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2. RACIONALIDAD: EL MODELO DE DECISION Al analizar la politica, adoptaremos lo que se ha llegadlo a conocer como cl enfoque de la decision racional. También recibe otras deno- minaciones: teorfa politica formal, teorfa politica positiva y econo- mfa politica. En realidad, en un intento genuino (aunque fallido) de imperialismo intelectual, a algunos economistas les gusta pen- sar que se trata del enfoque de la politica desdé el punto de vista de fa economfa.! Tienen raz6n en un sentido: el supuesto de la racionalidad ha sido utilizado mas extensamente y ha visto su ina- yor florecimiento en la economia, pero, como veremos, el com- portamiento racional no tiene nada que sea particularmente econéiico. El término racionatidad tiene una larga historia y, en lenguaje comin, con frecuencia significa algo enteramente distinto de lo {que tenemos en mente. Si uma amiga nuestra hace algo que noso- tros no hariamos si estuviésemos en sus zapatos —digamos ir al ¢ la noche anterior a un examen final—, podriamos decir: “ca: ramba, eso es realmente irracional”; con lo cual querriamos decir: de acuerdo con lo que mi amiga quiere, ésa no es la mejor manera de obtenerlo; 0 quiz4 queremos decir algo diferente: de acuerdo ‘con 16 que yo quiero, yo no haria lo que clla esté haciendo (y ella deberia querer lo que yo quiero). En cualquier caso, estamos afir~ mando que lo que nuestra amiga hace es una locura. Ybien puede ser una locura, pero nos reservaremos el uso del términ nalidad para algo muy especitico. Como nosotros lo utilizaretios, el término ‘aquequien la posce sea alguien “genial” 0 “que todo lo sabe". Los hombres y mujeres cuyo comportamiento deseamos entender no son dioses, por lo que de ninguna manera queremos caracteri- zax como irracional una desviacion del comportamiento omnis- ciente propio de los dioses (puesto que, entonces, practicamente todo comportamiento entraria en esa categoria). Las personas que utilizamos como modelo no lo saben todo ni son personas cosmo- Lasronmaasne ta rxinen politas; son gente comtin y corriente; y, como tales, tienen necesi- “dadesy ereencias, las cuales afectan sui comportamiento. PRELIMINARES Las necesidades del individuo, a las que nos referiremos como pre- ferencias, pueden verse inspiradas por un sinntimero de fuentes diferentes. Es claro que los humanos venimos equipados con cier- to niimero de necesidades relacionadas con la supervivencia y la reproduccién: alimento, protecci6n de los elementos, descos sexuat les, etc, Otras necesidades pueden adquirirse socialmente y estar relacionadas s6lo en forma indirecta con cuestiones tan amy importantes como la supervivencia de la especie: la preferenc por la diltima moda en pantalones de mezclilla o el disco compac- Los hombres y mujeres mo- dernos son animales sociales y econémicos; aunque no podemos negar la fuerte influencia de las necesidades materiales, econémi- «as, en las preferencias del individuo, tas demas fuentes dle prefe- rencias importantes incluyen los valores religiosos, los preceptos morales, las inclinaciones ideoldgicas, los impulsos altruistas y un sentido de destino comin con fa familia, el clan, la tribu, el grupo émico o algtin otro tipo de comunidad. Se supone que los individuos que pueblan nuestro mundo mo- delo tienen preferencias derivadas de cualquiera de esas diversas fuentes y de todas ellas. No pretendemos saber por qué las perso- nas quieren lo que quieren —dejamos eso a los bidlogos, los psicé: Jogos y los socidlogos— ni necesitamos saber por qué para seguir adelante, Para nosotros, las preferencias son uno de los hechos dados de una situacién y, para los propésitos de nuestro anal suponemos que no cambian mucho en el corto plazo. En resu- men, tomamos a las personas como las encontramos.? Ocasionalmente diremos que las personas que acttian de acuer do con sus preferencias lo hacen por interés personal, Como ya se jo antes, ello no exige que supongamos que las personas son gotstas en el sentido usual de esa palabra; aunque, para ser ho- stos, sf estamos diciendo que las personas son egoistas en un sentido ligeramente més amplio. Suponemos que las personas trae | > Rams A Srite Mian: Bonin tan de obtener las cosas que consideran importantes, las cuales pueden abarcar la empatia por la familia, los amigos, las ballenas, Jos Arboles o por extranjeros diversos. Creemos que Ia concepcién que un individuo tiene de sf mismo se refleja en sus preferencias y prioridades. El tratar de obtener tales preferencias y prioridades es el egofsmo en accién. EL mundo de las preferenicias y las prioridades es un mundo interior. En realidad, debido a que una persona no Hleva escritas sus preferencias en la frente y, en ocasiones, por razones sutiles, puede no ser todo lo que parece, frecuentemente tenemos que hacer suposiciones acerca de éstas; es decir, al tratar de imaginar lo que alguien podria hacer, tenemos que empezar por alguna par- te, y tomar cn consideraci6n nuestras corazonadas y percepciones acerca de los motivos de esa persona es a menudo un punto de partida atil. 7 Con todo, las preferencias, los gustos y Jos valores no son todo lo que se necesita para el comportamiento racional. Como com- plemento de ese mundo interior, existe un medio ambiente exterior en el que se encuentran las personas. Ese medio ambiente esté leno de incertidumbre: acerca de Ja manera como funcionan las cosas, de las preferencias de los otros y de los acontecimientos aleatorios sobre los que los individuos no tienen domiriio ocasiones, siquiera conocimiento; y esa incertidumbre nos intere- sa, porque afecta la manera como las personas expresan sus prefe- rencias, Los individuos tienen preferencias, como ya se dijo, y suponemos que también cuentan con un repertorio, 0 cartera, de comportamientos. Pueden hacer un sinntimero de cosas en la btis- queda de lo que sea que quieran (cosas como ir al cine o estudiar lanoche anterior aun examen final)..A menudo no pueden elegir directamente lo que quieren (como obtencr la calificaci6n imaxi-. ma en el examen final), sino que deben seleccionar un medio, esto ¢s, algo disponible en su cartera de comportamientos. Si cada instrumento produce directamente un resultado claro, entonces el trabajo de la persona racional es simple: elegir el medio que produce el resultado que mas prefiere. Si alguien quiere la califi- cacién maxima en el examen final y estudiar Ia noche anterior produce ese resultado, mientras que ir al cine, no, entonces, por supuesto, elegira estudiar Lasrommerasoe ta rotics Aqui entra la cluos no tienen una idea exacta de como el medio o comporta. iona con los resultados que lola idea més vaga de “como ‘ ir muy bier! cémo las elec- os influyen en el res y capaces de aniciparlosacontecinientorateaorce eee ene nS lnefectividad de los instrumentos de comportaniien. vee eee un individuo quiere s6lo se conoce ole tee MPetfeta. El conocimiento yi sabidurta personales Seto tne mis lejos peto debe usar lo que ests spo. toa a eepames ls incuiclones que un indlviduo tiene respee tener alge atl de un medio 0 comportamiént? dados para Aron pak? fe duiere de acuerdo con sus reencas particulars. dona es creencias relacionan Jos medios con’los resulta Syal hecho de actuar de acuerdo tanto con nuestras preferen. cias como con nuestras creencias se le ra creencias le denomina racionalidad Las creeni considerar que form rman parte de lo que defin indivi ae 1e a un individu agen raunt® en eltempo. De hecho, las creencias pueden ma ambiente ni Aue Cl individuo adquiere experiencia en su medio © exterior. El aprendizaje tiene lugar y provoca que el in {ve sus opiniones iniciales acerca de la efectividad ?Pecifico para lograr algunos objetivos en particu- ¢lmundo en esa situacién, A medida nes de experiencia, nuestras ereenciase devia on mence ene ey (mayor que) e = (igual que), respectivamente, de la manera en que se usan en los ntimeros reales, En el caso de tos ntimeros reales x € J, ya sea x > 9, 0 y > #, 0.x ~ 9; por ende, son comparables. De manera similar, dados tres ndimeros, s, yy 2 si A202 enloncess>5yai x=Je)~s enloncesx=5 por end, feces son anaes En consecuencia, los ntimeros reales anes ordenados desde el punto de vista ce la magnitud (el lector o lector pueden comprobar por sf mismos que la relacin le preferencia débil, R, es similar a> [mayor o igual que] en cl caso de los nfimeros reales). asa a Be amide ‘ior es muy simple. Las preferencias que permiten , nes Fagionales son, en efecto, principios de orden, los cua- lesson personales: 768 la manera particular del setior ide orde nar las opciones, que puede dfeir de P,1a manera pardcular de eiioraj de ondenar las opciones. Dichos principios de orden ae Tncompara j6n de opciones, un par a la vez (compara- pitidad)y las comparaciones que permiten son cohverents inter mente (transitividad) Con todo, antes de llegar a la conch asses A Sirus y Man, Bones te lo que suponemos. Necesitamos preguntarnos si todas las rela ‘Gones satisfacen las propiedades 1 y 2. Si es asf, entonees no he- nos sido exigentes en absolute; por To tanto necesitamos saber ‘on precisiGn qué es lo que nuestros supuestos excluyen de Ia\con- sideracion. De hecho, no todas las relaciones son completas o transitivas (0 ambas cosas). Algunas relaciones satisfacen la transitividad, pero no ta integridad* otras la integridad, pero no la transitividads? y otras mas no satisfacen ninguna de las dos! algo consistente al adoptat las propiedades 1 y 2. Aho- 1a, la cucstién consiste en si podemos defender nuestras afirma: Ciones, Respecto a la comparabilidad, resulta claro que ¢s posible fexagerar hasta un grado tal en el que una comparacién desde el punto de visa de las preferencias resulte absurela. Elautor William Syron escribié la novela Sophie’ Choice (La decsién de Soph) para jlustrar ese absurdo. En su invencién literaria, a una prisionera de xin campo de concentracién en Polonia se le permite salvar a uno de sus dos hijos de la cAmara de gas, pero debe elegir a cul de los, ddos salvar; si decide no clegir, ambos moriran, Es una decision horrible, inhumana; sin embargo, Sophie si elige (pues el no hax cerlo es mucho peor), aun ctando no considera que sus hijos sean ‘comparables. Tomar una decisién horrible puede ser doloroso y@ algunos de nosotros podria finalmente faltarnos el valor para ha- cer lo que debemos; pero, como en el caso de Sophie, aun: esto {iltimo es una decisién que entraita sus propias consecuencias. El verdadero problema para la propiedad de comparabilidad surge en situaciones en las que In comparacién no tiene sentido para quien decide. Si los objetos no tienen relacion en la mente de éste como opciones altcrnativas, entonces es probable que se encoja de hombros, se muestre perplejo y, si tiene la opci6n, Fes ponda con un “no sé*. Si, a principios de 1998 o finales de 1994, os encucstadores hubiesen tenido que preguntar a una muestra al azar de votantes si preferfan a Bill Clinton 0 a William Weld en las elecciones presidenciales de 1996, habrian obtenido una alta proporcidn de respuestas “no sé”, pues la mayoria de Tos pares de tandidatos realmente no tienen relacién en la mente del votante medio con tanta anticipacion en unas elecciones. Lo anterior no vonstituye tanto una critica a los modelos basados en la racionali- pivs, como los asociados a la racionali " la racionalidad, cision tener algiin significado para quienes siesdai peers La transitividad exige que quit ’ : que quien decide no se confans sentido diferente; demanda coherencia, algo que 6 a me cuente, Desde hace mucho tiempo, los profesores de psico ca monen a los alumns de segundo grado los experimentos de con un contenido variable de sal (0 di zit ai coun ea (© diez imagenes de un triéngulo istra su respu Fat Elexperimentocontnin drauiccoe eng se presentan i ie a nied ea ar OPcionalesy se registran las respuestas (hay se Confunde na Debido a que las diferentes soluciones salinas tno com otto) en gy OUT (Como se fanden los triénguios gris Fablemente: ele sant momento durante el experimento, dela borat a enttiante, hombre o mujer, responde que el agua fella ntimero 2 es mas alada que lade la botella namere 9 nsitividad. Cuando mmienton ales nee SO" 2” dificles, cuando se presentan aconteci, el que expen nos Ue consecuencias potenciales sobre los cuales sujeto 6 cane Ne eieFce control (como cunt sed tiene el “inta luz entra en el cuarto), eee , cuando hay muy poco iu cH au 20 es probable que las respuestas de cet a) -ngan mayores consecu i vasa lencias, es dificil lograr la col encla que exige la propiedad niimero 2 ene anterior, a : i Ro es tanto una critica a la racionali ees ‘ica a la racionalidad oon on et Hania respecto a la esfera en la que probable- eae ae Sa Pertinencia y utilidad. Cuando es ; €n juego, cuando la incerticluin cuando cada una de las elecciones tiene mee Auien decide, entonces es probable que Pocas consecuencias para las incongruencias ab in a ‘Kemetn A. Sure vMARR S. BON den, es probable que el comportamiento sea mas aleatorio que jos; pero, cuando lo racional, mas arbitrario que basado en prin que elige importa al elector, es probable que éste se concentre mas enser coherente, Gomo en el caso de la comparabilidad, el hecho de que la transitividad sea apropiada o no es una cuestin de of nién que el investigador debe zanjar. La clase de coherencia que esta propiedad exige es agotadora, sin duda alguna, aun én las situaciones menos dificiles, como la decision que tuvo que adop- tar el gobernador Weld en la primavera de 1994; sin embargo, la necesitamos para seguir adelante con nuestro propésito y debe otras ciencias, para mos contentarnos con saber que, como e poder avanzar, es necesario simplificar los supuestos.™ EL PARADIGMA DE LO OPTIMO Los supuestos de comparabilidad (integridad) y transitividad dain como resultado un ‘principio de ordenacién”: permiten que un + \dividuo tome un conjunto de objetos y los coloque en cierto orden, del mas alto al mas bajo (se da cabida a los empates), que refleja sus gustos y valores personales. La racionalidad se-vincula tantocon la capacidad para ordenar como con la aptitud para elegir el primer lugar del orden. La existencia misma de un “primer lugar” en um orden de pre- ferencias y de individuos con suficiente sentido comin como para elegirlo si tiene la mitad de las probabilidades es la raz6n de que la mayoria de quienes trabajamos siguiendo esta linea de pensamiento creamos que la racionalidad consiste en un comportamiento que busca lo 6ptimo, Se considera que, en sociales, los individuos persiguen cierta meta, buscan cierto objetivo y tratan de hacer el ei den. de sus preferencias, pode viduo, hombre o mujer, a ordenar sus opciones como lo cho de otra manera, podemos plantearnos cuil es la meta o el caracter éptimo que esa persona busca. De hecho, en nuestro ejemplo sobre la econom! eso fue lo que hicimos, Dijimos que a los consumidores les intere- (esquema 1), srs nothay sauna ion Opti faccién Optima, los productores quieren las utilidades Sptimas, los trabajadores quieren la divisién 6ptima de su tiemy entre el trabajo y el ocio, y los inversionistas desean el rendi fa to optimo de su inversién en el largo plazo. En los diversos mode- politicos que examinaremos en las wes partes del lib: escubriremos quc los actores politicos se esfuerzan de maneng Similar por lo 6ptimo. los politicos electos, por ejemplo, lesinte. resa la mayor cantidad de votos en su favor durante las clecciones sigulentes: los legisladores buscan aumentar la cantidad de

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