Está en la página 1de 2

The Man in the arena Theodore Roosevelt

No es el crtico quien cuenta; ni aquellos que sealan como el hombre fuerte se tambalea, o en
qu ocasiones el autor de los hechos podra haberlo hecho mejor. El reconocimiento
pertenece realmente al hombre que est en la arena, con el rostro desfigurado por el polvo,
sudor y sangre; al que se esfuerza valientemente, yerra y ' da un traspi tras otro pues no hay
esfuerzo sin error o fallo; a aquel que realmente se empea en lograr su cometido; quien
conoce grandes entusiasmos, grandes devociones; quien se consagra a una causa digna; quien
en el mejor de los casos encuentra al final el triunfo inherente al logro grandioso; y que en el
peor de los casos, si fracasa, al menos caer con la frente bien en alto, de manera que su lugar
jams estar entre aquellas almas fras y tmidas que no conocen ni la victoria ni el fracaso.

Invictus

Ms all de la noche que me cubre

negra como el abismo insondable,

doy gracias a los dioses que pudieran existir

por mi alma invicta.

En las azarosas garras de las circunstancias

nunca me he lamentado ni he pestaeado.

Sometido a los golpes del destino

mi cabeza est ensangrentada, pero erguida.

Ms all de este lugar de clera y lgrimas

donde yace el horror de la sombra,

la amenaza de los aos

me encuentra, y me encontrar, sin miedo.

No importa cun estrecho sea el portal,

cun cargada de castigos la sentencia,

soy el amo de mi destino:

soy el capitn de mi alma.

Invictus
Out of the night that covers me,

black as the Pit from pole to pole,

I thank whatever gods may be

for my unconquerable soul.

In the fell clutch of circumstance

I have not winced nor cried aloud.

under the bludgeonings of chance

my head is bloody, but unbowed.

Beyond this place of wrath and tears

looms but the horror of the shade,

and yet the menace of the years

finds, and shall find me, unafraid.

It matters not how strait the gate,

how charged with punishments the scroll,

I am the master of my fate;

I am the captain of my soul.

También podría gustarte