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Muriel James y Dorothy Jongeward son co-autoras de dos eje los libros más vendidos:
NACIDOS PARA T R I U N F A R : Análisis Transaccional con Experimentos Gestait
y T R I U N F A R CON TODOS: Ejercicios en Análisis Transaccional para Grupos,
ambos publicados por Fondo Educativo Interamericano.
Estudio de caso 1
Desde la más temprana infancia de Eleanor, su madre no sentía simpatía por ella
debido a que era mal parecida. Cuando tenía 6 años, su padre, quién en cambio la
quería, fue internado en un sanatorio por alcoholismo. A pesar de su riqueza y presti-
gio social, la vida con su madre y hermanos era solitaria y llena de infelicidad. Esto
empeoró cuando sus padres y un hermano fallecieron y, a los 10 años de edad, se fue a
vivir con su abuela, tía y tíos, quienes tenían sus propios problemas. La abuela de
Eleanor era reprobatoria y aún más estricta que su madre. Eleanor fue forzada a
vestir extrañas vestimentas, no se le permitía tener amigos, y se la obligó a usar un
pesado corset de acero, debido a su postura física defectuosa. Aunque Eleanor era
muy inteligente, su abuela sólo se preocupaba de que tuviera éxito social y no le permi
tió estudiar una carrera.
Estudio de caso 2
Cuando niña, Golda vivía junto a una estación de policía, donde a menudo escuchaba
los lamentos de los prisioneros políticos sometidos a tortura y le preocupaba que su
hermana, activa militante política, pudiera estar entre ellos. La familia de Golda huyó
de aquella ciudad acosada por el terror y emigró a Milwaukee, cuando ella tenía 8
años de edad. Ahí, Golda trabajó largas jornadas en un almacén; sin embargo, para
ella la escuela era tan importante que, a la edad de 10 años, organizó y condujo una
reunión de los habitantes de la ciudad para reunir dinero con el fin de adquirir libros
para niños que no podían comprarlos. Cuando la madre de Golda insistió en que
abandonara la escuela para dedicarse solamente al trabajo, Golda huyó a Denver para
vivir con su hermana mayor y poder continuar sus estudios.
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Estudio de caso 3
Nacido de padres judíos en un área donde se les odiaba, Albert fue muy lento para
aprender a hablar. En el colegio era lerdo en sus estudios y en los deportes, y su padre
se avergonzaba de su falta de habilidad atlética. En el último año de colegio, perdió
seis meses de clases a causa de un quebranto nervioso y uno de sus profesores sostenía
que él nunca tendría éxito en nada. Albert, sin amigos, solitario y tímido, adquirió
extraños amaneramientos, creó su propia religión, se cantaba himnos a sí mismo, y era
considerado incluso por sus padres como "muy diferente". La primera vez que se pre-
sentó a los exámenes de ingreso a la universidad, fue suspendido; los repitió después
con éxito, pero nunca sobresalió en los estudios.
Estudio de caso 4
Estudio de caso 5
A los niños blancos se les prohibía jugar con Martin. El había nacido en Georgia. La
violencia que lo rodeaba era tan intolerable que intentó suicidarse dos veces antes de
cumplir los 13 años. Con el tiempo llegó a ser un alumno brillante, uno de seis negros
entre cien blancos. "Recuerdo", dijo, "lo preocupado que estaba en una excursión
cuando me di cuenta de que estaban sirviendo sandía. Yo no quería que me vieran
comerla, porque mucha gente asocia los negros con la sandía. Era tonto, yo lo sé, pero
esto demuestra cómo los prejuicios de los blancos pueden afectar a un negro".1
Estos breves casos de estudio se refieren a Eleanor Roosevelt, una figura política y
humanitaria de renombre mundial; Golda Meir, famosa como segunda primer ministro
de Israel; Albert Einstein, genio matemático y famoso por su teoría de la relatividad;
Thomas Edison, quien inventó, entre otras cosas, la luz eléctrica y el fonógrafo; y
Martin Luther King,Jr., valeroso líder en los derechos civiles.
Podría haberse esperado de ellos que hubieran llegado a ser perdedores, destruc-
tivos, delincuentes, enfermos mentales y retardados. En cambio, cada uno llegó a
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ser un renombrado triunfador, aunque al comienzo de sus vidas nada parecía indi-
carlo.
¿Qué significa ser un triunfador?
¿Cómo actúan los triunfadores?
¿Y pierden alguna vez los triunfadores?
Todos hemos nacido para triunfar. Los triunfadores a veces pierden, y a veces
también cometen errores. Pero los perdedores pueden ser identificados como perso-
nas que cometen el mismo error una y otra vez. No parecen capaces de aprender de
sus errores.
Los triunfadores, por otra parte, aprenden de sus errores y rara vez los repiten. Se
ha dicho que los perdedores tienen un miedo interior a triunfar y no saben qué hacer
con sus éxitos. En cambio, los triunfadores saben qué hacer cuando fracasan; tienen
planes alternativos.
Entre los perdedores y los triunfadores, existe un grupo intermedio, que retrocede
dos pasos por cada dos que avanza, arreglándoselas escasamente para mantenerse en
equilibrio. Inevitablemente, cuando algunas cosas les salen bien, otras parecen ir mal.
Ellos tienden a terminar donde empezaron. Esta clase de personas son no triunfadores.
Triunfar y fracasar
¿Ha notado alguna vez lo contenta que se siente la gente cuando gana algo importante,
o lo deprimida que queda cuando pierde algo importante? Muchas personas se conside-
ran a sí mismas como triunfadores, perdedores, o no ganadores. Un ejemplo de esto es
el de un vagabundo, que fue encontrado muerto en una zanja con un tatuaje en el brazo
que decía: "Nacido para perder". El se veía a sí mismo como un perdedor y aparente-
mente lo era.
Todas las personas han nacido para triunfar, pero muchas tienen experiencias tan
desafortunadas que empiezan a creer que serán incapaces de tener éxito. Realmente,
nadie desea ser un perdedor; sin embargo, muchas personas creen que "nacieron para
ser derrotadas" y pueden incluso determinar su conducta de tal modo que terminan por
fracasar. Otros creen que nunca van a lograr el éxito completo y se condicionan de tal
forma que realmente no lo obtienen. Estos sentimientos son expresados en palabras y
acciones. Por ejemplo:
"Nunca tengo tiempo para estudiar" es la excusa de un perdedor que realmente
significa,
"Temo intentarlo", o "El estudio no es importante".
"No pensé en eso" es la excusa de un perdedor que significa realmente,
"Yo no soy responsable" de quedar embarazada, de contraer una enfermedad
venérea, o de verse implicado en un accidente automovilístico.
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" A u n si pudiera hacerlo, nunca voy a tener la o p o r t u n i d a d " significa en realidad,
"Todos están contra m í , de modo que no intentaré".
"Cómo puedo haber sido tan estúpido" significa realmente,
" N o es culpa mía, yo so así, de manera que no tengo por qué ser responsable".
"Trataré de terminarlo a tiempo, pero probablemente no alcance" es la excusa
de un no triunfador. Significa,
" Y o realmente me esfuerzo, pero más vale que no tenga é x i t o " .
" Y o simplemente no puedo obtener mejor calificación en matemáticas" es una
excusa de un no triunfador que significa,
" N o le gusto al profesor, así es que para qué preocuparme" o, " N o soy lo
suficientemente capaz".
A menudo tales declaraciones revelan una actitud básica de no estar bien. Las perso-
nas que las hacen constantemente tienen una imagen de sí mismas de perdedores o
mediocres. Ellas no se han atrevido o no han aprendido a hacerse a sí mismas responsa-
bles de alcanzar lo que quieren. En lugar de esto, culparán a su vestimenta, su inteli-
gencia, su raza, circunstancias, religión, etc., como la causa de sus infortunios.
Los triunfadores, en oposición a los perdedores, raras veces culpan a los demás de
sus propios errores, sus faltas y sus problemas. Por el contrario, se responsabilizan de
sí mismos porque se sienten básicamente bien. Siguen algunos ejemplos de lo que
diría un triunfador:
" B i e n , no hay duda de que aprendí y nunca cometeré ese error otra vez".
Traducido, esto significa, "El mundo no se va a acabar si cometo un error".
"Si yo no le gusto a él (o a ella), tal vez la culpa sea en parte m í a " . Esto significa
realmente, " Y o estoy contento conmigo mismo y también me agrada la otra
persona lo suficiente como para querer pensar qué podemos hacer para arreglar
las cosas entre nosotros".
" ¡Esta ha sido una semana muy dura! Ahora voy a hacer planes para divertirme
un p o c o " , significando, "Es justo que me preocupe de mí y es bueno disfrutar
de la vida".
"Tal vez ellos no hayan tenido tantas oportunidades como y o " , indica la preocupa-
ción de un triunfador, en el sentido de que es importante tratar de comprender a
las personas menos afortunadas, y que no todos son iguales.
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Un alumno que es muy popular entre las muchachas se puede sentir como perdedor
cuando trata de obtener buenas notas.
Deténgase unos minutos en este preciso instante y piense sobre usted mismo.
¿En qué situaciones se ve a sí mismo como perdedor? ¿Como triunfador? ¿Ni lo uno
ni lo otro? ¿Cuándo empezó a sentir de esa manera? Algunas de las cosas que pueden
decirse de los triunfadores:
No triunfan a costa de la derrota de los demás.
Los triunfadores responden con sinceridad, por que son veraces, dignos de confian-
za, sensibles y auténticos, como individuos y como miembros de la sociedad.
Pocas personas son cien por ciento triunfadores. Es cosa de .grado.
Los triunfadores tienen potencialidades diferentes. Los logros no son lo más
importante. Sí lo es el ser sincero, honesto y abierto.
Los triunfadores no tienen temor de pensar por sí mismos y de usar sus propios
conocimientos. Pueden separar hechos de opiniones y no pretenden tener la
respuesta a todas las cosas.
Los triunfadores no tratan de conmover ni se sienten víctimas. Por el contrario,
asumen la responsabilidad que les corresponde por sus propias vidas.
Para los triunfadores el tiempo es valioso y no lo malgastan. Conocen su pasado,
están conscientes y vitales en el presente y esperan con ansias el futuro.
Los triunfadores se sienten libres para disfrutarse. Pueden también postergar las
diversiones.
Los triunfadores aprenden a conocer sus sentimientos y limitaciones y no tienen
miedo de ellos.
Los triunfadores se preocupan por los demás.
Las personas hacen una imagen de sí mismas como perdedores o triunfadores desde
muy jóvenes. Experiencias de toda clase afectan sus actitudes en relación con ellas
mismas. Los padres, hermanos y hermanas, amigos, profesores u otra gente que
tiene importancia en la vida de la persona, usan para describirla palabras que contie-
nen mensajes, de la misma forma en que los llevan las palabras que se refieren a ellos o
aquellas palabras que se oyen involuntariamente.
Frecuentemente, la identidad de los individuos está vinculada a sus nombres. Por
ejemplo, un nombre despectivo, un sobrenombre o epíteto, puede causar ansiedad y
sentimientos de perdedor. Un nombre agradable o popular puede contribuir a formar
sentimientos de triunfador.
Los padres eligen nombres especiales para sus hijos, por variadas razones. La elec-
ción de nombres bíblicos tales como David y Jonás, o Marta y María, responde al
deseo de que sus hijos reflejen las características asociadas con esos nombres. Esto
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mismo es válido para los nombres que provienen de la mitología griega, tales como
Jasón y Ulises; o igualmente si se eligen nombres de héroes nacionales, personajes de
ficción, populares estrellas de cine, amigos o miembros de la familia. En la mayoría de
los casos existe una expectativa de los padres ligada al nombre.
Puede que esta expectativa se cumpla o no; pero mientras los niños crecen, reciben
continuamente mensajes de triunfadores o perdedores cuando se usan sus nombres.
Por ejemplo, si se reprende a un muchacho llamándole "Juan Timoteo Alvarez", puede
que perciba un mensaje diferente que cuando se le llama " J u a n i t o " . Como escribió
Mark Twain, "Cuando un profesor llama a un alumno por su nombre completo, signi-
fica que hay problemas".
Tener un nombre es parte de tener una identidad. Muchas personas se sienten incó-
modas si su nombre es pronunciado en forma incorrecta o se olvida. En ocasiones, a
las personas no les gusta su nombre y deciden cambiarlo, ya sea por las asociaciones
que éste connota, o porque han escogido cambiarlo y quieren acentuar ese hecho con
el nuevo nombre de su propia elección.
Muchos hombres usan sólo sus iniciales y apellidos para identificarse. El término
señor no indica si el hombre es casado, a diferencia de los términos señorita o señora.
La mayoría de las mujeres llevan el apellido del marido después de casadas, pero cada
día más prefieren conservar su nombre de solteras o ser conocidas sin denotar su esta-
do civil. Esto es parte de su identificación. La gente conserva o cambia sus nombres
por variadas razones. El caso que se describe a continuación ilustra cómo el nombre es
parte de la propia identidad.
Cuando joven, era conocido como Hasanoanda de los Sénecas. Su nombre verda-
dero era Donehogawa, Guardián de la Puerta Occidental de la Gran Casa de los Iro-
quíes. Donehogawa empezó a trabajar cuando tenía 10 años, en las caballerizas
de una guarnición militar, donde fue tan ridiculizado por su mal inglés que decidió
destacarse en el colegio para no ser objeto de burlas. Después, cambió su nombre
. por el de Elias Samuel Parker "a causa de los prejuicios contra los nombres indígenas
y porque quería que lo tomaran en serio". Llegó a ser secretario militar del Presi-
dente Grant y fue nombrado Comisionado para los Asuntos Indígenas. Las refor-
mas de Parker ahorraron millones de dólares al erario nacional y muchas vidas,
debido a que poseía habilidades para negociar, las que empleó con el fin de evitar
otra guerra en las praderas. Su éxito le atrajo enemigos pol íticos en Washington,
quienes constantemente lo criticaban y lo azoraban. Temiendo hacerle más mal que
bien a su gente, renunció, hizo fortuna en Nueva York y "terminó su vida como
Donehogawa, Guardián de la Puerta Occidental de la Gran Casa de los Iroquíes." 2
Algunas personas parecen tener intereses similares a los de sus antepasados —especial-
mente si se les ha bautizado en recuerdo de sus nombres. Por ejemplo, César Chávez,
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en sus esfuerzos por mejorar las condiciones de vida de los campesinos, demuestra una
preocupación similar a la de su abuelo en ese sentido. A César se le puso ese nombre
por su abuelo, quién había sido peón en Méjico y vino a Estados Unidos como colono.
El abuelo era un hombre fuerte y capaz, quien se preocupaba de alimentar a todo fo-
rastero hambriento que pasaba, además de sus quince hijos y numerosos nietos. César
vivía en la finca de su abuelo hasta los 10 años de edad. Luego, en medio de la Depre-
sión, el abuelo murió y la finca debió ser vendida para pagar impuestos. Los padres de
César partieron en busca de trabajo. "César creció en sucesivos lugares de trabajo, en
los cuales el hogar podía ser una choza de papel embreado o una carpa o, entre un
campo y otro, podía ser al lado seco de un puente donde se agazapaba para guarecerse
de la lluvia". 3 El asistió a más de 30 escuelas y llegó al 7.° Nivel Básico aún sin ser
capaz de leer y escribir correctamente.
Siempre se le hacía sentir que era un extranjero. No le fue permitido entrar a la
"Ciudad Inglesa" donde vivían los blancos. En una ocasión trató de comprar una
hamburguesa en un restaurante que decía, "Blancos solamente". La camarera se rió
de él y lo expulsó, diciéndole, "¿Qué pasa, que no sabes leer? ¡Malditos y estúpidos
mejicanos".3
Algunas personas con este tipo de experiencias se sienten perdedores. Aparente-
mente no fue así con César Chávez. El luchó contra los epítetos y, como su abuelo
del mismo nombre, ha trabajado para proporcionar más alimento a su gente.
Nombres usados pública y privadamente conllevan a menudo significados de perde-
dores o triunfadores. Es común emplear epítetos en público, como lo es el usar
nombres cariñosos en privado.
Sobrenombres, usados en público o en privado, pueden significar un cumplido o un
desprecio. Ellos constituyen etiquetas altamente sugestivas. Algunos apodos conjuran
imágenes físicas. Gordinflón, Pecoso, Habichuela, Venus, Rubia, Patas de piano,
Chatito, Cara de pez, Hoyuelos, todos se centran en la apariencia. Algunos motes
implican características conductuales: Estúpido, Cabeza de bisagra, Cabeza de terrón,
Dulzura, Monstruo.
¿Qué es lo que un nombre encierra? A veces una cantidad de cosas. La imagen
de sí mismo que tiene la gente, sus sentimientos de triunfador o perdedor, son a
menudo una respuesta a la forma en que fueron llamados desde niños.
Resumen
En resumen, la gente llega a ser triunfador a pesar de sus nombres, a pesar de las pre-
siones negativas de la sociedad, antecedentes familiares insignificantes, experiencias
desgraciadas, defectos físicos o mala salud.
Cada persona nace con una potencialidad para ser triunfador; llegar a serlo es cosa
de desarrollar y usar este potencial.
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Ejercicios
Discuta sobre su concepto de la persona que es triunfador. ¿Qué es lo que hace que
una persona sea un triunfador? Enumere al menos 8 características que después
puedan ser compartidas con el resto de la clase.
Discuta sobre su concepto de la persona que es perdedor. ¿Qué es lo que hace que
una persona sea un perdedor? Enumere al menos 8 características que después
puedan ser compartidas con el resto de la clase.
Ahora elija un portavoz para su grupo, quién deberá informar a toda la clase de
la decisión del grupo.
• Piense en cinco personas a quienes conoce bien. Escriba sus sombres horizontal-
mente en la parte superior de una hoja de papel.
• Debajo de sus nombres escriba lo que usted considera ser sus características de
triunfador o perdedor.
• Ahora, imagine lo que podría escribir cada uno de ellos sobre usted.
• Si usted quisiera que ellos pensaran en forma diferente de usted, ¿qué necesita-
ría hacer?
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• Luego escriba los adjetivos que lo describirían según su nuevo nombre.
• Discuta esto con otros miembros de su grupo. Mientras usted discuta su nuevo
nombre, actúe y hable de acuerdo con los adjetivos que seleccionó.
Investigación sugerida
Imagínese que usted es un animal. Si usted fuera un animal ¿qué animal sería?
• Llévelas a clase. Durante los diez primeros minutos de la clase, pegue las láminas
sobre hojas de papel para hacer un collage.
3 Perfiles de celebridades.
• Escoja a una persona de renombre, quién esté actualmente teniendo mucha
publicidad en los diarios y/o revistas.
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4 Nombres familiares.
n Luego pregúnteles aq
y qué sienten ahora i
Análisis estructural
Análisis transaccional
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eficazmente, y por qué otras conducen a incomprensiones e incomunicación; por qué
algunas transacciones son directas y abiertas, y otras cerradas y a la defensiva, o
falsas y torcidas.
El AT nos ayuda a imaginar lo que está sucediendo cuando, por ejemplo, la parte
Padre de una persona interactúa con el Niño de otra; y por qué las transacciones pare-
cen, suenan o son percibidas como buenas o malas.
Análisis de juegos
El análisis de juegos es el tercer método por medio del cual comprendemos cómo las
personas interactúan. Los juegos psicológicos tienen siempre un mensaje oculto tras
las palabras realmente dichas. El análisis de juegos tiene relación con averiguar cuál es
el mensaje oculto, por qué es transmitido y qué obtiene la persona al enviarlo. Lo que
él o ella obtiene es, generalmente, la sensación de estar siendo víctima o de salvar o
perseguir a alguien. En otras palabras, en los juegos psicológicos, la gente representa
los roles de Víctima, Salvador o Perseguidor, representando roles en vez de ser ellos
mismos. En las palabras de Shakespeare: " T o d o el mundo es un escenario y los hom-
bres y mujeres son meros actores".
Como un ejemplo de juegos psicológicos, a veces la gente parece incitar a ser criti-
cada. Es como si ellos quisieran ser menospreciados. En ocasiones, buscan maneras
de sojuzgar y perseguir a los demás. Otras veces, les agrada creer que pueden resolver
los problemas de los demás y salvarlos, aun cuando los otros no lo deseen realmente.
Los juegos se emplean para manipular a la gente y usualmente alguien termina desa-
gradado. ¿Por qué han de hacerse cosas que hagan sentirse mal, tanto a uno mismo
como a los demás?
¿Es que hay realmente alguna ventaja en jugar, en lugar de ser sincero con los
demás? El análisis de juegos nos ayuda a resolver estas interrogantes.
Análisis de guiones
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Origen del análisis transaccional
Resumen
En resumen, usted puede utilizar en beneficio propio los instrumentos del AT —análisis
estructural, análisis transaccional propiamente, análisis de juegos y análisis de guiones.
Así como al Dr. Berne le fue posible ayudar a su cliente a comprenderse mejor a sí
mismo y hacer cambios positivos, el AT es una forma práctica para evaluar la conducta
y cambiar aquello que necesite ser modificado.
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Ejercicios
Repase los estudios de casos que aparecen al comienzo de la unidad (pág. 14) y
conteste las siguientes preguntas:
• ¿Qué piensa y siente acerca de la forma en que ella trabaja por sus metas?
• ¿Cree usted que José se siente masa menudo como V í c t i m a , Perseguidor o Sal-
vador?
Cada uno de los cuatro métodos para analizar a las personas y sus transacciones será
presentado en detalle más adelante. Sin embargo, los cuatro ejercicios siguientes le
presentarán los conceptos básicos.
• ¿Qué podría haber hecho cada uno de sus padres en esta situación? ¿Se hubiera
parecido su comportamiento al de alguno de sus padres?
Discuta una transacción que haya observado en los tres últimos días, en la cual
usted cree que la gente se entendía entre ella.
Analice alguna transacción que haya observado, en la cual usted pensó que las
personas se malentendían entre sí o se marcharon malhumoradas.
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• Discuta una situación en la cual se sintió V í c t i m a , (por ejemplo, sus padres no
le prestaron el automóvil) y entonces cambió su conducta y actuó como Perse-
guidor ante sus padres, comportándose malhumorada u ofensivamente.
• Analice una situación en la cual usted trató de actuar como Salvador, prestando
su ayuda a alguien, pero su ayuda fue rechazada y usted terminó sintiéndose
Víctima.
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Investigación sugerida
2 Su caja
Prepare una caja para traerla a la clase. Llénela con objetos que de algún modo
tengan relación con su personalidad y digan algo acerca de usted. Mantenga en
secreto el contenido de su caja, hasta que el profesor le indique qué hacer con
él en clase.
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Segunda parte
Segunda parte
Comprensión de la personalidad
3 Revisión de la estructura de la personalidad
Estudio de caso 1
Pablo acababa de tener una discusión con su mujer. Su rostro estaba rojo y su voz
estridente. El se encontraba en el dormitorio de ambos, golpeando el puño contra la
palma de la otra mano, cuando sonó el teléfono. Era su jefe. Mientras Pablo hablaba
con él, la expresión de su rostro, el tono de voz y todo su comportamiento parecieron
cambiar de inmediato. Se le podía oír repitiendo calmadamente, "Está bien, estaré en
el trabajo media hora más temprano mañana. Gracias por su llamada".
Estudio de caso 2
Andrea actuaba de manera muy dependiente. Por ejemplo, en el colegio comprobaba
repetidas veces con sus amigas las tareas asignadas, con el fin de verificar si las había
entendido correctamente. Hablaba la mayoría de las veces con una voz que parecía un
susurro y lloraba con mucha facilidad. En casa se comportaba de la misma forma.
Sin embargo, cuando su padre quedó lisiado y su madre tomó por primera vez un em-
pleo de tiempo completo, cambió la conducta de Andrea en su hogar. Todos los días,
después del colegio, cuidaba a su hermano menor, ordenaba la casa, empezaba a pre-
parar la comida y ponía la mesa. Cuando su madre volvía a casa después de un largo
día de trabajo como empleada en una tienda de comestibles, se dejaba caer en un
sillón, se quitaba los zapatos y exhalaba un profundo suspiro. Andrea le traía una taza
de té, le daba unas palmaditas en el hombro y le decía algo así como, "No te preocu-
pes, mamá, todo va a salir bien". El nuevo comportamiento de Andrea con su madre
era muy similar a la forma en que su madre la había tratado a ella cuando volvía del
colegio muy cansada.
Estudio de caso 3
Susana cambió a una escuela pública a mitad de período en su segundo año de educa-
ción media. Ella había vivido la mayor parte de su vida en una finca en otro estado y
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había sido muy popular en el colegio de donde venía. Sin embargo, en la escuela
pública, Susana se sentía muy incómoda. Su acento demostraba que provenía de otra
parte del país. A veces, Susana no quería hablar por temor a decir "ustedes todos" y
que se rieran de ella. Un día se sentó a conversar con su madre y revisaron toda la
situación para desarrollar un plan. El plan consistía en que Susana observaría con
mucho cuidado a los otros alumnos de la clase, pensaría en cinco de los cuales le
gustaría ser amiga y se imaginaría que sería necesario hacer para ganar su amistad.
Dentro del mes, Susana tenía amigos.
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Estado Padre del yo
El estado padre del yo contiene las actitudes y el comportamiento que son observados
e imitados de imágenes paternas significativas. Algunas veces el comportamiento del
estado Padre del yo es prejuiciado y crítico. A veces puede ser cariñoso, afectuoso y
protector. Desde el estado Padre del yo representamos un comportamiento imitado
de las figuras paternas reales.
Por ejemplo, una persona cuyos padres tienen prejuicios contra gente de diferente
raza, religión o antecedentes de educación distinta, etc., puede descubrir que él o ella
tiene los mismos prejuicios. Una persona a cuyos padres les gusta dar consejos, o que
les gusta ayudar a la gente en desgracia, puede encontrarse a sí misma comportándose
de manera similar.
Cuando usted se comporta como acostumbraban a hacerlo sus padres, está haciendo
uso de la función Padre del y o . Cada persona tiene diferentes imágenes de los padres;
por lo tanto, cada persona tiene un estado Padre del yo que es diferente al de cualquier
otra persona.
El estado Niño del yo contiene los impulsos que trae una persona al nacer. Todo in-
fante tiene necesidades, sentimientos, el deseo de explorar y crecer. Todo infante
aprende cómo satisfacer estas necesidades lo mejor posible, a menudo por manipula-
ción. El estado Niño del yo también contiene "grabaciones" de enseñanzas y expe-
riencias de su niñez. Estas experiencias afectan nuestro comportamiento posterior.
Por ejemplo, si uno ha sido atemorizado cuando niño por un perro grande y malo, es
probable que esa persona, aunque ya no sea niño, sienta pánico en el estado Niño del
yo a la simple vista de un perro grande que se acerca. Si uno ha tenido en su niñez un
perro grande y amistoso, es probable que esa persona, ya mayor, confíe en los perros
fácilmente.
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Como otro ejemplo, si una persona es humillada por sus compañeros o por el pro-
fesor el primer día de clases en el jardín infantil o en el primer año del ciclo básico, él
o ella se sentirá desconcertado o ansioso cuando comience un nuevo curso, aunque
hayan transcurrido ochos años y esté en educación media.
Por otro lado, si una persona se hace de amigos el primer día de clases, o se siente
querida por el profesor, esa persona tenderá a tener más confianza cada vez que entre a
una nueva clase posteriormente en su vida.
Resumen
Cuando las personas actúan y sienten como lo hicieron en la niñez, están en el estado
Niño del yo. Cuando imitan las actitudes y el comportamiento de sus padres, están en
el estado Padre del yo. Cuando actúan racionalmente, están en el estado Adulto del yo.
Ejercicios
Vuelva a leer los estudios de casos que aparecen al principio de la unidad (pág. 24)
y luego conteste las siguientes preguntas:
• ¿En qué estado del yo estaba Pablo cuando discutía con su mujer? ¿Por qué
piensa así?
• ¿En qué estado del yo estaba Pablo cuando conversaba con su jefe? ¿Por qué
piensa así?
• ¿Qué estado del yo empleaba Andrea con su madre cuando ésta se encontraba
cansada? ¿Por qué piensa eso?
• ¿Cree usted que fue efectivo? ¿Por qué o por qué no?
• ¿En qué estado del yo estaba Susana cuando recién llegó a la escuela pública?
• ¿Qué estado del yo empleó ella y cómo lo usó para hacerse de amigos?
No permita que los demás sepan cuál es su caja sino entregúela al comité o al
profesor, quien redistribuirá las cajas a las otras personas.
Así, todos en la clase tendrán una caja que no es la propia.
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• A base de lo que hay dentro de la caja, adivine de quién es, escriba el nombre en
un papel, y pásele la caja a otra persona para que haga lo mismo.
Discuta en grupos pequeños por qué fueron elegidos los objetos y qué representan.
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• Un alumno no está satisfecho con una calificación.
1. iCaramba! Simplemente parece que no entiendo. Estoy tan confundido.
2. ¿Hay alguna posibilidad de hacer algo para mejorar la nota?
3. Usted debiera haber explicado mejor.
• Ahora invente dos situaciones comunes con que los alumnos se enfrentan a
menudo.
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Investigación sugerida
a Escriba sobre las posibles reacciones de sus tres estados del yo.
Escriba un poema corto, serio o jocoso, de tres estrofas, que ilustre cada estado del
yo. No es necesario que sea perfecto, (el ejemplo que sigue no lo es), sino sola-
mente comprensible.
Si no quiere escribir, haga un dibujo ¡lustrando los tres estados del yo. Una vez más,
no tiene importancia que no sea perfecto, sino solamente comprensible.
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4 El estado Padre del yo
Estudio de caso 1
José era presidente del Club Español. Aunque varios estudiantes se reunieron con entu-
siasmo al comenzar el curso, pronto se retiraron. Aquellos que permanecieron en el
club estaban siempre de acuerdo con lo que José les decía que hicieran. El siempre
fijaba la fecha, hora y el programa para reuniones del club. El estilo de liderazgo
de José consistía en decirles a los demás lo que "debían hacer". A menudo se paraba
y levantaba el dedo reprobadoramente hacia los miembros del club.
Estudio de caso 2
Elena y su mejor amiga, Laura, sacaban cosas de sus casilleros, que estaban juntos,
cuando algo se cayó al suelo y se hizo añicos, desparramándose a lo largo del pasillo.
Era una hermosa pieza de cerámica en la que Laura había trabajado con empeño, un
regalo para el Día de la Madre, y estaba hecha pedazos. A Laura se le llenaron los ojos
de lágrimas. Su amiga Elena respondió abrazándole y diciéndole: "No te aflijas. En-
contraremos otra cosa para tu mamá".
Estudio de caso 3
Luis se levantó para hacer un discurso. Le temblaban las manos, el corazón le latía
con fuerza, y se sonrojó un poco. Después de respirar profundamente, se irguió, miró
al público, y empezó a dar su charla con confianza.
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Estudio de caso 4
Marta tenía muchos amigos, pero sucedía con frecuencia que no se sentían a gusto con
ella. Era muy mandona y, con frecuencia, hablaba con un tono de voz muy agudo y
estridente. Emitía juicios acerca de cómo debían comportarse sus amigos, cómo
deberían vestirse, e incluso lo que deberían comer. Ella era muy crítica de la gente
que no pertenecía a "su g r u p o " . Aunque era brillante y, en ocasiones, divertida, sus
amigas la evadían por su manera de comportarse.
Los niños observan a sus padres y, sin darse cuenta, imitan su comportamiento. Ellos
pueden actuar como el Padre crítico y regañar a sus animales, muñecas, o a sus
hermanos y hermanas menores, como su padre o su madre lo hace. También pueden
actuar como el Padre Nutricio, expresando afecto, del mismo modo en que han obser-
vado hacerlo a sus padres.
Este proceso se llama incorporación. La incorporación ocurre cuando un niño
absorbe la personalidad de una o más figuras paternas. Las imágenes paternas signifi-
cativas no corresponden siempre a los padres reales, los padres biológicos. Pueden ser
padres adoptivos, abuelos, niñeras, hermanos y hermanas mayores, etc.
Por ejemplo, si una niña tiene la imagen de una madre que trabaja mucho para pre-
parar una reunión de la numerosa familia en la fiesta del Día de Acción de Gracias, es
probable que la niña haga lo mismo cuando crezca, si ella está en el estado Padre del
yo. Si la niña tiene una imagen de una madre a quien no le agrada cocinar para
reuniones grandes y que prefiere un restaurante para el Día de Acción de Gracias,
puede esperarse que, cuando la niña crezca, haga lo mismo.
Si un niño tiene una imagen de un padre que trabaja arduamente pero que no se
deja tiempo para divertirse, puede que ese niño valore el trabajo arduo y que rara vez
se divierta cuando sea mayor. Si un niño tiene la imagen de un padre que no trabaja
demasiado pero que sabe disfrutar de los ratos libres, el niño tiene un modelo para
imitar cuando sea mayor.
Una de las cosas interesantes de los padres es que ellos también tienen tres estados del
y o . Toda figura paterna tiene un Padre, un A d u l t o y un Niño. Los padres a veces
actúan como sus padres. También actúan y sienten de la misma manera en que lo
hicieron cuando eran niños, o como adultos reflexivos. Por lo tanto, cuando los niños
incorporan las imágenes de los padres, incorporan sus diversos estados del yo.
Esto significa que, sin saberlo, una persona puede imitar toda o partes de la per-
sonalidad de las imágenes de los padres, i A veces usted puede actuar como su
32
bisabuelo sin haberlo conocido! Por ejemplo, como hacía su padre, una persona
puede:
disfrutar de jugar a la pelota (como el Niño del padre)
sobresalir en matemáticas (como el Adulto del padre)
confortar a las personas cuando están enfermas (como el Padre del padre)
Las personas que incorporan su padre y su madre tienen un estado Padre del yo que
puede ser diagramado como sigue:
Las personas que incorporan otras figuras paternales tienen un estado Padre del
yo distinto. Por ejemplo, si alguien es educado por la madre, una tía y una hermana
mayor, su estado Padre del yo contendrá a cada uno de ellas, como se diagrama más
abajo a la izquierda.
Alguien que es criado en parte por su abuelo y en parte por una niñera habitual,
tendrá un estado Padre del yo que se diagramará como puede observarse a la derecha.
Hermana Abuelo
Madre Tía Madre
33
Una joven recién casada sirvió jamón al horno y su marido preguntó por qué le
había cortado los extremos al jamón. "Bueno, así es como mi madre lo ha hecho
siempre", contestó. La próxima vez que su suegra los fue a visitar, él le preguntó por
qué cortaba los extremos del jamón. "Asi' es como mi madre lo hacía", contestó. Y
cuando la abuelita los visitó, también le preguntó la razón para eliminar los extremos
del jamón. Ella dijo, "Esa era la única manera de que cupiera en la cacerola".
Cuando la gente habla, gesticula, emplea un tono de voz, expresa una opinión o da
consejos como cualquiera de sus figuras paternas, está actuando hacia afuera desde su
estado Padre del yo. Aunque ellos no tengan conciencia de hacerlo, otros pueden
advertirlo. Desde su estado Padre del y o , la gente puede transaccionar con cualquiera
de los estados del yo de otra persona. Esto podría diagramarse como sigue:
Enrique, por ejemplo, desde su estado Padre del y o , puede hablarle a los tres
estados del yo de Carolina.
34
Si él o ella tenía un padre que acostumbraba decir, "Se vive sólo una vez, consigue
todo lo que puedas", esta persona puede sentirse "autorizada" para salir de la tienda
con el disco sin pagarlo.
Si él o ella tenía un padre que acostumbraba decir, "Sea lo que sea lo que hagas, no
te dejes coger", puede que esta persona robe el disco subrepticiamente y no sea sor-
prendida. En cualquiera de estos dos casos, alguien sufre un daño a consecuencia de
actitudes paternales.
Si él o ella tenía un padre que acostumbraba decir, " N o tomes lo que no te perte-
nece. Respeta la propiedad ajena", esta persona puede que abandone la tienda sin
llevarse el disco.
Resumen
En resumen, la gente copia el comportamiento de sus padres sin darse cuenta de ello.
La mayoría de los padres quieren lo mejor para sus hijos; algunas veces no saben cómo
darles lo mejor; en otras ocasiones sí lo saben. Por medio del conocimiento del análisis
transaccional, la gente puede tomar decisiones deliberadamente, en relación con qué
comportamiento es adecuado usar y cuál no lo es. Los padres no son perfectos,
aunque muchos niños quisieran que lo fueran. El comprender por qué los padres de
uno son como son, con todas sus imperfecciones, es una herramienta que emplean los
triunfadores para sentirse bien consigo mismos.
Ejercicios
• ¿Qué mensaje cree usted que puede haber recibido de su yo Padre que lo ayudó
a cambiar su comportamiento?
• Qué estado del yo parecía estar usando Marta, en gran medida, con sus amigas?
35
2 Vocabulario y expresión corporal del estado Padre del yo (grupo).
Los estados del yo pueden ser identificados por las palabras que emplean las perso-
nas, por el tono de su voz, por la expresión corporal y facial y por las posturas.
Centre su atención en estas pistas no verbales y haga una lista de acuerdo con lo que
haya observado como comportamiento Padre típico.
Frases o palabras del yo Padre Gestos, posturas, expresiones faciales,
(ej.: debería, debe) tono de voz del yo Padre
Investigación sugerida
1 Usando su imaginación.
36
• Si lo fue, es lógico suponer que usted estaba empleando su estado Padre del
yo en esa situación particular.
Imagine que está cuidando a un niño de dos años de edad, quien quiebra por acci-
dente uno de los platos más apreciados de su madre.
• ¿Es esta respuesta similar a la que cualquiera de sus imágenes de padres hubiera
tenido?
Luego, imagínese que una profesora que le disgusta intensamente entra en la sala,
inclina su cabeza sobre el escritorio, pareciendo estar muy deprimida.
• Ahora, mire sus frases y vea si por alguna casualidad reflejan lo que cualquiera de
sus imágenes de padre haría.
• Esté atento a comportamientos que parecieran provenir del estado Padre del yo.
37
5 El estado Adulto del yo
Estudio de caso 1
Juan Pérez era jefe de conserjería. Trabajaba duro con las manos y era muy precavido
cuando supervisaba al personal a su cargo. En el trabajo se le consideraba tanto res-
ponsable como justo. Después de la journada, la norma usual de Juan Pérez era irse a
su hogar, hundirse en su sillón favorito y dormir una siesta corta. Su mujer y sus niños
sabían que "en ese momento no debían molestar al papá". Después de la cena, a me-
nudo estaba dispuesto a ayudar con los platos y con las tareas de los niños.
Estudio de caso 2
Daniel era estudiante de penúltimo año. Sus calificaciones a través del ciclo de educa-
ción media eran mediocres y no tenía planes para después de graduarse. El le dijo a su
consejero que se imaginaba que algún día obtendría un trabajo de una u otra clase. El
consejero le ofreció material de lectura sobre orientación vocacional e incluso le indicó
los cursos y las calificaciones que necesitaría en caso de que decidiera ingresar a la
universidad. Daniel respondió que no le interesaba el futuro.
Estudio de caso 3
Juanita aspiraba a ser médico y sabía que debía obtener muy buenas calificaciones
para ser aceptada en la escuela de Medicina. Ella siempre expresaba su preocupación
cuando los demás tenían problemas. Cuando la madre de su mejor amiga se convirtió
en alcohólica, Juanita empezó a perder diariamente muchas horas hablando por
teléfono, tratando de animar a su amiga. Aunque el trabajo de Juanita en el colegio
38
había sido excelente, se quedó atrás en sus estudios y las calificaciones bajaron. Des-
pués de obtener un mal informe, decidió limitar el tiempo que ocupaba en hablar por
teléfono a 15 minutos diarios.
Estudio de caso 4
Jaime y Ximena eran novios y hablaban con frecuencia de casarse. Un día, mientras
conversaban con un grupo de amigos, alguien sugirió que se fugaran para casarse al día
siguiente de la graduación. " ¡Sería grandioso!" dijo Ximena. ¡"Seguro que lo sería"!,
agregó Jaime, "pero, después, ¿qué?. Tendríamos que depender de nuestros padres o
de la beneficencia pública. Yo creo que ambos necesitamos trabajar por un tiempo y
ganar experiencia antes de casarnos."
¿Sabe usted que todos pueden pensar clara y racionalmente, a menos que exista un
severo daño cerebral? Pensar con claridad es una función del estado Adulto del yo,
pero no tiene relación con tener 18 años de edad o más. La habilidad para pensar con
claridad empieza a desarrollarse temprano, en la niñez, y continúa a lo largo de la vida
si no la obstaculizamos.
El estado Adulto del yo reúne información, la procesa
y la almacena basado en experiencias previas. Al pro-
cesar la información, el A d u l t o toma en cuenta las pro-
babilidades, como base para actuar. Un ejemplo sencillo
de esto sería una persona que, al levantarse por la maña-
na, mira al cielo nublado, advierte que el barómetro ha
descendido y estima que es probable que llueva.
Al reunir información en su estado A d u l t o del yo,
usted emplea diferentes fuentes. Cada una de éstas es
Mundo
exterior importante. En primer lugar, existe el mundo exterior
—el mundo de los hechos y de los números, los objetos y
la gente— el mundo que puede ser observado objetiva-
mente. En segundo lugar, está el mundo interior —el
mundo de los sentimientos y fantasías, prejuicios y opi-
niones— el mundo interior del Padre y del Niño que
Comprobación de los hechos
por el yo A d u l t o puede ser conocido y manejado por el A d u l t o . Los
triunfadores desarrollan la habilidad para usar ambas
fuentes constructivamente. El reunir los datos y proce-
sar la información pueden diagramarse como se aprecia a
la izquierda.
39
El estado Adulto del yo y la educación
Las personas son capaces de actuar y hablar desde sus estados Adultos del yo. Por
ejemplo, tomar apuntes de un libro de historia, demostrar cómo se reparan carbura-
dores que no funcionan bien, sumar los gastos de una lista de compras, o solicitar
instrucciones son actividades que implican principalmente al estado A d u l t o del yo.
Puede que el uso interior del estado Adulto del yo no sea tan observable. Puede
parecer que una persona está soñando despierta cuando, en realidad, está tratando
de resolver un problema como, por ejemplo, cómo vestir para ir al colegio. El Niño
interior puede desear ir descalzo. El Padre interior es posible que diga, "Esa no es
vestimenta apropiada para el colegio". El A d u l t o interior puede saber que hay una
cantidad de vidrios rotos en el patio. Sin que los demás se den cuenta de lo que está
40
sucediendo, uno decide lo que es práctico hacer (Adulto), lo que uno debe hacer (Padre),
o lo que desea hacer (Niño). Cualquier estado del yo podría ganar la discusión interna.
Además de experimentar el diálogo internamente, las personas también escuchan con
sus Adultos. Es probable que usted haya tenido la experiencia en que, al serle asignada
una tarea, sabía ya lo que el profesor deseaba y la forma en que podría obtener la infor-
mación. Es posible que también haya tenido la experiencia opuesta, en la que se le asig-
nó un trabajo y lo olvidó o se sintió confuso en relación con lo que el profesor quería
realmente. En la primera situación, era su yo A d u l t o , a cargo de su personalidad, que
estaba escuchando y registrando los datos objetivamente. En la situación siguiente, es
probable que su yo Niño haya estado más activo. Por ejemplo, puede haber estado so-
ñando o imaginándose que estaba en otra parte y divirtiéndose, o sintiéndose mal porque
la noche anterior tuvo una discusión con un buen amigo suyo. Por esta razón, su yo
A d u l t o estaba desatento y no escuchó lo que su profesor estaba diciendo.
La misma situación es igualmente válida para su profesor, un amigo a sus padres. Al
proporcionárseles una información clara, es posible que no la capten realmente porque
están escuchando desde su estado Padre o Niño del yo y no tienen su atención centrada
en lo que se les dice.
Resumen
En resumen, todas las personas tienen problemas, pero sin importar lo grandes que sean
éstos, se puede aprender a resolverlos. La mayoría de las cosas se pueden cambiar. Aun
si el problema es realmente d i f í c i l , como tener un defecto físico, o parece insoluble, una
persona puede aprender a hacerle frente, mediante el empleo de su A d u l t o .
Aunque el estado A d u l t o del yo está en cada uno de nosotros, algunas personas no lo
emplean lo suficiente. Igual que un músculo que necesita ser ejercitado en armonía con
otros músculos para funcionar en toda su capacidad, el estado Adulto del y o , también
necesita ser usado. A menos que lo sea, el estado Padre o Niño del yo asumirá prioridad.
Ejercicios
Repase los estudios de casos que aparecen al principio de la unidad (págs. 38 y 39) y
conteste las siguientes preguntas:
• ¿En qué estado del yo estaba el conserje, Juan Pérez, en el trabajo? ¿En el hogar?
41
• ¿Cómo podrían haber empleado Jaime y Ximena cada uno de sus estados del
yo durante su noviazgo?
Los estados del yo pueden identificarse si usted escucha las palabras y el tono de
voz que emplea una persona, si observa la expresión facial y las posturas. Ponga
atención en los indicios no verbales y haga una lista de acuerdo con lo que haya
observado como típico comportamiento A d u l t o .
Su profesor les mostrará una película sobre animales, si dispone de ella. Si esto no
es posible, remítase a su propia experiencia con animales domésticos o animales que
ha visto en el zoológico o en el campo. Durante la película, observe el comporta-
miento de los animales, buscando gestos y manierismos que reflejen el comporta-
miento del yo Padre, A d u l t o o Niño. Observe especialmente:
Después de ver la película, sepárense en grupos pequeños para comparar sus obser-
vaciones. Discutan:
• Las conductas que observaron que parecían similares a los estados Padre, A d u k o
y Niño del yo.
• Analicen las semejanzas y las diferencias entre los animales y los seres humanos.
• La mitad del grupo dará opiniones sobre el problema empleando el estado Padre
del yo.
42
• La otra mitad aportaré hechos objetivos (del Adulto) que posea sobre el proble-
ma.
Investigación sugerida
• Escríbalo.
• Enumere lo que la figura de cada uno de sus padres diría acerca del problema, y
qué siente su estado Niño del yo sobre este problema.
• Ahora, haga una lista de la información que aún puede necesitar para tomar una
decisión.
• Luego, enumere los pasos prácticos que necesita dar para solucionar este proble-
ma.
Seleccione de una revista popular algunos avisos que le atraigan y otros que no lo
consigan.
43
• ¿Cuál de sus estados del yo se siente atraído por él?
• ¿Cuáles son algunos de los signos que le indican que usted está en ese estado?
44
6 El estado Niño del yo
Estudio de caso 1
Cuando Miguel tenía casi 5 años, su padre murió. Era muy pequeño para comprender
lo que había sucedido y se resintió de que su papá se hubiera ¡do y lo dejara abando-
nado. Cuando tenía 17 años, tenía grandes dificultades para confiar en los hombres.
Se quejaba a menudo, " E l entrenador siempre me deja cuando necesito ayuda". Otros
pensaban que el entrenador le prestaba atención en abundancia a Miguel.
Estudio de caso 2
Cuando Carmen era una niñita, podía conseguir que su padre hiciera casi todo lo que
ella quería. Se arrimaba a él y lo miraba con admiración, con sus grandes ojos azules y
una amplia sonrisa. Como alumna de educación media, a veces volvía a usar la misma
técnica cuando quería obtener con sus encantos un favor especial de algún profesor o
estudiante. Esta conducta causaba resentimiento y, en algunas ocasiones, la acusaron
de flirtear para obtener lo que quería. Posteriormente, fue despedida de varios
empleos por jefes que decían que estaban hartos de sus intentos de manipularlos.
Estudio de caso 3
Cuando niño, Carlos pasaba largas horas solo. Sus padres discutían mucho y esto le
molestaba. Como vivía en el campo, se retiraba a su lugar preferido en el cerro y
pasaba horas observando las nubes y elaborando fantasías sobre ellas. A los 16 años,
gran parte del tiempo que estaba en el colegio se lo pasaba contemplando el cielo por
la ventana. Si un profesor o profesora elevara el tono de su voz, Carlos deseaba irse.
En discusiones con amigos, se desentendería cuando el pleito subía de tono.
45
Estudio de caso 4
A Teresa le gustaba jugar con juguetes que rodaran rápido o que pudieran ser usados
para construir cosas. Ella escuchaba constantemente cosas como: "Las niñitas no
juegan con esta clase de juguetes", " ¡Teresa es tan poco femenina!", "Parece que
Teresa no sabe que es una niña". Estando en educación media, quiso tomar un curso
de matemáticas con el fin de prepararse para la carrera de ingeniería en la universidad.
Ella no recibió ningún estímulo aparte del de su profesor de matemáticas y, final-
mente, abandonó sus planes.
¿Conoce a gente que, a pesar de ser adultos, aún gustan de rodar cerro abajo, correr
contra el viento, disfrutar del color y perfume de las flores, reírse por nada y ser ju-
guetón y nimio? ¿O patalear durante un acceso de furia, atravesar la muralla de un
puñetazo, enfurruñarse, sacar la lengua, recluirse en silencio, obedecer o rebelarse
contra la autoridad sin pensarlo? Si conoce a gente así, ellos están actuando desde su
estado Niño del y o .
Desde que se nace como una persona única, cada uno experimenta el mundo de
una manera individual, teniendo experiencias y educación singulares. Hay personas
que en su niñez tienen experiencias desafortunadas e incluso brutales que no olvidarán
nunca, o que excluirán de su conciencia a causa del dolor que les produce recordarlas.
Otros no han estado expuestos a experiencias brutales, pero puede que reciban muy
poco afecto y atención de las personas que los rodean. Todavía otros tienen experien-
cias principalmente felices y alegres. La mayoría de las personas han experimentado
un poco de todo.
Cuando usted actúa ahora como lo hizo cuando era niño, está en su estado Niño del
y o . Un niño puede actuar con rudeza para conseguir la aprobación de su padre; más
tarde en la vida, hará lo mismo para obtener lo que quiere. Una niñita como Carmen
pensará cuando sea una mujer adulta que sólo puede realizar cosas siendo mimosa.
El estar en su estado Niño del yo no significa que sea
pueril o tonto. Significa que está sintiendo y actuando
como el niñito o la niñita que una vez fue.
El estado Niño del yo puede subdividirse en tres
partes diferentes: el Niño Natural, el Pequeño Profesor,
el Niño Adaptado. Aun cuando la gente crece, hace uso
de las tres partes de su estado Niño del yo. Las tres
El niño adaptado
partes del estado Niño se diagraman como se indica a la
El pequeño profesor
izquierda.
El niño expresivo
natural
46
El Niño Natural
El Pequeño Profesor
El Pequeño Profesor es el niño inteligente que hay en toda persona. Incluso sin educa-
ción, los niños pequeños son creadores, intuitivos (se figuran las cosas sin tener mucha
información) y aprenden a manipular a los demás y a sí mismos para conseguir lo que
desean. Cuando se sabe cómo se siente una persona por la expresión del rostro, se está
empleando el intuitivo Pequeño Profesor. Cuando alguien hace castillos de arena en la
playa, o cuando simula una cara triste para que se compadezcan de él, está haciendo
uso de su Pequeño Profesor.
El Niño Adaptado
47
En ocasiones, las adaptaciones funcionan bien en un niño como mecanismos de
defensa o protección. En otras oportunidades, funcionan como mecanismos de
auto-derrota. Por ejemplo, un niño cuyos padres son exageradamente estrictos emplea
tres formas comunes de adaptación: retiro (desentenderse), obediencia (someterse),
dilación (demorar). Un niño puede descubrir que, retirándose de una situación tensa
en el hogar, se está protegiendo contra posibles críticas. Más tarde en la vida, rehusa
defender sus derechos cuando en cualquier situación es criticado injustamente. Es
posible que un niño se lleve suficientemente bien con su familia y en el colegio, cum-
pliendo con todas las expectativas que surgen de las figuras de autoridad. Posterior-
mente en la vida, esa persona puede fracasar en el trabajo y en la amistad a causa de
una falta o temor de pensar independientemente.
Un niño puede aprender a buscar salida dilatando —demorándose innecesariamente
para ganar tiempo cuando debe hacer algo—, y luego fracasar en el cumplimiento de
tantos plazos y obligaciones que no le será posible graduarse con sus compañeros.
Resumen
Ejercicios
48
• ¿Qué parte de su estado Niño del yo estaba usando Carmen?
• ¿Qué efectos podría tener la conducta de Carlos en su educación? ¿En su vo-
cación? ¿En su propia vida de familia?
• ¿Qué parte de su estado Niño del yo estaba experimentando Carlos en el colegio?
• ¿En qué forma le afectaría a Teresa en el futuro la decisión de no estudiar inge-
niería?
en el hogar
con amigos
49
Negativamente Positivamente
en el colegio
en el hogar
con a m igos ,
Describa por lo menos tres maneras en que puede expresarse el Niño adaptado.
Negativamente Positivamente
en el colegio
en el hogar__
50
con amigos
Investigación sugerida
1 Su Niño interior
• ¿Qué podría hacer para que su estado Niño del yo fuera una parte más alegre de
su personalidad?
51
7 Cambios entre los estados del yo
Estudio de caso 1
Las calificaciones de Francisco son apenas suficientes para pasar de curso, y varios
amigos suyos están en la misma situación. Debido a su sentido del humor y a su habi-
lidad para hacer reír a sus compañeros, lo llaman con frecuencia el payaso de la clase.
Sin embargo, en su hogar se comporta de manera muy diferente. Como es el único
hombre de la casa, en general es muy serio. Coopera en los trabajos de la casa, hace
los mandados para su madre viuda y participa en muchas de las decisiones que hay que
tomar en cuanto a qué comprar y dónde ir. Los sábados Francisco trabaja como
aprendiz en un taller de maquinarias, para contribuir con parte de su dinero a los
gastos de su mantención.
Estudio de caso 2
Estudio de caso 3
Javier y Beatriz eran alumnos de penúltimo año, estudiaban con ahinco, figuraban en
la lista de honor y estaban enamorados. A veces, cuando sus padres pensaban que se
52
encontraban en la biblioteca, Javier y Beatriz estaban con el automóvil estacionado en
un camino aislado, en las afueras de la ciudad. Aunque Beatriz dijo que " n o llegaría
hasta el f i n a l " , se entregaban con frecuencia a intensas caricias. Finalmente, quedó
embarazada.
Estudio de caso 4
Algo indeciso, Javier le contó a un amigo que Beatriz estaba embarazada. Al principio
su amigo le tomaba el pelo, luego le dijo que no se preocupara. Posteriormente
empezó a darle toda clase de consejos, como qué hacer y qué no hacer. A estas alturas,
Javier se enojó, le dijo a su amigo que estaba completamente equivocado y que se
guardara sus opiniones para él.
¿Ha estado alguna vez enfurecido contra usted mismo por alguna acción impulsiva?
¿Quisiera haber pensado, sentido o actuado de manera diferente? ¿O ha estado frus-
trado por no poder entender algo? Muchas personas sienten de esta forma.
Actúan impulsivamente, cambiando de estados del yo sin saber lo que están hacien-
do ni por qué. Esto hace que, en ocasiones, otros hagan cosas de las que más tarde se
arrepentirán. Con conocimiento sobre los estados del y o , este problema puede ser
remediado. La gente puede aprender a reconocer en qué estado del yo se encuentra y
si éste es provechoso o no en una determinada situación, y así tener mayor control
sobre sus respuestas. El cambio entre estados del yo es útil y a veces necesario. El ser
capaz de hacerlo deliberadamente refuerza el sentimiento de que uno está bien, que
uno es un triunfador.
Tal vez usted sea un estudiante serio y emplea mucho su A d u l t o . Sin embargo,
cuando está en un paseo campestre, en el cual el propósito es entretenerse, puede que
usted quiera cambiar de su A d u l t o a su Niño, amante de la diversión. O, cuando nece-
sita pensar con claridad, es posible que quiera desconectar su Niño, quien puede
sentirse herido, rebelde, deprimido o excitado, y restablecer la prioridad de su Adulto
racional. Y si alguien necesita de cuidados, usted puede cerrarle el paso a su propio
Niño y cambiar a su Padre Nutricio.
Cuando su A d u l t o está en control, usted puede decidir qué estado del yo emplear.
Sin embargo, cuando el A d u l t o no está en control, es posible que actúe de manera muy
dominante desde su Padre Crítico o tenga una pataleta que provenga de su estado
Niño del yo.
Ninguno de los estados del yo es mejor que los otros. Cada estado del yo tiene su
valor. Por ejemplo, es útil tener en su mente un Padre que le diga, "Lávate los dientes
53
y la cara". Es útil tener un A d u l t o que sepa leer. Es útil tener un Niño que disfrute
riéndose. Las personas necesitan estos tres aspectos de la personalidad para ser com-
pletas.
Los que son triunfadores tienen todo un repertorio de comportamientos apropiados
disponibles para su uso. Pueden preocuparse de los demás y enseñarles. Pueden estu-
diar la situación objetivamente para tomar decisiones razonables y ser más productivos.
Pueden expresar su Niño, amigo de divertirse, juguetón, curioso, creativo, sensible, y
disfrutar de la vida.
Sin embargo, a veces existen problemas en algún estado del yo que ponen en evi-
dencia un aspecto negativo de ese estado. Por ejemplo, puede existir un consejo o
mensaje del Padre que es destructivo para quien lo tenga en su mente, o una persona
puede tener información incompleta y así su A d u l t o no tendrá suficientes datos sobre
los cuales tomar una decisión. Además, una persona puede haber aprendido a sentirse
inepto o estúpido desde su Niño. Esto impide a la persona desarrollarse plenamente y
alcanzar las metas deseadas. Cuando hay problemas en algún estado del y o , es posible
emplear el A d u l t o para inhibir las actitudes y conductas negativas del Padre o del Niño.
Clarificación de valores
El conocer los valores y las necesidades de cada estado del yo contribuye a facilitar a
las personas la aclaración de lo que creen importante y por qué. Este es un paso im-
portante en el desarrollo de un triunfador.
Cuando los valores sustentados por los distintos estados del yo están en desacuerdo,
se experimentan conflictos internos. Por ejemplo, un alumno de último año que está
por graduarse puede tener un estado Padre del yo que valore el pelo cortejen los hom-
bres. El estado Niño del yo del estudiante puede valorar el tener el pelo largo y la
aprobación de sus compañeros, o es posible que prefiera complacer a sus padres usando
el pelo corto, o rebelarse contra ellos y llevarlo largo. El estado Adulto del yo del
estudiante posiblemente valore la obtención de cierto tipo de trabajo. Si su yo Adulto
está en control, puede que estime en qué medida el largo o estilo de su peinado afec-
tará sus posibilidades de obtenerlo. Cuando los valores son similares en relación con
un asunto particular, la persona no experimentará conflictos internos en relación con
éste. Por ejemplo, el Padre de una persona puede decir: "Lávate los dientes después
de las comidas", el Niño puede decir: "Una boca limpia es agradable y tiene buen
sabor", y el Adulto puede decir: " E l lavarse los dientes previene las caries".
El cambiar entre los estados del yo a voluntad es una habilidad susceptible de desa-
rrollarse con la práctica. Algunas personas tienen la capacidad para ser cariñosos
(como un buen padre), racionales (como un adulto) y divertidos (como un niño
54
saludable) casi simultáneamente. O pueden cambiar con facilidad su comportamiento
desde su estado Padre del yo a su estado A d u l t o o Niño. En el mejor de los casos, las
fronteras de los estados del yo son como membranas permeables, con energía psí-
quica que fluye a través de los límites de un estado del yo a otro.
Algunas personas tienen problemas al cambiar de
estados del yo porque tienen un estado del yo
predilecto. Emplean constantemente uno o dos
y reprimen uno o dos. Esto se diagrama como se
aprecia a la izquierda.
También existen personas que tienen los límites del
yo rígidos y que critican, aconsejan o cuidan de los
demás constantemente. Se definen como Padres Cons-
tantes.
El Padre Otros analizan continuamente. Reúnen hechos, los
excluyendo evalúan, toman decisiones y actúan la mayoría de las
al A d u l t o
y al Niño veces basándose en los hechos, y no en sentimientos. Se
definen como Adultos Constantes.
Algunos expresan sus sentimientos la mayor parte del
tiempo. Pueden explotar de rabia, retirarse por senti-
mientos de culpabilidad, discutir desafiantemente, enfu-
rruñarse, acceder dócilmente. O pueden estar constante-
El A d u l t o
excluyendo mente haciendo de payasos, siempre "en escena".
al Padre Pueden ser desvalidos, dependientes y temerosos de
y al Niño
tomar sus propias determinaciones. Peor aún, se pueden
destruir a sí mismos por el alcohol, por las drogas o
comiendo en exceso. A una persona que responde con-
tinuamente basada en sus sentimientos se le define como
Niño Constante.
El Niño Si quiere emplear menos algunos de los estados del
excluyendo
al Padre yo y usar otros con más frecuencia, puede empezar a
y al A d u l t o cambiar, pensando primero cuál estado o cuáles estados
del yo constituyen un problema para usted.
Por ejemplo, si tiene mal carácter, o si se enfurruña, o si se deshace en lágrimas con
facilidad, o si habla en un susurro careciendo de autoridad, su Niño tiene problemas.
Necesitará su A d u l t o para aprender a detenerse y pensar y decidir cómo hacerlo de
manera diferente. Esto no es siempre fácil. Mientras más involucrada está una persona
emocionalmente, más difícil se hace lograrlo. Sin embargo, algunas técnicas simples
pueden ser de utilidad.
Cuando esté a punto de explotar desde su Niño, o regañar desde su Padre, deténgase
y cuente hasta diez. Respire profundamente. Esto le dará el tiempo necesario para
traer a primer plano su A d u l t o . O si tiene miedo de hablar fuerte, decida hacerlo en la
próxima oportunidad que se le presente para que todos puedan oírlo. O si es muy do-
minante, empiece a pensar cómo podría presentar una imagen más alegre.
55
Ejercicios
Lea nuevamente los estudios de casos que aparecen al comienzo de la unidad (págs.
52 y 53) y responda a las siguientes preguntas:
• ¿En qué estado del yo podrían haber estado sus padres? ¿Los muchachos que
lo atacaron?
• ¿En qué estados del yo estaban Javier y su amigo cuando Javier le hizo la confi-
dencia?
• ¿Cambió alguno de ellos su estado del yo? Si fue así, ¿por qué cree que lo
hizo?
En grupos pequeños, seleccionen un tema contovertido para ser discutido, tal como
la necesidad de los colegios de ofrecer o no un programa de educación sexual, o lo
que debe hacerse si alguien llega al colegio drogado.
• Cada persona elige representar uno de los siguientes roles de los estados del yo:
El egograma es una forma de analizar la frecuencia con que una persona emplea
cada uno de sus estados del y o . Ilustra el porcentaje del tiempo que está activo
cada estado del yo. 5
56
Padre Padre Adulto Niño Pequeño Niño
Nutricio Crítico Adaptado Profesor Natural
• Sepárense de a dos y escojan un rol; uno será el estudiante que vuelve a casa a las
4 de la madrugada después de salir con una muchacha. El otro será el padre que
está esperando que llegue.
Después de que hayan escrito sus diálogos, júntense en grupos de tres parejas (seis
personas) y haga que cada pareja represente su diálogo. Luego discutan los siguien-
tes puntos con su grupo:
• ¿De qué forma actuaron los padres que fuera diferente de lo que sus padres
reales hubieran hecho?
57
Investigación sugerida
Un retrato de los estados del yo es otra forma de descubrir la frecuencia con que
emplea su yo Padre, Adulto o Niño. Se dibuja con tres círculos que representan por
tamaños su empleo de los estados del y o . Se muestran retratos comunes en la parte
superior de la página.
• Como es en el colegio.
• Como es en el hogar.
• ¿Cuándo empezará?
• Si tiene tiempo, dibuje retratos de los estados del yo de sus padres, hermanos
y hermanas, amigos o profesores.
58
8 La responsabilidad del Adulto
Estudio de caso 1
Gabriel acababa de romper con su novia, con quien estaba invitado a una fiesta muy
importante. Se puso malhumorado y deprimido. Tenía náuseas y en varias ocasiones
se sintió a punto de llorar —especialmente cuando vio a su ex novia caminando y rién-
dose con otro. Sin embargo, delante de sus amigos, se portaba como si nada hubiera
sucedido y como si no le importara. Después de sentirse mal durante dos semanas,
Gabriel se dijo a sí mismo: "Es tiempo de terminar con esto. Ella me gustaba real-
mente, pero no está interesada en mí y sé que puedo conocer a otras muchachas." El
tomó la decisión de ampliar su vida social y dejar de lado su mal humor.
Estudio de caso 2
María era excesivamente solícita con sus amigas y con los niños a los cuales cuidaba
ocasionalmente. Les preparaba el almuerzo, les servía la leche, y les lustraba los za-
patos, tal como su madre lo había hecho con ella. La madre de los niños a su cuidado
le pidió que no hiciera ella todas las cosas, sino que les ayudara a aprender a hacerlas
ellos mismos. Esta petición sorprendió a María. Empezó a pensar en la frecuencia
con que actuaba paternalmente con tres amigos suyos, y les preguntó si les agradaba.
Los tres dijeron que les gustaba cuando estaban tristes, pero que en otras ocasiones
no era así. María decidió tomar conciencia de y limitar su comportamiento exagerada-
mente solícito.
Estudio de caso 3
59
decir las cosas. Otros se desentendieron y respondían con indiferencia a sus instruc-
ciones y a sus frecuentes ofrecimientos de ayuda. Unos pocos lo trataban con desdén,
ridiculizándolo abiertamente y a sus espaldas. Sin embargo, el Sr. Hernández no
pareció permitir que el ridículo lo perturbara.
Estudio de caso 4
60
O podría pensar en un diagrama 0 podría pensar en un diagrama
como éste:- como éste:
Una de las razones para fortalecer el yo Adulto es para que pueda llegar a conver-
tirse en el conductor de la personalidad. Al igual que un gerente en una empresa, el
A d u l t o se hace cargo de lo que está sucediendo. La posición de Adulto-como-conductor
no significa que la persona esté necesariamente comandada por éste, sino que el
A d u l t o toma decisiones sobre lo que es adecuado emplear del Padre o del Niño.
El A d u l t o puede asumir el control de diversas maneras. En el estado A d u l t o una
persona es capaz de:
Hacer de arbitro cuando existe un conflicto interno entre el Padre y el Niño.
Actuar como protector del Niño cuando éste se siente amenazado.
Establecer metas razonables y determinar los procedimientos para alcanzar dichas
metas.
Seleccionar y emplear de forma apropiada los comportamientos del Padre.
Seleccionar y emplear de forma apropiada los comportamientos del Niño.
Aprender nuevos modos de pensar y actuar.
Por ejemplo, si usted es ignorado por un amigo que pasa por el pasillo, es capaz de
elegir cómo va a responder. Podría sentirse furioso, triste, deprimido o herido. Podría
acercarse al amigo y preguntarle qué es lo que sucede. Podría increparlo por su mala
educación. La gente tiene más opciones de las que se da cuenta, respecto a cómo com-
portarse. Con sus Adultos como conductores, su rango de elección podría mejorar.
Pensamiento nebuloso
A veces, el pensamiento claro del A d u l t o está ofuscado por opiniones del Padre y/o
sentimientos del Niño. A esto se le llama contaminación. Contaminación significa
61
impureza, y eso es lo que sucede con el A d u l t o . Su
pensamiento claro se deteriora.
La contaminación puede provenir de un estado Padre
del yo aprendido de figuras paternas que tenían prejui-
cios contra personas de diferente raza, religión, sexo,
educación, vocación, edad o estilo de vida. Por ejemplo,
si su padre se refería a menudo a "aquellas alocadas
conductoras de a u t o m ó v i l " es posible que usted tenga
suspicacia respecto a todas las mujeres cuando conducen
automóviles. Usted podrá pensar que está en su estado
A d u l t o cuando las critica, pero en realidad su modo
de pensar está aún influenciado por su padre. O, como
otro ejemplo, si cualquiera de sus figuras paternas
decía: "Todos los hombres son unas bestias", usted
puede también pensar que los hombres son rudos y
crueles. Podrá pensar que éste es un juicio del A d u l t o ,
Contaminación del A d u l t o cuando en realidad está actuando bajo la influencia de
por el Padre un prejuicio del Padre.
La contaminación también puede provenir de un
estado Niño del y o , si la persona no ha aprendido a ser
realista respecto de sí misma y del mundo. Por ejemplo,
una niñita que aprende a considerarse estúpida cuando
realmente no lo es tendrá grandes dificultades para
valorar su inteligencia real. Un niño que piensa que él no
es realmente masculino porque es muy pequeño de esta-
tura y no es apto para el fútbol tendrá dificultades en
aceptar que realmente es un hombre normal.
Algunas ilusiones infantiles se adhieren a las personas.
Cualquiera que sea su edad, la mayoría de las personas
cree en alguna forma de magia. Algunas, creen en la
Contaminación del A d u l t o
magia de los objetos. Piensan que cosas como un auto-
por el Niño móvil o un traje o vestido nuevo les conseguirán un
nuevo novio o novia. Y a veces sucede. Por lo que,
después de t o d o , no debe sorprender la creencia en la
magia.
Otros también creen que si ponen bastante empeño o
esperan lo suficiente, algo mágico sucederá. Siguen in-
tentando en vez de realizar; continúan esperando en
lugar de actuar. Confían en que aparezca alguien con
poderes mágicos y los rescate, o al menos transforme
sus vidas en algo más interesante.
La mayoría de los Adultos de las personas están
contaminados por los estados Padre y Niño del yo.
Descontaminación del Adulto
Ejercicios
Lea nuevamente los estudios de casos que aparecen al comienzo de la unidad (págs.
59 y 60) y responda a las siguientes preguntas:
• ¿Qué estado del yo experimentaba Gabriel inicialmente?
• ¿A cuál estado pareció cambiar?
• ¿Qué estado del yo empleaba María, tanto con los niños que cuidaba como con
los amigos de ella?
• ¿Fue positivo su cambio?
63
• ¿Qué contaminación influenciaba las actitudes de algunos de los estudiantes en
contra del Sr. Hernández?
• ¿En qué forma podría afectar la capacidad de los alumnos para aprender?
• ¿Qué estado del yo experimentó Valentina en primer lugar?
• ¿En qué estado del yo se encontraba su novio cuando narró las historias?
n Compare sus opiniones personales con las del grupo. Discuta con qué adjetivos
concuerda usted personalmente y con cuáles está en desacuerdo y por qué.
a ¿Cuáles otras contaminaciones nota usted en su comunidad?
64
Después de la discusión, compare sus sentimientos con el grupo.
• ¿Qué experimentó en el grupo cuando trataba de alcanzar un consenso?
• ¿Qué hizo para convencer al grupo de su punto de vista?
Investigación sugerida
65
2 Reforzando al Adulto
Revise un semanario noticioso o el periódico para buscar dos o tres artículos sobre
estudiantes. Lea los artículos y decida desde qué estado del yo habla el autor y cuál
estado de su propio yo está siendo estimulado.
• ¿Cuál es nuestra responsabilidad para con nosotros mismos y para con los demás
al comunicar tales sucesos?
66
9 Cuidar al Niño
Estudio de caso 1
Estudio de caso 2
El Sr. Ching, profesor de historia americana, deseaba visitar Pekín, donde habían nacido
sus padres. Con frecuencia hablaba de ello en clase y comparaba la vida en Pekín, tal
como la habían descrito sus padres, con la situación actual, como la retrataban los perió-
dicos. En una ocasión, un miembro de la Junta de Educación visitó su clase y, al final
de la hora, reprendió severamente al Sr. Ching "por no atenerse al tema". En lugar de
deprimirse o enojarse, el Sr. Ching explicó la relevancia del tema de tal forma que el
visitante quedó satisfecho. El Sr. Ching se sintió muy a gusto por la forma en que
había manejado la situación.
Estudio de caso 3
Sara empezó a sufrir de jaqueca después de haber roto su noviazgo con Roberto. Du-
rante un año, ellos habían estado saliendo juntos, hasta que súbitamente él empezó
a comportarse con indiferencia. Cuando ella se cruzaba con él en el vestíbulo, Roberto
67
empezaba a hablar muy animadamente con cualquiera que se encontrara cerca. El
baile de fin de año estaba muy p r ó x i m o , y Roberto no había invitado a Sara. En su
desesperación, Sara lo llamó una tarde por teléfono y le contó que se estaba haciendo
un vestido nuevo. Roberto replicó, "Espero que no sea para el baile de fin de año. Mi
mamá dice que pasamos demasiado tiempo juntos; en todo caso deseo invitar a otra
persona". Después de llorar durante una hora, Sara llamó a un muchacho recién
llegado al colegio, quien aceptó encantado su invitación.
Cuidar al Niño
Uno de los más importantes empleos del AT es aprender a cuidar del Niño que existe
en nosotros mismos o en los demás. Algunas personas pueden hacerlo con facilidad,
especialmente si han tenido padres afectuosos y preocupados de su cuidado. Otras
tienen que esforzarse mucho, especialmente si no recibieron suficiente atención, educa-
ción y afecto. La mayoría de las personas pasan por épocas en que se sienten deprimi-
das y necesitan ser confortadas. Es útil en tales momentos tener medios para cuidar
de estas necesidades.
Usted puede no estar consciente de esta necesidad dentro de sí mismo, de modo
que deténgase y piense por un momento. ¿Se ha sentido alguna vez solo y triste,
deseando que hubiese alguien que le cuidara? o ¿ha necesitado ayuda alguna vez sin ser
capaz de pedirla? ¿O ha deseado alguna vez hacer feliz a alguien, sintiéndose al mismo
tiempo inquieto por no estar seguro de la acogida? En cada una de estas situaciones
o similares, es un estado Niño del yo que necesita ser atendido. A veces quien requiere
cuidado es su propio Niño interior; a veces es el Niño interior de otra persona. Usted
puede aprender cómo atender de mejor forma a ambos.
El estado Niño de las personas es generalmente más activo cuando se experimenta
hambre, enfermedad, preocupación, cansancio, pena o temor. Su estado Niño experi-
menta la necesidad de algo: alimento, sueño, comodidad, estímulo, amor, etc. Si no se
satisfacen estas necesidades básicas, la persona se siente peor. Si éstas son satisfechas,
lo habitual es que la persona no sólo se sienta mejor, sino que también sea capaz de
hacer frente a las cosas y desempeñarse con más éxito.
El estado Niño del yo puede ser cuidado de muchas formas. La primera manera es
emplear comportamiento nutricio del estado Padre del y o . Si usted tuvo padres que se
preocuparon de su crianza, podrá imitarlos de forma automática. Cuidará de su propio
Niño interior y al Niño en otras personas de la misma forma en que fue cuidado en su
infancia. Por ejemplo, si usted ha tenido un resfrío, es probable que se refugie en su
estado Niño del yo y desee beber jugo de naranjas si se lo dieron en las mismas circuns-
tancias cuando era niño y si le gustó. Si usted se da a sí mismo jugo de naranjas, está
68
empleando su estado Padre del yo para cuidar de su propio Niño interior. Al mismo
tiempo, es posible que piense que el jugo de naranjas sería bueno para otros si se res-
friaran. En tales casos, al darles jugo de naranja como signo de cuidado, estará nueva-
mente empleando su estado Padre del yo para cuidar al Niño de otra persona.
O, como otro ejemplo, si se siente a veces desanimado, pero tuvo padres que se
preocuparon de su crianza cuando era pequeño y, por lo tanto, tiene un estado Padre
Nutricio del yo, usted podrá recordar estas imágenes de padres alentadores y rease-
gurarse a sí mismo. Emplee frases tales como: "No te preocupes, al final todo saldrá
bien" o bien, "Sigue tratando, tú eres capaz de hacerlo". O usted puede imitar a sus
padres y también decir estas cosas a otros cuando se sienten desanimados.
Otra forma de cuidar a su Niño es utilizar su estado Adulto del yo, que ha sido refor-
zado mediante la lectura de libros sobre niños, observación de buenos hábitos de
crianza, cursos sobre el desarrollo del niño y consideración de lo que los niños necesi-
tan para ser saludables y felices. Cuando su Adulto se hace cargo de su propio Niño
interior, usted podría, por ejemplo, mirarse en el espejo y decir, "Tu piel no tiene buen
aspecto. Tal vez estés comiendo mucho chocolate. Vamos al médico para que te
examine."
En una transacción del estado Adulto del yo con un amigo que parece sentirse des-
graciado, una persona podría decir, por ejemplo, "Usted realmente parece infeliz hoy.
¿Hay algo sobre lo cual quisiera hablar?" En otras palabras, una persona que emplea
su estado Adulto del yo observa y procesa datos (ej.: una cara que parece desanimada),
después realiza un cálculo de probabilidades (ej.: hablar podría ser útil).
Si usted desea incrementar la parte Niño de su personalidad, juguetona y deseosa de
pasarlo bien, la función Adulta de su yo deberá actuar como arbitro y disminuir el
componente Padre Crítico de su personalidad. Una manera de hacer esto es entablar
una conversación interior entre su Adulto y su Padre. La conversación pudiera empe-
zar así: "Por favor, relájate un poco. Me dispongo a pasarlo bien y a reírme. No me
lastimaré ni le haré daño a nadie."
Otro modo de incrementar a la parte Niño de su personalidad, juguetona y deseosa
de entretenimiento, es el completar aquellos trabajos o tareas del Adulto que parecen
ceñirle, haciéndole sentirse incómodo. Cuando usted haya completado las cosas pen-
dientes, se sentirá más dispuesto a pasarlo bien.
Una tercera forma de cuidar de su Niño interior consiste en divertirse como niño con el
Niño de otra persona.
69
Una queja común que a menudo hace la gente, respecto de sí mismos o de los
demás, es que "ellos nunca se divierten" o "simplemente no saben cómo divertirse" o
"no hay nadie con quien divertirme". Correr con alguien a lo largo de la playa, jugar
a la pelota, reírse de un chiste, son sólo algunas de las muchas maneras en que el Niño
que hay en usted y en otra persona se sentirán aceptados mutuamente y objeto de
cuidados.
Si no hay nadie cerca con quien jugar, entretenerse solo. El calor del sol en su
rostro, la frescura del agua en contacto con sus pies, o una caminata a través de los
campos o el bosque pueden ser maneras de cuidar de su Niño interior.
Es posible que usted no pueda ir a los campos y bosques. Si es así, ensaye la fanta-
sía. ¿Existe algo que, aunque sabe que está bien hacer, lo avergüence o atemorice,
como bailar, nadar o jugar al tenis? Si es así, emplee su imaginación para sobreponerse
a este temor. Obsérvese a sí mismo en su fantasía, haciendo exactamente aquello que
teme. Ponga atención en cómo viste, cómo se mueve, dónde está, etc. Repita esta
fantasía muchas veces hasta que se sienta complacido con lo que ve. En este momento,
procúrese el tiempo necesario para dar el primer paso que convierta su fantasía en
realidad.
La fantasía también puede ser empleada para dar al Niño una sensación de paz y
tranquilidad. Piensa en alguna época en la que se haya sentido muy confortable y
seguro. En su imaginación regrese a esa época. Reviva la sensación una vez más. Su
Niño se sentirá atendido y esto le traerá una sensación de bienestar.
Ejercicios
70
2 Recuerdos infantiles (grupo)
Cada uno de los estudios de casos de esta unidad mostró compromiso del estado
Niño del yo. Probablemente ustedes se sienten ahora suficientemente cómodos
como para reunirse en grupos de tres para las siguientes discusiones personales.
Ocupen de 5 a 10 minutos para cada situación.
• Comparta con otros los sentimientos que experimentó cuando esperaba una
suerte de recompensa o regalo, y no lo recibió. Incluya cómo se preocupó de sí
mismo, y cómo otras personas se preocuparon o no de usted.
• Comparta con otros los sentimientos que experimentó cuando fue ridiculizado o
criticado injustamente. Incluya cómo se preocupó usted de sí mismo, y cómo
otras personas se preocuparon o no de usted.
• Comparta con otros los sentimientos que experimentó al salir victorioso de una
situación difícil. Incluya cómo se preocupó de otros y cómo otras personas se
preocuparon o no de usted.
Investigación sugerida
71
• En que al niño se le ignore
• En que el niño esté bien atendido
72
10 Controlar al Padre
Estudio de caso 1
Pablo no se metía jamás en líos, pero a menudo se sentía interiormente culpable sin
saber por qué. Vivía con su padre y con una tía soltera de 64 años de edad, debido a
que su madre falleció al nacer Pablo, por complicaciones del parto. Al menos eso era
lo que con frecuencia le decía su tía. Cada vez que el la se sentía disgustada en lo más
mínimo, fruncía el ceño, suspiraba y, sacudiendo la cabeza, exclamaba: "Dios mío,
algún día causarás mi muerte, tal como la causaste a tu pobre y querida mamá". Pablo
dijo en su clase de AT que no tenía ningún objeto el enfrentar a su tía, ya que ésta no
cambiaría, y por consiguiente no lo había intentado. En lugar de ello, Pablo decidió
desahogar sus sentimientos en una pelota de boxeo que tenía en su garage cada vez que
experimentaba sentimientos de culpabilidad.
Estudio de caso 2
La señora Martínez, directora del colegio, se enojaba en extremo con los estudiantes
cuando los sorprendía fumando. Ella les gritaba de la misma forma en que su padre lo
había hecho en situaciones similares. Un día, fue depositada sobre el escritorio de la
directora una carta firmada por 40 estudiantes. La carta decía: "Por favor, deje de
hablarnos a gritos. Podemos oírle." La señora Martínez dijo a su secretaria "que
estaba a punto de sufrir un apoplejía a causa del descaro de los estudiantes". Cuando
su secretaria le dijo que ella estaba de acuerdo con los alumnos, la directora se sentó en
una silla, respiró profundamente y le dijo, "Tiene razón, yo no necesito gritar como lo
hacía mi padre". Para la Navidad ella recibió una hermosa planta de interior y una
gran tarjeta de agradecimientos, firmada por algunos de los alumnos y su secretaria.
73
Estudio de caso 3
La madre de Cristina era una enfermera que tenía la tendencia a proteger excesiva-
mente a la gente, frunciendo los labios y mirando compasiva a quienquiera que tuviese
el más leve resfrío. Si alguien estaba realmente enfermo, su madre desplegaría toda la
rutina de atención de enfermería. Cristina hacía lo mismo, sin estar consciente de que
esto producía rechazo en algunas personas, hasta un día en que sucedió algo especial.
Su novio estaba en el hospital debido a una fractura de la pierna, y Cristina, al visitarlo
estaba solícitamente ordenando su mesa de velador y sus almohadas. Súbitamente, él
exclamó, "Pero Cristina, si tú no eres mi enfermera. ¿Por qué no te sientas para
conversar conmigo?"
La necesidad de controlar
74
con frecuencia en su estado Niño, tal vez no se dé cuenta del grado en que escucha a
su Padre interior.
El tener conciencia y el aprender cómo y cuándo controlar a su Padre pueden evitar
a usted y a otros dolores y resentimientos. Esto es particularmente cierto si usted
tiene un estado Padre del yo sobreprotector o hipercrítico, y lo emplea mucho consigo
mismo y con los demás.
Algunos padres hipercrfticos dicen cosas tales como, "Eres un estúpido, jamás llegarás
a ser nada", o "Me encantaría que desaparecieras". Estos mensajes negativos se graban
en el cerebro de un niño. Si algo los revive, una persona puede emplear a su estado
Padre del yo y decir a otro cosas similares, tales como "Eres un estúpido" o "No me
fastidies".
En el estado Niño del yo, la misma persona puede oír estos mensajes una y otras
vez y se sentirá estúpida o rechazada (como le ha sido ordenado sentir) e incluso
temeroso de existir. No es infrecuente escuchar a una persona decir en medio de una
discusión, "No lo capto. Debo ser tonto", o "Creo que me voy a marchar; jamás me
escucha nadie".
Padres sobreprotectores dicen cosas tales como "No te preocupes, yo terminaré
tu trabajo", o "Eres demasiado joven para preocuparte de esas cosas". Este tipo de
mensajes también se graba en el cerebro, y pueden ser revividos. En el estado Padre
del yo, ellos son empleados con los demás; en el estado Niño del yo, le confieren a uno
la sensación de ser incapaz de completar el trabajo o de pensar por uno mismo.
Algunas personas pueden llegar a ser extremadamente dependientes, siempre buscando
cuidado y protección. Puede que ellas digan cosas como, "Cómo quisiera que alguien
terminara este trabajo por mí; estoy tan cansado", o "No quiero volver a pensar más
en ello".
La mayoría de los padres tienen opiniones sobre todo en general y sobre muchas
cosas en particular, y estas opiniones requieren a veces control. Por ejemplo, un pre-
juicio del Padre como "Las niñas no necesitan de una profesión, ya que ellas se
casarán", cuando los hechos demuestran que nueve mujeres de cada diez trabajarán,
requiere ser controlado y descartado. O un prejuicio del Padre tal como "Si no juegas
al fútbol, no eres hombre" requiere ser controlado y descartado. Igualmente, pre-
juicios paternos como "No confíes en gente que es diferente", o "Todo el mundo
debería casarse y tener niños".
Padres inconsecuentes
Algunos padres son inconsecuentes y a menudo dicen cosas como "Si no limpias tu
cuarto todos los días, no tendrás comida", y otras veces dicen "Cómete tu comida
75
ahora y no te preocupes de tu cuarto hasta el fin de semana". Otro padre inconsecuente
puede pregonar, "Me preocupo de ti y espero que estés siempre en casa a las seis de la
tarde", y decir la semana siguiente algo como "No me importa lo que hagas, déjame en
paz".
Las personas que tienen padres inconsecuentes están con frecuencia inseguros de sí
mismas. En su estado Padre del yo, cuando cuidan a niños más pequeños, o cuando
son mayores y tienen sus propios niños, fluctúan respecto de lo que quieren que sus
niños hagan. Ellos imitan el comportamiento inconsecuente de sus propios padres.
De personas así se dice que son abúlicos o injustos, debido a que un día dicen una cosa
y al día siguiente algo distinto.
Controlar este tipo de estado Padre del yo requiere la decisión de hacer las cosas
de forma diferente para mantenerse en lo que uno dice. A menos que nuevos hechos
provean una razón válida para cambiar una decisión, la consecuencia es un atributo
paterno valioso, y puede ser desarrollado por cualquiera.
Algunas personas tienen padres conflictivos que discuten mucho. Las discusiones
pueden ser, por ejemplo, estridentes o aun abusivas; o bien, tranquilas, e incluso racio-
nales; o amargas y aun crueles; o risibles e incluso divertidas. El conflicto puede surgir
en relación con el trabajo, la educación, el dinero, el tiempo libre, sexo y roles sexuales,
cómo criar a los niños, etc. Cada padre puede adoptar una posición opuesta, tal como:
"Hay que gastar el dinero" contra "Hay que economizarlo" o "La educación no vale la
pena" contra "La educación es la única cosa por la cual vale la pena luchar" o "El lugar
de las mujeres está en la casa" contra "Las mujeres deberían ganarse la vida".
Las personas cuyos padres están en conflicto experimentan con frecuencia una lucha
interior en su estado Padre del yo. El Niño interior puede escuchar primero a un padre,
y después al otro. Desde el estado Padre del yo, ellos pueden actuar hacia los demás
primero como actuaba uno de los padres, después como actuaba el otro. Una persona
así se traba en discusiones o anda en busca de riñas, de igual manera como lo hacían sus
padres. Cuando se conocen las áreas conflictivas, los problemas sobre los cuales discu-
tían o peleaban los padres, se tendrá mayor conocimiento, y se será capaz de controlar
al Padre interior de tiempo en tiempo. Aprender a controlar al Padre es una técnica útil,
no sólo para ayudarle a sentirse mejor respecto de sí mismo, sino también para relacio-
narse mejor con los demás.
Padres no comprometidos
76
actúan como el proverbial profesor distraído, olvidando los cumpleaños y otras ocasio-
nes especiales.
Tales padres pueden no comprometerse con la gente en general, tender a evitarla,
mantener a las personas a distancia, y establecer relaciones con los demás solamente a
un nivel superficial. Otros padres no comprometidos pueden actuar de esta forma sólo
en su hogar e intimar con otras personas que no forman parte de su familia.
Las personas que tienen padres no comprometidos son a menudo frías y reservadas
cuando están en su estado Padre del yo. Ellos se apartarán, como lo hicieron sus padres;
cuando están en el estado Niño, actuarán amistosamente pero inseguros de sí mismos.
Pueden hacer una búsqueda diligente de alguien que actúe como un padre comprome-
tido, pero al mismo tiempo dudar de que ello pueda suceder alguna vez.
Padres superorganizados
Padres hiperexígentes
77
utilizado como controlador. Sin embargo, no controle las buenas cualidades de su
Padre. Empléelas.
Ejercicios
Vuelva a leer los estudios de casos que aparecen al comienzo de la unidad (págs.
73 y 74) y responda a las siguientes preguntas:
• ¿Cómo se sentiría Pablo en su estado Niño del yo, cuando se le culpaba de la
muerte de su madre?
• ¿Por qué necesitaría Pablo controlar a su estado Padre del yo en relación con-
sigo mismo y con los demás?
• ¿Cuáles serían algunos adjetivos que pudieran describir el estado Padre del yo
de la señora Martínez?
• ¿Cómo y por qué aprendió ella a controlarlo?
• Cristina podía utilizar fácilmente a su Padre Nutricio, pero ¿cuáles serían algu-
nas de las respuestas a ello?
• ¿Cómo cree usted que era Cristina cuando no actuaba como enfermera?
• Si hay suficiente tiempo, haga el ejercicio con un grupo al centro de la clase por
cinco o siete minutos, mientras los demás observen el proceso, como quien mira
una pecera. Luego cambien, para que un nuevo grupo pueda colocarse al centro
y continuar.
78
3 Un padre triunfador (grupo)
Discutan y hagan una lista de varias características paternas que indiquen cualidades
de triunfador.
Investigación sugerida
Para saber qué aspectos negativos de su propio Padre debe controlar, haga y
complete una lista como la siguiente. Analice cada una de las figuras paternas que
tuvo cuando pequeño. Proporcione ejemplos de cómo cada comportamiento
empleado por usted necesita de control.
Padre 1 Padre 2 Padre 3
H i per crítico
Sobreprotector
Inconsecuente
79
•
Conflictivo
Hiperex ¡gente
Superorganizado
No comprometido
Nota: Las listas que aparecen arriba son sólo para los mensajes negativos que
requieren control. Todos los padres envían mensajes positivos. No controle
aquéllos, sino empléelos cuando sean apropiados a una situación.
80
Tercera parte
Tercera parte
Transacciones entre las personas
11 Teoría transaccional
Estudio de caso 1
La madre de Pedro era atractiva, preocupada por él, pero era demasiado indulgente y
no estableció pautas para su comportamiento. El nunca conoció a su padre y llegó a
ser experto en engañar a las mujeres y antagonista con los hombres. Cuando tenía
13 años, había estado en libertad condicional durante tres años por robo y por promo-
ver el consumo de drogas. Finalmente fue enviado a un colegio especial donde era
constantemente educado con las profesoras y grosero con los hombres.
Estudio de caso 2
La madre de Isabel murió cuando ella tenía 10 años de edad. Su padre era un conduc-
tor de camiones que trabajaba una larga jornada, y con frecuencia la dejaba a cargo de
dos hermanas menores. Isabel trabajaba con afán procurando organizar la casa y se
resentía mucho cuando sus hermanas eran desordenadas o llegaban tarde a comer.
Muchas veces se lamentaba de que "a nadie le importo".
Estudio de caso 3
Los padres de José eran mejicanos y solamente hablaban español. José hablaba los dos
idiomas, inglés en el colegio y español en el hogar. Un día, cuando estaba hablando
castellano con un amigo en el colegio, un profesor recién llegado lo tomó del hombro
y le preguntó: "José, ¿estás tramando algo? ¿Es por eso que no estás hablando
inglés?"
84
•
Al hablar con alguien ¿obtiene a veces respuestas que demuestran que es comprendido?
Si es así, la transacción es complementaria. Si la respuesta que obtiene lo deja con una
sensación de no ser comprendido o quedar sorprendido, la transacción es cruzada.
¿Alguna vez dice algo, pero significando una cosa distinta por el tono de voz o expre-
sión corporal? Cuando lo hace, ¿recibe de vuelta un mensaje oculto? Si es así, la
transacción es ulterior.
Aprender a decir lo que se quiere decir y ser realmente escuchado, y aprender a oír
lo que la gente está diciendo realmente son signos del triunfador que hay en usted.
El análisis transaccional propiamente tal es una forma de analizar esto. Analiza cómo
los estados del yo de una persona ¡nteractúan con los estados del yo de otra. La pala-
bra "propiamente" es empleada para distinguir esta forma particular de análisis del
sistema total del AT. Cuando dice algo a alguien o lo mira de un cierto modo, usted
espera una respuesta específica. Este proceso de enviar un mensaje verbal o por medio
de una expresión facial es un estímulo llamado caricia. Si la persona responde con
palabras o con expresión facial, la caricia es devuelta y ha ocurrido una transacción.
Una transacción simple se diagrama dibujando dos diagramas P-A-N uno al lado
del otro. Un conjunto de círculos representa a la persona que inicia la transacción.
El otro conjunto representa a la persona que responde. Una flecha se dibuja desde
el estado del yo activo en la primera persona al estado del yo de la otra al cual debe
"conectarse". Esto se llama estímulo transaccional. Otra flecha se dibuja de vuelta
en forma similar desde el estado del yo activo en la segunda persona hasta uno de los
estados del yo de la primera. A esto se le llama la respuesta transaccional.
85
Sin embargo, en algunas situaciones una persona
podría sonreír y decir "Hola", pero en lugar de obtener
la respuesta esperada, podría recibir un ceño fruncido
o un gruñido de la otra persona, o una respuesta verbal
de rechazo. Tal respuesta inesperada es también una
caricia, pero negativa. El estímulo inicial es cruzado
por esta respuesta y quien lo emitió se sentirá desprecia-
do e incomprendido. (Al diagramar una transacción
cruzada, las líneas no siempre están cruzadas, pero el
sentido, sí.)
El tercer tipo de transacción a ser analizado es la
ulterior u oblicua. Las transacciones oblicuas ocurren
cuando alguien envía un estímulo doble al preguntar
"¿Cuándo es la reunión?", mientras pestañea seductora-
mente con los ojos, o cuando alguien pregunta,
"¿Cuándo es la reunión"?, mientras se le ve cabizbajo
Transacción complementaria y triste. En ambos casos se está enviando un mensaje
no verbal. Esta es una caricia ulterior porque oculta
un mensaje diferente del expresado por las palabras.
86
Respuesta 1 Respuesta 2 Respuesta 3
Ejercicios
• ¿Qué estado del yo cree usted que empleaba Isabel más frecuentemente al
transaccionar con sus hermanas?
• ¿Qué transacción positiva, negativa u oblicua habría podido emplear Isabel con
sus hermanas?
Seleccionen una situación como, por ejemplo, un alumno de educación media que
llega a casa después de la hora convenida y que se encuentra con un padre iracundo;
o un alumno que entrega un trabajo fuera del plazo.
87
• Representen brevemente los roles de la situación.
• Aquéllos que no están tomando parte en la representación de roles pueden iden-
tificar los estados del yo y las transacciones.
A B A B A B
Investigación sugerida
Use estas preguntas para analizar las relaciores que usted tiene con un amigo,
padre, hermano o hermana; analice el tipo de transacciones que usted tiene habitual-
mente con esta persona en particular.
• ¿Están comprometidos todos los estados del y o , tanto suyos como los de la
otra persona, en sus transacciones?
• Si es así, ¿es ésta una buena relación? ¿Requiere ser cambiado algo de ella?
2 Transacciones en el drama
89
12 Transacciones complementarias
Estudio de caso 1
Teresa y Eliana vivían en una residencia estudiantil, supervisada por "padres de hogar'
competentes. Aunque los padres cocinaban bien, ambas muchachas solían realizar
juntas verdaderos alardes de cocina, haciendo golosinas para los muchachos más jóve-
nes que también vivían allí, y para sus compañeros de clase de la escuela pública. Sin
embargo, si alguien hurtaba sus galletas de chocolate sin su permiso, Teresa y Eliana
se enojaban en extremo y lo juzgaban muy duramente. Si alguien era sorprendido en
el momento de hacerlo, ellas habitualmente lo forzaban a disculparse.
Estudio de caso 2
Estudio de caso 3
90
actuó con indiferencia. Durante el período de planificación, las palabras "No sé" o
"¿A quién le importa?" se oían a menudo. Cada miembro del grupo 3 escribió lo que
deseaba hacer y luego discutieron qué proyecto era más práctico. Las palabras que
más se oían eran, "Yo pienso" y "¿Qué piensas tú?"
Estudio de caso 4
Elvira, una vigorosa niña de 6 años de edad, quería mucho a su muñeca bailarina. Se
le podía dar cuerda con una llave en la espalda para que girara sobre un pie. Durante
meses, Elvira trató de hacer lo mismo, pero no tuvo éxito. Un día, una familia nueva
llegó a vivir a la casa de al lado y, para deleite de Elvira, en la familia había una estu-
diante de último año de educación media que se estaba preparando para ser bailarina
profesional. Ella pronto empezó a enseñarle a su pequeña vecina, quien aprendió tan
rápidamente que, antes de que terminara el año, Elvira tenía a su cargo un solo de
danza en un gran espectáculo para la Navidad.
Una transacción complementaria ocurre cuando el estímulo dado por una persona
recibe de otra persona la respuesta esperada. Una transacción complementaria no es lo
mismo que un cumplido, aunque puede serlo. Una transacción complementaria ocurre
cuando las líneas entre los estados del yo están abiertas y, generalmente, paralelas.
Cuando se da este caso, la comunicación puede continuar en forma indefinida entre las
personas implicadas. Cada vez que usted se expresa desde cualquiera de los estados de
su yo y obtiene la respuesta que esperaba, probablemente está comprometido en
transacciones complementarias.
Existen varias clases de transacciones complementarias. Son todas fáciles de reco-
nocer. Si, por ejemplo, usted se siente alegre y le cuenta un chiste a alguien y ese
alguien se ríe y le cuenta otro chiste, está teniendo una transacción complementaria
Niño a Niño. Si usted solicita alguna información y la obtiene, está teniendo una
transacción complementaria de Adulto a Adulto. Si conversa compasivamente con un
amigo acerca de unos vecinos a quienes se les inundó la casa, está teniendo una transac-
ción complementaria Padre a Padre. Si observa que un niño está llorando y hace algo
por ayudarlo, está teniendo una transacción complementaria Padre a Niño.
Las transacciones complementarias pueden relacionarse con el trabajo, como se
observa en la página siguiente. Cuando la gente decide buscar un empleo, los tres
estados del yo pueden estar implicados antes de hacer la solicitud. Es posible que el
Adulto lea la sección de avisos donde ofrecen trabajos o se dirija a una agencia de
empleos; el Padre puede enviarle mensajes internos al Niño tales como "Tú puedes
hacer todo lo que quieras, sigue intentándolo", o "Tú puedes venderles refrigeradores a
los esquimales con tus dotes y tu locuacidad", o "Nunca conseguirás un empleo, eres
91
^
tan perezoso", o " N o debes confiar en la gente, asi' es que ten cuidado con lo que
diagas". El Niño escuchará estos mensajes y se sentirá estimulado para salir a buscar
empleo o se sentirá atemorizado, inadecuado e incapaz de acercarse siquiera al patrón
potencial.
Cuando el día y la hora realmente lleguen y esté programada una entrevista para el
empleo, cada uno de estos mismos estados del yo de la persona pueden intervenir e
iniciar y responder a transacciones que resultan ser complementarias; o la persona
puede estar tan tensa en el Niño, o crítica en el Padre, que las transacciones resultan
cruzadas, la comunicación se rompe y el empleo se pierde.
Es frecuente llenar una solicitud, entregársela temorosamente al posible patrón y ser
recibido con el ceño fruncido. Es posible que el ceño fruncido sea en respuesta a la
solicitud, o tal vez sea la manifestación externa de un dolor de cabeza o tenga rela-
ción con algún problema familiar o de otra índole que no tenga relación alguna con el
hecho de contratar a personal nuevo. Sin embargo, es posible que el estado Niño del
yo del solicitante observe el ceño fruncido y llegue rápidamente a conclusiones
erróneas. El estado A d u l t o del yo necesita ser el controlador de la personalidad
cuando se solicita un empleo. Así, es probable que las transacciones sean comple-
mentarias y exitosas.
Las relaciones tales como la amistad, la relación entre profesor y alumno, padre y
alumno, marido y mujer, que son agradables y duraderas, abundan a menudo en
transacciones complementarias.
92
Las relaciones con una variedad de transacciones son las que generalmente propor-
cionan mayores recompensas. Si dos personas son capaces de cuidarse mutuamente
cuando una está desanimada, si resuelven problemas juntas pensando las cosas desde
el principio al fin, si se ríen y juegan juntas, están usando todo el espectro de posibles
estados del yo. En ocasiones, transaccionan desde el Padre Nutricio, siendo benévolas
y solícitas. Otras veces, hacen transacciones desde sus Adultos, reuniendo y emplean-
do información con el fin de resolver problemas. En otras oportunidades, hacen
transacciones desde sus estados Niño del yo, juguetones y amantes de la diversión.
Tal habilidad para cambiar entre los estados del yo de manera apropiada para satisfacer
las necesidades del momento fomenta una relación satisfactoria.
Sin embargo, en ocasiones la gente se encierra en una relación que descansa princi-
palmente en el comportamiento de un estado del yo en cada persona. Cuando esto
sucede, la gente parece detenida. Generalmente ocurre cuando una persona emplea
su Padre la mayoría de las veces y la otra le responde empleando su Niño. Esto
conduce a una relación muy limitada.
93
Ejercicios
• Diséñenlo primero como una pregunta directa y muestren dos posibles respuestas
complementarias:
94
• Ahora, diagrámenla como una pregunta de tono quejumbroso: "iSanto Dios!
¿Has visto la tarea que me asignaron para hacer en casa?" Muestren dos posibles
respuestas complementarias:
R: R:
• Ahora, como una frase de tono autoritario, "Quiero que me ayudes inmediata-
mente a encontrar la tarea que me asignaron para hacer en casa". Muestren dos
posibles respuestas complementarias:
R: R:
• Discutan cómo podrían ser dispuestas en la forma más efectiva, y luego pegúelas
sobre un tablero o sobre grandes hojas de papel.
• Después de que hayan terminado, discutan las transacciones complementarias
que ocurrieron en su grupo mientras trabajaban juntos.
95
Investigación sugerida
1 Diálogos complementarios
2 Transacciones positivas
96
13 Transacciones cruzadas
Estudio de caso 1
Estudio de caso 2
La señora Alvarez se sentía muy incómoda. No deseaba asistir a la recepción del colegio,
pues temía que sus gemelos Cristóbal y Miguel fuesen criticados y que ella no pudiese so-
portarlo. El señor Alvarez no deseaba ir porque a él "nunca le había gustado el colegio".
Ambos habían tenido experiencias desagradables con profesores cuando jóvenes; ahora,
cada vez que visitaban el colegio de los niños, lo hacían con la sensación de sentirse
obligados, e iban a la defensiva. Cuando una de las profesoras les contó que le divertían
las trampas de los gemelos cuando uno fingía ser el otro, ellos se sintieron confundidos
e incapaces de hablar.
Estudio de caso 3
Juana se sentía muy deprimida. Su padre había perdido el empleo, debido a una reduc-
ción en los contratos de construcción de la empresa en que trabajaba, y había empezado
a beber en exceso. Durante semanas, la familia trató de eludirlo, debido a que en oca-
siones se ponía violento. Por las noches, Juana se agitaba y se daba vueltas en la cama
97
durante horas, incapaz de conciliar el sueño y sufriendo a menudo de aterradoras
pesadillas. En el colegió empezó a retrasarse en su trabajo y a veces se quedaba dormida
en clase. No hablaba con nadie sobre esto, hasta que un día, desesperada, le reveló a
Alicia, una compañera de curso, todo lo que sucedía en su casa. Alicia comenzó a la-
mentarse de su propia situación, en lugar de mostrarse compasiva.
Una transacción cruzada se produce cuando el estado del yo desde el cual responde una
persona no corresponde a la respuesta del estado del yo esperada por la persona que
envió el estímulo. Las I íneas entre los estados del yo se cruzan y normalmente se quie-
bra la comunicación. Si a veces usted se siente incomprendido, es probable que haya
estado implicado en una transacción cruzada.
Por ejemplo, si usted le pregunta a alguien la hora y la respuesta es "¿Por qué no
tiene su propio reloj?", entonces se trata de una transacción cruzada. Usted pidió infor-
mación de Adulto a Adulto y obtuvo una transacción cruzada, de Padre a Niño, como lo
indica el diagrama que sigue abajo a la izquierda.
O si usted recibe una respuesta quejumbrosa, "¿Por qué siempre tienes que pregun-
tarme a mí?", también se trata de una transacción cruzada, esta vez desde el Niño de la
otra persona al Padre de usted, como se representa en el diagrama a la derecha.
98
Estímulo Respuesta Estímulo Respuesta
Cruzar transacciones
A veces es útil ser capaz de cruzar una transacción de forma deliberada. Es un modo de
cambiar el tema o detener un juego psicológico. Por ejemplo, si alguien divaga en forma
persistente, cruzar la transacción puede ser más útil que acumular resentimiento. No
obstante, la persona que ha sido cruzada puede a su vez experimentar resentimiento.
Las transacciones cruzadas contienen a menudo un elemento de sorpresa.
Cuando dos amigos se miran fijamente, se vuelven las espaldas, no están dispuestos a
continuar sus transacciones, o están desconcertados por lo que acaba de ocurrir entre
ellos, es probable oue acaben de experimentar una transacción cruzada. En este punto,
tratarán de aislarse, apartarse uno de o t r o , cambiar de conversación, o iniciar una
discusión. Muchas de las dificultades en las transacciones cotidianas entre amigos pro-
vienen de transacciones cruzadas.
99
El problema de un excesivo número de transacciones cruzadas en relaciones íntimas
tales como la amistad o el matrimonio es que alguien se siente desconcertado, recha-
zado o incomprendido. Esto conduce a nuevos cruzamientos, como se observa en los
dos ejemplos siguientes:
Esposa Esposo
100
(P-N) Esposa: "Siempre te lamentas, pero ¿qué vas a hacer en relación con
esto?"
(N-P) Esposo: "Creo que tienes razón, pero esta vez lo haré."
Más aun, el mismo estímulo inicial puede ser cruzado con una respuesta Padre-
Niño:
Las transacciones cruzadas pueden evitarse desde el principio o pueden ser rectifi-
cadas cuando son reconocidas.
Si desea evitar una transacción cruzada usted puede hacerlo "valiéndose de una
corazonada". Esto es, adivinando de cuál estado del yo provino el estímulo y a cuál
estado del yo apuntaba, y respondiendo con una transacción complementaria.
101
Estímulo Respuesta Estímulo Respuesta
Resumen
Las transacciones cruzadas pueden ser útiles, aun necesarias a veces, pero habitual-
mente las comunicaciones se interrumpen cuando se emplean.
Ejercicios
• ¿Qué clase de transacciones podrían tener ellos al asistir a la recepción del co-
legio y con quién?
• ¿Qué clase de respuesta obtuvo? Si ésta fuera complementaria, ¿de qué estado
del yo salió y a cuál estado del yo se dirigió? Si fue cruzada, ¿cuál estado del
yo se dirigió a cuál?
102
Estímulo Respuesta Estímulo Respuesta
E: Me gustaría E: Me gustaría
marcharme alrede- marcharme alrede-
dor de las 3 de la dor de las 3 de la
tarde. tarde.
R: R:
R: R:
R: R:
Elija las transacciones más comunes y las menos usuales de su grupo para exponerlas
a la clase.
103
3 Cruzar y rectificar transacciones (grupo)
Haga pareja con alguien a quien usted no conoce bien o desearía conocer mejor.
Uno es el expositor y otro el oyente.
• El expositor dice al oyente tres cosas de sí mismo que le agradan.
• El oyente estará de acuerdo al comienzo (creando una transacción comple-
mentaria), y después estará en desacuerdo (creando una transacción cruzada).
• Ahora inviertan los roles y hagan nuevamente la misma cosa.
• Analicen si fue fácil o difícil hablar bien de sí mismos y por qué.
104
Investigación sugerida
2 Transacciones cruzadas en TV
Mientras observa su teleserie favorita, vea si puede reconocer por lo menos tres
transacciones cruzadas.
• ¿Cómo se sentiría la gente al finalizar la transacción cruzada?
• ¿Son estas transacciones positivas o negativas para las personas implicadas?
• ¿Cuándo podría ser de utilidad emplear una transacción cruzada?
• ¿Qué pudo haber hecho usted para que cada una de estas transacciones hubiera
sido más armónica?
105
14 Transacciones ulteriores
Estudio de caso 1
Eduardo era un niño tranquilo y bien educado que nunca respondía de mal modo,
aunque muchas veces hacía gestos obscenos cuando la gente le daba la espalda. Tanto
sus profesores como sus padres decían que no había problemas. Cuando la policía
llegó a la casa de los padres de Eduardo para comunicar que había sido sorprendido
robando armas de fuego, no lo podían creer. Retorciéndose las manos, la madre
repetía una y otra vez, "Pero si ha sido un niño tan bueno y nunca lo he visto eno-
jado".
Estudio de caso 2
La Srta. Jiménez, profesora de Química, era conocida por su mal genio. Si alguien no
estaba de acuerdo con ella, aunque fuera en las cosas más pequeñas, la Srta. Jiménez
se irritaba muchísimo. Ella caminaría pesadamente de un lado para otro muy agitada,
dando largos pasos, pisando fuerte con sus tacones. A menudo fruncía el ceño
desaprobadoramente mientras le preguntaba a los alumnos, "¿Alguien quiere alguna
ayuda?" Sus alumnos aprendieron que el modo en que la Srta. Jiménez caminaba y los
miraba era la clave de su verdadero talante.
Estudio de caso 3
El Sr. Kaplan, director a cargo de los muchachos, era muy querido. En su puerta
colgaba un libro de entrevistas y los alumnos que deseaban conversar con él podían
conseguirlo anotando sus nombres frente a la hora disponible. Cuando conversaba
con la gente, el Sr. Kaplan raras veces se sentaba detrás de su escritorio. En lugar de
106
ello, se sentaba en una de las dos cómodas sillas, invitaba a su visitante a hacer lo
mismo, cerraba la puerta y, si la discusión parecía ser de importancia para el alumno,
ni siquiera contestaba al teléfono.
Estudio de caso 4
107
si una persona se sienta relajada y casualmente mientras
relata malas noticias. A veces, la expresión corporal
envía un mensaje oculto. Por ejemplo, si un alumno que
ha tenido problemas con la lay y está bajo fianza le
cuenta a alguien riéndose el incidente, la persona está
1. E: A n d o en libertad
enviando dos mensajes (el ulterior puede observarse en la
bajo fianza. línea punteada del diagrama a la izquierda).
2. E: (Soy un perdedor. La vestimenta también transmite un mensaje. Puede
Ja, ja.)
indicar que el que la usa se siente sexualmente atrayente,
contento, deprimido, independiente, conformista, tími-
do. Puede dismiluar o revelar la situación económica del
que la usa, y demostrar si uno se preocupa de sí mismo o
no. Además de la vestimenta, la forma de arreglarse
también contiene mensajes sobre cómo la gente se siente
en relación con ellos mismos y los demás. El arreglo
Estímulo Respuesta
personal revela con frecuencia el concepto de sí mismo
como triunfador o perdedor.
El tono de voz de una persona es otra clave para llegar
al mensaje real. "Sí, ya voy" puede ser dicho con afecto
y cariño. También puede gritarse impacientemente para
manifestar resentimiento por el hecho de ser interrumpi-
E: ¿Vienes? do, como se aprecia a la izquierda.
1. R: (manifiesto): Las transacciones ulteriores son transmitadas tanto
Sí, voy.
2. R: (encubierto): verbalmente como no verbalmente. Tal vez haya obser-
Deja de fastidiarme. vado a un vendedor que le dice al cliente, "Esto lo hace
verse con mucho mundo", cuando ese estilo no le viene
a la persona.
Un estudiante que se queja a su madre "Los padres de Juan le compraron un
chaleco de calidad", puede querer decir en realidad "Tú no eres tan buena madre
como la de Juan". Se sugiere la misma clase de sentido encubierto cuando Sonia
aduce que, "La madre de María le permite salir hasta después de medianoche".
Si un profesor revisa un informe diciendo "Pienso que no le di el tiempo sufi-
ciente para hacer esto", el mensaje podría ser enviado a dos estados del yo del
estudiante:
108
El alumno a su vez, puede escuchar estas palabras desde cualquiera de sus estados del
yo. Si con su Adulto, la respuesta podría ser:
Estímulo Respuesta
Profesor Alumno
Estímulo Respuesta
Profesor Alumno
Transacciones de horca
109
automóvil". En otras palabras, mientras relata un comportamiento que significa derrota
de sí mismo, sonríe como si fuera algo genial. Refuerza de esta manera al Niño, para que
éste se mantenga en dificultades. La risa con que responden sus amigos también refuerza
su comportamiento de derrota de sí mismo.
De esta manera, el tema real sobre el cual debiera conversarse es evitado. Nadie dice
"¿Por qué te estás riendo? No es divertido." Una respuesta tan seria podría resultar
incómoda al principio, pero podría soltar eficazmente el lazo corredizo el rehusar
mostrarse conforme con este patrón autodestructivo.
La manera más corriente de diagramar una transacción de horca es:
Estímulo Respuesta
110
encubierto puede ser visto solamente en una relación intima. Por ejemplo, una persona
puede presentar para el público "Miren lo inteligente que soy", pero en un nivel privado,
más profundo, usa una camiseta marcada "No te acerques demasiado; me temo que soy
tonto". El mensaje obvio de otra persona podría ser "Yo te ayudaré a salir del proble-
ma", pero en un nivel más profundo y menos evidente es posible que lleve la amenaza
"Si te ayudo, me las tendrás que pagar".
Algunas personas parecen usar una clase de camiseta en el colegio o en el trabajo,
otra en el hogar, y una tercera en una fiesta con sus amigos. Sus mensajes pueden
variar de positivos a negativos, de evidentes a completamente encubiertos.
Si usted sabe cómo desea que la gente le responda, probablemente es capaz de averi-
guar qué dice su camiseta deportiva para el público. Si analiza sus sentimientos en
relación con las respuestas que obtiene, es posible que descifre el mensaje privado de
su camiseta. Tal vez usted desee que otros piensen que es rudo o dulce, obediente o
rebelde. Puede desear que otros piensen que es capaz de arreglarlo todo, enderezarlo
todo, y resolver los problemas de todo el mundo, aunque interiormente los culpe por
aprovecharse de usted. O tal vez desee que piensen que usted es desvalido, incapaz de
pensar ni valerse por sí mismo, aunque se resienta interiormente de que le traten de
esa manera.
La gente le trata de acuerdo con las "ondas" que emite. Cuando toma conciencia
de sus ondas de triunfador y de perdedor, obtiene más información para modificar
lo que desea cambiar.
Las personas se atraen unas a otras por muchas razones. Intereses comunes tales como
el coleccionar estampillas, actividades del club de drama, o los deportes hacen que
la gente se una en un nivel palpable de su personalidad. Sin embargo, en un nivel
no tan evidente, podría ser la camiseta deportiva que constituye la gran attración.
Los sentimientos personales de valor o de inutilidad son a menudo el "adhesivo"
que mantiene unida a la gente. Las personas que se sienten débiles y actúan de esa
manera generalmente atraen a aquéllas que actúan mostrando superioridad. Sin
saberlo, el que es aparentemente más fuerte encubre una debilidad al cuidar y
"dominar" al de apariencia más débil.
En una relación de amistad positiva, en la cual existe interés sincero, las personas
son sensibles a los mensajes no verbales del otro y, además, tienen conciencia de sus
propios motivos. En lugar de insinuar "Yo lo haré porque tú eres demasiado estú-
pido", un amigo verdadero dirá "Inténtalo. Yo creo que puedes hacerlo". En lugar de
decir, "No tienes coraje", la respuesta podría ser, "Yo también estoy atemorizado,
pero aun así vale la pena intentar".
111
Transacciones ulteriores en el matrimonio
Estímulo Respuesta
1.E: ¿Qué vamos a hacer esta
noche?
2. E: (Un puchero que envía el
mensaje, "Pobre de mí.
Nadie me quiere.")
1.R: ¿Nos vamos a cenar fuera?
2. R: (Un ceño fruncido que envía
el mensaje, "Sabes que no
tenemos dinero para hacerlo,
pero de cualquier modo
Esposo iremos.")
Esposa
112
Ejercicios
Esté preparado para compartir con el resto de la clase uno de sus ejemplos de transac-
ciones ulteriores.
113
• ¿Qué clase de posturas, gestos y tonos de voz debería usar una persona para trans-
mitir estos mensajes?
Investigación sugerida
114
2 La televisión y los mensajes ulteriores
Analice su programa de televisión preferido.
• Piense qué personajes dieron qué mensajes ulteriores entre ellos y al público.
• Enumere al menos tres transacciones ulteriores y diagrámelas. (También podría
observar los avisos comerciales.)
115
15 Las posiciones "estar bien" y "no estar bien'
Estudio de caso 1
Enriqueta parecía subestimarse, sin considerar lo bien que hubiera hecho algo. Cuando
se le felicitaba por un proyecto que había entregado al profesor, decía siempre "En
realidad era muy sencillo" o "Si hubiera dispuesto de más tiempo, habría sido mejor",
o bien "Usted debería ver lo que hizo Emilia". Se sentía tan insegura de sí misma que
pedía ayuda una y otra vez, desconfiando de su propia percepción de lo que debía
hacer a continuación. En una ocasión, en el transcurso de una hora de clase, preguntó
siete veces a su profesor de inglés si su ensayo estaba bien orientado. Finalmente, el
maestro se fastidió y le pegó un corte, diciéndole "Mire, siga trabajando y acabe su
ensayo. Usted sabe lo que tiene que hacer." Enriqueta se sintió rechazada y regresó
a su asiento haciendo pucheros. Pasó mucho tiempo antes de que volviera a hablarle
a ese profesor. Ella dijo a sus compañeras: "El señor Martínez es el mejor profesor de
inglés del colegio, pero no hay duda de que no le agrada ayudar a la gente".
Estudio de caso 2
Alberto se quejaba con frecuencia de que parecía divagar siempre y de que no llegaba a
ninguna parte. Durante toda su vida de colegio fue un alumno mediocre, a pesar de
que varios de sus maestros y consejeros le dijeron que tenía mucho mayor capacidad
de la que parecía emplear. Alberto faltaba a clase con frecuencia, no completaba sus
tareas y en general parecía no interesarse por nada de lo que sucedía en el colegio.
Alberto también tenía dificultad en resolver sus problemas en casa. A menudo se
quejaba "Simplemente no me puedo entender con mis padres. Todo lo que hacen
es dar órdenes y nunca me prestan ayuda con mis tareas." Sin embargo Alberto no
sabía qué hacer para mejorar su situación ni en el colegio ni en el hogar.
116
Posiciones psicológicas respecto de si' mismo
Los niños tienen experiencias y reciben mensajes que les hacen tomar decisiones sobre
sí mismos muy temprano en la vida. Estas decisiones se generalizan en las dos posiciones
psicológicas básicas de estar bien y no estar bien.
Los niños que han sido desatendidos físicamente en edades tempranas padecen de
enfermedades y desnutrición. Los niños que han sido sometidos a tratamiento brutal o
que han sido criticados constantemente, es probable que comiencen a subvalorarse a sí
mismos desde muy pequeños. Finalmente, este tipo de niños decide " N o valgo la pena",
" N o soy b u e n o " , " N o merezco v i v i r " , "Hago desgraciado a todo el m u n d o " , "Soy estú-
p i d o " . Tales decisiones les hacen experimentar una sensación general de no estar bien,
y adoptan una posición psicológica de no estar bien.
Niños que reciben un cuidado afectuoso y cálido, buena alimentación, protección
adecuada, y que son tratados con respeto y aceptados por lo que son, desarrollan una
sensación de confianza. Si se les establecen límites razonables para su comportamiento
y se les estimula a madurar desde una dependencia a la independencia, es probable que
se respeten a sí mismos y tomen decisiones sobre sus personas tales como, " Y o puedo
hacer muchas cosas", "Merezco v i v i r " , "Puedo llegar a ser alguien". Sus decisiones
tempranas les dan una sensación general de estar bien. Ellos toman la posición psico-
lógica " Y o estoy b i e n " .
Algunas personas aprenden a sentirse bien en relación con ciertos aspectos de sí
mismas, pero a no sentirse bien respecto de otros. Por ejemplo, pueden sentirse
físicamente atractivas pero intelectual mente estúpidas, con inclinación a la mecánica
pero social mente mal adaptadas, inteligentes pero poco masculinas o femeninas. Por
consiguiente, una sensación personal de estar bien varía con la situación. Los senti-
mientos de no estar bien corresponden generalmente al Niño Adaptado.
Los niños que tienen experiencias con personas frías y reservadas, críticas y crueles, o
coléricas y brutales, pueden decidir: " N o se puede confiar en la gente", " L a gente es
peligrosa", " E l resto de la gente no es buena". En consecuencia, ellos adoptan respecto
de los demás la posición psicológica " T ú no estás b i e n " .
En contraste con esto, los niños que perciben a sus figuras paternas significativas
como fuertes, dotadas de sabiduría, afectuosas y respetuosas, pueden finalmente adoptar
posiciones tales como: " L a gente es justa", "Se puede confiar en las personas", "La
gente me ayudará", " L o s demás saben qué hacer". Ellos asumen, por lo tanto, la posi-
ción psicológica " T ú estás b i e n " respecto de los demás.
A veces, la posición que una persona adopta en relación con los demás está revestida
de sexualidad. Por ejemplo, niños que son tratados brutalmente por sus padres y pro-
tegidos por sus madres pueden adoptar la posición de que las mujeres son buenas y
los hombres no lo son. "Todos los hombres son malvados"; "Todas las mujeres son
117
buenas y serviciales". Los niños que sienten que pueden hablar en confianza con sus
padres, pero que son criticados constantemente por sus madres, pueden decidir " T ú
puedes confiar en los hombres, pero no en las mujeres" o " L o s hombres son razonables,
pero las mujeres actúan muy emocionalmente". Ellos adoptan así la posición psicoló-
gica "los hombres están b i e n " , pero "las mujeres no están b i e n " .
Primera posición: Yo estoy bien; tú estás bien. Las personas con esta posición
tienen básicamente una aceptación realista de la importancia de la gente,
118
incluyéndose ellas mismas. Pueden resolver sus problemas de forma constructiva, y es
probable que lo que esperan de la vida sea válido. Esta es una posición mental salu-
dable.
Segunda posición: Yo estoy bien; tú no estás bien. Esta posición es asumida por per-
sonas que se sienten víctimas o perseguidas y, como consecuencia, de hecho hacen
víctimas o persiguen a los demás. Las personas en esta posición culpan a otros de sus
desgracias y les quitan importancia o tratan de deshacerse de ellos. Por ejemplo,
pueden obligar a otros a apartarse atormentándolos o humillándolos. A menudo,
los delincuentes y los criminales adoptan esta posición. Algunos llegan a ser tan
extremadamente desconfiados que se sienten justificados para robar, tratar con bru-
talidad a otros o incluso matar.
Tercera posición: Yo no estoy bien; tú estás bien. Esta es una posición corriente
entre las personas que se sienten impotentes al compararse con otras. Ellas pueden
tratar de eludir a los demás, o pueden vincularse como parásitos a personas más
fuertes. En algunos casos, esto conduce a estados de depresión física o psíquica,
pudiendo, en los casos más severos, llevar al suicidio.
Cuarta posición: Yo no estoy bien; tú no estás bien. Esta posición lleva a la gente
a sentirse sin esperanza y a perder interés en vivir. Ellos pueden actuar en forma
confusa e impredecible, irritados y gravemente deprimidos. Pueden divagar
mucho, sin llegar nunca a parte alguna. En casos extremos pueden cometer suicidio
y/u homicidio para desquitarse o huir.
119
Usted puede haberse identificado con más de una de estas posiciones. La mayoría
de la gente lo hace.
La mayor parte de las personas también representa las diferentes posiciones con
grados de intensidad variables. Por ejemplo, alguien en la posición " T ú no estás b i e n "
puede rebajar a otros de forma leve o indirecta, tal como: "Se te ve muy bien hoy. No
es de extrañar que ayer lo pasaras mal —vestías de verde", o " B i e n , si esperas lo sufi-
ciente y Juana no es invitada por alguien que le interese más, puede que salga contigo".
O los rebajamientos pueden ser más graves, tales como humillar a alguien en público
o golpear a otra persona.
Resumen
En resumen, los niños, como resultado de sus experiencias de la vida temprana, toman
decisiones respecto de su propia dignidad y sobre la dignidad de otras personas.
Basados en estas decisiones, ellos toman posiciones respecto de sí mismos y de los
demás, que están asociadas al sentirse bien o no sentirse bien. Más tarde en la vida,
ellos refuerzan el dar y recibir las caricias a las cuales han llegado a acostumbrarse.
Las personas que adoptan posiciones negativas respecto de sí mismas tienden
más tarde en la vida a acopiar sentimientos negativos respecto a ellas mismas. Las
personas que adoptan posiciones positivas respecto de sí mismas tienden a reunir y,
por lo tanto, a reforzar sentimientos positivos respecto de ellas mismas por el resto
de sus vidas. Lo mismo es válido en relación con los sentimientos que abrigan las
personas respecto de los demás.
Las personas pueden cambiar sus sentimientos de no estar bien. Ellas pueden
comprender cómo los adquirieron y, haciendo uso del estado A d u l t o del y o , pueden
decidirse a hacer algo para mejorar. Esto incluye aprender la manera de rechazar
mensajes de " T ú no estás b i e n " que pueden ser enviados por otros. Las personas
también pueden conservar los sentimientos de " Y o estoy b i e n " que ya poseen.
Ellas pueden apreciar cómo los consiguieron y cómo pueden contribuir a su capa-
cidad para triunfar.
Ejercicios
120
• ¿Qué habría podido sucederle cuando pequeña que la hacía comportarse de la
forma en que lo hizo en la sala de clase?
• ¿Desde qué posición parecía actuar Alberto?
• ¿Qué habría podido sucederle a Alberto cuando pequeño que le hacía compor-
tarse de ese modo?
• ¿En qué forma se derrotaba a sí mismo con su conducta?
Discutan en el grupo lo que diría y haría un estudiante en cada una de las posiciones
que se enumeran:
Yo estoy bien; tú estás bien.
Consideren sucesivamente cada posición. Discutan las clases de amigos y/o esposos
que probablemente tendría una persona que actúa desde cada posición:
Investigación sugerida
121
• ¿Qué posición asumió: yo estoy bien, yo no estoy bien, tú estás bien, tú no estás
bien?
• Ahora piense si puede relacionar esto con cualquier cosa que haga ahora.
122
¿Qué siente respecto a otras personas de:
su misma nacionalidad? diferente nacionalidad?
-10 +10 -10 +10
¿Está consciente de las razones por las cuales siente así respecto de si' mismo? ¿Res-
pecto de los demás?
• Ahora examine los sentimientos positivos (estar bien) y negativos (no estar bien)
que indicó en cada categoría.
• Revise cada uno de ellos y pregúntese, "¿En qué forma afecta este sentimiento
mi manera de comportarme?"
• Respecto de mí mismo
123
16 La necesidad de caricias
Estudio de caso 1
Daniel escribió: "Me duele todo: el cuerpo, la cabeza, el corazón, los sentimientos,
todos duelen . . . estoy harto de todo . . . noy hay razón para seguir viviendo . . . mejor
estaría m u e r t o " . El profesor de creación literaria había encontrado la nota arrugada en
una papelera. El no la había recibido y no podía recordar quién era Daniel, hasta
que las desesperanzadas palabras estimularon su memoria. Daniel era aquel estudiante
de segundo año, alto, delgado y de cutis granujiento, que siempre parecía estar solo.
Por lo general se sentaba aislado en un rincón de la sala. Cuando el profesor solici-
taba voluntarios para representar un papel, o para disponer el escenario, Daniel se
alistaba a trabajos individuales, tales como correr las cortinas, que ganaban escaso reco-
nocimiento.
Estudio de caso 2
Julieta era el caso completamente contrario. Tenía una vigorosa personalidad y una
gran necesidad de reconocimiento. Cuando el profesor de drama solicitaba voluntarios,
la primera mano en levantarse era la de Julieta, e inevitablemente quería asegurar que
su nombre apareciera en el programa. Siempre estaba. La gente respondía a su cordiali-
dad y preocupación por los demás. Julieta era muy estimada.
Estudio de caso 3
Osear era un estudiante muy trabajador, más bien callado, que a menudo se ofrecía
voluntariamente para trabajos que demandaban esfuerzos físicos. Se podía contar con
Osear para hacer cosas como mover el escenario o disponer el auditorio. Llevaba con-
sigo su radio portátil, y estaba enterado de todo lo relacionado con deportes. Los
124
estudiantes y profesores lo detenían ocasionalmente para preguntarle cómo se estaba
desarrollando determinado partido. A Osear se le iluminaba el rostro, y se extendía
en una larga explicación sobre los altibajos de dicho partido.
De acuerdo con Eric Berne, todas las personas estructuran el tiempo en torno a "cari-
cias". Una caricia es un contacto físico o simbólico en forma de reconocimiento. Si un
niño no recibe suficientes caricias, el desarrollo físico, intelectual y emocional se
perturba. De hecho, un niño que prácticamente no recibe caricias físicas morirá.
Las caricias pueden ser positivas o negativas. El ser abrazado constituye una caricia
positiva; el recibir una palmada es una caricia negativa. Si una persona no recibe caricias
positivas, hará algo para conseguir caricias negativas. Las caricias son tan necesarias para
sobrevivir que la gente prefiere recibir caricias negativas a no recibir ninguna.
Las transacciones están constituidas por caricias. El estímulo es una caricia; la res-
puesta es otra. Diferentes personas desean diferentes tipos de caricias. Lo que parece
bien a una persona puede parecer mal a otra. Mientras una persona puede desear una
caricia de reconocimiento por su peinado o vestimenta, otra persona podrá desear una
caricia por sus logros académicos, sus proezas deportivas o esfuerzos artísticos.
Cada estado del yo de una persona puede desear diferentes tipos de caricias. Puesto
que los estados del yo de cada persona son diferentes, el Padre, Adulto y Niño de cada
persona desearán caricias diferentes. Las necesidades de caricias de dos estudiantes
podrían representarse de la siguiente forma:
Las caricias que desea una persona para su estado Niño del yo están relacionadas con las
caricias que recibió durante la niñez. Un niño que es mimado o acariciado en exceso,
125
que recibe alabanzas y reconocimiento en su primera infancia, continuará esperando
recibirlas en la vida adulta y sabrá obtenerlas.
En contraste, una persona que recibe frecuentes rebajamientos negativos o mal-
trato físico en la infancia continuará esperando en el futuro caricias similares y sabrá
obtenerlas. Mientras una persona que recibe caricias positivas generalmente esperará
continuar recibiendo más caricias placenteras, una persona que recibe caricias nega-
tivas preverá más adelante caricias dolorosas, ya sean físicas o verbales.
Es probable que personas que están aisladas y reciben pocas caricias en la infancia
esperen un aislamiento similar y falta de caricias más adelante en la vida. Es posible
que sean incapaces de dar caricias a otras personas, mostrándose reservados e indife-
rentes cuando la excitación y el entusiasmo serían más apropiados. Con todo, las
caricias son necesarias, y todo el mundo necesita recibirlas y darlas.
Usted puede tomar conciencia de la necesidad de su Niño de recibir caricias verbales
positivas, recordando su infancia y la mejor cosa que se le haya dicho. Si no le di-
jeron nada positivo, entonces recuerde qué es lo que usted deseó que la gente le
hubiera dicho cuando era pequeño. Usted también puede tomar conciencia de las ne-
cesidades de su Niño de caricias no verbales recordando los tipos de caricias (por
ejemplo, un masaje de espalda) que le parecían especialmente agradables, o las cosas
que se hicieron por usted (por ejemplo, una fiesta de cumpleaños) y que le resultaron
particularmente gratas. Cuando las personas crecen, continúan deseando las cosas
agradables que les sucedieron, o que deseaban que les hubieran sucedido en su niñez.
Las caricias que uno desea para su estado Padre del yo son similares al tipo de caricias
que nuestros propios padres deseaban. Si los padres de uno deseaban que las personas
fuesen amables y bien educadas, que dijesen "por favor" y "gracias", uno deseará el
mismo tipo de caricias atentas de parte de los demás.
Usted puede tomar conciencia de la necesidad de su Padre de caricias recordando
su infancia y las cosas que agradaban a sus padres (por ejemplo, buenas calificacio-
nes, la casa limpia, ser puntual). Esas mismas cosas pueden agradar ahora a su estado
Padre del yo. En otras palabras, una parte de usted deseará lo que sus figuras paternas
deseaban.
126
Sin embargo, si el Adulto no es reconocido por otros, el Niño de esa persona puede
resentirse y puede motivar al Adulto a hacer presión y obtener caricias de reconoci-
miento. Esto está sucediendo de la forma más interesante en el actual movimiento
feminista. Cada vez más y más mujeres piden el reconocimiento del Adulto para sus
habilidades de pensamiento racional. Ellas, al igual que los hombres, han tomado con-
ciencia del rol de ciudadanas de segunda clase que las mujeres han representado históri-
camente. Ellas se resienten de que se las haya enfocado principalmente por sus habili-
dades para la crianza y por sus encantos femeninos, mientras se ha prestado tan poca
atención a sus habilidades y destrezas intelectuales. Nueva legislación y gran número
de programas de apoyo a la mujer reflejan una creciente preocupación por esto.
Un énfasis en el sentido contrario está sucediendo en algunas partes del mundo
masculino. Históricamente, los hombres han obtenido caricias por su pensamiento
Adulto. Sin embargo, cada vez más y más hombres piden caricias de diversión para su
Niño. Por ejemplo, los vivos colores con que se visten actualmente los hombres son
como invitaciones para hacerse notar.
Además, muchos hombres están tomando empleos que exigen cuidar a otros, tales
como enfermería y trabajo social. Muchos hombres están asumiendo también un rol
de cuidado más manifiesto, siendo más activos en la crianza y cuidado de los niños.
Usted puede tomar conciencia de las necesidades de su Adulto de caricias reflexio-
nando sobre sus procesos y destrezas mentales. Si usted está recibiendo reconoci-
miento de otros por usar su inteligencia, está recibiendo caricias para su Adulto. Si no
lo está recibiendo, puede que no esté mostrando esta parte de su personalidad a los
demás.
127
Estímulo Respuesta Estímulo Respuesta
Una de las razones por las cuales dos personas se atraen es debido a que sus necesidades
de caricias positivas o negativas y su habilidad para dar caricias positivas o negativas
parecen engranar. Si las necesidades de caricias engranan, como los engranajes de un
automóvil, es probable que dos personas permanezcan unidas por largo tiempo.
Todas las parejas deben pensar qué tipo de caricias es más apreciado por cada
cónyuge. Por ejemplo, la madre de Susana siempre le daba té y flan cuando ella
estaba enferma. Esto parecía hacerla sentirse mejor. La madre de su esposo, sin
embargo, siempre le preparaba leche caliente cuando él se enfermaba.
Cuando Susana se enfermó poco después de su matrimonio, su esposo le preparó
leche caliente y ella rompió a llorar. Más tarde reflexionó que éste no era el tipo de
caricia que la haría sentirse mejor, y pidió a su esposo que la próxima vez le preparara
té y flan.
El esposo de Susana se sintió mal cuando a ella no le gustó la leche caliente que él
le había preparado. Su intención era buena, pero dio el tipo de caricia que a él le
habría gustado, más bien que el que le gustaba a Susana. Sin embargo, no le importaba
cambiar cuando vio cuan importante era para ella y comprendió que no lo estaba
despreciando.
128
Muchas personas desean caricias específicas cuando se sienten deprimidas. Algunos
desean comprensión, algunos desean una sensación de " Y o pertenezco a tu grupo".
Otros quieren aprobación o una risa compartida. Las necesidades de caricias de cada
persona son únicas. Dar y recibir la caricia positiva esperada contribuye a crear una
relación feliz.
Resumen
129
Ejercicios
Lea nuevamente los estudios de casos que aparecen al comienzo de la unidad (págs.
124 y 125) y responda a las siguientes preguntas:
• ¿Cree usted que las necesidades de caricias de todos sus estados del yo fueron
satisfechas? Si lo fueron, ¿por qué? Si no, ¿por qué no?
Siéntense en un círculo y hagan que cada uno dé a la persona que está a su izquierda
una caricia negativa. Después de dar la vuelta completa, discutan cómo se sintieron
cuando recibieron la caricia negativa y cuando la dieron.
Ahora repitan el proceso, dando a cada persona una caricia positiva. Discutan cómo
se sintieron al dar la caricia positiva y cómo se sintieron al recibirla.
Al lado derecho del retrato de sus estados del y o , enumere dos caricias positivas
favoritas para cada uno de sus estados del yo. Al lado izquierdo, enumere dos
caricias negativas para cada uno de sus estados del yo.
130
Caricias negativas Caricias positivas
Piense en las veces en que estaba enfermo, herido o humillado cuando era pequeño.
131
Investigación sugerida
2 Caricias y relaciones
Escriba los nombres de tres personas —una figura paterna, un amigo, un vecino.
• Imagínese las caricias que cada uno de sus estados del yo podría desear. Anótelos
en su diario como se señala.
Figura
paterna Amigo Vecino
• Tan pronto como sea posible, vaya y pregúnteles u obsérvelos de cerca para ver
cuan acertado estuvo.
132
Cuarta parte
Cuarta parte
Los juegos que practica la gente
17 La colección de estampillas psicológicas
Estudio de caso 1
Luisa era descrita por sus amigos como "caprichosa". Era fácil de herir, aunque gene-
ralmente no lo demostraba. En lugar de ello, acumulaba resentimientos, hasta sentirse
realmente disminuida y deprimida. De vez en cuando, se quedaba en casa "enferma
con dolor de cabeza" compadeciéndose a sí misma. Luisa habi'a decorado su cuarto
con colores oscuros y sombríos y cuando estaba en uno de sus días negros, se
encerraba sola en su habitación. Ella justificaba el aislarse de esta manera de los
demás porque "la forma en que la gente me trata me deprime".
Estudio de caso 2
Estudio de caso 3
Cuando Mercedes era pequeña, muchas veces oyó quejarse a su madre, "Casi morí
cuando Mercedes nació y aún sufro por e l l o " . En el colegio, Mercedes se sentaba con
136
frecuencia mirando al suelo, las piernas fuertemente cruzadas. Hablaba suavemente
con gran vacilación, como si pesara cada palabra. Cuando un consejero comentó sobre
esto, Mercedes rompió a llorar y entre sollozos balbuceó, " L o siento, parece que yo
siempre hago todo mal. Toda mi vida, parece que todo es culpa m í a " .
Estudio de caso 4
¿Ha advertido que algunas personas parecen pedir caricias negativas disponiéndose a
sí mismas para ser rebajadas? Algunas personas se enfurecen pero se controlan hasta
que " n o lo soportan más" y luego explotan. Otras parecen actuar siempre pidiendo
disculpas cuando las cosas no salen bien, y hacen observaciones como: " T o d o es culpa
m í a " , aunque no lo sea. Todavía otras parecen ir de un éxito a otro, actuando como si
se sintieran bien con ellas mismas y repartiendo "ondas" positivas que implican " y o
estoy bien y también lo estás t ú " .
En A T , los sentimientos buenos o malos que colecciona una persona se denominan
"estampillas psicológicas". El término estampilla es tomado de la práctica que se
realiza en algunas partes del mundo de coleccionar estampillas que se reciben al hacer
las compras para cambiarlas luego por mercadería. 7 Recolectar un buen sentimiento
de una caricia positiva es recolectar una estampilla psicológica dorada. Coleccionar un
mal sentimiento de una caricia negativa es coleccionar una estampilla psicológica gris.
En ocasiones se asigna un color específico a una estampilla para representar malos
sentimientos: estampillas rojas para la ira, estampillas azules por sentirse herido y de-
primido, estampillas blancas para la pureza y correción, y estampillas verdes para los
celos y la envidia. El color asignado a la estampilla no es tan importante como el
hecho de que la estampilla representa un estado en el cual la gente gratifica senti-
mientos aprendidos en la niñez. Estos sentimientos son conservados y, con el tiempo,
"canjeados".
Probablemente ha oído el término indulgencia excesiva. La gente se gratifica en
exceso con comida, bebida, drogas, vestimenta o televisión. También hace lo mismo
con sentimientos y el comportamiento que deriva de ellos. La gente puede, de hecho,
gratificarse con sentimientos de rabia, dolor, culpa o depresión.
Coleccionar estampillas psicológicas es corriente. Todos lo hacen de vez en cuando.
137
Colección de estampillas y sentimientos infantiles
Las personas no nacen con sus sentimientos ya programados hacia los objetos y la
gente. Aprenden hacia quién pueden demostrar afecto. Aprenden hacia quién y de
qué sentirse culpables. Aprenden hacia quién y hacia qué sentir temor. Aprenden a
quién odiar y a qué. Aprenden a dar y recibir ciertas clases de caricias con el fin de
recibir y ocasionar ciertas clases de sentimientos.
Cuando los niños son muy pequeños, experimentan muchos sentimientos dife-
rentes. Con el tiempo, sin embargo, cada niño aprende a responder con sentimientos
específicos que llegan a ser sus preferidos. Estos sentimientos constituyen el comienzo
de la colección de estampillas. A menudo estos sentimientos no son apropiados para
la situación ulterior o a la persona a la cual son aplicados, porque constituyen una
respuesta a experiencias pasadas, más bien que a la situación presente.
Por ejemplo, los niños que continuamente oyen "Estoy avergonzado de t i " o
"Debías tener vergüenza de ti mismo", aprenden a coleccionar estampillas de culpa-
bilidad. Más tarde, en la adolescencia, se sienten con frecuencia culpables si algo sale
mal.
Los niños que oyen continuamente, "Espera a que tu padre llegue a casa; te pegará
con un palo", aprenden a reunir estampillas de temor. Es posible que crezcan sintien-
do recelo hacia los hombres o pensando en los hombres como las figuras autoritarias.
Los niños que continuamente oyen, " N o hables con esa gente. No se puede confiar
en ellos", aprenden a reunir estampillas de desconfianza. Como adultos, desconfiarán
de las personas diferentes a ellos.
Niños que continuamente oyen, "¿Qué pasa contigo? No puedes hacer nada b i e n " ,
aprenden a coleccionar estampillas de estúpido. Es probable que se desarrollen sintién-
dose ridículos o torpes para muchas cosas. O es posible que piensen que tienen que ser
perfectos todo el tiempo y se sientan estúpidos a la menor equivocación.
Los niños que oyen con frecuencia " T ú tienes inteligencia, tú puedes pensar",
aprenden a tener confianza en ellos mismos. Crecen con sentimientos de confianza
y bondad para con ellos mismos, y generalmente sacan el mayor provecho a lo que
poseen. Tienden a emplear su estado A d u l t o del yo para pensar las cosas hasta el final.
Los niños que continuamente escuchan, " Y o te quiero y estoy contenta de que tú
seas t ú " , aprenderán a sentirse a gusto con lo que son y probablemente sentirán de la
misma forma cuando hayan crecido.
Estos sentimientos son respuestas aprendidas de situaciones originadas en la niñez.
Sin embargo, el problema se presenta cuando los sentimientos aprendidos son nega-
tivos. Más adelante en la vida, las personas tienden a provocar situaciones en las cuales
se obtiene una caricia particular, de tal modo que puedan volver a experimentar los
antiguos sentimientos negativos. Hacen esto, no porque deseen sentirse negativos, sino
porque necesitan caricias y las caricias negativas de reconocimiento son mejores que no
recibir ninguna, al igual que un alimento que disguste es mejor que nada cuando se
tiene hambre. Estos viejos sentimientos son ahorrados como estampillas psicológicas.
Una persona que en la niñez asume la posición " Y o soy estúpida" más tarde coleciona
138
sentimientos de estupidez de diversas situaciones y entonces se siente justificada al
hacer algo torpe. "Después de todo, ¿qué puede esperarse de mí? No soy inteligente
y quiero caricias para eso."
La gente también puede aprender a dar caricias negativas a los demás vanaglorián-
dose tal vez de su propia rectitud y sintiendo devoción hacia sí mismos. (Colecciona
estampillas blancas por pureza).
La gente que sin saberlo necesita agregar sentimientos negativos a su propia colec-
ción lo hace mediante la manipulación de los demás con el fin de sentirse heridos,
empequeñecidos, enfadados, atemorizados, culpables o rechazados. Ellos provocan o
invitan a los demás a humillarlos.
Las humillaciones no necesitan ser reales; pueden incluso ser imaginarias. Por
ejemplo, Mercedes se imaginó que su profesor estaba enojado con ella cuando en reali-
dad el profesor fruncía el ceño a causa de un dolor de cabeza. Una humillación
supuesta es como una estampilla falsificada, aunque tiene el mismo efecto negativo que
una humillación real, y se siente como una caricia negativa.
Cuando la gente guarda sus sentimientos negativos, en algún momento los canjea por
algún premio. El premio es aquello a lo cual se sienten con derecho. Por ejemplo,
algunas personas que no consiguen lo que quieren se sienten autorizadas para actuar
con confusión. Otras se sienten autorizadas a sentirse enfadadas, algunas incluso se
sentirán deprimidas. Las personas que se sienten confusas, las que se enojan, se depri-
men, etc., pueden canjear sus estampillas haciendo cosas como enfermarse, fracasar en
una prueba, golpear a alguien, enfurruñarse, o cavilar melancólicamente. Se sienten
justificadas para hacerlo porque "han soportado tanto" y se resienten de ello. El
proceso es el siguiente:
139
Cuando la gente siente que ha coleccionado suficientes estampillas nagativas y
está preparada para canjearlas, es probable que ciertas palabras y frases sean usadas
como indicadores de que el tiempo de canjear está cercano. Probablemente usted ha
oído alguna de estas frases:
140
Las personas que coleccionan buenos sentimientos acerca de ellas mismas y el resto
de la gente son capaces de enfrentar con éxito dificultades serias. A menudo apare-
cen sonrientes, incluso en los días grises.
Cuando una persona siente que ha coleccionado suficientes estampillas positivas
y está preparada para canjearlas, ciertas palabras y frases son a menudo usadas como
indicadores de que el momento de canjear está presente:
"Ahora es tiempo que nos divertamos. Hagamos una fiesta."
"Vamos a la playa durante el fin de semana."
"Voy a estudiar para obtener una buena calificación y apuesto a que la consigo."
"Sé que me van a dar ese empleo. Estoy preparado para él."
La gente que aprende a sentirse bien consigo misma y con los demás ha aprendido
a dar y recibir caricias positivas. Dirige sus energías hacia el tipo de comportamiento
que le procura sentimientos positivos de alegría, eficiencia, y confianza. Son colec-
cionistas de estampillas doradas. Son triunfadores.
Los amigos pueden ser usados para provocar situaciones que ayuden a las personas a
coleccionar sus sentimientos preferidos, positivos o negativos. Por ejemplo, Susana
preparó un gran almuerzo de picnic. Su amiga María quiso darle una estampilla
dorada al felicitarla por ello. En lugar de aceptar la estampilla dorada (lo que signi-
fica coleccionar buenos sentimientos hacia sí misma), Susana contestó, "Realmente no
fue nada. Sólo tuve 45 minutos para hacerlo." De esta manera, ella ganó una estam-
pilla gris en lugar de una dorada. María también se sintió mal por el rechazo de su
cumplido, y se sintió ofendida. Así, ella coleccionó una estampilla gris para sí misma.
La gente a menudo canjea sus estampillas con aquéllos que están en una posición
de autoridad con respecto a ella. Jorge, por ejemplo, estaba a menudo enfadado con
sus profesores pero nunca conversó sobre sus problemas con ninguno de ellos. El los
manipulaba escribiendo tan descuidadamente que ellos tenían que criticarlo. Entonces
reunía páginas de estampillas de ira, las cuales llevaba a casa y canjeaba con su hermana
menor. Jorge no sabía que había aprendido en la niñez a sentirse enojado con sus
padres, guardar su rencor y nunca conversar con ellos de esto, y luego desahogar su
rabia en alguien que le pareciera más "débil" que él.
Los amigos se usan también al canjear colecciones de estampillas positivas. Después
de aprobar un examen importante, los buenos amigos pueden celebrarlo yendo al cine,
a un picnic, haciendo un despliegue de compras o de algún otro modo de hacer algo
bueno para ellos mismos. Los amigos que son coleccionistas de estampillas doradas
a menudo refuerzan el uno al otro la confianza, la eficiencia y el desarrollo.
141
Resumen
Ejercicios
Revise los estudios de casos que aparecen al comienzo de la unidad (págs. 134 y
135) y responda a las siguientes preguntas:
• ¿Cuál parecía ser el sentimiento favorito coleccionado por cada persona?
Lean las dos situaciones descritas a continuación. Analicen por lo menos tres
ejemplos de cómo malos sentimientos pueden ser dados por una persona y colec-
cionados por otra.
Un profesor devuelve un ensayo con una baja calificación, debido a que la caligrafía
es mala y tiene tres faltas de ortografía.
Un estudiante no vuelve a casa a tiempo. La cena está fría y se han terminado los
mejores bocados.
• Discutan ahora cómo mejores sentimientos podrían haber sido dados por una
persona y coleccionados por otra en cada una de estas situaciones.
• Seleccionen una de las situaciones arriba descritas o propongan una propia del
grupo. Representen los roles correspondientes, primero dando y recibiendo
sentimientos negativos, luego dando y recibiendo sentimientos positivos.
Lean nuevamente los comentarios sobre las estampillas falsificadas (pág. 137).
142
Piensen en las formas en que estas estampillas se podrían coleccionar en el colegio.
También piensen en maneras en que podrían ser dadas, —aun sin saberlo. Estén
preparados para compartir las ideas de su grupo con el resto de la clase.
Investigación sugerida
Trate de recordar por lo menos dos situaciones en la última semana en las cuales
recibió y se guardó un sentimiento negativo.
143
2 Su colección de estampillas doradas
Recuerde por lo menos dos situaciones durante las dos últimas semanas en las cuales
haya recibido caricias positivas y haya coleccionado estampillas doradas.
• ¿Cuál fue la situación?
• ¿Quién estuvo implicado?
• ¿Cómo se sintió usted?
• ¿Le hace sentirse bien ahora el recuerdo de ella?
• ¿Qué cosas buenas hace por usted cuando canjea estampillas doradas?
144
18 Teoría sobre juegos que practica la gente
Estudio de caso 1
Manuel era un agradable y afable estudiante de segundo año que generalmente recibía
calificaciones muy bajas por su trabajo académico, debido a que raras veces entregaba
sus trabajos. Dos semanas antes de la fecha del informe escolar, Manuel siempre se
acercaba a sus profesores para preguntar si podía ponerse al día en su trabajo. A menudo
le sugerían que hiciera lecturas adicionales y escribiera informes sobre los libros para
mejorar sus notas. Manuel, sin embargo, nunca estaba dispuesto a hacerlo. Rechazaba
continuamente las sugerencias, con observaciones tales como, " S í , pero no tengo
t i e m p o " , o " S í , pero no tengo los libros apropiados", o " S í , pero realmente no en-
tiendo lo que tengo que hacer".
Estudio de caso 2
145
Estudio de caso 3
Dolores era bonita. Sus amigas estaban de acuerdo en que no había dudas al respecto.
Cuando Dolores echaba su largo pelo detrás de los hombros, giraba sus ojos coqueta-
mente, les sonreía a los demás y les hablaba animadamente, la gente a su alrededor
parecía resplandecer en respuesta. Sin embargo, aunque Dolores atraía a todos los
alumnos nuevos que llegaban al colegio, no parecían sentirse atraídos por mucho tiempo.
Después de un par de conversaciones o salidas, cada uno se apartaba. Tomás lo explicó
así: "Puede que ella sea bonita, pero ¿quién quiere escucharla quejarse todo el tiempo?
Yo recibo suficiente de esa basura verbal de parte de mi hermano." Dolores estaba
consciente de que perdía a sus amigos con facilidad, que la gente a la cual al principio
parecía agradar, después parecía eludirla, pero ella no sabía qué hacer acerca de esto.
Estudio de caso 4
Esteban era lento de movimiento y zurdo. Los otros miembros de la familia le llama-
ban frecuentemente estúpido cuando le trataban de enseñar a usar la mano derecha en
lugar de la mano izquierda. Oyó muchas veces, "¿Por qué no puedes hacer nada bien,
estúpido?" Cuando Esteban ingresó en el colegio, tuvo muchas dificultades para apren-
der a leer y a menudo actuaba torpemente. El psicólogo del colegio pensó que su
inteligencia era normal y que su dificultad para leer era emocional. Esteban se sintió
confuso en el colegio, se retiró en segundo año de educación media, comentándole a uno
de los profesores: "Simplemente soy demasiado estúpido para entender todo esto".
¿Conoce a alguien a quien los demás atormenten con frecuencia? ¿Conoce a alguien
que parezca pasar mucho tiempo molestando a los demás o apocándolos? ¿Conoce a
alguien que intervenga cuando los demás tienen problemas y trate de salvarlos? Si ha
visto personas como éstas, entonces usted los ha visto representando los roles básicos en
juegos psicológicos: Víctima, Perseguidor y Salvador.
Los juegos son definidos como una serie de transacciones complementarias, con una
motivación oculta que conduce a un premio. Esta motivación oculta es experimentada
como una transacción ulterior. Cuando termina un juego, generalmente alguien no se
siente bien. Este sentimiento es el premio psicológico final por jugar el juego. Los
juyadores raras veces saben que están tomando parte en el juego, aunque ellos hacen las
mismas jugadas una y otra vez, a menudo con la misma gente.
Los juegos psicológicos que practica la gente son, de algunas maneras, similares a los
juegos que se practican cuando la gente se reúne socialmente. Alguien comienza el juego.
Si los otros jugadores conocen las jugadas correctas, el juego prosigue hacia un final
predecible. La diferencia entre los juegos sociales y los juegos psicológicos es que estos
146
últimos no se juegan por diversión. Generalmente alguien resulta rechazado, tal vez
incluso herido. Por ejemplo, una persona en un rol de Víctima vuelve a experimentar
un sentimiento del Niño de no estar bien. Una persona representando el rol de Salvador
o Perseguidor refuerza los sentimientos de "Tú no estás bien".
Los roles del juego son roles falsos. Son representados en respuesta a experiencias
tempranas de la niñez más que a situaciones actuales. Sin embargo, las funciones de
salvador, perseguidor o víctima son lícitas si la gente implicada no las está representando
u obteniendo una especie de satisfacción oculta por ellas, sino que están comportándose
de manera apropiada a la situación presente. Son ejemplos de funcionamiento legítimo:
Cuando estos roles son empleados como caretas, son ilegítimos y usados con propó-
sitos de manipulación. En consecuencia, cuando estas tres palabras estén escritas con
mayúscula, se refieren a los roles manipuladores e ilícitos que la gente representa como
parte de sus juegos psicológicos.
147
estúpida. Es posible que más tarde en la vida actúe estúpidamente, aunque tenga inte-
ligencia. Es también posible que ella practique el juego Estúpido. Esto fue cierto en
el caso de una estudiante de último año que ayudaba en una oficina tres tardes a la
semana. Con frecuencia reproducía los informes que no debía, retrasaba importantes
cartas, enviaba mensajes a oficinas a las que no iban dirigidos y hacía cosas "estúpidas".
Otras personas se exasperaron con ella, lo que provocó que la llamaran "estúpida".
Con el tiempo, esta estudiante se las arregló para que la despidieran, lo cual fue un
comportamiento de perdedor, ya que no solo necesitaba el dinero, sino que el empleo
le daba autoestimación. En su vida personal, ella también perdió porque paseaba con
un joven que la explotaba, que usaba su automóvil, que le pedía dinero prestado y
nunca lo devolvía y que la abandonó cuando perdió el empleo que tenía. Un jugador
de Estúpido generalmente termina en el rol de Víctima y encuentra a alguien que
responda en el rol de Perseguidor o el rol de Salvador.
Otro estudiante que también escogiera un rol de Víctima podría practicar un juego
diferente, tal como Mira cuánto me esfuerzo. Este juego, así también como Estúpido,
se desarrolla en la niñez como una respuesta a padres que demandan la perfección. La
gente que lo practica trata, trata y trata, pero nunca obtiene una total aprobación de
los demás y termina sintiéndose Víctima. Así vuelven a experimentar las caricias y los
sentimientos que tenían cuando eran pequeños —siempre intentando, nunca hacién-
dolo completamente bien. En cada caso, confirman la posición inicial " Y o no estoy
bien".
¿Se ha encontrado alguna vez en una situación en la cual alguien solicita ayuda debido
a que tiene algún problema, pero que realmente no la quiere? Seguramente, por ayu-
darlo, usted le dio toda clase de ideas y consejos, pero cada vez que le aportó alguna
solución, la persona la rechazó. Si ha sido así, usted fue atrapado en un juego de Sí,
pero.
Este es un juego muy común. La persona que lo aprendió en su niñez decidió —con
buenas razones en ese momento— resentirse de figuras autoritarias. Cuando el juego
es practicado más adelante en la vida, el sentimiento subyacente es todavía de resenti-
miento contra figuras autoritarias —ya sean críticas o nutricias— y el juego se practica
para evadirlas. Sí, pero se practica también para retrasar una decisión de actuar, una
toma de decisiones, o la solución de problemas. En otras palabras, es una adaptación
originada en la niñez por la cual algunas personas justifican indefinidamente su dila-
ción. Ellos cuentan sus problemas a los demás, rehusan sus consejos y así demoran la
solución a sus dificultades.
La persona que empieza un juego se llama "el que se queda". En el juego Sí, pero,
la primera jugada se hace cuando la persona que "se queda" le dice a alguien que tiene
un problema. La segunda jugada ocurre cuando la persona con el rol complementario
provee ideas, soluciones o consejos. Sin embargo, el jugador inicial de Sí, pero no
148
desea consejos realmente; cada vez que se le da uno,
encuentra algún modo de rehusarlo o despreciarlo. En la
superficie, la transacción admisible parece ser una trans-
acción de A d u l t o a A d u l t o en la cual el problema se
plantea de forma tal que parece auténtico. No obstante,
la transacción oculta en el juego es una cosa diferente.
Es una evasión.
Los estados del yo implicados en el juego Sí, pero
Transacciones en " S í , p e r o " pueden ser diagramados. En la ilustración, las líneas no
interrumpidas de A d u l t o a A d u l t o indican la transacción
superficial, la que parece razonable. La línea punteada,
Niño-Padre, indica la transacción encubierta.
Transacción superficial
Adulto-Adulto
2. Amigo: " B i e n , ¿por qué no le dices a tu madre que te gustaría que te escu-
chara?"
1. Amigo: "Claro, sí, podría intentar eso, pero mi madre ni siquiera puede
prestar atención el tiempo suficiente que me permita decirle que
necesito que me escuche."
2. Amigo: "¿Por qué no vas a casa esta noche y le dices que deseas conversar
con ella más tarde, tú sabes, como una especie de cita?"
1. Amigo: " S í , pero ella está siempre tan ocupada que intentar que me dedique
un tiempo es peor que ir al dentista."
Transacción ulterior
Niño-Padre y Padre-Niño
149
1. Amigo: " T ú ni siquiera tienes tanta información como y o . De todos modos,
no deseo tu ayuda."
El juego termina en un callejón sin salida cuando "el que queda" gana el juego porque
el otro jugador carece ya de consejos. "El que queda", quien empezó actuando como
V í c t i m a , cambia a Perseguidor y finalmente hace que la otra persona se sienta inade-
cuada para dar soluciones. El segundo jugador, quién empezó actuando como Salvador,
llega entonces a ser la V í c t i m a , sintiéndose mal y pensando algo como: " Y o sólo esta-
ba tratando de ayudarte".
Puesto que una de las razones por las cuales la gente practica juegos es para colec-
cionar estampillas, cada uno recibe un premio final —su sentimiento favorito.
Violación
¿Ha advertido alguna vez cómo algunas personas parecen acoger a otras y luego,
cuando hayan obtenido la respuesta esperada, las rechazan? Si es así, usted ha pre-
senciado el juego Violación.
Por ejemplo, si una alumna coquetea con un alumno, obtiene una respuesta posi-
tiva, y luego rechaza insinuaciones más atrevidas, es probable que el juego sea Viola-
ción. En el juego Violación, la transacción de la superficie parece sincera. Hay, sin
embargo, una transacción ulterior, Niño a Niño. Esta es con frecuencia no verbal,
como, por ejemplo, el flirtear, una sonrisa de cómplice o una sonrisa falsa. " O y e , ¿no
eres nuevo a q u í ? " , dicho con una mirada coqueta, podría ser una invitación postiza.
Si la persona recién llegada es atraída y luego rechazada, seguramente se ha practicado
un juego. En un juego clásico de Violación, el juego finaliza cuando la persona que
inició el juego se siente inocente y justifica su enojo debido a las insinuaciones sexuales
hechas por la otra persona.
Estímulo Respuesta
El juego Violación puede ser practicado entre personas de sexos opuestos o del
mismo sexo. No siempre tiene una connotación sexual. La misma dinámica funciona
cada vez que hay una acogida postiza y un rechazo. Esto sucede cuando una persona
150
se acerca amistosamente, luego rechaza a la persona que responde a su amistad. Es
probable que el juego complementario del segundo jugador sea Estúpido u otro juego
llamado Dame una patada. En ambos juegos una persona inflige la humillación y el
otro acepta ser humillado y se siente vagamente culpable.
Resumen
En resumen, la gente practica juegos por muchos motivos: para reforzar sus posiciones
psicológicas "Yo no estoy bien" y/o "Tú no estás bien", las cuales fueron aprendidas
en la niñez; para recibir las caricias a las cuales están acostumbrados; para justificar su
dedicación a coleccionar, distribuir o canjear su colección de estampillas negativas;
para evitar acercarse demasiado a la gente; para ocupar su tiempo; para evitar resolver
los problemas; y para demorarse en efectuar cambios.
Los perdedores emplean gran parte de su tiempo practicando juegos. Aprender a
ser triunfador significa llegar a tener conciencia de los juegos y aprender a detenerlos
en beneficie de transacciones más sinceras y menos dolorosas.
Ejercicios
151
2 Roles de juego que practica la gente (grupos de tres)
Tomen los roles de juego de Víctima, Perseguidor y Salvador, y representen una
situación alumno/profesor.
• El jugador seleccionado para ser "el que queda" presenta un problema a los
demás. El problema puede ser real o hipotético.
• El proceso continúa hasta que el que queda se sienta satisfecho de haber rechazado
al otro jugador, quien a su vez se siente frustrado porque su ayuda no era real-
mente deseada.
Investigación sugerida
1 Juegos en tebeos.
152
2 Roles de juego en el periódico
Mire el periódico.
• Identifique las transacciones y los juegos que podrían ser practicados en esa
situación.
• ¿Cree que el reportero del periódico estaba practicando algún juego? Si lo cree
así, ¿de qué clase?
153
19 Juegos practicados para obtener sentimientos de desvalorización
Estudio de caso 1
Jorge era un estudiante de tercer año de educación media. Se quejaba mucho de cómo
lo trataba la gente y sobre lo difícil que era para él sobrevivir en "el sistema". Jorge
rara vez entregaba sus tareas a tiempo. Había desarrollado un hábito de postergar cada
cosa hasta el último minuto, para después procurar frenéticamente entregar a tiempo los
trabajos que necesitaba para pasar de curso. Al finalizar su tercer año de educación
media, era dudoso que iniciara el año siguiente como alumno de cuarto año.
Estudio de caso 2
Rosa se empeñaba mucho para hacer todo perfectamente. Ella era una estudiante preuni-
versitaria de inteligencia corriente. Sin embargo, se preocupaba constantemente, llevaba
libros a su casa para estudiar todas las noches, y a veces lloraba amargamente cuando no
comprendía un problema o no podía completar una tarea. Aunque su hoja de califica-
ciones se veía bien, —tenía principalmente notas buenas y unas pocas excelentes—
Rosa no estaba satisfecha con ellas. Se sentía como una fracasada. Hiciera lo que
hiciera, nunca le parecía suficientemente bien hecho. En consecuencia, Rosa ocupó
gran parte de su tiempo preocupándose sobre cómo serían sus calificaciones y qué sería
de ella cuando avanzara a la universidad.
Estudio de caso 3
154
su habilidad innata para triunfar, se retiraba a menudo a su cuarto murmurando "Simple-
mente no puedo hacerlo" y "¿Por qué todo tiene que sucederme a mí?" El psicólogo
del colegio estaba preocupado de los síntomas de creciente depresión y aislamiento de
Eduardo, y le ayudó a buscar asistencia profesional.
Estudio de caso 4
Sara y Alicia eran mellizas y, normalmente, buenas amigas. Sin embargo, periódica-
mente surgían dificultades entre ellas por el tema de los muchachos. Sara no era tan
atractiva como Alicia, pero era más entretenida. Alicia tenía mejor figura, pero no una
personalidad tan amistosa. Algunos muchachos preferían a Sara, otros preferían a
Alicia, y las jóvenes tenían el acuerdo de no coquetear con la "propiedad" de la otra.
Con frecuencia, Alicia rompía el acuerdo y, cuando lo hacía, Sara rehusaba hablarle
por varios días.
¿Ha conocido personas que actúan torpemente y que después se sienten mal si alguien
les llama estúpidas? ¿Ha conocido personas que no pueden organizar su tiempo, que
llegan tarde, que constantemente hacen cosas que irritan a la gente en extremo? ¿Ha
conocido personas que parecen disponerse en forma tal que más tarde se sentirán
deprimidos? Si ha sido así, ha conocido gente que practica juegos para obtener senti-
mientos de desvalorización. Una vez más, pueden coleccionar una estampilla negativa
El juego Dame una patada requiere una Víctima buscando una "patada", y un
Perseguidor que está dispuesto a dársela. En una forma suave del juego, la patada
podría ser una mirada despectiva; en un juego más serio, la patada podría ser una paliza.
Es difícil creerlo, pero hay personas que verdaderamente obtienen satisfacción al ser
lastimadas.
En el juego Dame una patada, el jugador hacer algo para provocar rechazos.
155
El juego Estúpido es similar al de Dame una patada. La patada, sin embargo, se rela-
ciona con la inteligencia de una persona. "¿Cómo pudiste hacer tamaña estupidez?", es
un final frecuente del juego, y la otra persona se siente inadecuada y estúpida.
Guardias y ladrones
Juzgado
María: No tienes por qué coquetear con Guillermo mientras sea mi novio.
Berta: ¡Bueno! Yo no creo que debieras andar divirtiéndote con el novio de otra,
Juana. ¡Yo no te invitaría a salir en parejas conmigo! ¡De ningún modo!
(etc., etc.)
156
El juego Pata de palo
Cuando la gente juega Pata de palo, emplea una desventaja real o imaginaria como
excusa para no lograr nada. Por ejemplo, un consejero le preguntó a un alumno por
qué no estudiaba con más ahinco y no hacía un esfuerzo por aprender a leer mejor. En
su frustración, éste le respondió, "¿Qué espera de mí? Mis padres están separados."
Este alumno había estado empleando una experiencia familiar desgraciada del pasado
como pretexto para no tener que estudiar o realizar nada significativo. Este tipo de
justificación es como fingir el tener un impedimento físico importante. Es como
decir, "¿Qué puedes esperar de una pobre persona con una pata de palo?". En lugar
de hacer todo lo posible para progresar, una persona que practica este juego hace uso de
una desventaja social, física, educacional o de antecedentes personales, para manipular
a otros y para empequeñecer sus éxitos. Personas con impedimentos serios pueden
practicar o no este juego. Helen Keller, por ejemplo, no lo hizo.
El juego Pobre de mí
157
dado tanto y me he sacrificado tanto por ti que no puedo comprender cómo me hablas
de esa manera", está representando el diálogo desde el rol de Víctima; sin embargo la
persona a quien se le habla puede sentirse perseguida por el jugador de Pobre de mí.
Los juegos que la gente practica para ser rebajada vienen de experiencias infantiles
negativas. Esas experiencias llevan a decisiones tales como, "Nunca puedo agradar a
nadie", o "Soy estúpido" o "No voy a acercarme a la gente. Podrían morirse." Estas
decisiones se cristalizan en posiciones psicológicas y más tarde se refuerzan con juegos
especiales. Los juegos practicados desde el rol de Víctima refuerzan algunos sentimien-
tos de "No estoy bien, por lo tanto merezco ser humillado".
A veces las personas se atraen mutuamente, debido a que a una le gusta que la desvalori-
cen y a la otra le agrada hacerlo. Este tipo de relación refuerza sus posiciones. Sin
saberlo, tales personas parecen ser atraídas una por la otra, aun cuando su relación es con
frecuencia dolorosa. Como lo expresaba Paula: "No sé por qué continuó aceptando
invitaciones de Santiago. Peleamos continuamente y él siempre critica mi forma de
hablar, de vestir y todo. Tengo tales ganas de patearme a mí misma, pero simplemente
parece que no puedo romper con él". Santiago tenía una falsa sensación de superioridad,
mientras que Paula tenía una falsa sensación de inferioridad. Su relación podría diagra-
marse así:
Santiago Paula
Yo estoy bien porque sé más
que tú y tú no estás bien.
(Por lo tanto, está bien
que te dé patadas)
No estoy bien porque no hablo
ni me visto bien y tú estás bien.
(Por lo que está bien que me des
patadas.)
Tal relación puede describirse como simbiótica. Cada persona depende de que la otra
represente determinado rol y funcione desde un determinado estado del yo. Tarde o
temprano, muchas personas se hartan de este patrón transaccional y rompen o llegan
a aburrirse una de la otra. Relaciones como éstas suprimen el crecimiento y desarrollo
de las personas, y aquellas que practican juegos para ser desvalorizadas a menudo se en-
cuentran atrapadas en este tipo de relaciones.
158
Ejercicios
• ¿Qué podría haber sucedido para hacerla sentir y actuar de ese modo?
• ¿Cómo se sentiría la gente si tuviera que estar muy a menudo con Eduardo?
159
Investigación sugerida
Describa cinco experiencias de la niñez que podn'an ser causa de que la gente practi-
cara juegos para obtener sentimientos de desvalorización.
• ¿Cuándo adultos?
Muchas personas no utilizan sus desventajas para manipular a los demás en juegos.
• Describa a alguien que conozca bien o a una persona prominente que haya tenido
grandes desgracias, pero ha llegado a ser triunfador a pesar de eso.
160
20 Juegos practicados para desvalorizar a otros
Estudio de caso 1
Lucía nunca parecía disfrutar de nada. Sin importar lo que viera u oyera, encontraba
algo malo en todo. A menudo decía cosas como, "Pienso que el señor Pérez sería un
buen profesor si no se riera t a n t o " . " L a obra era realmente espléndida, pero se necesitaba
mejor iluminación al lado izquierdo del escenario." " Y o saldría con él, pero detesto la
forma en que masca chicle." " O h , miren cómo se viste esa niña. Los colores no com-
binan." Algunas de sus amigas tildaban a Lucía de especializada en hacer notar los de-
fectos.
Estudio de caso 2
Daniel era del tipo callado. Raras veces se quejaba y habitualmente seguía las decisiones
de otras personas, aunque se sentía resentido interiormente. Sin embargo, cuando
Daniel se encontraba solo, a menudo pasaba revista mentalmente a los sucesos del día
como "para llevar cuentas" a los demás. Cuando sentía que había soportado las cosas
por un tiempo suficiente, se decía a sí mismo, "Espera. La próxima vez que alguien
haga esto, lo pondré en su lugar." Este era el patrón de comportamiento de Daniel,
coleccionar agravios y luego sentirse justificado para arremeter contra alguien duramente
cuando se cometía un error.
Estudio de caso 3
Roberto trataba siempre de ser útil a los demás. Aunque no supiera mucho sobre sus
problemas, les daba consejos y les decía lo que él pensaba que deberían hacer. A menudo
se sentía molesto con personas que le preguntaban, "¿Cómo es que sabe usted tanto?"
161
Algunas veces, cuando las ¡deas y consejos de Roberto no daban resultados, algún amigo
volvería a él para quejarse. Cuando esto sucedía, Roberto parecía confundido y decía,
" B i e n , sólo trataba de ayudarte".
¿Ha estado alguna vez cerca de personas que constantemente destacan las pequeñas
faltas en los demás? ¿O aquellos que parecen criticar continuamente? ¿O ha advertido
a aquellos que frecuentemente hacen sentirse disminuidos a los demás, cuando los
sorprenden cometiendo un error?
¿Ha conocido alguna vez a alguien que esté siempre dando consejos, ayudando y
tratando de salvar a otros? Si es así, usted ha visto a personas que representan los
roles básicos de Perseguidor y Salvador, que siempre están presentes cuando se practica un
juego para desvalorizar a otro.
Los Perseguidores practican los juegos para desvalorizar criticando o castigando a
los demás. Los Salvadores emplean los juegos para desvalorizar tratando a los demás
como si fueran inadecuados o desvalidos. Las personas cuyo rol favorito es el de
Perseguidor o Salvador a menudo se sienten culpables, confundidas o inadecuadas
si están en el estado Niño del y o , si bien pueden no estar conscientes de su sentimiento
básico de ser Víctimas. Debido a que ellos se sienten tan heridos interiormente,
utilizan uno de los otros dos roles del juego en un esfuerzo por no enfrentar su propio
dolor o para disimular sus sentimientos íntimos de autodestrucción.
Existen muchas maneras de sorprender a las otras personas cometiendo errores y de
humillarlas. Tres juegos que lo hacen bien son Defecto, Te cogí' ahora, h. de p. y
Alboroto.
Defecto
Las personas que inician el juego Defecto escudriñan las pequeñas faltas de otros. Buscan
pequeños defectos en un esfuerzo para probar que el otro no está bien. Por ejemplo, un
profesor que juega a Defecto con un informe sobre un libro puede ignorar la creatividad
del informe, captando sólo los pequeños errores, y comentar: "El informe está bien,
pero usted necesita mejorar su ortografía". Si alguna vez le ha sido devuelta un informe
con todas las faltas de ortografía subrayadas, pero sin comentarios sobre lo que estaba
bien, habrá experimentado lo que se siente cuando juegan a Defecto con usted.
Como otro ejemplo, un estudiante que inicia el juego Defecto puede volverse súbita-
mente hacia un amigo diciéndole algo como: "Te ves realmente bien con ese color.
Ahora todo lo que necesitas es cortarte el cabello", o "Esa camisa es elegante, pero no
va con tu personalidad", o " Y o deseaba comer pizza, pero, "¿por qué con anchoas?",
o " T e retrasaste diez minutos y ahora no tengo deseos de i r " . En su hogar este mismo
estudiante podría decir: " L a comida estaba bien, pero las galletas estaban muy
162
quemadas", o "Ustedes tienen cuatro clases de gaseosas, pero ninguna es del tipo que
me gusta".
La gente que juega a Defecto a menudo se siente interiormente defectuosa y cree
que no está bien. Pero en vez de emplear su A d u l t o para que haga a su Niño sentirse
bien, buscan pequeñas faltas en los demás en un intento inútil de aliviar la presión de
sus propios sentimientos de no estar bien.
Como los chimpancés en el zoológico, se despiojan unos a otros. Pero a diferencia
de los chimpancés que despiojan a otros chimpancés para ayudarlos, la gente lo hace
con el propósito de desvalorizar a otros o de alejarlos porque temen ser desvalorizados
ellos mismos.
Te cogí ahora, h. de p.
Las personas que practican el juego Te cogí ahora, h. de p., esperan que alguien cometa
un error, para ablanzarse sobre ellos como una cobra, descargando veneno y haciendo
sufrir a la otra persona. Por ejemplo, un patrón que practicaba una forma suave de
este juego a menudo daba instrucciones incompletas o poco claras. Cuando el em-
pleado no hacía bien el trabajo, el patrón encontraba el defecto y se lanzaba contra él,
criticándolo delante de otras personas. Cuando jugaba un juego más duro, esta misma
persona amenazaba con expulsar al trabajador, lo que a veces hacía. A los empleados
esto parecía una especie de veneno y estropeaba sus referencias.
Los empleados pueden también gustar de jugar con el jefe el juego Te cogí ahora,
h. de p. Puede darles gran satisfacción comprobar que la así llamada imagen de la
autoridad también comete errores.
El mismo juego puede practicarse con amigos o compañeros de colegio. Una persona
deja olvidado dinero o joyas, tareas, ropa, o equipo deportivo, y después "sorprende"
a otra persona en el acto de "tomar algo prestado" sin pedirlo. El jugador de Te cogí
ahora, h. de p., puede entonces acusar al otro de robar.
Usted comprenderá cómo el juego de Dame una patada de una persona y el juego de
Te cogí ahora, h. de p. de otra pueden ser complementarios. Una persona provoca
una crítica, esperando recibir la caricia negativa familiar para su Niño; la otra le com-
place, representando el Padre Crítico.
Alboroto
163
1. Amigo: "Se suponía que tú me devolverías mi libro hoy. No debía habértelo
dado. Ahora tendré que entregar mi tarea tarde."
1. Amigo: " T ú sabes que tengo una prueba de matemáticas el jueves. Necesitaba
tenerlo el miércoles para quemarme las cejas estudiando para la
prueba."
1. Amigo: "Esto sucede siempre que te preste algo. Será culpa tuya si fracaso
en mi prueba."
2. Amigo: "Has fracasado en una cantidad de pruebas sin tener esa disculpa."
Las personas que juegan Sólo trato de ayudarte funcionan habitualmente desde el papel
manipulador de Salvador. Tales jugadores pueden salvar a personas que no lo necesitan
o no lo desean. Pueden abordar a la gente mediante consejos bien intencionados pero
de poco valor, con el pretexto de ser útiles. Cuando el socorro no sale bien, el Salvador,
con una mirada de asombro, dirá "Pero, si sólo trataba de ayudarte".
Tanto en Sólo trato de ayudarte como en otro juego llamado ¿Por qué tú no . . . ?,
la función del Salvador es la de mostrar cómo hacer algo o aconsejar. Sin embargo, las
técnicas de los juegos y sus resultados son diferentes. En Sólo trato de ayudarte, la
persona aparentemente indefensa acepta inicialmente el consejo, para hacerse luego
Perseguidor y devolver el golpe al no obtener resultado.
En ¿Por qué tú no . . . ?, que es frecuentemente el juego complementario de Sí, pero
(presentado en la unidad 18), el jugador aparentemente indefenso no acepta el consejo
del Salvador, sino que, en cambio, rehusa toda sugerencia, a causa de la decisión infantil
de que si nadie sabía las respuestas entonces (cuando el niño las necesitaba realmente),
nadie le va a dar respuestas ahora. El Salvador de ¿Por qué tú no . .. ? se queda agotado
y acaba por sentir la frustración y confusión características de una Víctima.
Los Salvadores rara vez ayudan a nadie. De hecho, a menudo hacen a otros sentirse
dependientes de ellos, de modo de poder tener una Víctima a quien salvar y así sentirse
temporalmente bien.
164
Las personas que practican juegos en el rol de Perseguidores también tienden a buscar
a personas que practican juegos en el rol de Víctimas. Esta combinación asegura la pro-
gresión de un juego y caricias negativas como recompensa.
Resumen
En resumen, la gente actúa de muchas maneras y practica muchos juegos para desvalo-
rizar a otros. Pueden hacer esto desde la posición de perseguidor o la de salvador.
Los Perseguidores lo hacen mediante juegos como Defecto, Te cogí ahora, h. de p., y
Alboroto. Los Salvadores lo hacen siendo excesivamente sol icitos o sobreprotectores,
con juegos tales como Sólo trato de ayudarte y ¿Por qué tú no . . . ? Tanto Persegui-
dores como Salvadores emiten a los demás el mensaje "No estás bien".
Ejercicios
Vuelva a leer los estudios de casos al comienzo de la unidad (págs. 160 y 161) y
responda a las siguientes preguntas:
• ¿Qué rol practicaba Luci'a gran parte del tiempo?
165
Investigación sugerida
Describa tres experiencias de la niñez que puedan ser causa de que la gente practique
juegos para perseguir a otros.
• ¿Qué juego en particular podrían elegir?
166
21 Identificación de juegos
Estudio de caso 1
Las obligaciones de Laurita incluían darle de comer a su perro. Durante todo un año,
cada tarde alrededor de las 7, ocurría lo mismo entre Laurita y su madre. Laurita se
encontraba estudiando, y "no se acordaba" de su perro. Su madre empezaba a recordár-
selo, con una voz calmada y agradable. Finalmente, sin embargo, su voz se hacía más
tensa. Después, se enojaba y gritaba, "Compramos ese perro para ti y prometiste cuidarlo.
Habrías dejado al pobrecito morir de hambre si yo no hubiera estado encima de ti. O
tú te haces cargo de ese perro o me desharé de él."
Estudio de caso 2
Tomás y Patricia pasaban horas hablando por teléfono, pero a menudo, después de que
Patricia colgaba el teléfono, se sentía desilusionada. "A veces", decía a su hermana,
"pienso que Tomás es absolutamente estúpido. Siempre dice que no comprende o que
se siente confundido. Cuando vuelvo a explicarle algo, tampoco lo capta. Si él está
lastimado o enfermo, y lo dice, está bien. Es solamente cuando está desorientado y
parece que no puedo hacer nada por ayudarlo que me siento mal. No sé por qué creo
que tengo que sacarlo de su desorientación."
Estudio de caso 3
Violeta era tímida, "una violeta temblorosa", le decía su madre a menudo. Sin embargo,
si las cosas se ponían difíciles para otra persona, Violeta se metía en la situación y
trataba de salvar a la víctima, como la osa tratando de proteger a sus cachorros. Todas
las personas del lugar donde trabajaba sabían que se podía contar con que Violeta
167
viniera a salvarlas. Si alguien estaba siendo desvalorizado por otra persona, Violeta
trataría de intervenir y suavizar las cosas.
Estudio de caso 4
Todo el mundo practica juegos psicológicos. Algunos practican juegos "livianos" que los
dejan a ellos o a los demás con una sensación ligeramente negativa. Estos se denominan
juegos de primer grado.
Algunas personas practican juegos "pesados" en los cuales ellas se "juegan el t o d o " .
Estos juegos pueden terminar en suicidio u homicidio y se denominan juegos de tercer
grado.
Otros practican juegos que se sitúan en algún punto entre ambos extremos. Estos se
denominan juegos de segundo grado. Los jugadores terminan realizando algún tipo de
evasión: retirándose del colegio, fugándose del hogar, rompiendo una relación seria.
Rara vez la gente se da cuenta de que practican juegos. Habitualmente no es sino
cuando se ha puesto término a una serie de transacciones, dejando a alguien con la
sensación de no estar bien, que una persona se da cuenta de que algo estaba sucediendo
que no era del todo sincero.
A menudo, los juegos se inician cuando una persona, que lleva una camiseta deportiva
psicológica con un mensaje, atrae a otra persona cuya camiseta indica un rol comple-
mentario. Por ejemplo, una persona que viste una camiseta de "Pobre de m í " es pro-
pensa a elegir a alguien que vista una camiseta de " N o te preocupes, yo te salvaré" o
"Cuidado, yo te perseguiré".
A veces es fácil detectar los juegos, debido a la evidencia de las humillaciones. Sin
embargo, hay otras maneras de identificarlos. A q u í se exponen cuatro métodos que
podrán darle algunas pistas adicionales. (Se estudian en las páginas siguientes.)
168
El diagrama transaccional del juego
El empleo del diagrama transaccional para analizar juegos consiste en dibujar (1) los esta-
dos del yo de cada persona,(2) calcular cuál es la transacción admisible (patente) de
superficie que parece corresponder de Adulto a Adulto y (3) las transacciones ulteriores
(encubiertas) que se producen entre ellos.
León: ¿Cómo he podido cometer una torpeza así? Siempre estoy haciendo
alguna estupidez como ésta, i Soy tan torpe! De veras, lo siento.
Profesor: Bien, no se sienta tan mal, León. De alguna manera lo repararemos.
Vaya a su clase y yo trataré de arreglar este embrollo.
Cuando las personas practican juegos, sin saberlo, comienzan en un rol y con frecuencia
se cambian a otro. Por ejemplo, alguien puede empezar como Salvador jugando a Sólo
169
trataba de ayudarte y después cambiarse al rol de Vi'ctima, cuando la ayuda es criticada
o rechazada. O un padre puede regañar a un hijo, comenzando como Perseguidor y
tal vez jugando a Alboroto, para después tener sentimientos de culpabilidad, como una
Víctima. O un estudiante puede partir de una posición de Víctima y después tornarse
en Perseguidor, rechazando la ayuda de otra persona. Los roles en el juego, de Víctima,
Perseguidor y Salvador, pueden diagramarse en un triángulo. 8 Las flechas indican el
sentido en que pueden invertirse los roles.
Los roles se diagraman de esta forma debido a que la gente que se siente Víctima a
menudo requiere que otros actúen como Perseguidor para castigarla o como Salvador
para "salvarla". Las personas en el rol de Víctimas frecuentemente se encuentran en
la posición " Y o no estoy bien, tú estás bien: yo no estoy bien y merezco ser salvado o
perseguido; tú estás bien y tienes el poder de salvarme o perseguirme".
Muchas personas que se ven a sí mismas como Víctimas tienen en su mente Padres
punitivos y/o Padres salvadores. Tales personas pueden vestir diferente camiseta
deportiva cuando están en diferentes estados del yo. Por ejemplo, una persona puede
llevar una camiseta de "Estoy desamparado" y practicar juegos de Pobre de mí cuando
se encuentra en su estado Niño del y o , y después cambiar internamente a su Padre.
En el estado Padre del y o , esta misma persona puede llevar una camiseta diferente,
" Y o soy el j e f e " , y practicar un juego diferente, Te cogí ahora, h. de p. (como lo hacía
una figura paterna), o pueden jugar a Sólo trataba de ayudarte, cambiando a otra
figura paterna cuya camiseta era "Llámame cada vez que necesites ayuda". Esto podría
ser diagramado así:
170
La fórmula del juego
El empleo de la fórmula del juego es otra forma de identificar juegos. Esta muestra clara-
mente cómo se inicia el juego, cómo el segundo jugador es "atraído" a responder, cómo
se realiza la inversión de roles, y cómo cada persona termina con una estampilla psicoló-
gica. La fórmula del juego es la siguiente:
171
Una situación de ocurrencia habitual en las familias sucede asi':
Madre (en tono defensivo): "¿Qué quieres decir con eso de qué esperaba?"
Cada juego tiene un plan de acción y una jugada final. El nombre del juego no es tan
importante como el aprender a detectar el plan e identificar las jugadas que ocurren
una y otra vez. El plan del juego se centra en patrones y resultados predecibles. Para
emplear el plan del juego, haga las siguientes preguntas y escriba las respuestas:
¿Qué es lo que sucede una y otra vez, que deja a alguien sintiéndose mal?
¿Cómo comienza?
¿Cómo termina?
Padre: No.
172
Padre: (Lee el periódico.)
Padre: (Enfurecido.)
Hija: (Enfurecida.)
Cuando por primera vez tomaron conciencia de este plan de juego, padre e hija pen-
saron que la otra persona debía dejar de hacer esto o lo o t r o . Finalmente, hicieron un
contrato aceptable para ambos en lo que se refiera a otorgar favores. También se
comprometieron a que ninguno desvalorizaría al otro y tampoco gritarían. De esta
manera, se comprometieron a actuar de forma diferente en varios pasos del juego. 10
Existen varias ventajas en analizar los juegos empleando el plan del juego:
4. Puede ser utilizado para analizar juegos de la infancia, como también los practi-
cados más tarde en la vida, en el hogar, el colegio o el trabajo.
El juego de Psiquiatra
Toda la gente puede utilizar los nuevos instrumentos psicológicos del AT para compren-
derse mejor, mejorar su vida y adquirir una mayor perspicacia respecto de las acciones
y actitudes de los demás. Algunas personas, sin embargo, hacen mal uso de los con-
ceptos y lenguaje del A T . Ellas sobreañal izan, y eso desvaloriza a los demás. Este es el
juego destructivo de Psiquiatra. Una persona que practica este juego puede decir, " T ú
te haces el Padre y me haces sentir como un N i ñ o " . Así, no toma ninguna responsabili-
dad por los sentimientos personales, y deposita a los pies de amigos, familiares y cono-
cidos la culpa por los malos sentimientos. Una persona jugando a Psiquiatra podría
hacer otras acusaciones tales como:
173
Resumen
En resumen, toda la gente practica juegos, y los juega a diferentes niveles de intensidad.
Los juegos pueden ser identificados de cuatro maneras: el diagrama transaccional, los
roles en el juego, la fórmula del juego y el plan del juego. Acusar a los demás de practi-
car juegos no es un método efectivo para interrumpirlos. Descubrir los juegos de uno
mismo y descartarlos en favor de transacciones auténticas, abiertas y sinceras es efectivo
y un signo de triunfador.
Ejercicios
Vuelva a leer los estudios de casos al comienzo de la unidad (págs. 167 y 168) y
responda a las siguientes preguntas:
Dividan la clase en cuatro grupos. Cada grupo toma uno de los métodos de identi-
ficación de juegos (vea pág. 168).
• Ahora, cada grupo demuestra cómo identificó estos juegos al resto de la clase.
• Escriba frases que las personas en cada uno de estos roles podrían emplear.
174
• Agregue pequeñas descripciones de la expresión corporal correspondiente a cada
rol.
Investigación sugerida
175
22 Interrumpir los juegos
Estudio de caso 1
La Sra. Benítez llegó a preocuparse del tiempo que ocupaba con Catalina después de las
horas de clase, dándole ayuda personal y consejos. Empezó a darse cuenta de que Catal ¡na
le venía una y otra vez en una actitud desvalida y confusa: porque no entendía las tareas
tenía problemas con sus amigos y su familia, y temía no ser capaz de graduarse. Sin
embargo, cada vez que la Sra. Benítez ofrecía ayuda y consejos a Catalina, ésta encon-
traba alguna razón para explicar que eso no serviría, que ya lo había intentado, o que
simplemente era muy difícil para que ella lo hiciera. Después de cada reunión, la Sra.
Benítez se sentía frustrada debido a que Catalina no aceptaba ayuda alguna y, sin em-
bargo, insistía en pedirla una y otra vez. Finalmente, la Sra. Benítez pensó que tal vez
debiera desistir de ayudar tanto a Catalina, y darle mayor responsabilidad en la solución
de sus propios problemas. La próxima vez que Catalina vino a pedir consejo, la Sra.
Benítez no se lo dio. En lugar de ello, le dijo simplemente, "Este es un problema
d i f í c i l , Catalina. ¿Qué estás haciendo para resolverlo?" Después escuchó atentamente
a Catalina, pero persistió en su posición de devolverle el problema en vez de apresurarse
a resolverlo. Esto sucedió varias veces, pero con el tiempo las visitas de Catalina se
hicieron menos frecuentes.
Estudio de caso 2
Mateo siempre creía que a él le había tocado la peor parte, tanto en su familia como con
sus amistades en el colegio. El se sentía atormentado y humillado y a menudo pasaba
largas horas haciendo pucheros y diciéndose, "Nadie me quiere". En una clase de A T ,
Mateo descubrió que él iniciaba transacciones que tendían a empequeñecerlo porque
vestía una camiseta de Víctima. También descubrió la forma en que pedía verbalmente
disculpas y cómo incitaba a otras personas a tratarlo como Víctima. Mateo tomó la
176
decisión de emplear su A d u l t o para dejar de representar este rol. Al intentar cambiar,
se dio cuenta al principio de que con frecuencia volvía a colocarse en el rol de Víctima.
Pero gradualmente creció su confianza en sí mismo y dejó de provocar a otros para
que le encontraran defectos. Uno de los mejores amigos de Mateo le confió, " Y o no
sé lo que ha pasado, Mateo, pero tú te has hecho más seguro de ti mismo y es más fácil
convivir contigo".
Estudio de caso 3
Francisco era eludido por todos los estudiantes de su clase porque bramaba cuando se
encolerizaba. Aun más, Francisco era tan alto, pesado y fuerte que su cólera aterrori-
zaba. Durante su penúltimo año, deseaba competir como luchador, pero fué rechazado
por el entrenador, quien le dijo "Tendrás que probar que puedes controlarte a ti mismo
antes de que te incluya en el equipo". Francisco deseaba tanto pertenecer al equipo
que decidió cambiar su comportamiento. Esto no fue fácil. El había intimidado a otros
por tanto tiempo que su hábito era difícil de renunciar. Pero lo consiguió.
Estudio de caso 4
Si usted desea dejar de practicar juegos, el primer paso es entender claramente la teoría
de lo que son los juegos, las jugadas y los premios. El segundo paso es reconocer su rol
de juego favorito. A continuación, usted puede descubrir cómo los roles de juego de los
demás complementan el suyo, qué se hacen unos a otros a lo largo del juego y por qué
habitualmente éste termina con malos sentimientos.
Cuando las personas toman conciencia de los juegos, pueden tomar medidas inteligen-
tes para interrumpirlos. Pueden dejar de iniciar el juego, y pueden evitar ser atraídos
al mismo. La información sobre los juegos que la gente practica no debe ser utilizada
para controlar a otros o para "curarlos" de sus malos hábitos. Cuando sucede así, es
un juego en sí mismo.
Se requiere al estado A d u l t o del yo para detener los juegos. El A d u l t o puede pensar
qué sería más apropiado hacer, en lugar de continuar el juego. En otras palabras, se
177
necesita al Adulto para determinar qué otras posibilidades existen. Con suficiente
práctica, nuevos patrones de comportamiento pueden intentarse, desarrollarse y repe-
tirse una y otra vez, hasta que ocupen el lugar de los antiguos. Como con todas las
cosas, mientras más se hacen, más fáciles resultan.
Aunque algunas personas practican juegos de "calavera" y se dan patadas a sí mismas
mentalmente, en general los juegos son transacciones entre dos personas. En conse-
cuencia, cualquier persona en la transacción puede detener el juego.
Puesto que los juegos son transacciones en dos direcciones, una manera de detener
el juego de otra persona es evitar jugar la mano complementaria. Por ejemplo, si
una persona tiene un amigo que juega a Sí, pero, la mano complementaria es dar
consejos y sugerencias útiles. El juego es frustrado si no se da tal consejo y, en
lugar de ello, el problema es devuelto a la persona que lo expuso. O dar una respuesta
simple, tal como, "Realmente no sé qué será lo mejor que tú puedas hacer respecto a
eso". Este es a menudo un método fácil para detener un juego. Así, ocurre una
transacción cruzada, como se presentó en el capítulo 13. La detención de juegos es
un empleo positivo de transacciones cruzadas.
Dejar de exagerar
La gente que practica juegos tiene la tendencia a exagerar. Exageran sus propias
debilidades y fuerzas y a menudo exageran las debilidades y fuerzas de los demás. Una
178
manera de ayudar a detener la práctica de juegos es terminar con este tipo de exagera-
ción. Por ejemplo, las personas que constantemente ofrecen disculpas por sí mismas,
diciendo cosas como: "Podría darme una patada por haber hecho eso" o "Qué estupi-
dez la m í a " , pueden darse cuenta de que esto es rebajarse a sí mismas y pueden aprender
a no exagerar sus propias limitaciones.
Algunas personas están continuamente practicando juegos, otras los practican con
menos frecuencia. Pero cualquiera que sea el nivel de intensidad o frecuencia con que
se practican, los juegos consumen gran cantidad de tiempo. Si la gente escoge aban-
donar sus juegos, será capaz de hacer cosas mejores con su tiempo. Por ejemplo,
podría desarrollar nuevas habilidades, ejercitar sus talentos, encontrar un nuevo amigo,
ensayar un nuevo hobby, o gastar más tiempo en entretenerse. El tiempo puede ser
estructurado de formas que están positivamente relacionadas con el aquí y ahora, en
vez de con reforzar negativos sentimientos infantiles.
Cuando las personas dejan de practicar juegos, pueden tener en un comienzo una
sensación de privación. Algo que parecía esencial para sus vidas se ha ido. Es posible
que este " a l g o " sea la caricia negativa. Las personas necesitan caricias. Cuando
abandonan los juegos, abandonan el dar y recibir caricias negativas, que son las re-
compensas del juego. En lugar de ello, dan y reciben caricias positivas. Si bien las
caricias negativas son mejores que ninguna, las caricias positivas son las mejores de
todas. Así que un antiguo jugador aprende cómo obtener más caricias positivas.
Al comienzo, esto debe ser planeado deliberadamente. Una manera segura de
obtener caricias positivas es ser más generoso en darlas. Las personas que aprenden
a otorgar caricias a otros de forma constructiva y lo hacen con frecuencia atraen los
mismos tipos de caricias de otras personas. Los intercambios positivos de caricias
ayudan a crear amistades más duraderas. Para tener amigos, una persona debe apren-
der a ser amiga.
179
Ejercicios
Vuelva a leer los estudios de casos del comienzo de la unidad (págs. 176 y 177) y
responda a las siguientes preguntas:
• ¿Cómo logró la Sra. Benítez detener este juego? ¿Por qué funcionó?
• ¿Piensa usted que la Sra. Juárez estaba practicando juegos? Si es así, ¿por qué?
Si no es así, ¿por qué no?
Seleccionen uno o dos de los juegos para desempeñar roles ante toda la clase. En
primer lugar, desempeñen los roles de todo el juego. Hagan que la clase adivine qué
Lea todo el diálogo que sigue. Indentifique los roles de Víctima, Salvador o Perse-
guidor que están siendo representados por cada persona.
Hijo: (grita " T u sabes que odio el azul. Y tú fuiste y me compraste otra camisa
encolen- azul."
zado)
180
Madre: " Y o nunca hago nada bien según tu o p i n i ó n . "
Padre: " ¡No te atrevas a gritarle a tu madre de esa forma, jovencito! ¡Ándate
a tu cuarto y te quedas sin cenar!"
Hijo: (en- "Ellos me han enseñado a ser franco y cuando les digo lo que no me
furruñado) gusta me hacen callar. ¿Cómo puede uno satisfacer a gente como
ésta?"
Madre: (le " A h o r a , no digas nada a tu padre. No deberíamos disgustarnos tanto
lleva a h u r - por una camisa."
tadillas una
bandeja
con comida)
Madre: "Juan, tú eres tan duro con nuestro hijo. Apostaría que él está ahora
(regresa sentado en su pieza odiándote."
donde el
padre)
Padre: "Cielos, mi amor, sólo trataba de ayudarte, y tú me das una patada
donde más duele."
Hijo: "Basta mamá, termina ya, ¿quieres? Papá está muy cansado."
(llamando)
¿Cuáles son los tres juegos que se ¿Qué le hace pensar así?
están practicando?
181
Investigación sugerida
Piense en dos juegos que usted cree que puede estar jugando.
• ¿Cuál es la primera transacción en este juego? En otras palabras, ¿cómo lo inicia?
• ¿Qué rol representa usted?
• ¿A qué rol cambia después?
• Desarrolle una estrategia para no hacer la primera jugada.
• ¿Cuáles tres cosas podría hacer usted como alternativas a iniciar el juego?
Puede que usted desee anotar esto en su diario personal.
182
Quinta parte
i
Quinta parte
Los guiones como planes de vida
23 Guiones culturales y subculturales
Estudio de caso 1
Estudio de caso 2
Lucía era de ascendencia japonesa. Ella era muy cortés y jamás interrumpía cuando
otra persona estaba hablando. En casa, cedía siempre ante sus padres; en el colegio
mantenía un aire deferente y de obediencia. Cuando un conocido casual le preguntó
por qué era ella tan tranquila y sólo salía con personas de ascendencia japonesa, Lucía
respondió, "Simplemente no puedo imaginar ser de otra manera, y a mis amigos les
gustan las mismas cosas que a m í " .
Estudio de caso 3
El padre de Zacarías estaba sin trabajo y se trasladó del campo a la ciudad para tratar
de encontrar un empleo. Por primera vez, Zacarías asistía a una gran escuela pública
186
en lugar de una pequeña escuela rural. Su primer día fué terrible. No conocía a nadie,
su vestimenta no era hippie, y no entendía el lenguaje de moda. Zacarías se sintió
completamente aislado del resto de la gente en la escuela. Por la noche, largo rato
después de que su padres se habían quedado dormidos, él se agitaba y daba vueltas en
su cama. "¿Por qué todo el mundo será tan diferente en esta escuela?", se preguntaba
con angustia. " E n todo caso, ¿qué es lo que pasa conmigo?"
Estudio de caso 4
Los antepasados de Susana fueron pioneros. Cada uno a su manera había introducido
nuevas ideas y formas de hacer las cosas. El padre de Susana realizó una de las
primeras investigaciones sobre higiene dental. Su madre era artista profesional en una
época en que la mayoría de los artistas eran hombres. Dos de sus abuelos fueron de los
primeros pioneros de Alaska, en los días de la fiebre del oro. Su bisabuela fue pro-
fesora, y promotora de nuevas teorías científicas. Susana era más feliz cuando pensaba
en ideas nuevas o promovía un nuevo proyecto en el colegio.
¿Ha notado usted alguna vez cómo la gente transmite las tradiciones culturales de una
a otra generación? ¿Cómo expresan los mismos valores y las mismas maneras de hacer
las cosas que sus antepasados? ¿Cómo, cuando emigran a un nuevo país, por ejemplo,
traen a menudo con ellos tradiciones sobre todo tipo de cosas, incluso modos de
comer? Por ejemplo, algunos se sientan en el suelo, otros en sillas. Algunos comen
con palillos, algunos emplean cuchillos y tenedores de una manera, mientras otros los
usan de otra manera.
Estas costumbres llegan a ser parte de un guión cultural y se expresan en palabras
tales como, "Esta es la forma en que nosotros hacemos las cosas". Los guiones cultu-
rales son los patrones dramáticos esperados y aceptados que ocurren dentro de una
sociedad. Están determinados por los supuestos expl ícitos o impl ícitos sobre hechos
y personas que constituyen la creencia de la mayoría de las personas dentro de ese
grupo. Los guiones culturales prescriben los modos tradicionales de hacer las cosas.
Como los guiones teatrales, los guiones culturales tienen temas, personajes, roles
esperados, instrucciones de escena, vestuario, escenarios, escenas y cierres del telón.
Los guiones culturales reflejan aquello que se considera el carácter nacional.
Los guiones difieren de una cultura a otra. Por ejemplo, algunos guiones culturales
contienen temas de persecución y abuso. Un tema tal ha sido parte del antiguo guión
judío desde el comienzo de la historia del pueblo judío. Los esclavos negros traídos
del África tenían un guión similar impuesto sobre ellos; así también lo tenían las
mujeres, en grado menor. En tiempos recientes, estos grupos han empezado a reescri-
bir sus guiones.
187
Algunos guiones culturales son completamente diferentes. Sus personajes, en vez de
haber sido tratados como víctimas, hacen sufrir a otros. Por ejemplo, el construir
imperios mediante conquistas era parte del guión de los antiguos romanos, lo cual
imponía sufrimientos a otros. En la época actual, las naciones que explotan al "tercer
m u n d o " están poniendo en acción patrones similares. A u n otras naciones actúan como
salvadores, interviniendo para "salvar a los empobrecidos y oprimidos".
A través de la historia, las naciones y sus pueblos han actuado desde posiciones de
perseguidor como conquistadores, desde posiciones de salvador como salvadores, o posi-
ciones de víctimas como los conquistados. Algunas veces sus posiciones de salvadores
o víctimas son legítimas, a veces no.
Cuando se estaban formando los Estados Unidos, mucha gente vino como víctima,
abandonando su madre patria para huir de la opresión política y religiosa. Otros vinie-
ron como perseguidores, pretendiendo explotar la tierra y a su gente. Unos pocos se
vieron a sí mismos como salvadores, cuidando a la tierra de conquistadores "menos
deseables".
Todos estos grupos experimentaron un tema básico: la lucha por la existencia. En
muchos casos, esta lucha fue dramatizada por colonos que construían cuidades, estable-
cían escuelas y echaban raíces. La historia muestra que tanto los pioneros como los
colonizadores eran víctimas, perseguidores y salvadores —a veces en forma legítima, a
veces no. Cuando se jugaban juegos duros, la gente terminaba masacrada o colgada en
los árboles.
Los primitivos pioneros estaban siempre en movimiento, asumiendo riesgos y explo-
rando el país para los colonos que los seguirían. Aunque parte del escenario, de los
actos, de los personajes y de la acción cambió, el tema básico permaneció inmutable:
buscar nuevos desafíos. En la actualidad, un guión pionero similar está siendo drama-
tizado por los astronautas, si bien con diferentes escenarios y vestimentas. Los gorros
de piel de mapache han cedido lugar a complicados cascos, los caballos a los vehículos
espaciales, la carne a la cacerola de la abuela de los domingos a alimentos en bolsas de
plástico. El escenario ha cambiado desde tierras y agua al espacio y polvo lunar; la
acción ha cambiado de la confianza en los propios medios a la dependencia técnica. Los
pioneros del espacio, como sus antiguas contrapartes, pueden estar disponiendo un
nuevo escenario para los colonos que algún día vendrán. No toda labor de pioneros se
refiere, sin embargo, a la geografía. El mismo espíritu puede observarse en las avanzas
sociales y científicas.
En contraste con el guión de los pioneros, que siempre estaban en movimiento, el
guión de los primeros colonizadores americanos fue de cavar y echar raíces. Los colonos
araron el suelo, construyeron casas y ciudades, establecieron negocios, trabajaron dura-
mente para adquirir bienes materiales y para aumentar la población. Su lucha fue dura
y sus vidas cortas y precarias.
188
Nuevos temas de guión
189
Nosotros los téjanos Esos del este
Nosotros los presbiterianos Esos judíos
Aparentemente, los seres humanos son suspicaces ante las diferencias. A menudo
reflejan tal desconfianza, tomando la posición grupal de "Estamos bien pero - ( r e f i -
riéndose a aquellos que son diferentes)— ellos no están b i e n " . Esto es contaminación
que llega a formar parte del pensamiento grupal aceptado. Si el pensamiento tradicio-
nal, que en general se transmite del estado Padre del yo al estado Padre del y o , no es
examinado por el A d u l t o , predominan a menudo los sentimientos fuertes más bien
que la razón. Como resultado, un grupo puede ser puesto en pugna contra otro grupo,
viéndose cada uno a sí mismo en la posición correcta. En consecuencia, a menudo
emergen conflictos entre guiones subculturales: ricos contra pobres, liberales contra
conservadores, gente sin educación contra gente educada.
Cada cultura y subcultura tiene prejuicios de grupo en los cuales se cree y que se
dramatizan. Estos prejuicios de grupo son similares a los que sustentan los individuos
y son igualmente fuertes, puesto que están siendo permanentemente reforzados por
el grupo. Las personas no nacen con prejuicios; los aprenden. Aprenden cuáles son las
diferencias que deben temer, respetar u odiar.
Términos despreciativos suelen expresar los prejuicios subculturales. Las personas
de un grupo pueden referirse con arrogancia a las de otro grupo diciendo, "Pero, si
algunos de mis mejores amigos son . . . ". Observaciones como éstas pueden ser bien
intencionadas pero injuriosas.
El humor étnico, con chistes de Pedro y Miguel, Abbie e Izzie, o Rastus y Mandy
Lou también apuntan a diferencias o estereotipos culturales. La exageración de la
manera de hablar y modales de negros, judíos, italianos y otros grupos a menudo están
levemente disimulados pero siempre son despreciativos. Las exageraciones no siempre
son desfavorables, pero muchas reflejan alguna forma de discriminación.
Además del uso de etiquetas y manerismos que establecen una distancia entre las
culturas y subculturas, existen varios otros patrones comunes tales como el eludir, la
restricción y la segregación.11
El eludir se aprende a temprana edad, cuando los padres o los compañeros de juego
muestran a los niños con quiénes asociarse y a quiénes eludir. Más tarde en la vida,
esta acción aprendida de eludir puede ser dramatizada mediante boicoteos económicos
o segregación en áreas residenciales.
Los clubs y los colegios privados a menudo restringen la participación a una sub-
cultura en particular y, aunque la participación restrictiva en general está en declina-
ción, debido a nuevas leyes sobre derechos civiles, muchas de estas restricciones gozan
aún de la aprobación de grandes grupos de personas.
La segregación, que se basa en tratar de mantener a cierta categoría de personas
"en su lugar", es raramente voluntaria, salvo una pocas y notables excepciones tales
190
como el grupo de los Amish. La relegación de muchos indios americanos a reservacio-
nes, la pasada segregación de muchos japoneses americanos en "campos de seguridad"
a raíz del ataque a Pearl Harbor en 1 9 4 1 , y la segregación de los negros en ghettos
constituyen ejemplos históricos de segregación involuntaria, que incluye el despojo
físico, distanciamiento social y ostracismo. Formas extremas de prejuicio subcultural
pueden conducir a escenas trágicas de agresión generalizada y genocidio.
Una separación menos evidente pero no menos trágica es infligida sobre los ancianos.
Más y más gente llega a edades avanzadas y muchos no son aceptados como personas
aún productivas para la sociedad. Se está haciendo cada vez más común que las
personas en el grupo mayor de 65 años se encuentran segregadas y eludidas. Sus
últimos años son frecuentemente tristes. Esto es particularmente cierto de las mujeres.
Dos de cada tres personas ancianas son mujeres. La mayoría vive su ancianidad en la
pobreza y la soledad.
Las diferencias dramáticas que pueden introducir las subculturas son permisibles
solamente en una cultura más amplia y tolerante. A ú n así, en una cultura tolerante
muchos individuos estarán temerosos de las diferencias. Cada nación tiene sus propios
patrones de guión concernientes a las subculturas y si éstas serán o no aceptadas,
explotadas, temidas o admiradas.
Asimilación y pluralismo
191
Ejercicios
Vuelva a leer los estudios de casos del comienzo de la unidad (págs. 186 y 187) y
explore las siguientes posibilidades para cada uno de ellos:
• Imagínese cómo serían los abuelos. ¿Cuáles serían algunas semejanzas y diferen-
cias entre su estilo de vida y el de sus nietos?
• ¿Piensa que alguno de estos métodos de relacionarse con una cultura más amplia
es mejor que el otro?
A menudo, sin darse cuenta de ello, los colegios tienen subculturas que "practican
juegos" con otras subculturas. Piense en las subculturas de su colegio. Haga una
lista de ellas (puede que desee incluir pandillas):
• ¿Hay algo que suceda una y otra vez que deje a un grupo sintiendo que no está
bien?
• ¿Cómo empieza?
• ¿Cómo termina?
Investigación sugerida
1 Entrevista cultural
Entreviste a una persona anciana, tal como un abuelo o vecino. Cuénteles que usted
está estudiando varias culturas y pida a la persona que discuta las siguientes pre-
guntas:
• ¿Qué cambios culturales son más notables para usted desde esa época?
192
• ¿Qué cambios cree usted que son para mejor y cuáles para peor?
2 Su genealogía
• Escriba un breve resumen de su genealogía.
¿Tiene algunos antepasados famosos o infames?
• Si usted fue adoptado y no conoce su ancestro biológico, escriba una genealogía
de uno de sus padres adoptivos. Si prefiere, invente su propia genealogía.
193
24 Guiones familiares e identidad sexual
Estudio de caso 1
Estudio de caso 2
Cuando Enriqueta discutía el guión de su familia, dijo: " E n nuestra familia, los mucha-
chos siguen los pasos de su padre. Se espera de ellos que sean agricultores. Las niñas
están al servicio de la carrera de sus esposos e hijos, y cualquier otra cosa es atacada por
no considerarse femenina. A menudo mi madre decía: 'El Señor te hizo mujer para
tener hijos y cuidar a un esposo. A los hombres les corresponde manejar el mundo.
Siempre ha sido así en nuestra familia. Así, cuando decidí ser veterinaria, produjo
muchas discusiones. Yo abrigaba sentimientos contradictorios. Parte de mí se sentía
orgullosa de sí misma; otra parte se sentía como si hubiese hecho algo malo y hubiera
traído el oprobio sobre mi familia. ¡Vaya el nudo en que me encontraba!"
Estudio de caso 3
Roberto no era lo que sus padres deseaban. Después de haber tenido cuatro niños, ellos
decididamente querían una niña. Cuando el nació, ellos se quejaron amargamente
194
sobre tener "sólo otro niño". Los vecinos los embromaban por el futuro equipo de
baloncesto familiar, pero los padres persistieron en sus sentimientos negativos por el
hecho de que Roberto era varón. Aún cuando éste era mayor, a menudo se lamentaban,
"¿Por qué no pudiste ser niña? Nosotros ya te habíamos escogido el nombre de
Bárbara."
Estudio de caso 4
Carlota era exactamente lo que deseaban sus padres, pequeñita y encantadora. Siempre
era el centro de atención. Cuando venían invitados, a Carlota se la inducía a "hacer
gracias" para obtener su aprobación. Su padre comentaba a menudo, "La forma en
que esta niñita coquetea es realmente notable. No necesitará mucha educación. Ella
conseguirá al hombre que se proponga."
Guiones familiares
195
Algunos guiones familiares exigen a los hijos seguir ciertas clases de trabajo.
"Siempre ha habido un médico en nuestra familia." "Nosotros los Antúnez venimos de
una larga familia de educadores." "Nosotras, las mujeres de la familia Silva, hemos sido
siempre buenas enfermeras." "Nosotros los Larra ín hemos producido tres generaciones
de políticos." "Siempre hay por lo menos un fracasado en nuestra familia." "Los
hijos de nuestra familia defenderán las tradiciones de las fuerzas armadas." "Llevamos
en la sangre el ser líderes."
Cuando un miembro de la familia no está a la altura de las expectativas del guión
familiar, corrientemente se le llama "la oveja negra". Sin embargo, un guión familiar
en particular puede requerir de una oveja negra, para agregar intriga e interés a la escena
familiar.
No todas las familias perpetúan los guiones familiares. De hecho, muchos miembros de
las familias trabajan deliberadamente para sacudirse los guiones tradicionales de la "vieja
patria" o aquellos de las viejas generaciones. Ellos prefieren ser asimilados por la cultura
predominante. Algunas tradiciones mueren simplemente porque son difíciles de mante-
ner cuando las circunstancias cambian rápidamente. Esto puede experimentarse como un
"shock cultural". El shock cultural se produce cuando la velocidad del cambio es tan
rápida que las personas tienen grandes dificultades tratando de seguir el ritmo y de
adaptarse. En la época actual, debido a la rapidez de los cambios económico-sociales,
se están desarrollando nuevos guiones. Hay una disminución del sentido de pertenencia
a una comunidad. Existe también un debilitamiento de la rígida estructura familiar, lo
que conduce a ulteriores cambios.
Por ejemplo, mayor cantidad de personas se dirige al gobierno pidiendo ayuda, antes
que pedirla a sus familias como en generaciones anteriores. Además, las familias se están
haciendo más pequeñas. Muchas parejas deciden no tener niños o tener solamente uno
o dos. Otra tendencia es que cuando los niños crecen ya no se hacen cargo de sus padres
ancianos. A menudo hijos, padres y abuelos están también separados por la distancia
—geográfica, emocional o intelectual— y aun tienen dificultades para pasar juntos las
vacaciones. Algunas personas están viviendo juntas en grupos o comunas, aunque no
tengan relaciones de parentesco.
Muchos guiones familiares requieren ser cambiados. Por ejemplo, en los Estados
Unidos, familias sumidas en la miseria por generaciones no tienen expectativas para sus
miembros. Los niños están programados para el fracaso, generación tras generación,
tanto por la sociedad como por la familia. Es difícil para la gente sin educación competir
al mismo nivel con aquellos que tienen una educación mejor. Las personas sin educación
a menudo llegan a ser perdedores crónicas. Además, crece la hostilidad entre las sub-
culturas. No puede esperarse que los que siempre pierden gusten de los que parecen
ser afortunados triunfadores, a menudo a expensas de los perdedores.12
196
Se se aplica un correctivo enérgico, los guiones familiares de pobreza y fracaso cam-
bian. Una evidencia dramática de este cambio se observa en muchas familias negras de
los Estados Unidos, que con demasiada frecuencia son pobres. Por la creciente presión
social y legal para acciones de positiva reafirmación, y bajo la influencia de líderes
que afirman que "Lo negro es hermoso" o "Soy negro y soy orgulloso", los guiones
de fracaso, basados en la falta de oportunidades y en la resultante baja autoestimación,
están siendo reescritos, en el sentido de autorrespeto y realizaciones. Perdedores po-
tenciales están llegando a ser potenciales triunfadores.
197
El guión del rol sexual puede ser implantado firmemente en un niño muy joven.
Micaela, una niña pequeña de sólo tres años y medio, reveló sus expectativas de roles
en la siguiente conversación con su madre:
Micaela: "Yo me voy a buscar un novio y me casaré con él. El irá a la oficina a traba-
jar y yo me quedaré en casa cuidando de los bebés, porque tengo pechos para alimentar-
los."
Madre: "¿Y qué te parece si tú vas a la oficina y tu marido se queda en casa con los
bebés?"
Micaela: "El no puede hacer eso. El es un papito, y un papito no puede quedarse en la
casa con los bebés. Yo iré a la oficina y lo ayudaré un poco (su madre lo hace). Me
canso tanto de esperar. No puedo encontrar un novio con quien casarme. Debo esperar
tanto tiempo. ¿Puedo salir con un muchacho?"
Guiones femeninos
Hasta hace poco, los guiones de las mujeres se han conformado de forma muy diferente
de los de los hombres. A menudo se ha esperado de la hija mayor que fuese "la pequeña
madrecita", realizando labores domésticas y haciéndose cargo de los hermanos y herma-
nas menores, como parte de su rol sexual. La sociedad, nuevamente, ha reforzado este
rol de la misma manera en que ha reforzado los roles masculinos.
En muchas familias, aún se encasilla a una niña en rol de "muñequita" y no se espera
que se desempeñe ni académica ni vocacionalmente. Ella puede ser programada para ser
un indefenso y bonito objeto sexual y, como resultado, competir con otras niñas por las
atenciones de los muchachos. Los melodramas de la TV presentaban a las mujeres exclu-
sivamente en roles estereotipados, y a menudo aún lo hacen.
Los guiones familiares que determinan roles sexuales femeninos se desarrollan como
producto de frecuentes afirmaciones de los padres, tales como: "No te preocupes de las
matemáticas; de todos modos, nunca las necesitarás", o "Es trabajo de mujeres el limpiar
la casa, guisar las comidas y cuidar a los niños". Los roles sexuales femeninos estereoti-
pados se perpetúan imitando el comportamiento de otras mujeres, sea o no apropiado
para la situación presente. Las mujeres requieren de su estado Adulto del yo para tomar
conciencia de que pueden cambiar el guión. Investigaciones actuales muestran que
muchas niñas pequeñas están adaptadas para igualar los logros intelectuales y la indepen-
dencia con pérdida de su feminidad. Como consecuencia, cuando tal mujer utiliza su
inteligencia, tiende a minimizar sus éxitos y sufre sentimientos de culpa por no ser
"femenina". Ella está contrariando su guión familiar y las expectativas sociales y, sin
la comprensión del Adulto, su estado Niño del yo tiene males sentimientos respecto a
198
ello. Estos sentimientos pueden persistir aún cuando ella tenga todas las razones Adultas
para sentirse orgullosa de sí misma.
Cada uno de nosotros aprende a tener sentimientos sobre nuestros valor y talento como
seres humanos —nuestra identidad personal. Además, cada uno de nosotros reúne senti-
mientos respecto a ser masculino o femenino —nuestra identidad sexual.
A veces sentimos de formas totalmente diferentes en relación con estos dos aspectos
de nosotros mismos. Por ejemplo, un joven puede sentirse competente en sus estudios y
estar bien encaminado hacia una vocación exitosa, y a pesar de ello puede haber apren-
dido a no sentirse bien respecto de su masculinidad. El puede sentir la necesidad de
"probarse" a sí mismo una y otra vez, tomando riesgos indebidos, siendo rudo, pelean-
do, siendo excepcional en algún deporte o teniendo gran cantidad de amigas.
En contraste, una joven puede aprender a sentir que ella es bonita pero que su inteli-
gencia y talentos no son importantes o son un obstáculo. Así, ella podrá sentirse bien en
relación con su identidad femenina pero no sentirse bien respecto de sus singulares habi-
lidades como persona. Cualquiera que sea la identidad personal o sexual de uno, se rela-
cionará de alguna forma con las expectativas escritas en el guión familiar y en el más
amplio guión cultural.
La identidad sexual de las personas se expresa en los roles que desempeñan en la vida
adulta. El guión se escribe en la infancia cuando ellos fantasean, o tal vez ensayen, lo que
harán cuando "sean grandes" —jugando a la casa, jugando al colegio, al doctor, a la en-
fermera, a guardias y ladrones, a astronautas, etc. A la mayoría de los niños se le obse-
quian juguetes que los estimulan a seguir ciertas expectativas de roles sexuales. Estas
expectativas imprimen a su vez una dirección a sus vidas.
Resumen
199
Ejercicios
Vuelva a leer los estudios de casos al comienzo de esta unidad (págs. 194 y 195) y
discuta las siguientes preguntas:
• Imagínese a Patricio en su casa. ¿De qué forma habrían podido actuar sus
padres hacia él, de modo que afectaran su guión?
• ¿En qué sentido la actitud de los padres de Roberto afectó su identidad sexual?
• ¿Cómo podrían los mensajes del guión de Carlota respecto a ser niña afectar
su vida a los 15 años de edad?; ¿a los 20, a los 30, a los 45?
Complete las frases incompletas siguientes, con palabras o frases oídas comunmente.
200
Temas Mensaje dado Mensaje dado
Cerebro
Apariencia física
Vocación
Educación
Éxitos
Dinero
Comportamiento
masculino
Comportamiento
femenino
• ¿Tiende alguno de los sexos a recibir más mensajes positivos que el otro?
• ¿Cuál podría ser el efecto a largo plazo en los muchachos o las niñas que reciben
estos mensajes?
Discutan cómo algunos padres y familiares siguieron o no siguieron sus guiones fami-
liares o sociales en sus roles sexuales y profesionales.
201
Investigación sugerida
-10 0 +10
202
• ¿Necesito discutir esto con ellos?
• ¿Cómo lo haré?
3 Mi identidad
Plantéese estas preguntas a sí mismo (tal vez para su diario). ¿Qué significa para mí
personalmente mi guión familiar? ¿De qué manera ha sido afectada por él mi
identidad?
203
25 Guiones individuales
Estudio de caso 1
Berta fue la primera hija de padres jóvenes. Nació cinco semanas antes de lo esperado
y tuvo que permanecer durante las primeras semanas de su vida en una incubadora. Sus
padres eran ellos mismos como niños y no tenían ninguna experiencia con un bebé que
requería de cuidados especiales. Cuando llevaron a Berta a casa desde el hospital, estaban
preocupados por ella, pero no tenían ¡dea de qué hacer, especialmente cuando lloraba.
Su pediatra les recomendó que la dejaran llorar sola, para no malcriarla. Berta creció
con un déficit de peso, nerviosa e insegura. Ella se apartaba de la gente y, aunque cono-
cía ligeramente a varias personas, no tenía amigos íntimos.
Estudio de caso 2
Daniel fue criado como el menor de una familia muy grande y adinerada, cuyos miem-
bros siguieron cada uno su rumbo por caminos separados. Sus hermanos y hermanas
eran mucho mayores que él, y pasaba muchos días jugando solo en su habitación,
siendo controlado ocasionalmente por una ama de llaves. Su contacto con sus padres
era infrecuente y rara vez llegaban ellos a tocarlo, abrazarlo o jugar con él. Cuando
Daniel comenzó primer grado, encontró muy difícil permanecer en la misma habitación
con otros niños. Cuando su maestra, al pasar junto a su escritorio, apoyaba una mano
sobre su hombro, Daniel la esquivaba. Durante su permanencia en el colegio, Daniel se
mantuvo alejado de los otros estudiantes y sentía hormigueo en el estómago cuando
estaba en medio de una multitud.
Estudio de caso 3
Lucía era una niña muy bonita, pero su madre de 16 años y su padre de 18 años de edad
no la deseaban. Cada uno culpaba al otro por el embarazo. "¿Porqué te aprovechaste
204
de mí? ¿Porqué me hiciste embarazarme?" decía frenéticamente la madre. "Deberías
haber tomado precauciones", le contestaba airadamente el padre. Continuamente se
atacaban mutuamente con palabras duras. A menudo castigaban a Lucía cuando
lloraba y gritaban "¿Por qué no te callas?" Lucía creció sintiendo que ella no era
buena, y desconfiando de la gente.
Estudio de caso 4
Juan era un niño esperado con ansias, de un segundo matrimonio. Su padre no había
tenido hijos previamente y estaba estusiasmado por el hecho de llegar a ser padre. Su
madre tenía dos niños de un matrimonio anterior. Le encantaban los niños, amaba al
padre de José, y estaba feliz con la llegada de un nuevo hijo. Juan nació en un período
de escasez económica, pero su hermanastro y su hermanastra lo cuidaban, jugaban con
él, lo acariciaban y lo admiraban. Sus padres mostraban al niño con orgullo cuando
tenían invitados, para que lo celebraran. Cuando estaban solos, ellos se fanfarroneaban
entre risas acerca del resultado de su esfuerzo conjunto. A Juan le gustaba el colegio
y se llevaba bien con sus compañeros y la mayoría de sus profesores. De hecho, con el
tiempo, planeó llegar él mismo a ser profesor.
¿Conoce usted a personas que parecen tener mucho éxito en su vida personal, como
también en su vida escolar o de trabajo? ¿Tiene usted amigos con ambiciones voca-
cionales, que parecen saber a dónde van y cómo llegar all í, y que experimentan alegría
en el proceso de lograrlo? Estas personas están viviendo guiones constructivos.
¿Conoce usted a gente tan sin esperanza en la vida que desea no haber nacido?
¿Tiene usted amigos que trabajan duramente, pero a quienes las cosas parecen no salir-
les bien? ¿Conoce gente que es muy criticada? ¿A personas que continuamente sufren
accidentes u otro tipo de dificultades? ¿A personas que se quejan continuamente o
minimizan a los demás? Esta gente está viviendo guiones psicológicos destructivos
—destructivos para sí mismos y/o para los demás.
¿Conoce usted a personas que parecen trabajar y vivir con más aplicación que ta-
lento, sin llegar nunca muy lejos? ¿A quienes les gusta mantener las cosas como están
y encuentran difícil cambiar? ¿Que pasan cada día casi de la misma forma que el an-
terior? Estas personas están viviendo un guión no-triunfador o de callejón sin salida.
Cada persona tiene un guión psicológico. Los guiones psicológicos, al igual que los
guiones culturales, son muy similares a los guiones teatrales. Como individuos, la
gente desarrolla su "papel" en la vida, tal como las personas desempeñan papeles en
la escena. Ellos desean cierto escenario, visten trajes para representar a determinado
personaje y emplean actitudes y gestos e inflexiones de voz para indicar si en ese momen-
to se presentan como Víctima, Perseguidor, Salvador, o si se presentan con autenticidad.
205
Como un drama teatral, cada vida tiene su propio estilo dramático. Algunas personas
viven un drama que podría llamarse una leyenda, mientras otros ponen en escena una
comedia o un melodrama. Todavía otros representan una farsa o una tragedia. La
mayoría de los dramas que se representan en un escenario tienen tres actos.
El Acto I de una obra presenta el ambiente donde tiene lugar la acción y a los perso-
najes principales: cómo son, cómo se perciben y sus motivos para hacer lo que hacen.
En la infancia, el primer acto de la vida real, se forma el personaje. Los niños aprenden
a sentirse bien o a no sentirse bien en relación con aspectos de sí mismos y de los demás.
Aprenden sentimientos " f a v o r i t o s " , tanto negativos como positivos. Se acostumbran a
un determinado escenario. Responden a estas experiencias de la vida temprana, deci-
diendo qué serán, qué pueden hacer y cómo transaccionarán con el resto de la gente.
El Acto 11 de una obra teatral trata de lo que les ocurre a los personajes principales,
y qué es lo que sucede como resultado de su situación y carácter específicos. Emergen
los conflictos internos y externos. La trama se hace más densa. En el segundo acto de
la vida real, las personas también desarrollan sus dramas, de acuerdo con la manera en
que se formaron sus caracteres. A medida que las tramas se hacen más densas, también
viven sus conflictos internos y externos.
El Acto 111 de un drama presenta la solución de los conflictos y problemas que se
iniciaron en el primero acto y se desarrollaron en el segundo. La solución consiste en
cómo concluye t o d o , dados los personajes y las circunstancias de los actos precedentes.
Cada vida real tiene también una cortina final. El guión psicológico de la persona
determina en gran parte en cuál escena caerá finalmente el telón.
Eric Berne define el guión psicológico como un "programa en desarrollo continuo, ini-
ciado en la infancia temprana bajo la influencia paterna, que dirige el comportamiento
del individuo en los aspectos más importantes de su vida". 1 4
El guión es como un diseño de la forma que tomará la vida de uno. Dicta lo que
cada persona siente que es " b u e n o " hacer, aunque el diseño no esté completamente
dibujado. La gente sigue su guión de forma compulsiva. A veces el guión difiere de lo
que sucede realmente a la persona. Nuevas situaciones tales como la muerte, enferme-
dad, desastres, y la determinación de modificar el guión, pueden en gran parte cambiar
el curso de la historia personal de un individuo. Sin embargo, el guión contiene una
motivación básica que dirige la vida de cada persona.
Algunas personas tienen un guión que las motiva a realizar su máximo potencial.
Reciben mensajes que les dan una confianza básica en sí mismas y en sus habilidades.
Como consecuencia, viven de acuerdo con un guión de triunfadores.
Otras personas pueden recibir mensajes que sean la causa de que lleven una vida
muy insatisfactoria o desgraciada. Trabajan como esclavos, aburridos e infelices,
cometiendo los mismos errores una y otra vez. Su guión no va a ninguna parte. Las
personas con tales guiones son muy resistentes al cambio. Son o temerosas de las
206
cosas o ¡deas nuevas, o temen que el cambio pueda empeorar su situación. Atascados
en una zanja, tales personas siguen un guión de no-triunfo o sin destino.
Todavía otras personas reciben mensajes tan negativos que, en el mejor de los casos,
terminan en el fracaso y, en el peor, en la autodestrucción. Tales personas siguen guio-
nes de perdedores.
Acto I, infancia: se inicia el proceso de programación del guión. Por ejemplo, un niño
que es ridiculizado puede decidir, "Soy tan torpe que no les agradaré ni a mis padres
ni a nadie. No me agrado ni a mí mismo." Un niño que es apreciado puede decidir:
" Y o soy importante, mi familia y los demás se preocupan de mí. Yo me gusto a mí
mismo".
Las personas emplean su vida para poner en escena un drama que prueba lo que de-
cidieron como niños. Cada persona, basada en sus experiencias, se pregunta: "¿Quién
soy?", "¿Qué puedo hacer aquí?", "¿Quienes son toda esa gente?", "¿Qué harán ellos
por mí y yo por ellos?"
De las decisiones específicas que los niños toman sobre sí mismos y sobre sus fami-
lias, asumen una postura más general, de que están bien o de que no están bien, y de que
la demás gente está bien o no está bien. Una vez que se hayan tomado estas posiciones,
la persona empieza a reforzar tales posiciones, mediante lo que se llama comportamiento
de refuerzo del guión. Finalmente, las estampillas coleccionadas, los juegos practicados,
los tipos de caricias dados y recibidos, constituyen todos parte del comportamiento de
refuerzo del guión. La fórmula del proceso de programación del guión se representa
así:
Los mensajes que dan forma al guión se reciben desde etapas muy precoces de la
vida. Aun las experiencias de una criatura son parte de un guión. Un niño cuyas nece-
sidades son satisfechas, que es alimentado, abrigado, mecido en la cuna y sostenido en
brazos, recibe desde un principio mensajes de que es deseado y amado. Tales mensajes
son enviados a través de sensaciones placenteras: llenar un estómago vacío, el cambio
de pañales húmedos, sentir contacto con una piel tibia.
207
Contraste esto con un niño que es ignorado y descuidado; quien tal vez pase largos
períodos hambriento; que puede permanecer mojado y con f r í o sin que nadie acuda
en respuesta a su llanto afligido; que es dejado solo, siendo rara vez abrazado o acaricia-
do. O contraste esto también con un niño que recibe palmadas o es castigado de otra
manera por llorar o por no acabar un biberón.
Estas experiencias, aunque son fundamentalmente no verbales, son percibidas
como sensaciones formadoras del guión. La criatura no tiene forma de hablar ni de
entender el idioma, pero empieza a sentirse importante o sin valor de respuesta a los
primeros cuidados. Los primeros mensajes formadores del guión se reciben como
sensaciones físicas y constituyen los primeros "registros" del guión.
Más tarde los bebés empiezan a ver cosas. Ven expresiones faciales. Ven los labios
de un padre, que están fruncidos o severos, una ceja que está arrugada o recta, una
cara que responde cálidamente o rechaza con frialdad. Los bebés aprenden primero
sobre el mundo que ven y así empiezan a reunir sentimientos adicionales sobre los demás,
lo cual refuerza los sentimientos sobre sí mismos.
Las palabras que emplean los padres para describir a los niños, cuando hablan a
ellos o respecto de ellos, son otro medio poderoso para estructurar guiones. "Eres mara-
villoso", "Te queremos", "Ojalá no hubieras nacido", "Eres un estorbo", son todas
expresiones que dan forma a la imagen de sí mismo del niño. Los niños que son des-
critos de forma negativa por sus padres tenderán a describirse a sí mismos negativamente.
A menudo los mensajes verbales enviados por las figuras paternas, lo son mediante
lemas o dichos. A veces los niños "psicologizan" lo que el lema significa realmente,
"aprendiendo a entender marciano".
Aprender marciano es aprender usar la intuición (el Pequeño Profesor) para averiguar
cuál es la posición real de la gente. Si usted entiende el significado de la vieja frase
" N o es lo que usted dice, sino la forma en que lo dice", entonces usted comprende el
idioma marciano.
El Pequeño Profesor en el estado Niño del yo es como alguien que llega del planeta
Marte y que comprende lo que la gente realmente dice tras las palabras que emplea. A
veces, lo que la gente realmente está diciendo concuerda con sus palabras; a veces no es
así.
Los lemas y dichos favoritos son mensajes formadores de guión muy comunes, y que
las familias emplean de generación en generación. Cada lema puede tener significados
propios en marciano.
Por ejemplo, un lema común como "El diablo encuentra ocupación para las manos
ociosas" podría ser traducido al marciano como "Trabaja o te verás en dificultades".
O el lema "El camino al corazón de un hombre pasa por su estómago", puede traducirse
como "Sé buena cocinera para conseguir a un hombre". O el lema " L a belleza tiene
solamente la profundidad de la p i e l " , podría traducirse como "Una bonita apariencia
208
no tiene importancia" o " N o te enorgullezcas de tu apariencia" o " N o tengas celos de
la gente que es mejor parecida". Los lemas son interpretados de forma diferente por
diferentes marcianos. A veces un padre emplea un lema y el otro usa uno contradicto-
rio. El niño que los escucha está desgarrado por mensajes conflictivos.
Todas las experiencias que tenemos como niños —las primeras sensaciones de ten-
sión o relajación muscular, recuerdos visuales, palabras— están impresas en nuestro cere-
bro y sistema nervioso por la mayor parte de nuestras vidas. Algunos niños intuyen su
valor aprendiendo a comprender marciano.
209
llegan a la cúspide en sus trabajos, o cuando se jubilan. Esta fase de la vida revela cómo
concluyen las relaciones de una persona, sus realizaciones y otros importantes eventos
de su vida. ¿Cómo funcionó el matrimonio? ¿Qué pasó a los niños que nacieron? ¿A
dónde condujo el trabajo? ¿De qué se trataba la vida?
Toda vida llega a un final. Esta última escena es el gran final del plan continuo de
vida, que puede haberse decidido en la infancia. El espectáculo ha terminado y puede
que sólo quede la respuesta del público.
Ejercicios
Vuelva a leer los estudios de casos del comienzo de la unidad (págs. 204 y 205) y
responda a las siguientes preguntas sobre cada uno de ellos:
Diseñen una situación para representación de roles, de tres escenas muy breves.
210
Investigación sugerida
1 Imaginarse el futuro
Busque un lugar donde usted pueda relajarse y estar tranquilo unos minutos. Leas
las preguntas siguientes y luego cierre los ojos y piense en ellas. Puede que usted
prefiera pensar en una sola pregunta a la vez. Escriba sus reflexiones en su diario.
• ¿Dónde tengo planeado estar y qué es lo que proyecto estar haciendo cuando
tenga:
20 años de edad
30 años de edad
40 años de edad
60 años de edad
80 años de edad
Revise sus respuestas nuevamente para estar seguro de que sean las suyas.
211
2 Lista de control de! guión
Rol
Tema
El tema es similar a en
nombre del personaje
Tipo de guión
Reescribir el guión
(Tal vez usted desee anotar algunos de sus pensamientos y sentimientos en su diario.
212
26 Roles de guión y temas de drama
Estudio de caso 1
Estudio de caso 2
Germán, un alumno de último año de educación media, estaba al borde del fracaso.
Superó escasamente su calificación de insuficiente, pero eso fué todo. "Cada vez que
intento algo, no resulta mal, pero tampoco b i e n " , se lamentaba. "A veces me siento como
si estuviera pedaleando en el agua. No me hundo, pero tampoco llego a ninguna parte. Es
tal como cuando estaba en primer grado, trataba y trataba pero no podía leer bien. Otras
veces siento como si tuviera que mantenerme corriendo sólo para permanecer en el mismo
lugar. Como una ardilla que da vueltas en el mismo sitio, en la misma jaula." Germán
agregaba con frecuencia, "Y miren cuánto me esfuerzo".
Estudio de caso 3
213
perspectiva. Los estudiantes de la banda y del coro tenían sentimientos encontrados.
Decían que él les gustaba, y que estaban contentos de que él tuviera esta oportunidad,
pero el Sr. Salinas pensó que parecían deprimidos, como si él los estuviera abandonando,
de modo que planeó una fiesta de despedida. Esta no era una experiencia nueva para
él. El había recibido los mismos elogios y miradas de tristeza cuando se inició en el
jardín infantil, cuando fue al campamento de boy-scouts, y cuando recibió una beca de
una universidad, a quinientas millas de su casa. Cada vez que el Sr. Salinas cambiaba
a una nueva experiencia, lo echaban de menos y lo vitoreaban al mismo tiempo.
¿Ha visto usted alguna vez a alguien que viva una vida que parece una historia de un
libro de cuentos? La vida de la gente a menudo se ciñe a guiones que son similares a las
vidas que los héroes, heroínas y villanos protagonizan en la mitología, cuentos de hadas,
folklore, y en los programas populares de radio y T V . Algunas personas representan
papeles como los de Superhombre o Supermujer, saltando por sobre altos edificios para
salvar a los menos afortunados. Algunas personas desempeñan los papeles de los menos
afortunados, como el de la Pobre Cerillera o el del Príncipe Cojito. Algunas personas
persiguen y hacen presa a otras, como brujas perversas y ogros malvados.
Eric Berne dice que los niños viven teniendo experiencias, y un día oyen, leen o ven
una historia que en alguna forma se ajusta a sus experiencias. En ese momento dicen:
"Ese soy y o " , y se identifican con los personajes y la acción. Pueden verse a sí mismos
como cobardes, como el león de Mago de Oz, como un títere de madera como Pinocho,
como Cenicienta, víctima de una familia exigente, como el Sr. Spock de "Viaje a las
estrellas", mitad hombre y mitad vulcano, como un holgazán tropezón como Pedro
Picapiedra, o como Peter Pan, que nunca deseaba crecer.
Más tarde en la vida, pueden elegir amigos esperando que ellos desempeñen roles
dramáticos predecibles, similares a aquellos de sus historias favoritas de la infancia.
Pueden incluso identificarse con películas cinematográficas u obras de teatro que refle-
jan estos tipos de personajes y acciones.
Cenicienta es un guión que aún es representado comúnmente hoy día. Una Ceni-
cienta moderna puede estar siempre en el rango inferior de la clase, u obtener una ocu-
pación servil del nivel más bajo. Puede que vea a los demás como muy exigentes, como
forzándola a realizar un trabajo sucio. La Cenicienta no se interesa en prepararse para
ningún tipo de profesión porque se aferra a la poderosa ilusión de que algún día encon-
trará a su príncipe y será liberada de tener que trabajar en absoluto. Consume la mayor
parte de su vida simplemente esperando, esperando que alguien o algo mágico suceda.
En un ensayo de guión, puede que alguien le preste un vestido para que pueda ir a una
fiesta, con la esperanza de encontrar a su príncipe. Con el tiempo, puede estar aún espe-
rando, trabajando duramente, obteniendo ocasionalmente un vestido nuevo y esperando
a un príncipe, año tras año.
214
La Bella Durmienta y el Príncipe Cojito
La Bella Durmienta conserva una ilusión similar a la de Cenicienta. Una mujer con el
guión de la Bella Durmienta coloca al matrimonio como su única meta en la vida. Hace
esto a costa de excluir otras ambiciones y, consecuentemente, no desarrolla sus propios
y singulares talentos y potencialidades. En lugar de ello, yace en un sueño profundo, en
el sentido de que no toma ningún curso difícil en el colegio porque ella "sólo va a casarse".
No continúa su educación. Ni siquiera se prepara para ganarse la vida. La Bella Durmienta,
como la Cenicienta, espera que un Príncipe Encantado venga y la despierte. Entretanto,
puede que ella emita "ondas" negativas que, como la rosa silvestre, están llenas de espinas.
Su príncipe, si es que encuentra uno, tendrá que abrirse camino a través de estas defensas.
Muchas mujeres americanas han seguido un guión de Bella Durmienta. En el pasado,
podían llenar una vida con un guión centrado enteramente en el matrimonio y la familia.
Entonces, la expectativa de vida de una mujer corriente era de 48 años. Su guión no se
agotaba. Ella sí.
La situación actual es totalmente diferente de lo que era a principios del siglo. La
mujer moderna tiene una expectativa de vida de 75 años. Si su guión se agota a los 40 ó
45 años de edad, cuando los niños entran al colegio, o han crecido y dejan el hogar, la
Bella Durmienta de hoy experimenta una sensación de inutilidad. Es como si "Ahora
que mi historia ha terminado, parece que ya no hay razón para vivir".
Un guión similar, con un tema de "esperando ser salvado", es el del Príncipe Encan-
tado. El Príncipe, convertido en rana, espera en el fondo de una laguna a una princesa
que sea amable con él (tal vez por persuasión de sus padres) con lo que romperá el
hechizo, de manera que recupere nuevamente su apuesta personalidad. En la vida real
sin embargo, lo probable es que la princesa lo vea siempre como una rana, criticando su
comportamiento de rana.
Otro guión frecuente viene del cuento de hadas del Príncipe Cojito, que es mandado
por su padres a vivir en la torre, debido a que es defectuoso. En la torre, un hada ma-
drina aparece con una capa mágica que permite al Príncipe Cojito volar sobre el País
Deshabitado y ver los árboles y el pasto por primera vez. Un Príncipe Cojito de los
tiempos modernos es normalmente rechazado por uno o ambos padres, por no ser per-
fecto. Por ejemplo, puede que no sea atlético, o estudioso o cualquier cosa que sus
padres hubiesen deseado que fuera. Aunque recibe casa y alimento de forma adecuada,
no recibe la aceptación y el afecto necesarios para llegar a ser un príncipe de verdad.
En su ensayo de guión, es posible que tal persona, sintiéndose "lisiado", busque alguna
fórmula de escape, "volviéndose en contra" —tal vez mediante la capa mágica de las
drogas— rechazando así a aquellos que lo rechazaron primero.
Historias como las expuestas más arriba también contienen roles de guión. El melo-
drama clásico tiene un villano —el Perseguidor; un héroe —el Salvador; y una heroína
—la Víctima. El rol de Perseguidor es también frecuentemente representado por mal-
vadas hechiceras, crueles madrastras o padrastros y ogros malvados.
La mitología griega también está llena de Perseguidores. Zeus, padre de los dioses,
controla a los demás mediante recompensa, seducción, amenaza y brutalidad. La diosa
215
Atenea persigue a los héroes con quienes está enojada y salva a aquellos que le agra-
dan.
A menudo, los Salvadores son representados por hadas madrinas, superhombres o
supermujeres, y tal vez personas como Prometeo, que en la mitología griega robó el
fuego a los dioses y se lo dio a los mortales.
Las Víctimas son a menudo representadas por Charlie Browns, anhelantes huérfa-
nas, y doncellas raptadas. En la mitología griega, Atlas estaba destinado a soportar el
peso del mundo sobre sus espaldas.
El drama psicológico de cada persona tiene un tema. El tema de un guión corre como
un hilo conductor a través de la vida de una persona. Se expresa una y otra vez y, en
un sentido, es la esencia de la historia de la vida de una persona. Por ejemplo, un tema
común es "tratar con ahinco, pero nunca lograrlo". La gente que sigue este tema de
vida invierte cantidades de tiempo en tratar, pero puede que nunca concluya el trabajo,
o resuelva el problema, o tome la decisión. Simplemente siguen intentando. Un hombre
que tenía a éste como tema de su vida, decía que su lápida llevaría la siguiente inscrip-
ción: " T r a t ó y trató, pero finalmente m u r i ó " .
En general, los temas de guión se expresan en frases cortas y vigorosas. Cada tema
expresa una tendencia diferente del drama de la vida de una persona. ¿Ha notado usted
alguna vez a personas que: Siempre son serviciales, Mandonean a los demás, Hilan del-
gado, Son pisoteados, Tienen nuevas ideas, Vuelven locos a los demás, Se desentienden
de las cosas, Son sorprendidos, Siempre están en movimiento. Si es así, usted los ha
visto representar sus temas de guión.
Los temas de perdedores a menudo se manifiestan en las cosas negativas que la gente
dice una y otra vez. Por ejemplo, la gente que frecuentemente dice cosas como: "Nunca
lo lograré", o " T o d o lo malo siempre me sucede a m í " , o "Soy un perdedor n a t o " , están
verbalizando realmente su tema de guión: el fracaso. Tales personas esperan que las
cosas vayan mal, esperan ser un fracaso. Y con mucha frecuencia no se dan cuenta de
que se están programando a sí mismos para una vida así; consecuentemente, no se dan
cuenta de que pueden cambiarla.
Un tema de no-triunfo puede manifestarse en observaciones tales como, " N o pertur-
bemos el e q u i l i b r i o " , o " L o más que puedo hacer es mantener el statu q u o " , hechas una
y otra vez. Esto es verbalizar un tema de guión: no ir a ninguna parte. Las personas con
este guión, no esperan triunfar ni fracasar. No esperan cambios, desarrollo ni progreso.
Normalmente no tienen conciencia de que se están programando para un cuasi-fracaso.
Han elegido una posición neutra, siempre buscando la seguridad.
Un tema de ganador se manifiesta si se hacen con frecuencia observaciones positivas.
La gente que dice, "Me siento bien respecto de mí mismo y hacia donde voy en mi
vida", o "Estoy feliz de estar v i v o " , o "Tratemos nuevamente", están verbalizando un
tema de guión —"Yo puedo hacerlo". Ellos esperan triunfar en lo que emprenden y, por
lo tanto, no se derrotan a sí mismos.
216
Temas de guión y el tiempo
A veces el tema de guión de una persona refleja un elemento de tiempo. Por ejemplo,
la palabra después, puede ser dicha con tanta frecuencia a algunos niños —"Espera hasta
después de que tu padre vuelva a casa"— que ellos pueden concluir que ocurrirá algo
malo después de que se hayan divertido un poco. Constantes comentarios tales como
" T ú no puedes confiar en la gente. Siempre tratan de perjudicarte", pueden traducirse,
"Después de que me hago de un amigo, puedo esperar sufrir un daño". O un lamento
como "Espera hasta después de que te hayas casado; entonces te darás cuenta de lo
difícil que es criar niños", podría traducirse " T ú puedes entretenerte ahora, pero después
de que te cases, todo será aflicciones y trabajo d u r o " . Muchas veces, personas con temas
de después en sus guiones aprenden a esperar que a algo bueno siga algo malo. Berne
escribe sobre Dámocles, un mítico rey griego que era feliz, pero esperaba que ocurriera
lo peor. Algo "pendía sobre su cabeza". Mucha gente tiene esa sensación. En el caso
de Dámocles, era una espada suspendida por un solo crin lo que colgaba sobre él. 15
En oposición, la gente con el tema de hasta con frecuencia aprende a no esperar nada
bueno hasta que haya hecho un trabajo duro, o alguna tarea difícil o desagradable. Esto
incluye a la gente que oye frecuentemente, " N o puedes jugar hasta que termines tu tra-
bajo". Pueden traducir esto para significar que no podrán divertirse hasta que el trabajo
esté terminado. Mucha gente que tiene temas de guión de hasta cree que no puede suce-
der nada bueno mientras trabaja. Por ejemplo, un estudiante programado de esta manera
puede diferir la diversión hasta que toda su tarea esté terminada y sacar la conclusión de
que el trabajo escolar o el trabajo en general nunca podrá ser placentero. Con el pasar
del tiempo, tales personas pueden escoger ocupaciones que no les agradan, debido a que
han aprendido que nada agradable puede ocurrir hasta después de que haya sucedido algo
desagradable. Hércules, en la mitología griega, era así. Debió ser esclavo durante 12
años, antes de llegar a ser dios.
La gente con temas repetitivos de guión emplea su tiempo haciendo lo mismo una y
otra vez. Los niños pueden adoptar este tema si se les dice frecuentemente, "Hazlo una
y otra vez, hasta que lo hagas b i e n " , y luego observan a sus padres hacer exactamente lo
mismo. El griego Sísifo tenía este tema. Eternamente, hacía rodar una gran piedra
cerro arriba y, justamente cuando llegaba a la cumbre, la piedra rodaba cerro abajo y él
tenía que empezar nuevamente.
Uno de los temas de guión más corrientes relacionados con el tiempo es el de esperar.
La gente con temas de esperar en sus guiones frecuentemente lo ha elegido debido a
haber oído con frecuencia observaciones como: "Espera y verás. Todo saldrá b i e n " , o
" T o d o llegará a aquel que sepa esperar", o "Algún día la persona que esperas llegará".
Tales personas están programadas para vivir en el futuro esperando a una persona mágica
o "que llegue su f o r t u n a " para que sean más felices sus vidas. Esperan que alguien los
salve de sus sentimientos de tedio, soledad, inadecuación, o de una mala situación. El
Sr. Micawber, en la novela David Copperfield de Charles Dickens, pasó toda su vida es-
perando, convencido de que "algo sucederá".
217
Temas y roles
Esperar: Las personas que tienen como temas de rol esperar pueden ser perdedores, no-
triunfadores o triunfadores. Estarán en un tema de guión de perdedores si se quedan
sentados y esperando en lugar de hacer algo para resolver sus problemas. Los perdedores
que esperan siempre no dirigen su vida de ningún modo significativo. En lugar de ello,
esperan que otro lo haga por ellos.
Los no-triunfadores con temas de esperar son algo diferentes. No esperan que los
demás les resuelvan sus problemas. En lugar de ello,hacen tentativas para realizarlo
ellos mismos, pero los no-triunfadores difieren tanto las cosas que pierden casi todas
las oportunidades. Por ejemplo, los no triunfadores pueden demorarse en inscribirse
para clases que desean y, por lo tanto, no poder recibirlas de su profesor favorito. O
pueden demorarse en presentar su solicitud para un empleo y así perderlo. No se sien-
tan simplemente esperando, como un perdedor, sino que se mueven con la necesaria len-
t i t u d para perder lo mejor, siempre contentándose con una segunda o tercera preferencia.
Los triunfadores son diferentes, si bien ellos también esperan. Cuando los triunfado-
res esperan, no lo hacen pasivamente, para ser salvados, ni difieren las cosas. En lugar de
ello, esperan activamente, reuniendo suficientes datos para tomar una decisión inteli-
gente, o preparando el próximo paso hasta que sea el momento adecuado para darlo.
Pueden también postponer una gratificación inmediata en beneficio de una meta a más
largo plazo con caricias más intensas.
Tener esperanza: Un tema de guión de tener esperanza puede ser enfocado de la misma
forma. Los perdedores son aquellos que esperan ver pasteles en el cielo o que Santa
Claus les traiga algo por nada. Tienen la esperanza de que llegue su fortuna, de que la per-
sona adecuada aparezca, de que un nuevo automóvil les procure todo lo que esperan de
la vida, de que las oportunidades estén a la vuelta de la esquina. Pero tales personas
jamás se molestan en ir a la esquina ni se preparan para recibir su fortuna.
Los no-triunfadores esperan pequeños éxitos; tratan, pero no lo suficiente. Pueden
esperar obtener un trabajo adecuado, pueden tener la esperanza de encontrar un novio
o novia aceptable, pueden esperar las notas mínimas para aprobar. Debido a que los
no-triunfadores solo esperan pequeños éxitos, nunca obtienen el éxito pleno.
Los triunfadores también tienen esperanzas, pero esperan el verdadero éxito. Actúan
y hacen planes para alcanzarlo. Pueden aspirar a obtener un papel en una obra de
teatro del colegio, para el cual han trabajado. Pueden esperar hacer un viaje para el que
han ahorrado dinero. Pueden esperar ir a la universidad, habiendo tomado los cursos y
obtenido las calificaciones que lo hacen posible.
Tratar: Un tema de guión de tratar puede también ser visto de esta manera. Los
perdedores tratan de terminar sus tareas, pero entonces se sienten " m u y cansados"
pueden tratar de obtener un empleo, pero están " m u y asustados", pueden tratar de
hacerse de un amigo, pero están seguros de que nadie querrá serlo. Cometen los mismos
errores de tratar una y otra vez.
Los no-triunfadores que tienen temas de guión de tratar procuran terminar sus
tareas, y logran hacerlo en parte, tratan de obtener un empleo, pero no exactamente
218
el que realmente deseaban, tratan de hacerse de un amigo, pero eligen a personas que no
desean ser muy amistosas.
Los triunfadores que tratan logran sus metas. No insisten en hacer cosas que no
funcionan. Si un método no resulta, entonces ensayan otro. Tratan de hacer sus tareas
y planifican su tiempo de modo que lo logran. Tratan de obtener un empleo, aunque
tengan miedo, e intentan hasta que lo obtengan. Tratan de encontrar un amigo, planean
cómo hacerlo, y terminan con varios. Experimentan y practican hasta que obtengan los
resultados deseados.
Ejercicios
Vuelva a leer los estudios de casos del comienzo de la unidad (págs. 213 y 214) y
responda a las siguientes preguntas:
• ¿Cómo podría ser ella en cinco años más; en diez años más; en veinte años más?
Seleccionen algunos cuentos de hadas o cuentos infantiles que no hayan sido discu-
tidos en esta unidad.
• Piensen cómo podrían representarse los temas de los cuentos. Por ejemplo, si las
personas se encontraran en un guión de Robinson Crusoe, ¿qué harían? Si estu-
vieran en guiones de Huck Finn o Tom Sawyer, ¿qué clase de adultos llegarían a
ser? ¿Cómo podría representarse al Dr. Zhivago en una situación contemporánea?
Si usted empieza a entrar en contacto con su propio tema de guión, escríbalo de las
tres maneras.
219
Investigación sugerida
Escriba una descripción de usted y otras dos personas cercanas a usted. Estas deben
ser breves, sólo de unas pocas frases. Tal vez desee considerar el epitafio de cada uno
de ustedes. Después de escribir, piense sobre estas preguntas:
• ¿Qué palabra clave sugiere su descripción, tal como "después", "esperar", "tener
esperanza" y "hasta", o cualquiera que usted vea?
• ¿Parece ser esta descripción de la vida la de un triunfador, un perdedor o un no-
triunfador, o alguna combinación?
220
Sexta parte
Sexta parte
Cómo realizar los cambios
27 Estructuración del tiempo
Estudio de caso 1
A menudo se refería a Silvia como la niña más callada del colegio. Se escabullía por el
pasillo sin mirar ni a la izquierda ni a la derecha, hablando solamente si le hablaban, y
entonces respondía únicamente con una breve inclinación de cabeza u " h o l a " . Aunque
era en general reservada, ocasionalmente ocupaba algún tiempo hablando con Bárbara,
su amiga del vecindario. Cuando la madre de Bárbara le preguntaba, "¿De qué diantres
hablaban tú y Silvia, paradas en la calle por tanto t i e m p o ? " , Bárbara parecía desconcer-
tada y respondía, "Realmente no lo sé. Simplemente conversábamos sobre muchas
cosas, pero en realidad de nada en especial."
Estudio de caso 2
Estudio de caso 3
Berta cojeaba al caminar, debido a que había sufrido de poliomielitis en su infancia. Era
fácil convivir con ella; raras veces se quejaba y tenía muchos amigos. Berta parecía
224
ver siempre lo mejor en cada persona. Incluso la malhumorada Sra. Martínez, que vivía
calle abajo, se sonreía cuando Berta se detenía por un minuto para saludarla. Berta se
preocupaba realmente de las personas y a menudo dedicaba tiempo para ellas, aunque
estuviera muy ocupada con proyectos escolares, sus lecciones de guitarra o sus clases de
cerámica.
El aislamiento
El aislamiento puede ser físico o emocional. La gente se aisla físicamente de los demás
cuando evita una discusión saliendo a caminar sola o yéndose a una habitación y cerran-
do la puerta. Algunos se aislan emocionalmente simplemente retrayéndose dentro de sí
mismos, poniendo la mente en blanco o entregándose a fantasías tales como: "¿Qué
pasaría si yo estuviera con otra persona?", o "Si tuviera un millón de dólares". O pueden
soñar despiertos con algo que desean hacer algún día, o con algún sitio en que quieran
estar. O se pueden ocultar frente a una pantalla de TV o detrás de un libro. Cada vez
que la gente se aisla,sea física o psicológicamente, se separan por un período de tiempo
de quienquiera con quien esté.
El aislamiento puede ser positivo o negativo. Todo el mundo necesita algún tiempo
para sí. Un aislamiento es positivo cuando uno toma tiempo para pensar; tiempo para
tomar conciencia de las propias fantasías y sueños; tiempo para experimentar la sensa-
ción del sol y de la arena, y de los sonidos y aromas; para yacer de espaldas mirando las
nubes o escuchar cómo sopla el viento a través de los pinos, mientras se deja volar a la
imaginación. Este aislamiento puede ser un reposo y recreación positivos, o un tiempo
para la introspección y planificación. El aislamiento es negativo cuando la gente está de
mal humor y se entrega a enlodarse a sí misma con sentimientos negativos de soledad,
autocompasión, hostilidad o resentimiento.
Rituales
La gente ocupa parte de su tiempo en practicar los así llamados rituales. Los rituales
son series estereotipadas de transacciones altamente predecibles. Decir "hola" y
225
obtener un " h o l a " de respuesta es un ritual de dos caricias. "¿Cómo estás?", " B i e n " ,
es otro ritual de dos caricias. Los rituales más corrientes de toda cultura son los de
saludo. Mientras en América mucha gente se siente cómoda diciendo simplemente
" h o l a " , en otras culturas los rituales de saludo son más formales y tal vez más prolon-
gados. Los rituales son modos predecibles de relación con los demás.
Muchos rituales están centrados en torno a la vida familiar, tradiciones nacionales,
festividades, creencias religiosas, etc. Algunos de ellos agregan orden y predictabilidad a
la vida de la gente; algunos contienen significados profundos, como, por ejemplo, ciertos
rituales religiosos o el rito del matrimonio. Sin embargo, si toda una vida está modelada
primariamente sobre la base de rituales, se inhibe el crecimiento y desarrollo de las
personas, debido a que no arriesgan nuevas maneras de pensar, sentir y comportarse
creativamente.
Pasatiempos
El pasar el tiempo, otra manera habitual de ocupar el tiempo, a menudo sigue a continua-
ción de un saludo ritual. Cuando la gente pasa el tiempo, simplemente conversa sobre
temas de escasa importancia. Uno de los pasatiempos más comunes a que se dedica la
gente está centrado en torno al tema del tiempo. "Ciertamente, hace mucho calor."
" S í , comienza el verano." "Ciertamente, hace mucho f r í o . " "Tal vez nieve esta noche."
Cualquier tema puede ser empleado como pasatiempo: automóviles, amigos, discos de
moda, espectáculos de T V , etc. Los pasatiempos son a veces una pérdida de tiempo.
Por ejemplo, no resulta nada productivo de un intercambio sobre el tiempo.
Un pasatiempo común es ¿No es terrible? La mayoría de las horas de almuerzo están
ocupadas por lo menos con alguna conversación respecto de lo terrible que es algo o
alguien, sin ninguna sugerencia de lo que podría hacerse para remediarlo. Lo contrario
a éste es ¿No es maravilloso? Después de que se haya puesto en escena con éxito una
obra de teatro, tanto los actores como el público pasan algún tiempo haciendo alaban-
zas: "¿Verdad que fue maravilloso?"
Durante los pasatiempos, la gente puede conocerse y tal vez empezar a aprender qué
intereses tienen que los pudiese llevar a una relación más profunda. Sin embargo, la gente
que se queda en el nivel de pasatiempo nunca llega realmente a conocerse bien mutua-
mente.
Juegos
Los pasatiempos conducen a menudo a los juegos psicológicos. Los juegos tienden a ser
una manera improductiva de emplear el tiempo, puesto que se practican para evitar hacer
cualquier cosa, como resolver un problema, tomar una decisión o intimar con la gente.
Los juegos producen malos sentimientos porque la gente los practica, sin saberlo, para
dar y recibir caricias negativas. La estructuración del tiempo con juegos a menudo indica
226
que los participantes están comprometidos en sentimientos del pasado, y están reforzan-
do sus sentimientos y posturas negativas en vez de comprometerse con lo que sucede en
el momento.
Actividades
Intimidad
227
Guiones y estructuración del tiempo
La gente que pasa la mayor parte de sus vidas en rituales, pasatiempos y patrones de
aislamiento viven guiones que no son ni constructivos ni destructivos. Tales personas
a menudo se sienten aburridas consigo mismas y con la vida en general. Les falta un
gusto por la vida y frecuentemente resultan aburridas. O se aislan psicológicamente
y, por tanto, no están realmente presentes, o transaccionan a un nivel tan superficial
que nunca sucede nada auténtico entre ellas y los demás. Son reacias o temerosas de
ser abiertas y, por tanto, no disfrutan de la proximidad que los triunfadores pueden
experimentar.
La gente que pasa gran parte de su tiempo practicando juegos psicológicos está
viviendo guiones destructivos. Estropean su propia vida y la de los demás. Sus guiones
son como películas de segunda clase, como melodramas que pronto se olvidan, que no
gustan o se evitan. Su tiempo puede estar estructurado de forma excitante, pero, en
último término, destructivamente.
La gente que emplea gran parte de su tiempo comprometida en actividades o en
intimidad probablemente vive guiones constructivos. Van a alguna parte con sus
vidas y lo saben. Son personas interesadas e interesantes como compañía. Pueden
tener un gusto y entusiasmo por la vida. Aunque ocasionalmente practiquen juegos,
los interrumpen cada vez que sea posible hacerlo. Emplean el aislamiento, rituales y
pasatiempos solamente cuando es apropiado, no como una manera de matar, llenar
o perder el tiempo. La gente que estructura su tiempo con intimidad sabe realmente
lo valiosa que es la vida y la gente.
228
separados por el tiempo y la distancia, cada uno experimenta un sentimiento de lealtad
y ambos están felices de estar juntos cuando se encuentran nuevamente.
Se ha afirmado que la vida es para algunas personas como un carrusel con los caballos
subiendo y bajando, la gente girando y girando, y el anillo dorado que quieren alcanzar
resulta ser sólo de latón. Y así es como algunas personas pasan su vida —dando vueltas
y vueltas en rituales sin fin, pasatiempos y juegos, aislándose del mundo ,cal de activi-
dades gratificantes e intimidad.16
Una obra de teatro que fue muy popular alrededor de 1970 se titulaba "Detengan el
mundo, que me quiero bajar". Una de las canciones de ésta, "¿Qué clase de loco soy?",
es el lamento de un hombre con éxito en los negocios, pero que jamás se enamora. La
vida para él carece de auténtica intimidad.
Resumen
En resumen, mucha gente se pregunta a sí misma, "¿Qué debo hacer con mi vida?"
Esta pregunta está siempre relacionada con, "¿Qué haré con mi tiempo?" Puesto en
otros términos, "¿Cuáles son mis metas?" se relaciona con, "¿Estoy empleando mi
tiempo de la mejor forma para alcanzar mis metas?" Estas preguntas tienen una signi-
ficación de por vida. No existen respuestas fáciles. Lo que la gente hace con su tiempo
y su vida son decisiones de valores. El valor que ponen en las necesidades de su Niño,
las actividades de su Adulto y las tradiciones de su Padre, derermina en alto grado sus
metas en la vida y la manera en que estructuran su tiempo para alcanzarlas.
Ejercicios
229
• ¿Cómo podría esto afectar sus relaciones?
• ¿Cuái era el modo favorito de Heriberto para estructurar su tiempo y de qué forma
se relacionaba éste con su guión de vida?
Discutan qué estados del yo están implicados con mayor probabilidad al estructurar
el tiempo en cada una de las seis maneras que se enumeran más abajo. Discutan tam-
bién las posibilidades positivas y negativas de tal estructuración.
Aislamiento
Rituales
Pasatiempos
Juegos
Actividades
Intimidad
Reúna o dibuje láminas sobre personas que están estructurando el tiempo de las seis
diferentes maneras que hemos discutido. Pegúelas sobre grandes hojas de papel, rotú-
lelas y expóngalas en las paredes. Hagan una exhibición informal de arte y discutan si
existe o no acuerdo en la clase respecto de cómo se han rotulado las láminas.
Hagan una lista de 12 o más cosas que la gente hizo o dijo en su grupo durante el
último ejercicio. Determinen para cada cosa cómo se estructuró el tiempo.
230
Investigación sugerida
Observe atentamente por unos pocos días las variadas maneras en que la gente se re-
fiere al tiempo. ¿Dicen que lo malgastan? ¿Lo usan? ¿Lo matan?
• Haga una lista de expresiones corrientes sobre el tiempo. Piense cómo calzan los
comentarios con una de las categorías de estructuración del tiempo, y el tipo de
guión a que los comentarios apuntan.
231
2 Sus estados del yo y su tiempo
Determine los pensamientos y sentimientos relacionados con el tema del tiempo para
cada uno de los estados de su yo. Por ejemplo, su Padre puede estar programado:
"Un punto dado a tiempo evita un descosido" o "No pierdas el tiempo" o "El
tiempo es valioso".
232
28 Contratos para triunfar
Estudio de caso 1
Estudio de caso 2
Pedro se encontraba en libertad condicional por el haber faltado a clase, robado un coche,
asaltado una tienda de animales y robado el dinero. Pedro era suficientemente inteli-
gente, pero estructuraba su tiempo como un perdedor. Los juegos que practicaba con las
figuras de autoridad conducían inevitablemente a obtener algún tipo de patada psicoló-
gica. El oficial que vigilaba su libertad condicional le había dicho que la próxima vez que
rompiera las reglas, podría ser enviado a una institución. Un día mientras pensaba en su
vida futura, Pedro decidió cambiar el rumbo en que iba. Pensó que podía elegir un modo
mejor de pasar su tiempo que no fuera cumpliendo condena en la prisión.
233
Estudio de caso 3
Lila y Pablo estaban enamorados desde que estaban en el penúltimo año de educación
media. En su relación Pablo rebajaba constantemente a Lila y la mandoneaba. Si bien
ella se quejaba con voz plañidera que a ella no le gustaba, parecía aceptarlo. A través de
una mejor comprensión de sus estados del yo y de sus guiones, empezaron a conversar
sobre esta parte de sus relaciones. Pablo acordó dejar de rebajar a Lila y tratar de ser
menos dominante. Lila estuvo de acuerdo en que ella dejaría de desempeñar el rol del
quejumbroso llorón y cuando se sintiera rebajada o apremiada, deberían conversar y
discutir qué sucedía entre ellos y arreglarlo. Decidieron que si no podían arreglar las
cosas, la suya no constituía una relación beneficiosa.
La mayoría de la gente tiene cosas que desearía cambiar respecto de sí misma. La manera
de hacerlo en el AT es hacer un contrato. Un contrato constituye así un instrumento útil
para el cambio.
Un contrato para cambiar es una meta específica que una persona decide alcanzar y un
plan cuidadosamente meditado para alcanzar tal meta. Es un compromiso de Adulto con
uno mismo y/o con otra persona para hacer un cambio. Generalmente, los contratos son
una movida para apartarse de los aspectos negativos de la propia vida y establecer más
aspectos positivos.
234
Tipos de contratos
Los contratos se hacen normalmente para resolver problemas. El problema que requiere
solución puede comprender un cambio de comportamiento, un cambio de actitud, o un
cambio en la salud física y mental.
Los contratos que implican un cambio de comportamiento podrían hacerse cuando
existen problemas como: mal carácter, pereza, alcoholismo o adicción a las drogas. La
gente puede decidir cambiar tales patrones de comportamiento y realizarlo empleando su
Adulto.
Los contratos que comprenden cambios de actitud pueden ser hechos, por ejemplo,
por personas que creen que son tan feas que no gustarán a nadie, o aquellas que se
sienten perdedores o en el nivel más abajo del pilar totémico, o estúpidos e incapaces de
tener éxito, o inseguros respecto de su masculinidad o feminidad.
Los contratos que comprenden a la salud pueden ser hechos por gente que fuma, o
que raras veces consulta a un médico cuando algo anda mal, o que dicen que necesitan
adelgazar (o engordar), pero que nunca lo hacen realmente.
Muchos contratos traslapan a cada una de las categorías nombradas. Al aprender a
hacer contratos, es mejor comenzar con algún cambio pequeño. Guadualmente se aprende
cómo hacer contratos más amplios, porque se estará construyendo sobre los propios
éxitos. Siempre es más fácil aprender a escalar montañas en una ladera que empezar con
el Monte Everest.
Metas y contratos
Mucha gente evita fijar metas por temor a fracasar. Sin embargo, los triunfadores apren-
den tanto de sus errores como de sus éxitos. Los triunfadores evitan el fracaso si
pueden, pero no evitan actuar por temor a que algo pueda fallar. Tal como los cientí-
ficos, que tienen muchos fracasos antes de que sus experimentos resulten, los escritores
tienen que reescribir muchas veces su material antes de que éste diga lo que ellos quie-
ren que diga. Cuando se aprende a bailar o a andar en bicicleta, o a coser una camisa o
a reparar un automóvil, los errores preceden a menudo a los éxitos. Esto es tan cierto
para los niños que aprenden a jugar como lo es para estudiantes que aprenden a pensar
y para gente de cualquier edad que aprende a vivir.
Fijar una meta es clave para vivir efectivamente, y existen muchas maneras de fijar
metas. Algunas personas hacen una lista de todas las cosas que desean y después las
enumeran de acuerdo con su importancia. El orden elegido depende de lo que valoran.
Otra gente elige una meta por día y se concentra en ella. Aun otras esperan por un
destello de inspiración, decidiendo entonces cómo lograrla. Su método puede ser singu-
larmente suyo y exitoso. Si tiene temor de fracasar, está relacionado probablemente
con un patrón de dependencia. Usted puede ser hipersensible a la aprobación o desa-
probación de otros.
235
Si es así, empiece a pensar en la crítica como retroinformación útil que usted puede
evaluar con su estado Adulto del yo y aceptar o rechazar. Concediendo que su Niño
puede desear la aceptación total de otros, y su Padre puede desear que sea cien por
ciento perfecto, es su Adulto quien se supone debe y puede ser el conductor de su perso-
nalidad. Siempre hay algo que aprender de cada crítica y su Adulto evaluará si los otros
están bien o mal.
Si usted se fija metas y establece contratos para alcanzar dichas metas, y si las metas
y los contratos son criticados, deténgase, cuente hasta diez y pregúntese: "Desearía saber
si hay alguna probabilidad de que esto pueda ser correcto". Piense en ello por algún
tiempo y luego pregúntese: "Desearía saber si hay alguna probabilidad de que este pueda
ser incorrecto". Puede que usted deba escuchar a sus propios pensamientos para dispo-
ner de más datos antes de decidir.
Una técnica corporal útil para descontaminación o cambio inmediato es la posición
de equilibrio del Adulto. Es empleada por gente que quiere pensar con claridad sobre
sus metas y contratos. Activa a su Adulto para que organice hechos y materiales desde
una posición objetiva, no desde una posición prejuiciada o subjetiva. La posición de
equilibrio del Adulto se toma sentándose derecho (no rígidamente) en una silla de res-
paldo vertical, con los pies apoyados en el suelo, los brazos y las manos sin cruzar,
sino colgando flojamente, o descansando de forma confortable, con el mentón paralelo
al piso. Es importante no inclinar la cabeza ni a derecha ni a izquierda y mirar directa-
mente adelante. Esta es una "posición de avanzar auténticamente" en la cual es casi
imposible sentirse confuso o negativo. Es una importante ayuda para pensar con clari-
dad. La gente tiene el derecho a respetar su propio pensamiento así como el pensa-
miento de los demás.
Cuando se formula un contrato, la gente debe escuchar con atención a las palabras que
utiliza. Muchas palabras y frases no señalan un compromiso para alcanzar sus metas.
"Quisiera cambiar", es una frase de no contrato. Nada sucederá. Una frase de con-
trato sería, "Voy a cambiar . . . " (nombrando algo específico).
"Creo que voy a . . . ", es una frase de no contrato. Una frase de contrato sería, "He
pensado en esto y voy a . . . ".
"Me gustaría explorar . . . ", es una frase de no contrato a menos que vaya seguida de
una especificación tal como, "Me gustaría explorar varias vocaciones, y lo haría de
esta forma
236
El segundo paso es el plan de acción. Para desarrollarlo, hágase la pregunta: "¿Qué
estoy dispuesto a hacer para alcanzar mi meta?" o "¿Qué necesitaré hacer? ¿Dónde?
¿Cuándo? ¿Cómo?"
El tercer paso comprende un plan de evaluación, utilizando las preguntas "¿Cómo lo
sabré cuando haya alcanzado mi meta?" "¿Cómo lo sabrá otra gente?"
El cuarto paso comprende la toma de conciencia de juegos, sea que se practican con
uno mismo o con los demás. Las preguntas a hacerse son: "¿Qué hago yo para sabotear-
me a mí mismo?" "¿Cómo me socavo a mí mismo?"
Mucha gente tiene metas pero no está decidida a dedicar el tiempo y esfuerzo nece-
sarios para alcanzarlas. Pregúntese: "¿Qué estoy dispuesto a hacer por mí?"
Contratos y descuentos
Algunas personas no llegan a ser los triunfadores que pudieran ser porque rebajan el
problema.17
1. No lo toman en serio.
2. Postulan que no es tan importante.
3. Postulan que no puede hacerse nada respecto a ello.
4. Postulan que ellos mismos no pueden hacer nada acerca de ello.
Por ejemplo, si se les da como tarea para la casa un proyecto, pueden no prestar
atención al encargo (no tomarlo en serio), o darse por vencidos ("Simplemente no
puedo hacerlo").
El rebajar la magnitud de los problemas es a menudo un hábito que viene desde muy
atrás. Tales hábitos no se cambian por anhelar o desear hacerlo, sino tomando decisio-
nes y actuando.
Estas cuatro palabras son importantes como técnica para reforzar un contrato: anhelar,
desear, decidir y actuar.
Cuando la gente sólo anhela una meta, sólo sueña despierta y no hace nada. Cuando
la gente desea alguna meta, hace tentativas para alcanzarla que pueden conducir a deci-
siones, pero que normalmente llevan a darse por vencido justamente antes del triunfo.
Cuando la gente decide finalmente acerca de alguna meta, hace planes para alcanzarla.
Estos planes son después cumplidos por etapas de acción.
Las personas que anhelan y que desean son como barcos a la deriva en el océano,
sin timón ni capitán. Los que toman una decisión son como barcos gobernados por un
capitán competente, que emplea el compás y se dirige a un punto de destino precisa-
mente señalado. Para alcanzar este destino, debe guiarse por un mapa.
237
Las personas que anhelan y desean emplean en exceso el estado Niño del yo, esperan-
do un Salvador o un Santa Claus. Los que toman decisión utilizan el Adulto y establecen
contratos para triunfar.
Ejercicios
Vuelva a leer los estudios de casos al comienzo de esta unidad (págs. 233 y 234) y con-
sidere las siguientes preguntas para cada caso:
• El estado del yo desde el cual la persona parece haber escrito solicitando consejos
es
• ¿Estimulan las palabras al auditor para hacer ciertas cosas o pensar de cierta
manera?
238
• ¿Se está haciendo algo para resolver el problema?
4 El usted de ahora
• Haga una lista de 20 palabras que le describan a usted en relación con su familia.
• Haga una lista de 20 palabras que le describan a usted en relación con su colegio.
• Haga una lista de 20 palabras que le describan a usted en relación con sus metas
personales.
• Después de que haya hecho su lista, ponga una T por Triunfador, NT por no-
triunfador y una P por perdedor después de cada una de las palabras. ¿Hay algo
que pueda usted hacer para mejorar las descripciones de no-triunfador o perde-
dor?
Investigación sugerida
• Nuevamente, haga una lista con sus respuestas tan rápidamente como pueda
durante dos minutos.
239
Ahora estudie sus listas, y después continúe su autointerrogatorio.
6. ¿Cuándo empiezo?
3 Contratos de triunfadores
• Luego pregúntese qué necesitaría hacer con su tiempo para llegar all í.
• Haga una lista de tres cosas específicas que usted podría cambiar.
• Ahora piense:
¿Qué anhelo? ¿Qué deseo? ¿Qué he decidido? ¿Qué haré respecto a ello?
240
29 Unificarlo todo
Las dos únicas razones para incluir la presente unidad son para permitirle que refuerce
sus contratos compartiéndolos con los demás y que disfrute de lo aprendido en AT.
Si ha decidido cambiar algún patrón, reúnase con alguien que también haya decidido
trabajar en algún problema.*
Infle unos globos. Si es posible, seleccione su color preferido. Con un plumón, escriba
en el globo algún sentimiento, actitud o hábito del cual le agradaría deshacerse. Cuando
todos estén listos, suelten los globos o reviéntenlos.
*S¡ no se ha decidido a hacer cambios, reúnase con alguien y discuta por qué no.
241
Seguidamente, infle otro globo y escriba en él algo que tenga importancia para usted
y sus metas —como un lema o un dicho, o un buen sentimiento.
Tal vez desee amarrar éste con una cuerda y sujetarlo durante un tiempo. Le ayudará
a continuar su conducta de triunfador.
Haga un dibujo como el que se indica más abajo y exprese sus opiniones, pensamientos,
y sentimientos sobre el análisis transaccional.
242
Referencias
Agradecimientos
243
índice de materias
245
egograma, 56-57 de culpabilidad, 138
Einstein, Albert, 5 de ira, 141
"el que se queda", 148 de temor, 138
eludir, patrón de, 190 doradas, 137, 140-141
ensayos, 209 falsificadas, 138
errores, 6-7 grises, 137, 139
estado A d u l t o del y o , 2 6 , 3 8 - 4 1 , 55 rojas, 137
caricias para, 126-127 verdes, 137
conflictos y, 61 estereotipos,
contratos con el, 234 culturales, 190
cuidado mediante el, 69 sexuales, 197-198
descontaminación del, 63 estímulo transaccional, 85-86
educación del, 63 estructuración del tiempo, 224-229
funcionamiento del, 126 Estúpido, juego, 148, 1 5 1 , 156
juegos y el, 177-178 evaluación, plan de, 237
poner al cargo el, 55, 59-63 exageración, 178-179
prejuicios del, 62 excusas, 6-8
usos del, 40-41,60-61 explotación, 227
estado Niño Adaptado, 47-48 expresión corporal, 85, 178
estado Niño del y o , 26-27, 45-48 ejercicios para, 36, 4 2 , 49
actividad y, 68 expresión facial, 107
caricias para el, 125-126
cuidado del, 66-70 familias, triunfadores y perdedores en,
incorporaciones al, 34-35 195-197
estado Niño Natural, 47 fantasía, 70
estado Padre Critico, 3 2 , 69, 74, 75, 77 figuras paternas, 15, 32
estado Padre del y o , 2 6 , 31-35, 55 conflictivas, 76
caricias para el, 126 estado Padre y, 26
conflicto dentro del, 76 estados del yo y, 2 6 , 32-33
cuidar con el, 68-69 hipercríticas, 75
desarrollo del, 32 hiperexigentes, 77-78
incorporaciones en el, 32-34 inconsecuentes, 75-76
negativo, 75 no comprometidas, 76-77
uso del, 34-35 prejuicios y, 62
estado Padre Nutricio, 3 2 , 68-69, 7 4 , 77 sobreprotectores, 75
estado Pequeño Profesor, 4 7 , 208 superorganizadas, 77
estados del y o , 17, 25-27, 53-54 flirteo, 45
amistad y los, 92-93 fracaso, 196-197,235
cambio entre los, 54-55 frases de contrato, 236-237
caricias y, 125-127
comunicación entre los, 34-35 gestos en mensajes, 107
constantes, 55 grupos,
contratos y, 234 estilos de trabajar de, 90-91
control de los, 54 étnicos, 189-191, 199
de figuras paternas, 2 6 , 32-33 nacionales, 189-191
posiciones psicológicas y, 120 raciales, 189-191
transacciones entre, 15-16, 85, 91-92,
9 8 , 107-110 Guardias y ladrones, juego, 156
estampillas, 136-142 guiones,
azules, 137 constructivos, 205, 206
blancas, 137 culturales, 186-191
246
de colonizadores, 188 interrupción de los, 176-179
de los judíos, 187 livianos, 168
de los negros, 187, 197 mensajes de, 107-108
de pioneros, 187-188 para desvalorizar a otros, 161 -165
de subculturas, 189-191 para ser desvalorizado, 154-158
destructivos, 205, 207 pasatiempos y, 226
étnicos, 189-191 perdedores y, 151
familiares, 194-195 Perseguidores en, 162, 178
individuales, 204-210 pesados, 168
refuerzo de comportamiento, 207 plan de, 172-173
y planes de vida, 206-207 reglas básicas de, 146-147
psicológicos, 186-191, 194-199,204- relaciones simbióticas en, 158
210,213-219 roles en, 146-147, 157, 169-170, 178
análisis de, 16 Salvadores en ,161-165, 178
definición de, 206 teoría de los, 145-151
estructuración del tiempo y, 228 transacciones cruzadas en, 178
roles en, 189,213-219 triunfadores y, 151
sin destino, 206-207 Víctimas en, 179
teatrales, 205-206 Juzgado, juego, 156
247
Niñez, de no estar bien ,116-120
colección de estampillas y, 136-138 negativas, 120
en el drama de la vida, 207-208 positivas, 120
juegos y, 147-148 sobre uno mismo, 117
identidad y, 136, 142 "tú estás bien", 118-119
ilusiones de la, 62 "tú no estás bien", 118-119
Niños, posiciones psicológicas de los, "yo estoy bien", 118-119
117-119 "yo no estoy bien", 118-119
¿No es espantoso?, juego, 157, 226 posturas corporales, 107-108
¿No es maravilloso?, juego, 226 prejuicios, 10, 62, 190
no triunfadores, 6-7 Príncipe Encantado, 215
nombres, 8-10 probabilidades, cálculo de, 69
noviazgo, 112 problemas, 14, 17
de cambiar, 54-55
obediencia, 48 descuento de, 184
"ondas", 111 estado Adulto y, 40
opciones, 61 solución de, 40-41, 235
otros, posiciones psicológicas respecto procesamiento de datos, 69, 77
de, 117-118 Prometeo, 216
"oveja negra", 196 Psiquiatra, juego, 173
punto débil, 171
Padres,
conflictivos, 76 rechazo, 150
hiperexigentes, 77 relaciones íntimas,
inconsecuentes, 75-76 desvalorizaciones en, 158
pasatiempos, 226 transacciones en, 93, 99-101
Pata de palo, juego, 157 respuestas transaccionales, 85-86
Pedro Picapiedra,214 restricción, 190
pensamiento, 55 retiro, 45, 48,163
en el estado Adulto, 39 estructuración del tiempo y, 225
perdedores, 4-10 retroal ¡mentación en forma de crítica,
en familias, 195-197 236
en juegos, 151 risa, en transacciones de horca, 109-110
guiones de, 207 rituales, 225-226
Perseguidores, 16,147 roles,
en juegos, 162,178 cambios, 171
personalidad, estructura de la, 24-27 diagramados, 170
planes de vida, 206 en juegos, 146-147, 157,169-170,
pluralismo, 191 178
Pobre Cerillera, 214 en guiones, 189,213-219
Pobre de m í, juego, 157-158 falsos, 147
¿Por qué me pasa esto siempre?, juego, femeninos, 198-199
157 ¡legítimos, 147
¿Por qué tú no . . . ?, juego, 164-165 masculinos, 127,197-198
posición de equilibrio del Adulto, 236 sexuales, 197-198
posiciones psicológicas, 116-120 Roosevelt, Eleanor, 4, 5
actitudes y, 119
básicas, 118-119 salud, contratos relacionados con la, 235
de estar bien, 116-120 Salvadores, 16, 147
de los niños, 117-118,120 en juegos, 161-165, 178
248
segregación, 190-191 en el matrimonio, 93
sentimientos, 10, 137-139 en la amistad, 92-93
" s h o c k " cultural, 196 en relaciones íntimas, 93
Sí, pero . . . Juego, 148-149,164 cruzadas, 8 5 , 8 6 , 97-102
Sísifo,217 en juegos, 178
Sólo trato de ayudarte, juego, 150, intencionadas, 99
164-165 rectificación de, 101
sorpresa, en transacciones cruzadas, 99 de horca, 109-110
Superhombre, 214 diagramas de, 85-86
Supermujer. 214 negativas, 85-86
superorganización, 77 oblicuas, 86
relacionadas con el trabajo, 91-92
Te cogí ahora, juego, 163 ulteriores, 85-86, 106-112
temor, fantasía y, 70 camisetas deportivas y, 110-111
temas, 189,213-219 en el matrimonio, 112
de después, 217 en juegos, 149-150
de esperar, 218 en la amistad, 111
de no triunfadores, 216 triunfadores, 4-10
de perdedores, 216 contratos de, 233-237
de tener esperanza, 218 en familias, 195,196-197
de tratar, 218-219 en juegos, 151
de triunfadores, 216 estado A d u l t o y, 39
repetitivos, 217 estados del yo y, 53-54
teoría transaccional, 84-86 guiones para, 206
tiempo, necesidad de caricias de, 129
malgastado, 179 truco, 171
estructuración del, 224-229
t i m o , 171 valores, clarificación de, 54
tradiciones, vestimenta, 108
familiares, 195-196 Violación, juego, 150-151
en guiones, 187-189 Víctimas, 16, 147
transacciones, 84-86, 90-93, 97-102, en juegos, 178
106-112 juegos de, 155-158
complementarias, 8 5 , 9 0 - 9 3 voz, tono de, en transacciones ulteriores,
caricias en, 127 85,107,108
clases de, 91
cruzamiento de, 101 Zeus, 215
249
Esta obra se terminó de imprimir el mes de febrero de
1978. Fue impresa por L I T O G R A F I C A INGRA-
MEX, S.A., Centeno 162 y encuadernada
por EDICIONES PEGASO, S.A.,
México 13, D.F.