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+ NUEVO MANUAL DE CIENCIA POLITICA* Ealitado por Robert E. Goodin y Hans-Dieter Klingemann “Taduecion de 1. Lagares, F Fiméne2, A. Losada y P. Gonzalez suo) eee a | | | 14, Politica comparada: estudios sobre democratizacion ‘Lawrence WarrexEaD E Introduccién Este capftalo versa sobre la comparacién de procesos polt= ticos, estcturas y sistemas nacionales. En particular, se ins pita ene trabajo que compara las dinamicas de los regimenes fuloritaris, los procesos por medio de los cuales tales regi imenes paeden perder control, transiciones desde el principio futoritario, y el posible establecimiento e incluso consolida- ‘idn de regimenes «democriticos». Existe una larg historia de ‘anilisis politico comparado sobre estos temas en cuanto afec~ tan a Latinoamérica, pero desde luego estos temas poseen mis interés que el regional. Son de importancia central para el esta~ dio de la politica contemporinea en la Europa mecditerrinea, central y del Este y han atrafdo cteciente interés para el Aftiea ‘Subsahariana, en Vasias partes de Asia y en todos los pafses ex ‘comunistas. Sintticamente, podemos decir que el anlisis com pparativo de tales «transiciones de régimen» han sido na de las actividades de mayor crecimiento en el seno del campo de la Ciencia politica alo largo de Ia pasada década, Ha ofrecido 50 sa manera de oratza dos pees as na ampli Varied de ates algunas veses micron? Sate mesma eu aa jue de otra forma no figurarian en el centro de la. scp an ices tna neem cnet eh sa Politica de los paises viejos, estables y ricos. mete pee ah prniencs emapcd cratizacién en el mundo teal, una ci it ae omen! ciera aproximaciones sistematicas y bien fundadas oe Bela de et eld esta abicando de ns ae esencial. Pero nuestras probabilidades de produci 5 tworia predictiva sor aren ea pean ns A eee acne sobre tansiciones desde el Poder capitalist, ne {ta disciplina no se encontraba en buena posicin para pede. Gio sir aura dearer ee loquece vse dees 980 Serena cx pecs slams ree soci tidos comunistas remanentes gobernardn paises (China, “4 Cos, Venan) gue cnt umn Uninia senses Incluso la terminologfa nuclear que empleamos erage, prema rneeon -«consolidacion» y la propis ‘ smocracia— resulta is -ntemente confusa en cierta me . ities idem ssn ye vse os la apropiaci6n selectiva (piénsese en emo la administracign er lh tv ns nec a destonons divas ens eae Jade necesiamente una ami iaitendos ads ons bs cules depends hata eae geneaen ML, gPara quién es? ab gue lal ogre eat se dem iancgn en el corpus gcneal de trabajo en pica compe. ‘ada este capitulo aborda tes preguntas: «Pura qugn ea «GA qué se parece», «,Cémo se hace?». En el articulo ini Gil pao prize mero dela revistn Compara Polit, 10 1 Laswell puso de manifesto qe intr por adqu- Hao acts compara ha encids legr por medio do a a repentnos,Esebiendo desde la perpectiva dela olen noneamerican, dstacabs tes ejemplos, cada en fon Liga parcalmnente la ytcpacion de os 1300 nun confit inteacional. La Guerra Hispano-Nor- EUV Gia eatimulé el estado comparado de politica mun- teeta; fa Pmera Guerra Mundial y la Revol i tiga profandzs Tos ests tetas sobre ino centado en Europa; ¥en una escala mucho mayor, ci Guerin Munda a Guerra Fifa y la dscoloniza- ta Seeteron Tuga a programas de choque Ge prepaacin Stvstgaton Lasowell deduct: [oo] que una demand efectiva de mss conociminto compa tio epende de la expectativa compart de las elites pol {eas de que mejoraria sa posicion st amplian el alcanceterti~ {bul do a informacin politica, Ms an algunos poitslogos. ‘Huron Ta oportunidad de mejorar el sock de conocimiento a {isposicion de a disciptna y elevarel valor desu propi post ‘gn con sespecto a sus colepas (Lasswell, 1968, p. 3) Rebasando el caso de los EE-UU., Lasswell afadia que los {mpetialescivilizados ~en fases tanto de expansi6n como pe Geclve rlativo~ animaron en general cierto estudio del gobier- fo comparado y que ls organizacionestansnacionales (por ee Dio, implicadas en comexcio exerioro empresas misionrss) ten- Gjeron también @ apoyar un andlisis comparado al menos parclalmente sistemético. Las contraelites proclives al peasa- Fhiento revoluckonario probablemente iendan también a promo- Vor el estudio comparativo de las insttuciones. Aunque, se pre= [gantaba, Jos estallidos de interés ocasionados portale elites a {a busqueda de conocimiento prictico generarian una diferencia permanente en ls dimensiones espacial y temporal del conoci- Triento politico, o «muchos de nosotros retomariamos al gobier~ hho norteamenicano después de un breve recortido por un mundo iis novedoso?» (Lasswel, 1968, p.5). Su conclusin vino area- Sopurar el futuro de la politica comparada, dado que crefa que el “conocimiento central» de nuestra diseiplina habia sido cam sit biado por I erevolucién conducts» en na direccisn expandia de manera permanente la demanda de andlisis cx An tados basados sobre métodos cintificas de consricicn de teoray recopilacin de datos, Sin embargo, el autor econcets aque esto habia proicido resultados desalentadores hasta ‘momento, yargumentaba quell se debi quel métdo con Thrado en sv aplcacén asi nsfcentement contextual ing Aecuadamentecentado ste los problemas innecesariamenis restictivoen sus nies. Enrestmen ha id nsfiientements Songun Las 168.9) Ineuarto de siglo mis ade algunos aspects del code Lasvel gua asta pets comet lo cir de un mundo diferente, aungué resulta recomendable una actug. aac sobre dos temas principales. Estos son: «Para quién «sel andlisiscomparado?» y «{Cémo ha de hace pot sopnesto ambos esta fatimamenteligedos A fin de valoat siste timo «estado» repentino de activism en el amp de pote omparade ear probalenent fine necesitamos considerar la pregunta de «;Para quién?» al igval {ucla de egCéo?» desde ago, Alttjarcl Para quis demos descubri también cierosindcios sabre métodor Apropiados y medidas ajustadas para jrgar nesto rend riento (por ejemplo, en contaste con Ins ete imperiales y Jas contracts revocionarias de Laswell, ichosustasos nuevos de nvestos servicios pueden ser mis receptivos ante Geman ue eng aoe pt, in eden resllar ms exacos en cushto asa Sensi el contexto). nine La demanda de orientaién intelectual para comprender tales proceso conlempordneds como ls ransiione deste ‘ncipio autontario la conselidacicn de democracas fg es materia inberententecompaatvs), ha estado retin. temente tan poteteyextenida que algunos poitslogos ivi fon ge dara espa sia demands eontemporivea por un poi comparada sobre democratizacin poviene Je muchas fueaes. El prime interés britnicogi6 en tomo ala esperancas de export el «sistema Westminster» ene proceso de descolonizacion, que 5 se desvanecieron répidamente segiin ales esfuerzos se demos~ traban fallidos. Pero a partis de los setenta el interés revivid sein aparecfan nuevas democracias, primero en el sur de Euro- pa, mas tarde en Latinoamérica y partes de Asia darante los Athenta, y eventualmente en los territories postsoviéticas, asi ‘Como en los Estados anteriormente de partido tinico del Afri- ‘Ca subsahariana, Indudablemente las elites gobernantes en los ‘Estados occidentales dominantes adoptaron una primera visién a este respecto, bien porque (como Kissinger) temian que podria desordenar su ides del orden mundial 0 porgue (como Brandl o Carter) confiaban que padiera promoverio. Sin embar~ zo, en la otalidad de los gobiernos occidentales no se aprecia ‘emasiada sofisticacion 0 la bisqueds de hallazgos analiticos frescos hasta hace relativamente poco. Por el contrario, en los paises de habla hispana tanto las ‘energias activistas como académicas acabaron centréndose Sobre esta cuestiGn bastante antes de que su importancia préc~ tica fuera demostrada, Si regimenes tan (otémicos como el de Salazar y la dictadura de Franco pudieron ser reemplazados por detsocracias liberales mas o menos estables y operativa, fntonces n0 s6lo las elites dominantes sino més en general las {lases educadas de Latinoamérica precisaban conocer e6mo baa afectar a sus propias citcunstancias polticas ese avance ‘orprendente. No fueron tanto las elites politicas «cle! norte» ‘como las comunidades politicas «del sur» quienes demanda- ban conocimientos renovados en 1a polftca comparada sobre democratizacién, Mis recientemente, comunidades politicas temergentes en Europa del Este, y desde luego en Surtrica, ban ‘ampliado y profundizado mds lejos las fuentes de as deman- das. Por suptesto, la demanda «del norte» también se expan- {di6 de manera répida, aunque mucho de esto se derivaba de 05 requerimientos mis acueiantes «del sur» ‘Producir politica comparada para estos nievos usuarios es ‘una empresa diferente a dar servicio a las elites de tipo ime rial. En bien de la brevedad, este contrast se plantearé en una forma estilizada donde inevitablemente se exagera la realidad, Para empezar por el contraste mas obvio, marca una diferen- cia que las comparaciones asuman alguna competencia lingis- 3 "ee tica tanto en espatiol como en inglés. Bllo no s6lo permite acafar neologismos tan ilustrativos como democradura (coin Pesto de «democracias'y «dictadura») y dictablanda (refex rente a escasa democracia y dictadura suave). De manera més ‘importante, apunta el intercambio respetuoso de ideas, eincly. so cierto sincretismo, entre comunidades linguisticasrivales cada una de ellas con su propias tradiciones separadas y reas de teorfa politica y experiencia (por ejemplo, «el Estados, «sociedad civil» y «el imperio dela ley» son todas clas cate. _gorfs liberales clave con resonancias poderosas, pero en cier. ‘ta medida distinivas, en cada una de las dos comunidades) Un segundo contrast se proguce ente elites imperiales con acceso a grandes concentraciones de poder del Estado, acos. tumbradas a proyectar sus deseos extemamente mientras ais: laban fuertemente a a poblaci6n de su pats de disrupeiones exteriores, y comunidades politicas formadas tentativamente con s6lo un acceso parcial a lo que son, en cualquier caso, instrumentos bastante frigiles de poder estatal y conscientes ‘desu propia vulnerabilidad frente a imposiciones desde e inte: riot El primer tipo de usuario puede demandar hallazgos cient ficamente acreditados con un potencial de prediccisn fuerte; que pueden asesorarle para conseguir que se hagan las cosas ¥¥ no plantee demasiados dilemas nocmatives entorpecedores. Por otra parte, puede esperarse que los usuarios del segundo tipo tengan mayor tolerancia frente ala indeterminacién y ‘menos expectativas de prescripeiones politicas cientificamen- te validadas, en ambos casos porque fal situacién tefleja sus ‘ropias experiencias de incertidumbresy limitaciones del poder y también porque tienden a asociar el positivismo metodol6é- ico con un estilo de politica amoral y acaso no democratico (politica del poder»), Un estilo de andliss més «interpretati- vor antes que «explicativo» puede asociarse con la préctica participativa de «escuchar a la gente» Un tercer contraste(intimamente relacionado) se produce entre el estilo de comparacin compatible con una forma de .gobiemo fuertemente homogénea y segura de sf misma ~pocos de cuyos ciudadanos estarén probablemente dispuestos a con siderar a posibilidad de un veredicto odioso sobre sus arreglos su sdomésticos~ y una coleccién de débiles y heterogéneas formas {e gobierno cuyos ciudadanos pueden ser asaltados por senti- SFientos de inseguridad, o posiblemente incluso de inferiori- Tad. especialmente cuando las comparaciones cfectuadas res ar demasiado immplacables y o el «status cienifico» de sus resultados, y us relaciones con los valores democrati- cos, Desde esta discusin més bien tedrica la conclusién dert- ‘va algunos preceptos pragmiticos que pueden tomarse como sugerencias para practicantes de esta ciencia-cum-atte 4) Predictibilidad/contingencia Sobre predcnbiidd/cohingencia, sin repetir debates bien conodos ole metodloga dea cena police, ba. tadketr oe poses de os process qu estudae se geier tan por leye tan fables que permian igoaar la causal dad con a predictn(oretrspeclon), Mas a, aly como Ioexpreso Mil cients cincucniaafos anes, cuando et Giamos los fenémencs dea police y la historia La pla falda de cons sc da con eXceso ca ilinitado lose {ts eetin, ens mayor pre, ineteablemente etree thos con ouos. Pact sumesta a incomodidad, lamar las Invngasoaes on lence pocerelacooan slope ducci6n de efectos de una descripcién mas comprensiva...] fella que potabemont se vert afectados de ae! friecta ch maso cn meno! por as lode hecho ques: taco incluso ve ocira, en ia sociedad humana» Ql Tega, 1973 459) Claramene,semejntes obsracio- bess alien con singular fuera al estudio del demo? omtesia, "Bl i Vi, cap. 10, se. 3, Mil C186, 1973) ean gi tando nent de deca ees de propa por melo de sce uiiamos poe! cts fcr como eas png ies neni pt dl in cng, Miler ce eng, fos pltogoseuplestan mee coven wo exngban aco go Paden lng rene ta {reward wae 7)» purdl bj lke scsi ar mio t 520 b) Procesos dinémicos Sorgen problems adiconales al compara y ena proce- s0s politico dindmicos. Despues de to, aiganos locos soca contnpotin ah mucho salar gael ‘modelo gio cisco deuna causa conertacperadoneerrae, ducirun efecto dad (oun cadena de causes reduscete cons ims de efets) necesita de vata considetacin La lens aos cualquier valor expiativo que obtengamos proven da caracterzacion dela manera especie lnguelos doco tan En garde un medelo de easaidad de soles blag cambio macropoliice que inplicaredfincin elas pace, Giese identidades de os atres pd acarse rch fencia a modelo reflexive, o tao en el que el digs ¥slerton pueden considerse eras al occ renee "oy units po la interdependencias de uns npanennann Petsuasva anes queepcruninextemay Gaetan ston 5. Coslgier expicacion fndadahisidscamente dk to oe sabato como a edemocratzaciony requ considera ec nif o implica ol émino parm aquclsslecaans ses VE mpticase(o mares intrpetaivos) den estat fndaeatadss £0 un 526 Virtud del debate sobre democratizacién comparada que el mis. ‘mo fuerce a sacar a la luz las razones en favor de procedi. ‘mientos que también se siguen, aunque de manera menos admi~ tida, en otras dreas de nuestra diseiplina. ©) Formacién de conceptos {amplicon particular de eta aproxnacin ha ae do la atencion acemica, acaso porgoe ena eon tans tos debates ample ca eases cee sa ie ttecta la formacon yahute de eoncpiar bes ae lo cosepis(alginos prefer de cage sxirctran ef marco inerpsnivone renee ee ae te relicionan os on tory se asiee eco invengnto’ et Colliery Mahone en eno 8 tica de potencial largo alcance de lo que denominan nese tovzaclon listen segdn se costo och tedclo de Sartor cat APSR (97) lmocene Wena iin come i fuente de wu aprosimacin soa aoe Rem semplos «porous icuo un dos de cos oe sempos se Ce pisces cnr ne ‘lndecouis on oto herpes ta cx is pobabc que ae = ey epic -equivocada ea vez de correcta. “ rere creas volumen de Gel Hath ole cio pen ‘ar ceca de los contafacale n la expiarie sei, als Coneionny Ets ec oe ayn apace ets _Jrcaon hs wes tenen tna qvreta a geal ges niece ‘ao y 0 atone teres expan: ben ts een

, American Poltical Science Review 85 (1991) pp. I28¥1300 Gauute, W.B., «Essentially contested concepts», Precedings ofthe Aristotelian Society 56 (3958), pp. 167-198, (Gaurnunz, A, Forms of Explanation, New Haven (Conn), Yale Uni versity Press, 1981 Haw mons, G. Plausible Worlds, Cambridge, Cambridge Univesity Press, 1991 Kran, P, The Advancement of Science, Oxford, Oxford Univer sity Bress, 1993, LASSWELL, HED,

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