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Humberto Nogueira Alcalé* Las Constituciones y los Tratados en materia de Derechos Humanos: América Latina y Chile * Doctor en Derecho Consticucional por la Universidad Calica de Lovaina, Belgica Diplomaado en Derecho Internacional de das Derechos Humans. Profesor tivular de Derecho Conssitucional Decana dela Facultad de Giencias Juridicas Sociales de la Universidad de Talea, Chile. 1. Soberania del Estado y derecho internacional de los Derechos Humanos LI. La soberania en su concepcién clisica moderna. La soberanfa es un concepto al mismo tiempo jutidico y politico en ef que conflu- yen, como sefiala Ferrajoli! los problemas y aporias de la teoria del derecho y del Estado. La idea de soberanfa aun cuando ya cs conocida en la Edad Media por autores como Beaumanoir y Marino de Caramanico, en su acepcién de “suprema ‘potestas superiorem non recognoscens” se remonta al momento de apaticién de los Estados nacionales europeos y al debilitamiento, en el umbral de la edad moderna, de la idea de ordenamiento juridico universal que la cultura medieval habfa hereda- do de la civilizacién romanz?. Referitse a la soberania y st evolucién histérica implica considerar el desarrollo del Estado nacional moderno surgido en el siglo XV1 en Europa, expandido de allfa todo el mundo, La categoria floséfica juridica de soberania es una construccién de matriz, jus natutalista que ha constituido la base para la concepcién positivista del Estado y el paradigma del derecho internacional moderno. Al mismo tiempo ha constituido una institucién de rasgos absolutistas através de las diversas imégenes del Estado alas que fe quedando asociada y que dicho principio iba desarrollando: desde la soberania 1 Rerrajli, Luigi, Derecho y Garantas. La ley del mds d&bil, Editorial Tro, Madi, Espatia, 19. 2. El concepso de soberania se encuentra ya ene siglo XII en los irs des counumes des age de Beauvoir del jira fancés Beaumanoir:“chascurs barons ext souvenan et sa baronie" “ie ois es souverains pa dessus de ‘ous (cia en RW. y A. J. Caiye, El pensamiento politico medieval En a misma época se reronta fa férmla “rexsuperiorem non recognocens in regen et imperatar” capes orkgenes xe idensifican por Calasso en el Proemio, dde Marino de Cacamanico eerto en el siglo XI. Ver asimismo, &. Crosa, I principio della sovranitt popolare al medioevo alla rvoluzione rancese, Fi. Bocca, Milano, 1915; y M. Galzia, La totia della sovranith dal ‘modioevo alla rivolusionefrancese Ed. Giufire, Milano, 1951; aig Perrajoi, Derechos y Garanthas, Ed, Trot, Madrid, Espana, 1999. REVISTA DE DEREGHO PUBLICO / VOL. 63 us onstitucional Recibidas en Ja 1° Comisién de Derecho C HUMBERTO NOGUEIRAALCALA, HG como atributo del princeps, pasando por la soberanta nacional, la soberanéa popular y las doctrinas del Estado persona y de la soberania como atributo del Estado. Esta perspectiva del Estado soberano fue desarrallada pot Bodin’ y Hobbes', como fundamento de la teorfa juridica y politica modernas, que establecen como tinicos limites de la potestad estatal las leyes divinas y naturales ola ley natural como princi- pio de razén, la segunda limitaci6n o restriccién esté dada por los tratados y las leyes humanas comunes a todos los pueblos’ . Bodin definié la soberan{a como “la puissance absolute et perpéiuelle d'une République” (Les six livres de la République, 1583, 1, 8, p.-122)*. Esta concepcién de la potestad estatal, independiente hacia el exterior ¢ irresistible en el interior, se desarrollard hasta ¢l siglo XIX. En todo caso, Bodine no pudo escapar a la concepcién de limitacién del poder temporal por la ley divina y la ley natural, ratificando al respecto las ideas de San Agustin y Santo Tomés. Francisco de Vitoria concibe el orden mundial como una sociedad natural de Estados soberanos (orden mundial como communita orbit), libres e independientes, someti- dos en el exterior a un nuevo derecho de gentes (ius gentium); tales Estados gozan de soberania estatal externa que se identifica con el conjunto de derechos naturales de los pueblos y estén legitimados para desarrollar la guerra justa como sancién al rompi- miento del ius gentium y la ausencia de un tribunal o poder superior a los Estados. En esta concepcién el nico derecho originario es el derecho interno, fruto de la sobera- nfa, el derecho internacional adquiere su tinica posible validez mediante una f6rmula contractual, a través de la autolimitacién: los pactos y la costumbre constituyen dere- cho y vinculan a los Estados, en cuanto expresién de la voluntad estatal. El mismo Francisco de Vitoria’, junto con Vazquez de Menchaca, Balthasar de Ayala y Francisco Suarez, a través de la escuela teol6gica del siglo XVI*, estructuran la idea de soberanfa externa, anticipando la reflexién posterior de Grocio, lo que permite desarrollar el fundamento juridico de la conquista de América (el Nuevo Mundo). Para Grocio, el Derecho de Gentes es auténomo de fa moral y del Derecho natural, adquiere fuerza por el consenso de los Estados, especialmente de aquellos mas civili- zados; de esta manera, el Derecho de Gentes pasa a derivar de los intereses de los Estados mas fuertes de la comunidad intemacional. La soberanfa externa de los Esta- dos genera una especie de estado de naturaleza entre ellos, similar al estado de natura~ 3 Bod, J, Lassi bros de la Repiblic. Libro: Yen cuanco alas leyesdvins y naturale, tds lox principes de aera estén sujetosa ells y no tienen poder para contraveniles, sino quieren se culpable de ese majesad divina, por mover guerra a Dios, bajo cuya grandeza todas los monarcas del mundo deben uncirs e inelinr a «abera con todo temor y reverenci 4 Hobbes, Th, El ciudadano, £4, "Tott, Madrid 1999, p. 42: "Las eyes que lamamos sauraks no son ms que

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