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>Buenos Aires, 15 de dulio de 1927 - CORRESPONDENCIA Revista quincenal editada por el Secretariado Sudamericano de la Internacional Comunista :: Redaccién y Administracion: ESTADOS UNIDOS SUDAMERICANA 1525 — BUENOS AIRES, Repablica Argentina SUMARIO: | peligro inminent ja moses de dictadura on Chile por Miguel Contreras. — Las reacelin en Chile, — La lw cha contra el Comunismo en Brasil, — Contra el amari Lismo sindieal. — Congreso de dotchevizacién del Parti Comunista del Uruguay. — Resoluciones diversas, — iP: LA CORRESPONDENCIA SUDAMBRICANA! — La divi Es indisputable que en el camino de la guerra contra la Unién Sovietista y la Chi- za revoluciouaria, el imperialismo brit4nico ha adelantado ya un buen trecho. Sus re- petidas y viejas tentativas de constitucién de un bloc anti-sovietista que englobase a Jas principales potencias del mundo, se han. ‘visto iltimamente coronadas por un éxito que no podria ser negado, y que constituye el indice de la gravedad inminente de la amenaza que se cierne sobre el Estado pro- letario y sobre el pueblo oprimido de China. Italia responde a la accién diplomatica briténica; Francia se adhirié con visible energia, y demostré pricticamente su solida. ridad, iniciando una ofensiva tremenda con- tra Ia direccién del Partido Comunista fran- cés y de la Confederacion General del Tra- ‘bajo Unitaria; las naciones fronterizas de Ia Unién Sovietista son satélites que giran en torno del capitalismo occidental y prepara- dos ya para secundar el plan inglés. Queda. ‘ba como incégnita Alemania, pero la tltima reunion de la Liga de las Naciones demostré que también en este terreno las difienltades habian desaparecido: en lo fundamental del problema ruso — asi se cubre, con elegante enfemismo, la agresién eriminal que se pro- yecta —, Gran Bretafia y Alemania compar- ten los mismos puntos de vista. El problema de la guerra contrarrevolucio- naria mantiene, pues, todo su vigor. Ponde sobre la Union Sovietista la amenaze de una EL PELIGRO INMINENTE sion del Portido S.A, Comuniste en Marx ¥ En: — La concopeién det Partido is, por MP. Alberti, — clara ciéa indispensable a vn manifesto, — 1 jmperiatisimo am ricano, — Centro América es una factorfa sana — Ayu domes al proletariads chiteno, — Antecedentes. histbricos A. Bosse, — Resul- 1. imperialisma Driténieo en Ia Argentina. — La conatitueién dot Comité de Accién contra la Gere, — Notas y Comentarios, — Maiiasco en libertad. de la situnoién do Nicarasua, por @. tado de las maniobras intervencién militar, y ahora mas que nunca, frente a las maniobras de la diplomacia im- perialista, el proletariado mundial tiene el deber de organizar su accién contra la bur- guesia mundial. La guerra se esté prepa- rando. Como asunto politico ya est4 resuel- to; subsiste solamente como cuestion técni- ca y tictica. El trabajo actual de la bu guesia se orienta en el sentido de perfecct nar la preparacién de la empresa y de asegu- rarse, si es posible en los menores detalles, el buen éxito de sus propésitos, Evidente- mente, la preparacién de la guerra no es tt camente un problema militar: es por sobre todo, una cuestién politica. Y en este terre- no, el imperialismo britnico y sus aliados Nevan a cabo una obra de cardcter preven- tivo, tendiente a anular factores que pesan en forma directa sobre la cuestién central de la guerra, La Unién Sovietista tiene en el mundo un aliado poderoso en Ia clase proletaria y en Jas masas campesinas explotadas, especial- mente en los organismos de vanguardia de Tas masas trabajadoras, el Partido Comunis- ta de cada pais, El Estado proletario se de- fenderd sin duda con las armas, con el Bjér- cito Rojo; pero una de sus defensas eficaces serg la masa proletaria europea y de todas las naciones. La burgnesia mundial, el im- perialismo briténico en primer término, lo comprenden perfectamente. De ahi que en- tre en el programa de preparacion de la gue- rra una lucha preventiva contra el comunis- mo. El ejemplo francés es tipico en tal sen- tido: contemporaneamente a Ia entrevista Briand-Chamberlain, el gobierno francés des. encadené la conocida ofensiva anti-comunis- ta, arrestando y condenando a numerosos di- rigentes, procesando a diversos parlamenta- rias de otros y creando la patética fabula del espionaje. Pero el caso francés no es tinico, Nosotros, en los paises latino-americanos, lo setitimos en carne prpia y lo advertimos con nuestra propia experiencia, Ya hemos aludidos ante- riormente a la compaiia realizada en Brasil con motivo de las sugestiones inglesas, que tanto pesan sobre el Palacio Catete, Digamos que en este sentido se prosigue en Rio de Janeiro una labor sistemética de represion como pueden leerse en otro lugar de este mi- mero. Nos hemos referido igualmente a las maquinaciones a que el allanamiento de la representacin comercial sovietista dié lugar y ala “‘razsia’” que produjo en Chile; des- tacamos especialmente el caso de Peri, por Jo sintomitico, pues no existiendo alli sino un movimiento incipiente y preparatorio, el “peligro comunista’’ invocado por el gobier- no para justificar sus desmanes y atentados no era otra cosa que un visible pretexto que ocultabs, las instrucciones venidas de Was- hington, euyo gobierno apoya financieramen. te la tentativa inglesa contra los Soviets Y¥ es explicable que esto ocurra en los pai- ses sudamericanos. Estados Unidos y Gran Bretatia estin totalmente de acuerdo en lo que respecta a los planes contra la Unién Sovietista: y Estados Unidos e Inglaterra es ‘un secreto de esas potencias imperialistas. La insinuacién de ellas basta para promover la agitacién represiva gubernamental a que estamos asistiendo. Hoy es indispensable aiiadir un nuevo ejemplo, no menos demostrativo y elocuente que los anteriores, incluso el peruano. Nos referimos a Cuba. Pasan ya de treinta los compaiieros arrestados y sometidos a un ré- gimen severo de encareelamiento, ;El delito? La tentativa de constitucién de la Liga An imperialista, Hay entre los diversos extranj ros, que serfin deportados, Las informaciones de las agencias cablegraficas manifiestan, con todo cinismo, que la razén de tales de- tenciones son dos pedidos recibidos por el gobierno eubano: uno de las autoridades pe- Tuanas y otro del gabinete inglés, éste timo acompaiieado de no sabemos qué comprome- tedores dogumentos, Por las publicaciones que hemos hecho en esta revista, conocen nuestros lectores el régimen fascista que im- LA CORRESPONDENCIA SUDAMERIGANA pera en Cuba, donde todas las libertades es- tan suprimidas, todos los derechos destrui- dos, sometidas las organizaciones y el prod letariado a un sistema de terror implacable. En estas condiciones, es de imaginarse qué significan los arrestos producidos y cual su. significacién, Lo importante es que detras de esta persecusién furiosa del gobierno eu- bano esta la mano del gobierno inglés, sos- tenida por la del gobierno norteamericano. El hecho tiene gravedad excepcional, que acrece la circunstancia de no ser una mani- festacion aislada. Bs un eslabén que entresa- camos del conjunto, para demostrar la gene- ralizacién de esta politica de los gobiernos latino-americanos. El acuerdo anglo-america no en el sentido de una guerra contra-rrevo- Jucionaria para el aplastamiento del Estado proletario, tiene sus repercusiones inmedia- tas en loz paises de Sud _y Centro América. El imperialismo ordena 2 gobiernos que le son vasallos, el ejercicio de Ia represién con- tra los comunistas: y es que, lo decimos nue- vamente, el imperialismo sabe bien que el movimiento comunista, que representa la van- guardia del proletariado, es un factor im- portante de la lucha contra la guerra con- trarrevolucionaria. A estas agresiones de las burguesfas in- digenas, puestas al servicio del imperialismo, es menester responder enérgicamente. La burguesfa prepara la guerra contrarrevolu- cionaria intentando previamente el aplasta- miento de las fuerzas revolucionarias; la res- puesta del proletariado consciente debe ser la de fortificar sus organizaciones de clase y organizar la Tacha contra la guerra y el imperialismo, Estas persecusiones generaliza. das en los diversos paises prueba acabada mente que las burguesias nacionales son alic. das serviles del imperialismo en la empre=* de Ja guerra que se proyecta; compete al proletariado reunir a todas las fuerzas anti- imperialistas, capaces de conducir un movi- miento efectivo contra la guerra imperialis- ta, a la que seré necesario sabotear por to- dos los medios. En estos momentos se torna erecientemente indispensable la preparacion de la huelga general de protesta contra la guerra, en la hora de 41 proclamacién y la organizacién del sabotage. Contemporanea- mente, deberé, acentuarse en el curso de est accién los esfuerzos por un fuerte movimien- to antiimperialista, Bs al precio de cumplir estos deberes que las masas oprimidas de los pueblos stdamericanos, en primer término el proletariado, realizarin en los hechos una accién eficaz contra la guerra imperialista y contra el imperialismo. . a le i 1 LA CORRESPONDENOIA SUDAMERICANA, 3 . Seis meses de dictadura en Chile Antes del Golpe del Coronel Ibafiez I Desde que la lucha entre los imperialismos inglés y yanqui, por el dominio de la América Latina, fué adquiriendo caracteres agtudos, una serie de regimenes de dictadura capitalista ha venido instaurén- dose a lo largo de los paises centro y sudamericanos, Sus fines inmediatos han sido, siempre, quebrar y aplastar la resistencia del proletariado, y atin de los intelectuales revolucionarios, y servir ul- teriormente, a los intereses del capital imperialista que en forma cculta o abierta impulsaba tales regimenes. El iiltimo pais agregado a la serie es Chile, y como el caso de la Gictadura militar-fascista del coronel Ibitez arroja dolorosas ex periencias que el proletariado de los otros paises debe conocer, desea- mos referirnos a algunos aspectos de ella, mediante estas lineas, Conviene recordar, ante todo, que la dictadura del coronel Tbi- dez no ha sido el fruto de un simple golpe de estado. Por el contrario, ella ha tenido una gestacién larga y habilidosa, y, en sumo grado engaiiosa, al extremo de que sus gestores lograron confundir a mu- cha masa obrera, tanto en los tiempos de los primeros sintomas del movimiento fascista, como después, en los primeros meses de la dic- tadura ya triunfaite. Chile, desde 1925 venfa sufriendo una grave crisis que afectaba a toda la economia nacional y a las finanzas del Estado, debido, so- bre todo, a la paralizacién de la industria salitrera y a la crisis del carbon. El afio pasado esa crisis Hegé a su periodo algido, al extremo de paralizarse casi totalmente las 90 oficinas salitreras de Antofa- gasta y Tarapacd (quedaron funcionando cinco o seis), lo que reper- cutié mis agudamente en la vida econémica y financiera del pais. La desocupacién fué tan enorme que solo en la regién salitrera que- daron desoeupados més de cuarents, mil obreros, y en cuanto al Es- tado, éste vid aumentar considerablemente su déficit, pues, el salitre habia Hegado en algunos afios, y desde 1914 en adelante, a aportar hasta un cincuenta por ciento de los recursos del Estado. . Como uno de los factores internos mas importantes de esa cri- sis parecia la inferioridad téenica en que se hallaba la industria, sa- litrera chilena, condicién que I imposibilitaba para la Incha venta- josa, en el mercado mundial, con el salitre sintético, mis barato, producido en otros paises, y mxime cuando los capitalistas salitre- Tos chilenos, mediante su Asociacién, mantenian el monopolio de las ventas y con ella la politica de los precios altos. Pero, habia otro factor, tanto o mas importante que aquél, que influfa en Ia crisis y ese era el de la lucha entre capitalistas ingleses y yanquis por el do- minio de Chile, pues, puede decirse que en realidad esa crisis era uti- lizada y agravada como consecuencia de las maniobras de ambos bandos imperialistas, que bien saben que quién mantenga o tenga en su poder la industria salitrera, como asimismo la del carbén y del cobre, de Chile, tendra ensus manos tma gran fuente de recursos materiales importantes para los actuales y futuros sucesos del mundo. En tales circunstancias el coronel Ibéiicz, por entonces ministro de la guerra, aparecié apresurando sus maniobras reaccionarias, cu- briéndolas, eso sf, con proclamas demagégicas y engafiosas. Se de- claré antipolitico, enrostré a los viejos partidos burgueses su ‘‘inca- pacidad’’ para resolver los problemas nacionales, hablé de moralidad administrativa, alenté a sus partidarios a luchar por lo que él Ha- maba ‘‘un Chile nuevo’’, pero. . .cerraba gus proclamas con declara- Después del Golpe de Estado - La re- accién antiproleta- ria elecciones pre- sidenciales, - Lis nuevas victimas de lareaccién-Lacan- didatura obrera CIA SUDAMERICANA LA CORRESPONDE ciones contra las organizaciones de clase del proletariado, culpén- dolas de provocar “‘el des°rden y Ja anarquia’’. - ‘En cierto momento los partidos que respondian a la fraccién bur- guesa que combatia a Ibitiez protestaron y tentaron apoyarse en el parlamento, pero, el futuro dictador fué a la Camara, Ja insulté, y éta se doblé servilmente. ‘Ante las maniobras del que més tarde seria dictador, el Partido Comunista dié su grito de alerta al proletariado y denuncié resuel- tamente el cardeter fascista del movimiento de Ibifiez, sosteniendo, ademas, que éste tendia a buscar una solucién a la crisis econémica y financiera a costa de un empeoramiento de las condiciones de vida Ya miserables del proletariado, Lanz6 la consigna del Frente Unico Proletario Antifascista y con la Federacién Obrera de Chile, que to- m6 idéntica posicién, el P. C. realizé una gran campaiia entre las ma- sas contra el fascism? Tbéiiez, entre tanto, prosiguio trabajando en la sombra, y a prin- cipios del mes de febrero hizo aquella famosa declaracién demagé- gica en favor de un ‘‘gobierno fuerte”’, Al dia siguiente, el gabinete Rivas-Vieufia cay6 y el coronel Ibdtiez se hizo cargo del gobierno. 0 Ya en el poder Ibiiiez, repitié que lucharia contra la oligarquia y volvié a atacar a los partidos. Pero, no obstante esto, esos partidos Yacilaron, el Parlamento se doblé una vez més, ({Cuando né!, pobre expresién de la ‘‘democracia’” burguesa!) y solo el Partido Comunis- ta se levanté en Ja Camara para atacar a la dictadura establecida y defender los derechos del proletariad®. A los pocos dias, Tbafiez hizo la célebre declaracién de que ‘“‘en su patria no admitiria al comunismo ni como fuerza politica ni como idealidad social”’. El P. C. y la Foch, siempre consecuentes, lanzaron una vez mas su llamado al frente tinico para la accién, Pero, antes de que esto flaera comprendido por los otros organismos obreros, aunque de fuerzas limitadas, como una necesidad vital para nuestra clase, el dictador, el enemigo comtin, dié su golpe contra el movimien- to obrero y el Partido Comunista; y a fines de Febrero, en una sola noche y a lo largo del pais, cientos de militantes sindicales y comu- nistas fueron encarcelados, otros fueron deportados y otros fueron a la isla Ms Afuera; los diarios comunistas fueron suprimidos, las imprentas confiscadas y casi todos los locales obreros clausurados. Esos acts fueron jas primeras coDfirmaciones de las previsiones el P. ©. y los que, violentamente, comenzaron a desilusionar a los obreros que ingenuamente habian caido en las redes de la demagogia de Tbaiiez. Posteriormente el gobierno suprimié el derecho de huelga y al- gunos pequefios movimientos que se insinuaron en solidaridad con obreros despedidos 0 por aumentos de salarios, en Santiago, Valpa- raiso y Calea, fueron perseguidos y costaron nuevas victimas que el gobierno encarcelé 0 confiné en Ia isla. . Era, pues, el amordazamiento total del proletariado chileno en be- neficio del capitalismo y del régimen social burgués. mm A los tres meses de estar en el Ministerio del Interior ejercien- do un dominio absoluto y dictatorial en el gobierno, Ibaiiez creyé Il gada la hora de liquidar definitivamente al presidente de la Rept- dlica, Figueroa Larrain y los hizo renunciar, Luego convocé a ele- ciones y s¢ hizo proclamar candidato a presidente por la Usrach y el Partido Den:icrata, organismos de la pequefia burguesia que en Odo momento apoyaron las maniobras de Ibaiiez. LA OORRESPONDEN CIA SUDAMERIGANA 5 En esta ocasién fué més clara que munca la vacilacién, la co- bardia y atin el estado de descomposicién de los partidos bur- gueses. Pues, a pesar de tener varios de ellos algunos dirigentes de- portados, como consecuencia de la lucha de intereses entre los dos bandos de secuaces de los imperialismos yanqui e inglés, ninguno de esos partidos (conservador, liberal, radical, balmacedista, eto.), se atrevio a concurrir a la eleccién y dejaron sus afiliados en li ‘ertad de votar en pro o en contra de Tbafiez. Solo el Partido Comunista, que en ningin momento habia ce- sado en su campafia antifascista, resolvié concurrir a la eleccién sosteniendo, conjuntamente con el Block de Obreros y Campesinos, Is candidatura del compafiero Elias Lafertte G., secretario general de la Federacién Obrera de Chile, actualmente confinado en la isla Mis Afuera. Su programa comprendia una serie de reivindicaciones Politicas tales como la restitucién de los derechos de buelga, re- unién, prensa, libertad de los presos, ete. y otras reivindicaciones de cardcter econémico, La candidatura obrera, que de por si significaba una protesta contra el régimen imperante, encontré un gran ambiente en la cla- se trabajadora y una cantidad de obreros se dispuso a sostenerla, en la suposicién de que, al menos en ese momento electoral, el go- bierno disminuiria algo sus continuas represiones. Pero, lejos de su- ceder asf, una semana antes de Ia eleccién el gobierno arrecié en sus persecuciones y encarcelé a otra cantidad de militantes obreros, en. distintas regiones del pafs (solo en Santiago fueron arrestados se- tenta y cuatro). Luego prohibié a los diarios toda informacién so- bre la candidatura obrera y todavia el dia de Ia elecciém los agen- tes del gobierno realizaron todos los frandes y represalias posibles para hacer que los electores votaran por el dictador. MiSs, no obs- tante eso, y no obstante el hecho de que quien levaba la boleta de Lafertte, si era descubierto, corria el peligro de ser encarcelado “por subversivo”’, el candidato del proletariado obtuvo mis de sie- te mil votos, resultado francamente alentador y que permite pre- Sumir el ambiente que tuvo y el resultado que hubiera tenido la can- didatura proletaria en condiciones um poco mis ventajosas. Hecha ya presidente ‘‘constitucional’’ de la reptiblica, una nu-_ merosa delegacién de la Usrach, uno de los organismos que habia prestigiado su candidatura, se presenté ante Thdfiez y le pidié que pusiera en libertad a los confinados en la isla Més Afuera. Tbé- fiez prontetié con solemnidad que asi lo haria bien pronto, pero. .- una semana después salfan a bordo del ‘Blanco Encalada’’ veinte y cuatro obreros més, desterrados a la isla. El cinismo del dictador no habfa tenido Hmites. ¥ ahora dos palabras mis, La dolorosa experiencia del proletariado chileno no debe ser olvidada. El proletariado de los otros paises de América debe re- cogerla y debe tenerla bien presente para sus luchas contra el fas- cismo, A tiempo hay que seguir la Iimea de los partidos co- munistas y realizar el frente tinico proletario como la condicién vital para la victoria en Ia lucha contra Ja reaccién capitalista-fascista y por la defensa de los derech®s del proletariado. Miguel CONTRERAS 6 LA CORRESPONDENCIA SUDAMERICANA, LA REACCION EN CHILE La lucha de los imperialismos inglés y yanqui Lq ponotracién del imperialismo en Chile, puede Aecirse que ha. tenido su mayor apogeo desde el aii 1896. Fué en quel allo, cunndo se organizaba en ese pafs'la primera combinacién salitrera, entidad for made en su mayoria, por los industriales:ingleses del ssalitre, Esta primera manifestaciOn del imperialismo tuyo sus consccuencias perjudiciales ,como es de eal- cular, para la clase trabajadora. Era, en el allo 1896, cuando se produeia la pri- mera gran crisis selitrera. Esta crisis motivé Ja par ralizacién casi total de los establecimientos salitroros, {ofieinas), y 1a redueeién do los salarios en Ios que quedaban elaborando. La espeeulacién de los industrisles del salitre Ile- vaba, pues, el-hambre 2 millares de hogaras prole: tarios; no sélo do la regién salitrera, smo quo a tor ‘dag las del pais ya que unas industrias impulsaban a otras, Desde exe aifo en adelante, In clase trabajadora del ealitro atraviest por un verdadero Via Crucis. No ontentos los industrinles con heber condenado a los trabejadores a ln desocupacin, evando so reanuda- ban las feenas imponian miscrables salarios y una era do esclavitud, Impidiése las manifestaciones del ponsamiento’obrero que, a decir verdad, en aquellos ‘fics no habien aleanzado la concepeién quo hoy y ‘no se formaban- ain organizaciones clasistas. ‘Los industriales contaben: para ejercer su tirania, con el. apoyo del Estado, que habia dédoles ‘‘carta dlanea’’. Cada, administrador de oficina salitrera era tun sefior duefio de vidas y haciendss. En los esta- Blecimiontos salitzeros no se’ conéefan'més leyes que Yag dictadas por Ios atios, que los ‘administrabans ‘use respetaba més ‘derechos que los quo ‘‘earitati Samente’? -otorgaban esos sefiores de ,hotea, y cu- chillo. Para todo esto los industrisles: contaben, ademis el apoyo de la fuerza armady dol, Estado, com 1as policias particuleres ereadas en eada oficina y a cu- gos miembros se daba el nombre de serenos. Estas olicias procedian a su antojo, y, bastaba con que ‘un trabajador hiciera un reclamo en su condicién vce snémica’ © moral, para” que fucra encerrado en. in -mundos calaboz0s, i ‘Tal era Ia situacin erenda a’ los’ trabajadores, ‘que a la regin salitrera so lo bautizs con el. nom ‘bre do ‘Siberia Chilena'’. Mis tarde, alzunos escri- tores hon amado a aquclle, ‘El Ipficrno del Dante”. Durante once aiios, los trabajadores sufren lo in: Aecible. El silencio con que soportaban toda clase de vejimenes, hacia eroor que esos obreros estaban eavilecidos. Pero al fin el vaso do agua so Nenaba; Ia indig: nacién estallaba; Ia paciencia musulmana de los pa Ting del salitre, se habia agotado, HUELGA DE 1907— Fué en el mes do diciembre de 1907, cuando se produeia una gran huclga en la provincia de Tara peed, Los trabajadores organizaron un movimiento y elevaron wn pliego de peticiones. Este pliego con- tenia peticiones de carseter econdmico. Toco experimontados en estos movimientos, los tra- bajadores resolvieron en un momento dado, llegar asta Ia capital de Ia provineia, el puerto de Tqui- que, @ presentar sus quejas ante las autoridades, en la esperanza, —. vana e ingenua esperanza! —, de que serfan ofdos. Largo resultaria relatar las alternativas de este movimieneo. Baste decir que toda 1a Pampa Salitre- ma de Tarapacd quedé inactiva; que las autoridades aban esperanzas de que al movimiento se daria una fosta solucién; queso les hizo esperar dias y més dias a los obreros; que se les encerré después, el Gia 21 de diciembre en la Plaza Montt, para darles Ja respuesta, El general Roberto Silva Renard era el encargado de dar la respuesta; y la di6, Varias ametralladoras Jes fueron abocades a los obreros; éstos caian por miles, segados por el plomo de les méquinas guerre ras. Total: {Unos einco mil muertos! {La Combina- ci6n Salietrera triunfaba sobre los obreros! NUEVAS CRISIS— La guerra de compotoncia comercial desencadenada en Buropa, por el afio de 1914, trajo como conse euencia Ia ‘paralizncién do la industria selitrera. Los trubajadores fueron nuevamente condenados al ham- dre. A esta paralizacién siguié Ia de 1919, provocada por. el Pool de Londies, una fuerte asociaeién im- perialista que hizo ea Europa un fuerte stock de silitre, y que habfa comprometido 2 los industrialer a ng vonder ‘salitre sino por su intermedio. ‘Luego después sobrevienen las crisis de los alos 1921-22 y 1925, provocadas, no por Ia falta de mer- eados, como so ha pretendido hacer creer, sino por especulaciones comerciales la primera, y por la lucha, extablada por los imperialismos inglés y yanqui, Is segunda, PL IMPERIALISMO YANQUI— ‘Mientras 'los imperialistes ingleses se habian adue- indy do la industria Salitrera, los yanguis hactan Jo propio con la minera, Estos dltimos habian legado 4 sentar sug plantas levantando grandes estableck mirntos mineros como los de “EL Teniento”, Chu Quienmata’” y, dltimamente, “Potrerillos””. En to Gos estos esteblecimiontos existe hasta Ie actualidad, ‘una aprobiosa esclavitud y, como en Ia regién salt tera, las empresas tienen “a su servicio, aparte de sus polieias particulares, destacamentos do carabine- ros, Tos que tiuen “carta blanca’? para proceder j ee as LA CORRESPONDENCIA SUDAMERICANA, 7 ¥ se inmunizan con el fuero militar que se les la ‘conferido. miners no bastaba a y querian también ejercer su control so- Tre Te del salitre, y fug asi-como empezeron a hacer su penetracién, construyendo, entre otras oficinas, Ins de ‘Paposo”? y ‘Peiia Grande”’, Ins de mayor eapacidad produetiva en la provineia de Tarapacé. La lucha de los imperialistas yanquis, para des- Plazar @ los ingleses, tenia que ser formidable; pero Jos yanquis contaban con algo a su haber. SITUACION ECONOMICA DE CitILE— La situacién econémica del Estado chileno, debido a las grandes defraudaciones cometidas en todas las reparticiones piblicas — incluso las militares —, era desastrosa, Los déficits eran stldados eon emprés- titos externas, los enales eran cubiertos, casi en ‘su totalidad, por los banqueros de Wall Street. La deuda externa de Chile, pasa de dos mil mi- Hones de pesos chilenos, o sea, mis o menos, 238.094.761 dflares. Como puede verse, In ventaja de los imperialistas yanquis sobre los ingleses era de consideracién. LA HUELGAS MILITARES— Con cl pretexto do “salvar al pais’, ol 5 de sop- tiembre de 1924, loa militares dieron su primer golpe, ‘es decir, efectuaron lq primera huclga pro aumento de sueldos, y a In que dieron on lamar ‘*Revolu- ign’?. Derroeado Arturo Alessandri Palma, cuya admi- nistracién, dicho sea de paso, £ué bastante esenndo- ora, los militares, después de haber deportado al ‘presidente de Ja reptiblica y clausurado el parlamen- to, (Cémaras de senadores y diputados), empezaron ‘su labor “regeneradora””, En primer lugar, procedieron al aumento de sus sueldos que, desde el afio 24 q esta parte, ha al. -eanzado a un 100 por 100, DIVERGENOIAS ENTRE LAS FUERZAS ARMA- DAS— Para reemplazar a Alessandri en el poder, s nom ‘bré una Junta de gobierno, compuesta de dos ge- nerales y un contra-almirante, Con esta junta de 0, Dierno, no quedé conforme la juventud militar, y faé asi como el 23 de enero de 1925, un nuevo cuarteln % Ja dezribaba, subiendo al poder una nueva junta ¥ procediéadose a Hamar al pais, para que reasumicra, gus funciones, a don Arturo Alessandri, SIGUEN LOS DERROCHES Y DEFRAUDACTO- NES— y Los militares continuaban ea su- labor ‘“regene- radora’?; ejereian el control absoluto del Estados el presidente de Ia repdblica no hacia nada sin su anueneia; para cualquier acto de gobierno era im prescindible ung reunién de los Comités Militares. Sin embargo, y a pesar de que para hneer la de- puracién se ponia al frente de las. reparticiones pi Bliess a militares ‘sin tacha’’, 108. eseérdalos. con- tinuaron; Jas defraudaciones, cometidas en muchos casos por militares, siguieron siendo cl tema del dis. NUEVA CAIDA DE ALESSANDRI— En el mes de soptiembre de 1925, surgieron di- fivultades politieds entre el prosidente Alessandri ¥ a ministro de guerra, coronel Carlos Tbéiies ‘del Campo, quien desompoaba esta curtera impuesto por Jos militares, desde que Alessundri roasumi6 el poder. ‘Ambos tenian pretenciones de mundo; el primero aspiraba a su rosleeciéa; el segundo sofinba con ser algo Tndudablemente que cn. estas dificultades tent que triunfar el que contara con la fuerza armada, Carlos Ibésier habiq hecho sus juegas politicos; ya habfan sido jubilados muchos jefes del ojército; otras habfan sido enviados en ‘eomisiéa’? al ex tranjero. Por lo tanto, el que tenia probabilidades Qs triunfo era el coronel Ibéier. Y asf ocurrié. AAles- sundri fué nuevamente, depuesto del poder. En el mes de octubre de ese mismo afio, se efectua- yon las elecciones para presidente “de Ia repablica, En estas elecciones se impuso a don Emiliano Fi, gueroa Larrain, EL NUEVO PRESIDENTE— Desde que fué elegido presidente de In repiblice Gmiliano Figueroa Lerrain, todos so dieron cuenta del papel que iba a desempeiier. En su alto cargo iba a ser, s6lo, una figura decorativa, Bfectivamente: en el gobierno mo hacia nada més quo lo que ordenaba don Carlos Tbdiiez, quo siguis siendy ministro de guerra, Por la voluntad de este sefior, fueron obligados a renunciar los ministerios ‘que presidian D. Maximiliano Tbaiez, tio del co- ronel, y D, Manuel Rivas Vicuia, hoy en el destierzo. LOS SUELDOS DE LOS EMPLEADOS PUBLICOS ¥ LOS DE LOS MILITARES— Para poder oquilibrar la hacienda péblica, — se Gn lo manifestaba —, el coronel Ibéiiez hizo que en Parlamento se aprobara ung rebaja general de un 35 por ciento en los sucldos de los empleados pi- blicos. Esta robaja afectaba, entre otros, a log personales de Instruceién, Correos y Telégrazos. Sin embargo, y a posar de reconocerse que el E: tudo de Ia heeiendo publica era desastroso, los mil tures no sufricron rebajas en sus sueldos, sueulenta- mente aumentados en cada uno de sus cuartelazos. LAS ORGANIZACIONES OBRERAS— En tanto esto ocurria, el imperialism yanqui, fa- voreeido por estas cireunstancias, segui, penotrando. Ya habia logrado entablar ung seria lucha gon el imperialismo inglés y, como desimos, Hevaba ventajes scbro éste, Esta polities econémiea del imperintismo yanqui, «que estaba provocanda conflictos para hacor su Jueio, a6 comprendida por algimas organizaciones obreras, etre ellas, ln Federaciin Obrera de Chile, 1a quo junto con Snieiar una eampaiia de defonsa de les libertades pablicas, quo eran eonculeadas “constitu: cioualmento”?, emprendié una agitacia contra el ime pevialsmo. ‘Todos Jos organismos dependiontes do la Federa- cin Obrera de Chile, organizacién que tiene cons 8 LA CORRESPONDENCIA SUDAMERIGANA tituidos alrededor de 130 Consejos do Obreros y Campesinos a través de! pais, secundaron esta labor, y le prensa federal, compuesta de cinco diarios, hizo une extense agitacién en contra del imperialismo, ‘al mismo tiempo que anuneinba los propésitos del coronel Ibéfiex que tendia a establecer en el pais una mucursal de lay dictaduras do Mussolini y Primo do Rivera. Los propésites de establocer esa dictadura se ma- nifestaban en las egntinuas declaraciones que Ibésez hacia en la prensa burguesa, Todas esas declaraciones iban dirigidas contra Ia organizacién obrera, UN “GOBIERNO FUERTE”— Como el Estado chileno seguig necesitade’de recur- soe, que eran obtenidos a fuorza do émpréstitos, tenia que recurrir, como erm su costumbre, a los ‘*go- nerosos?? amos de Wall Street. Bu el mes de enero los capitalistas yanquis notifi- earon al gobierno de Chile que, para que éste tuviera probabilidades do obtener nuevos empréstitos, era necesaria Ia implantacién de un ‘gobierno fuerte”. “‘Gobierng fuerte”? exigian los amos de Wall Street, y ese gobierno debia hacer pesar su fuerza, iclaro esti!, contra sus mayores enemigos, contra las organizaciones obreras que sostenion la lucha enti- imperialista.... ¥, tal como so pedia, se hizo, El 20 de febrero del presente afio, el director del diario Justicia”, 6r- geno central de la Federacién Obrera de Chile, re- cibia. una notificacién de parte del ministro del In- terior, — que lo era ya D. Carlos Tbiiez —, en 1 sentido de que debia cesar en sus campaiias ‘dos- ‘quiciadoras’?.” ‘Mas, ese valiente diario de la clase obrera y cam- Pesina chilena, menifestaba al dia siguiente que se- guiria imperturbable su Tinea de conducts, defondien. do a los obreros y campesinos de Chile, haciendo enso ‘omiso de Ins sugerencias amenazantes del gobierno. CLAUSURA DE LOS DIARIOS OBREROS; PRI- SIONES, DESTIERRO ¥ CONFINAMIENTO DE LC8 DIRIGENTES OBREROS— ¥ dia 23 de febrero, simulténeamente y en todo €l pafs, las casas de los dirigentes obreros eran in- vadidas por agentes de la poliefa, quienes, portadores de Srdencs del coronel Ibéfiez, ministro del Interior, procedian q arrester a una cantided de hombres que no habian cometido otro delite, — grave delito, por cierto, — que gritar fuerte contra la dictadura mi- litar y contra el avance imperialista. ‘Todos los arrestados en Is capital, fucron condu- eidos, unos a los euarteleses de la policia o del ejér- eito, otros a los de earabineros, donde se procedia a mamtenerlos en estricta incomunicacién hasta el aia 25 del mismo mes, en que se les permitié hablar con sus familias, s6lo un breve espacio do tiempo, algunos hasta cinco minutos. Estas entrovistas de los detenidos con sus familias, no tenfan otro objeto que el de 1a despodida, pues, ese mismo dia debian salir para el destierro algunos de alos. Sin habérseles sometido a proceso alguno, sin ser sentenciados por autoridad competente alguna, y s6lo por orden del dictador Tbiiez, se les expulsaba det pats. PTs mayoria do los expulsados al extranjero, y que fen total fueron 16, eran dirigentes de la Federacién Obrera de Chilo. ‘Muchos de esos compafieros sallan para el destie- ro faltos absolutamente de medios econémicos y, de~ Jando, todos, abandonadas sus familias, El mismo dia 23 de febrero, se procedia a Ia cleu- surg de las improntas donde se editaban los diarios: obreros. Los detenidos en ol resto del paig fucron levidos, unos quince dias después, a Ia isla de Miis Afuera, del rupo Juan Fernéndez, después de habérseles some- tide a toda clase de vejémenes, entre ellos el de- haberlos pelado al rape y rapado hasta las cejas. Como los anteriores, estos obreros, tuvieron que dejar abandonadas y, en la miserig a sus families. (So ha~ bia establecide el “‘gobierng fuerte’? reclamado por Jos capitalistas yanquis! Los banqueros de Wall Street triumfaban sobre- los obrerost REVELADORA COINCIDENCIA— Bu los mismos dias en que el gobierno de Chile acbia recibir la primera remesg del iltimo ompréstito, era cuando ol ministro del Interior, ordenaba Ia do tencién, deportacién y confinamiento de los dirigentes obreros y la clausura de las imprentas. Seooién Chilena de ta Liga Anti- ‘impericlista de las Américas, La lucha contra el co- munismo en Brasil La clase gobernante brasilefia ba iniciado una nueva ofensiva contra el comuniemo y contra el proletariado organizado en los sindieatos. Es una ofensiva violenta que ha comenzado a des- envolverse y cuyos extremos atin no se conocen,. aunque puede deducirse de las medidas y dispo- siciones que se proyectan. El primer sintoma fué el pretexto ofrecido a la burguesia por los co- nocides sucesos de Londres, eon las consabidas Publicaciones de direceiones conspirativas de di- versos ciudadanos brasilefios... Se hizo una pe- quefia ‘‘razzia”’, se procedié a la detencién de varios militantes, se hicieron allanamientos a diferentes domicilios y locales comunistas y obreros. Pero ello no era mis que el primer paso, La yepresién y la politiea reaceionaria contra el movimiento comunista se prosigue intensamente, ¥ se dirige on dos sentidos: contra las organiza~ ciones obreras y contra el Partido Comunista y el Bloc Obrero. En lo que coneierne a los obreros en general, se proyectan diversas resoluciones, la mas impor- tante de las cuales es la vigencia de una vieja ¥ olvidada disposicién del eédigo ponal, por Ix es LA CORRESPONDENCIA SUDAMERICANA, 9 cual se hace imposible, priieticamente, el dere- cho de huelga, La hnuelga se consideraria ilegal, si no Is permiten las autoridades, y de tal modo los obreros no podrian hacer huelga sin hacerse pasibles de persecusiones y condenas por ese ‘de- lito”’. Es un proyecto ya presentado a la Cimara, ¥ euyo propésito es clarisimo: impedix las Juchas de la clase trabajadora por sa mejoramiento y destruir las organizaciones sindicales, que en los iltimos meses han renacido con fuerza y vigor. Ademiis, por otro proyecto, se aplicaxia también. a los periddieos sindicales los términos de una ley que reprime las publicaciones inmorales. .. Contra el Partido Comunista, Ja represién ti ne mayor desenvolvimiento. El diputado Toledo ha fondamentado la ley que amplia la legisla- cidn penal contra Ias huelgas: sostiene en pri- mer término la multiplicacién de policias para defender la patria. Hizo el elogio del faseismo, de Mussolini, y afiadié que el comunismo debia ser perseguido, por constituir un erimen contra el Estado y las institueiones. Otro diputado h: b1d de espionaje sovietista, y dijo que estaba per- fectamente enterado que ei Soviet habia derra- mado dinero en Brasil, Argentina y Uruguay, pe- ro que ello no rendiria trutos. Finalmente, la? comisién de justicia por decisién de la Cémara se reuniré en seereto para enterarse de los revela- Gores y sensacionales documentos que ofrecié el diputado Toledo... Qué documentos son esos? ;Porqué se man- tiene en secreto? La razén es evidente: se tra- ta de documentos fabricados, al estilo de a ear- ta de Zinovielf y de la carta de la 1. C, a Bul- garia. Hay en Europa grupos de contrarrevolu- cionarios que’ viven de la fabrieacién de docu- mentos falsos en dafio de ln Unidn Sovietista y de la L. C,, y xeeientemente, Ia ‘Tass denuneiaba la existencia de una verdadera fabriea de docu- mentos falsos, que funeionaba en Paris, y a la enal los gobiernos, el yanqui en primer lugar, habian comprado una buena porcidn, Sospecha- mos bien In proeedencia de los ‘reveladores’? documentos... Mas lo cierto es que en Brasil se esti proyectando una reaccidn de vastas pro- porciones, En parte, por el renacimiento del movimiento proletario y por el crecimiento del ‘movimiento comnnista; y luego, porque, los go- bernantes brasilefios, Incayos de los gobiernos imperialistas, no hacen més que eumplix ins ‘truceiones venidas de Londres, y probablemente, de Washington, Lo de Cuba no deja lugar a du das: alli se ha operado una reaceién total sobre Ja base de ciertas informaciones del gabincte in- giés... Una razén internacional — la supedita- cién brasilefia al imperialism, — y waa razén nacional: cl crecimiento extraordinario de Jas fuerzas comunistas en los pocos meses de vida legal que leva. He alli las eausas de esta ern- zada contra el proletariade y cl movimiento eo. munista, Contra el amarillismo sindical El Congreso de a Confederacién Obrera Pan- americana tiende, como es notorio, a establecer una mayor influencia de la Federacién Ameri- cana del Trabajo sobre las masas trabajadoras latino-amerieanas, Esa influencia ya la tiene en algunos paises centro amerieanos, y es indis- pensable una enérgica agitacién entre las masas obreras para salvarlas del peligro de su someti- miento a In ideologia y direecién de los traido- res dela F. ALT. Un periédico cubano, ‘Unién Nacionslista”’, acaba de escribir el elogio ditirémbico de la F. A. T.y de Mr, Green, Y ‘‘ Accién Socialista’’, de Cuba, reproduce ese suelto que considera. ‘“opor- tuno’”? y de utilidad para le clase trabajadora, La F. A. T. segin esas expresiones, seria el ““pun- to iinico de apoyo en que pueden escudarse las clases obreras de Cuba para poder realizar con el mayor éxito posible sus legitimos anhelos de mejoramiento”’, La de Ia F, A. T. es una bande- ra honrosa, que ha dado al obrero americano un nivel de vida superior: ‘a In obra admirable ae Samuel Gompers, primero, y de Green, ahora, se deben esos resultados”. Llama a Green noble luchador anti-imperialiste, y afiade la_mentira de que los obreros de la “Argentina, Uruguay, Brasil y Chile estén en la C. 0. P. A, cosa vi- siblemente inexacta, Pero el hecho es sintomitieo. Hay periddicos socialistas que apoyn a la C. 0. P. A, a la Federacién y que se ponen 2 los pies de Green, agente del imperialismo. Mr. Green es anti-impe- vialista en el sentido de Mr. Kellog. ; Cuando Mx. Kellog ha dicho ser imperalista? Al con- trario: él respeta In soberania e independencia ae los pueblos... Sia veces procede de contun- Gencia, es para asegurar los intereses de sus con ciudadanos, y nada mis, Esa misma es la po- sicién de Mr, Green y de 1a Federacién. La lu- cha de eluses se ha dejado relegada completa mente, porque Ja “‘honrosa bandera’? exige no s6lo la eolaboracién, sino In supeditacién al pa- tronato y al gobierno. Tos jefes de la Federa- cidn son instramentos de los organismes finan- cieros y politicos de In burgnesia americana. Y es por intermedio de tal orgenizacién que el im- perialismo amerieano extiende sui influencia sobre los obreros de In América Latina, EI hecho que citamos demuestra los trabajos actives que realizan los amarillos sindieales al servicio del imperialismo. Es impreseindible que las organizaciones obreras reaceionen e inter- yengan para ayuder a los obreros de todos los paises, de aquellos sometidos a la intluencia des- tractiva de ln Federacién, a eneontrar su propio eamino en Iu lucha de clases. to LA CORRESPONDEN CLA SUDAMERICANA, Congreso de bolchevizacion del Partido Comunista del Uruguay Puede decirse que el X Congreso del P. U. det Uruguay fué el mas importante del parti- do hermano, tanto por la cantidad de dele- gaciones cuanto por Ja uaturaleza de los pro- blemas a iesolver y cl nivel ideologico pues- to en evidencia en la discusion y soluciones de las cuestiones. Ademas de la xepresenta- eign de la capital, asistieron 15 deleguciones de la campana, echo producido por vez pri- mera en la historia de los congresos urugua- yos. Hsv sola civeunstaneia denotaba dos he- chos importantes: vitalidad del Partido y su mayor ascendicr:te en el interior, lo cual plan- teaba con urgencia el problema campesine. HL Congresa ivé fructivevo. En gran par- te, ello débese a su bueia preparacion, La di- receidn del Partido sometio a 1a base del mis- mo, eélulas, centros y grupos, todos las cue tienes a discutirse, acompaiiadas de tesis y proyectos resolutivos en los diversos t6picos; esto motiv6 en las diversas organizaciones del Partido un debate util, que reflejaba las ex- perencias del movimiento, y que contribuyen- do ala capacitaciiu politiea mayor de los miembros, preparaba la elaboracion colectiva de la Iinew tictiea del Partido. En el curso de esis diseusiones previas ‘al Congreso pudo patentizarse Ia buena linea politica del Partido, y en este sentido un he- cho es peculiarmente clocuente: la considera cién del caso Mibelli, Este ex comunista, que antaiio goz6 de fuerte prestigio y ascendien, te, quedé totalmente aislado en virtud de sus groseras fallas dereehistas y de su burda con- cepeién oportunista, incompatible con la ideo- logia del Pertido. La euestién politica invo- Iuerada por el caso Mibelli habia sido consi- derada ya en el C .E. Ampliado del aiio an- terior; de entonces a hoy Mibelli no ha he- cho més que reforzar decisivamente su posi- cin anti-comunista, contra Ia cual se elevé unfnimemente cl Partido, Hasta el dia mismo del Congreso “Justicia” abrio una rabrica especial dedicadi a las euestiones que debian cousiderarse, y naturalmente diseutidse des- de ellas el asunto Mibelli, tambien, Este hi- zo su defensa, en términos tales, que su sepa- racién definit: sa del Partido no subsistia si- no eomo un hesho formal. Nivgiin delegado, ninguna célula, ninguna orgunizaeién del Partido acompaiié 0 justifies a Mibelli mente un niivleo de eineo o seis compaiieros, sola. en el total del Partido, consideraba errénea y condenable la posiciin de Mibelli auague vefan que la medida disciplinaria, que debfa ser grave, no convenia que fuese la expnl- sién, nadie, pues, sostuvo politicamente a Mi- belli, y con la exeepeién de poca importancia que dejamos apuntada, el Partido por una- nimidad lo puso fuera de sus filas. Constitu- ye esto, evidentemente, una demostracién de la capacitacién ideolégica del Partido y de su sn buena linea politiea general. El rechazo del oportunismo no ha podido ser mas categé- vico ni rotundo. De los trabajos del Congreso pudo deducir- se, asimismo, que el Partido, durante el pe- riodo fenecido, habia realizado , estuerzos apreeiables por una mayor vineulacién con las masas, hecho particularmente cierto en lo que respecta a la campaiia presidencial y a Ja defensa de ‘‘Justicia”’, coutva la maniobra patronal-anarquista. Comprobése, « también, algunos progresos en el terreno de la organi- zacion, que se habia establecido sobre la base celular en la capital. Pero el Congreso, proce- diendo a la auto-evitiea aconsejada por Le- nin, analizé igualmente los aspectos débiles de la labor realizada y enearando las pers- pectivas determiné los deberes a cumplir en el perfodo inmediato, Se enearé con particular atencién el pro- blema campesino, resolviéndose la creacién de la Liga campesina y estudidndose las relacio- nes de las diversas eapas sociales de la eam- baila. Se sefialaron algunas deficieneias en la organizacién del trabajo sindiedl y se atraio la atencién del Partido sobre la importancia de esta tarea, adoptandose igualmente medi- das para reforzar la obra orgdmiea de las fraeciones comunistas. Se sefialé la importan- cia de la mano de obra extrangera y por en- de de las agrupaciones idiométicas, la nece- sidad de realizar un trabajo cooperativo y, pasando a problemas internacionales, se apro- baron tesis sobre la euestién de la guerra y cespués de un estudio razonado del problema imperialista se tomaron medidas practicas, y la primera de ellas organizar la Liga Antim- perilista del Uruguay. El Congreso considers con suino interés las cuestiones relacionadas con la prensa comunista (en Uuruguay hay “‘Justicia”’, diario central; “Nuevos Hori zontes’”, de Carmelo, “Debates” de Paysan- LA OORRESPONDEN CLA SUDAMERICANA uw dit y “Accién Comuinsta’’ de Rocha, peris- dieos) y los periédieas de fibriea. Sobre to- do se estudié y resolvié la cuestién de las ear- las de obreros y las correspondencias celula- res, para establecer la mejor ligazéu entre el diario y las masas. ' Este Congreso tiene mucha importanci Primero, porque es el primer econgreso de bol chevizacién, que traza una etapa para el des- envolvimiento del Partido, Y Inego, porque es la garantia de que el Partido Comunista del Uruguay sabré hacer frente a las pers- Pectivas que le plantea una situacién objeti- vamente favorable para su mayor desarrollo y su constante crecimiento. Las fuerzas bur- guesas tradicionales llevan la decepein a las masas explotadas que las aeompaiian; ambas tatan de solucionar las graves dificultades del pais a expensas del proletariado y de las capas eampesinas, mediante una politiea im- positiva més pesada y mediante el acuerdo con el imperialismo, Politicamente, las fuer- zs burguesas sienten Ia xepercusién de tal crisis, y el hecho de que ellas sean casi igua- les en cuanto a su importaneia numérica, depara posibilidades especiales para el pais, a las cuales el Partido debe estar preparado. La ausencia de un movimiento soeialista, asi como la deseomposicion y desprestigio de los anarquistas, son faetores que facilitan al P. C. el cumplimiento de su misién. En el perio- do que comienza con el Congreso, el Partido debera iniciar su transformacion en movi- miento de masas ligéndose cada vez mis es- trechamente a las capas explotadas de la po- blaeién. Las decisiones del Congreso dirigirén al Partido en este importante trabajo. Dis- ciplina, homogeneidad ideolégica, actividad, buena organizacién y reforzamiento de la vi- da celular, son las condiciones del éxito. Resolucién ‘sobre la actividad general EL X Congreso del P. C. del U., nego de ha- ber examinado la labor realizada durante el periodo que termina y Ia situaeién actual del Partido, constata con satisfaceién la incesante tarea desplegada por su organizacién sobre ta base celular y su aprecinble actividad politica, lo cual le ha permitido aumentar su influencia politica sobre las masas, ligindose a ellas en forma més estrecha, En el campo de la organidacién, el X Congre- so destaca la transformacién celular en la ea- pital, la iniciaeién de algunos perédicos de f- brica y los esfuerzos verifieados por los érganos dirigentes para el reforzamiento de ln vida poli- tiea de las células, La decisién del C. C. en el sentido de plantear ante las células la cuestién de la linea politica del Partido (caso Mibelli), y la organizacién de una provechosa y seria dis- eusién de todos los problemas del Congreso, cons- tituyen una prueba de que se ha comenzado con éxito la edueacién politica de la base. En el orden sindical, el Congreso subreya la organizacién de algunas traneciones comunistas, la reorganizacién reciente del C. C. S. que ba inicado sus tareas, a lucha contre los anaxeo- divisionistas del movimiento obrero y la props- ganda general por la unidad sindical (ejemplo: ta eficaz iniciativa y la labor realmente bolche- vique en el asunto del gremio de chauffeurs). En el dominio del régimen interior, los éxze- nos dirigentes del Partido han establecido la de- mocracia proletaria, haciendo participar, en al- gunos casos, a la base en la discusién y elabora~ cién de la linea politiea y en las tareas prée- tieas, reuniendo a 1a masa del Partido contra los peligros de desviacién oportunista, Contemporé- neamente, ‘realzéronse esfuerzos para la mis pronta ejecucién, por los érganos y miembros del Pariido, de las medidas y directivas adop- tadas por los cuerpos directivos La actividad politica del Partido demuestra, sobre todo, que él se eneamina hacia una mayor madurez politica. El Partido participa intensa- mente en todos los acontecimientos importantes de la lucha de clases en el pais y mostré su actitud para comprender y defender — tradu- cides politicamente — los’ intereses de la clase obrera y las reivndieaciones inmediatas de las masas trabajadoras. Tanto en los problemas na- cionales © internacionales, cuanto en la lucha contra el imperialismo y en 1a defensa de los in- tereses de la clase obrera y de la masa campesi- ua, el Partido evideneié los progresos de su ca- pacitacién politiea y la energia de su trabajo. Bjemplos de esta actividad politiea son los re- sultados de la campaiia presidencial, en cuyo transeurso el Partido moviliz6, a pesar de las di- ficultades objetivas, a las masas en torno de la candidatura obrera y campesina y la elaboraciéu y propaganda de un programa de reivindicacio- nes inmediatas. En la lucha politica del Partido, ‘Justicia’? desempefié una gran funcién: el diario ha sabi- do superar las deficiencias provenientes del sen- sacionalismo pequefio-burgués, y merced al tra- bajo intenso del C. C. y de la redaccién, trans- formose en un disro de gran iniluencia entre las masas. ‘‘Justicia’? partieipé activamente on la lucha diaria del Partido, especialmente en el sector sindical, ampliando a la vez la funcién de onganizacién de los obreros. Hay que sefialar par- ticularmente las iniciatvas para accrearse més estrechamente ain a las masas y entre ellas ia de I edieién de niimeros especiiles dedieades a los radios de mayor densidad proletaria en la ciudad. En oeasién de hallarse el diario bajo la smenaza de los elementos anarquistas pequo-

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