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38 Josep Maria Montaner 29, Vase Michel Foucault, “Espacios otros: utopiasy hetero» topias"'. Carrer de le Cimtat, n° 1, Barcelona, enero de 1978. 30, William Gibson, Newonsate, Minotauro, Barcelona, 1989, Mike Davis emel libro City of Quarrte: Excazwding the Fu- ture in LA-y en su panfleto Beyond Blade Runner, Urban con- trol and the ecology of freer, Open Magazine, Westfield, New Jersey, 1992, presenta tins interpretacién ciberpunlk de Lox s, dominacla por la ecologta del miedo. 31. Vééese William J. Mitchell, City of Bits. Space, place, and the Infobahn, The MAT Press, Boston, 1995, 32, Nosreferimos atextoscomo el de Herbert I. Shiller, Avia para navepantes, Icaria, Barcelona, 19%; Micha Bandini, “Urbanism and Disurbanism: the impact of Information ‘Technology on the construction of place”, texto inédito de la conferencia pronuncieda en cl Colegio de Arquitectos de Ca- talunya en 1996 y Vicente Verdi, Ei planeta americano, Edita rial Anagrama, Barcelona, 1996. 33. Vélase el libro de Ronald Christ y Dennis Dollens, Nucwa York, Diseiia ridmada, Editorial Gustavo Gili S.A., Barcelona, 1993, El racionalismo como método de proyectacién: progreso y crisis 4 Josep Maria Movitaner 6. TW, Adorno, Min ins moralia, Taurus Ediciones, Madrid, 1987, p.i54, 7. Extraido de Louis I. Kahn, “El espacio y las inspiraciones” en Ch, Norberg Schulz y J.G. Digerud, Lowis L Kab, iden e imagen, Xarait Ediciones, Madrid, 1981. 8. Siglried Giedion, Arohitectnre, on andme. Thedtaryofiade- velopment, Harvard University Press, Cambridge, Mass., 1956, 9, Adorno explica en Afinima moralia cOmo el discurso de Walter Benjamia 5 dialéctica y no dialéctico a la vez, Espacio y antiespacio, lugar y no lugar en la arquitectura moderna Le Corhasier, casa Citrohan, Proyecto. La sensibilidad hacia el lugar por parte de la arqui- tecturs contemporinea es un fendmene reciente, De hecho, el mayor esfuerzo del movimiento moderno con- sistié en definir una nueva concepcién de espacio utili- zando el soporte de los nuevos avances tecnolégicos: cestructurasde aceray de hormigdn armado y cerramien- tos de cristal. Con ello se continuaba una concepciéa platénica y una tradieidn matemdtica de espacio que rea- parece primero cn los textos de August Schmarzow y Alois Ricgl especialmente en el libro de Riegl El arte industrial tardarromano (1991}~ y que mas tarde se de~ sarralla en todo tipo deexperiencias; en la pintura cubis- ta, en las creaciones ¢ interpretaciones de Liszlé Moho- ly-Nagy,' en los modelos neoplasticistas de Theo van Doesburg y Gerrit ‘Thomas Rietveld, en los experimen- tos de la Bauhaus, en ejercicios constructivistas como los Proun de El Lissitzky o los Merzhaw de Kurt Schwitters, yen los prototiposde Miesvan der Rohey Le Carbusier. Una concepcidin de espacio que escrucial en las interpre- taciones historiogrificas relacionadas con el movimien- to moderna, en autores como Sigfried Giedion y Bruna Zevi. 28 Josep Maria Moneaner ' ESPACIO Y ANTIESPACIO Abora bien, justo en el momento en que Schmar- zow define la arquitectura como “el arte del espacio” y Riegl sitdia como esencia de la arquitectura el concepto de espacto (un concepto que hasta entoncesno habla sido utilizado de manera explicita), este mismo espacio recién descubierto es superado, Riegl presenta como paradigma terior delimitado y perfecto del Pantedn de Roma, Sin embargo, la concepcién que desarrollan las vanguar- dias se basa en un espacio libre, fuido, ligero, continuo, abierto, infinito, secularizado, transparent, abstracto, ferenciado, newtoniano, en total contraposicién al ‘espacio tradicional que es diferenciado volumétricamen- te, de forma identificable, discontinuo, delimitado, espe cifico, cartesiano y estético, A esta nucva modalidad de -espacio unos ladenominaron ‘espacio-tiempo”,en rela na la teoria de la relatividad de Albert Einstein y ala introduccién de la variable del movimiento, y otros la calificaron como “antiespacia"* par generarse como con- traposicidn y disolucién del tradicional espacio cerrado, delimitado por muros* Si el espacio tradicional encuentra sy maxima ex- presiénenel mundo unitariadel renacimiento, en el que ino hay separacién analftica entre los elementos del es- pacio y dela forma y en el que la perspectiva ednica ex- Presa la imagen del hombre como centro, la revolucién copérnica de la ciencia del siglo xvu esté-en el origen del antiespacio. Es cuandoel espacio empie7aa emanciparse, Enpact y anthspati, Inger yo lugar on la aruteinra moderns 29 cuando éste se convierte en independiente y rélativo a objetos en movimiento dentro de un sistema cosmico ins finito. Esta bisqueda de un espacio moderna, infinito y di- ndmico se intuye en distintos precedentes. En la casa- ‘imuuseo de John Soancen Londres(1792-1817}, suextensa coleccidn de pinturas'y esculturas se sitéa en un-espacio que fluye, con iluminacién cenital por claraboyas, con salas que surgen detris de salas, escaleras que surgentan- genciakmente entre los muros y coleeciones de cuadros es decir, ventanas simbélicas~ que se abaten para dejar planos posteriares, coma si ¢l.espacio dentro de los mu- ros se fuera deshojando, desvelando y emancipando. En las plantas cuadriculadas y repetitivas de Jean-Nicolas- Louis Durand, donde se situaban pilares, muros y demas elementos, también se anuncia este cardcter infinite del nuevo espacio, La percepcin del interior del palacio de Cristal en Londres (1851) de Joseph Paxton ofrecta inci pientemente la visién de un espacio dindmico y libre, con los abjetos totalmente baflados de luz, en el que la ba- rrera entre el exterior y el interior quedaba franqueada. Todo ello culminard en un paso trascendental en la evolucidn de la arquitectura: la concepcidn internacio- nal del espacio conformado sobre un plano horizontal libre, con fachada transparente. El vacfo fluido gira en tornaa los elementos puntualesy verticalesde los pilares de harmig6n armado o acera y queda dinamizado por planos recortados que no cierran recintos octegonales y que muchas veces no Hegan hasta el techo.’ Todo el espa- cio moderno gira en tornoa.un protagonista estructural y formal ala vez:el pilar. Ya sea el pilar de hormigon en Le 0 Josep Maria Montaner Corbusier, de seccidn cuadrada, mis cartesianoy el pilar ide hormigén del Ministerio: de Educacién y Sanidad en Rio de Janciro, de Lucio Costa y Oscar Niemeyer, de sec- cién circular, més sensual; o los pilares de acero de Mies van der Rohe, en los que la planta en cruz persigue una solucién isétropa al miximo, asegurande la presencia de dos ejes de simetrla hasta en los menores detalles. Con cello, Mies consigue la maxima ligereza y desmaterializa- ibn del pilar.? u ESPACIO Y LUGAR La concepeién de espacio infinito como continuum na- tural, recepticulo de todo locreadoy lo visible, tiene una rafz ideal platénica. Platén habla en ¢l Timeo del chora como el espacio eterno ¢ indestructible, abstracto, cés- mico, que prove de una posicién a todo lo que existe Se trata del tercer componente bisico de la realidad, jun- to al Ser y al Devenir,’ Aristateles, en cambio, identifica en su Fisiea el concepto genérico de “espacio” con otro meds empirico y delirsitado que es el de “lugar”, uilizan- do siempre el término topos. Es decir, Aristételes consi« dera el espacio desde el punto de vista del lugar. Cada cuerpo ocupa su lugar concreto y el lugar es una propie- dad bisica y fisica de loscuerpos. Si para Platén “las ideas no estén en un lugar”, en cambio segin Aristételes “el lugar es algo distinto de los ewerpos y todo cuerpo sensi- Espacio y antiespaio gary no Bar en ki arguittura moderna 31 ble esta en el lugar/.../, El lugar de una cosa es su forma y limite/,../, Laformaesel limitede lacosa, mientras el Jugar es el Limite del cuerpo continente/../. ssi como el recipiente es un lugar transportable, el lugar es un reci- piente no trasladable"* Precisamente los templos gtiegos fueron una mani- festacidn de esta capacidad para reconciliar al hombre conlanaturaleza, otorganide formas distintasen relaciba al significado del lugar y en funcidn del cardcter de la dir vimidad a la que estaba dedicado. No es casual que en los afios cincuenta y sesenta, cuando el concepto de lugar pasa atener un papel trascendental en la arquitectura,au- tores como Denys Lasdun, Vincent Seully o Christian Norberg-Schulz sevaloricen el cardcter modélico del temple griego” En la arquitectura moderna, desde J.N-L, Durand hasta Louis Kahn pasando por los maestras del movi- micnto moderno y por los postulades de la exposicida The Intemational Style de Philip Johnson y Henry- Russell Hitchcock (192), la sensibilidad por el lugar es irrelevante: todo objeto arquitecténico surge sobre una indiscutible autonomia. Ya Denis Diderot al tratar sobre la relacién orginica entre la pintura y el lugar senalaba que “nuestros arquitectos carecen de genio, desconocen las ideas accesorias que se despiertan por el lugar"! Las vanguardiasenfatizan el proceso de aislamientode los ele- mentosfuera de su contexto usual eineluso un proyecto, tedricamente organicista de Le Corbusier, como la ca- pilla de Ronchamp (1950-1954) mantiene una relacién genériea y noempiricacon el contexto. De hecho, la me- tifora del barco, que ext presente en buena parte de la 2 Josep Maria Mortaner bra de Le Corbusier, ¥a estrechamente relacionada con Taidea de unaarquitecturaauténoma, que puede anclarse sin ninguna relacién con el entorno. Los conceptos de espacio y de lugar, por lo tanto, se pueden diferenciar claramente. El primero tiene una condicidin ideal, eérica, genética c indefinida, ycl segun- do pasee un eardcter conereto, emplrico, existencial, ar- ticulado, definido hasta los detalles. El espacio moderno se basa en medidas, posicionesy relaciones, Es cuancitati- vo: se despliega mediante geometrias tridimensionales, es abstracto, lagico, cientifico y matemitico; es una construecién mental, Aunque el espacio quede siempre delimitado -tal como sucede de manera tan perfectaen el espacio tradicional del Panteén de Roma o en el espacio dindmicodel Museo Guggenheim de Nueva York-, por su misma esencia tiende a ser infinito ¢ ilimitado. En cambio, el lugar viene definido por sustantivas, por las cualidades de lac cosas y los elementos, por los valores simbélicos¢ histéricos; es ambiental y esti relacionado fenomenoldgicamente con el cuerpo humano? En los aflos diez y veinte de este siglo quedaron es- tablecidos los protatipos de este espacio moderno: las estructuras Domino y Citrohan de Le Corbusier y los pabellones de Mies van der Rohe. En los afios treinta, tras la eclosién de las vanguardids, en cambio, tanto algu- nos de los macstros-~el mismo Le Corbusier como las miembrosde la siguiente generacin Lucio Costa, Arne Jacobsen, Josep Lluis Sert- recurrierom alas figuraciones populares y a las arquitecturas vernaculares, intentando aprender de los detalles técnicos tradicionales. Ante una incipiente conciencia dela insuficiencia de! lenguaje y de Expecia y antiespacio, Ingar y 0 lugar en te arguitecture moderna — 33 latechologis moderna, estas referencias vernaculares ter nlan como objetivo otorgar “cardeter"” expresivo y “sen tido comin’ constructivo, En el caso de Le Corbusier, esa partir del impacto que le produce su primer viaje 4 Latinoamérica en 1929 -Buenos Aires, S30 Paulo y Rio de Janciro~ cuando cmpieza a considerar el valor de la naturaleza y de las caracteristicas del lugar, En Ia actividad tardia respecto a las vanguardias eurapeas que realizaran en Espatia y en Cataluita los ar- quitectos del GATEPAC y del GATCPAC respecti: mente, también se revalorizé Ja arquitectura popular. Fernando Garefa Mereadal, miembro fundador del GA- TEPAC en 1930, queentre 1923 y 1927 habla viajado por Europa visitando y trabajando al lado de figuras de la ar- quitectura y el urbanismo modernos como Peter Bch- rens, Hans Poelzig, Le Corbusier, Hermann Jansen y Mies van der Rohe, compagind su defensaide la arquitec- tura de las vanguardias con los estudios de la arquit popular que culminarian en su texto [.e casa popular en Esparia de 1930. Los redactores de la revista AC, Docu mentos de Actividad Contemporsnes (1931-1937) reivin= dicaron el funcionalismoestricto, la belleza, simplicidad y armania, [a ausencia de falso ornamenta, la calidad de los materiales y téenicas constructivas tradicionales que manifiesta la arquiteccura popular mediterrinea, espe- cialmenve en Ibiza, Para ello se basaron en las preciosas forografiar de Raoul Hausmann. He aqui, por lo tanto, importantes correeciones respecto a los criterias del re- cién iniciado movimiento moderno. tora ™ Josep Maria Montaner PRIMERAS ARQUITECTURAS DEL LUGAR Siempre se pueden encontrar antecedentes lejasos, ‘Laestética del pintoresquismo, desarrollada en Holanda Inglaterra, arrancd de la imitacién de las pinturas de Claude Le Lorrain y Nicolas Poussin y se desarrollé tan- toen jardines, en mansiones y en intervencionesurbanas del sigho-xvin, coma en la pintura de Alexander Cozens, John Constable, William Gilpin y Joseph M. William Turner. El picturesque, que surge de la mimesis de las “pinturas" (pictwres) de paisaje seria otra de las rafces de este incipiente gusto por el lugar. Segiin la prictica del picturesque, incluso cl mismo paisaje de los parques se ‘modela como reproduccién de una pinvura que le ha pre- cediddo, Es el segundo paso de un process en el cual el mo- ‘mento originario ya es una representacién. Hasido la cultura del organicismo, desarrollada en laobra de Frank Lloyd Wright y en las aportaciones de losarquitectos nérdicosencabezados por Alvar Aalto, la que ha intreducido con fuerza definitiva la relacién de la arquitectura con el lugar Inteprando los manifiestosen favorde la arquitectu: ra orginica por parte de Louis Henry Sullivan, Wright basa sus proyectos en tramas geometricas y poligonales, relacionande la obra con el entorno natural, amoldando elespacio al programa funcional y utilizando materiales tradicionales, Para Wright, auténtico pionero de la ex- ploracin de la relacién de Ja arquitectura con el lugar, este vineulo se desarrolla en un paisaje civilizado por la cultura agraria estadounidense, Se trata de un paisaje basado en la lotizacién, en el cual no hay contradiccion Espacio y antieypaci, Ligar yn lugar en la anquitectara ioderna 35 entre naturaleza y miquina sino todo lo contrario: la misma naturaleza dela miquina es orginica, Esta alianza. entre ambas se express.cn la patria artificial de los cam- pos, en un paisaje productivo en el que la maquina y ta yuraleza son aliados, Por esta misma razén, las formas abiertas, orginicas y crecederas pueden configurarse me- diante tramas geométricas y racionales. En sus proyectos la casa asume la horizontalidad de! paisaje. En la casa Kaufmann o de la Cascada (1931-1939), unas grandes pla- taformas artificiales de hormigon en voladizo -es decir, una solucién de alta vecnolugla- cualifican y mejoran un entorno de gran belleza natural Y de hecho, en el espacio abierto y extenso que Wright descubrre mediante la destruceidn de la cajacom- partimentada convencional esti ya presente la concep cidn conereta de lugar. En la rapida evolucién que va del Unity Temple en cl Oak Park, Illinois (1904-1907) hasta Ja Robie House (1906-1909) pasando por las casas Uso- nianas, el espacio moderno que configura Wright no depende de una cancepcidn racional, auténoma y proto- tlpica sino de la experiencia visual y corporal de cada usuario habitando los interiores. Wright persigue un es pacio maderno que no sea indiferente al lugar." La obra de Aalto manifiesta también esta seduccién por el munde de la naturaleza viva como metSfora de la arquitcctura. Sus edificios adoptan formas crecederas que se adaptan al lugar. De todas formas, fue Erick Gun- nar Asplund uno de los primeras arquitectos que de- sarrollé una obra de sintesis en la cual fa relacién con el Jugar era esencial- La conciliacién que en Asplund se rea- liza entre tradicién clisica y espacio moderno se vehicu- 3% Josep Maria Morrtamer laprocisamentea través dela Sensibilidad por el lugar, ine tegrandolos mecanismosde laestética pintoresquista. La ‘capilla en el bosque (1918-1920) o el cementerio y crema- torio en el bosque, en Extocalmo (1935-1940) son buena prueba deesta interpretacién empirica y delicada del pai- saje ndrdica, Serd con Ia corriente del New Empirism nérdico, surgida en los afios cuarenta, cuando esta posicién de respeto hacia el lugar -clima, topograffa, materiales, vistas, paisaje, arbolado- y de insistencia en los valores pines de la percepcién del entorno, quede asen- tada! No podlemos olvidar que dentro de Is arquitectura moderna existen dos tradiciones distintas y totalmente contrapuestas respectoa la relacién entre arquitectura y paisaje: la de la ciudad-jardin de Ebenezer Howard y las primeras Siedlungen alemanas integradas en el paisaje, por una parte, y la que momenténeamente se impuse ¥ triunfé, representada por el racionalismo, la nueva ob- id y Le Corbusier en sus primeros planes urbanis- por otra, Fsta tradicién dominante se basaba en la omnipresencia de la arquitectura y en el poco respeto por las circunstancias ecoldgicas, La Cartade Atenas se- ria la maxima expresin de esta corriente racionalista y tecnocrdtica que ha setvido de base para el urbanismo es- peculativo del eapicalismo-y paralos tejidos residenciales sin atributos del que se denominé “socialismo real”. De hecho, la recuperacién de la idea de lugar también ha constituido una critica a la manera cémo se ha realizado. la ciudad contemporénea. ¥ la revalorizacién de la idea de lugar estaria estrechamente relacionada con el inicio Expacto:yantespacio, Inga yo lr en fa amuitecnrs moderna 37 de la recuperacién de la historia y la memoria, unos valo- res que el espacio del estilo internacional -o antiespacio~ rechazaba, ‘Una obra singular como la casa del escritor Curzio Malaparse en Punta Massullo, Capri, proyectada por Adalberto Libera (1938-1940), esun sintoma de la evolu- cidn de la arquitectura en aquellos aftos, Se trata de una obra radicalmente moderna y autnoma que, al mismo tiempo, reinterpret la condicién icreperible del lugar. Unacasaqueesala vez mirador, teatro, nave y altar; una cobra queevoea el rito y el lugar del sacrificio, que con su escalinata de forma casi triangular rememora la vecina scapilla de Annunziata; que exhibe primitivismo y que, otra ver, refleja el precedente del mundo griego, situin- dose como un tholos, La casa permite contemplar desde suterrazacl cielo ye! mar, admirar el horizonte, vivir en contacto con el infinite," La casa de Curzio Malaparte desyela una relacidin ideal con el umiverso que décadas mis tarde recrearin obras escultéricas de Eduardo Chillida como el Pee del viento en San Sebastian o el Elogio del borizonte en Gi- jn, Parafraseando a Martin Hleideggee" podemos esta blecer que intervencianes como la de Malaparte en las rocas de Punta Massullo o lade Chillida en la costa de San Sebastidn convierten un “sitio” indeterminado en un “Jugar" irrepetible y singular. Se han convertida en pai- sajes que deben sit imagen caracterfsticaa la arquitectura y ala escultura. También encuentran eco los razona- mientos de Maurice Merleau-Ponty, cuando al tratar de {a experiencia corporal del hombre y del espacio existen- cial sefiala que “la estructura punto-karizence es el fan- 8 Joup Maria Montaner damento del espacio” y que “la eonciencia del lugares jencia posicional’’.* a de lugar se diferencia dela de espa cio por la presencia de la experiencia. Lugar estd relacio- nado con el proceso fenomenoldgico de la percepeidn y ja experiencia del mundo por parte del cuerpo humano, En este sentido las ideas de Edmund Husserl y Maurice Merleau-Ponty 0 las acciones corporales de Joseph Beuys ~como Coyote, [like America and America like mew Dife- sa de la natura constisuyen referencias basicas del lugar entendido como experiencia corporal." En Jas wiltimas décadas, la idea de lugar ha tenido un peso especifico muy variable y se ha interpretado de dis. tintas maneras. En la pequefia escala se entiende como una cualidad del espacio interior que se materializa en la forma, latextura, el color, la luz natural, los objetos y os valores simbélicos. Una cualidad que se manifiesta en Jos interiores de las obras de Heinrich Tessenow y Louis Kahn. En la gran escala se interpreta como genius foci,” come capacidad para hacer aflorar las preexistencias am- bientales, como objetos reunidos en el lugar, como at- ticulacion de las diversas piczas urbanas ~plaza, calle, avenida. Es decir, como paisaje caracteristico, Una ulte- rior y més profunda relacién entenderia el concepro de lugar, precisamente, como la adecuada relacidn entre la pequetia escala del espacio interior y la gran escala dela implamtacian.”” Espacio y antiespacio, lugar y no lngar on ta ariritecinrs moderns = 39 PARADIGMAS DE LA ARQUITECTURA DEL LUGAR Enlasobras de arquitectos dela llamada "tercera ge- neracién” renace el interés par la arquitectura vernacu- Jar al untsono de esta sensibilidad por el lugar." Luis Barragén (1902-1988) desarrollé una busqueda del espacio placenteto que recordaba de su infanciaen las haciendas de Guadalajara (México), En su obra existe una evidente influencia mediterranea, de raiz drabe, aprendida especialmente de la arquitectura de Marrue- cos. La influencia que el libro Les jardins enchentés de Ferdinand Bac tuve sobre Barragin se expresa en el tipo de espacie laberintico y escalonadoque creay en la cons- tante presencia del agua y la vegetacién. El catalin José Antonio Coderch (1913-1984) ofre- cié.con su obra una sintesis de arquitectura tradicional y Jenguaje moderno. Su visién funcionalista y austera ie exige el uso de unas formas a veces racionales, a veces or- ginicas. Su veneracion panteista por lo popular le lleva desarrollar precedentes de la arquitectura vernacular, en tuna obra que se integra sabiamente en el contexto paisi- ifsticey que rechaza la ciudad, Véase como cjemplo para- digmtico la manera como se proyecta la casa Ugalde en Caldetas (1952), Una forma orginica, como de ameba, con resonancias surrealistas y con formas pertenecientes al repertorio de Joan Mird, Jean Arp o Alexander Cal- der, se va amoldando a los condicjonantes concretos del. entorno ¥ del programa. La formade la parcela, la topo grafla, las vistas hacia el mar, la arientacién, el arbolado preexistente y el programa doméitico acaban configu- rando una obra inédita, que no se puede percibir desde = Josep Meria Montaner criterios establecidos de fachada, arden y frontalidad, La complejidad del interior se manifesta en una seccidn he- cha dle espacios escalonados que se amoldan @ las funcio- nes del eaerpo humana. Fernando Tavora (1923) desarrolla en su obrael sa- ber constructivo de la arquitectura tradicional portugue- sa, planteando una arquitectura moderna sabiamente sdaptada al paisaje y exultantemente cualificada por ob- jetosartesanales, Prueba de ello son el parque municipal de Quintada Conceigaa,en Matosinhos (1957) 0 la casa de veraneo en Ofir (1957-1958), Esta nueva sensibilidad ex el resultado del estudio sobre la Arquitectura popular en Portugal, que se publica entres voltimenesen 1961, y en el que Tivora interviene con unespiritu racionalista y con+ tempordneo que quiere aprehender la funcionalidad, la bellezay cl saber téenicodela arquitectura popular, lejos de cualquier nostalgia, anacronismo o populism, ¥ ella tienecontinuidad en la limpida obra de Alvaro Siza Viei- ra, tanto en sus realizaciones tempranas el restaurante Boa Nova (1958-1964) y las piscinas (1961-1966), ambos 0 Lega de Palmeira-como en obras recientes tales como la nueva Facultad de Arquitectura en Oporto (1987- 1994), El danés Jorn Utzon (1918), en su bésqueda de una telacién arquetipica entre formas del espacio privada y del espacio piblico a través de la relacién con el lugar, toma referencias de las arquitecturas primitivas. Formas basicas de las arquitecturas orientales, precolombinas y mediterrineas, sirven de instrumento para unas obras muy diversasensu escala y lugar, que interpretan perfce- tamente el contexto, Un mecanismo en el que se intenta Eipacinyantiapivio, Inger ya gare ta arquitectins moderna 41 conciliar organicismo, naturalera y formas crecederas, por una parte, con industrializacién y produccién en se- Fie por otra, genera desde obras domésticas como su pro- piacasa cn Porte Petro, Mallo monumentales y represeneati ney en Australia (1954-1974), Los jardines y parques del brasilefio Roberto Burle Marx (1909-1994) constituyen la mds genuina aplicaciGn de las principios del movimiento moderno en la prayec- tacidn del paisaje y, al mismo tiempo, suponen yasu er rica y superacidn, En us diseiios se concilian tradiciones ‘opuestas: la abstraceién geométrica de las vanguardias con as formas orginicas, el rigor racionalista del proyee- tocon los valores cromfticos y plisticas de la vegetacion amcricana,cl lenguajeinternacional recreadoenambien- tes tropicales, unos jardines modernos realizados recupe- rando plantas tropicales olvidadas. Sus miximos objetivos fueron el de integrar los edificios modernosen el contex- to, estableciendo una relacién escrechs entre arquitectu- ray naturaleza, y el de integrar la composicion conereta de los jardines dentro del gran escenario del paisaje de costas y montafias. En todas estos casos se produce una resonancia res- pectoa las concepciones de Martin Heidegger, pasindo- se de una arquitectura basads en Ia idea de espacio a una basada en la idea de lugar. Segiin el texto crucial de Fiei- dogger, Constrnir; babitar, pensar (1951), los espacios reciben su esencia no del espacio sino del lugar /.../ los espacios donde se desarrolla la vida han de ser lugares,” De nuevo aflora ha influencia del pensamiento griego y la referencia al templo dérico. Y sin duda el pensamienco a Josep Maria Montaner de Heidegger, junto con las aportaciones de Husserl y Merleau-Ponty, han sido el mds certero catalizador de toda reflexién contemporénea sobre el concepto de lugar. ‘Christian Norberg-Schulz, seguidor de estas con- -eepeiones, se opane a toda teoria de la movilidad, de los espacios transitorios, y defiende que “si se elimina el lagarse elimina al mismortictpa la arquitectura... Eles- ‘pacio existencial consiste siempre en lugares", Norberg Schulz ha intentado con el concepte de espacio existen- cial salvar la tradici6n moderna del concepto de espacio modemno de su maestro Sigfried Giedion y coneciliarla con lanuevaidea de lugar.” Sin embargo, ello le llevaa ne- gar las experiencias mis contempordneas ¢ innovadoras. Louis Kahn -sobre cuya sintonfacon Heidegger ha vuelto insistentemente Norberg-Schulz~ constituye un caso especial, $i bien recrea la idea de lugar en los interio- res —que quedan totalmente cualificados por la luz, los valores simbélicos, las texturas, las formas, el confort=, en cambio su arquitectura, pensada como voluimenes au- ténomos, no interpreta el contexto como factor diferen- ciador. Esto es claro, por ejemplo, en el Instituto Indio para la Formacién de Mandos, en Ahmedabad (1962+ 1979) que tanto podria ser un college prototipico para Harvard como una obra concreta para la India, En mine chas ocasiones, para Louis Kahn, Oscar Niemeyer o Ro- berto Burle Marx, el desafio es el de la transformacién, el de crear lugar donde no existe, transformar el no lugar americano en lugar. En esto-su actitud puede relacionar- se con la metdfora planteada por Heidegger: el puente que transforma el paisaje, aportando un "lugar" que une las das riberas pero que a la vez hace que una se contra- cE i a pene it acl i fs SS ty Expacia'y acegnci, bgar y no Caren la arguitectara eoderna 43 ponga a la otra, Segin Heidegger “cl lugar no existla antes de la construccidn del puente /.../ se origina slo a partir del puence”." No responde, portanco, a unaiidea de integracién sino de transformaci6n, el mismo Giedion quien establecid en sus thki- mos escritos las dos actirades que la arquitectura ha adoptado respecto a la relacidn con la naturaleza: Ja del contraste, que se habia expresado en las pirimides y en Jos templos griegos y que actualmente expresarian los puemtes de Robert Maillarten las altas momtafias, y la de laamalgamacién, que encontramos en los templos de pie- dra en la India, en los teatros semicirculares o en la obra de Wright. LARELEVANCIA DEL LUGAR ENLA ARQUITECTURA ACTUAL La capacidad para integrarse en el lugar-varia drésti= camente entre las propuestas tardomodernas y las pos modernas. Dos ejemplos licitamente comparables nos lo pueden demostrar. Sila Fundacidn Joan Mird en Barce- Jona de Josep 1 luis Sert (1972-1975), desprecia-y destruye el magnifico entorno de los jardines nowcentistes que Nicolau Maria Rubio i Tudurl proyecté en Montjuic, s- guiendo las ensefianzas de Jean-Claude-Nicolas Fores- tier, ett cambio, la Fundacién Pilar y Joan Mird en Palma de Mallorca, de Rafael Moneo (1987-1992), interpreta y abtiene las mejores ventajas del paisaje aterrazado deSon Abrines, actualmente colmatado y degradade. Al caos 4 Josep Maria Montaner tipoldgico y morfolégice del entorno, Manca responde con un elemento lineal y alto para la biblioteca, sala de exposiciones temporales y servicios administrativos (que se refiere a la forma de los apartamentos del entor- no) y con un volumen estrellado bajo, con estanques de agua en su terraza, para las salas de exposiciones repre- sentativas (que se relaciona tipoldgicamente-con las far- mas arbitrarias de las casas unifamiliapes cercanas). E] edificia se convierte asf en centro ordenador del lugar. Mone es capaz de crear su propia paisaje: el visitante accede por la parte trascra, para poder contemplar la an- tigua masiade Ia casadel pintor y el estudiode Miré pro yectado precisamente por Josep Lluis Sert. El recorrido del edificio va configurando sus propios espacios abier- tos: los estanques crean st propio paisaje y dirigen las-vi- suales haciael mar, hacia latinica vista agradable. Incluso el espacio imerior del museo se subordina totalmente a esta decisién inieial de integrarse al paisaje, En definitiva, Moneo genera una solucién tipolé- ica empiricamente ajustada a lugar mientras Sert apli- 6 una tipologfa previa y repetible -un fragmento del “museo de crecimiento ilimitado" de su maestro Le Corbusier- utilizando el lugar concreta como una sims ple platsforma de pruchas.” a Hh ila ng SNe Espacio y antiespacio, liegar y wo lugar en la arquitectura madera 45. LA CONTEMPORANEA DISOLUCION DEL LUGAR ESPACIO MEDIATICOS, NO LUGARIS ¥ CIBERESPACIO Justa cuando se estaba consolidando esta celebra- cién‘de la arquitectura como arte del lugar aflora una realidad tothlinenteimscva-con respecenal eiradio: Bots ituacién cstd gencrando una nueva sensibilidad, unas nuevas capacidades de percepeidn y unas nuevas teoriza- cones, La idea de “'atopla” que deliende Peter Eisenman, detractor de cualquier posible relacién con el lugar, los proyectos de Rem Koolhaas, amalgamando la ener- glayel caosde los flujos urbanos, o las tearias de Ignaside Soli-Morales, proponiendo nuevas categorfas para una arquitectura metropolitana basada en transformacianes, apuntan hacia esta direccidn. Los lugares ya no se inter- pretan coma recipientes existenciales permanentes, sino que son entendidos como intensos focos de aconteci- mientos, come concentracionesde dinamicidad,como caudales de flujos de cireulacién, como escenarios de heehos effmeros, como eruces de caminos, como mo- mentos energéticos.™ Dentro de esta madeja de nuevas realidades espaciae Jes podemos discernir tres grupos de fenémenos. En primer lugar, lo que podemos denominar espa- cios mediticos, en los cuales ya no es predominante el espacio fisico sinoque la arquitectura se ha transforma do en uncontenedor neutro(e incluso transparent) con sistemas de objetos, miquinas, imagenes y equipamien- tos que configuran unos interiores modificables y dind- micos. Jovep Maria Montaner Uniejemplo emblemético son los museos de la cien- cia, losde la técnica y los infantiles, en los cuales la forma del espacio y 1a presencia dela luz navural ya na son defi- nitorios, Si en museos contemporineos, como el Vitra Design Museum proyectade por Frank Gehry-o el Mus seode Arte Moderno de Frankfurt proyectado por Fans Hollen, los interiores estin caracterizadas poor espacios fluidos, definides por la luz. natural y por objetos reales y originales, los museos mediticas consisten en contenedo res que concentran la fascinacidn y atencién en tornoalos focos desimaterializados de luz artificial, informacién, experimentacién e interaccién. Los |imites espaciales fisicos dejan de percibirse en cl interior del contencdor cco aras de esta experiencia perceptiva y fenomenolégica en torno al imbito de las imagenes, repraducciones, ins- talaciones, monitores, dioramas, mecanismos y virtua: Tidades." También el espacio doméstico y los lugares de trabajo pueden entrar dentro de estas coordenadas del sie medidtico, a base de contenedores y sistemas de abjetes, Este fendmeno tuvo un claro antecedente en cl pro- yesto de Robert Venturi para el concurso del National College Hall of Fame en New Brunswick (1967), con la fackada convertida exclusivamente en centelleante pan: talla electrdnica y-con el interior definido por elementos medidticos: rétulos, neones y anuncios. Un prototipo de esta nueva arquitecturaesla Glass Video Gallery en Gro- ningen, proyectada en cristal por Bernard Tschumi (1991). En segundo lugar, podemos situar los Hamados 20 tngares, el fenémeno que Mare Augé ha calificado como Espacio y antiespucio, lieger y to buger em la aryaitectura moderna = 47 de espacios de la sobremodernidad y el anonimato, defi- nidos por la sobreabundancia y el exceso.” Son siempre espacios relacionados con el transporte ripido, el consu- mo y el ocio que se contraponen al concepto de lugar de las culturas basadas en una tradicin etnoldgica localiza- daenel tiempo y en el espacio, radicadas en la identida- dentre cultura y lugar, en la nocidn de permanencia y unidad, En grandes centros comerciales y hoteles, en auto- pistas, acropucrtos intercambiadores, en medios de transporte rapido como aviones, es obligade acceder con una tarjeta de identificacidn y probar siempre la inocen- cia (que no se es ladron, estafador o terrorista). Los docu: mentos para identifieaese no son los de la identidad y el Jenguaje humanos sino la carta de embarque, el carnet de identidad, el pasaporte, la tarjeta de erédito, el localiza- dor, laacreditacién, Son ne lugares en loscuales el usuari pretende pasar lo més répido posible, Quedar atrapado el menor tiempo posible en cl no lugar que lleva de un lugar a otro, En los grandes centros comerciales, el vacio de la plaza tradicional como lugar de comunicacion es sustituido por el [lenode las objetos de consumo en el ex pacio de la competitividad y el anonimato, En las auto- pistas, franjas de no lugares atraviesan lugares que sila se anurician pero nunca se visitan, que sélo se perciben ve- lozmente.” En losaviones se vive la experiencia maxima del no lugar: deseo de duracién minima, de minimo con- tacto con la realidad de vientos y turbulencias: en defini- tiva, caida en una experiencia narcotizante que permite anunciara Paul Virilio que “la Opers de hoy es cl Boeing 747, nueva sala de proyeccién en la que se intenta com- 48 Josep Maria Montaner pensar la monotonia del viaje con elatractivo de las im4- genes, festival de las travestas aéreas, desurhanizacién pasajera en la que la metropolis de los sedentarioses sus- tituida por las micrépolis némadas, y merced a la cual el mundo sobrevolado pierde todo interés, hasta el punto de que el confort subliminal del avién supersdnico impo- ne su ocultacién total, y quizds exija en el firturo la exe tineidn de las luces y- la narcosis de los pasajeros...”2 Sélo la averla o el accidente significan el colapso del no lugar, el revulsivo que conduce del ambiente narcotizan- te del no lugar a la realidad enraizada del lugar, “Tambin los parques tematicas y las rutas reales y virtuales del turismo generan redes y focos de no lugares en medio de lugares auténticos, ¥ precisamente, los. no lugares, lo contrario de la utopia, son siempre el blanco de los atentados terroristas que apuntan a las victimas andnimasy szarosas que pueblan efimeramente el no lu- gar. Automdviles, autocares o avionesson portadores de explosivos o-sujetos de secuestros. Segiin Mare Auge, la ideade sociedad localizada estd siendo puesta en crisis por la proliferacién de estos no lu gares basadas en la:individualidad solitaria, en el pasaje y en el presente sin historia. De hecho, el espacio del viajero esel arquetipo del no lugar. El espacio del no lu- gar nocrea ni identidad ni relacién, solosoledad y simi- litud. YY entercer lugar, tenemos el espacio virtual o ciberes ‘pacio. El que utilizan arquitectos, ingenieros, disefiado- res, milsicos, ete,, para proyectar y crear en el ordenador. El que puede conectar distintos espacios de edificios me- diante sistemas computerizadas, sin aecesidad de reeu: Espacie-yantiespario, lugar yma linger en ls arquitections moderna = 49 rina losespacios tradicionales en los que cada actividad tiene su sala y eada compartimiento est conectado por elementos peatonales y fisicos, Ese lugar impalpable, que configuran los que hablan por teléfono o los ciber- nautas que se mueven a través de la infinita telaratta de Internet. En diet aftos hemos pasado de hablar de las cualida- des del lugar ya magia de las hetcrotopias,”*a aceptar el anonimato de los no lugares, la frialdad dela realidad vir ‘tual, la promesa den ciberespacio que es pura presente, este témino que William Gibson inventé en su novela Nenromante (1984), con unos seres némadas, llenos de priitesis artificiales, que malviven en los hoteles, en las entrafias deredes informéticas tridimensionales yen lan~ zaderas espaciales.”” . ‘Tanto los no lugares como; sobre todo, el ekpacio virtual, se nos presentan con todo su caricter seductor =por La promesa de posibilidadesy transformaciones ini- maginables-, pero también com una cantidad de aspectos ocultos y negatives. ‘No hay duda de que el espacio virtual constituye la may alta creacion de la ambicién humana, configurando unmundo laicototalmente fuera de las leyes de la natura~ Teza, Si Claude Lévy-Strauss habia considerado la ciudad como la maxima creacién del hombre, ahora pademos sefialar al ciberespacio no sdlo como la maxima creacion de la inteligencia y | ciencia sino también de la imagina- ciémy Ia ficeién, de la capacidad del hombre parasofiar y crear. Sin embargo, frente al optimismo de personas como Bill Gates, presidente de Microsoft, William Mitchell, 30 Josep Meria Montaner autor de City of bites (1995)" o Javier Echevarria, pro- fetade la““Telépolis”, autores muy diversos como Her- bert I. Schiller, Micha Bandini o Vicente Verda han sefialado algunas de las contrapartidas ocultasdel mundo virtual. En realidad, se trata de-un “nuevo mundo” que 3e constituye como la mds alta meta alcanzada por la sociedad estadounidense, E| mito de la fronvera y de la continua colonizacién, que ha sidoel motor de Estados Unidos, llega a su mis alzo objetivo poblando todas los mercados, todas las redes de intercambio de informa- cidn, todos los nuevos modos de relacién y todas las mentes. Una sociedad metropolitana que tiende a recha- zar los contactas corporales y que se basa en la descon- fianza, el individualismo utilitarista y el consumo, ha conseguide imponerse. La cultura de la comunicacién electrénica, pensada para tejidos formados por viviendas aisladas, segregadas en periferiassuburbanas de baja den- sidad, se impone sobre otras eulturas del espacio urbano tradicional y de la comunicacion fisica Evidentemence, la sencia de Internet y otras futu- ras redes internacionales de comunicacién es su acceso libre tal como lo ha sido la del telefono, Se puede poten- ciar, incluso, que todas las escuelas, bibliotecas ¢ insti- tuciones pablicas dispongan de acceso a Internet. Y, de hecho, dichas redes cibernéricas pueden dar facilidades de trabajo a jévenes expertos radicados en as periferias © pueden servir para coordinar organizaciones alterna- fivas no gubernamentales. Pero aunque estos nuevos medios de comunicacién posean esta genuina vocacién democritica, no hay duda de que existe una relacion entre Fiqueza y acceso a los ordenadores. En un planeta en el Espacio yamtigpaci, Der 3 na dere ls anpuitectara madenta 51 que la mitad de sus habitantes nunca ha utilizadoun tele- fono, se est creando una nueva elite que, siguiendo las pautas de un darwinismo feror, va'a controlar la mayor parte de las vias de acceso al trabajo y a lariquera, exclu yendo a los que no est4n capacitadas social, econdmica, intelectual o funcionalmente, para tener facil acceso al mundo informatico, Para los més entusiastas, la conectividad, la telepre: sencia, las Agoras electrinicas, los ciberorganismos y las ciudades de los bits nos estan permitiendo entrar en una nueva cra en la cual los sistemas de telecomunicacién, los contactos incorporales, la inmaterialidad, la antiespacia- lidad y la asincronfa vanaser las pautas dominantes. Para otros, criticos radicales, en cambio, la sociabilidad, las costumbres comunitarias, el contacto humano, la espa Gialidad fisica, laestiucturacdny equilibrotpicondelas peatonalizadas ciudades europeas, la tolerancia hacia los otros, la capacidad de reivindicacidn, asociacién y rebel- dia, son valores imprescindibles que estin siendo puestos en peligro por un nucvo sistema elitista, individualista, fragmentario y consumista, En cualquier caso, se deben desarrollar perspectivas que sean criticas con la hegerna- niade la tecnologta y sus sistemas de dominacién, Cuil es el alcance de la crisis de la idea ya conven- ional de [ugar ante el acoso de una nueva realidad basada en arquitecturas némadas," espacios mediéticos, no hu- gares ¢ interconexiones.en el ciberespacio? Se disolverd Taarquitectura coma espacioy laciudad como estructura articulada 0, por el contrario, siempre se necesitardn ef espacio y el lugar por su funcién de legibilidad e identi- dad? En el futuro, los contenedores, con interiores po- 3 Josep Maria Momtaner blados por sistemas de objetos, no configurarén ya un espacio sino un ambiente mediitico; el protagonismo, centances, ya.90 serd dela arquitectura sino de Ia ingenie- rfa y del diseto industrial. En cualquier caso, al concepto ‘central de lugar le ha surgida recientemente la contrapo- sicidn del no lugac, De todas formas, los conceptos y experiencias del espacio y el lugar estén en continua teansformacién e, incluso, disalucién. El lugar y el no lu- gar-como cl espacio y el antiespacio— son polaridades I{= ‘nite. El espacio casi nunca es delimitadamente perfecto de la misma manera que el antiespacio casi nunca es infie nitamente puro. Tampoco el lugar podré nunca ser ‘completamente borrado ni el no lagarse cumple nunca radi- salmente; En nuestra condicién presente, espacios, anties ppacios, lugares y no lugares se entrelazan, camplementan, imterpenetran y conviven. Notas bibliograficas 1 Liltiehob te, anime beeen cedicién castellana de Ediciones Infinite, Buenos Aites, 1972, dirigetodo elesfuerzo deabstrascion en el arte hacia la confor- macién de un nueva espacio: “Un camino abierto 4 la nueva

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