Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Edición:
Cecilia Barrientos Jaén
La elaboración de este manual fue posible con el apoyo de ONUSIDA, en el marco del Proyecto: "Callao:
Redes en lucha contra el SIDA".
INTRODUCCIÓN
CAPITULO 1 : SIDA
1.1.El VIH y el SIDA
1.2.Impacto del SIDA en el Perú
1.3.Transmisión del VIH
1.4.Historia natural de la infección por el VIH/SIDA
1.5.Las pruebas diagnósticas
1.6.- Impacto psicológico.
1.7.-Tratamiento antiretroviral
1.8.-SIDA en mujeres
1.9.-VIH en niños
1.10.-Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) y VIH/SIDA
REFERENCIAS
Para conocer e informar es un Manual, producto del interés que la Red SIDA Perú –
Asociación conformada por ocho Organizaciones No Gubernamentales con trabajo en
VIH/SIDA dirige a los comunicadores sociales como informantes y orientadores de la
opinión pública.
Para conocer e informar recoge los temas que se desarrollaron en el taller, bajo una
metodología participativa, tales como: aspectos básicos sobre ETS y VIH/SIDA,
alternativas terapéuticas, la vulnerabilidad de los jóvenes ante la infección por
VIH/SIDA, y la problemática de los derechos humanos y el SIDA.
Indudablemente hay otros temas que revisten igual importancia a los señalados, entre
ellos la vulnerabilidad de la mujer ante las ETS y el VIH/SIDA, el impacto de la
epidemia del VIH/SIDA en el desarrollo social y económico del país, el rol de las
personas seropositivas en la prevención del VIH/SIDA, entre otros. Su importancia radica
en que así como la infección por VIH afecta todas las esferas de la vida de la persona que
lo porta y de su entorno familiar y social, asimismo la epidemia del VIH/SIDA toca los
puntos neurálgicos de las sociedades en donde ella aparece: lo social, lo económico, lo
legal, lo cultural, la sexualidad, la inequidad de género, los niños y adolescentes
infectados, los huérfanos, la pobreza, la religión, y muchos más.
Para el taller y el presente Manual decidimos privilegiar algunos de esos temas y dejar
otros para futuras intervenciones.
Esperamos que este Manual les sea de utilidad como fuente de consulta y como
generador de inquietudes y búsqueda en el amplio campo del VIH/SIDA.
PRESENTACION
Posiblemente los periodistas piensan que su tarea debe limitarse a recopilar y divulgar
información, no obstante, el arrollador avance del SIDA exige una firmeza y una
determinación que cree consciencia acerca del impacto que está provocando en los
individuos, en las familias, en el sistema de salud, y la economía de nuestro país.
Mucho más que el sólo traslado de la información, el periodismo está relacionado con el
SIDA en tanto tiene que ver con motivar cambios en las actitudes y prácticas muy
arraigadas que impiden la contención de la epidemia.
Al fomentar cambios en las actitudes, las normas sociales y las políticas institucionales y
gubernamentales, las campañas de información pueden ayudar a crear un ambiente
favorable que dé respaldo a los programas de reducción del riesgo individual de contraer
el VIH
Es necesario como periodistas responder algunas interrogantes:
Somos capaces de elaborar una nota o un reportaje y dejar fuera nuestros prejuicios
personales para hacerlo con objetividad?
Y fundamentalmente si nos hemos visto, al nivel más intimo, como personas que
podemos estar expuestos a esta infección, al igual que el público que nos lee, escucha o
ve, como consecuencia de nuestras actitudes y prácticas sexuales.
En el plano profesional, cabría preguntarnos cuál ha sido la ética asumida por nuestros
medios de comunicación frente al SIDA, hemos sólo aprovechado la noticia, cuando nos
ha saltado al paso? O por el contrario hemos reconocido en nuestras amplias
posibilidades de difusión masiva, la oportunidad histórica y valiente de generar
consciencia en la sociedad acerca de la gravedad de esta infección?
Hemos ayudado a corregir las creencias erróneas asociadas a la transmisión del virus y
sobretodo los múltiples mitos acerca de las personas que viven con la infección?
PRINCIPIOS que podrían orientar tu aporte, como periodista al combate del VIH?
CAPITULO 1: SIDA
Estar con el VIH no es lo mismo que padecer SIDA. Una persona portadora del VIH y
que aún no ha desarrollado el SIDA presenta una aparente buena salud, puede trabajar y
hacer sus labores normalmente pero podría transmitir el virus a otras personas (a través
de las relaciones sexuales o por intermedio de sangre, por ejemplo) al no conocer su real
estado.
No hay un tiempo definido para que una persona con el VIH (portador) desarrolle el
SIDA. Esto depende de cada individuo, su sexo, raza, edad, sistema inmune, nutrición,
acceso a servicios de salud, uso de medicamentos antiretrovirales, etc., pero en general
pasan varios años antes del desarrollo de los síntomas.
Infecciones oportunistas y algunos tipos de cáncer indican que un portador del VIH ya
está desarrollando el SIDA.
El VIH en el Perú como en otras partes del mundo es una infección que ataca a la
población en edad reproductiva, sobretodo entre 20 y 35 años de edad. Asimismo
podemos afirmar que el SIDA es una enfermedad de zonas urbanas pues la mayor
densidad de casos se observan sobre todo en Lima, Callao y algunas ciudades del interior,
particularmente en ciudades de la Costa, así como en Iquitos.
Por otro lado el SIDA es una enfermedad con graves implicancias económicas y sociales,
pues afecta a la población económicamente activa y en muchos casos a los jefes de
familia, reduciendo de ese modo el rendimiento laboral, la productividad del País,
además de los ingresos familiares.
Se estima que las pérdidas acumuladas en el país hasta la fecha, llega a los 250 millones
de dólares, considerando el número total de casos de SIDA.
Existen además costos atribuibles al desarrollo del SIDA en la sociedad, ellos pueden ser
directos, debido a los costos de atención de salud (medicamentos, personal de salud, y
hospitalización) que merece cada caso; o pueden ser indirectos, considerando como los
costos de las personas que deben atender a una persona enferma y lo que deja de ganar
esta persona por no poder trabajar.
En un País como el nuestro, el SIDA puede agravar la situación de salud al aumentar más
la frecuencia de enfermedades como la Tuberculosis pulmonar, por este motivo las
estrategias de prevención y control del SIDA han de convertirse en una de las prioridades
nacionales en el manejo integral de la salud.
1.3. Transmisión del VIH
a)Transmisión sexual:
El virus se encuentra en el semen y las secreciones vaginales, puede transmitirse en las
relaciones anales, vaginales y bucogenitales (sexo oral).
De hombre a mujer, de hombre a hombre y de mujer a mujer.
b)Transmisión sanguínea:
El VIH se encuentra en gran cantidad en la sangre de una persona infectada y puede
transmitirse por transfusión de sangre y sus derivados (Por ejemplo plasma); y por
pinchazos o heridas producidas por agujas u objetos que hinquen o corten y que hayan
estado en contacto con sangre infectada.
Para efectos de la prevención es recomendable que una mujer con VIH/SIDA evite el
embarazo.
La infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana pasa por las siguientes etapas:
Infección aguda por VIH, que se da de dos a cuatro semanas después de la transmisión
y puede presentar síntomas o no, los cuales pueden o no ser percibidos por la persona.
Los síntomas que pudieran presentarse son muy similares a los de la gripe, malestar
general, fiebre, y crecimiento de los ganglios del cuello y las axilas.
La seroconversión, es el momento en el que aparecen las defensas contra el VIH en la
sangre de la persona infectada. Puede presentarse entre las tres a doce semanas desde
el momento de la infección inicial.
Infección asintomática, el virus se reproduce activamente sin presentar síntomas por lo
que la persona luce sana y además se siente bien, a pesar de estar infectada ya con el
virus. Esta etapa puede durar muchos años.
La infección sintomática temprana, es la etapa en que la persona empieza a presentar
enfermedades que son más comunes y más severas en portadores del VIH, pero que
no son indicadores de SIDA. Hay también pérdida de peso, diarrea crónica, tos,
fatiga, depresión, ganglios inflamados etc.
El SIDA, es la etapa avanzada de la infección por VIH . En esta etapa las defensas de la
persona infectada están muy disminuidas, por lo que es atacada por todo tipo de
enfermedades, incluso aquéllas que en una persona normal no significan mayor
gravedad. En la fase terminal, la salud del enfermo está muy deteriorada y la muerte
puede sobrevenir después de una infección o infecciones graves que se presenten.
La prueba de ELISA puede dar resultados positivos a partir de la segunda semana del
comportamiento de riesgo por ejemplo: una relación sexual no protegida, pero en algunos
casos demora hasta 6 meses en hacerse positivo; éste es el llamado “Periodo Ventana”.
En este periodo el VIH está en el organismo pero no puede ser detectado por el ELISA
porque no hay producción de anticuerpos aún. Es por eso que para obtener resultados más
seguros, el examen de ELISA debe realizarse a los 3 meses de la probable infección y en
algunos casos hasta los 6 meses de la fecha en la cual el individuo cree haber adquirido el
virus.
El Western blot es un método que también detecta la presencia de anticuerpos contra el
VIH, pero es más específico y confirmatorio.
Puede darse el caso que el resultado del primer ELISA resulte positivo y el segundo
negativo, entonces la prueba confirmatoria es el Western Blot y su resultado es el
decisivo. Los exámenes de Western Blot que arrojen resultados indeterminados u otras
combinaciones son resueltas por los especialistas.
El nivel de intensidad con el cual se viven los problemas derivados del diagnóstico de
infección por VIH/SIDA, depende de factores como la estructura de la personalidad y la
historia previa del individuo, entre los que podemos considerar:
Las reacciones que se presentan después de pasado este shock pueden ser variadas,
dependiendo de los estilos de respuesta personales ante las situaciones difíciles. Por
ejemplo, algunas personas llorarán desconsoladamente; otras permanecerán en silencio a
lo largo de muchos minutos; habrá quien reaccione impulsivamente, gritando o actuando
con agresividad, así como también podrá haber quién se muestre indiferente e intente
retirarse inmediato del consultorio.
En los días, semanas o meses siguientes, las personas que han recibido el diagnóstico de
VIH + pasan por el llamado “Proceso de duelo” (estudiado y descrito por Elizabeth
Kübler-Ross para enfermos de cáncer, pero que resulta aplicable a la experiencia de
personas viviendo con VIH/SIDA) y que compren de las siguientes fases:
En la segunda fase del proceso aparecen el resentimiento y la cólera ante una situación
que se considera injusta, buscándose responsables y culpables. Las personas pueden
reaccionar dirigiendo su hostilidad hacia distintos “blancos”, por ejemplo, contra la
persona que le transmitió el VIH, o indiferenciadamente contra la “sociedad”, como una
reacción de venganza. Eventualmente la persona puede reaccionar hostílmente hacia el
consejero o el equipo de salud; como también podría hacerlo contra Dios o un poder
sobrenatural. En algunos casos, la hostilidad se vuelca hacía sí mismo, apareciendo ideas,
gestos o actos suicidas, o bien negándose a cumplir las recomendaciones médicas, yendo
en contra de su salud. En la consejería se buscará facilitar la expresión verbal del
resentimiento y la cólera como medida para evitar que estos sentimientos e impulsos se
lleven a la acción y que la persona llegue a dañar a otros o a sí misma.
La siguiente etapa es llamada negociación o regateo; en esta fase ya hay una aceptación
parcial del diagnóstico, pero se busca una cura sobrenatural mágica y, en retribución, la
persona seropositiva promete hacer un cambio significativo en su vida u ofrecer un
sacrificio.
Es necesario precisar que estas cinco fases del proceso de duelo no se dan necesariamente
en forma secuencial, ni tiene que cumplirse todas. Por ejemplo, puede haber quien
permanezca todo el tiempo en negación o en depresión, o quién no logre llegar a la
aceptación o retroceda a fases superadas.
Por otra parte, en la medida que la infección por VIH es un proceso crónico, habran
períodos de estabilidad emocional y otros de crisis. Las situaciones críticas más
importantes son:
•El recibir el diagnóstico de seropositividad
•La aparición de los síntomas
•Al entrar al estadio del SIDA y
•La etapa terminal de la enfermedad
Al afrontar estas etapas, es probable que todas o algunas de las fases del proceso de duelo
puedan volver a presentarse.
Un reciente reporte del Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos anunció la
reducción de la mortalidad por VIH en un 46% durante el año 1997. Sin embargo, la
tasa anual de nuevas infecciones permaneció igual, alrededor de 40,000 por año.
La infección por el VIH cada vez más compromete a la población femenina a nivel
mundial más del 40% de las infecciones ocurren en mujeres. En el Perú sucede algo
similar, pues la velocidad de crecimiento de la epidemia ha hecho que la proporción de
13 casos de SIDA en varones por 1 en mujeres que existía en 1989 pase a una proporción
de 3 a 1 en 1999 lo que gráfica claramente el incremento de diagnóstico de SIDA en
mujeres .
Existe un mayor riesgo a desarrollar Cáncer de cuello uterino, debido a que el VIH
favorece la progresión y agresividad de otro virus, el Papiloma Humano (causante de
verrugas genitales) el cual ha sido implicado como causante de este tipo de cáncer. Por
este motivo, toda mujer seropositiva debe tener un chequeo de Papanicolau (despistaje de
cáncer de cuello uterino) cada 6 meses.
1.9.-VIH en Niños
ONUSIDA estima que desde el inicio de la epidemia más de 4 millones de niños menores
de 15 años de edad han sido infectados por el VIH. La mayoría de estos casos se han
presentado en los países en vía de desarrollo.
La principal vía de transmisión en niños (en un 90% de los casos) es la vertical, es decir
de madre a niño, y este proceso se puede dar durante el embarazo, durante el parto y por
lactancia materna (ya que el virus también se encuentra en la leche materna).
Por otro lado, existe un pequeño pero alarmante porcentaje de niños infectados como
consecuencia del abuso sexual.
No todos los hijos de madre seropositiva adquieren el VIH de sus madres. La tasa de
transmisión madre a niño varía, según los estudios, de 13 a 32% en los países
industrializados y de 25 a 48% en los países en desarrollo; esto depende de numerosos
factores en la madre que tiene el VIH , como son: FUENTE
•el deterioro del sistema inmune (células CD4 bajas);
•enfermedad avanzada en la madre, si la infección ocurre durante el embarazo o la carga
viral materna es elevada;
•infección de los tejidos de la placenta (corioammionitis);
•otras infecciones maternas (bacterianas, virales y parasitarias);
•si el parto es vaginal o se colocan instrumentos que provoquen heridas (por ejemplo
forceps);
•traumatismos en la madre, ruptura prematura de membranas ( ruptura de la fuente) y
hemorragia intraparto. Es decir, todo aquello que haga que la sangre de la madre tome
contacto con el líquido de la placenta;
•la mayor duración de la lactancia materna, que también aumenta el riesgo de contagio;
•si el niño es prematuro tiene mayores probabilidades de contagio y en el caso de
gemelos, el primero en nacer es el que tiene mayor riesgo de contagiarse.
Para tener la certeza que un niño, hijo de madre seropositiva, tiene el VIH, es necesario
esperar hasta que tenga 18 meses de nacido, porque hasta esa edad la prueba de ELISA
puede salir positiva por los anticuerpos que la madre ha pasado al niño durante el
embarazo.
En el Perú, el primer caso de infección por VIH/SIDA fue reportado en 1986. Hasta 1988
se han reportado 358 casos de infección por VIH en niños menores de 15 años, de los
cuales 246 presentaron SIDA, llegando a 106 el número de niños fallecidos por esta
enfermedad.
Algunos niños pueden permanecer sin síntomas por 2 o 3 años, pero la mayoría de ellos
presenta síntomas atribuibles a la infección por el VIH desde el mes de edad, falleciendo
entre los dos a cinco años de edad. La enfermedad es más agresiva en ellos pues sus
defensas son aún inmaduras.
Se estima que el periodo de sobrevida para los niños infectados por el VIH es de 36
meses después del diagnóstico.
Los objetivos del tratamiento en niños son: promover y restaurar el normal crecimiento y
desarrollo; prevenir las complicaciones por infección y neoplasias; y prolongar la
sobrevida.
El VIH no sólo afecta directamente al niño, sino que en caso de no ser infectado por su
madre seropositiva existe al alto riesgo de quedar huérfano o abandonado, pues la
enfermedad generalmente afecta a los dos padres.
El criterio de grupos de edad nos permite hacer cortes específicos en los datos de la
realidad que puede resultar muy restringido para comprender la riqueza de los procesos
de vida de las personas, sin embargo resultan útiles para avanzar en consensos que
permitan caracterizar la población a la que nos referimos.
Es así que entendemos como adolescentes a los hombres y mujeres que tienen entre 10 y
19 años. Se trata de una etapa del ciclo vital en la que las vivencias sexuales cobran
especial importancia, principalmente por todos los cambios físicos, psicológicos y
sociales que se producen en este período. Es por ello que el sentido común considera que
la sexualidad "se inicia" en la adolescencia.
De otro lado, los jóvenes en el Perú, son aquellos ciudadanos hombres y mujeres, que
tienen entre 20 y 25 años. Estos valores etáreos están en discusión dado que vivimos un
proceso social que alarga la etapa de ingreso al mercado de trabajo y de independencia
afectiva y económica hasta aproximadamente los 30 años.
Esta discusión del intervalo de valores es sumamente relevante al momento de planear,
implementar y evaluar acciones de política social para esta población.
En el Perú, tenemos 24´371,000 habitantes, de este total, el 32% son adolescentes y
jóvenes: 3´783,140 hombres y mujeres que tienen entre 10 y 25 años (Cuanto, 1997) y
que tienen necesidades, experiencias, demandas específicas pero también aportes
importantes para nuestra sociedad.
Aun cuando actualmente existe una mayor apertura frente a la expresión de la sexualidad,
es claro que la actividad sexual adolescente se encuentra todavía enmarcada en un
contexto de clandestinidad, poniendo en evidencia la ambigüedad cultural, y los discursos
contradictorios que moldean la sexualidad. Así, los mandatos culturales y sociales frente
a cómo los varones y mujeres deben vivir su sexualidad son claramente diferenciados,
pues se espera y muchas veces se exige experiencia sexual en el varón, mientras que por
el contrario en la mujer lo "correcto" es la represión de su sexualidad. Si bien el valor de
la virginidad es cada vez más relativa, ello no implica que a la mujer se le "permita"
asumir su deseo sexual.
Es necesario tener en cuenta cómo los aspectos culturales y psicosociales pueden influir
en la vivencia de los y las adolescentes respecto a su sexualidad, poniéndolos en
situaciones de riesgo frente a embarazos no deseados, VIH/SIDA y otras ETS, aun
teniendo la información requerida para evitarlos.
Un elemento central a tener en cuenta es la escasa relación que existe entre
conocimientos, actitudes y prácticas sexuales como lo confirma el estudio de Quintana
(1997) quien señala que si bien existe un nivel aceptable de conocimientos y de actitudes
positivas frente al cuidado a través de relaciones protegidas en los y las adolescentes,
éstas se contradicen con la práctica sin protección.
Una de las explicaciones que permiten entender este dato es el hecho que la actividad
sexual adolescente por lo general se desarrolla en un contexto de oportunidad e
imprevisión debido a que, al no contar con un lugar que propicie condiciones de
intimidad mínimas, "aprovechan" cualquier situación (fiesta, estar sólos en casa de padres
o amigos) para tener relaciones sexuales, tomándolos muchas veces por sorpresa y sin
posibilidades de tomar previsiones. Sin embargo, la falta de planificación parece estar
también asociada con el hecho de que planear la actividad sexual implicaría desear que
ocurra y por lo tanto asumir que existe el deseo sexual, lo cual es considerado "no
correcto" según la prescripciones sociales - en el caso de la mujer.
Frente a ello, los y las adolescentes establecen juegos de seducción en los que el varón
presiona y la mujer se resiste con lo cual, desde una posición más limitada, ella encuentra
formas de canalizar su sexualidad y su goce, participando en un juego que le permite
justificarse pero a su vez limita en gran medida su posibilidad de negociación sexual. Es
importante tener en cuenta que dichos juegos, en muchos casos derivan en diferentes
formas de coerción que los varones ejercen sobre las chicas para acceder a las relaciones
sexuales, coerción que puede ir desde la llamada "prueba del amor", amenaza de
abandonarla si no accede, hasta el uso de la fuerza.
Los hechos antes señalados nos llevan a constatar la necesidad de entender la sexualidad
en toda su complejidad, es decir como una construcción social que incluye tanto aspectos
relacionados al sexo biológico como aspectos psicólogicos y culturales. Debemos asumir
la sexualidad como un resultado social en el que intervienen contenidos propios del
individuo y los que les son filtrados en el proceso de socialización.
De otro lado, las diversas maneras en que se expresa la sexualidad - como un conjunto de
significados y manifestaciones biológicas, psicológicas y sociales- se hallan ligadas al
sexo de una persona así como a su salud física, mental y social.
La riqueza y complejidad de la noción de sexualidad radica en que se trata de un
proceso dinámico que rebasa las funciones de reproducción, placer y comunicación, de
expresión de afecto y amor relacionándose con el conjunto de vivencias que tiene un
individuo a lo largo de su vida. Tiene que ver con los deseos, las fantasías, los modos de
pensar, el afecto, emociones, actitudes y comportamientos que el ser humano tiene como
ser sexual.
La forma cómo una persona expresa su sexualidad está condicionada por el conjunto de
las experiencias vividas, por la manera particular de integrar éstas y por los mandatos
culturales que prescribe la sociedad en que se viva. Según Gagnon (1980): “Cuando los
seres humanos nacen en una cultura o sociedad, comienzan un proceso de adquisición de
símbolos y significados de ese mundo inmediato a medida que aprenden quiénes son,
desarrollan una identidad propia y participan activamente en el montaje de ese yo. Son
criaturas resueltas, intencionales, y a veces irreflexivas. Es decir, empiezan a elegir y a
adquirir ellas mismas significado, a plantear preguntas y a escoger vías de
comportamiento”.
El tipo de hombres y mujeres que somos hoy y que iremos siendo a lo largo de nuestra
vida cada uno de nosotros, es producto de una construcción social constante.
Consideramos que existen algunos temas claves que los y las adolescentes y jóvenes
están rediseñando desde sus vidas, actuando como protagonistas del cambio social: el
nuevo rol de la mujer, la diversidad sexual, la liberación del hombre para la expresión de
afecto, el encuentro entre hombres y mujeres en un plano de igualdad en la diversidad.
El mundo adulto, la comunidad en su conjunto y especialmente los comunicadores como
formadores de opinión tenemos la gran responsabilidad de apuntalar, promover,
acompañar este proceso.
En la actualidad más que nunca existe conciencia que los jóvenes son parte importante de
la población y que requieren consideración especial, ya que sus problemas no sólo existen
a nivel individual, sino que reflejan los problemas más amplios y complejos de las
sociedades de las que forman parte.
En la población juvenil los riesgos principales son asociados a factores provenientes del
mismo individuo, cobrando especial importancia los diversos aspectos relacionados a la
salud reproductiva.
Así, cuando se habla de hacer un trabajo preventivo con adolescentes y jóvenes, es
necesario tener en cuenta que éstos tienden a disociar la actividad sexual de la vida
reproductiva y si perciben algún riesgo es el del embarazo y no así el de las ETS y el
SIDA. Consecuentemente, la presencia de prácticas sexuales dirigidas a prevenir la
concepción -como el coito interrumpido o el sexo anal-, no sólo no garantizan que el
embarazo no se produzca, sino que incrementa el riesgo frente a las ETS y al VIH/SIDA.
Por ello es que el abordaje de este tema debe hacerse desde una perspectiva integradora y
multisectorial que contemple todos los factores involucrados en la vivencia de la
sexualidad y las particularidades de la población adolescente.
Al analizar por qué los jóvenes son una población prioritaria para el trabajo en
prevención del VIH/SIDA se están considerando varios aspectos:
Primero, la vulnerabilidad especial de los jóvenes a la epidemia. Hasta el momento,
aproximadamente la mitad de las infecciones por VIH han ocurrido en personas menores
de 25 años, y en muchos países en desarrollo, los datos indican que hasta un 60% del
total de las nuevas infecciones ocurren en personas entre 15 y 24 años.(AIDSCAP, 1997).
De otro lado, las adolescentes y las niñas son grupos que presentan una susceptibilidad
especial frente a la pandemia. Sus parejas sexuales son, a menudo, hombres mayores
que posiblemente tienen ya la infección por VIH. Biológicamente, las mujeres jóvenes
son más vulnerables a la infección, y a menudo tienen menos poder - por cuestiones de
género - para rehusarse a tener relaciones sexuales o para insistir en el uso del
preservativo.
Por último, y sin duda una de las razones centrales por la que los jóvenes se constituyen
en población vulnerable a la infección es por el contexto social en el que viven y
construyen su sexualidad. A los jóvenes se les niega el acceso a información y recursos,
no se los asume y por lo tanto no se asumen como sujetos con derechos sexuales; están
condenados por lo tanto a vivir una sexualidad clandestina, sin acceso a servicios donde
puedan obtener información o se les provea de insumos para protegerse. A esto se añade
un contexto de gran inequidad de género, que al prescribir mandatos culturales
diferenciados para mujeres y varones, promoviendo el ejercicio de una sexualidad precoz
en el caso de los varones y la represión de la sexualidad en el caso de las mujeres, coloca
a las mujeres jóvenes en una condición especialmente vulnerable.
Sin embargo las razones para no usarlo van más allá del sentimiento de invulnerabilidad
y se hallan asociadas a:
•El temor a tener un mal desempeño y realización sexual. En ese sentido, el uso del
preservativo puede ser percibido como un obstáculo, ya que se le asocia con la
impotencia, es decir, con la posibilidad de perder la erección al colocarse el
preservativo. Existe además la creencia que usar condón resta placer al coito, la cual
es compartida tanto por varones como por mujeres.
•La existencia de estereotipos. Existe la creencia que la mujer que porta preservativos
es una "mujer fácil".
El mayor número de los casos registrados de SIDA en el Perú se encuentra entre los
jóvenes de 25 a 29 años de edad. Teniendo en cuenta que el SIDA se produce varios
años después de la infección por VIH, se estima que es la población entre los 13 y 25
años la que se encuentra más expuesta.
Si consideramos algunos de los obstáculos que hay que salvar para lograr que la
prevención del SIDA en la población joven y adolescente sea exitosa, tenemos:
1. Falta de acceso de los jóvenes a servicios de salud que les den buena acogida.
2. Falta de acceso a información completa y veraz.
3. Abuso, explotación, e inequidad de género.
4. Uso de alcohol y drogas vinculado al sexo.
5. Ausencia de adultos en quién confiar y con quién hablar.
6. Pobre participación de los jóvenes en los programas dirigidos a ellos.
7. El no reconocimiento y aceptación de los derechos sexuales y reproductivos de jóvenes
y adolescentes por parte de los adultos y de los mismos jóvenes.
Debemos concluir diciendo que el VIH/SIDA es un problema complejo que desafía los
patrones sociales y económicos establecidos y demanda nuevas formas de distribución de
riqueza y desarrollo. Ningún sector de la sociedad es inmune a los impactos de la
pandemia.
La combinación de estrategias de prevención y control ejercen un efecto sinergístico para
detener la transmisión del VIH que es mayor que el efecto de una estrategia por sí sola.
Las intervenciones que se inician lo antes posible bajo un marco multicultural tienen un
efecto superior que los mismos esfuerzos que comienzan más tarde y en forma
fragmentada.
Desde la notificación de los primeros casos de SIDA en el Perú, las personas que viven
con VIH/SIDA han sido víctimas de frecuentes abusos a sus derechos humanos,
reconocidos por la Constitución peruana para todos los habitantes del país.
En las instituciones de salud se les negaba la atención o ésta era de mala calidad,
negligente y discriminatoria; los cirujanos se resistían a practicarles alguna intervención
quirúrgica, aun cuando ésta fuera absolutamente indispensable para su vida; los médicos
o responsables de laboratorios informaban el diagnóstico de seropositividad a los
empleadores; las personas seropositivas eran despedidas de sus centros laborales si acaso
el diagnóstico de VIH positivo llegaba a conocerse; se les negaba alojamiento o la
posibilidad de alquilar un inmueble; se llegó a dar la situación de agencias funerarias que
se negaron a dar la atención del caso a una persona fallecida por SIDA.
En julio de 1990 el Congreso aprobó la Ley 25275, instrumento legal que violentaba los
derechos humanos de las personas que acudían a atenderse a un hospital del Ministerio de
Salud, madres gestantes, homosexuales y extranjeros, entre otras personas, obligándoles a
someterse a la prueba de detección de anticuerpos al VIH.
“Las pruebas diagnósticas de infección por VIH sólo podrán realizarse luego de
consejería y autorización escrita de la persona.”
Por ello:
-La persona que, luego de haber recibido consejería, decide hacerse la prueba deberá
firmar un documento señalando su autorización para la realización de la misma.
Confidencialidad
Es decir que:
-Los resultados de la prueba no pueden ser dados a conocer a otra persona ni a
instituciones o empresas sin autorización de la persona que se ha hecho la prueba.
-El personal de salud y las instituciones que atienden a personas con VIH/SIDA,
deberán respetar el carácter confidencial de la información de la historia clínica.
Atención de salud
Es decir que:
-Todo establecimiento de salud está obligado a brindar atención, de manera digna,
respetuosa y sin discriminación a estas personas, pero sobre todo debe primar la
actitud y responsabilidad del médico con respecto a su ética.
•Art. 14º - Reglamento de Ley Nº 26626
Por ello:
-El hacer la prueba de descarte de infección por VIH - muchas veces sin informar al
paciente o contra su voluntad - como requisito para ofrecer atención médica o
quirúrgica, va contra la ley ; el establecimiento de salud que lo hiciera podría ser
denunciado por ello.
Trabajo
“Las personas con VIH/SIDA pueden seguir laborando mientras estén aptas para
desempeñar sus obligaciones.
b)Todo niño nacido de madre infectada por el VIH, reciba tratamiento antiviral y
lactancia artificial proveídos gratuitamente, en el esquema y por el tiempo
recomendado por el PROCETSS."
Consejería pre – matrimonial obligatoria
“La consejería preventiva para ETS y para infección por VIH y SIDA es requisito
obligatorio para quienes pretendan contraer matrimonio civil La consejería podrá
ser proveída por la Municipalidad respectiva o por el Establecimiento de Salud más
cercano.”
Vemos que:
-Por Ley es obligatorio que los futuros contrayentes reciban consejería sobre ETS y
VIH/SIDA, pero la realización de la prueba de descarte de anticuerpos al VIH es
voluntaria, razón por la cual los Municipios que la exijan como requisito para el
matrimonio estarían infringiendo la ley y por lo tanto deben ser denunciados.
“La prueba de diagnóstico de VIH no debe ser requerida como condición para
iniciar o mantener una relación laboral, educativa o social...”
Disponibilidad de condones:
“El Ministerio de Salud será la única institución autorizada a señalar las pautas de
intervención en salud, orientadas a la atención médica periódica y de prevención de
las ETS/VIH en miembros de grupos con alta frecuencia de ETS. Ninguna
autoridad administrativa, policial, municipal o política tiene competencia sobre esta
materia, bajo responsabilidad funcional”.
La Ley está dada, y es buena. Pero ella por sí sola no basta para provocar un cambio en
la sociedad hacia el respeto por los derechos de las personas viviendo con VIH/SIDA.
Quizás en parte como consecuencia de una insuficiente información, la prueba de
descarte de anticuerpos al VIH (conocida como prueba del SIDA) sigue siendo exigida
como requisito para postular a un trabajo, para contraer matrimonio civil, e incluso
instituciones de salud del sector público y privado la exigen como paso previo a la
realización de una intervención quirúrgica. Para evitar que tales situaciones de infracción
a la Ley y de abuso contra los derechos de las personas se sigan produciendo, es
necesario que esos casos sean denunciados ante instituciones que trabajan el tema de
SIDA y derechos humanos. (Ver: Directorio de Organizaciones de la Red SIDA Perú).
Por su parte, las personas viviendo con VIH/SIDA, quienes deberían ser los abanderados
en exigir el cumplimiento de la Ley 26626 y su Reglamento, muchas veces no lo hacen
por temor a que su condición de seropositivos se haga pública y que terminen siendo
objeto de discriminación y marginación por parte de su entorno social o laboral.
Es una asociación civil sin fines de lucro fundada en 1988, que atiende a niños,
adolescentes y jóvenes de zonas urbano marginales; escolares, homosexuales jóvenes,
fletes y prostitutas/os.
Germinal enfoca los temas de: derechos humanos, participación de los adolescentes y
jóvenes en la toma de decisiones, prevención de ETS/SIDA, fomento de creaciones
culturales colectivas, organización adolescente y juvenil, y desarrollo de proyectos de
vida. La metodología de trabajo se basa en la animación cultural del desarrollo.
Los programas son llevados a cabo por profesionales, promotores calificados, educadores
de pares y voluntarios.
La institución ofrece un espacio de capacitación permanente, de orientación y de
socialización a sus integrantes y a los usuarios.
ASOCIACION KALLPA
Calle Rospigliosi 105 - Lima 4 - Perú
Telefax: (511) 445-5521 E-mail CENDOC@Kallpa.org.pe
La Asociación Kallpa fue creada en el año 1990 y cuenta actualmente con locales en
Lima, Cuzco, Ayacucho e Iquitos. Su misión es mejorar la calidad de vida de niños y
jóvenes de 0 a 19 años con problemas o carencias de salud, a través de proyectos y
servicios de asesorías a nivel nacional, haciendo énfasis en metodologías educativas y
materiales para la educación en salud.
En esta última área se vienen desarrollando, desde hace varios años, diversos proyectos
dirigidos principalmente a docentes, escolares y padres de familia. Estos proyectos están
orientados básicamente a prevenir las ETS y el VIH/SIDA entre la población escolar
adolescente. Para ello se han elaborado diversas estrategias masivas de comunicación
tales como la Feria del SIDA y DiscoSIDA, así como módulos de capacitación y
materiales educativos (rotafolios, juegos, etc.)
La línea Sexualidad y SIDA inició sus actividades en 1992 y desde entonces impulsa
acciones de capacitación a estudiantes y profesionales de educación y salud; desarrolla
talleres de orientación a adolescentes, estudiantes universitarios y público en general.;
ofrece servicios de consejería y orientación psicológica a personas que viven con el VIH
y a sus familiares; cuenta con un servicio de terapia familiar y pareja; y apoya actividades
de Grupos de Ayuda Mutua (GAMs) y a organizaciones de personas viviendo con
VIH/SIDA. Organiza además talleres ocupacionales de mujeres seropositivas.
Sus áreas de trabajo son: derechos humanos, identidad y cultura, salud integral de la
población homo/bisexual, y producción y publicación de bibliografías especializadas.
Están disponibles para todo aquél que quiera emprender el camino de la autoayuda y de
la responsabilidad de vivir positivamente con VIH/SIDA.
REFERENCIAS
AIDSCAP
Making prevention work, global lessons learned. 1999 Lugar, editorial, paginas
BARTLETT, J.
Medical Management of HIV. Johns Hopkins University .Baltimore editorial, 1998
paginas
CACERES, C.
La sexualidad de los adolescentes y los jóvenes limeños contemporáneos. En: Salud
Reproductiva, nuevos desafíos. Curso internacional Salud reproductiva y sociedad, Lima,
IEPO. 1996
LA ROSA, I.
Adolescentes e iniciación sexual. Universidad Peruana Cayetano Heredia. Lima, editorial,
1996. Páginas.
NACIONES UNIDAS
Conferencia Mundial de Ministros Responsables de la Juventud. Lisboa. 1996
QUINTANA A, Y VASQUEZ, E.
La construcción social de la sexualidad adolescente: género y salud. Instituto de
Educación y Salud. Lima, editorial, 1996
VEGA CENTENO,
Amor y sexualidad en tiempos del SIDA: Los jóvenes de Lima Metropolitana. Lima.
Editorial,1996
Ley 26626.
En: El Peruano, Sección Normas Legales, p.140466, del 20 de Junio de 1996.