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Doctrina

ANÁLISIS DE UN PLENARIO SOBRE


AMBIENTE Y MINERÍA
Por el Dr. Aldo RODRIGUEZ SALAS

Sumario: 1.- Introducción. 2.- Los planteos. 3.- La ley atacada. 4.- La
defensa. 5.- Acumulación y plenario. 6.- Algunas pruebas producidas.
7.- Otro fallo plenario sobre ambiente y minería. 8.- El pedido de Audiencia
Pública. 9.- Análisis del fallo. 10.- Matices. 11.- La decisión. 12.- La
disidencia parcial. 13.- Las referencias a la Carta Encíclica Laudato Sí.-
14.- Conclusión

1.- Introducción.
La Suprema Corte de Justicia de Mendoza pronunció en diciembre
de 2015 un fallo plenario1 resolviendo los planteos de inconstitucionalidad
interpuestos por un conjunto de empresas mineras en contra de la Ley
7722, que dispuso una serie de restricciones a la minería metalífera.
El pronunciamiento tiene importancia en tanto aborda cuestiones
centrales del Derecho Ambiental. La Corte mendocina ha construido
en los últimos años una sólida doctrina sobre los conflictos ambientales,
por lo que en este caso es importante analizar determinados aspectos
para identificar la orientación del máximo tribunal provincial y su
vinculación con la Jurisprudencia señera de la Corte nacional.
2.- Los planteos
En el año 2007, al mes de promulgada la Ley 7722, doce empresas
mineras accionaron contra ella por inconstitucionalidad. Por diversas
situaciones, quedaron en trámite diez acciones.
Las demandas pidieron la declaración de inconstitucionalidad de la
ley argumentando que la misma entra en conflicto con la Constitución
Nacional y Provincial por:
1) Violar el principio de igualdad,
2) Violar al derecho a ejercer industria lícita,
3) Desbaratar el derecho de propiedad,
1
SCJM, Causa N° 90589, caratulada: «Minera del Oeste Srl y Ot. c/ Gbno. de la Provincia P/
Acción Inconstitucionalidad», fallo plenario dictado a fs. 1033/1088 y vta. del 16/12/2015.
Publicado en Revista del Foro N° 153, pág. 41.

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4) Trasgredir norma superiores: el Código de Minería,


5) Vulnerar la seguridad Jurídica,
6) Vulnerar el principio de irretroactividad legal,
7) Carecer de argumentación científica,
8) Contradictoria, al prohibir y luego establece el procedimiento de
EIA.
Un análisis de las demandas permite identificar los siguientes
objetivos de las accionantes:
• Atacar la prohibición del empleo del cianuro, del mercurio, del
ácido sulfúrico y de otras sustancias tóxicas (art. 1, Ley 7722).
• Atacar intervención del Poder Legislativo para la ratificación
posterior de la Declaración de Impacto Ambiental (art. 3, Ley 7722).
3.- La ley atacada.
La Ley 7722 es complementaria de la legislación ambiental vigente
en la provincia de Mendoza. En seis artículos establece cómo en Mendo-
za se puede desarrollar la minería metalífera. Interesa en este análisis
los artículos 1° y 3°.
El primero establece: «A los efectos de garantizar debidamente los
recursos naturales con especial énfasis en la tutela del recurso hídrico,
se prohíbe en el territorio de la Provincia de Mendoza, el uso de sustan-
cias químicas como cianuro, mercurio, ácido sulfúrico, y otras sustan-
cias tóxicas similares en los procesos mineros metalíferos de cateo,
prospección, exploración, explotación y/o industrialización de minerales
metalíferos obtenidos a través de cualquier método extractivo».
El artículo tercero dispone: «Para los proyectos de minería metalífera
obtenidos las fases de cateos, prospección, exploración, explotación,
o industrialización, la DIA debe ser ratificada por ley. Los informes
sectoriales municipales, del Departamento General de Irrigación y de
otros Organismos Autárquicos son de carácter necesario, y se deberá
incluir una manifestación específica de impacto ambiental sobre los
recursos hídricos conforme al artículo 30 de la Ley 5961. Para dejar de
lado las opiniones vertidas en los dictámenes sectoriales deberá
fundarse expresamente las motivaciones que los justifican».
4.- La defensa
La defensa de la ley correspondió a la Asesoría de Gobierno y a la
Fiscalía de Estado, se replicó cada uno de los cuestionamientos,

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haciendo eje en los principios de prevención y precaución, en la amplia


competencia provincial para establecer normas complementarias, en
la importancia del recurso hídrico para la vida y sustentabilidad provincial,
en los antecedentes de otras provincias, en las múltiples regulaciones
restrictivas que existen en otras actividades económicas y, fundamental-
mente, en la doctrina jurisprudencial, provincial y nacional.
Un párrafo de la defensa contextualiza la trascendencia del proceso:
«La actora está animada por una desconsideración respecto a la
legalidad ambiental. No lo oculta en ningún momento. El Estado de Dere-
cho no sería más que un guardián de sus intereses privados, cuando lo
invoca no hace otra cosa que acudir a una parcialidad del ordenamiento
jurídico, de tal forma que todo lo que colisiona con su orientación está
llamado a ser desacreditado. En ese contexto, no puede sorprender
que sostenga que las movilizaciones sociales representan la presión
de un reducido grupo de personas, agitados por conocidos actores,
que ni siquiera son mendocinos…, lo social le es ajeno. Desconoce la
evolución del constitucionalismo, así como los derechos sociales se
erigieron para la resolución de las asimetrías entre empleado y emplea-
dor, el derecho ambiental, emerge para la resolución de la asimetría
entre los bienes colectivos y de quienes los usan y explotan individual-
mente, a fin de preservarlos»2.
En este sentido la SCJN ha dicho: «La Constitución Nacional tutela
al ambiente de modo claro y contundente y esta Corte Suprema ha
desarrollado esa cláusula de un modo que permite admitir la existencia
de un componente ambiental del Estado de Derecho. Por esta razón,
cabe señalar que la efectividad que se reclama para todos los derechos
fundamentales, también debe ser predicada respecto de los de
incidencia colectiva y en particular del ambiente»3.
5.- Acumulación y plenario.
Si bien la Provincia pidió desde el principio la acumulación de los
procesos, esto fue dispuesto recién para la etapa final.

2
Alegato del PE presentados en autos N° 90.601, caratulados: «DESARROLLO DE
PROSPECTOS ARG. SA (DEPROMINSA) C/GOBIERNO PROVINCIA DE MENDOZA S/ACCION DE
INCONSTITUCIONALIDAD».
3
CSJN 5258/2014, ORIGINARIO, «Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas de la
Patagonia e/ Santa Cruz, Provincia de y otro s/ amparo ambiental». Resolución del 26/04/2016.

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Así, la Corte provincial, mediante Resolución de la Sala 2 del 04 de


diciembre de 2013, dispuso la acumulación de los procesos al momento
de que todos ellos se encuentren en estado de llamamiento del acuerdo
para sentencia.
También dispuso el pronunciamiento en plenario, con estas conside-
raciones:
«Que conforme constancias de fs. 942 el Dr. Mario Adaro, en su
carácter de Presidente de la Sala II, convoca a que la resolución de la
presente causa se realice mediante Tribunal en Pleno».
«Conforme reza el art 7 de la ley 4959 (SIC) «si al celebrarse el
acuerdo para dictar sentencia definitiva, cualquiera de las salas enten-
diera que en cuanto al punto en debate puede producirse resolución
contraria a la adoptada en una o más causas anteriores, o considerarse
que es conveniente fijar la interpretación de la ley o la doctrina aplicables,
los presidentes de sala o el presidente de la Corte convocará a tribunal
pleno y este decidirá por mayoría de votos».
«Para convocar la formación de tribunal pleno es menester el cumpli-
miento de los siguientes requisitos: a) se estime por la Sala interviniente
la posibilidad de producirse resolución contraria a la adoptada con
anterioridad; b) ó bien, la conveniencia de fijar la interpretación de la ley
ó doctrina a aplicar. Ambos presupuestos pueden presentarse junto o
separadamente; pero siempre, de cualquier manera, para la procedencia
del plenario, resulta necesario que se dé alguno de ellos. (LS108-506
03/12/1968)»
Luego de estas consideraciones generales, fundamenta la convoca-
toria del plenario en estas causas en los intereses supraindividuales y
los bienes y valores colectivos comprendidos, expresando que: «El
análisis y decisión de la validez constitucionalidad de la ley 7.722 importa
el tratamiento de intereses que trascienden los de las partes, encontrán-
dose en juego bienes y valores colectivos, por lo que la decisión que se
arribe respecto del texto legislativo requiere que sea realizada por todos
los miembros integrantes del Tribunal». Se advierte aquí el reconoci-
miento de la naturaleza colectiva del proceso. La mención de que los
intereses trascienden a las partes y la referencia a los bienes y valores
colectivos, constituye un enfoque enraizado en la interpretación más
actualizada del art. 41 y 43 de la CN, conforme lo ha considerado la

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Corte Suprema de la Nación en las causas Mendoza 4, Villivar 5, Halabi6,


Kersich 7, entre otras.
6.- Algunas pruebas producidas.
La Provincia se empeñó en demostrar que la ley respondía a las
particularidades del ecosistema provincial, en especial, a la defensa
preventiva y precautoria del bien colectiva agua, siendo esta la medida
de su razonabilidad y proporcionalidad 8. Así, pidió informes al Departa-
mento General de Irrigación y al Instituto Argentino de Zonas Áridas
(IADIZA).
a) Informe del DGI
El informe del Departamento General de Irrigación contiene la
caracterización del sistema hidrológico mendocino, el cual está dividido
en cuencas hídricas de régimen nival. «Los sectores más vulnerables
y potencialmente amenazados y donde los impactos pueden llegar a
ser en casos extremos irreversibles, está en las zonas altas, es decir
en los nacimientos, en los inicios de los orígenes de los ríos arroyos,
vertientes, etc. Debido a que la calidad natural que se puede llegar a
tener de los recursos hídricos se puede ver degradado, vulnerado desde
su origen, desde su nacimiento, situación que pone en riesgo tanto la
calidad como la cantidad del agua».
«Las zonas de recarga de los acuíferos subterráneos, también son
o están dentro de las zonas de más amenazadas y como mayor
vulnerabilidad con el agravante de que la afectación de los recursos
subterráneos tiene un tiempo de recuperación para volver a las
condiciones naturales mucho mayor a los tiempo de recuperación del
agua superficial».
Sobre el cianuro, luego de explicar su utilización para extraer el oro y
la plata de la roca madre expresa: «…dada la alta toxicidad y reactividad
natural del cianuro, la contención de esta sustancia es una de las
preocupaciones primordiales de las minas en las que se utiliza la
extracción por lixiviación. Se han documentado los efectos perjudiciales

4
"Mendoza, Beatriz Silvia», Fallos: 329:3445
5
SCJN, «Villivar, Silvana Noemí c. Provincia del Chubut y otros», LA LEY 27/04/2007.
6
"Halabi» (Fallos: 332:111)
7
CSJ 42/2013 (49-K) «Kersich, Juan Gabriel y otros el Aguas Bonaerenses S.A. y otros
si amparo», 2 de diciembre de 2014.
8
La proporcionalidad es un principio aplicado en varios precedentes de la SCJMZA. En el
fallo plenario en análisis, el voto del Dr. Gómez lo recoge.

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del cianuro en los peces, la vida silvestre y el ambiente. Para las plantas
y animales el cianuro es extremadamente tóxico». Introduce una cita
elocuente: «…(si para) limitar nuestra preocupación por el cianuro al
hecho de que no hayan sido reportadas muertes humanas es caer en
lo que los bioquímicos llaman la teoría de «los muertos en la calle»: la
actitud según la cual sino se ven cadáveres todo está en orden…».
Explica los impactos asociados a la vida silvestre y las aguas: «Aunque
son rentables para las compañías mineras, las minas que utilizan la
extracción por lixiviación con cianuro son bombas de tiempo para el
medio ambiente, tal y como lo indica el amplio estudio de la National
Wildlife Federation de los Estados Unidos (Alberstwerth et al,1992)…».
«Si bien toda actividad antrópica produce impactos sobre los recursos
del ambiente, entre ellos, el recurso hídrico, hay actividades que
producen mayores impactos negativos que otras y que consumen más
agua que otras. Tal es el caso por ejemplo de la actividad petrolera,
minera, que son exigentes en consumos de agua y que además los
efluentes producidos en ambas actividades sino no son correctamente
tratados y dispuestos».
b) Informe del IADIZA
El informe del CONICET incorporado, describe el sistema hidroló-
gico: «Todo el territorio de la Provincia de Mendoza está dividido en
cuencas hídricas de régimen nival…todos los fenómenos naturales o
antrópicos (generados por el hombre) que inciden sobre el territorio
provincial, vale decir sobre las cuencas, producen alteraciones que
impactan sobre el suelo, el agua, vegetación, fauna, etc. Respecto al
agua el impacto se manifiesta en la calidad de la misma, modificando
sus condiciones naturales».
Cuando contesta al pedido de identificación de la amenaza sobre el
recurso hídrico, queda clara la vulnerabilidad de nuestro ecosistema,
así expresa: «La principal situación de amenaza es la contaminación
del escaso recurso hídrico existente en la provincia de Mendoza. Se
debe tener en cuenta que de los 150.830 km2 que tiene la superficie
total de la provincia de Mendoza, solo se encuentran cultivados el 2,01
% de la misma. Todas las actividades que desarrolla el ser humana
impactan, en mayor o menor medida, sobre los recursos naturales. En
el caso particular de Mendoza, como el recurso hídrico es escaso y su
aprovechamiento se encuentra altamente comprometido, reviste funda-
mental importancia la contaminación que pueda sufrir este recurso. Se

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debe tener en cuenta que si bien todas las actividades contaminantes


son negativas a los fines de la preservación de la calidad del recurso
hídricos, aquellas que se desarrollan en las partes altas de la cuenca
son potencialmente más peligrosas, ya que en caso de producir
contaminación sus efectos se trasladan aguas abajo, impactando sobre
el resto de la cuenca. Tiene también mucha importancia los volúmenes
de agua utilizados para cada fin».
Es importante señalar que entre las pruebas periciales de las actoras
se produjo la siguiente pericia, que aportó una perspectiva relevante
para la causa:
c) Pericial del Ing. López
Se caracteriza por incorporar una perspectiva sistémica bajo la
herramienta de la evaluación de riesgos.
Responde sobre la viabilidad técnica y económica de los proyectos
de la actora sin la utilización de sustancias químicas: «No son viables
los proyectos de la actora para la obtención de oro, sin la utilización de
productos químicos. Con respecto a la viabilidad económica, este punto
es de difícil valoración, ya que se debe contemplar el costo de los
insumos; como el de los productos químicos utilizados, la energía a
consumir, el costo del agua que debe utilizar en cantidades muy
importantes, siendo este uno de los puntos en conflicto (trascribe art.
1° de la Ley 7722)…» Es decir, considera el valor del agua un elemento
no ponderable, debido a su alto costo de utilización social, carácter
imprescindible para la vida humana (consumo humano, explotación
agrícola y ganadera, etc.). «Al ser este un costo de oportunidad de uso
del recurso hídrico, la actora tendría que evaluar si es factible su
proyecto…».
Responde sobre los riesgos, el manejo de grandes volúmenes de
material y emisiones químicas: «La extracción tanto de minerales como
la producción de metales puede dar lugar a grandes volúmenes de
materiales de desecho y producto…En el caso de minerales y metales,
éstos son materiales finos conocidos como relaves, lodo y fango. …Los
incidentes con material fino de desecho han sido mucho más frecuentes
y siempre potencialmente más severos…» (Ilustra acabadamente los
incidentes).
Destaca, ante las observaciones formuladas por los actores, la
aclaración del perito sobre la insignificancia del uso de cianuro por otras
industrias en Mendoza. Además la actora había pedido la comparación

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entre los riesgos de un relleno sanitario y un dique de cola de última


tecnología. El perito aplicó una matriz de riesgo cuyos resultados
establecieron un alto riesgo para los diques de cola.
d) Otras pruebas
A pedido de las actoras, se incorporó abundante prueba documental,
fundamentalmente relacionada con regulaciones extranjeras sobre el
uso y control de las sustancias que la Ley 7722 prohíbe. La Provincia
argumentó que estas normas deberían haber sido acompañadas por
una descripción socio-ambiental de los lugares en los cuales se
desarrollan esas explotaciones, única forma de considerar su valor
comparativo para nuestro territorio, tal como la defensa acreditó la
relación de la Ley 7722 con el ecosistema mendocino.
7.- Otro fallo plenario sobre ambiente y minería.
Nada hacía prever entonces que antes del pronunciamiento plenario
de Mendoza acaecería un fallo, también plenario, sobre una ley prohibitiva
de la minería metalífera en la Provincia de Córdoba 9.
La Ley cordobesa 9526 tiene características diferentes a la norma
mendocina. Mientras que la ley mendocina no prohíbe la actividad minera
metalífera, la norma cordobesa directamente prohíbe la minería
metalífera bajo la modalidad «a cielo abierto». El Tribunal Superior de
Justicia de Córdoba consideró que la magnitud de las consecuencias
ambientales respecto del agua y de las grandes cantidades de residuos
ambientales que genera la minería metalífera a cielo abierto, sumados
a las experiencias registradas en la Provincia; dan sustento y fundamento
a la restricción que enuncia la Ley 9526 en cuanto prohíbe la actividad
minera metalífera cuando se realice bajo la modalidad «a cielo abierto»
o cuando para ello se utilicen sustancias tales como el cianuro, el
mercurio y otras calificadas como peligrosas. Destaca en el fallo la
expresión de que: «El ambiente constituye un bien colectivo supremo».
8.-El pedido de Audiencia Pública.
Ya en estado de resolver, luego de ocho años de trámite, el Procurado
de la Corte pidió la convocatoria a Audiencia Pública, sin embargo, la
mayoría del tribunal rechazó la petición10 considerando que: «el Tribunal

9
STCórdoba en Sentencia del 11/08/2015, en «Cemincor y Otra C/ Superior Gobierno de la
Provincia de Córdoba – Acción Declarativa de Inconstitucionalidad».
10
SCJM,Causa N° 90589, caratulada: «Minera del Oeste Srl y Ot. c/ Gbno. de la Provincia P/
Acción Inconstitucionalidad», resolución del 4 de agosto de 2015.

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está llamado a ejercer una específica función jurisdiccional, tendiente a


dilucidar la avenencia de la norma impugnada con el orden constitucio-
nal. Se trata pues, de una cuestión de estricto contenido normativo
constitucional, en cuyo ámbito no se advierte la necesidad, utilidad y/o
pertinencia -en el estadio procesal en que se encuentra la causa y en
función de los elementos ya incorporados a la misma-, de la realización
de la audiencia pública propuesta».
Agrega: «Nos encontramos ante el cuestionamiento a una norma
elaborada en el seno del Poder Legislativo, que fue objeto de debate
dentro del mismo y respecto de la cual el Tribunal se limitará -en su
oportunidad-, a expedirse en el marco de la acción intentada y dentro
de sus específicas incumbencias, sin hallarse habilitado a ingresar en
materia propia de otros poderes del Estado, ni a suplir las eventuales
deficiencias que pudieran haber acaecido en orden a la participación,
control y/o diálogo con la sociedad en forma previa a la emisión de la
norma jurídica cuestionada en su sede».
Este pronunciamiento fue dictado con el disenso de tres ministros
de la Corte, quienes requerían su convocatoria, lo cual motivó un recurso
interpuesto por Fiscalía de Estado, fundado en la Acordada Nº 25.325
que regula la convocatoria a Audiencias de carácter Público en aquellas
causas que posean trascendencia institucional o que excedan, en
cuanto a la decisión jurisdiccional, el interés individual de las partes
intervinientes y que exige como suficiente el voto de tres ministros para
ordenarla. Sin embargo, en un nuevo pronunciamiento se rechaza el
pedido, entendiendo que la decisión se ajusta a la Acordada en tanto
debía entenderse que la misma no alteraba la forma de decisión del
tribunal en pleno, ya que fue por mayoría de este que se había resuelto
su rechazo.
9.- Análisis del fallo.
El fallo plenario contiene votos fundamentados de la mayoría de los
integrantes de la Corte, por lo que para apreciar su contenido
puntualizamos sus principales temas.
1) Derechos prioritarios y ponderación de principios
La decisión precautoria del legislador mendocino, en el sentido de
no esperar la prueba determinante que acredite con certeza que la
actividad minera efectivamente causa perjuicios irreparables para el
recurso hídrico de la provincia, se debe también a la importancia que

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tiene el agua como derecho humano, cuestión que no puede dejar de


tenerse en cuenta al momento de la ponderación de los intereses en
conflicto (Palermo).
En síntesis, nos encontramos frente al deber de garantizar un medio
ambiente sano, saludable o adecuado como derecho humano de tercera
generación (Adaro).
2) Bienes y valores colectivos
Dentro de la misma lógica, la doctrina especializada en la materia
observa que de un tiempo a esta parte nos hallamos ante el surgimiento
de un nuevo bien jurídico colectivo: el ambiente. En la lucha en defensa
del ambiente y la salud se imponen los mecanismos anticipatorios, de
tutela temprana, precoz, a la luz de los principios de prevención y precau-
ción de política ambiental (Nanclares).
En este sentido, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en el
paradigmático fallo «Beatriz Mendoza» (CSJN, fallo 326:2316, 20/06/
2006), indicó que el ambiente es un bien colectivo, que pertenece a la
esfera social y transindividual, por tanto es esencial el deber de preservar
(Adaro).
Por otra parte, la Provincia de Mendoza, ha sabido generar un régimen
legal de aguas pionero en nuestra Nación, y de altísimo nivel jurídico,
amparada por la Constitución Provincial y una experiencia práctica de
décadas para permitir supervivir en el desierto. Este bien sustancial
para la vida es otro elemento que el legislador puso en prioridad en la
redacción de esta Ley (Llorente).
3) Sustentabilidad y minería
Ahora, la potencialidad lesiva y el riesgo eventual de la actividad
minera no son menos ciertos que los beneficios que acarrea. En
consecuencia, resulta fundamental la determinación del rol que debe
cumplir el Estado -en general- y el Derecho -en particular-, como
instrumento de la política, para determinar un equilibrio que permita un
marco de sustentabilidad, sin perjudicar el resto de los intereses sociales
implicados. Pues bien, en ese contexto es que la Ley 7.722, como parte
del régimen de tutela ambiental y en consonancia con normas nacionales
y locales complementarias que determinan presupuestos mínimos de
protección, constituye una respuesta posible a la problemática plantea-
da: la decisión de política ambiental de resguardo de la sustentabilidad
del medio ambiente provincial. Para esto, entiendo que dicha normativa

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ha tenido en cuenta la realidad provincial, particularmente la escasez


del recurso hídrico en el territorio de Mendoza y su necesidad para el
desarrollo de su economía, con el balance adecuado de los intereses
enfrentados y los argumentos que los respaldan(Gómez).
4) Límites a los derechos individuales
El artículo 240 del CC y C, establece los límites al ejercicio de los
derechos individuales los que deben ser compatible con los derechos
de incidencia colectiva,»… no debe afectar el funcionamiento ni la
sustentabilidad de los ecosistemas, de la flora, la fauna, la biodiversidad,
el agua, los valores culturales, el paisaje, entre otros, según los criterios
previstos en la ley especial». Asimismo, con la introducción del artículo
1710 del CC y C, deber de prevención del daño, queda instituido el
principio de prevención, fortaleciendo la defensa del ambiente. Desde
esta perspectiva, la prevención integra la responsabilidad como función
esencial y autónoma. Es decir, la nueva codificación civil introduce la
materia ambiental y el principio de sustentabilidad y de equidad
intergeneracional (Adaro).
Nuestra historia nos marca que el crecimiento y el desarrollo
económico de Mendoza, dependen, en gran medida, del cuidado de
nuestra agua. Sin este elemento esencial, no podremos preservar la
calidad de vida de nuestras futuras generaciones. En este sentido no
podemos asegurar que la actividad minera metalífera vaya a producir
daños ambientales, pero tampoco podemos avalar la utilización de
sustancias que ponen en riesgo la preservación y el cuidado de nuestro
elemento esencial. Mendoza es una provincia ejemplar y pujante de
nuestro país, y esto es sin duda consecuencia directa del desarrollo de
nuestra industria vitivinícola y agrícola, actividades que requieren del
uso responsable y eficaz del agua (Llorente).
5) Prevención y Precaución
La precaución tiene como efecto la inversión de la carga de la prueba:
es quien genera el riesgo de daño grave e irreversible a la salud humana
o al medio ambiente quien debe demostrar la inocuidad o seguridad de
su actividad, o de la sustancia o producto que pone en el mercado. Sin
dudas, un principio de prudencia (Nanclares).
Asimismo, la intervención del Derecho frente a estas decisiones
arriesgadas en el campo de la tecnología se justifica, todavía, si se
tiene en cuenta que las consecuencias lesivas de esa toma de

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decisiones no necesariamente afectan a quienes las toman, pues la


divergencia se da no sólo entre quienes crean el riesgo y quienes
resultan afectados por el mismo, sino que el impacto de estos riesgos
está espacial y temporalmente abierto, de modo que pueden manifestar-
se en forma duradera o diferido en el tiempo y distante del lugar en el
que han sido generados. Por esta razón, está claro que el Derecho no
puede desentenderse de estos avances: la expansión de la técnica y
con ella, la ampliación de los espacios de decisiones humanas sobre
la creación de riesgos tecnológicos conlleva, necesariamente, a la
expansión del Derecho (Palermo).
En segundo lugar, la aplicación de los principios de prevención y
precautorio que rodean la solución propuesta. Éstos, en cualquier nivel
de decisión que implique políticas medioambientales, tienen por objeto
actuar en función de propiciar y fortalecer la responsabilidad
intergeneracional y la sustentabilidad, esto es, lograr un equilibrio entre
la protección del medio ambiente, el progreso económico y el desarrollo
social, sin comprometer el desarrollo de las generaciones futuras
(Adaro).
Sintetizo diciendo que el Legislador prefirió utilizar métodos
preventivos, cautos y precautorios en vez de avalar un sistema de
«riesgo controlado», teoría que se utiliza en muchos países mineros,
con un altísimo control por parte del poder de policía estatal, pero que
sin embargo, no han evitado accidentes ambientales (Llorente).
6) Proporcionalidad de la prohibición (art. 1, Ley 7722)
Un componente imprescindible de la razonabilidad normativa está
dado por el principio de proporcionalidad que exige que el medio
empleado por la ley se ajuste a la finalidad perseguida sin imponer
sacrificios innecesariamente gravosos a aquellos a quienes la regla se
dirige. Si bien, en principio, la Constitución confiere al legislador la función
de establecer las proporciones asequibles a las finalidades perseguidas
por la norma, ello no impide dentro del control de constitucionalidad que
el juez revise concretamente si los medios adoptados quebrantan toda
proporcionalidad, en concreto, en el caso que debe resolver(Gómez).
Ello así, entiendo necesario para determinar si los considerados
«factores de contaminación» (sustancias) que prohíbe la Ley 7722
ponen en riesgo el ambiente, especialmente el recurso hídrico de la
Provincia de Mendoza, examinar preliminarmente, al sólo efecto de

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resolver este plenario, la información pertinente que surge de la prueba


rendida por los litigantes y la que sea de acceso público. Lo contrario
importaría caer en la probabilidad de arribar a soluciones puramente
dogmáticas con escaso ajuste al derecho (Gómez).
Por lo expresado concluyo con la necesaria certeza que, al margen
de la perfectibilidad a que está sometida como cualquier obra humana,
la prohibición prevista en el primer artículo de la Ley N° 7722, resulta
ajustada a los parámetros constitucionales en que debe enmarcarse
toda norma destinada a la realización del principio protectorio inherente
a la materia, por lo que mi respuesta a la pregunta del plenario es que,
en el aspecto analizado, la norma es adecuada al orden constitucional
(Gómez).
7) Norma nacional de PMPA y norma complementaria provincial
No puede entenderse la complementación de un presupuesto
mínimo, ni desde el contenido semántico de la norma constitucional, ni
desde una mirada que penetre su axiología y finalidad, sin suponer la
existencia de medios legales que progresen razonablemente sobre ese
extremo inferior válido para el común general de la Nación, en la
búsqueda de las decisiones jurídicas que mejor sirvan a la protección
del derecho asegurado a un ambiente como el que describe el art. 41
de la Constitución Nacional(Gómez).
La evaluación de los medios más idóneos para la protección del
ambiente (agua, aire, paisaje, etc.) corresponden, por aplicación de tal
norma, a la Legislatura Provincial. Tales medios normativos comprenden
aspectos procedimentales y sustanciales entre los que la prohibición
de métodos o sustancias contraproducentes en lo ambiental pueden
resultar herramientas y mecanismos necesarios para cumplimentar
las finalidades del orden constitucional federal (Gómez).
8) Acto preparatorio y control legislativo (art. 3, Ley 7722)
Dicho lo que antecede, la DIA conforme el art. 3 de la ley es un acto
preparatorio que necesita de la ratificación legislativa para producir sus
efectos jurídicos (Nanclares).
La naturaleza especial del objeto que constituye la materia objeto
del control –una forma específica de realización de la actividad minera-
, con la especificidad que atribuye el art. 41 CN en materia de protección
del ambiente sano para nosotros y para las generaciones futuras, donde
se deja expresamente a salvo la facultad de las provincias en esa

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materia, y la que aporta el tratamiento -también específico en grado


superlativo- de protección de las aguas en nuestra Constitución
provincial, donde atribuye también facultades de control a la Legislatura
sobre la autoridad constitucional en materia de concesiones de aguas
(art. 194 CP), constituyen suficiente respaldo a la decisión que la Ley
7722 –sancionada por la misma Legislatura y promulgada por el Poder
Ejecutivo- ha incluido en su texto respecto de la «ratificación» de la DIA
(Pérez Hualde).
9) Código de Minería y potestades provinciales (compatibilidad
constitucional)
Entre los poderes delegados de las Provincias a la Nación se
encuentra la sanción del Código de Minería (art.75 inc.12 de la Constitu-
ción Nacional, en adelante CN), sin embargo las Provincias conservan
el dominio originario de los recursos naturales (art. 124 CN) y en conse-
cuencia la competencia para la reglamentación de su uso y disposición
(Nanclares).
Por lo expuesto y bajo el principio de razonabilidad, no se plantea
incompatibilidad entre las leyes nacionales y la consagración de
principios tales como el precautorio, de prevención y sustentabilidad
con el Código de Minería y las leyes locales, máxime a partir del
pronunciamiento del Superior Tribunal Federal en la causa «Villivar»
(Nanclares).
Lo sustancial minero, conforme el propio Congreso Nacional ha
establecido en ejercicio de la función legislativa atribuida por el texto
constitucional, es lo concerniente a «los derechos, obligaciones y proce-
dimientos referentes a la adquisición, explotación y aprovechamiento
de las sustancias minerales» (art. 1 Código de Minería adoptado por
Ley 1919 y sus modificatorias). No obsta a esta afirmación normativa la
incorporación de reglas ambientales (verbigracia el deber de presentar
planes de restauración en las explotaciones de materiales nucleares y
reglas contenidas en la Sección Segunda desde el art. 246, ordenamiento
del Decreto N° 456/1997), de seguridad (tal la de comunicar los
accidentes que se provoquen conforme el art. 240) u otras de naturaleza
fiscal (previsión del art. 214) (Julio Gómez).
10) Industria lícita
Entiendo que la minería representa una importante fuente de
crecimiento económico para los países en desarrollo. También comparto

26
Doctrina

que la actividad minera es una de las actividades económicas que genera


más reacciones encontradas por el potencial impacto negativo sobre
el medio ambiente y sobre las poblaciones originarias (Nanclares).
A partir de lo anterior, se infiere que el derecho a ejercer toda industria
requiere no sólo que ésta sea lícita, sino que además ella se adecue a
las reglamentaciones legales y administrativas cuya aplicación conlleven
a la armonización de su ejercicio con los derechos de las demás
personas. Es que tal derecho, como cualquier otro, se encuentra sujeto
a las reglamentaciones que las leyes establecen, claro está, sin que
éstas puedan alterarlo (art. 28 C. N., art. 48 C. de Mendoza) (Gómez).
11) Derechos de propiedad e igualdad
Asimismo, vinculado a lo anterior y en lo relativo al principio de igualdad
que se predica violado con las disposiciones de la Ley n° 7722, desde
larga data se ha entendido que la igualdad de tratamiento ante la ley -no
exenta de razonables distinciones, según jurisprudencia constante de
nuestra Corte Federal- no admite que se diferencie privándose a algunos
de aquello que se reconoce a los demás habitantes en circunstancias
similares (Fallos: 311:394; 312:826, 1082; 318:1256, 1403; 320:196; 322:
2701; 324:286; 328:2829; L.S. 353-104; 410-100; 479:40)(Gómez).
Esta decisión, orientada a la protección del medio ambiente y del
agua en particular, de ningún modo puede interpretarse como una
discriminación injustificada hacia el sector que ejerce la actividad minera
afectando los derechos de propiedad, igualdad e industria lícita. Dicho
de otro modo, en la ponderación de los distintos intereses en conflicto y
sobre la base del principio de precaución, ante la incerteza científica de
los eventuales daños que la actividad minera puede generar para el
futuro del agua de todos los mendocinos, la ley ha optado, con el apoyo
de todos los partidos políticos con representación en la legislatura, por
preservar el medio ambiente de un modo sustentable (Palermo).
Dicho en breves palabras: la garantía de igualdad ante la ley radica
en consagrar un trato legal igualitario a quienes se hallan en una
razonable igualdad de circunstancias (Palermo).
También coincido en que no se ha logrado demostrar un tratamiento
desigual o injusto respecto de otros sectores industriales sobre los cuáles
la provincia ejerce su control efectivo (Pérez Hualde).

27
Aldo Rodriguez Salas

La argumentación del plenario guarda relación lógica con todos los


planteos efectuados por las accionantes; es la expresión de una
evaluación integral de los principios constitucionales y de las normas
de fondo y de presupuestos mínimos aplicables al caso. Entraña la
valoración de proporcionalidad entre un recurso vital para el desarrollo
de Mendoza y la regulación provincial.
10.- Matices.
Los votos de los ministros tienen matices. Si bien hay coincidencias
en los pilares de la decisión final, se puede advertir algunos conceptos
que agregan matices de indudable importancia. El voto del Dr. Nanclares
tiene la característica de poseer una profunda base axiológica, para
luego organizar su razonamiento desde la perspectiva de la sustenta-
bilidad concebida como un punto de equilibrio entre preservación y
desarrollo.
El voto del Dr. Gómez hace gala de un manejo armonioso de las
competencias nacionales y provinciales, de las regulaciones locales y
de la titularidad del dominio originario sobre los recursos naturales.
También, como criterio de ponderación, acude al principio de proporcio-
nalidad, el cual tiene importantes precedentes en la Suprema Corte
local11.
El voto del Dr. Palermo, escruta el principio de precaución atendiendo
a los factores que activan su debida aplicación. El reconocimiento del
riesgo y su potencialidad dañosa en la minería metalífera es el eje
interpretativo de su voto.
El voto del Dr. Pérez Hualde contiene una contribución jurídica a la
comprensión de uno de los artículos clave de la norma atacada por
inconstitucional: la ratificación, o más precisamente, la aprobación
legislativa de la DIA, explicando el enraizamiento en el derecho
constitucional provincial de esta atribución legislativa. Asimismo define
el rol del Poder Judicial en el control de constitucionalidad.
El voto del Dr. Adaro es amplio en su exposición, conteniendo una
propuesta y una disidencia que merecen un tratamiento particular.

11
SCJMza. Causa N° 80.295, caratulada: «Municipalidad de Luján de Cuyo c/ Gobierno de
la Provincia de Mendoza s/ Conflicto de Poderes» y Causa N° 87.619, caratulada «Municipalidad
de Guaymallén en J° 215.893/29.857 Calderón, Horacio Plácido Del Valle Y Ot. C/ Municipalidad
de Gllén. y Ots. p/ Acc. de Amparo s/ Inc. Cas.».

28
Doctrina

El voto del Dr. Llorente destaca la importancia del «bien sustancial»


agua para el desarrollo y preservación de la calidad de vida de los
mendocinos.
11.- La decisión.
El fallo plenario resolvió de la siguiente forma:
1.-VOTO MAYORITARIO: Declarar la validez constitucional de la Ley
7722.
2.-VOTO DISIDENCIA PARCIAL: Declarar la validez constitucional
de la Ley 7722, con la sola excepción del art. 3, primer párrafo, que se
considera inconstitucional( Adaro).
12.- La disidencia parcial.
El voto del Dr. Adaro se pronunció luego de los votos de cinco de los
siete integrantes de la Corte. Se caracteriza por abordar la materia
jurídica ambiental en forma actualizada. Sin embargo, sumido en el
desarrollo de sus argumentos, contiene una expresión política que revela
su particular posición: «Una primera conclusión indica que el legislador
partió de la premisa de subestimar, en forma negativa, el control que el
Estado realiza respecto a la actividad minera. Por ello, de esa
concepción, es que fijó instrumentos de protección del medio ambiente,
de características restrictivas, como la acción de prohibir; o ratificar
legislativamente como mecanismo de doble control respecto al dictado
del acto administrativo correspondiente a la Declaración de Impacto
Ambiental (en adelante DIA)».
Plantea dos observaciones a la Ley 7722 que conviene analizar
separadamente:
a) Extensión de la prohibición del uso de sustancias tóxicas
El voto en disidencia propone extender la prohibición legal del empleo
de sustancias toxicas: cianuro, mercurio y ácido sulfúrico, a todas las
actividades que la utilizan, esto es, más allá de lo que la ley establece.
Parte de interpretar en forma restrictiva el art. 1 de la Ley:
«Hubiera sido deseable que el legislador identificara con precisión y
determinación las «otras sustancias tóxicas» que él mismo refiere, ya
que son cuantiosas las sustancias químicas tóxicas que encontramos;
recurriendo a informes técnicos, científicos, protocolos o guías de

29
Aldo Rodriguez Salas

determinación como el ya citado precedentemente, toda información


disponible para el legislador».
Se observa este considerando en tanto la determinación de las «otras
sustancias tóxicas» se realiza a través del procedimiento de Evaluación
de Impacto Ambiental, que la misma ley establece para la minería
metalífera.
Agrega: «A lo que concluyo que la prohibición es al uso de las
sustancias químicas tóxicas: cianuro, mercurio y ácido sulfúrico. Esta
medida restrictiva, de prohibición, dispuesta por el legislador para los
procesos mineros metalíferos, debe ser extendida a todas las actividades
que la utilicen; porque si sólo tomáramos la restricción para la actividad
minera sería discriminatoria y por tanto inconstitucional» (las cursivas
son nuestras).
Este último párrafo pone en evidencia que el magistrado consideraba
inconstitucional el art. 1. En efecto, sobre la mentada discriminación,
los votos de los miembros del tribunal que le precedieron fueron
contundentes en cuanto a que la ley no vulnera el principio de igualdad.
Intenta sortear este escollo mediante la extensión de los términos de la
ley. Seleccionamos el siguiente fundamento:
«Hoy, la tutela jurisdiccional efectiva, exige una nueva mirada del
«iura novit curia», en función del rol que compete al juez en la protección
jurisdiccional de todos los derechos, en especial, y en este caso, el del
ambiente, el agua y la salud de la población».
Este considerando se corresponde con lo sostenido por la CSJN en
el caso «Beatriz Mendoza», cuando expresa que tratándose de la tutela
del medio ambiente, que constituye un bien colectivo perteneciente a la
esfera social y transindividual, los jueces en el ejercicio del control de
constitucionalidad, están obligados a tomar un rol activo y a desplegar
particular energía para hacer efectivo el mandato constitucional dirigido
a la protección de los derechos fundamentales12.
Para proponer: «Extender la prohibición del uso de las tres sustancias
químicas mencionadas en el apartado anterior, a todas las actividades
que las utilicen, en el territorio de la Provincia de Mendoza. Ello hasta

12
Citado por BERIZONCE, Roberto O., «Conflictos ambientales de interés público y
principios procesales», DJ14/09/2011, 13.

30
Doctrina

tanto se acredite que las mismas no son contaminantes para el medio


ambiente, los recursos naturales, en especial el recurso hídrico; y que
no afectan la salud y calidad de vida de los habitantes de la Provincia de
Mendoza y/ o se establezcan rangos de valores límites permisibles que
no afecten la calidad de vida de la población».
Pero la flexibilización procesal y el activismo judicial tienen un límite
en la división de poderes. Por lo que debe observarse la solución del
magistrado, en tanto, luego de declarar la constitucionalidad acotada
de la Ley en su art. 1, debería haber requerido una exhortación al poder
legislativo, considerando que la modificación de los sujetos
comprendidos en la ley corresponde a otros poderes del Estado, siendo,
en el marco de la división de poderes, la exhortación el mecanismo
para requerir su eventual efectividad. Como indica Lorenzetti, este
exhorto al poder legislativo «no consagra una obligación jurídica
determinada, sino indeterminada y de valor político. No hay un derecho
a exigir el cumplimiento y su finalidad es llamar la atención fortaleciendo
el debate sobre un tema»13.
La falta de adhesión de los demás miembros del tribunal respondería
a que la propuesta no relaciona los riesgos asimétricos existentes entre
la minería metalífera y las demás actividades (acreditados por la misma
pericia de los actores, por el Informe del IADIZA y el informe del DGI), en
que no considera que el uso de esas sustancias en otras actividades
está regulado, restringido o prohibido por numerosas normas14 y en
que «ésta decisión, orientada a la protección del medio ambiente y del
agua en particular, de ningún modo puede interpretarse como una
discriminación injustificada hacia el sector que ejerce la actividad minera
afectando los derechos de propiedad, igualdad e industria lícita» (voto
del Dr. Palermo).
b) La ratificación legislativa posterior de la DIA
El voto del Dr. Adaro se destaca por el esfuerzo argumentativo que
realiza para considera inconstitucional el art. 3 de la Ley 7722, que
impone la ratificación posterior de la DIA. Seleccionamos algunos
párrafos:

13
LORENZETTI, Ricardo, Justicia Colectiva, 2010, Rubinzal-Culzoni, Bs. As. 178.
14
La Dirección Nacional de Determinantes de la Salud e Investigación del Ministerio de
Salud de la Nación lleva un registro de sustancias restringidas y prohibidas en el país, que
fuera ofrecido como prueba en la defensa de la ley. http://www.msal.gob.ar/determinantes/
index.php?option=com_content&view=article&id=336:destacadosep1&catid=7:destacados-
separados336

31
Aldo Rodriguez Salas

«Así, en el tema que nos ocupa, no caben dudas de que el


procedimiento de estudio de impacto ambiental así como la conclusión
del mismo mediante la emisión de la correspondiente DIA, es
sustancialmente, materia administrativa constitucionalmente instituida
en cabeza del Poder Ejecutivo y/u órganos u organismos predispuestos
al efecto, perfeccionable a través de la forma normal de manifestación
de la policía ambiental (acto administrativo), lo que tiene su fundamento
no solo en los argumentos esbozados precedentemente, sino en el
andamiaje general establecido en las diferentes normativas que la
provincia de Mendoza tiene emitidas en materia medio ambiental».
«Siendo así, y en base al principio republicano de gobierno, es
curioso que el art. 3 de la Ley Nº 7.722 determine que «para los proyectos
de minería metalífera, obtenidas las fases de cateo, prospección,
exploración, explotación o industrialización, la DIA debe ser ratificada
por ley…». El cuestionamiento surge respecto de la necesidad de que
la DIA sea ratificada por ley.
«La administración general de la Provincia es una facultad propia
del Poder Ejecutivo (art. 128 inc. 1) y el dictado de los actos mediante
los cuales ella se ejerce es una facultad propia y exclusiva del mismo.
«Insisto, la exigencia de la ratificación posterior significa, por tanto,
la intromisión indebida del Poder Legislativo en la zona de reserva propia
del Poder Ejecutivo. Ello conduce a la violación de nuestro sistema
republicano de gobierno, al arrogarse la Legislatura facultades que no
le son atribuidas por el sistema jurídico constitucional».
Estos considerandos intentan replicar los votos de los ministros que
lo precedieron (especialmente de Gómez y de Pérez Hualde), que ya
habían fundamentado la constitucionalidad de la ratificación o aprobación
legislativa posterior. Debe recordarse que la inconstitucionalidad del art.
3 constituía el piso de las pretensiones de las empresas mineras15.
13.- Las referencias a la Carta Encíclica Laudato Sí.
El fallo consideró documentos internacionales de carácter científico
y declaraciones jurídicas y políticas de gran valor para la argumentación

15
Una réplica a los argumentos contrarios a la constitucionalidad del art. 3, por el autor del
presente, puede verse en: «El acto administrativo de autorización ambiental», Revista de
Derecho Ambiental, Abeledo Perrot, Numero 29, Enero/Marzo 2012, Bs. As.–»La Declaración
de Impacto Ambiental», en obra colectiva La evaluación de Impacto Ambiental y su régimen
jurídico, Lajoune, (Mauricio Pinto -. Liber Martin, Directores), Bs. As., 2012.

32
Doctrina

desarrollada. Interesa las referencias realizadas a la Encíclica Laudato


sí de Francisco, de junio de 2015, sobre el cuidado de la casa común.
El fallo, específicamente en el voto del Dr. Nanclares, la cita tres
veces: en relación al procedimiento de evaluación de impacto ambiental,
en cuanto al desafío que entraña la cuestión ambiental para todos y el
cuidado e importancia del agua como sustento vital.
Ello impone analizar si las citas realizadas en fallo de la Carta
Encíclica constituyeron la introducción de un elemento extrajurídico,
extraño al derecho aplicable para resolver la causa. Para contestar, lo
primero que corresponde aclarar es que es una tarea propia del operador
jurídico al momento de decidir una cuestión ambiental considerar que:
«La regulación de la responsabilidad de las generaciones presentes
respecto de las generaciones futuras aparece a priori como la tarea
básica para la ciencia del derecho»16.
El fallo, tal como se ha visto, se sustenta en su esencia en el principio
precaución. Respecto a este, la Carta Encíclica lo expone en el parágrafo
186 con precisión jurídica, recurriendo a su reconocimiento por la
comunidad internacional en la Declaración aprobada en Río de Janeiro
de 1992. Pero Francisco añade algo que explica su valor como principio
de derecho: Este principio precautorio permite la protección de los más
débiles, que disponen de pocos medios para defenderse y para aportar
pruebas irrefutables.
Las citas realizadas en el fallo responden al mismo sentido, el valor
del procedimiento de EIA, el valor del agua para la vida y el valor
socialmente compartido de los desafíos ambientales.
Y esto tiene una explicación jurídica. Superado el positivismo extremo
que aislaba el derecho de la moral, luego de la segunda guerra mundial
irrumpe en el sistema jurídico los principios como soporte para la
realización de los derechos humanos. Los principios son directrices
que sirven de justificación racional de todo el ordenamiento jurídico. Su
relación con los valores es íntima. Mientras que aquellos nos dicen qué
es lo debido, es decir, qué es lo ordenado, lo prohibido o lo permitido;

16
LÓPEZ, Hernán, «La regulación del desarrollo sustentable en el Derecho Internacional
y el Derecho Comparado. El fin del Derecho Ambiental y el nacimiento del derecho de la
sustentabilidad», en WALSH, Rodrigo y DI PAOLA, María Eugenia (2000), Ambiente, Derecho
y Sustentabilidad, La Ley, Bs. As., p.417.

33
Aldo Rodriguez Salas

los valores nos dicen qué es lo bueno o malo o mejor o peor. Por lo
tanto, principios y valores son lo mismo, uno con ropaje deontológico y
otro con ropaje axiológico17. Los valores permiten establecer la relación
de preferencia de un principio sobre otro. Así, los derechos individuales
ceden ante los derechos de incidencia colectiva sobre el bien ambiente,
tal como establece el art. 240 del Código Civil y Comercial.
Así, Pérez Hualde señala: «La moderna tendencia que nos ofrece el
constitucionalismo nos coloca frente a un conjunto de valores y principios
fundamentales, expresados –en principio- en los acuerdos
internacionales de derechos humanos, y en aquellos que tienen por
finalidad la protección del medio ambiente, que se encuentran contenidos
explícita o implícitamente en el texto constitucional y que le sirven de
sustrato al compromiso de acatamiento a ese orden normativo»18.
El principio de sustentabilidad, cuya esencia es la equidad
intergeneracional, reclama las consideraciones de los valores que lo
justifican en su aplicación jurídica.
14.- Conclusión.
Del análisis realizado surge la decisión plenaria está enraizado en el
sistema jurídico ambiental, en sus principios y normas constitucionales,
y en los valores que lo sostienen.
El fallo plenario da muestra de la consolidación de la institucionalidad
ambiental mendocina. Su contenido exhibe un alto compromiso con el
Estado de Derecho y su componente ambiental, un respeto a la división
de poderes y una adecuada consideración de las decisiones de la
mayoría, sin limitar la labor judicial de control.

17
ALEXIS, Robert, «El concepto y la validez del derecho», Gedisa, Barcelona, segunda
edición,2004, ps.164.
18
PÉREZ HUALDE Alejandro, Reflexiones sobre neoconstitucionalismo y derecho
administrativo, Anuario da Facultade de Dereito da Universidade da Coruña, 2008, 12: 747-770.
ISSN: 1138-039X. También CASSAGNE, Juan Carlos, El nuevo constitucionalismo y el derecho
administrativo, Revista de Investigaciones Constitucionales, vol. 2 | n. 1 | janeiro/abril 2015 |
ISSN 2359-5639.

34

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