El poeta ms popular hoy de las letras en cataln, ya no son fruto de un hombre en
su madurez sino en su senectud, como rectifica l mismo. Hace tiempo que la madurez la dej atrs; vivimos una poca de eufemismos, pero un poeta ha de buscar siempre la verdad, sostiene. Y, coherente, as lo practica en su ltimo poemario Un hivern fascinant (Proa). Pero si los rapsodas cantan ese periodo con un deje triste o fatalista, a sus casi 80 aos en l no es as. Ja soc al fons del bosc de tots els contes / sonrient i feli de no ser jove..., escribe. Est sereno: el pasado, apunta uno de sus versos, ya no conmueve porque est catapultado tan lejos que ha mutado en olvido y el maana imaginado (un taur en otro poema) apenas es, tambin, olvido. No es tracta dun infern: permet comprendre. / Loblit arriba, tranquillitzador. / I torna, sempre torna lalegria. En la senectud es cuando degustas el presente como nunca antes en la vida, afirma.