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Metaforas Psiquitria
Metaforas Psiquitria
Entró en la habitación.
– Maestro -dijo-, lo siento. No es posible conseguir lo que me pides. Quizás
hubiera podido conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que
yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
– Eso que has dicho es muy importante, joven amigo -contestó sonriente
el maestro-. Debemos conocer primero el verdadero valor del anillo.
Vuelve a montar tu caballo y ve a ver al joyero. ¿Quién mejor que él puede
saberlo? Dile que desearías vender el anillo y pregúntale cuánto te da por
él. Pero no importa lo que te ofrezca: no se lo vendas. Vuelve aquí con mi
anillo.
Durante dos años se repitió día a día esta situación. La vasija perfecta se
sentía orgullosa de sí misma, mientras que la vasija agrietada vivía
avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable por no poder
cumplir a cabalidad la misión para la que había sido creada. Un día, decidió
exponerle su dolor y su vergüenza al aguador, y le dijo:
—Cuando mañana vayamos una vez más a la casa del patrón quiero que
observes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino. Así lo hizo y,
en efecto, vio que las orillas del camino estaban adornadas de bellísimas
flores. Aunque esta visión no le borró la congoja que le crecía en su alma de
vasija por no poder realizar su misión a plenitud, al volver a la casa
recibió esta respuesta del aguador:
—¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen al lado del camino? Siempre
supe de tus grietas y quise aprovecharlas. Sembré flores por donde tú ibas
a pasar y todos los días, sin tener que esforzarme para ello, tú las has ido
regando. Durante estos dos años, he podido recoger esas flores para
adornar el altar de mi maestro. Si tú no fueras como eres, él no habría
podido disfrutar la belleza de esas flores.
La sonrisa
Libera endorfinas
Una sonrisa nos hace ver bien, pero también nos hace sentir bien. Al
sonreír, el cuerpo libera endorfinas y serotoninas al torrente sanguíneo,
reduciendo así los dolores y mejorando el sistema inmune y, por tanto,
nuestras defensas.
Las endorfinas nos hacen sentir más felices y menos estresados.
Las endorfinas también actúan como analgésicos naturales del cuerpo.
Para los que sufren de dolor crónico, reír y sonreír puede ser un eficaz
tratamiento.
Nos hace agradables
La sonrisa es un gesto universal y tiene un gran poder de comunicación. Sin
duda, es la mejor forma de iniciar una relación con personas nuevas: te
muestra como alguien agradable y abierto a una buena conversación.
Con el incremento de las endorfinas se reduce el cortisol, conocida como
hormona del estrés.
El cortisol es más activo cuando nos sentimos estresados o ansiosos y
contribuye a los sentimientos desagradables que experimentamos. Bajando
los niveles de cortisol podemos reducir estos sentimientos negativos.
Es un gran ejercicio
La risa es uno de los ejercicios físicos más efectivos y fáciles de hacer. Una
sonrisa pone en movimiento cerca de 400 músculos, incluidos algunos del
estómago. Los estudios revelan que veinte segundos de risa son
equivalentes a tres minutos de ejercicio físico constante. Además, la risa
reduce el colesterol en la sangre.
Reír expande los pulmones, estira y relaja los músculos del cuerpo y
estimula la homeostasis.
Esto ejercita el cuerpo, repone el oxígeno de las células y nos permite
obtener todos los beneficios de ejercitar el cuerpo.
Aumenta la confianza
Una persona alegre es constantemente vista como una persona más segura
y con la autoestima alta, según los expertos. En el ámbito social, la risa es
una poderosa fórmula ante el miedo al ridículo y la timidez.
Reír ayuda aligerar emociones.
Una buena carcajada puede ayudar a liberar emociones, especialmente las
emociones que tendemos a mantener reprimidas en nuestro interior. Todo
se ve mejor después de una buena risa y la vida se logra ver desde una
perspectiva más positiva. Reír y sonreír tiene implicaciones sociales
positivas.
Bueno para la piel
Reír trae beneficios hasta a la piel. Al sonreír, entra el doble de aire a los
pulmones lo que mejora la oxigenación de la sangre y, por ende, la salud de
la piel, haciéndola lucir más tersa y joven.
Sonreír te hace más atractivo.
Sonreír nos hace parecer más accesibles. La interacción con otras personas
se hace más fácil y más agradable cuando se comparten sonrisas y risas, y
estas conductas son contagiosas. Los demás también se sentirán mejor y
esto a su vez tendrá un efecto positivo en nuestro bienestar.
Equilibra el humor
Sonreír ayuda a iniciar el día de la mejor manera, pues ayuda a equilibrar el
humor y mejora tu predisposición a realizar diversas actividades. Los
especialistas recomiendan sonreír al despertar y antes de acostarse para
activar y relajar el organismo.
Aumenta nuestras defensas
¿Ya has perdido la cuenta de todas las veces que te has enfermado en lo
que va del año? Puede que no estés sonriendo lo suficiente. Sonreír, pues,
también fortalece el sistema inmune.
Mejora la digestión
Al reír, nuestro diafragma origina un masaje interno que facilita la digestión
y ayuda a reducir ácidos grasos y otras sustancias del cuerpo, lo que ayuda
a la salud de los intestinos. Se dice que la risa ayuda a reducir el
estreñimiento.
Contagia a los demas
No solo los bostezos son contagiosos, las sonrisas también. Así que, ¿cuál
es el motivo para continuar con el ceño fruncidos? Relaja tu rostro, eleva
las comisuras de tus labios y, ¡empieza a contagiar alegría!
Hace vivir más
Las personas con buen humor suelen vivir muchos más años y, de hecho,
son más felices. Un estudio publicado el 2010 en la revista Psychological
Science reveló que la sonrisa alarga la vida. Según este estudio, las personas
que no sonríen viven un promedio de 75 años, mientras que las que sonríen
plenamente viven una media de 79 a 80 años.
Hay maneras sencillas de incorporar más sonrisas en nuestras vidas:
1. Sonríe y ríe con regularidad. Tal como mencionamos con
anterioridad, el cerebro no sabe diferenciar entre una sonrisa falsa y
una real. Reír más a menudo no sólo nos hará sentir mejor, sino que
también nos hará más propensos a sonreír y reír de manera más
espontánea.
2. Ver películas o programas de televisión divertidos. Esta es una
excelente manera de inyectar algo de humor instantáneo en nuestras
vidas. Al evitar programas o películas negativas, también podemos
obtener una visión más positiva y alegre sobre la vida lo cual nos
brindará más oportunidades para reinos.
3. Pasar más tiempo con amigos y familiares que nos hacen sentir
bien. Rodearnos de personas amantes de la diversión, optimistas y
felices sacará a relucir nuestro su lado positivo; nos contagiaremos
con su alegría y positivismo de manera inconsciente y terminaremos
por imitar sus patrones de comportamiento.
4. Encontrar cosas que nos hagan sonreír. Una vez que comenzamos,
de manera consciente, a buscar todas las cosas que son divertidas y
edificantes, estaremos más en sintonía con ellas y más dispuestos a
participar en momentos de carcajadas espontáneas.