Está en la página 1de 5

Programa de Los doce pasos de SAA

1. Definir la abstinencia

Nuestro objetivo al ingresar al programa es la abstinencia de una o más conductas sexuales


específicas.

No son las relaciones sexuales en sí las que nos causan problemas, sino la adicción a ciertas
conductas sexuales. Podremos determinar mejor cuál conducta es adictiva y cuál es sana.

Es necesario que cada miembro defina su propia abstinencia, porque somos personas distintas, y
nuestras conductas adictivas, aunque similares, son únicas a nosotros. Lo que para un miembro
pueda ser sano para otro puede ser claramente adictivo.

Es necesario que los miembros de SAA definan para sí mismos cuáles de sus conductas sexuales
consideran como de “actuación,” con el apoyo de sus patrocinadores u otras personas en
recuperación.

Consideramos con cuidado:

- ¿cuáles conductas sexuales sentimos que somos incapaces de detener?


- ¿cuáles actos sexuales nos llevan a sentimientos que nos desmoralizan y a otras
consecuencias negativas?

Estas son las conductas adictivas de las cuáles nos debemos abstener.

También consideramos ¿cuáles conductas sexuales son aceptables para nosotros, o que
podemos disfrutar con un sentido de gratitud y placer?

Nuestro programa reconoce la dignidad de cada persona y su derecho de escoger su propio


concepto de lo que es una sexualidad sana.

Es importante que lleguemos a ser capaces de definir nuestra abstinencia individual con
honestidad, justicia y delicadeza. Este proceso es un ejercicio invaluable en nuestra recuperación.

Requiere que:

-Examinemos minuciosamente todas nuestras conductas sexuales.

-Decidamos cuáles son sanas o adictivas y de cuáles no estamos seguros.

- Es una forma de hacer un recuento de nuestra sexualidad que nos enseña mucho acerca de
nosotros mismos y de nuestra conducta.

Cuando revisamos ciertas conductas sexuales, es de gran utilidad hacernos unas cuantas
preguntas.

¿Nos damos cuenta de que repetimos conductas que no queremos tener?


¿Realizar estas conductas nos lleva a querer hacer algo que sabemos que nos daña a nosotros y a
otros?

¿Violan los derechos de otros o es en contra de su voluntad o sin su consentimiento?

¿Nos damos cuenta de que realizamos estas conductas cuando estamos bajo ansiedad o presión,
o cuando nos enfrentamos con situaciones o emociones desagradables?

¿Existen causas o consecuencias emocionales debido a nuestra conducta?

¿Notamos sentimientos desagradables como la ira, la vergüenza o la depresión antes de hacerlo?

¿Nos sentimos avergonzados, deprimidos, arrepentidos o solos después de hacerlo?

¿Existen otras consecuencias negativas, ya sea posibles o reales?

¿Nos sentimos incómodos por la cantidad de tiempo o dinero que invertimos en estas conductas?

¿Arriesgamos nuestra salud, relaciones, familia o trabajo?

Responder a estas preguntas y compartir con sinceridad sobre estos temas con nuestro
patrocinador y con otras personas en recuperación nos ayudará a comprender mejor de cuáles
conductas nos debemos abstener para poder lograr la recuperación.

Herramienta: Los Tres Círculos

Para ayudarnos a definir nuestra sobriedad sexual, muchos de nosotros utilizamos una
herramienta que se desarrolló en SAA llamada Los Tres Círculos. Es sólo una herramienta y no es
un requisito utilizarla.

Dibujamos tres círculos concéntricos, que constan de un círculo interior, medio y exterior. Con la
ayuda de nuestro patrocinador u otras personas en recuperación escribimos distintas conductas
en cada uno de los círculos.

En el círculo interior colocamos las conductas sexuales de las cuáles deseamos abstenernos, las
que consideramos como de “actuación.”

En el círculo medio colocamos las conductas que nos pueden llevar a la actuación o de las cuáles
no estamos seguros.

En el círculo exterior colocamos las conductas sanas que enriquecen nuestras vidas y nuestra
recuperación.

Nuestros círculos no están fijos para toda la vida. Conforme avanza nuestra recuperación y
adquirimos un nuevo entendimiento acerca de nosotros mismos y nuestra adicción, quedamos en
libertad de agregar o retirar conductas, o moverlas de un círculo hacia otro, de forma que reflejen
este nuevo crecimiento y percepción.
Nos hemos dado cuenta de que no podemos cambiar los Tres Círculos por capricho, sino sólo
después de una cuidadosa consideración y oración, y con la guía de nuestro

En el círculo interior anotamos las conductas sexuales que deseamos dejar. Las conductas del
círculo interior son las conductas sexuales adictivas que nos trajeron a SAA, las cosas que nos
hicieron tocar fondo en nuestra enfermedad.

Algunos de nosotros colocamos en el círculo interior conductas que por sí solas pueden no tener
consecuencias serias, pero que nos llevan a un patrón de conducta adictivo que nos puede causar
problemas. Por ejemplo, podemos colocar el uso de pornografía en nuestro círculo interior, o dar
la vuelta (pasear en automóvil o alguna otra forma de buscar posibles encuentros sexuales), si
estas conductas avivan nuestro deseo de participar en conductas más destructivas. Algunos de
nosotros nos sentimos impotentes ante estas conductas menos destructivas porque hacerlas nos
hace querer actuar aún más.
Table of Contents El Libro Verde de SAA

INTRODUCCIÓN Somos Adictos Sexuales

Capítulo 1 Nuestra Adicción

Capítulo 2 Nuestra Confraternidad

Juntas

Patrocinio

Definir la Abstinencia

Capítulo 3

Los Doce Pasos de SAA

Primer Paso

Segundo Paso

Tercer Paso

Cuarto Paso

Quinto Paso

Sexto Paso

Séptimo Paso

Octavo Paso

Noveno Paso

Décimo Paso

Undécimo Paso

Duodécimo Paso

Capítulo 4

Herramientas para la Recuperación

Abstención y Recaídas

Una Sexualidad más Sana

Ayuda Externa

Capítulo 5

Servicio
Primera Tradición

Segunda Tradición

Tercera Tradición

Cuarta Tradición

Quinta Tradición

Sexta Tradición

Séptima Tradición

Octava Tradición

Novena Tradición

Décima Tradición

Undécima Tradición

Duodécima Tradición

CONCLUSIÓN

Historias Personales

También podría gustarte