Está en la página 1de 1

Dios es por excelencia el mximo expositor del amor, que entregndose l mismo

por el perdn de todos nosotros, por medio de su hijo nuestro Seor Jesucristo,
nos llama da a da a ser partcipes de su reino. El amor, parte central y principal
de nuestra fe y que nos mueve en esta vida, como motor que impulsa a cada uno
de nosotros y gua para poder discernir la voluntad de Dios en esta tierra.

El evangelio nos presenta cmo Dios quiso resumir en dos leyes principales toda
la ley que anteriormente les otorgo para mejorar la relacin entre ellos mismos,
amaras a Dios sobre todas las cosas y a tu prjimo como a ti mismo, pero aqu
surge una cuestionantes, Qu pasa si yo no me amo, podre amar a otro?
Definitivamente Jess quiere que seamos nosotros los primeros en amarnos a
nosotros mismos, para poder amar a otros, de perdonarnos a nosotros mismos
para que perdonemos a los dems.

Benedicto XVI nos menciona que ahora el amor ya no es slo un mandamiento


, sino la respuesta al don del amor, con el cual viene a nuestro encuentro () el
amor es reciproco, tanto de nosotros hacia Dios y de Dios hacia nosotros, el amor
debe de estar siempre presente en nosotros no solo porque Dios lo diga o porque
sea una condicin que el mismo Jess impuso, ms bien debemos amar
consientes que junto a Dios ser un amor que busca la perfeccin.

El amor, en la Orden de Predicadores, nos lleva a buscar y abrasar la verdad, ya


que la verdad nos lleva a un encuentro ms ntimo con Dios, que por medio del
estudio y la investigacin Dios nos vislumbra

Dos amores construyeron dos ciudades: el amor de Dios hasta el desprecio de


uno mismo, la ciudad de Dios; el amor de uno mismo hasta el desprecio de Dios,
la ciudad terrena (San Agustn, La Ciudad de Dios, pg. 28).

Amor segn la RAE: Sentimiento de afecto, inclinacin y entrega a alguien o algo.

También podría gustarte