Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
13
Lección
02
La bendición prevalece
sobre la hostilidad
La historia de la redención, pág. 150.
1
Estos son los nombres de los hijos
1
de Israel que entraron en Egipto con
Jacob; cada uno entró con su familia:
Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar,
Zabulón, Benjamín, Dan, Neftalí, Gad
y Aser. Todas las personas que le
nacieron a Jacob fueron setenta. Y
José estaba en Egipto.
El rey de Egipto no cobró impuestos
ni al padre de José ni a sus
hermanos, y a éste se le concedió el
privilegio de proporcionarles una
generosa provisión de alimentos. El
rey decía a sus gobernadores: ‘¿No
estamos acaso en deuda con el Dios
de José, y con él mismo, por esta
generosa provisión de alimentos?
¿Acaso no se debe a su sabiduría el
hecho de que gocemos de tanta
abundancia? ¡Mientras otros países
perecen, nosotros tenemos
bastante! Su administración ha
enriquecido grandemente al reino.
Éxodo 1:22; La historia de la redención, pág. 108, Patriarcas y profetas, pág. 247
7
Y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte,
7 con brazo extendido, con grande espanto, y con
señales y con milagros.
Y sacaste a tu pueblo Israel de la tierra de Egipto
con señales y portentos, con mano fuerte y brazo
extendido, y con terror grande.
Los egipcios se enteraron de las expectativas de
liberación de los hijos de Israel, se burlaron de
ellas y se referían irónicamente al poder de su
Dios. Señalaban la situación de los israelitas, que
eran sólo una nación de esclavos, y
burlonamente les decían: ‘Si vuestro Dios es tan
misericordioso, y si es más poderoso que los
dioses egipcios, ¿por qué no los libra? ¿Por qué
no manifiesta su grandeza, y por qué su poder
LA HOSTILIDAD DERROTADA
no los exalta?.
Este era su propósito cuando libró a Israel de
Egipto. Moisés, frente a la zarza que ardía,
recibió de Dios este mensaje para el rey de
Egipto: ‘Deja ir a mi pueblo, para que me sirva en
el desierto’ (Éxodo 7:16). Dios sacó a la hueste
hebrea de la tierra de servidumbre con mano
poderosa y brazo extendido. La liberación que
obró a favor de ellos fue maravillosa, al castigar
con la destrucción total a sus enemigos que se
negaban a escuchar su Palabra.
Deuteronomio 26:8, Jeremías 32:21; La historia de la redención, pág. 116, Testimonios para la iglesia, tomo 6, pág. 18