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| 2A TRISTE CANCION DEL HAMPA @, ll GABIN a Rein POETICO FRANCES V LA ESTETICA MOIR e uke) ar alleys | nt Sen tar ae | cine negro americano se consolid en la dcada de los 30 yaleanz6 su apogeo en los aos 40, fue luego trasplantado, con mayor o menor fortuna, a otras cinematografas la espafola, brtinica, [italiana o inckus la japonesa, Pero especialmente privilegiado en su absorcién de ce tradicion para la posterior elaboracin de un estilo genuinamente nacional es el cine Fan ‘al que siempre se ha considerado camo el discipulo aventajado de eaa tradicin: el polar 0 polciergalo tiene tantos seguidores, extudiosos e historiadores como ss homélogo yanqui, y ‘siempre ha sido considerado como el modelo ideal de trasplante de un género con unos clos ceissaeint muy contextuilizados -la América de Ia DepresiGn y la posguerra-a una cultura europea que supe dale wna 1 foemna,identificada como ineludiblemente “eancesa”. Sin embargo, mu: cho antes de esa asimilacin de la epoca dorada del noir americano, el cine francés habia gene rado un peculiar “estilo” (empleemos provisionalmente este término) que, a partir de certs influencias foriness, germin6 en una serie de obras que terminarianinfluyendo a.su vez en el cine americano, Como sucedié con el spagueti-wester italiano y su posterior imitacién por par te del westem ameticano o como acurre hoy con el cine de accién de Hong Keng, tan saqueado por Hollywood, un movimiento de boomerang hizo que el “realismo pottico” francés termina rien fa ejeciendo su influj en el fl noiyrodado en Estados Unidos durante la década de ls 40. [La primera cucstién, ante todo, es zqué fue exactamente el amado “realitrno poético”? Segin los histocadores, el tino fue acuado por el eitico Michel Gorel para refers al film de Pie tre Chenal La ue sane nom (1933), Pero Alan Williams nos deja bien clara la vaguedad del tér- mmino: «No e una escuela, al menos de Ia misma manera que lo fue el impresionismo cine fico. Tampoco es un género, aunque indudablemente ex algo mis que un estior’. Lan semen zoni emplea el término como sinénimo de “social famtastiqu’ (expresign del novelista Pierce “MacOrlan, muy vinclad a est cine, como veremce)o de “cinéma du dézenchantement”®, mien tras que ott autores también se refiren a él como "realism not”, "“pesimismo romintco in clus “realistmo magico" (denominacigm esta éltima que nada tiene que ver con la nocidn a la {que aplicamos esa expresion al hablar de literatura hispanoamericana)*. Como sucede com otros subgineros o tendencis dela historia del cine, resulta ms senclloidetiicar el realism poe tico en la prctica que descrbirlo en la teora. Ytampoco hay aewerdo en lo que se refiere al cor us que se englobaria bajo esa etiqueta. Para algunos, supone una visin desesperanzada que ; surge como respuesta al fracaso del gobierno del Frente Popular y el inminente advenimiento de la Tl Guerra Mundial, una mirada que tie de pesimismo las optimistas y esperanzadoras ences sociales de directores como René Clair -Bajo lot echo de Paris (Sous les tits de Pars, 1930)- Julisn Duvivier (La Belle 1935) y que tiene como epitome el diptico de Marcel Carn formado por El muelle de las som mipe, 1935) 0 Jean Renoir (Le crime de Monsicer Lange, 46 Euronoir tise cancon del hampa 47 tras (Qu des brumes, 1938) y La jus ve (1939); ote autores, en cambio, ineluyen ene canon obras tan dispares como lon primero films de Carne (Jem, 1936; Hotel du Nowd, 1937), {La bandera (Duvivier, 935) Le Grand Jeu cques Feyder, 1933), La bestia humana (La Bite humaine; Jean Renoir, 1938) e incluso un film tan singular inlasifable como L’Atalante {Jean Vigo, 1934)8. Noentraremos aqui en ese debate, oraue ante todo nos interean en elas pgs solo aquellos filmes eclacionados con el noir, pero eat implica que habria que aad trabsjos como Latte d'un homme (Duvivier, 1933), Le Puritan eff Musso, 1937) ols ovi- dlaas peliculas de Pierse Chena: Crime et Chainent (1935), Lal (1938) y Le denier tu ‘ant (1939), También habria que incl un tim file que eaap a fo nites eonolgicos impuestos por lo historiadores (1933-1939), pero que supone en palabras de Temple y Witt, 4 “epitafio"® del realismo postio: Las puerta de la nace (Les ports de la mut) itigido por Carné en 1946. Es mis interesante, en cambio, analizar en qué consist exactamente la estiica del realismo otic, en que manera reinterpret la tradicio del ene negro y como de lego su impronta ‘en los models queimitaba en principio. Para Dudley Andrew, antes que una escuela, un gnc +00 un etl, trata de una cueston ce “opine”, de una perspectiva desde la que tata una serie de temas para generar determinado“tonoa tavés de un estilo muy especfico”O, como decia Pierre MacOrfan en su bella novela El muelle dela brumcs (que seria a base de la pel «ula clave del realismo potio): No hay imaginacién: lo nico que ay ela realidad observa da de un cierto modos Se ha explicado que otra de as peliculas emblematcas de ea corrien te, Pips Le Moko lin Duvivier, 1936), estaba inspirada en Seaface (Howard Hawks, 1932) ae Carné toms como modelo para El mull de ls was al filme de Jost Von Sternberg La ley el harp (Underwoid, 1927); y que Chenal adapt I célebre novela de James M, Cain Xearior siempre tama dos veces en Le dernier tourna. Peo lo deisvo ano exe material al ques rcure sino ee “certo moda” en ques organiza y s pn en eaena dicho material pa ofrecer una variacin que es genuinamente races, El escrito lands Liam O'Flaers, utr del novela en que se basa Le Puritan, econoia que su adaption cinematografca lo podla haberse hecho en Francia! ‘Aunque el cine de gingstes sea una importacion de Estados Unidos el imen no ea nada ruevo en Francia. El de fcién y el cal. No hay que olvidar que los orgenes del literatura criminal estén en el flletin de Eugenio Sué Paul Fal y en ls novels de Maurice Leblanc, Gaston Lerowx oe tindem Souvestre- Allin. Enel in, Louis Feuille habia intreucido con fur serials de Fantimas (1915) un submundo de deicuencia babitado por apacks, matones Iuriobajros ypitoers que sustituan el sombrero del gangster americano por a inconfun Able gorra. Pero inctoso en ls alocadastamas del fllatn se palpaba el interés por el refljo dea elidad contemporinea, y no hay que olvidar que autores como Sud o eval eran defen- sores de as reformas sociales. La novela criminal, pot a pate, habia dado ya uno dew tos ‘mis perenneseinluyentes, el inspector Maigret credo por Georges Simenon en 1929, Prec ‘mente seria lieatua de Simenon una de las aportaciones mas importants yearctrsticas que el cine francés hard al mundo del hamypay del crimes. En cert forma, la hablidad del ‘co. ":Cusndo bajar el cine a is calles”, oto articule publicado tres afios mas tarde, viene a ‘completar una especie de “poitica” que, inconscienterente, Carné ya intuia y que Heard ala prictica en sus dos peliculas més cilebres, El muelle dea: sombras y Le ours léve. En ese text, CCarmé defiende un cine realisea y verosimil frente a Ins acartonadas y artifciosas producciones 4el tradicional cine de consumo, pero, por paradéjico que pueda parecer, defiende la reconstr- ccidn de esa realidad en estudio antes que el rodale x exteriores,Tomando como gjemplo a René Clair de Bajo los techor de Paris llega a la conclusisn de que se puede logar una “interpre tac dela vida mais real que la vida misma". En <208 textos pivotan los ees de la esttica del realismo poétco tal y coma lo entendia Carné: la fcinacién por un género fuertementeco- dlifcado de la cultura popular junto al deseo de mostrar la sociedad de s tiempo, No estamos tan lejos, en realidad, de Feuillae y su habil equilbri entre improbable tramas rocamboles- cas el pionero uso de ls extriores de Pais como su escenario, un alarde que convierte a Fan ‘amas en admirable testimonio de ss tiempo. Pero en Carné, ademas, a esa mirada se adhieren matices sociales y politicos que estaban ausentes en los divertimentos de Feuillade. Construye asi una suerte de artificio naturalist, un ibrida imparo que contamina por igual al universo de la icin criminal yal realiimo cinematografico: el primero adquiere una contextualizacién ‘social que le habfa sido ajena, mientras que el segund se ve condicionao por ls eédigos de ine popular y el melodrama, del que el cine francés umbién es deudor'® 50 |Eurono En rigor, las peliculas mis famosas del realism postico no son cine negro “puro”, al menos sls comparamos con sus modelos estadounidenses, Pera incliso en el cine americano las fron teras son borrosas el término noi engloba las clasicas natraciones detectiveaca hard bil, las crénicas sobre gangsterismo y cierto tipo de melodrama pervereo con ingredinteseciminales Precisamente a este ltimo subgénero es al que resulta mis afin el cine francés de los 30, antes de que desarrollaraen los $0 su propia industria de police, No es por casualidad que dos im- portantes peliculas de Renoir de este periodo, La golfa (La chienne, 1931) y La bestia humane, fueran objeto de renake en Hollywood con el ambiente tipicamente noi que ls imprimi Fritz Lang: Peroersidad (Scarlets Strat, 1945) y Deses humanos (Human Desive, 1954). El detalismo clinio dela novela realisay el deterinismo naturalists eran ficlmente raladables los di 2s hollywoodienses, aunque el trasfonda sociopolitica estuviera més connotado que abiera mente denotado. En definitva, la grandes obras del realismo poético no pertnecen en sent dd estrito al género poiciao, aunque en ellasencontremos homicidios, hampones y abies tes del lumpen urbano y suburbial. Son relatos com crimenes antes que relatos sob crimencs ‘Aligual que sucedia en las novelas de Simenon, la intriga detectivescay ls procdimientos de [a investgacion paidecen ante el interés por el realismo psicoldgicoy la fijcién de un ambien te, una “atmésfera”. El propio Carné admitia oa atrseferay los personajes me interesan mis {que la intriga en si Una historia original no vale naa si ls personajes son convencionaless!®, Deesta manera el mecanismo del incriga poica, lejos de ser un fin en si mismo motor para la reac de escenas de accién y suspense, se converte en ingrediente de peso para conformar ‘una tonalidad muy precisa de cierto cine francés de la Spoca, marcado pore fatal exiten- cial y el derrumbe moral. Uno de los ttulos mas célebres dela época, sin embargo, si se adscribe sn prejuicios al cine policiac Pépé Le Molo es una traslacin de los argumentos y personajes del noir american a los ambientes de un subgénero tan caracterstco del cine francés como son ls peliculas colo- Bales. Encontramos en ella un gingster que lidera una banda de ladrones, un policia aa caza Yuna femme no tan fatale como sus colegas yanquis pero igual de destructive para el protago- nista Sin embargo, la trama genuinamente pulp se contagia de ls exéticas miasmas de la ary bientacon del filme a Casbah de Argel y termina siendo otra cosa, un mérbiloy eneareci- ddo melodrama donde las secuencias de acca y el suspense se difuminan entre pesimistas di logos y brumosas eseenas de pasin y celos. A diferencia de los fatuos y vanidosos gingsters personficados por Edward G, Robinson y James Cagney, et Pepe interpretado por Jean Gabin Ss€ mueve con insdlita indolencia y pasividad por ls calljulas de un terstorio que es su reino, pero también su prision: sabe que en el momento en que abandone el seguro refgio de a Cas buh ser arestado por lapolicia. Silos gingsters americanos caenvictmas desu ambiciny # naturaleza impulsiva, Pépé es derrotado por un inaprensble inevitable enn. Su idilio con Ins es producto del hasti, y su alocada infatuacin con Gaby parece simple excusa con la que Poner fin a una stuacin vital que se ha vuelto absurd einsoportable. En el film de Duvivier, de nuevo, a trama importa mucho menos que la alucinada descrip de una Casbah infernal Yel retato de un personaje que vaga sin rumbo por sus calles: no hay grandes peleas ni espec- ‘acularesrobos; las escenas de acca se reducen a un tcoteo en unos calleones en penumbra donde los paticipantesdisparan con una especie de desiia ante lo que consideran un juego sin ‘sentido; y el suspense se torn inoperante, en cuanto que, en la atmésfera de fataliroo que im. Pregna el film, sabemos que el poicia terminaré capturando a Pépé, tal y como le previene ‘onstantemente con la lucides de un oréculo mitoligien. {ats cancion det hampa| 52 8 ett Tada 2). femeng 4 LT aay HARDIN | ao D8 épé Le Moko e, por oto lado, un filme muy notable por su tension nunca resuelta entre re lismo y fantasia, entre mimesis y diégesis, Al inicio ce In cinta, on polciaexplica por qué el ‘eingster no puede ser capturao por la plicia en ef laberinto dela Casbah. Su narracién es acompafada por una cimara de sorprendente agilidad que noe mucstra desde aria la intrines 52 [tae wr da red de cllejones y viviendas que conforma esa baerada infernal. Hay en ese montaje una lara voeacion documental que nos muestra un crsol de razasy culturas desde una perspectiva ‘asl etnogrifica. Pero una vez que la cimara nos muestra exe mundo desde abajo le realidad se tranaforma en un decorado real y vaporoso, en un escenario de cuenta ceuely expresionsta, ‘Aligual que Le Puritan convierte ls ealles parisinas en abigarrado campo de batalla de retorci~ dds aristas, Pépé Le Moko recrea una Casbah de la imaginacin, una rateraliacion pétrea del tetorcido destino de su protagonista: wo hay una Casbab, hay cien, hay mile nos dice el narra dor, porque esa Casbah nos pertenece y habita en cada uno de nosotros. Una vez que Pépe la sbandona llea el enfrentamiento con el mundo “real” y su definitive eli de gracias a la ‘muerte. Quiz sin darse cuenta, Pépé Le Moko confronta a los arquetips del cine popular y cl ‘espacio mitco en que habitan con la realidad de su tiempo para dicta la senteneia de muerte de ls primeros: como los vampiros, as craturas de la imaginacion no pueden exponerse ala Iz del sol sin ser aniquiladas. Loe dos filmes de Carné antes ctados, El muell de las sombnasy Le jour se eve prestan simi Jar atencin al ambiente, a eso que los americanos lamaban mood. El director coat con la cola- boracin dl mitico decorador Alexandre Trauner y del compositor Maurice Jaubert para cons- {ruie un univers donde, de nuevo, lo referencial chocaba con una diggesis constrefid y limi tadora: La mimesis descriptva seve invadica por la etructuracion simbslicay la visi inte rior del film, en palabras de Maureen Turien'?. En la primera, on barria portuario envuelto en tuna niebla permanente, himeda y opresiva; en la segunda, una bariada popular econstruida en estudio en la que destaca un edifiio estrecho, aislado, mas bien improbable en su descara da vulherabilidad. Segin Nepoti, sl realismo es s6lo la forma exterior de una materia mitalé- ica! En esos espacios se mueven los protagonisas siempre encarnados por el actoremble- ‘9a Jean Gabin y las mujeres de las que s ena- rota durante una fuga noche de pasion. Lan- oni habla de un westilo europe de iumina clon» que eo enfatizaba los sasgos los actors en la luz que les era mis apropiada, ‘Alo largo de los anos 30, la proeminencia del dliseo artistico sobre la ikuminacidn de actores confirmabs Ia escasa atencién pretada a los Intérpretes en genera, en favor de la mayor Jimportancia que adquiria la reereacin de la sociedad francesa, mucho mis interesante que a belleza ovirilidad de los protagonists. Una ‘widada iluminacibn del decorado, los catos: ‘euros o las diferentes paletas de ars fueron ‘ruciles mecanismos artisticos para generar tna ilusién de profundidad y clove, y acaba ton consttuyendo los aspectos ms importan tes de la escena europeas!?. Temple y Witt or su parte, destacan la importancia del em: plo dela pelicula pancromitica, gue perma tuna gradacién mas suave entre blanco y ne 709, Quiza elo explique esa peculiar grisu- {ats cancén det nampa 53 ve node a cia de Ca, my sin de 6a CLankice cafenacines ee hi ysis dct REY =, SES prima alent ode ln pce fotografia WD ) Ge Jon Aba, Nonna Monica o James Woog Howe Elmar des somiras ao rset nn bloc, ifuniado, donde a pone en evdecia eae ee tn: el humo de lan miquines de ten elevindone cede asian inurdando lon exer de eae [a eset ialcectcad alec tas de fava de ein de Care cos lon tinorronado macienon que psn sore ambien fr come tna maldiibn, no alo alan el eli 7 eee eee eee acid ‘sino que seguiran estando omnipresentes en los 50, en. eae les palealas de Chuan, Becker o Fran lie fn cng ohn dee dency oes Hae ieee see tan carers y mansion bla, omni cb Se eae toe Pl mua delat oes. Come dean enaio ‘in alma en mt rota de es ln ea a prope ex el Peta de Vermin ic Se ae ete ae eee ok ae eae eee Incl Jean Renci que arisé« male de as sonbnas de droit y eacsonata pots rerio de ua clas tedajadora decperancadt oo do vat a contain enteral thoy cotltaion cae naga La brs unanals ecuenis que nes teste l prot EL MUFLLE DE'LAS BRUMAS RMac Oran sgonista (de nuevo Jean Gabin) ejerciendo ws oficio de maquinista de tren tienen una fuerza y ‘una belleza cotidiana tan rigurota como la descripcion dela red ferroviariaen el clisico docu: ‘mental brtanico Night Mail (Basil Weight y Alberto Cavalcanti, 1936); en cambio, escenas ‘como la muerte de la fomme fatale hacen gala de una ramatica iluminacion digna de los films noir de Siodmak, Lang o as pelicula fantistcas de Jacques Tourneut. Si, como veremos mis ‘adelante, el escenario bisico del realiemo poitico es el nfrentamiento entre un arquetiico presentante del proletariado (Gabin) y un pérfido miembro de la pequefia burguesia, Renoir parece marcar las distancia entre ambos mundo el are puro del trabajo solidario frente a las stméeferas enrarecdas de las mansiones burguesas, ccntaminadas por los peoresesilemas de la ficcidn que consumen sus habitante. Esa oposicion entre los filmes de Carné y Renoir ha sido remarcada por Genevitve Guillaume-Grimaud: (En Carné) encontramos Ja qualité Francais: imigenes-escaparate, esmerada iluminaciée, didlogos literarios,reconstruccin en ‘estudio. Nada que ver con la creacién exuberante y aparentemente desordenada de un enon’. En efécto otro de los aagos antinaturalistas de cine de Carn es su tendencia alos Aidlogosartifcioss,“literarios’. En este sentido fue decisiva sucolaboracion (desde au prime- rapelicula, Jenny) con el poeta y dramaturgo Jacques Frévert, el gran artifice junto a él del ea Tismo poético. La adaptacion cinematogrifica que Prevert hizo de la novela de MacOrlan Bt ‘muelle de las brumas es emblemitica. Mis que una nasracion en sentido estricto, el texto orig nal consta de una serie de “cusdros" 0 mondlogos posticos de diferentes personajes que coin 54 Euronoie driv ae gta eo aca a ee somes. ere cat del lgometn ciden una noche en una taberna, y cuyos destinos estin marcados por el azar, el hastio o el absurdo sEl destino es turur» dice uno de ls personajes dela novela en un gesto dadaita que siega la sombra dela fatalidad que Carné y Prévertcolocan sobre las cabezas de los protago ristas dela version cinematogrifica. Pero al directory guionista le interes la reacion de un ‘oxden-pisin simblico regio por el pesimistno donde apenas quedn atisbos del humor negro fn que MacOrlan sazona su novela a innecesaria y estpida muerte de Gabin en la pelicula no €5, como en el libro el gesto de protestadcrata de un desertor que se niega a cumplic dre re, sno la demostracion de un “azar necesario” en ese universo sin excapatoria posible. Pré vert mantiene la esencia de varios de los monélogos de MacOrlan, pero también pone de st ‘cosecha signifcativosdilogos sobre la tristeza de la exstenciay a flta de rumabo en que estén sumides lo personajes. Su lircos diilogos resultan poco probable en boca de trbujadores y hhampones de poca monta, pero no hay intencin de reflejar la vida tal cual es, sino de trasoen- derla ala bisqueda desu stima verdad a partir de unos personajes que, por su condiciin pro letra, adquieren una pristna pureza seg su ideario populista. Uno de los grand valedores del cine de Carné, Andeé Bazin, destacaba cémo en Le jour s lve los objetoe cotidianoe del cuarto donde el protagonista pasa sus ilkimas horas aquieen el rango de “puente posta” entre la mera denotacin referencia y la profunda connotacion de un “paraiso perdido, Siempee bay lus lugar remoto al que se trata de llegar, una arcadia inaleanzable para los protagonists: Vee: ‘ela en El mull de las sombra, la Riviera en Le jour se leo la Polinesia en Las puerta de la ‘noche ie cine noivamericano operaba mediante estrategia de extafamiento de lo cotdiana y 1m lenguaje epigramatico de replica y contarréplicas, el ealimo postico francés optaba por la ‘busqueda de la poesia que se oculta tras elms nimi einsignificante de los chjetosy por una ex bberancia verbal que expresiba sin ambages sus ideas sobre el amor, la muerte y el sinsentido de Ja existencia, «Carné era un director presico en busca de los remaneates de iio del XIX, Latrste cain det hampa|55, seyiin Andrew, y, como nos recuerda Williams, Et muelle de las sombras era ‘una de las peliculas preferidas de Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir, quie res, pese a ser tan poco admiradores del cine de su pals, encontraban en esa “niebla de desesperacién” un punto de contacto con ls aliemscdn exstencaista ‘Coma no postia ser de otra forma, el peso de semjante atméefera ejerce su in fuencia sobre los hézoes prototipicos del realism pottico, muy alejados de los tra dicionales modelos del noir eisico. Las tres figurds bisicas del género -el hiro, la fone fatale ye villano~adguierenrasgos ‘muy diterenciados y profundamente ge- rauinos. En primer lugar tenemos al buen proletario, personified por exe Jean Ca bin cuyo casqutte estan distintivo como las gabacdinas y sombreros de Humphrey Bogart. Gabin trajo al cine francés un curioso método de interpretacion “pasiva” y contend {que suponia una novedad en una cinematografia domimda por actuacionesacartonads y te trales. Si Bogart a Mitchum s hicieron célebres por la ron de sus giles respuestas, la moder dad de Gabin radica en la inaccin, en una economic de movimientos y una mirada neutra ‘que comunica todo lo necesario sin una excesiva verborrea, Su locwacidad slo parece activarse en as excenatromantieas, coe lo que quedan equilibradas sus fcetas de hombre duro y sensi- ble a un tiempo, Sus personajes son miembros de la clase obvera: un desertor del ejecito en El rmuelle de las sombras, un operario de fabrica en Le jours lve 0 un maquinisa de tren en La bestia humana. Hay en su actitd un marcado derrtismo, una especie dé conciencia de que la fatalidad esti a la vuelta de la esquina y una aguda sensiblizacion ante las injustcias sociales. En el cine negro americano la pertenencia a una clase social de sus protagonistas ale estar velada de un modo u otro (por ejemplo, las mujeres ocultan su naturaleza protetaria con las galas de la femme fatale), y en muchos casos nos encontrames con personajes convencionales que estin mis alld de los conflicts de clas: detectives gngsters.Inclusoantihéroesabierta- mente proletarios como los de El carteo siempre lame das veces (The Postman Aways Rings “Twice: Tay Garnett, 1946) 0 Cara de dngel (Angel Face; Otto Preminger, 1953) se earacterizan por su marcado individualismo, su falta de conciencia de clase y su ansia por eapar de e por no hablar de mediocres con ambicion como son los protagonstat de Pendci (Double Indermity, Billy Wilder, 1942) 0 El crepisculo de tos dises (Sunset Boulevard; Billy Wilder, 1950}, De alguna manera, en el cine americano se nos cea elaro que la derrota es producto de ‘wna desmedida ambicién personal y de wna incapacidac para jugar con éxito en la lucha por la supervivencia; en el francés, es producto de un sistema social enfermo que ha dejado desvali dos asus habitantes. Incapaces de construir un mundo mejor, ls héroes de Gabin no tienen ‘mas solucién que la huida, de su realidad cotidiana primero, de a propia vida al final desu via- je El film noir parece decienos que todo horabre es mavado en potencia, basta con actvar los 56 | Euronoe sorte necerarios el realismo podtico afirma, por el contratio, que el proletariado es bondado- foen potencia, pro arrastrado al cximen y la desesperacin por su entorno 0 “como en el caso de La bestia humana- por el peso de las generaciones anteriores, Es llamativo que en tres de las peliculas que citamos el personaje interpretada por Gabin opte por el sicidio: Pépé Le Moko, La bestia humana y Le jour x léve. La autoinmolacia no slo implica! eto de desesperacin suprema sino que, sendo mas prosicos, no deja de ser un li ‘max decepcionante para la construccién dramsitica cisica: el esfuerzo del protagonista debe set recompensado con el éxito 0 el fracaso debido a fuerzas mis poderosa (l principio de Is ra ‘edin), pero ese sucidio no deja de ser una acto de rebeldia del personaje ante la vida y la pro pia fiesién que protagoniza, al examotearle al espectador el emocionante especticulo de st Inuerte a manos ajenas. Es bien signficativo que los wmaker americanos de las tres peliculas prguen ese elemento con todo decoto. Argel (John Cromwell, 1938) es una versiin americana de Pépé Le Moko que prcticamentecalca sus secuenciasy planos e incluso incorpors metraje el orginal, pero introduce una importante variacién en au final: en la versin francesa, Gabin s¢ apufalaba cuando era incapaz de reunirae con su amads; en la americana, Charles Boyer rmucre por el disparo de un policia. Deseor humane, cl remake de La bestia hurnane, redime al maguinista de ten (Glenn Ford) no sélo ibrindolo del suicidio, sino proporciondndole una ida feliz y hogarefia junto a su novia de toda la vida. Noche eterna (The Long Night; Anatole Litvak, 1947) tampoco permite que su protagonista (Henry Fonela) se suicide, como el Gabin desu homélogo francés, Le jour se lée. La imposiciin de semejante tabi es sintoma dela in ‘omprensién manifiesta con que el cine americano (y sus erpectadares)recibia esas antl ticas, morbidas y dervotistas muertes de los protagonistas de las ficeiones Francesas. Ante la coaciencia del propio fracaso ¢ inminente destrucciéa, un gingster americano prefera luchar hasta el timo estertor y Hevarse a todos los que pudiera por delante, como el James Cagney 4e Al oo vive (White Feat; Raoul Walsh, 1949), Pero munca renunciaria ala lucha, ya que no Aeja de sentirse como humillante esa silenciosa y humilderetirada. Segin Maureen Turim?”, la obsesion de Preverty Carné por el suicidio puede obedecer a una idea de atoinmolacin como Sica forma posible de resistencia: la autora cia los cass de Piere Batcheff, un artista amigo de Prévert que se sucidé en 1931, y de Roger Salengro, Ministro de Interior del gobierno del Frente Popular que o hizo en 1937. Ambot casos pudieron ser interpetados como la mis defi nitiva forma de ebeldia ante el estado de las cosas, y no olvidemos que el sucidio era también ‘evindicado por los surealstas. De esta manera, laclaudicacién adquiere los rasgos de defini tivo gesto de afirmacion personal, de prucba de la integrdad personal yd constatacién de que deseo opera en funcién de su imposibildad: la protests, por tanto, va mis alls de un mero centorno contra el que se reactiona con violencia y se drige, con algo de sarcistica bua, contra Ja propia expecie humana, contra sus flacasy fatuos afanes de supervivencia, La indolencia esi incluso, de los personajes encarnados por Gabin es tan sorprendente como admirable, En uno de los momentos mis fascinantes de Le jor se lve, el protagonsta es acrbilado en st hhabitacion por las balas de la policia: los crstles satan en pedazos, e ruido es ensordecedor Qué hace entonces Gabin? Coge una sila, e sienta en ella, con la mirada perdida, canter pla los agujeros de las balas en la pared. Semejante pasividad es también ajena al no smerica- ‘0. El gesto mis habitual de Gabin son las manos en los bolills, intoma de Ia inaccién, de un ro querer hacer, de una resignaciOn ante el fatalismo de las esas. Esa displicencia parece afec- tara todos los habitantes de esos mundos claustrofobicos y opresores. Al comienzo de El me Ue de las sombras, Gabin esta punto de pelear con un camianero queiba a atropellar a un pero, Latest 37 pero ambos deciden que no merece la pena luchar por «so (ni por nada en realidad). Mis ade- lane, el héroe rescata ala chica (Michele Morgan) de as manos de un maton de baja estofa (Pierre Brasscur)y sus sicarios no hacen nada por impelilo: se encogen de hombres, contem: plan la humillacién de su jefe con resignado desinterésy dejan marchar a Gabia sin peopioar le a brutal paliza que hubiera sido de rigor en una pelivla americana, Como si esa atmésfera inrespirable dejara alos personajes sin fuerza para levantarse y reacionar los apiticos heroes, hheroinas y villanos del realismo poético deambulan sin rumbo fijo por un universo completa mente indiferentea su suerte, El desvalimiento de los personajes provoca que se generen enfermizos lazos de dependencia centre ello. En ese sentido, los personajes femeninos dl melodrama noi francés carecen de la capacidad autoufitmativa de la fomme fatale americana, tan reivindicada por la eiticafeminista por su abierto desafio al céigo masculino, En cambio as heroinas de El muelle de las sombnas © Le jour se eve son criatura hipersensibles que viven dominadas por una figura que es aa vez padre y acosador. No deja de ser lamativo también que estos rolatos estén empapadios de tin- tes incestuosos: la Michele Morgan de El muell de las sombras vive con un misteioso “padti- ‘no que a ha adoptado a la muerte de sus paces, pero cue la desea y la oprime con celosa vigi- lancia; en Le jour se lve, Jacqueline Laurent es presa de sa turbia relacién con un hombre ma~ yor que ella que incluso en wna secuencia dice ser su padre (es realmente mentira, como con- ‘esard mis adelante); la Simone Simon de Le bestia humana mantiene relaciones sexuales con cl antiguo amo de su made, y la pelicula deja entrever cue el hombre puede ser su padre... Es- tas mujeres parecen incapaces de zafarse del yugo patiarcal hasta la legada de Gabin, con {quien establecen una nueva relacén de dependencia: el amor que sienten por él stan pro an apasionado que pueden hasta perdanarle s falta de compromiso (come sucede en El mule de las sombras) sus infidelidades (como en Le jour se lve). Pero el amor dels pareja Gabin/ero- ina de turno esti maldito: si el cine americano desarrollba historias de pasin enfermiza cuya progresion se escalonaba en funcia de sucesivos encuentros sexuales, los enamorados del rea- liso podtico apenas disponen de una noche, de un efixero momento deflicidad que se gene- en unas precisas condiciones de aslamiento “una miserahabitacin de hotel en Et muelle de las sombras, un invernadero en Le ours lee, un almacés en Las puertas de la nache- y que ro- voca en la propia narrativa dl filme una difstaci temporal: Is accion ee detiene mientras los amantes descubren la felicidad que nunca tuvieron ni podrin tener, mientras intetan detener el imparable pato del tiempo (0 el earbio de secuencia enol montaje cinematogrfic). Prévert retiene un bello paslamento de la novela de MacOrlan en ss gun de El muelle de las sombrat, ‘el de un pintor que afirma ver siempre “el crimen en una rosa: el instante lirica y preiogo esti ya ensombrecido por lainminentefatalidad y el rostro de Gabin parece conscient de ello, camo Si supiea que la dicha lo es precisamente porque esta condenada a desvanccorce ycacr en el ol- vido, Las heroinas del realismo postico son también pesvas, victims slenciosas que quedan hhuérfanas tras la muerte del héroe. Mis eetca del prototipo dela femme fatale estarian la Simoo~ re Simon de La bestia humana o la Mirile Balin de Pépé Le Moko, pero carocen de la falda 1 prevsin de sus homélogas americanas, La destruccén que arastran sobre el protagonist es ‘mis producto de la inconsciencia, de un precipitado afusionamiento, antes que de un plan de sniquilacion preconcebido; la Gaby de Pépé Le Moho, de hecho, ni siquiera seri consciente de {que su amado ha muerto por ella El tereer lado del tridngulo es el villano, que también adquiere at rags muy precsos. Si cl cine negro ha privilegiado el retrato de adinerados empresarios y politicos sn escrpplos co 58) Euronoit imo simbolo de la corrupeion social, el gran encrigo del buen proletario e el petit bourgnis, exe ser mezquino que actia como intermediario entre las altasinstancas del dinero y el poder y la ‘oprimida clase wabajadora. Vaias peliculas mostraron exe reelo cia la figura del pequeia bburgués (una herencia balzaquiana, sin dud), especie de infiltrado, de organismo extraio en los solidarie intereses de la comunidad. En Le erime de Monsieur Lange (1935), Renoiejusifi- ‘a la muerte del burgués (Jules Berry) como tinica slvaguarda de un proyecto de cooperatva: Derriée la facade (Yves Mande y Georges Lacombe, 1939) nos describe el acsinato de una rmezaquina anciana que rige el destino de una comunidad de vecinos. Los incestuosos padtes pu tativos interpretados por Michel Simon, Jules Berry 0 Ledoux y Berlioz en El muelle de as som bras, Le jour se léve y La bestia humana son burguesestraicionetos, ambiciosos y cobardes cu ys acciones, directa o indrectamente son decisivas para sella el tigico destino de Ia pareia protagonista. En Las pueras de la nocke ser precisamente un hurafo casero de bata y zapati- las el que tiene un pasado de colaboracionismo con los nazis, mientras que su hijo fue un dela- tor de miembros dela Resistencia y el marido de la heroina es un empresario que se enrique <6 gracias ala contienda. Lejos de los vanidosos y prepotentes getos de los gangsters, de las argucias a gran scala de los corruptosy su scars en el film noir american, los malvados del realiamo postico caecen de grandeza alguna: son mezquinos,avaros,ratas en un agujero de al- fombras, crstaleria y mucbles Segundo Imperio,prisioneros de pasiones pequefio-burguesas ‘que, en su desesperado intento por mantener el statu quo, traen el aos a su entorno. La pasién ‘que el Michel Simon de El muclle de las sombras siente por Michele Morgan no es honesta y ‘constructiva como la de Gabin, sino tan claustrofobica, mérbida y egoista que derivari en el crimen. Son, de alguna manera, la versin pobre y degenerada de los grands villanos dela 10: ‘ela gética y el folletin: acorrlados por la fuerza de los tiempos modernos, por el poder de la soldaridad proletara,lanzan unos ilkimos zarpazce no por débiles menos dafinos y veneno- sos, Allen Thiher muestra la evolucién del personaje del burgués en Le crime de Monsieur Lange y Le jour se lve, en ambos casos interpeetado por Jules Berry: «Ea (Le cine de monsicur Lange} ‘Berry es simplemente un diabico capitalist que explota a sus trabajadores de manera tan -mecinica que casi resulta cémico. En Le jour se léve, Provert eambia por completo ese papel de Berry al transformar a ese clown captalista en un decadent artista bourgeois que se entrega a tuna gratuita exhibicién de maldad (..) Seduce mediante la creacién de iusiones, mediante la invencion de fcciones¥. Maureen Turim también ha observado esta curios obsesion con el bburgués como padse de todos los males, ya que los protagonistas son conscientes de que siden tifcindose con los sueios burgueses no conquistarin desde luego la felicidad, aunque aparen ‘temente tampoco To logren com la aceptacion de su naturaleza proltaiar®, En efecto, el detec: tive del nr americano sabe que, aunque lleve una existencia modesta, su ética le impedircon- verte en su peor encmigo, en un coerupto adinerado. El bourgeois, sin embargo, esté dema siado cerca del héroe proletario,convive con él a posbilidad de Hagar a ser agin dia como ét es una constante amenaza para el héroe y quizd sea una de las causas profuncas de arrebata- dda entrega a una pasinelimera 0 de la esignada aceptaciin de una muerte que lo liberaré de 1 prolongado embalsamamiento en vida. Rodada al téemino de la II Guerra Mundial, Las puertas deta noche fue el epilogo-cpigono 4a realismo poético, un filme terminal que supuso la tims colaboracin entre Préverty Cai 1. Varios de os vies cémplices ya no estaban eon ellos, caso dl maxico Maurice Jaubert (que falleio en combate en 1940) 0 Jean Gabin, que por cuestionescontractuales no pudo interpre tar el filme tal y como estaba prevista (a idea era que su compafera de reparto fuera Marlene atte cane dl hampa 59 Di telat que mortraba que el clima de desasoiego anteriot ala contienda no habia desaparesido tlesputs de la victoria sobre ls nazis: signfiativamente el filme se abre con una panormica eee Pais grisioeo y nublado mientras un narrador nosadvierte de no que estamos ene jubi- tric). Alexandre Trauner,reeonstruy6 en estudio una barrada obrera para ambientar om lose verano de a Liberacin, sino en el triste invierno que lo sigud. Tal vez fue esa insstenc cn querer seguit viendo algo que los franceses no sentian realmente la que sentenci la plicw In fue un fracato de piblico). Mas abiertamente fantastico que sus predecesores, Las puetas dela mache incorpora aun enigmatico vagabundo (Jean Vilar) que no es otra cosa que la per

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