Compete a los proteosomas reciclar las protenas celulares
Pero si cumplen mal su cometido, por exceso o por defecto,
aparecen diversas enfermedades habituales
Alfred L. Goldberg, Stephen J. Elledge, y J. Wade Harper
Cada minuto se reproducen en el interior de nuestras clulas escenas que
pareceran tomadas de una pelcula de aventuras. La "infeliz" protena que ahora cumple su funcin, dentro de un instante portar el marchamo de su destino "desventurado": una suerte de tnel donde se romper en pedazos. Es el tnel, si se nos permite seguir con la metfora, la viva imagen del potro de castigo. En su rueda, la protena sufre un estiramiento y sobre ella caen los cuchillos de las enzimas que la despedazan. Todava les aguarda a los trozos del despiece, fuera ya del tnel, la accin sajadora de otras enzimas ms simples que culminarn la destruccin de la protena.
Podra pensarse que esta hiprbole intracelular carece de inters, salvo
para la protena en cuestin. Nada ms lejos de la verdad. En muchos laboratorios, se ve con claridad creciente que los proteosomas intervienen de una forma decisiva en las vas que regulan una gavilla entera de procesos celulares. Existen en una clula normal del organismo, unos 30.000 proteosomas. Cuando fracasan en su misin bien sea porque destruyen protenas importantes o bien sea porque no degradan las daadas o malformadas pueden aparecer enfermedades. El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y otros han desarrollado mecanismos para manipular la degradacin proteosmica de protenas en su propio inters. Se espera que los frmacos del futuro destinados a remediar el cncer y otras patolgas similares consistan en compuestos qumicos que acten sobre los proteosomas y las vas que transportan las protenas hacia elinterior de stos. En ciertos laboratorios farmacuticos se investigan compuestos inhibidores de la va del proteosoma; hay dos frmacos en fase de prueba en el hombre.