó destruido. El
resultante cataclismo fue una
tormenta de fuego, ceniza y
rayos tan intensa y violenta que
se veía a diez horizontes de
distancia. Cuando el polvo se
asentó, Dulcehogar era un
cráter llameante y los
Sangreardiente habían sido
reducidos a huesos y cenizas.
Aunque nunca lo admitiese,
Ornn quedó devastado. A través
de los Sangreardiente pudo
vislumbrar el gran potencial de
la vida mortal, solo para ver
cómo la indiscriminada ira de
los inmortales acababa con su
existencia. Roto de dolor por la

También podría gustarte