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ee! QQELACIONES COLECTIVAS DE TRABAJO Conciliacion, mediacién y arbitraje en las RELACIONES obrero-patronales unque en la practica no se establecen dis- a finciones entre a conciliacién, lo média- ién y el arbitraje, algunos legislaciones, y sobre fodo fe doctrina, han procurado diferen- ciar cada uno de estos métodos. PLANTEAMIENTO Y DESARROLLO ‘Son varios los criterios que se han expuesto con tal propésito. El més comén es el de la mayor © menor inicioiva que se supone osuma el fer- cero. Para unes trotadistas, el conciliador pro- “cura simplemente el acercamiento y avenimiento de los portes, sin hacer propuestas, en tanto que el mediador no se limita & fomentar e! didlogo y la mejor comprensién, sino que formula pro- puestas.y busca transaccién. Si bien esos mis- ‘mos criteios de diferenciacién se han utilizado en sentido opuesto por otros autores, es eviden- te que el propésito que inspira estas distinciones es.el de situor la conciiacién, la mediacién y el arbitraje en-cierta escala de distintos grados de infervencionismo. Deveali, por ejemplo, an su Curso de derecho sindicaly de fa previsin social, firma que, “la mediacién es una forma’ espe- ciolmente intensa de la conciliacién®, © lo que Dr. Rubén Delgado Moya Russomono afiode que es fombiéa “una forma suove" de arbitroje. Asimismo, hay especialistas que distinguen la conciliaci6n de la mediaci6n con base en los Ctterios que guian el desemperio de una u otra funcién. En dicho caso, para toles autores, el conciliador orienta su octividad hacia lo compo- sicién equitotiva del conflico, en tanto que el mediador trata de fogror un acuerdo segin su mejor criterio y buscando evitar el conflcto abier- Yo, lo que sigtifica que procura obtener dicho ‘acuerdo, por lo que éste represento en sf mis- ‘mo, independientemente del grado de justia 0 equidad que entrafe. Por dimo, no faltan especiolitos que piensun ue lo verdadera distinci6n radica en la calidod de (a persona que ejerce la funcién concliatoria 0 de mediacién. Para estos autores, la concliocién corresponde siempre ofuncionaros oficiales, mien- tras que la mediacién puede llevarse 0 cabo por personalidades de prestgio ojenas al gobierno. En.virtud del breve espacio de que dispone- mos -para irotar este tenia, sdlo agregaremos Profesor fitular por oposicién en la Licenciatura y en la Division de Estudios de Posgrado de ia Facultod de Derecho de lo UNAM. Recipiendario de fa Mencién Honorffica y de la Medolla of Mérito Universitario “Gabino Borreda” otorgadas por la UNAM. QQELACIONES COLECTIVAS DE TRABAJO que la conciliocién, lo mediacién —monifiesta en un acuerdo directo el orbitraje son instrumentos ju- en la coniliocién, con el cual se ridicos destinados a la solucién _finaliza el conflico. Por el contra- de los conflictos de trabajo. Se rio, en el arbitraje, aceptan al que diferencion los diversos sistemas ha de establecero. En le primera ‘en que la conciliacién se consi- hay coincidencia de fondo; en el gue normalmente por las mismas segundo, de forma. La concilia- partes, que dialogan con miras 0 cién presenta los caracteres de una resolver sus diferencios mediante. . negociacién, de un contrato un acuerdo, y para tal objeto sue-__novado. El arbitraje se encuadra le actuar un funcionario péblico, "en el acatamiento forzaso del fllo: que hace de conciliador. El me- Los conciliadores cumplen con diador, por su parte, acostumbra el acta que los reconcilia; los proponer soluciones al conflicto, _sujetos a érbitro ejecuton un loudo. efectia gestiones directos e cluso publica el resultado o lo De estos tres métodos que férmulo propuesta.: En el arbitra- > operan para la resolucién de los je, un tercero -el érbitro- seftala a susodichos confliclos obrero-pa- los partes en conflict la férmula — tronales, 0 nuestro juicio el més ‘que deberén ‘oceptar, con el fin idéneo es el coneiliatoria, Sin em- de resolver sus diferencias; esto bargo, es necesario tener en sucede tonto en los casos de’ cuenta que cuando un. gobiemo ‘ibaa etotvo co ‘como en los - decide instituir un sistema: exclut: sivo de conciliacién, debe: pre- se. ggver, bésicamenté a qué.ovtoridad “ oneomendais ‘su -funcionamiento y/qué modalidades précticas'le’ Venezuelo, Rofael : permitirén'aplicarlo para'oblener Caldero, en su Solucién:prictica y ‘: mejores: resultados. ssolucién jurisdiccional de:los con- flictos de! trabojo, ‘al decir que 1a sam x ss cconciliacién es el acercomiento de .- : Mf) fant esre)\ =} los partes, para. discutir amiga- x blemente el problema y tratar de llegar a un acuerdo; acercamien- to que se realiza generalmente ‘ante personas y organismos ya esiablecidos oficialmente, ya com- puestos voluntariamente por las __partes; en tanto que el arbitraje ‘es el procedimiento qt ‘objeto lo decisién del conflicto ~: por uno persona u organismo cuyo laudo, una vez dictado, tiene que ‘cumplirse obligatoriomente. Lo conciliocién y el arbitroje coinciden en un hecho: la necesi- dod de una voluntod de colabo-" racién entre los interesados se En México, lc Ley Federol de! Trobojo de 1931, que instauré un sistema de conciliaci6n car- go de juntas permanentes, guor- dé silencio sobre el papel que correspondia en ese terreno a la Secretarfa del Trabajo y Previsién Social, fo que no impidié que ésta_creara_administrotivomente un sistema de coneiliocién volun- forid, que fue’ institucionalizado en 1953 ol establecerse el llo- mado “Cuerpo de Funcionarios Conciliodores", mismo que més adelante fue transformado en “Direcci6n General de Concilia- cién", Pora terminor con este bre- ve y resumido bosquejo acerca del tema que acobamos:de ex:- poner, sélo Constituir al patrén en deposi- tatio de los bienes de la empre- + sa, De esta suerte, con este cardcter el patrén no podré disponer de los biénes de la mis- ma?, incurtiendo en responsa- bilidad de cardcter incluso penal si es que llegara a incumplir > Dar comienzo af periodo de prehuelga. > Suspender todo tipo sentencia, ‘embargo, aseguramiento, desa- hhucio o secuestro de los bienes de le empresa. > Suspender el trémite de los conflictos colectivos de natura- leza econdmica > Colapsar el proceso productive de la empresa. No se dard tramite ai em- plazamiento a huelga: > Si pudieran afectarse los dere- chos de los trabajadores. > Si se trata de cuotas en favor del Instituto Mexicano del Se- guro Social > Si se afectan los créditos de! infonavit > Si se afectan los créditos fiscales. Mas de manera oprobiosa se establece que la junta no podré dar trémite al emplazamiento a huelga > Si el mismo no se ajusta a fos requisitos de fondo, forma y mayoria > Sino lo interpone un sindicato que demuestre ser el titular del contrato colectivo 0 el administrador del contrato-ley, segin el caso. > 0 cuando se pida la celebracién de un contrato colectivo, si ya existe uno depositado con anterioridad. ‘Antes de dar trémite al emplazamiento, el presidente de a junta deberd verificar que esas circunstancias no concurtan debiendo asentarlo en autos. Con semejante sistema se ha levantado un muro y el sindicals- ‘mo blanco ha conseguido un importante refuerzo.* Con ello se ampara, por lo tanto, el lamado burocratismo sindical y se promueven a ultranza, los contratos de proteccion de las empresas. La contestacién del pliego y la conciliacion E patrén deberé contestar el pliego petitorio dentro de las 48 horas siguientes a la notificacin. Si se niega a contestar se le puede imputar la culpabilidad de la huelga debiendo pagar, si se le exigen, os salarios caidos generados En su escrito de contestacién el patrén podré impugnar la persona- lidad del sindicato © de la coalcién huelguista; los trabajadores a su vez, podrén impugnar la del patrén, dentro de las 48 horas siguientes al conocimiento de su primera promocién. En la audiencia de conciliacién, el presidente de la junta no podra anticipar ninguna resoluci6n sobre la calificacién de la huelga. Ademés tratard, sobre todo, de avenir a las partes. Los trabajadores deberan asistir a esa audiencia so pena de que se interrumpa el término para la suspensién, debiendo archivarse el expedien- ‘te como total y definitivamente concluido. Si el patron no asistiera podrén aplicarsele los medios de apremio e incluso ser presentado mediante la fuerza publica. Sin embargo, la in- comparecencia del patrén y la suspensién de dicha audiencia no inte- rrumpen los efectos del aviso para el estallamiento. Esta audiencia de avenencia s6lo podré diferise por una sola vez, 2 peticion de los trabajadores. En la praxis la conciscién se realiza en dos instancias. 1, Ante la Junta de Conciliacion y Arbitraje. 2, Siel asunto es grave, ante la Secretaria del Trabajo y Prevsion Social Para empresas de actividades ininterrumpidas, se designaran co misiones de emergencia que eviten darios severos a la seguridad y a los locales de los centros de labores. Por nuestra parte estimamos que estos ritos intrincados que pretenden asfiiar Ia autodefensa social por excelencia, en la forma- lidad y la rutina, y que se repiten, sin variantes, casi mecénicamente en los textos procesales sobre la ‘materia, no reportan mayor atrac- tivo para profundizar fs reflexio- nes. Tediosos y hasta solemnes, estos rituales y trampas que por décadas han ahertojado el carécter esponténeo de la huelga, que en los afios que siquieron a la Cons- titucién del 17 se manifests inestrcta, sin limitaciones proce- sales de ninguna indole, comien- zan a set cimbrados por la fuerza de la acci6n directa y el repunte estratégico-téctico de las coaicio- nes de los trabajadores. De esta forma nos han asombrado huelgas peculiares pero muy severas, acaso politicas pero rotundas, como la de los tra- bajadores al servicio del Estado, que auténticamente colapsara la ‘metr6poli por unas horas las de fos trabajadores de (0s cuerpos policia- cos 0 aquéllas del magiserio y las universidades. De esta suerte, el andlisis critico del régimen juridico de la figura nos mueve a ver con reser- va un estudio procesal como su esencia, pues su realidad reclama Un intenso estudio crtico que lle- va a meditar en los principios de tun auténtico sistema democratico, donde la mejor tutela que se pue- de conferir a los obreros es no coparlos de normas ni de procesos legales, desregulando al extremo, la autonomia colectiva, Asi, a la luz del derecho comparado, ante el diluvio del totaltarismo, reitera- mos nuestra conwiccién en la na- turaleza social, sustancialmente inrestrcta de la huelga. El estallamiento de la huelga Eon ia descripcion panorémica del procedimiento, tras proclamarse la hhuelga por los trabajadores,'a suspension de labores deberé ser realizada el dia y hora seffalados, so pena de inexistencia. ‘Aunque no se menciona en la ley deberan colocarse las banderas ¢ instalarse las Quardias respectivas. Asimismo, ya es costumbre que se levante un acta sobre la aceptacién y constancia del estado de la em- ppresa. Es decir que los huelguistas se convierten en depositarios de la misma y proceden a garantizarse. De esta suerte, los trabajadores tienen el derecho de hacer uso de la hhuelga, como autadefensa, pero no de levantarla cuando lo crean conve- niente. México es quizé el Unico pals en donde se necesita el permisc de ta empresa para levantar la huelga abe ponderar también, que al encadenar la huelga, imponiéndose su aviso, se le priva del factor sorpresa y por ende de su contundencia, Sin embargo, en casos excepcionales a contundencia de la huelga se flexibiliza como en el trabajo de los buques, en las aeronaves 0 en el autotransporte, en los que pese al estallamiento, deberd de arribarse, sin pretexto, al ppunto de destino, Asimismo, en los casos de hospitaes, clinicas y sana- torios, deberd de atenderse a los pacientes, no obstante el estallamiento, hasta lograr su traslado a otfo establecimiento? Ampliamente reconocido en la dogmatica, en la vida préctca, el efecto toral de la interrupcién de las labores, es la suspensién juridica de las relaciones de trabajo que libera al patrén de su deber de pagar et salario ya los trabajadores de su obligacién de trabajar. La calificacién de la huelga ‘Confundidos, con frecuencia, con los tipos 0 especies de huelga, dentro del proceso se regulan los incidents de caificacién de la misma. Asi se reglamenta el incidente de inexistencia de la huelga, el cual podra inter- ponerse por cualquiera de los interesados con derecho, dentro de las 72 horas siguientes al estallamiento de Ia huelga, £1 mismo podré invocarse cuando no se hayan reunido los requisitos de fondo, forma y mayor, total o parcialmente (artic 459 de la LF). La junta citard entonces a una audiencia de oftecimiento y recepcién de pruebas, dentro de los cinco dias siguientes. Concluido él desahogo de las pruebas, la junta dictaré resolucién, Se sefiala que de ser posible se desahogaran en esta audiencia la totalidad de las pruebas ofrecidas; pero si ello no fuera factble se sefalarén nuevas audiencias para poder practicatas® Se puede afirmar entonces, que la finalidad de la calificacién de la huelga persigue el doble propésito de determinar, primero, si se cu- brieron los requisites legales para realizar su estallamiento; y segundo, el pronunciamiento de una resolucién declarativa que precise si es que existe 0 no el derecho de huelga."" St co! Para cuestionar la decision de la mayoria de los. ‘rabajadores o la negativa de la relacién laboral entre los huelguistas y a empresa se utiliza la prueba del recuento. Este suele realizarse con las néminas y en el local de la empresa bajo la presencia del actuario de fa junta, Asimismo, se suele exigit a los huelguistas que son trabajadores de la empresa ‘Mas de manera arbitra, desde hace varios sexe- ‘ios, la juntas exgen que para estallar la huega, los traba- Jadores comprueben primero que contaron con la mayora, Una vez declarada la inexistencia de la huelga, la junta ordenard el regreso a las labores dentro de fas 24 horas siguientes so pena de rescisi6n con causa justificada, Por lo mismo se permite que el patron contrate nuevo personal con absoluta libertad y sin ninguna responsabilidad, Si se promoviera el incidente de iictud de la huelga se aplicardn las mismas normas que para la inexistencia de la misma (articulo 930, de la LA. Asimismo, si en el laudo del incidente de imputabili- dad de la huelga, se declara injustiticada, al patron tendrd ef deber de pagar, ademas de lo pedido, los salarios caidos durante el proceso." Desde Hace varios sexenios se ha utilizado la practica de pagar a los huelguistas el 50% solamente e los salarios caidos, pdr justcia de consigna, tal y ‘como se ha hecho por sistema con las huelgas de la Universidad Auténoma Metropolitana, con objeto de desalentar uri bastién reconocido del sindicalis- mo democtatico. Asi se castiga su osadia de hacer uso revndicatorio det derecho consttucional de huelga En los casos de la huelga por contrato-ley, el preaviso debers anticiparse treinta dias antes del esta- llamiento de la misma Puede, en fin, considerarse que son causas de terminacién de la huelga: > El mutuo consentimiento de las partes. > El allanamiento del patron, en cualquier tiempo, previo pago de los salarios caidos > El laudo del arbitro sefialado por las partes, y > El laudo de las Juntas de Conciliacién y Arbitraje, cuendo las partes hayan decidido someter 3 su juicio el conflicto. abe sefalar, también, que ante la gran corup- Gon y el progresivo descrédito de las insttuciones, se esté vobiendo 2 la movilizaciin en coaliciones y a fa préctica nutrida de huelgas de facto, atipicas 0 politcas. El paro Miss que ta contrapartida de fa huelga el paro se reglamenta como un proceso ténico para solucionar los conflctos por exceso de produccién en las em- presas. Rito pracedimental que exige que para sus- pender el trabajo, el patron deberd de contar con la autorizacin de la junta; y reanudar las labores cuan- do los precios recobren un limite costeable y conve- niente. Sin embargo, con la influencia de Mario de la Cueva la figura se estimé obsoleta y el legisador la suprimis dea Ley Federal del Trabajo, regulsndose ‘muy brevemente en la fraccién XIX del apartado A del articulo 123 de la Canstitucién. Este procedimiento técnico-econémico se distn- gue del cierte de la empresa, que nuestro derecho positivo del trabajo no regula pero tampoco prohibe. La doctrina lo define como la interrupcisn discrecional del trabajo decretada por voluntad del patron para promover sus intereses. No obstante, la modemidad y el afan del trans- personalismo econémico predominante, que estimula dichas précticas, no pensamos que sea un hecho to- lerado, ni mucho menos un pretendido derecho de los patrones como se pensaba en el siglo XIX. Su prdctica, hoy en desuso, violenta sustancialmente la realizacion de la tutela y la justia soci en (as rela ciones de trabajo. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS " Santos Azuela, Héctor, Derecho colectivo det trabajo, Porria, México, 1997, p, 209. 2 Santos Azuela, Héctor, Teoria general del proceso, Me-Graw Hl, Mésico, 2001, p. 8 2 dem 4 Trueba Urbina, Albert, y Tucba Barrera, Jorge, Ley Federal del Trabajo, Comentarios, Porria, Mizico, 2000, 202. § aurayo Séenz, Corique, Derecho procesal del trabajo, 8 & 'a, Mexico, 1999, p. 238 * Femnindez Aris, Arturo, La coafcin y el derecho de huelga en ‘México, Tess profesional, México, 1982, p. 194 : 52 » Arcoyo Store, Eniue, op. ct p. 241 "De Buen, Néstor, Derecho procesl del trabajo, Poni, Méico, 1999, p. 573. ® scenco Romero, Angel, Manual de derecho proces del tra- bajo, Villas, Mésico, 2000, pp. 136 y 137. ‘© Ross Gimex, Francisco, Derecho procesal del trabajo, Catde- ‘ws, Mésico, 1992, 9. 6B. Barajas Montes de Oca, Santiago, Corceptos bascos del derecho Gel trabajo, Fando de Cultura Econdeica, Mésico, 1995, p. 238. cient Ben, han 8. Elements de deco proc del trabajo, Esinge, México, 1989, p, 337

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