¡Hola niños!....

hoy queremos contarles una lindo cuento ¿Quieren

escucharlo?.... esta historia ocurre en un lugar muy austral del mundo una
granja llamada la Granja de Don Tito donde vivían los amigos conejo, cerdito,
caballo, oveja y vaca ¿Quieren saber lo que le sucedió? escuchen con
atención esta historia comienza así… (Introducción)

La granja de los animales

Amanecía en la granja y los animales más pequeños de las familias se

preparaban muy contentos para ir a la escuelita de animales (animales aparecen
caminando), al llegar uno a uno saludaban a la profesora la vaquita Clarita quien
muy feliz los recibía diciéndoles: ¡Buenos días pequeños! A lo que el conejo Leo
respondía: ¡Buenos días señorita!, la ovejita Doly decía: ¡Buenos días profesora! Y
el caballo Jacinto relinchaba con vos de sueño ¡Buena mañana profesora!

Al comenzar la clase la profesora vaquita Clarita se preocupaba de revisar

que sus alumnos llegaran limpios y ordenados; pues decía que todos los animalitos
tenían que verse y oler muy bien (animales dicen que los revise). Se acercaba el
momento de la revisión, el caballo Jacinto sacaba y sacaba brillo a su pelaje (habla),
la ovejita Doly se había puesto una cinta nueva en su cabello (habla), el conejo Leo
limpiaba sus bigotes (habla) pero el cerdito Agustín lucia muy cochinito pues a él no
le gustaba bañarse en el agua solo disfrutaba jugando en el barro (habla). Cada vez
que llegaba el momento de revisarlo la profesora Vaquita Clara le decía: Agustín de
nuevo estás todo sucio, debes bañarte y así te verás muy limpio, todas las mañanas
le repetía lo mismo porque este travieso cerdito solo le gustaba revolcarse en el
barro.

Cuando los demás animales le llamaban la atención (habla oveja y conejo) el

cerdito Agustín les decía: Yo soy un cerdito y mi naturaleza es estar siempre sucio,
en fín Agustín era muy desobediente y llegaba todos los días a la escuela
desaseado a pesar que todos los demás animalitos llegaban muy limpios y
ordenados.
 Al llegar la hora del recreo el conejo Leo, el caballo Jacinto y la ovejita Doly
se divertían jugando a la ronda (canción) mientras el cerdito estaba solo ya que sus
compañeritos no querían jugar con él porque siempre estaba sucio y el caballo le
decía: No puedes jugar con nosotros porque hueles mal (hablan los demás). Esto
en un principio le dio lo mismo al cerdito, pero con el pasar de los días se comenzó
a sentir solo y triste al ver que todos los animalitos se divertían felices (jugando
animales y chancho solo).

Cada día que pasaba Agustín sentía que sus compañeros no querían estar
con él pero a pesar de eso él se resistía a limpiar su cuerpo (habla chancho). Así
fue pasando el tiempo hasta que un día la tía vaquita Clara se dio cuenta que la
carita de Agustín aparte de estar sucia también estaba muy triste (llora el cerdo), se
acercó a él y le pregunto: ¿Por qué estás triste?” a lo que el cerdito contesto
llorando: Me siento solo y quiero jugar con los amigos, entonces la profesora Clara
le dijo: Esta soledad ha sido por ser desobediente ya que tus compañeros no
quieren jugar con alguien que tenga mal olor y este tan sucio (chancho pregunta
¿qué puedo hacer para cambiar niños?). A la tía Clara se le ocurrió hacer una
actividad sobre la higiene, lo lindo que era sentirse limpio bañándose, peinándose y
andar con ropa limpia y de esta manera poder ayudar al cerdito Agustín, el cual
escuchaba muy atento. Con el pasar de los días Agustín por fín entendió que si
cambiaba su actitud sus amiguitos volverían a jugar con él, fue así como al día
siguiente el pequeño cerdito llego al jardín bañado, con ropa limpia y con una
sonrisa muy alegre. Los animalitos asombrados y contentos por su cambio se
acercaban a él a felicitarlo el conejo Leo le decía: Te vez muy ordenado, la ovejita
Doly que lindo peinado y el caballo Jacinto le decía que linda ropa traes y lo invitaban
a jugar (hablan animales). Así Agustín el cerdito comprendió que estar limpio hacía
sentirse bien con él mismo y con el resto de sus amigos (interactuar animales).

Y colorín colorado esta historia se acabado. Niños recuerden siempre

debemos bañarnos, andar limpios y ordenados para así sentirnos muy bien y
felices (Conclusión).