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Sergio Leone, conocidísimo director

Italiano. Fué él quien llevó los


famosos Spaguetti Western a su apogeo.
En el ‘66 dirige “El Bueno, el Feo y
el Malo”, una de las películas más
reconocidas de este subgénero del
Western, que a diferencia de los
clásicos de John Wayne y compañía,
estas películas se filmaban en Italia
y España.

En toda su filmografía, Leone hace un


uso de la cámara, la fotografía y la
música, excepcionales. En los círculos
de los críticos de cine se dice que ha
modificado la forma de hacer y
entender el cine. Hoy, nos vamos a
centrar en analizar estos aspectos de
sus películas y como las aplica a la
narrativa. Para esto tenemos a 3
importantísimos invitados, que
enseguida vamos a presentar.

En el año 64 Leone empieza, lo que


después se llamaría “Trilogía del
dólar” y lo consagraría como el
referente del Spaguetti Western. Es
una trilogía particular, ninguna de
las películas tiene relación entre sí.
Pero si mantiene al personaje de Clint
Eastwood, al que nunca le conocemos el
nombre, solo sus apodos. Hace de tipo
duro, pistolero fuera de la ley,
siempre con un cigarro en la boca y el
mismo poncho y sombrero. Y por
supuesto a Ernio Morricone, el
compositor de muchas de las películas
de Leone y quien le daría una
personalidad única y original a los
films, revolucionando el uso de la
música en el cine.
La trilogía empieza con “Por un puñado
de dólares”, sigue con “Por un puñado
de dólares más” y termina con la que
es, muy probablemente, una de las
mejores y más icónicas del género, “El
Bueno, el Feo y el Malo”.

rellenar.. ¿Biografía?

Uno de los rasgos más importantes al


hablar de Leone es el uso del tiempo
para las escenas. No tiene miedo a
tomarse su tiempo para construir las
situaciones, que suelen terminar
cargadas de dramatismo. Por eso
también sus películas son tan largas,
llegando a un promedio de 3 horas.
Pero este alargamiento de las escenas,
tienen un propósito. Desarrolla la
tensión de a poco, revelando
personajes y detalles con paciencia y
cautela. Siempre haciéndolo en el
momento exacto. Acá entran en juego
todos los elementos que mencionamos
antes, la fotografía, la música y la
cámara. El comportamiento de la cámara
tiene una importancia crucial. En
muchas escenas, tanto cámara como
actores realizan una coreografía muy
interesante, moviéndose por el set,
jugando con las relaciones entre
personajes. Por ejemplo: En la escena
de la taberna de “Érase una vez en el
Oeste”, la cámara recorre el espacio
mostrando solo una parte de la
taberna, los personajes y extras,
siempre están realizando acciones
hasta que comienza el diálogo, donde
empieza un juego de poder entre el
Barman y Claudia Cardinale, en su
personaje de Jill. A todo esto, Sam,
un personaje secundario que hace de
enlace en toda la escena, toma partido
por Claudia a medida que se desarrolla
la conversación, primero a un costado
de la mujer, luego se mueve un poco
más atrás pero queda encuadrado en el
centro del Barman y Claudia, haciendo
de mediador silencioso.
La conversación fluye hasta que el
sonido fuera de campo, fuera de la
taberna toma un papel premonitorio,
adelantando lo que va a suceder.
Enseguida la cámara hace un recorrido
por casi todas las caras de los
personajes en la taberna que miran
desconcertados y asustados. Ahora, la
cámara nos muestra un plano muy
abierto de la puerta de la taberna y
un personaje, Cheyenne, entra en el
lugar, no le vemos la cara hasta el
corte a un primer plano en el que
revela su cara, dejando a todos en un
incómodo silencio mientras recorre el
camino hasta la barra. Ahí pide un
trago, y no es hasta el último momento
en que se lleva la botella a la boca
cuando descubrimos que está esposado,
en un hermoso travelling hacia
adelante que nos deja las esposas en
un plano detalle, es un forajido rudo,
un bandido implacable, fuera de la
ley.

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