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EL BUDISMO

El budismo es una religión2 no teísta3 perteneciente a la familia dhármica y, según la


filosofía hindú, de tipo nastika.4 El budismo ha ido evolucionando en la historia hasta adquirir la
gran diversidad actual de escuelas y prácticas.

Origen, expansión y diversificación del budismo


El budismo se desarrolló a partir de las enseñanzas difundidas por su fundador, Siddhartha
Gautama, alrededor del siglo V a. C. en el noreste de la India. El budismo inició una rápida
expansión hasta llegar a ser la religión predominante en India en elsiglo III a. C. En este siglo, el
emperador indio Asoka la hace religión oficial de su enorme imperio, mandando embajadas de
monjes budistas a todo el mundo conocido entonces. No será hasta el siglo VII EC cuando
iniciará su declive en su tierra de origen, aunque para entonces ya se habría expandido a
muchos territorios. En elsiglo XIII había llegado a su casi completa desaparición de la India pero
se había propagado con éxito por la mayoría del continente asiático. 5
El budismo ha significado un motor principal en la difusión de la escritura, 6 el lenguaje,7 y la
adopción de valores humanistas y universalistas. Es por tanto la gran filosofía de Asia porque
su práctica ha logrado expandirse a la totalidad de sus países. Desde el siglo pasado se ha
expandido también por el resto del mundo. Al carecer de una deidad suprema pero mostrar a
la vez su carácter salvífico y universalista, ha sido descrita también como fenómeno
transcultural,8 filosofía,9 o método de trasformación.10
El budismo es en número de seguidores una de las grandes religiones del planeta. 11 Contiene
una gran variedad de escuelas, doctrinas y prácticas que históricamente y bajo criterios
geográficos se clasifican en budismo del Sur, Este y Norte.12

La Meditación
Las meditaciones budistas dan una forma de trabajar en la mente usando la mente:
permitiendo incrementar la capacidad de conciencia y positividad, que a su vez se puede usar
para ver la naturaleza de las cosas como realmente son. A pesar de que meditación es una
palabra que se utiliza a menudo de una manera coloquial en Occidente no es extraño que
existan malentendidos al respecto. 
Posibles malos entendidos de la meditación

Hay varios posibles malos entendidos de lo que es la meditación: uno de ellos es pensar que la
meditación es tan solo un tipo de relajación. Otro puede ser que la meditación es un estado de
trance. Por otro lado a veces se piensa que la meditación es un agradable viaje lejos de la
realidad o que la meditación es una forma de autohipnosis, incluso se afirma que la meditación
es poner la mente en blanco.
 
Es cierto que la meditación es un antídoto poderoso contra la tensión, pero este beneficio es
secundario y no su objetivo principal. La meditación así mismo no es un trance ni un estado
hipnótico en el que se pone la mente en blanco. La meditación es una forma de conciencia más
amplia en la que se eleva a nuevas alturas y no una forma de reducirla a un estado
semiconsciente. 

Otro error común acerca de la meditación es identificarla como una técnica en particular.
Obviamente el igualar cualquiera de esas técnicas de meditación con la meditación en su
totalidad significa adoptar un criterio restrictivo. La meditación es esencialmente un estado de
ser, o más bien varios estados de ser y conciencia relacionados. No hay una forma de lograr
este estado que sea la “correcta”. Aunque algunas técnicas de meditación resultan muy
eficaces para ciertas personas, en ciertos niveles de su desarrollo, no se debería de identificar
a la meditación con ninguna de estas específicas técnicas. 

Las muchas técnicas de meditación budista pueden dividirse en dos grupos principales dentro
de su propósito progresivo. Estas son las técnicas que se agrupan con el término Samatha, una
palabra sánscrita que aproximadamente significa ‘paz’ o ‘tranquilidad’, y las técnicas que se
agrupan con el término Vipassana o técnicas para alcanzar ‘visión clara’, ‘percatación’ o
‘discernimiento’. 

La Meditación Samatha

La meditación Samatha calma la mente y orienta el sentido de la conciencia, fomenta las


emociones positivas y expande nuestra perspectiva. Esta forma de meditación es una
preparación esencial para las técnicas Vipassana o de visión clara, que son más avanzadas;
sin esta base Samatha es muy poco probable que surja la visión clara; que es el objetivo de la
meditación Vipassana. 

Nuestro estado mental normal se encuentra dividido y a veces muy poco concentrado, afectado
por emociones negativas y limitado por sus puntos de vista; por lo tanto en este estado no es
posible percibir las cosas como realmente son.
 
Nuestro nivel de conciencia normal puede compararse con una mala linterna, que produce una
luz difusa al tener las pilas gastadas. Por lo tanto no nos sirve para alumbrar en la oscuridad. El
objetivo de la meditación Samatha podría verse como el concentrar la luz y recargar las pilas,
de tal manera que podamos ver claramente. O, si usamos una analogía budista más
tradicional: nuestro estado mental normal podría compararse con agua turbulenta y llena de
lodo, tan contaminada por la suciedad que no deja pasar la luz. La meditación Samatha calma
la turbulencia de la mente y permite que se asiente el lodo, de tal forma que el agua alcance
transparencia, brillantez y claridad.

Dos métodos tradicionales de meditación Samatha

La mayoría de las técnicas de meditación Samatha utilizan un objeto de concentración, que


puede ser el proceso de la respiración, un disco de color, la llama de una vela, incluso un
mantra o una emoción positiva tal como el amor Universal. De todos éstos diferentes objetos
probablemente el que más se usa es la respiración. Esta práctica, generalmente conocida
como “el seguimiento de la respiración”, es descrita por el Buda con detalle en los escritos
tempranos y se usa, con variaciones, en la mayoría de las escuelas budistas. Otra práctica de
meditación Samatha es el “desarrollo del amor Universal”, en la que el meditador genera un
poderoso sentimiento de amor Universal hacia sí mismo y hacia otros, usando este sentimiento
como el objeto de concentración. 

Estas dos técnicas de meditación nos proporcionan una forma directa de trabajar en nuestra
persona y de cultivar dos cualidades de central importancia para el desarrollo meditacional: la
concentración y la sensitividad. 

El seguimiento de la respiración

El seguimiento de la respiración permite desarrollar un nivel de concentración que raramente se


experimenta en nuestra vida normal; para muchos después de hacer esta meditación es una
revelación sentirse tan conscientes. La conciencia que se desarrolla en la meditación empezará
a tener un efecto en nuestros estados mentales de todos los días, dando más claridad y más
espacio en nuestra vida, con una nueva libertad para actuar de una forma más creativa. 

Desarrollo de amor Universal

La práctica del desarrollo del “amor Universal” proporciona una forma directa de trabajar con
las emociones, incrementando la autoestima y el cariño por otras personas. Muchas personas
que hacen esta práctica por primera vez se sorprenden al ver que es posible sentir emociones
tan positivas e intensas. Si los efectos de la meditación se refuerzan con un comportamiento
ético, estos sentimientos pronto empezarán a extenderse a toda nuestra vida, donde parecerá
tener un efecto casi “mágico”, mejorando nuestras relaciones interpersonales y a través de
ellas, toda nuestra vida. 
Niveles de profundidad en la meditación Samatha

Todas las técnicas Samatha tienen el objeto de inducir estados de concentración, unificando en
la conciencia partes de nuestro ser de una manera armoniosa, tranquila y clara. Si estamos
llevando una vida ética en un ambiente favorable, que fomenta la satisfacción y las emociones
positivas, cuando se medita se llega a transformar el vagabundeo mental que hay en la cabeza
para dar lugar a sentimientos agradables de ligereza, quietud y tranquilidad. Empezarán a
disolverse los conflictos internos, reemplazando los elementos inquietos y egoístas por
perspectivas mas amplias y objetivas. Al desarrollar estados meditativos puede que se
experimenten olas de gozo, que parecen surgir de las profundidades de aquel que medita; en
algunas personas estas olas serán tan fuertes que producirán profundos y agradables
escalofríos. Por otra parte, uno se saturará de emociones cálidas, de tal forma que se fundirá la
parte emocional y la parte mental en una sola facultad, experimentándose todo con una nueva
luz, más clara y brillante. Los meditadores más experimentados pueden alcanzar estados aún
más profundos, hasta llegar a niveles de inspiración en los que se disuelven los límites
normales entre uno y el resto del mundo. Entonces pueden surgir en algunas personas los
denominados poderes sobrenaturales, tales como la capacidad de ejercer un efecto
benevolente en la experiencia de otros. 

No cabe duda que todo esto es sublime y es algo que puede estar al alcance de cualquier
meditador regular. Sin embargo la meditación no siempre es así. En algunas ocasiones el
meditador pasará por periodos en que meditar significa batallar con una mente llena de deseo
insatisfecho, ira o conflicto. En estas ocasiones la meditación representa una tarea ardua. Sin
embargo, aún cuando se experimentan dificultades, la meditación es un trabajo realmente útil
debido a que nos permite tener un control gradual de estados mentales torpes, tanto en las
sesiones de meditación como en el resto del día. 

A pesar de que la meditación Samatha es una preparación para la práctica Vipassana, debe
estar claro que no es algo simplemente preliminar. No es algo que tengamos que llevar a cabo
a prisa para poder así empezar con el trabajo auténtico. Aunque no existiera la meditación
Vipassana, todavía sería muy útil la meditación Samatha, ya que aún cuando puede ser ardua
lleva a elevar los estados mentales dando al meditador calma y positividad. La meditación
Samatha, en el mejor de los casos, es profundamente placentera y puede tener efectos muy
grandes, dándole a nuestra experiencia de vida una perspectiva más amplia, clara y brillante. 

Ve y abre la puerta.
Quizás afuera haya un árbol,
Un bosque, un jardín,
Una ciudad mágica.

Ve y abre la puerta.
Quizás haya un perro hurgando.
Quizás veas una cara, o un ojo,
o la imagen de una imagen.

Ve y abre la puerta.
Si hay niebla,
se despejará.

Ve y abre la puerta.
Aunque no haya nada más
que el tictac de la noche,
aunque no haya nada más
que el sordo aire,
aunque no haya nada,

ve y abre la puerta.
Al menos hará viento.

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