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Capitulo I, Generalidades y Biotopo PDF
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ECOLOGIA
Para alumnos de Pregrado
Presenta contenidos de la Ecología Tradicional; nuevos
enfoques de la Ecología y el Medioambiente. Estructura del
ecosistema y las interacciones entre los seres bióticos y los
factores abióticos; la dinámica, las propiedades y
características de las poblaciones. Los Recursos Naturales y
las Eco regiones naturales del Perú. Estrategias para la
conservación de los recursos naturales. La contaminación,
agentes contaminantes, formas de contaminación;
problemas generados por la contaminación. Normatividad y
gestión internacional sobre la contaminación y la
conservación del medioambiente.
El uso del término ecología comenzó durante la segunda mitad del siglo XIX. Henry Thoreau lo
empleó durante 1858 en sus cartas, pero no lo definió, mientras Ernst Haeckel conceptuó en
1869 a la ecología como el total de relaciones de los animales con sus medios ambientes
orgánico e inorgánico. Son cuatro las disciplinas biológicas vinculadas estrechamente con la
ecología (genética, evolución, fisiología y conducta), de esta manera su definición es más
limitante.
La ecología (del griego «οίκος» oikos="casa", y «λóγος» logos=" conocimiento") es la ciencia que
estudia a los seres vivos, su ambiente, la distribución, abundancia y cómo esas propiedades son
afectadas por la interacción entre los organismos y su ambiente: «la biología de los ecosistemas»
(Margalef, 1998, p. 2). En el ambiente se incluyen las propiedades físicas que pueden ser
descritas como la suma de factores abióticos locales, como el clima y la geología, y los demás
organismos que comparten ese hábitat (factores bióticos).
La visión integradora de la ecología plantea que es el estudio científico de los procesos que
influencian la distribución y abundancia de los organismos, así como las interacciones entre los
organismos y la transformación de los flujos de energía y material .
Ecólogos célebres
Margalef, Ramón
González Bernáldez, Fernando
Odum, Eugene P.
Miguel Ángel de Quevedo. Fig. 01: El célebre Naturalista Ernst Haeckel.
La Ecología utiliza a la física porque todos los procesos bióticos tienen que ver con la
transferencia de energía, desde los productores, que aprovechan la energía lumínica para
producir compuestos orgánicos complejos, hasta las bacterias, que obtienen energía química
mediante la desintegración de las estructuras moleculares de otros organismos.
La Química se usa en Ecología porque todos los procesos metabólicos y fisiológicos de los
biosistemas dependen de reacciones químicas. Además, los seres vivientes hacen uso de las
sustancias químicas que se encuentran en el entorno.
Las Matemáticas son imprescindibles para la Ecología, por ejemplo, para el cálculo, la
estadística, las proyecciones y extrapolaciones cuando los ecólogos tratan con información
específica acerca del número y la distribución de las especies, la evaluación de la biomasa, el
crecimiento demográfico, la extensión de las comunidades y la biodiversidad.
Hay muchas más disciplinas relacionadas con la Ecología; sin embargo, solamente se está
mencionando, a las disciplinas más estrechamente relacionadas con la Ecología.
La Biogeografía, es la ciencia que estudia la distribución de los seres vivos sobre la Tierra,
así como los procesos que la han originado, que la modifican y que la pueden hacer
desaparecer. Es una ciencia interdisciplinaria, de manera que aunque formalmente es una
rama de la Geografía, recibiendo parte de sus fundamentos de especialidades como la
Climatología y otras Ciencias de la Tierra, es a la vez parte de la Biología. La superficie de
la Tierra no es uniforme, ni en toda ella existen las mismas características. El espacio
isotrópico que utilizan, o suponen, los esquemas teóricos de localización es tan solo una
construcción matemática del espacio.
La ecología del paisaje, es una disciplina a caballo entre la geografía física orientada
regionalmente y la biología. Estudia los paisajes naturales prestando especial atención a
los grupos humanos como agentes transformadores de la dinámica físico-ecológica de
éstos. Ha recibido aportes tanto de la geografía física como de la biología, ya que si bien
la geografía aporta las visiones estructurales del paisaje (el estudio de la estructura
horizontal o del mosaico de sub-ecosistemas que conforman el paisaje), la biología nos
aportará la visión funcional del paisaje (las relaciones verticales de materia y energía). Este
concepto comienza en 1898, con el geógrafo, padre de la pedología rusa, Vasily Vasilievich
Dokuchaev y fue más tarde continuado por el geógrafo alemán Carl Troll. Es una disciplina
muy relacionada con otras áreas como la Geoquímica, la Geobotánica, las Ciencias
Forestales o la Pedología.
La ecología regional, es una disciplina que estudia los procesos ecosistémicos como el
flujo de energía, el ciclo de la materia o la producción de gases de invernadero a escala de
paisaje regional o bioma. Considera que existen grandes regiones que funcionan como un
único ecosistema.
La agronomía, pesquería y en general, toda disciplina que tenga relación con la explotación
o conservación de recursos naturales, en especial seres vivos, tienen la misma relación
con, la ecología que gran parte de las ingenierías con la matemática, la física o la química.
Método que emplea la Ecología. La ecología al igual que otras disciplinas utiliza el método
científico, cuyo esquema general es el siguiente. Para explicar un poco mejor este esquema
utilizaremos el siguiente ejemplo:
Los procesos ecológicos ocurren a escalas espaciales y temporales. Uno de los retos a los cuales
se enfrenta un ecólogo es identificar la escala temporal y espacial en la cual se llevan a cabo
los fenómenos de su interés. Para ilustrar este concepto se considerarán algunos ejemplos: Si
se desea estudiar el crecimiento poblacional de un grupo de orugas que viven en los árboles y
no tienen la capacidad de volar, la escala espacial de este evento sería el árbol y no el bosque.
Si más bien deseáramos saber en cuánto tiempo florece y quien poliniza las flores de una
especie de planta cualquiera, la escala temporal puede variar de unos pocos meses hasta años.
Por el contrario, si el fenómeno de interés es el cambio climático global, la escala espacial sería
la tierra y la temporal podría ser hasta un siglo.
La ecología es la rama de la Biología que estudia las interacciones de los seres vivos con su
hábitat. Esto incluye factores abióticos, como condiciones ambientales (climatológicas,
edáficas, etc.); pero también incluye factores bióticos, tales como condiciones derivadas de las
relaciones que se establecen entre seres vivos. Otras ramas se ocupan de niveles de
organización inferiores (la bioquímica, la biología molecular, la biología celular la histología y la
fisiología hasta la sistemática). La Ecología se ocupa del nivel superior a éstas, como las
poblaciones, las comunidades, los ecosistemas y la biósfera.
Los diferentes niveles de organización del espectro biológico (Fig. 02), han sido considerados
por Odun (1971) como sistemas biológicos. Cuando los componentes bióticos (organismos) y
los componentes abióticos interactúan entre sí, a través de un intercambio de materia y energía,
se produce un sistema biológico funcional. Cada uno de los componentes bióticos representa
un nivel de organización con características propias y funciones propias. Cada nivel es un
sistema diferente con complejidades e interacciones que no se pueden predecir a través del
conocimiento de otro nivel. Los ecólogos tratan especialmente los sistemas: individual,
poblacional, comunidad, el ecosistemas y la biosfera como niveles de jerarquía.
Fig. 04: La Ecología tiene como Objeto de Estudio los niveles de jerarquía, los cuales incluyen: Individuo,
población, comunidad y ecosistema.
2. Segundo Nivel: La población. Una especie es una población o un grupo de poblaciones que
están aisladas genéticamente de otras especies. Aunque en ecología no se incluye el nivel
de jerarquía de especie, si es necesario estudiar las especies, para entender la evolución
de los ecosistemas a largo plazo.
Fig. 07: Cuando las Poblaciones de animales interactúan con las poblaciones de plantas en un
espacio y tiempo determinado, hablamos de una Comunidad.
Un principio central de la ecología es que cada organismo vivo tiene una relación
permanente y continua con todos los demás elementos que componen su entorno. La
suma total de la interacción de los organismos vivos (la biocenosis) y su medio no viviente
(biotopo) es una zona que se denomina ECOSISTEMA. Los estudios de los ecosistemas por
lo general se centran en la circulación de la energía y la materia a través del sistema.
Casi todos los ecosistemas funcionan con energía del sol capturada por los productores
primarios mediante la fotosíntesis. Esta energía fluye a través de la cadena alimentaria a
los consumidores primarios (herbívoros que digieren plantas), y los consumidores
secundarios y terciarios (sean carnívoros u omnívoros). La energía se pierde de los
organismos vivos, cuando éstos lo utilizan para hacer su trabajo, y se pierde en forma de
“calor residual”.
La materia es incorporada a los organismos vivos por los productores primarios. Las
plantas foto sintetizadoras fijan el carbono a partir del dióxido de carbono y del nitrógeno
de la atmósfera o nitratos presentes en el suelo para producir aminoácidos. Gran parte de
los contenidos de carbono y nitrógeno en los ecosistemas es creado por las instalaciones
de ese tipo, y luego se consume por los consumidores secundarios y terciarios y se
incorporan en sí mismos. Los nutrientes son generalmente devueltos a los ecosistemas a
través de la descomposición. Todo el movimiento de los productos químicos en un
ecosistema que se denomina un ciclo biogeoquímico, e incluye el ciclo del Carbono y del
Nitrógeno.
Los ecosistemas de cualquier tamaño se pueden estudiar, por ejemplo, una roca y la vida
de las plantas que crecen en ella pueden ser consideradas un ECOSISTEMA. Esta roca
puede estar dentro de un llano, con muchas de estas rocas, hierbas pequeñas, y animales
que pastorean, también es un ecosistema. Este puede ser simple en la tundra, que
también es un ecosistema (aunque una vez que son de este tamaño, por lo general se
denomina Ecozona o Bioma). De hecho, toda la superficie terrestre de la tierra, toda la
materia que o compone, el aire que está directamente encima de éste, y todos los
organismos vivos dentro de ella puede ser considerado como uno solo, gran ecosistema.
Todos los ecosistemas se pueden dividir en los ecosistemas terrestres (incluido los
ecosistemas de bosques, estepas, sabanas, etc.), los ecosistemas de agua dulce,
estanques y ríos), y los ecosistemas marinos, en función del biotopo dominante.
Equilibrio del ecosistema. Generalmente los ecosistemas están en equilibrio, es decir, los
organismos que los componen tienen las mismas posibilidades de sobrevivir y
desarrollarse; pero, cuando alguno de los factores que componen el ecosistema se
modifica, altera su equilibrio, ya que impide la sobrevivencia de los factores bióticos. En
ocasiones, las personas alteran los ecosistemas para obtener los recursos que necesitan
para alimentarse, vestirse o hacer su vivienda; y cuando esto sucede, el ecosistema pierde
el equilibrio y disminuyen las posibilidades de sobrevivir de los seres que allí habitan.
Por esta razón es importante utilizar los recursos naturales de manera racional y
controlada, con el fin de mantener el equilibrio de los ecosistemas del planeta; es por ello,
que todas las personas están llamadas a proteger y cuidar su medioambiente, para que
todos los organismos puedan existir en su medio natural de manera adecuada.
Importancia del ecosistema. El planeta tierra presenta diversos tipos de ecosistemas que
son el resultado de la combinación por un lado de las condiciones geográficas con las
condiciones de vida silvestre específicas para ese hábitat. Esto quiere decir, que cada
ecosistema presenta sus propios rasgos y por ello a un ecosistema se le caracteriza por
suelos húmedos, alto porcentaje de precipitaciones y humedad, temperaturas cálidas,
corresponderá una vegetación abundante y una diversa y colorida fauna.
Del mismo modo, a los ecosistemas con suelos áridos, baja cantidad de precipitaciones,
clima seco y temperaturas altas corresponderá una vegetación baja y escasa como
también un tipo específico de fauna adaptada a esas condiciones y no a otras. Cabe
destacar, que es importante tener en cuenta que la relevancia del ecosistema como noción
amplia está directamente relacionada con la de vida, ya que el avance desmesurado del
ser humano sobre los diferentes ecosistemas ha producido alteraciones geográficas,
terrestres y climáticas que afectan no solo a la flora y a la fauna específica del lugar, sino
también al mismo ser humano puesto que las condiciones del clima (temperaturas
alteradas, precipitaciones abundantes o sequías profundas, tomados entre otros) son
consecuencia directa de su acción.
Biomas. Los ecosistemas no están aislados unos de otros, sino interrelacionados; por ejemplo,
el agua puede circular entre los ecosistemas por medio de un río o corriente oceánica. El agua
en sí, como un medio líquido, incluso define los ecosistemas. Algunas especies, como el salmón
o la anguila de agua dulce se mueven entre los sistemas marinos y de agua dulce. Estas
relaciones entre los ecosistemas conducen a la idea de “bioma”. Un bioma es una formación
homogénea ecológica que existe en una amplia región, como la tundra y las estepas. La biósfera
comprende la totalidad de los biomas de la tierra –la totalidad de los lugares donde la vida es
posible- desde las montañas más altas a las profundidades oceánicas.
El término bioma fue propuesto por el ecólogo vegetal Clements, en 1916, para referirse a una
gran comunidad biótica con un tipo dominante de vegetación, adaptada a condiciones
relativamente uniformes de clima, suelo y agua en una región. Un enfoque integral incorpora a
este concepto el ambiente físico-químico de la comunidad.
Los biomas están bastante bien distribuidos a lo largo de las subdivisiones de las latitudes,
desde el ecuador hacia los polos, con las diferencias basadas en el entorno físico (por ejemplo,
los océanos o cordilleras) y el clima. Su variación está generalmente relacionada con la
distribución de las especies de acuerdo a su capacidad para tolerar la temperatura, la sequedad,
o ambos a la vez. Por ejemplo, se pueden encontrar algas fotosintéticas solo en la parte
luminosa de los océanos (donde penetra la luz), mientras que las coníferas se encuentran
principalmente en las montañas.
Un bioma es una categoría, no un lugar. Esto quiere decir que cuando se habla de un bioma
específico, por ejemplo selva tropical, no se habla de una región en particular, sino de todas las
selvas tropicales del planeta. Debido a que las condiciones climáticas no son uniformes,
tampoco lo son los biomas terrestres. Estos biomas se clasifican por el tipo de vegetación
predominante que presentan. Esta vegetación depende fundamentalmente de dos elementos
del clima: temperatura y precipitación, determinando los siguientes biomas terrestres, (Fig. 09):
Fig.10: Ilustración de los Biomas del Mundo: Tundra, Desierto, Taiga, Selva Tropical, Chaparral, Arrecifes de
coral, Pastizales, Sabanas, Bosques Templados, Humedales.
1. Tundra. Se Cree que la tundra es el más joven de todos los biomas del mundo, formándose
solo hace 10, 000 años. Aproximadamente el 20% de la superficie terrestre entra en esta
categoría. El verano en este bioma es corto y leve, la mayoría no lo ven como temporada
de verano. La temperatura media anual es de -70°F. Las plantas predominantes son
musgos y líquenes, herbazales. Los animales más abundantes son osos polares, zorros
árticos, lobos y caribús. Se ubica en el hemisferio Norte: Alaska, al norte de Canadá y Rusia.
Fig. 11: La Tundra se Ubica entre los hielos perpetuos y los bosques de coníferas.
Se podría penzar que está bioma está libre de las personas, pero no es as. De hecho,
muchas personas continúan moviéndose en estos lugares con el fin de conseguir trabajo
en las plataformas petroleras y en las minas.
2. Desierto. El desierto es un bioma extremadamente caliente y seco, se encuentran en las
latitudes bajas, entre el trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio. Ocurren vientos
suaves a menudo, que evaporan cualquier tipo de humedad que normalmente puede
desarrollarse. El calor es seco y hace que sea difícil para muchos tipos de plantas o
animales poder sobrevivir en estos biomas. Aproximadamente el 20% de la Tierra entra en
esta categoría.
Fig. 12: El bioma del desierto se ubica en: América del Norte y del Sur, África, Asia y Australia.
.
El clima del desierto es de 32 °F por la noche y 113 °F en el día. Las plantas
predominantes son los cactus, arbustos, Cardón, Árbol de camello y saguaro. Los animales
más abundantes son las serpientes, lagartos, tarántulas, dingos, puercoespines y coyotes.
Fig. 13: Gato del desierto. Fig. 14: Diablo espinoso del desierto
El bioma del desierto posee dos extremos que lo hacen extremadamente difícil para que
pueda desarrollarse la vida; primero, es extremadamente caliente y segundo,
extremadamente seco. La mayoría de las personas no se dan cuenta, sin embargo, que
pueden llegar a ser muy fríos cuando se pone el sol. Esto se debe a que existen muy pocos
árboles u otros elementos que pueden retener el calor. Los cambios en las temperaturas
pueden ser muy duros para el ser humano.
Muy escasas son las plantas del desierto y de igual forma los animales. Estos son muy
pequeños y el agua lo toma de sus presas que capturan y devoran. Sin embargo, se puede
citar a: son abundantes las hormigas, tarántulas (muy peligrosas), roedores y musarañas;
reptiles (serpiente de cascabel, camaleón y lagartijas, todos ellos muy especializados).
Existen algunos predadores mayores como el gato montés, el puma y dingos. También
algunas especies de ciervos.
3. La Taigá.
El fuego es muy común en la sabana en varios momentos del año, sin embargo, las plantas
y los animales son adaptables a dichas condiciones ambientales adversas. Los animales
grandes de este bioma incluyen a los leones, leopardos, canguros, ciervos, cebras, ñus,
etc; existiendo entre ellos una intense interacción entre presas y depredadores.
La gente de África que vive en la sabana, a menudo trata de criar ganado y cabras, se
basan en las hierbas que son frecuentes, para el alimento de tales animales, y a menudo
pierden algunos de sus animales por ataque de los depredadores del bioma. Para evitarlo,
los nativos instalan trampas y también los cazan con armas de fuego. A pesar de ello, estos
grandes gatos son peligrosos y en muchas ocasiones causan ataques a los humanos que
se aprestan a perseguirlos para ahuyentarlos o capturarlos; y evitar los daños en sus
rebaños.
El bioma de Bosque Templado Caducifolio es un área fresca y lluviosa la mayor parte del
tiempo. En el otoño las hojas de los árboles se caen, y en la primavera siguiente surgen de
nuevo. Durante los meses de verano la temperatura puede oscilar entre 75 y 86 °F, y en
promedio la temperatura es de 50 °F. Las precipitaciones promedio son de 30 a 60
pulgadas por año. La humedad relativa se extiende entre 60 y 80%, todo el tiempo.
Muchas aves y otros animales migran de estas zonas durante los meses de invierno, otros
animales en los bosques templados son hibernantes, saliendo a inicios de la primavera,
cuando la comida es abundante. Las ardillas, almacenan abundantes nueces para el
invierno próximo, las mismas que se conservan bien debido a las bajas temperaturas.
Muchos tipos de árboles como el arce, roble, abetos y piceas son muy altos. Por ejemplo,
la Sequoia, puede medir hasta 275 metros de altura y 95 pies de circunferencia.
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7. Bosques Tropicales.
Una selva tropical o bosque tropical es muy densa y muy húmeda todo el tiempo; de hecho,
es típico que llueva diariamente, aunque la cantidad de lluvia al día, puede variar. La
ubicación de la selva tropical es alrededor del ecuador, se encuentra principalmente en el
Trópico de Capricornio y el Trópico d Cáncer. Se encuentran en Australia, Sudeste de Asia,
al Sur de la India y América del Sur.
Los mamíferos como los monos, murciélagos, zarigüeyas, canguros, otorongo y los
roedores gigantes como el ronsoco y los tapires sudamericanos. Entre los reptiles destacan
las serpientes gigantescas como la anaconda y los lagartos blanco y negro; ni hablar de
los anfibios, son los más diversos del mundo. Entre las aves destacan los tucanes y los
loros (guacamayos), el “águila arpía” la más grande ave depredadora voladora, se
encuentra en las selvas tropicales del Centro y Sudamérica.
En cuanto a plantas existe diversidad de especies desde hierbas hasta los grandes árboles
como la caoba, la moena, capirona, etc. Los árboles altos tejen sus ramajes unos con otros
formado un dosel frondoso que impide el paso de la luz solar hacia el sotobosque;
generando una gran humedad y los suelos casi siempre inundados por el agua; determina
un clima muy particular en estos biomas de bosques tropicales o selvas tropicales.
Fig. 20: El otorongo Panthera onca, depredador de la amazonía. Fig. 21: Eunectes murinus “gran anaconda”.
El ambiente es el mundo exterior que rodea a todo ser viviente y le determina su existencia.
Todos los seres vivos, incluido los humanos, son parte del ambiente y lo necesitan para vivir. Al
ambiente también se le suele llamar entorno o naturaleza.
La influencia del ambiente sobre los seres vivos es la suma de todos y cada uno de los factores
ambientales. Estos factores determinan las adaptaciones, la gran diversidad de especies de
plantas y animales, y la distribución de los seres vivos sobre la tierra.
Los factores ambientales se clasifican en abióticos o no vivos y los bióticos o seres vivos
FACTORES ABIÓTICOS. Todos los factores físicos y químicos del ambiente son llamados factores
abióticos (a=”sin”, bio=”vida”). Los factores abióticos más conspicuos o más notables, son: las
precipitaciones pluviales (lluvias y nevadas) y la temperatura. Todos sabemos que estos factores
varían mucho de un lugar a otro, pero las variaciones pueden ser aún, mucho más importantes,
de lo que normalmente reconocemos u observamos.
Estos factores abióticos, por sus características, se consideran en tres grupos:
Los factores sidéricos; son las características de la tierra, del sol, de la luna, de los
cometas, de los planetas y las estrellas, que tienen importancia para los seres vivos.
Luz (energía solar). Del total de la energía solar que llega a la Tierra (1,94 calorías
por centímetro cuadrado por minuto), casi 0,582 calorías son reflejadas hacia el
espacio por el polvo y las nubes de la atmósfera terrestre, 0,388 calorías son
absorbidas por las capas atmosféricas, y 0,97 calorías llegan a la superficie terrestre.
Fig.23: La fotosíntesis, mecanismo por el cual las plantas transforman la energía luminosa en energía
química.
Además de esta valiosa función, la luz regula los ritmos biológicos de la mayor parte
de la especies. La luz visible no es la única forma de energía que nos llega desde el
Sol. El Sol nos envía varios tipos de energía, desde ondas de radio hasta rayos
gamma. La luz ultravioleta(UV) y la radiación infrarroja (calor) se encuentran entre
estas formas de radiación solar. Ambas son factores ecológicos muy valiosos para la
vida. Muchos insectos usan la luz ultravioleta para diferenciar una flor de otra. Los
humanos no podemos percibir la radiación UV. Actúan también limitando ciertas
reacciones bioquímicas que podrían ser perniciosas para los seres vivos; aniquilan
patógenos, y pueden producir mutaciones favorables y/o desfavorables en todas las
formas de vida.
Temperatura. Además del calor proveniente del exterior, por las radiaciones
infrarrojas del Sol, los animales poseen calor propio, proveniente de los procesos de
transformación u oxidación de los alimentos.
FACTORES BIOTICOS. Un ecosistema siempre involucra a más de una especie vegetal que
interactúa con factores abióticos. Invariablemente la comunidad vegetal está compuesta por un
número de especies que pueden competir unas con otras, pero que también pueden ser de
ayuda mutua. Pero, también existen otros organismos, en la comunidad vegetal: animales,
hongos, bacterias y otros microorganismos. Así, que cada especie no solamente interactúa con
los factores abióticos, sino que, está constantemente interactuando igualmente con otras
especies para conseguir alimento, cobijo u otros beneficios mientras que compite con otras (e
incluso pueden ser comidas). Todas las interacciones con otras especies se clasifican como
factores bióticos; algunos factores bióticos son positivos, otros son negativos y algunos son
neutros.
Las plantas, son muy diversas y deben existir por lo menos unas 300, 000 especies entre
los diferentes portes o formaciones (pastizales, arbustos y bosques). La gran mayoría de
ellas son verdes, por la presencia de la clorofila; sustancia fundamental para la realización
del proceso químico de producir materia orgánica (carbohidratos) a partir de sustancias
meramente inorgánicas, como son el agua y el anhídrido carbónico (CO 2) y tomando la luz
solar como energía radiante.
Los animales, se alimentan de materia orgánica producida por las plantas (productores
fotosintéticos), constituyendo el grupo de consumidores primarios o herbívoros, por
ejemplo el conejo, el venado, la ardilla, etc; estos a su vez, son consumidos por otros
animales, o consumidores secundarios los carnívoros, por ejemplo: arañas, gatos, zorros,
hienas, etc. Se estima que en el mundo deben existir un promedio de 30 millones de
especies, siendo los más abundantes los invertebrados, como los insectos.
Los microorganismos, son organismos muy pequeños, comúnmente llamados “microbios”,
visibles solamente a través del microscopio; entre ellos se tiene a las bacterias, los virus,
los hongos; estos, toman la energía de los organismos en descomposición, devolviendo
finalmente, los restos desintegrados al suelo.
Cada especie tiene una curva característica de variación del tamaño poblacional para cada
factor limitante de su ambiente. En las zonas de intolerancia los individuos no pueden sobrevivir.
En las zonas de estrés fisiológico, algunos individuos son capaces de sobrevivir, pero la
población no puede crecer. En la franja óptima, la población puede prosperar.
Los ecólogos dividen frecuentemente a los factores que influyen en el crecimiento de una
población en factores dependientes e independientes de la densidad. Los factores que provocan
cambios en la tasa de natalidad o en la tasa de mortalidad a medida que cambia la densidad
de población, se llaman densodependientes.
Para cada factor estudiado, los resultados siguen el mismo patrón general: hay un óptimo, que
permite el máximo crecimiento, un rango de tolerancia fuera del agua hay un crecimiento menos
vigoroso, y límites por debajo o por encima de los cuales la planta no puede sobrevivir.
Fig. 25: Ilustración de los límites de tolerancia de los organismos a los factores limitantes.
Desde luego, no todas las especies han sido examinadas para todos los factores; sin embargo,
la consistencia de tales observaciones nos lleva a la conclusión de que éste es un principio
biológico fundamental. Entonces, se puede generalizar, diciendo que cada especie tiene: 1) un
óptimo, 2) un rango de tolerancia, y 3) un límite de tolerancia con respecto a cada factor.
En 1840 Liebig, (Químico agrónomo alemán) precursor del estudio de los diversos factores sobre
el desarrollo de las plantas, observó que el rendimiento de los cultivos a menudo era limitado,
no por los elementos nutritivos empleados en grandes cantidades sino por algún nutriente, por
ejemplo, el boro que sólo era requerido en cantidades pequeñas; como consecuencia formuló
la "Ley del mínimo”, la cual establece que "el crecimiento de un vegetal depende del nutriente
que retiene en menor cantidad". En otras palabras, la producción total de biomasa de cualquier
organismo está determinada por el nutriente cuya concentración sea la mínima, en relación con
lo que requiere el organismo.
La idea de que un organismo no es más fuerte que el eslabón más débil en su cadena ecológica
de requerimientos fue expresada claramente por Justus Liebig en 1840. Liebig fue uno de los
pioneros en el estudio del efecto de diversos factores sobre el crecimiento de las plantas.
Descubrió, como saben los agricultores en la actualidad, que el rendimiento de las plantas suele
ser limitado no sólo por los nutrientes necesarios en grandes cantidades, como el dióxido de
carbono y el agua, que suelen abundar en el medio, sino por algunas materias primas como el
cinc, por ejemplo, que se necesitan en cantidades diminutas pero escasean en el suelo. La
afirmación de Liebig de que "el crecimiento de una planta depende de los nutrientes disponibles
sólo en cantidades mínimas" se conoce como "ley" del mínimo.
Las comunidades de organismos no se adaptan a las condiciones medias de sus hábitats, sino
a las condiciones mínimas para el mantenimiento de la vida. El crecimiento está limitado no
tanto por la abundancia de todos los factores necesarios como por la disponibilidad mínima de
cualquiera de ellos.
La Ley del Mínimo fue reenunciada por Bartholomew (1958) para que fuese aplicable al
problema de la distribución de especies y que tuviera en cuenta los límites de tolerancia de la
manera siguiente: La distribución de una especie estará controlada por el factor ambiental para
el que el organismo tiene un rango de adaptabilidad o control más estrecho.
Fig. 26: El elemento menos disponible (en este caso el potasio=K, limita la producción.
La ley del mínimo, de Liebig, establece que “el nutriente que se encuentra menos disponible es
el que limita la producción, aun cuando los demás estén en cantidades suficientes”.
Es importante enfatizar que tanto demasiado como demasiado poco de cualquier factor abiótico
simple puede limitar o prevenir el crecimiento a pesar de que los demás factores se encuentren
en, o cerca de, el óptimo. Esta modificación de la ley del mínimo se conoce como la Ley de los
Factores Limitantes. El factor que esté limitando el crecimiento (o cualquier otra respuesta) de
un organismo se conoce como el factor limitante.
Con respecto a las plantas, el factor abiótico que con mayor frecuencia es limitante en los
ecosistemas terrestres naturales es el agua. El agua es el principal factor de definición de los
principales biomas en bosques, pastizales y desiertos. Esto ocurre de la manera siguiente: La
cantidad óptima de lluvia para muchas especies de árboles es de alrededor de 150 cm por año;
ellos alcanzan su límite (inferior) de tolerancia alrededor de 75 cm por año. Los pastos
(gramíneas) tienen un límite inferior para el agua mucho menor, alrededor de 25 cm por año,
pero hay especies de cactus y otras plantas especializadas que pueden sobrevivir con tan poco
como 5 a 10 cm por año. A consecuencias de ello, los ecosistemas naturales de regiones con
pluviometrías superiores a 100 cm por año son típicamente bosques. Las regiones con 25 a 75
cm de lluvia son típicamente pastizales (sabanas), y las regiones con menos de 25 cm de lluvia
presentan una vegetación esparcida con especies como cactus, artemisas y similares. Tales
áreas son reconocidas como desiertos. Como es de esperarse, en los valores intermedios de
lluvia, los bosques penetran en los pastizales y estos, a su vez, en los desiertos.
También la temperatura juega un papel en limitar las principales comunidades de plantas. Sin
embargo, excepto en el frío extremo (que origina la tundra o hielo permanente), el efecto de la
temperatura se superpone al de la pluviometría. Esto es, el bosque se encuentra donde se
presenta una precipitación anual de 100 cm o más, pero la temperatura determinará la clase
de bosque. Los abetos y píceas son lo que pueden enfrentar mejor los inviernos severos y las
cortas estaciones de crecimiento que se encuentran en las regiones nórdicas y/o altas
elevaciones. Los árboles deciduos, que se desprenden de sus hojas y entran en un período de
letargo, también resisten bien las temperaturas invernales bajo cero, pero ellos requieren de
una estación de crecimiento más prolongada. Por lo tanto, las especies deciduas de árboles
predominan en latitudes más templadas donde es adecuada la precipitación. Finalmente, en los
bosques tropicales predominan los árboles de hoja ancha y siempre verdes debido a que estas
especies, que no toleran temperaturas de congelamiento, son más exitosas donde exista una
estación continua de crecimiento. Igualmente, un desierto caliente tiene especies diferentes a
las encontradas en un desierto frío, pero las áreas que reciban menos de 25 cm de precipitación
serán, en ambos casos, desiertos con apenas unas pocas especies tolerantes de la sequía.
En las regiones más al norte, la capa superficial de suelo se descongela cada verano pero
permanece congelado permanentemente (permafrost) unos pocos centímetros debajo de la
superficie. Este factor limita la extensión hacia el norte de los bosques de coníferas de abetos y
píceas pero permite el crecimiento de pequeñas plantas resistentes que ocupan la tundra.
Desde luego, las temperaturas todavía más frías limitan la vegetación de tundra y producen los
casquetes polares de hielo.
Por todo lo anterior, la distribución de las especies vegetales que caracterizan los principales
biomas del planeta está determinada en gran parte por los factores abióticos de precipitación y
temperatura. Sin embargo, es frecuente que otros factores abióticos causen variaciones dentro
del bioma principal. Por ejemplo, dentro de los bosques de caducifolias del Este de Estados
Unidos, generalmente predominan los robles y nogales sobre los suelos rocosos, pobres y bien
drenados; las hayas y arces se encuentran en los suelos más ricos. Dicho de otra manera, dentro
del bioma bosque de caducifolias (deciduo), el tipo de suelo frecuentemente es el factor que
determina la distribución de ciertas especies de árboles. Igualmente, la abundancia relativa o
ausencia de ciertos nutrientes en el suelo puede determinar la distribución de varias especies
en los pastizales.
En ciertos casos, un factor abiótico diferente a la precipitación o temperatura puede ser el factor
limitante principal. Por ejemplo, la banda de tierra próximo a la costa recibe frecuentemente una
aspersión salada desde el océano, una factor que relativamente pocas plantas pueden tolerar,
por lo que esta banda es ocupada por una comunidad única de plantas tolerantes a la sal. Otro
ejemplo es una roca con poco o sin suelo. Tal área puede tener una rica comunidad de musgos
y líquenes similar a una tundra, pero aquí el factor limitante es la ausencia de suelo.
Un factor abiótico secundario puede ser crucial, especialmente en las áreas de transición. Por
ejemplo, considere un área con una precipitación de más o menos 25 cm, lo que viene a ser la
cantidad fronteriza entre desierto y pastizal. En tal área, un suelo con buena capacidad de
retención de agua puede presentar pastos mientras que un suelo arenoso con poca capacidad
retentiva solamente tendrá especies desérticas.
Los ecólogos, frecuentemente, hablan en términos de microclimas. Los patrones prevalecientes
de precipitación y temperatura de la región crean un clima global que determina el bioma
principal. Sin embargo, cualquier otra cantidad de factores pueden intervenir y provocar que las
condiciones sobre o cerca del suelo sean marcadamente diferentes. El microclima abarca las
condiciones particulares desde el piso hasta una altura de 2 metros. Así que, cuando se
considera las interrelaciones de un organismo con su ambiente, debe tenerse en cuenta el
microclima de su localidad particular. Debemos enfatizar de nuevo que todos los factores
abióticos interactúan unos con otros para crear el ambiente resultante.
Comparándolo con la ley de la tolerancia, durante mucho tiempo se pensó que los únicos
motivos que llevaron al panda al borde de la extinción tenían que ver con sus hábitos
alimenticios; su dieta basada principalmente en el bambú podía afectarlos no solo porque ese
arbusto no crece en todas partes sino porque además no les cae muy bien, porque al tener un
aparato digestivo carnívoro, no lo digiere bien. Por eso debe ingerir grandes cantidades para
sobrevivir.
Fig.27: Temperatura, agua, luz solar, etc. Como ejemplo de factores limitantes.
En esencia la ley de Shelford, dice que hay límites para los factores ambientales, por encima y
por debajo de los cuales no es posible que los microorganismos sobrevivan.
Componentes abióticos. Todos los factores químico-físicos del ambiente son llamados factores
abióticos (a, "sin", y bio, "vida). Los factores abióticos más conspicuos son la precipitación (lluvia
más nevada) y temperatura; todos sabemos que estos factores varían grandemente de un lugar
a otro, pero las variaciones pueden ser aún mucho más importantes de lo que normalmente
reconocemos. No es solamente un asunto de la precipitación total o la temperatura promedio.
Por ejemplo, en algunas regiones la precipitación total promedio es de más o menos 100 cm
por año que se distribuyen uniformemente por el año. Esto crea un efecto ambiental muy
diferente al que se encuentra en otra región donde cae la misma cantidad de precipitación pero
solamente durante 6 meses por año, la estación de lluvias, dejando a la otra mitad del año como
la estación seca.
Pero también otros factores abióticos pueden estar involucrados, incluyendo tipo y profundidad
de suelo, disponibilidad de nutrientes esenciales, viento, fuego, salinidad, luz, longitud del día,
terreno y pH (la medida de acidez o alcalinidad de suelos y aguas). Como ilustración, tomemos
un terreno ubicado en un desierto costero, donde la escases de agua, determina un tipo de
vegetación herbácea temporal de verano, y árboles dispersos como los algarrobales, los faicales,
los cactales, etc; vegetación específicamente adaptadas a las mininas precipitaciones y
máximas temperaturas.
Resumiendo, podemos ver que los factores abióticos, siempre presentes en diferentes
intensidades, interactúan unos con otros para crear una matriz de un número infinito de
condiciones ambientales diferentes.
EL CLIMA. El clima es el conjunto de los valores promedios de las condiciones atmosféricas que
caracterizan una región. Estos valores promedio se obtienen con la recopilación de la
información meteorológica durante un periodo de tiempo suficientemente largo. Según se
refiera al mundo, a una zona o región, o a una localidad concreta, se habla de clima global,
zonal, regional o local (microclima), respectivamente.
Los elementos constituyentes del clima son: temperatura, presión atmosférica, vientos,
humedad relativa y precipitaciones. Tener un registro durante muchos años de los valores
correspondientes a dichos elementos con respecto a un lugar determinado, nos sirve para poder
definir cómo es el clima de ese lugar. De estos cinco elementos, los más importantes son la
temperatura y las precipitaciones, porque en gran parte, los otros tres elementos o rasgos del
clima están estrechamente relacionados con los dos que se han citado. Ello significa que la
mayor o menor temperatura da origen a una menor o mayor presión atmosférica,
respectivamente, ya que el aire caliente tiene menor densidad y por ello se eleva (ciclón o zona
de baja presión), mientras que el aire frío tiene mayor densidad y tiene tendencia a descender
(zona de alta presión o anticiclón). A su vez, estas diferencias de presión dan origen a los vientos
(de los anticiclones a los ciclones), los cuales transportan la humedad y las nubes y, por lo tanto,
dan origen a la desigual repartición de las lluvias sobre la superficie terrestre.
Fig. 30: Elementos determinantes del clima y los factores que influyen y modifican los climas.
Por otro lado, los factores son fenómenos meteorológicos que cambian las condiciones
ambientales y modifican el comportamiento de un organismo en un determinado lugar. Los
principales factores son: Latitud, altitud, distancia al mar, características del suelo, corrientes
marinas, etc.
A. ELEMENTOS.
Una zona cálida entre los dos trópicos. En ella, los rayos solares inciden total o
prácticamente perpendiculares durante todo el año. Por ello, las temperaturas son
elevadas y hay muy pocas diferencias de temperatura entre unas estaciones y
otras.
Dos zonas templadas, situadas entre los trópicos y los círculos polares. En estas
zonas, los rayos solares inciden de forma más inclinada que en la zona cálida. Por
ello, las temperaturas son más moderadas y se nota más la variación de las
estaciones.
Dos zonas frías dentro de los círculos polares. En estas zonas, los rayos solares
inciden de manera muy oblicua durante todo el año. Por ello, las temperaturas son
siempre frías.
Fig. 32: La Tierra y las tres zonas térmicas, basadas en la temperatura recibida.
2. PRESIÓN: se mide en milibares y se define como el peso del aire sobre el suelo.
2.1.1. En una zona, el aire se calienta y se eleva. Al elevarse el aire, el peso que
ejerce sobre el suelo disminuye. Se produce una zona de baja presión.
2.1.2. Al ser la presión más baja, las nubes pueden entrar en la zona de baja
presión desde otras zonas: del mar, de las montañas, etc. Se puede producir
la lluvia en cualquier estación del año.
2.1.3. En otros sitios, la presión es más alta. Allí, el peso que ejerce el aire sobre
el suelo es mayor que el peso que se ejerce en la zona de baja presión. Como
los pesos son distintos, el aire se mueve desde la zona de alta presión hasta
la de baja presión y se producen vientos.
4.1. Por la evaporación del suelo. El calor del sol calienta la tierra húmeda y evapora el
agua que la empapa (1), formando nubes (2) que dejan lluvias (3). Esta evaporación
es muy frecuente en el norte de España, donde hay mucha humedad en el suelo, y
también puede formar niebla.
4.2. Por el relieve. Se produce cuando el aire húmedo que proviene del mar llega a una
montaña o a cualquier zona de alto relieve. El aire húmedo se ve obligado a ascender
(1). Cuanto más arriba sube el aire, más se enfría. El vapor de agua, frío, se condensa
en nubes y llueve (2). Por esta razón, las zonas de montaña suelen ser más lluviosas.
4.3. Por el contacto de masas de aire a distintas temperaturas. Cuando una gran
masa de aire caliente y húmedo (1) se encuentra con una masa de aire frío (2), el
aire caliente asciende por encima del frío. Al subir, se enfría, se condensa, forma
nubes y llueve (3).
Fig. 33: Ilustración sencilla de las precipitaciones pluviales.
5. VIENTOS. El viento es simplemente aire en movimiento. Se origina por las diferencias de
presión atmosférica entre unos lugares y otros. El aire va de las zonas de alta presión a las
de baja presión. La radiación solar genera diferencias de temperatura en la atmósfera, lo que da
origen a las diferencias de presión y al movimiento del aire. La velocidad del viento puede utilizarse
para producir energía (conocida como eólica), aunque también resulta peligrosa, ya que puede
derribar edificios de gran tamaño. El desplazamiento de semillas y la erosión son otras
consecuencias del accionar de los vientos. Por ejemplo: “Hay mucho viento; no es conveniente
salir a navegar”, “El día está precioso: mucho sol y nada de viento”.
El primer instrumento creado para detectar la dirección en la que sopla el viento fue
la veleta. Se trata de un dispositivo giratorio con una cruz que indica los puntos cardinales
y que suele ubicarse en lugares elevados. Una herramienta más avanzada es
el anemómetro, que también mide la velocidad del viento y que ayuda a predecir el tiempo.
De acuerdo con su intensidad, el viento puede recibir distintos nombres. Los vientos más
suaves se conocen como brisas, mientras que entre los más fuertes pueden mencionarse
los tornados. Todos estos términos, sin embargo, tienen un significado científico más
específico que suele ser dejado de lado por parte del lenguaje cotidiano.
El instrumento más antiguo para determinar la dirección de los vientos es la veleta que,
con la ayuda de la “rosa de los vientos”, define la procedencia de los vientos, es decir, la
dirección desde donde soplan. La manga de viento es utilizada en los aeropuertos para
visualizar la dirección del viento, para planear el aterrizaje seguro. La velocidad, rapidez y
dirección se mide con el anemómetro, y registra dirección y rapidez a lo largo del tiempo.
Movimiento del aire. El desplazamiento del aire
en la troposfera (área inferior de la atmósfera) es
el más significativo para las personas y cuenta
con dos componentes: la vertical, de 10 o más
kilómetros y cuyo movimiento ascendente o
descendente compensa el horizontal, y
la horizontal, que alcanza miles de kilómetros y es
la más importante de ambas. La observación de
un tornado es muy adecuada para entender
dichos conceptos, ya que mientras su remolino
comienza girando a una velocidad considerable,
con las conocidas consecuencias destructivas, y
la misma decrece a medida que el viento
asciende, dado que las dimensiones del cono
Fig.35: Desplazamiento de un tornado.
aumentan a lo ancho.
Cabe mencionar que dichas afirmaciones, obtenidas a partir del estudio de los tornados,
son asimismo ciertas para todos los tipos de viento, ya que son parte de los
diversos procesos que estos atraviesan. La misma transición que se da en este caso, de
un movimiento lineal a uno giratorio que asciende verticalmente, puede apreciarse tanto
en remolinos como en huracanes y cumulonimbos, con ciertas diferencias en el tamaño y
la extensión.
Por otro lado, se encuentran los vientos que cubren importantes distancias, los cuales
también atraviesan dicho proceso. Un claro ejemplo son los alisios, que viajan entre el
ecuador y los trópicos, yendo desde el noroeste hacia el suroeste y viceversa, atravesando
los hemisferios norte y sur. Cuando se encuentran en el ecuador, sufren un forzoso
ascenso, principalmente por la gran concentración de materia, y generan nubes y fuertes
lluvias, lo que repercute en un gran descenso de velocidad. Cuando se enfría
el aire ascendente y pierde la humedad que acarreaba, a causa de la condensación y de
las lluvias, el resultado es un aire seco y frío. A menor temperatura, más peso; en
consecuencia, tiende a descender hacia la superficie en un movimiento inclinado que
comienza en el ecuador y que se dirige hacia los trópicos, desviándose hacia la derecha
para completar, finalmente, el ciclo de los vientos alisios. De esta forma, se cumple el
principio de conservación de la materia, según los estudios realizados por Antoine-Laurent
de Lavoisier, un químico y biólogo francés del siglo XVIII.
5.1. Hay vientos constantes, que soplan permanentemente en la misma dirección, como
los alisios, que se dirigen siempre desde los trópicos hacia el ecuador.
5.2. Otros cambian su dirección según las estaciones, como los monzones, que en verano
soplan desde el océano Índico hacia el continente asiático y traen lluvias
abundantes, y en invierno lo hacen desde el continente hacia el mar con un tiempo
estable y seco.
5.3. También existen vientos locales o regionales, que siempre soplan en la misma
dirección y reciben un nombre propio. En España, la tramontana sopla del norte y
trae frío y turbulencias en Cataluña y Baleares; el húmedo bochorno llega del sudeste
a las costas levantinas, La Mancha y el valle del Ebro. En Argentina y Uruguay afecta
el pampero, un viento frío procedente del suroeste. El siroco es un viento cálido y
seco del sur, que sopla en la costa norte de África, pero que cuando cruza el mar
Mediterráneo se carga de humedad y llega a las costas del sur de Europa
acompañado de abundantes lluvias.
5.4. Por último, los vientos orográficos son fuertes y secos, porque el ascenso del aire por
las laderas montañosas les hace perder su humedad. Reciben diversas
denominaciones, como el chinook de las Montañas Rocosas, el foehn de los Alpes o
el zonda de las laderas y valles orientales de los Andes, que sopla entre mayo y
noviembre procedente del oeste.
Los diferentes climas que existen en nuestro planeta, surgen a partir de las diversas
posibilidades de combinación de estos factores. Así por ejemplo, el clima de las montañas
es generalmente frío, mientras que a menor altitud, como ocurre en las costas, el clima es
cálido y con temporadas de sequía. Así mismo, en altitudes muy al norte o muy al sur, el
clima es muy frío. El clima también ejerce influencia sobre los ecosistemas naturales. En
climas fríos podemos encontrar bosques de pino y encino; mientras que en climas cálidos
y húmedos, bosques tropicales y bosques de neblina o montanos.
Los factores del clima son los mecanismos que actúan sobre los elementos y provocan sus
variaciones. Pueden ser de tres tipos:
1. LATITUD. Es la distancia a la línea ecuatorial a la cual se debe que los rayos solares incidan
con mayor o menor inclinación, calentando más o menos la superficie terrestre y
determinando la duración del día y la noche.
2. ALTITUD. Es la mayor o menor altura a nivel del mar, a mayor altura menor temperatura y
a menor altitud mayor calor.
3. DISTANCIA AL MAR. El mar influye en las zonas costeras por su humedad, siendo el interior
de los continentes más seco.
4. RELIEVE DEL SUELO. Las elevaciones del suelo originan lluvias, debido a su baja
temperatura.
5. CORRIENTES MARINAS. Afectan los climas de la costa, ya sea enfriando o calentando el
aire, según las corrientes, ya sean frías o calientes.
Latitud geográfica
La latitud mide la distancia de un punto de la Tierra al ecuador. Cuanto mayor es esa distancia, mayor es
la latitud. Los rayos del Sol no llegan con igual inclinación a las distintas latitudes de la Tierra. Como la
Tierra es curva, cuanto más hacia los polos caen los rayos solares, mayor es la superficie por la que se
extiende el mismo haz de rayos. Es decir, hay el mismo número de rayos, pero para una superficie mayor.
Eso quiere decir que el Sol calienta menos y que hace más frío en las zonas polares que en el ecuador,
donde se concentran más cantidad de rayos por superficie. En general, cuanto mayor es la latitud de un
punto, más frío hace.
Una mayor inclinación en los rayos solares provoca que estos tengan que atravesar mayor
cantidad de atmósfera, atenuándose más que si incidieran perpendicularmente. Por otra parte,
a mayor inclinación, mayor será la componente horizontal de la intensidad de radiación.
Mediante sencillos cálculos trigonométricos puede verse que: I (incidente) = I (total) • cosθ. Es
así que los rayos solares inciden con mayor inclinación durante el invierno por lo que calientan
menos en esta estación.
También podemos referirnos a la variación diaria de la inclinación de los rayos solares: en la mañana y
en la tarde inciden con mayor inclinación que en horas del mediodía por lo que las temperaturas
atmosféricas más frías se dan al amanecer y las más elevadas, en horas de la tarde.
Altitud. La altitud de una región determina la delimitación de los pisos térmicos respectivos. A
mayor altitud con respecto al nivel del mar, menor temperatura. La disminución de la
temperatura al aumentar la altitud se denomina gradiente térmico y equivale al número de
metros que es necesario ascender para que la temperatura disminuya 1° C. El gradiente térmico
varía según la latitud, según la presión atmosférica y según la orientación del relieve. Por lo
general, si aumentamos la altitud cada 150 m la temperatura (Tº) descenderá 1 ºC. Sin embargo,
esta cifra llega a los 180 m en la zona ecuatorial por el mayor espesor de la atmósfera en esta
zona.
Mesotérmico (1 a 3 km): presenta una temperatura entre los 10 y 20 °C, su clima es templado
de montaña.
Microtérmico (3 a 4,7 km): su temperatura varía entre los 0 y 10 °C. Presenta un tipo de clima
de Páramo o frío.
El cálculo aproximado que se realiza, es que al elevarse 160 m, la temperatura baja 1 ºC.
El relieve son las formas distintas que presenta la corteza terrestre. El macro-relieve de la tierra
se ha formado principalmente por el desplazamiento de las placas de la tierra que determinan
se formen alteraciones de la superficie terrestre, ocurriendo las elevaciones o montañas y los
llanos.
Orientación del relieve. La disposición de las cordilleras más importantes con respecto a la
incidencia de los rayos solares determina dos tipos de vertientes o laderas montañosas: de
solana y de umbría.
En las laderas de umbría hay más vegetación y más humedad, que en las laderas de solana; las cuales
son más secas y de menor vegetación adaptada a la menor humedad y a la intensa insolación. Por
ejemplo, en el “abra el Gavilán”, hacia la ladera de San Juan (umbría) existe mayor vegetación por la
mayor humedad relativa; mientras que en la ladera hacia Cajamarca, hay menor humedad y distinta
vegetación muy pequeña.
En el valle del Marañón, las laderas Este son secas y cálidas (vegetación mayormente xerofítica-cactus)
–solana-; en tanto que las laderas Oeste (Celendín) -umbría- hay mayor vegetación, mayor humedad
relativa y menos caluroso.
Fig. 40: Laderas de solana y umbría, por el relieve y la insolación.
La orientación del relieve con respecto a la incidencia de los vientos dominantes (los vientos
planetarios) también determina la existencia de dos tipos de vertientes: de barlovento y de
sotavento. Llueve mucho más en las vertientes de barlovento porque el relieve da origen a las
lluvias orográficas, al forzar el ascenso de las masas de aire húmedo hacia la montaña; las
nubes se enfrían condensan y precipitan en tres distintas formas: en forma de lluvia, en forma
de granizo y en forma de nieve o nevada. Luego, el aire desciende por la ladera de sotavento,
pero ha perdido su humedad, es frío y seco y a medida que desciende ladera abajo, se
calentando, por lo tanto, la vegetación es escasa muy bien adaptada a la escases de agua,
prosperando las cactáceas y otras plantas suculentas y las formaciones de bosques secos.
Corrientes oceánicas. Las corrientes marinas o, con mayor propiedad, las corrientes oceánicas,
se encargan de trasladar una enorme cantidad de agua.
La influencia muy poderosa de la Corriente del Golfo, que trae aguas cálidas desde las latitudes
intertropicales hace más templada la costa atlántica de Europa que lo que le correspondería
según su latitud. En cambio, otras zonas de la costa este de América del Norte, situadas a la
misma latitud que las de Europa presentan unas temperaturas mucho más bajas,
especialmente en invierno. El caso de Washington, D. C., por ejemplo, puede compararse con
Sevilla, que está a la misma latitud, pero que tiene unos inviernos mucho más cálidos. Y esta
diferencia se acentúa más hacia el norte, porque al alejamiento de la Corriente del Golfo hay
que sumar la influencia de las aguas frías de la Corriente del Labrador: Oslo, Estocolmo, Helsinki
y San Petersburgo, capitales de países europeos, se encuentran a la misma latitud que la
península del Labrador y la Bahía de Hudson, territorios prácticamente deshabitados por el clima
extremadamente frío. Otro interesante ejemplo de que las temperaturas no guardan una
correspondencia estricta con la latitud, cuando se tratan de corrientes oceánicas frías o cálidas
se encuentra en el hecho de que las aguas oceánicas en España y Portugal son más cálidas que
en las costas de Canarias y Mauritania, a pesar de la menor latitud de las costas africanas, por
el hecho de que en ambos casos están incidiendo los efectos de dos corrientes distintas: la
corriente del Golfo en las costas europeas y la de las Canarias en las costas africanas.
Las corrientes marinas se forman por el empuje del viento sobre el mar. Al girar la tierra, las
corrientes se retuercen y fluyen alrededor de los océanos en enormes círculos llamados giros.
Las corrientes cálidas se alejan del ecuador, y las frías fluyen de regreso hacia él. Los vientos
que soplan sobre estas corrientes aportan temperaturas cálidas o frías a las costas cercanas,
por lo que afectan el clima. La corriente del golfo, en el Atlántico, mantiene cálida la parte
noroccidental de Europa en invierno.
Fig. 42: Las corrientes calientes en rojo y las corrientes frías en azul.
La Corriente del Golfo o Gulf Streames una de las corrientes más importantes del planeta, pues
sus efectos contribuyen a moderar y suavizar el rigor del clima de las regiones litorales del norte
europeo. Esta corriente cálida alcanza el Noroeste de Europa procedente del golfo de México,
donde baña previamente la costa americana hasta el cabo Hatteras. Fluye en dirección noreste
desde el estrecho de Florida a la región de los Grandes Bancos, al este y al sur de Terranova.
En su trayectoria, desde el golfo de México hasta el Ártico, transporta aguas cálidas hasta el
Atlántico Norte cediendo en su largo camino una buena parte de su energía térmica inicial. Las
aguas templadas son menos pesadas que las aguas frías, por lo que el viaje hacia el nordeste
lo hace como agua superficial. Una vez superada la latitud aproximada de Noruega, y habiendo
perdido casi todo su calor, se hunde formando una corriente de retorno, muy profunda y con un
larguísimo recorrido que llega hasta el Polo Sur y al Océano Índico.
La corriente del Golfo tiene una gran importancia climática debido a sus efectos moderadores
en el clima de la Europa occidental.La circulación de esta corriente es una especie de
“calefacción central” que asegura a Europa un clima cálido para la latitud en que se encuentra
e impide la excesiva aridez en las zonas atravesadas por los trópicos en las costas orientales de
América, como México y las Antillas. También, determina en buena parte la flora y la fauna
marina de los lugares donde la influencia es mayor, por ejemplo en Galicia. Una alteración de
los patrones de circulación en la superficie del océano Atlántico norte, corriente del Golfo, podría
provocar un enfriamiento en Europa.
Alcanza una profundidad de unos 100 m y una anchura de más de 1000 km en gran parte de
su larga trayectoria. Se desplaza a 1,8 m/s aproximadamente y su caudal es enorme: unos 80
millones de m³/s. En el estrecho que separa Florida de las Bahamas y Cuba, la corriente del
Golfo tiene una anchura máxima de 80 km y una profundidad de 640 metros. En la superficie,
la temperatura es de 25 °C y la corriente circula a una velocidad media de 5 km/día. Más hacia
el norte, la corriente se ensancha gradualmente y alcanza aproximadamente los 480 km de
ancho frente a las costas de Nueva York. Entre la corriente y la costa noreste de los Estados
Unidos se encuentra una zona de aguas más frías, que algunas veces se llama el frente polar o
“muro frío”.
Al sur de los Grandes Bancos, la corriente se encuentra y se mezcla con la corriente del Labrador,
más fría, formando numerosos remolinos. Desde este punto, la corriente, se mueve hacia el
noreste cruzando el océano, a una velocidad de aproximadamente 8 km/día con vientos
predominantes del suroeste. Más adelante, la corriente se divide en varias ramas, entre las que
destacan la corriente central, que alcanza las costas de Europa para posteriormente virar al
norte; un brazo norte, la corriente de Irminger, que alcanza las costas sur y occidental de
Islandia; y un brazo sur, que primero pasa por las Azores y, luego, por las islas Canarias.
El origen de la corriente del Golfo son dos corrientes ecuatoriales, la corriente ecuatorial del
norte, que fluye hacia el oeste a lo largo del trópico de Cáncer, y la corriente ecuatorial del sur,
que fluye desde las costas del suroeste africano hacia Sudamérica y luego hacia el norte hasta
el Caribe. La fusión de estas dos corrientes con una cierta cantidad de agua del golfo de México
forma la corriente del Golfo.
El descubrimiento por parte de los europeos de la corriente del Golfo data de 1513, año de la
expedición de Juan Ponce de León (1465-1521). A partir de dicha fecha fue ampliamente
utilizada por los barcos españoles en su viaje de vuelta del Caribe a España. El primero que
publicó descripciones detalladas y mapas de la corriente del Golfo en detalle fue el filósofo,
político y científico estadounidenseBenjamín Franklin (1706-1790) en su obra de 1786 Sundry
Maritime Observations.
La Corriente de Humboldt o Corriente de Perú es una corriente oceánica fría que fluye en
dirección norte a lo largo de la costa occidental de Sudamérica; también se la conoce como
corriente Peruana o del Perú. Fue descubierta en 1800 por el naturalista y explorador alemán
Alexander von Humboldt (1769-1859), que la describe en su obra Viaje a las regiones
equinocciales del Nuevo Continente (1799-1804). Humboldt hizo mediciones de la temperatura
de la zona oriental del océano Pacífico frente a las costas de Callao (Perú).
Esta corriente se debe a los efectos combinados del movimiento de rotación de la Tierra y de la
fuerza centrífuga de las aguas oceánicas en la zona ecuatorial. Junto con la Corriente del Golfo,
la corriente de Humboldt es una de las más importantes del mundo y ejerce influencia
determinante sobre el clima de la costa peruana con cielos cubiertos de neblinas, ausencia de
lluvias y temperaturas templadas durante el invierno. Por la latitud, el clima debería
corresponder a la zona intertropical; pero las aguas frías enfrían a su vez a la atmósfera. Corre
desde la isla de Chiloé (Chile) hacia el norte, pero principalmente a lo largo del litoral peruano
provocando la anomalía térmica detectada por Humboldt, que consiste en una temperatura
media de las aguas inusualmente baja para regiones de latitudes intertropicales y subtropicales.
Esta inversión térmica tiene efectos que caracterizan el clima de las regiones litorales en
contacto con la corriente: la alteración drástica del régimen subtropical de lluvias, creando una
faja de arenales y desiertos costeros fríos, como el Desierto de Atacama. Asimismo, las aguas
antárticas transportan una densidad extraordinaria de plancton, convirtiendo a las aguas
atravesadas por la corriente en uno de los más importantes caladeros pesqueros del planeta y
a la corriente misma en uno de los principales recursos económicos de Chile y del Perú. Esta
corriente se forma frente a las costas de Chile, Perú y Ecuador debido a que los vientos reinantes
que soplan paralelos a la costa arrastran el agua caliente de la superficie. Por este motivo, la
temperatura de estas aguas es entre 5 y 10 ºC más fría de lo que debería ser, incluso en las
proximidades del ecuador.
Hay ocasiones en las que esta corriente no llega a emerger y los vientos del norte llevan aguas
calientes hacia el sur. Cuando esto sucede, una corriente cálida, que se conoce con el nombre
de El Niño, reemplaza a la habitual corriente de Humboldt. El Niño constituye una extensión de
la corriente ecuatorial y provoca un ascenso de la temperatura de las aguas superficiales de
unos 10 °C. Esto supone una disminución del plancton que se desarrolla en la corriente más
fría y, por consiguiente, una catástrofe para la industria pesquera y para la supervivencia de las
aves marinas de la zona.
La Corriente Ecuatorial. La Corriente Ecuatorial es una corriente oceánica superficial que fluye
por las regiones ecuatoriales, tanto del Atlántico como del Pacífico. Se distinguen tres corrientes
ecuatoriales: la ecuatorial del Norte (o Norte ecuatorial), que se desplaza hacia el oeste en el
hemisferio norte; la corriente ecuatorial del Sur (o Sur ecuatorial), que circula en la misma
dirección pero en el hemisferio sur; y la contracorriente ecuatorial, que fluye hacia el este entre
ambas.
Otra corriente oceánica, la atlántica del Norte, provocada por los Vientos Alisios del noreste; se
divide en dos ramas al alcanzar el archipiélago de las Antillas: una se adentra en el golfo de
México, mientras que la otra bordea las islas por el norte. La del sur también se bifurca en las
inmediaciones del cabo brasileño de São Roque (Rio Grande do Norte); un ramal circula en
dirección noroeste, reforzando la corriente Norte ecuatorial, y el otro ramal adopta una inflexión
hacia el sur, descendiendo por el litoral brasileño.
Tras el descubrimiento del Nuevo Mundo, las corrientes ecuatoriales del Atlántico jugaron un
papel determinante en la navegación a América desde el continente europeo al facilitar mucho
los desplazamientos.
Corriente de El Niño
El nombre de "El Niño" se debe a pescadores del puerto de Paita al norte de Perú que observaron
que las aguas del sistema de Corrientes Peruana o Corriente de Humboldt, que corre de sur a
norte frente a las costas de Perú y Chile, se calentaban en la época de las fiestas navideñas y
los cardúmenes o bancos de peces huían hacia el sur, debido a una corriente caliente
procedente del Golfo de Guayaquil (Ecuador). A este fenómeno le dieron el nombre de Corriente
de El Niño, por su asociación con la época de la Navidad y el Niño Jesús. El nombre científico del
fenómeno es Oscilación del Sur El Niño (El Niño-Southern Oscillation, ENSO, por sus siglas en
inglés). Es un fenómeno explicado por el movimiento de rotación terrestre. Una fluctuación en la
presión del aire, acompañada de viento en el Pacífico meridional, hace que el fenómeno se
conozca como la Oscilación Meridional de El Niño (OMEN).
El Niño es un fenómeno climático global, erráticamente cíclico (Strahler habla de ciclos entre
tres y ocho años), que consiste en un cambio en los patrones de movimiento de las corrientes
marinas en la zona intertropical provocando, en consecuencia, una superposición de aguas
cálidas procedentes de la zona del hemisferio norte inmediatamente al norte del ecuador sobre
las aguas de emersión muy frías que caracterizan la corriente de Humboldt o del Perú; esta
situación provoca estragos a escala mundial debido a las intensas lluvias, afectando
principalmente a América del Sur, tanto en las costas atlánticas como en las del Pacífico.
Las alteraciones climáticas provocadas por este fenómeno se producen cuando las corrientes
oceánicas son lo suficientemente cálidas y persistentes como para ocasionar la inversión de las
condiciones normales de temperatura del Pacífico oriental y occidental. Normalmente, las aguas
del Pacífico occidental tropical son cálidas, con temperaturas de más de 10 °C, es decir, más
altas que las de las aguas orientales de las costas de Perú y Ecuador. La presión del aire es
bastante baja sobre las aguas más cálidas. La humedad relativa del aire se eleva en la región,
generando nubes y fuertes lluvias, muy características del Sureste asiático, Nueva Guinea y el
norte de Australia. En el Pacífico oriental el agua es fría y la presión del aire es alta, lo que
provoca las condiciones climáticas típicamente áridas de la zona costera de Sudamérica. Los
vientos alisios soplan de este a oeste, desplazando así las aguas cálidas de la superficie hacia
el oeste, y permiten que aflore el agua fría profunda a las capas más superficiales.
Cuando esto ocurre, el tiempo atmosférico presente en el Pacífico oeste, generalmente húmedo,
se desplaza hacia el este, y las condiciones meteorológicas de carácter seco, comunes en el
este, se dan en el oeste, lo que provoca fuertes lluvias en Sudamérica y puede a la vez motivar
sequías en el Sureste asiático, India y sur de África, además de generar cambios meteorológicos
en extensas regiones de América del Norte. La situación se hizo aún más complicada con las
alteraciones atmosféricas desencadenadas desde 1982 por la erupción del volcán mexicano
Chichón, que a veces prolongan el movimiento de la corriente hacia el sur.
Las alteraciones provocadas por la corriente de “El Niño” entre 1982 y 1983 y entre 1997 y
1998 fueron las más catastróficas de las ocurridas en el siglo XX.
Fig. 46: Estas fotos ilustran las inundaciones ocurridas en las ciudades piuranas, durante el “Fenómeno de
El Niño”, en fenómenos pasados, como el de 1998.
Clasificaciones Climáticas Mundiales
Time-Life (1997) explica que en 1900 el climatólogo alemán Wladimir Koppen, clasificó los
climas del mundo en cinco tipos, con base a la temperatura, la lluvia y la evaporación de la
atmósfera; así como la latitud, principal factor que condiciona la cantidad de radiación que
incide sobre la tierra.
1. TIPOS DE CLIMA EN ZONA CÁLIDA. La zona cálida es el área intertropical (rayos solares
perpendiculares durante todo el año).
1.1. El movimiento estacional de las altas presiones subtropicales y las bajas ecuatoriales explica
los tres tipos de clima que encontramos en la zona (Ecuatorial, Tropical y Desértico). Todo el
sistema se desplaza estacionalmente: hacia el norte en el verano del hemisferio sur y hacia
el sur en el invierno del hemisferio sur.
1.2. Como consecuencia, se determinan tres tipos de clima.
1.3. En la zona próxima al ecuador, donde actúan todo el año las bajas presiones ecuatoriales,
encontramos un clima cálido y húmedo todo el año (ECUATORIAL); En las zonas próximas a
las altas presiones subtropicales, el clima es cálido y seco todo el año (DESÉRTICO); Y, en
las zonas intermedias que están afectadas una parte del año por las altas presiones y otra
parte, por las bajas, el clima tiene una estación seca y otra húmeda (TROPICAL).
Fig. 48: El movimiento de traslación produce la existencia de una zona cálida intertropical, dos zonas
templadas y dos zonas frías, tal y como se puede observar en la imagen.
En la zona templada, predomina la circulación del oeste, por lo cual las fachadas oeste de
los continentes son más húmedas y presentan una menor amplitud térmica.
2.1. Asimismo, y desde el punto de vista de la latitud, podemos dividir la zona en dos
subzonas: por encima de los 40º Norte o Sur, nos encontramos con una subzona
“templada fría”; por debajo de los 40º Norte o Sur, nos encontramos con una subzona
“templada cálida”.
2.2. Por otra parte, en esta zona se produce la incidencia del Frente Polar. Un frente es
la superficie de contacto entre dos masas de aire de características distintas, en este
caso entre la Masa de Aire Polar y la Masa de Aire tropical. El frente se desplaza de
oeste a este y coincide con la banda de bajas presiones existente en las latitudes
medias (entre las altas presiones polares y las altas presiones subtropicales). Se
desplaza al norte en verano y al sur en invierno, lo que explica muchas cuestiones
de la dinámica atmosférica y de la pluviosidad en esta zona. Por ejemplo, su
desplazamiento hacia el norte en verano explica la estación seca de los climas
mediterráneos, que se localizan en la zona templado-cálida y, por tanto, no reciben
la acción de las borrascas asociadas al Frente Polar durante dicha estación,
diferenciándose así de los climas oceánicos.
3.1. Las temperaturas están casi todo el año por debajo de 0º; sólo en verano adquieren
valores positivos, que no suelen sobrepasar los 4ºC. Las precipitaciones son escasas.
3.2. Una variante azonal de este clima es el CLIMA DE MONTAÑA.
LOS CLIMOGRAMAS.
CLIMA CONTINENTAL
Máximo pluviométrico en
verano
Verano cálido, invierno frío a
muy frío.