Durante toda nuestra existencia estamos expuestos a cambios de
diversos tipos, tales como físicos, psicológicos, espaciales etc. esto significa que siempre estamos moviéndonos de un lugar a otro, experimentando anhelo de lo pasado y buscando la aceptación de lo presente.
A esto hace referencia el término transición, el cual llevado al
ámbito educacional, se refleja en el paso de una etapa a otra por parte de alumno, el cual debe afrontar un nuevo reto, en un nuevo escenario y con nuevas sensaciones. Durante el período escolar existen muchos puntos de quiebre o de paso de un contexto a otro, por ejemplo: desde la sala cuna hacia la educación básica, de la educación básica a la media, etc. En todos casos el alumno debe lidiar con un espacio desconocido, poseedor de nuevas cualidades, no siempre congruentes con las del escenario anterior. Es por esto que la transición debe ser un proceso gradual, estructurada desde el escenario base hasta la primera parte del nuevo ámbito (8vo básico – 1º medio), además teniendo en cuenta otro aspectos, tales como:
- Problemas psicológicos, como la ansiedad, el miedo y las
resistencias. - Alteraciones producidas por los cambios, respecto a los logros académicos, el interés y la motivación por el aprendizaje. - La coherencia en el desarrollo del currículo, es decir, la existencia de una concatenación de las materias durante estos años. Sabiendo esto, podemos ahora señalar las etapas de una transición gradual y poco nociva para los alumnos que viven este proceso. Primero debe existir una fase preparatoria, la cual alista e informa al alumno y a su familia de las características de la nueva cultura escolar. Luego sigue la etapa de cambio, que va desde la salida de su colegio base hasta la incorporación al nuevo espacio. Aquí el alumno conoce las nuevas normas a la cual esta expuesto, lo que quizás ayude a incrementar la inseguridad. Cuando ya el alumno se hace parte del nuevo establecimiento y toma sus primeras decisiones, en relación a las nuevas normas y condiciones que establece el espacio, podríamos decir que está en la fase del asentamiento. El alumno ya ha tomado las primeras decisiones en el establecimiento, sin mayor cuestionamiento, puesto que debe acatar las nuevas normas. Sin embargo, luego de esto comienza una etapa de revaloración y significación del espacio, en donde el alumno puede adaptarse al espacio o tomar una postura de resistencia activa o pasiva (fase de bifurcación). Al final del período de transición o postransición, el alumno evalúa los aspectos positivos y negativos del paso de la educación básica a la media, es decir, pone en la balanza el como ha solucionado los conflictos producidos en este proceso y como ha afrontado, al mismo tiempo, los cambios físicos y culturales de la adolescencia.
Al haber descrito a la transición y sus etapas, solo debemos
establecer y proyectar prácticas beneficiosas para el alumno, es decir, tomar medidas que sean preventivas en pos de mitigar problemas causados por el transito de un lugar conocido a otro por conocer.